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Época: Sexta Época

Registro: 395370
Instancia: Tercera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Apéndice de 1965
Parte IV
Materia(s): Civil
Tesis: 102
Página: 310

BUENA FE.

La buena fe es base inspiradora de todo el derecho y debe serlo, por ende, del
comportamiento de las partes en todas sus relaciones jurídicas y en todos los actos del
proceso en que intervengan.

Quinta Epoca:

Suplemento año de 1956, pág. 99. Amparo directo 2234/52/2a. Manuel Granados Peralta.
13 de julio de 1953. Tres votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.

Suplemento año de 1956, pág. 99. Amparo directo 8890/43/2a. Sucesión de M. Soledad
González Abasolo. 18 de agosto de 1952. Cuatro votos. La publicación no menciona el
nombre del ponente.

Sexta Epoca, Cuarta Parte:

Volumen XIX, pág. 51. Amparo directo 7886/57. Luis de la Tejera Flores. 5 de enero de
1959. Mayoría de cuatro votos. Ponente: José López Lira. Disidente: José Castro Estrada.

Volumen XXII, pág. 121. Amparo directo 7297/56. Francisco Cuevas Cancino y coags. 27
de abril de 1959. Mayoría de tres votos. Ponente: Gabriel García Rojas. Disidentes:
Gabriel García Rojas y José López Lira.

Volumen XXIV, pág. 88. Amparo directo 5057/58. Luz Barat Pérez de Jiménez y coag. 4
de junio de 1959. Mayoría de tres votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez. Disidentes:
Mariano Ramírez Vázquez y José Castro Estrada.

NOTA: La presente tesis no fue reiterada como vigente, según los acuerdos a que llegó la
Comisión Coordinadora encargada de los trabajos para la publicación del Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación, 1917-1995.

Época: Décima Época


Registro: 159936
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 2
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 15/2012 (9a.)
Página: 798
DERECHOS FUNDAMENTALES. SU VIGENCIA EN LAS RELACIONES ENTRE
PARTICULARES.

La formulación clásica de los derechos fundamentales como límites dirigidos únicamente


frente al poder público, ha resultado insuficiente para dar respuesta a las violaciones a
dichos derechos por parte de los actos de particulares. En este sentido, resulta innegable
que las relaciones de desigualdad que se presentan en las sociedades contemporáneas,
y que conforman posiciones de privilegio para una de las partes, pueden conllevar la
posible violación de derechos fundamentales en detrimento de la parte más débil. La
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no ofrece ninguna base textual
que permita afirmar o negar la validez de los derechos fundamentales entre particulares;
sin embargo, esto no resulta una barrera infranqueable, ya que para dar una respuesta
adecuada a esta cuestión se debe partir del examen concreto de la norma de derecho
fundamental y de aquellas características que permitan determinar su función, alcance y
desenvolvimiento dentro del sistema jurídico. Así, resulta indispensable examinar, en
primer término, las funciones que cumplen los derechos fundamentales en el
ordenamiento jurídico. A juicio de esta Primera Sala, los derechos fundamentales
previstos en la Constitución gozan de una doble cualidad, ya que si por un lado se
configuran como derechos públicos subjetivos (función subjetiva), por el otro se traducen
en elementos objetivos que informan o permean todo el ordenamiento jurídico, incluyendo
aquellas que se originan entre particulares (función objetiva). En un sistema jurídico como
el nuestro -en el que las normas constitucionales conforman la ley suprema de la Unión-,
los derechos fundamentales ocupan una posición central e indiscutible como contenido
mínimo de todas las relaciones jurídicas que se suceden en el ordenamiento. En esta
lógica, la doble función que los derechos fundamentales desempeñan en el ordenamiento
y la estructura de ciertos derechos, constituyen la base que permite afirmar su incidencia
en las relaciones entre particulares. Sin embargo, es importante resaltar que la vigencia
de los derechos fundamentales en las relaciones entre particulares, no se puede sostener
de forma hegemónica y totalizadora sobre todas y cada una de las relaciones que se
suceden de conformidad con el derecho privado, en virtud de que en estas relaciones, a
diferencia de las que se entablan frente al Estado, normalmente encontramos a otro titular
de derechos, lo que provoca una colisión de los mismos y la necesaria ponderación por
parte del intérprete. Así, la tarea fundamental del intérprete consiste en analizar, de
manera singular, las relaciones jurídicas en las que los derechos fundamentales se ven
encontrados con otros bienes o derechos constitucionalmente protegidos; al mismo
tiempo, la estructura y contenido de cada derecho permitirá determinar qué derechos son
sólo oponibles frente al Estado y qué otros derechos gozan de la pretendida
multidireccionalidad.

