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Niveles Neurológicos
Una herramienta poderosa para comprendernos y cambiarnos de forma deliberada y conciente.

LUNES, 18 DE FEBRERO DE 2008

Por: José Fernando Arias O. Niveles Neurológicos

Durante más de 18 años he experimentado diferentes técnicas


psicológicas y espirituales para conocer la mente humana,
principalmente la propia. Este proceso de búsqueda y encuentro me
llevo a la Programación Neurolingüística (PNL) hace ya más de 8 años.
De los conceptos y técnicas que más me llamo la atención de la PNL
fueron los niveles neurológicos de cambio. Esta teoría me sorprendió en
su coherencia y coincidencia con los cambios que pretendía lograr, y
dando explicación al porque muchas propósitos no se cumplían como se Diagrama 1. Niveles Neurológicos
esperaba. Este escrito pretende ilustrar de forma sencilla mi
comprensión sobre el tama y para ello lo relaciono con conceptos del
análisis transaccional.

Para comenzar es pertinente hacernos las siguientes preguntas


provocadoras: ¿Podríamos pretender cambiar el mundo, sin cambiar
nosotros mismos?, ¿Qué pasaría si cambiáramos nuestra manera de
comportarnos, sin cambiar los automatismos inconscientes que rigen la
Diagrama 2. Niveles del cambio
conducta? Estos dos interrogantes nos llevan a pensar en la existencia
de diferentes niveles o contextos de acción para generar cambios. La
existencia de estos niveles da una alternativa de explicación a el porque
muchos propósitos no se cumplen o el porque ciertas intervenciones no
generan el efecto deseado, por ejemplo, Un profesional en medicina se
propone dejar su adicción al alcohol, sin embargo no lo logra a pesar de
haberlo intentado varias veces. Está tan identificado con el “soy un
borracho”, que le cuesta abandonar el hábito. A pesar de conocer las
implicaciones medicas del hábito

El análisis transaccional avala la noción de que “Quienes somos”, es


aprendido principalmente en la niñez de la autoridad superior a
nosotros mismos que representaron nuestros padres. Estos niveles de
identificación son argumentos que condicionan nuestra manera de vivir,
son inconcientes y fueron incorporados através de los mensajes verbales
o no verbales que interpretamos como validos por provenir de nuestros
padres. Por ejemplo un padre que le dice con palabras y actitudes
“Reina” a su hija para halagarla y quizás pretendiendo mejorarle su
autoestima, podría estar propiciando una creencia en que su ser es
“maravilloso” y como tal, nadie esta a su nivel o por encima de ella,
todos le deben servir y admirar, generándole múltiples problemas de
relación con otras personas en el resto de su vida. Los ejemplos
anteriores nos evidencian ciertos niveles profundos de condicionamiento
del ser que van más allá del simple comportamiento exterior.
Gregory Bateson identificó diferentes y complementarios sistemas
neurológicos de cambio o aprendizaje y los ordenó por niveles,
reconociendo la influencia de cada uno en los demás, en especial la
mayor incidencia de los niveles superiores sobre los inferiores, algo así
como un efecto cascada. Los cambios propiciados en los niveles
inferiores no siempre son perdurables, ni son garantía de que afecten
los superiores, por ello es estratégico hacer mayor fuerza de cambio en
los niveles superiores, no por ello dejar de intervenir en otros niveles,
en lo posible en todos y así alinearlos y hacer una intervención integral
en todo el sistema. De nada serviría repetir “Soy amable”, si no estoy
dispuesto a saludar a mis vecinos.

Los niveles propuestos por Bateson de abajo para arriba son: Entorno
Entorno,
comportamiento, Capacidad, sistema de valores y creencias, e
identidad. Robert Dilts complementó este trabajo agregándole un nivel
superior, al dividir el nivel de identidad en dos, el de identidad personal
y uno de identidad superior, al que llamo “espiritualidad y propósito”.
Revisemos cada uno de los niveles:

Entorno
Entorno.

Se sintetiza en el “Donde, Cuando y Con quien”. Representa el medio o


el contexto en el nos desenvolvemos, es decir “lo que se percibo fuera
de mi”. Por ejemplo: El trabajo, el hogar, las relaciones sociales, el
contexto político y económico.

Comportamiento.

Se sintetiza en “Que y Cual”. Se refiere a la manera de actuar. Las


acciones y reacciones. Incluyen las acciones externas como, Caminar,
decir algo o agredir a alguien, y las internas tales como pensar y sentir.

Capacidad.

Se sintetiza en el “Cómo hago o qué se hacer bien”. Se refiere a


aptitudes, destrezas, habilidades, estrategias. La forma en que me
comporto obedece a algún nivel de capacidad.

Valores y Creencias.

Este sistema se resume en el “Por que y Para que” actúo o no actúo de


determinada manera. El “por que”, en términos psicológico representa
la necesidad que nos motiva, y el “para que” aquello que aspiramos
lograr. Las creencias podemos expresarlas como las afirmaciones
personales que consideramos verdaderas. Los valores son el por qué una
cosa es importante y digna de mérito.

Tanto los valores como las creencias conducen nuestras actitudes y por
tanto tienen un componente emocional, por ejemplo, si alguien que
experimento comer muchas lentejas en las épocas de pobreza
económica de su niñez, es posible que este persona siendo adulto al ver
servido un plato de lentejas, lo perciba o interprete como algo mínimo o
despreciable y no le entusiasme comerlo, así no recuerdo las
circunstancias en que aprendió dicho valor. Alguien puede decir que no
es racista y expresarlo con sinceridad aparente, pero en un bus prefiere
sentarse con la persona de piel blanca. Esto ejemplo nos muestra como
los valores y las creencias trascienden el entendimiento intelectual.

La Identidad.

Se resume con “Quien soy”. Se refiere a “quien creo que soy”, con “que
me identifico”, como “me califico”. Si queremos entender algunas de
nuestras identificaciones pensemos en las cosas que digo de mi o me
califico, por ejemplo, “Soy amigable”, “soy desordenado”, “soy
medico”, “soy fumador”. Estas etiquetas personales confunden la
conducta con la identidad, el hecho que una persona fume, no lo hace
un fumador, ¿Acaso en esencia hay alguien fumador?, ¿Se es fumador o
se cree o asume a si mismo fumador? Robert Dilts y Todd A. Epstein
dicen: “Decirle a alguien “disléxico” se convierte más en una etiqueta
de identidad que en una descripción de su falta de capacidad” (1)

David Puchol nos dice “Es esencial tomar conciencia de que nos
definimos a nosotros mismos no sólo por quiénes somos o por quiénes
creemos que somos, sino también por quiénes no somos. Lo que
podemos o no hacer, lo que nos suponemos capaces de alcanzar (o por lo
que contrario consideramos totalmente fuera de nuestras posibilidades
de actuación), lo que presuponemos como algo posible o imposible en
función de nuestras habilidades y nuestro propio autoconcepto, en raras
ocasiones se encuentra realmente en función de nuestra ‘verdadera’
capacidad o de la ‘realidad objetiva’, sino que se trata de premisas y