Amparo directo en revisión 1621/2010. 15 de junio de 2011. Cinco votos. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

Amparo directo 28/2010. Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. 23 de noviembre de


2011. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

Facultad de atracción 261/2011. Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo


Circuito. 22 de febrero de 2012. Cinco votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Javier Mijangos y González.
Amparo directo en revisión 2934/2011. Inmobiliaria Eduardo, S.A. de C.V. 13 de junio de
2012. Cinco votos. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Mercedes Verónica
Sánchez Miguez.

Amparo directo 8/2012. Arrendadora Ocean Mexicana, S.A. de C.V. y otros. 4 de julio de
2012. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

Tesis de jurisprudencia 15/2012 (9a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal,
en sesión privada de doce de septiembre de dos mil doce.

Época: Novena Época


Registro: 165818
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXX, Diciembre de 2009
Materia(s): Constitucional
Tesis: P./J. 122/2009
Página: 1230

DERECHOS Y PRERROGATIVAS CONTENIDOS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE


LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SON INDISPONIBLES PERO NO ILIMITADOS.

Los derechos y prerrogativas contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos son indisponibles, en tanto que ninguna ley o acto de autoridad puede
desconocer su fuerza jurídica, porque de lo contrario, conduciría a la declaración de su
inconstitucionalidad; empero, no son ilimitados, ya que la propia Carta Magna u otras
fuentes jurídicas secundarias por remisión expresa o tácita de aquélla, pueden establecer
modalidades en su ejercicio.

Acción de inconstitucionalidad 4/2009. Partido del Trabajo. 27 de abril de 2009. Mayoría


de ocho votos. Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Juan N. Silva Meza. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: José
Francisco Castellanos Madrazo.

El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número 122/2009, la


tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de
dos mil nueve.

Época: Novena Época


Registro: 161368
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXIV, Agosto de 2011
Materia(s): Constitucional
Tesis: P. XII/2011
Página: 23
CONFLICTOS QUE INVOLUCRAN DERECHOS FUNDAMENTALES. SU RESOLUCIÓN
JURÍDICA.

Los derechos fundamentales, siendo en su definición más básica pretensiones jurídicas


destinadas a establecer los límites que los representantes de los ciudadanos no pueden
traspasar en el desarrollo de sus responsabilidades normativas, no son en sí mismos
ilimitados. En efecto, su estructura normativa típica no es la propia de las reglas -normas
jurídicas con condiciones de aplicación razonablemente detalladas y determinadas, que
se aplican mediante razonamientos subsuntivos- sino la que caracteriza a los principios,
que son imperativos jurídicos con condiciones de aplicación definidas de modo muy
abierto, lo cual los destina naturalmente a entrar en interacción, en los casos concretos,
con otras normas con contenidos jurídicos que apuntan en direcciones no idénticas. Es
por eso que suele decirse que los derechos fundamentales operan en el razonamiento
jurídico como mandatos de optimización, porque su protección y reconocimiento en los
textos constitucionales presuponen naturalmente que sus exigencias normativas entrarán
en conflicto con otras en los casos concretos, supuesto en el que será necesario
desarrollar un ejercicio de ponderación para articular el resultado de su aplicación
conjunta en esos casos. Así, en las democracias constitucionales actuales la resolución
jurídica de los conflictos que involucran derechos fundamentales no parte cada vez de
cero, sino que el sistema jurídico contiene un abanico más o menos consensuado de
reglas o criterios que expresan lo que puede o no considerarse un equilibrio adecuado
entre ellos en distintos contextos o escenarios aplicativos. Así, algunas de estas reglas
están consagradas expresamente en los tratados de derechos humanos o en las
Constituciones mismas, y otras se van explicitando a medida que la justicia constitucional
va resolviendo casos, incluidos aquellos en los que se juzga la constitucionalidad de los
límites a los derechos incluidos en las leyes. De ahí que el legislador es competente
genéricamente para emitir normas que regulan y limitan derechos, pero no puede hacerlo
como prefiera, sino bajo determinadas condiciones relacionadas tanto con fines como con
medios, en tanto que su labor normativa -llegado el caso- debe ser cuidadosamente
examinada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para garantizar que los límites
que de ella derivan estén justificados por la necesidad de proteger a su vez derechos e
intereses constitucionalmente amparados, y no haya sido adoptada sobre bases
arbitrarias o insuficientemente sensibles a su impacto en las condiciones de goce del
derecho involucrado.

Amparo en revisión 7/2009. Costco de México, S.A. de C.V. 15 de marzo de 2011. Once
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretarias: Francisca María Pou Giménez,
Fabiana Estrada Tena y Paula María García Villegas Sánchez Cordero.

El Tribunal Pleno, el cuatro de julio en curso, aprobó, con el número XII/2011, la tesis
aislada que antecede. México, Distrito Federal, a cuatro de julio de dos mil once.

Época: Novena Época


Registro: 187816
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XV, Febrero de 2002
Materia(s): Constitucional
Tesis: P./J. 13/2002
Página: 589

DERECHO A LA VIDA. SU PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL.

Del análisis integral de lo dispuesto en los artículos 1o., 14 y 22 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos, se desprende que al establecer, respectivamente, el
principio de igualdad de todos los individuos que se encuentren en el territorio nacional,
por el que se les otorga el goce de los derechos que la propia Constitución consagra,
prohibiendo la esclavitud y todo tipo de discriminación; que nadie podrá ser privado, entre
otros derechos, de la vida, sin cumplir con la garantía de audiencia, esto es, mediante
juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos en el que se sigan las
formalidades esenciales del procedimiento; y que la pena de muerte sólo podrá imponerse
contra los sujetos que la propia norma constitucional señala, protege el derecho a la vida
de todos los individuos, pues lo contempla como un derecho fundamental, sin el cual no
cabe la existencia ni disfrute de los demás derechos.

Acción de inconstitucionalidad 10/2000. Diputados integrantes de la Asamblea Legislativa


del Distrito Federal. 29 y 30 de enero de 2002. Mayoría de siete votos de los señores
Ministros Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño
Pelayo, Humberto Román Palacios, Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Juan N.
Silva Meza y presidente Genaro David Góngora Pimentel respecto de la
constitucionalidad de la fracción III del artículo 334 del Código Penal para el Distrito
Federal; y en relación con el artículo 131 bis del Código de Procedimientos Penales para
el Distrito Federal, en virtud de que la resolución de su inconstitucionalidad no obtuvo la
mayoría calificada de cuando menos ocho votos exigida por el último párrafo de la
fracción II del artículo 105 constitucional, se desestimó la acción de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 72 de la ley reglamentaria de las fracciones I y II de dicho
precepto constitucional. En cuanto al criterio específico contenido en la tesis discrepó el
señor Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretario: Pedro Alberto Nava Malagón.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy catorce de febrero en curso,


aprobó, con el número 13/2002, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito
Federal, a catorce de febrero de dos mil dos.

Época: Décima Época


Registro: 2005523
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 118/2013 (10a.)
Página: 470

DERECHO FUNDAMENTAL AL HONOR. SU DIMENSIÓN SUBJETIVA Y OBJETIVA.

A juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es posible


definir al honor como el concepto que la persona tiene de sí misma o que los demás se
han formado de ella, en virtud de su proceder o de la expresión de su calidad ética y
social. Todo individuo, al vivir en sociedad, tiene el derecho de ser respetado y
considerado y, correlativamente, tiene la obligación de respetar a aquellos que lo rodean.
En el campo jurídico esta necesidad se traduce en un derecho que involucra la facultad
que tiene cada individuo de pedir que se le trate en forma decorosa y la obligación de los
demás de responder a este tratamiento. Por lo general, existen dos formas de sentir y
entender el honor: a) en el aspecto subjetivo o ético, el honor se basa en un sentimiento
íntimo que se exterioriza por la afirmación que la persona hace de su propia dignidad; y b)
en el aspecto objetivo, externo o social, como la estimación interpersonal que la persona
tiene por sus cualidades morales y profesionales dentro de la comunidad. En el aspecto
subjetivo, el honor es lesionado por todo aquello que lastima el sentimiento de la propia
dignidad. En el aspecto objetivo, el honor es lesionado por todo aquello que afecta a la
reputación que la persona merece, es decir, el derecho a que otros no condicionen
negativamente la opinión que los demás hayan de formarse de nosotros.

Amparo directo 28/2010. Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. 23 de noviembre de


2011. Mayoría de cuatro de votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien formuló
voto particular; José Ramón Cossío Díaz formuló voto concurrente. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

Amparo directo 8/2012. Arrendadora Ocean Mexicana, S.A. de C.V. y otros. 4 de julio de
2012. Mayoría de cuatro de votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia; José Ramón
Cossío Díaz y Olga Sánchez Cordero de García Villegas, reservaron su derecho a
formular voto concurrente. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier
Mijangos y González.

Amparo directo en revisión 931/2012. Juan Manuel Ortega de León. 5 de diciembre de


2012. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

Amparo directo en revisión 2411/2012. Milenio Diario, S.A. de C.V. y otro. 5 de diciembre
de 2012. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena; José
Ramón Cossío Díaz reservó su derecho a formular voto concurrente. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

Amparo directo 74/2012. Jorge Patricio Diez Gargari. 10 de abril de 2013. Cinco votos;
José Ramón Cossío Díaz reservó su derecho a formular voto concurrente. Ponente: Jorge
Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.

Tesis de jurisprudencia 118/2013 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de fecha veintidós de noviembre de dos mil trece.

Esta tesis se publicó el viernes 14 de febrero de 2014 a las 11:05 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del
lunes 17 de febrero de 2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo
General Plenario 19/2013.

Época: Décima Época


Registro: 2004923
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XXVI, Noviembre de 2013, Tomo 2
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: VI.1o.A.58 A (10a.)
Página: 1328

INCONVENCIONALIDAD DE LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 8o. DE LA LEY


FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, POR LIMITAR EL
DERECHO FUNDAMENTAL DE ACCESO A LA JUSTICIA, AL PREVER EN EL
SUPUESTO DE INCOMPETENCIA POR MATERIA DEL TRIBUNAL FEDERAL DE
JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA, LA IMPROCEDENCIA Y, EN CONSECUENCIA,
EL SOBRESEIMIENTO EN EL JUICIO DE NULIDAD, EN LUGAR DE DECLINAR LA
COMPETENCIA AL ÓRGANO JURISDICCIONAL CORRESPONDIENTE, POR LO QUE
DEBE SER DESAPLICADA DICHA PORCIÓN NORMATIVA.

De conformidad con el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se
encuentran obligadas a velar por el respeto a los derechos humanos contenidos en la
Constitución Federal y en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado
Mexicano, adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate -
interpretación pro persona-. Consecuentemente, los Tribunales Colegiados de Circuito al
resolver el juicio de amparo directo, están facultados para realizar un esfuerzo
hermenéutico, en sentido amplio o estricto, es decir, deben ejercer el control de
constitucionalidad y el de convencionalidad ex officio, cuando adviertan que la norma
aplicada para determinar la improcedencia del juicio de origen es contraria a la
Constitución General de la República y a los principios derivados de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. En el caso de la fracción II del artículo 8o. de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, la procedencia del juicio de nulidad
se establece en vinculación con la competencia de los actos respecto de los cuales deba
conocer el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, esto es, la improcedencia
del juicio se prevé cuando el acto que se impugna no es materia de la competencia de
dicho tribunal. Y si bien existen materias que no son de su competencia, como cuando se
demuestra que la resolución impugnada en el juicio de nulidad es de naturaleza laboral y
no administrativa; sin embargo, ello no implica que sea válido sobreseer en el juicio de
nulidad en detrimento del gobernado, quien por el tiempo transcurrido difícilmente podría
acceder a un medio de defensa efectivo ante la autoridad jurisdiccional que resulte
competente, con lo que se imposibilitaría la adecuada defensa del particular ante actos
que estime lesivos de sus derechos fundamentales, en violación a lo dispuesto por los
artículos 1o. y 17 constitucionales y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Ello es así, porque al decretarse el sobreseimiento en el juicio de origen por
haber sobrevenido la causal de improcedencia prevista en la fracción II del artículo 8o. de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, equivaldría a que el
particular no hubiera ejercido acción alguna en contra de la resolución que estime lesiva
de sus derechos fundamentales, lo que implicaría que si el quejoso intentara una nueva
acción ante la autoridad que resulte la competente, cabría una muy alta posibilidad de que
esta última la declarara extemporánea por haber sido ejercida fuera del término que al
efecto prevea la ley correspondiente, no obstante que el interesado hubiera interpuesto,
desde su criterio -a la postre evidenciado incorrecto o erróneo-, un medio de defensa en
tiempo y forma, debido a que ello habría sido hecho ante una autoridad que no era la
competente para conocer del juicio planteado; pero que, sin lugar a dudas, su intención
era ejercer su derecho fundamental de acceso a la justicia, a través de un medio de
defensa efectivo salvaguardado por los artículos 1o. y 17 constitucionales y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. De modo tal que en lugar de decretar
el sobreseimiento y, con ello, la pérdida de una acción intentada en tiempo, se debe
desaplicar la fracción II del artículo 8o. de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, al resultar inconvencional, a fin de que lo procedente sea que en aras del
respeto a ese derecho fundamental de acceso a la justicia, la Sala responsable decline su
competencia al órgano jurisdiccional competente, el cual no podrá desconocer la
oportunidad en la interposición de la demanda, aun cuando la mande aclarar en términos
de la ley aplicable para ajustarla a los requisitos que deba reunir en la instancia que
legalmente sea la procedente.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO


CIRCUITO.

Amparo directo 282/2013. Eduardo Sánchez Barajas. 19 de septiembre de 2013.


Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Higuera Corona. Secretaria: María Elena Gómez
Aguirre.

Nota:

El criterio contenido en esta tesis no es obligatorio ni apto para integrar jurisprudencia, en


términos de lo previsto en el numeral 11, Capítulo Primero, Título Cuarto, del Acuerdo
General Plenario 5/2003, de veinticinco de marzo de dos mil tres, relativo a las reglas para
la elaboración, envío y publicación de las tesis que emiten los órganos del Poder Judicial
de la Federación, y para la verificación de la existencia y aplicabilidad de la jurisprudencia
emitida por la Suprema Corte.

Por ejecutoria del 21 de enero de 2015, la Segunda Sala declaró inexistente la


contradicción de tesis 300/2014 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio
contenido en esta tesis, al estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la
denuncia respectiva.

Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 93/2015, pendiente


de resolverse por la Segunda Sala.

Época: Décima Época


Registro: 2003975
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XXII, Julio de 2013, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCXV/2013 (10a.)
Página: 557

DERECHOS HUMANOS. REQUISITOS PARA RESTRINGIRLOS O SUSPENDERLOS


CONFORME A LOS ARTÍCULOS 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y 30 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS.
Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que no existen derechos
humanos absolutos, por ello, conforme al artículo 1o., párrafo primero, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformado mediante decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, aquéllos pueden restringirse o
suspenderse válidamente en los casos y con las condiciones que la misma Ley
Fundamental establece. En este sentido, el artículo 30 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos establece que las restricciones permitidas al goce y ejercicio de los
derechos y las libertades reconocidas en ésta no pueden aplicarse sino conforme a las
leyes dictadas en razón del interés general y de acuerdo con el propósito para el cual han
sido establecidas. Sin embargo, la regulación normativa que establezca los supuestos por
los cuales se restrinjan o suspendan los derechos humanos no puede ser arbitraria, sino
que los límites previstos en los invocados ordenamientos sirven como elementos que el
juez constitucional debe tomar en cuenta para considerarlas válidas. En ese contexto, de
la interpretación armónica y sistemática de los artículos citados se concluye que los
requisitos para considerar válidas las restricciones o la suspensión de derechos, son: a)
que se establezcan en una ley formal y material (principio de reserva de ley) dictada en
razón del interés general o público, en aras de garantizar los diversos derechos de
igualdad y seguridad jurídica (requisitos formales); y, b) que superen un test de
proporcionalidad, esto es, que sean necesarias; que persigan un interés o una finalidad
constitucionalmente legítima y que sean razonables y ponderables en una sociedad
democrática (requisitos materiales).

Amparo en revisión 173/2012. 6 de febrero de 2013. Mayoría de tres votos. Disidentes:


Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Jorge Mario Pardo Rebolledo; Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea reservó su derecho para formular voto concurrente. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretario: Jorge Jiménez Jiménez.

Época: Novena Época


Registro: 172985
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXV, Marzo de 2007
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a./J. 99/2006
Página: 150

MEDIDAS DE APREMIO. SU APLICACIÓN ES CONSTITUCIONAL EN LOS JUICIOS DE


PATERNIDAD CUANDO LOS PRESUNTOS ASCENDIENTES SE NIEGAN A
PRACTICARSE LA PRUEBA PERICIAL EN MATERIA DE GENÉTICA (ADN)
(LEGISLACIONES DE NUEVO LEÓN Y DEL ESTADO DE MÉXICO).

Los Códigos de Procedimientos Civiles del Estado de Nuevo León y del Estado de México
establecen medidas de apremio a través de las cuales los Jueces y Magistrados pueden
lograr que sus determinaciones se cumplan. Así, cuando el Juez en un juicio de
paternidad ordena el desahogo de la prueba pericial en materia de genética (ADN) y el
presunto ascendiente se niega a que se le practique, esa conducta encaja en los
supuestos de aplicación de las medidas de apremio para que se cumpla la determinación
del juzgador. Con la aplicación de estas medidas, no se viola el derecho a la intimidad
genética del presunto padre, pues en los análisis de paternidad por ADN únicamente se
obtiene la llamada huella genética, la cual no incluye el contenido de toda la información
genética, sino sólo lo que corresponde a determinados segmentos del ADN para verificar
si los marcadores del presunto padre son coincidentes con los del presunto hijo, y así
establecer si existe o no relación de filiación entre ellos. Por esas mismas razones, no
existe violación de garantías respecto de la autodeterminación informativa, pues el
análisis de paternidad tiene una justificación en tanto que únicamente versará sobre la
filiación y no sobre otras cuestiones. De igual manera, la realización de la mencionada
prueba no viola las garantías establecidas en el artículo 22 constitucional porque dicho
artículo se refiere a las sanciones que se imponen a los individuos cuya responsabilidad
está plenamente demostrada, previo desahogo de un proceso legal, y la práctica de la
prueba genética no puede considerarse una pena; por ello, al no constituir una pena o
sanción, no se encuentra en los supuestos del artículo 22 constitucional. Por lo anterior,
se concluye que el uso de las medidas de seguridad está plenamente justificado en tanto
que el presunto ascendiente tiene la obligación de practicarse dicha prueba atendiendo al
interés superior del menor y a su derecho de conocer su origen biológico y la identidad de
sus progenitores.

Contradicción de tesis 154/2005-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Segundo Circuito. 18 de octubre de 2006. Mayoría de tres votos. Disidentes: José
de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 99/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha veintidós de noviembre de dos mil seis.

Época: Décima Época


Registro: 2003269
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XIX, Abril de 2013, Tomo 3
Materia(s): Constitucional
Tesis: I.4o.A.17 K (10a.)
Página: 2110

DERECHOS FUNDAMENTALES. SUS LÍMITES INTERNOS Y EXTERNOS.

La teoría del contenido esencial de los derechos fundamentales establece que contienen
un núcleo fijo e inmutable, de manera que cualquier afectación a éste resulta ilícita, y sólo
en su periferia pueden establecerse las limitaciones y restricciones necesarias y
justificadas, así como expandirse las condiciones de su ejercicio, partiendo de la base de
que estos derechos no son absolutos y su ejercicio está sujeto a límites, más allá de los
cuales, éste resulta ilegítimo. En estas condiciones, la delimitación de ese núcleo
intangible debe ser a partir de la subsistencia del derecho a la libertad y la posibilidad de
ejercerlo; esto es, de un efectivo disfrute, de forma tal que los límites internos son
aquellos que emergen al momento de definir los alcances del objeto concretamente
protegido por cada derecho fundamental, es decir, sirven para definir el contenido del
derecho, intrínseco a la propia definición y alcance del bien y fin tutelado, por lo cual
cualquier supuesto que desborde esas fronteras es otra realidad carente de protección.
Por otro lado, es posible delimitar el campo de acción a partir de las restricciones
externas, al existir otros derechos, fines o bienes constitucionales que también merecen
tutela y eficacia; única razón susceptible de generar la limitación, que alude a la diferencia
normal y esperada entre el contenido prima facie de los derechos fundamentales y la
protección real que ofrecen en los casos concretos, una vez contrapesados y
armonizados con otros derechos e intereses, que pueden apuntar en direcciones distintas
e, incluso, opuestas a las que derivan de su contenido normativo.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo en revisión 257/2012. Ruth Corona Muñoz. 6 de diciembre de 2012. Unanimidad


de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Mayra Susana Martínez López.

Época: Décima Época


Registro: 2004712
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XXV, Octubre de 2013, Tomo 2
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCCXII/2013 (10a.)
Página: 1052

INTENSIDAD DEL ANÁLISIS DE CONSTITUCIONALIDAD Y USO DEL PRINCIPIO DE


PROPORCIONALIDAD. SU APLICACIÓN EN RELACIÓN CON LOS DERECHOS
HUMANOS.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido reiteradamente que existen dos


niveles de análisis de la constitucionalidad, uno de carácter ordinario y otro de nivel
intenso. El primero debe realizarlo el juez constitucional en los asuntos que no incidan
directamente sobre los derechos humanos y exista un amplio margen de acción y
apreciación para la autoridad desde el punto de vista normativo, como ocurre en la
materia económica o financiera. En cambio, el escrutinio estricto se actualiza cuando el
caso que se tenga que resolver involucre categorías sospechosas detalladas en el artículo
1o., párrafo quinto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; se
afecten derechos humanos reconocidos por el propio texto constitucional y/o por los
tratados internacionales, o se incida directamente sobre la configuración legislativa que la
Constitución prevé de manera específica para la actuación de las autoridades de los
distintos niveles de gobierno. En este sentido, si bien las diferencias en la intensidad del
control constitucional y el uso del principio de proporcionalidad han derivado de
precedentes relacionados sólo con el principio de igualdad, ello no es impedimento para
utilizar esta clasificación jurisprudencial y el respectivo test de proporcionalidad (fin
legítimo, idoneidad, necesidad y proporcionalidad en estricto sentido) para casos que no
estén estricta y únicamente vinculados con el aludido principio constitucional. Lo anterior,
porque el juzgador realiza indirecta y cotidianamente diversos grados de análisis
constitucional dependiendo si se trata, por ejemplo, de la afectación de un derecho
humano o del incumplimiento de una norma competencial de contenido delimitado o de
libre configuración, aun cuando la materia del caso no sea la violación estricta del derecho
de igualdad. Así, el principio de proporcionalidad irradia y aplica sobre la totalidad de los
derechos humanos con fundamento en el artículo 1o., párrafo tercero, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Amparo en revisión 202/2013. 26 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente:


José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente:
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez Valadez.

Época: Décima Época


Registro: 2003330
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XIX, Abril de 2013, Tomo 3
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: VII.2o.C.43 C (10a.)
Página: 2223

PATRIA POTESTAD. SU PÉRDIDA CON MOTIVO DE LA COMISIÓN DE UN DELITO


DOLOSO EN EL QUE LA VÍCTIMA SEA EL MENOR. INTERPRETACIÓN DE LA
CAUSAL PREVISTA EN LA FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO 373 DEL CÓDIGO CIVIL
PARA EL ESTADO DE VERACRUZ, EN RELACIÓN CON EL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 22 CONSTITUCIONAL.

La declaración de pérdida de la patria potestad es una sanción de carácter civil, por tanto,
ésta debe participar de los principios que regulan las penas o sanciones; entre ellos se
encuentra el principio de proporcionalidad contenido en el artículo 22 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. La fracción VI del artículo 373 del Código Civil
para el Estado de Veracruz establece como supuesto normativo de pérdida de la patria
potestad "cuando el que la ejerza sea condenado por la comisión de un delito doloso en el
que la víctima sea el menor". Dicha disposición privilegia de manera abstracta el derecho
humano del menor a un desarrollo y bienestar íntegro frente al derecho humano del
progenitor al ejercicio de la patria potestad. Lo cual impide al juzgador graduar la medida
de la pena de acuerdo a las circunstancias particulares del caso, obstaculizando la
elección de la pertinencia o no de dicha sanción o la opción de tomar alternativas menos
drásticas, como sería la limitación de la patria potestad, prevista en el diverso artículo 373
BIS del invocado código, dado que aquella circunstancia provoca que la citada disposición
carezca del citado principio de proporcionalidad, convirtiendo en excesiva la pena de
pérdida de la patria potestad, produciendo indefectiblemente un menoscabo en el interés
superior del menor, contenido en el artículo 4o. constitucional, pues, la citada fracción VI
tiene por efecto la privación absoluta de la titularidad de los derechos derivados de dicha
institución; además, representa la posibilidad de causar una afectación en el sano
desarrollo del infante, tomando en cuenta que se soslaya en abstracto que la pérdida de
la patria potestad del progenitor puede conllevar a un mayor perjuicio al interés superior
del menor que el ocasionado con la comisión del delito. Por ejemplificar lo anterior, si
partimos de que el bien jurídicamente tutelado en la sustracción ilegal del menor lo es la
estabilidad de éste, sería completamente desproporcional que el menoscabo en dicha
prerrogativa conllevara a la pérdida del cúmulo de derechos que engloba la institución de
la patria potestad. Estaríamos hablando de que el menor pierde del progenitor respectivo
el derecho al cuidado médico, a la instrucción educativa, a la opinión en asuntos
religiosos, entre muchos otros de vital importancia para su íntegro y sano desarrollo. Si
bien es cierto que la fracción VI del referido artículo 373 carece del principio de
proporcionalidad establecido en el artículo 22 constitucional, también lo es que ello no
implica su inconstitucionalidad y, por tanto, su inaplicabilidad. Pues, dicho artículo
persigue un fin constitucionalmente válido que es la protección al interés superior del
menor, en cuanto al derecho del infante de un bienestar y desarrollo íntegros. En esa
virtud, debe tenerse en cuenta que en los casos de pérdida de la patria potestad se
encuentran en conflicto dos derechos protegidos constitucionalmente: 1) el del menor a un
desarrollo y bienestar íntegros; y 2) el del progenitor a ejercer la patria potestad. Derechos
que se encuentran vinculados indisolublemente, pues el menoscabo en el derecho a
ejercer la patria potestad (tomando en cuenta todo el conjunto de deberes y obligaciones
que ésta encierra) inevitablemente repercutirá en el derecho del menor a un desarrollo y
bienestar íntegro. En esa medida, determinar la inaplicabilidad del citado artículo por
carecer del principio de proporcionalidad, implicaría una violación más grave al interés
superior del menor, que la ocasionada por el precepto mismo. Así pues, la fracción VI del
citado artículo 373, no es en su totalidad contraria a la Constitución, al proteger el
bienestar y desarrollo íntegros del menor; por lo que, ésta no puede ser descartada del
ordenamiento jurídico mexicano. Por ello, partiendo de la base de constitucionalidad de la
que goza la porción normativa en estudio, su deficiencia (derivada de la ausencia del
principio de proporcionalidad) debe ser subsanada. Para lograr lo anterior, debemos partir
de que la Constitución es la norma fundante de todo el ordenamiento jurídico mexicano,
por lo que, los principios contenidos en ella deben permear cada precepto normativo.
Consecuentemente, si la fracción VI del artículo 373 en estudio, en su redacción literal,
sólo carece del principio de proporcionalidad, y por tal motivo trastoca el artículo 4o.
constitucional; ésta debe interpretarse conforme al artículo 22 de la Constitución, a fin de
dotarla de dicho principio, logrando su eficiente funcionamiento, salvaguardando el
derecho a la patria potestad y el interés superior del menor contenido en el citado artículo
4o. Consecuentemente, el juzgador deberá partir de las circunstancias particulares del
caso concreto, para realizar un juicio de ponderación entre los derechos constitucionales
en choque: a) el del menor a un desarrollo y bienestar íntegro; y, b) el del progenitor a
ejercer la patria potestad (no olvidando que dichas prerrogativas se encuentran
indisolublemente entrelazadas en beneficio o perjuicio del interés superior del menor). Lo
anterior, a fin de lograr la solución más idónea en cada caso.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 688/2012. 6 de diciembre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: José


Manuel de Alba de Alba. Secretaria: Diana Helena Sánchez Álvarez.

Época: Décima Época


Registro: 2000988
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro IX, Junio de 2012, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CXXII/2012 (10a.)
Página: 260
INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SU FUNCIÓN NORMATIVA COMO PRINCIPIO
JURÍDICO PROTECTOR.

La función del interés superior del menor como principio jurídico protector, es constituirse
en una obligación para las autoridades estatales y con ello asegurar la efectividad de los
derechos subjetivos de los menores, es decir, implica una prescripción de carácter
imperativo, cuyo contenido es la satisfacción de todos los derechos del menor para
potencializar el paradigma de la "protección integral". Ahora bien, desde esta dimensión,
el interés superior del menor, enfocado al deber estatal, se actualiza cuando en la
normativa jurídica se reconocen expresamente el cúmulo de derechos y se dispone el
mandato de efectivizarlos, y actualizado el supuesto jurídico para alcanzar la función de
aquel principio, surge una serie de deberes que las autoridades estatales tienen que
atender, entre los cuales se encuentra analizar, caso por caso, si ante situaciones
conflictivas donde existan otros intereses de terceros que no tienen el rango de derechos
deben privilegiarse determinados derechos de los menores o cuando en el caso se traten
de contraponer éstos contra los de otras personas; el alcance del interés superior del
menor deberá fijarse según las circunstancias particulares del caso y no podrá implicar la
exclusión de los derechos de terceros. En este mismo sentido, dicha dimensión conlleva
el reconocimiento de un "núcleo duro de derechos", esto es, aquellos derechos que no
admiten restricción alguna y, por tanto, constituyen un límite infranqueable que alcanza,
particularmente, al legislador; dentro de éstos se ubican el derecho a la vida, a la
nacionalidad y a la identidad, a la libertad de pensamiento y de conciencia, a la salud, a la
educación, a un nivel de vida adecuado, a realizar actividades propias de la edad
(recreativas, culturales, etcétera) y a las garantías del derecho penal y procesal penal;
además, el interés superior del menor como principio garantista, también implica la
obligación de priorizar las políticas públicas destinadas a garantizar el "núcleo duro" de los
derechos.

Amparo directo en revisión 69/2012. 18 de abril de 2012. Cinco votos. Ponente: José
Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Teresita del Niño Jesús Lúcia Segovia.

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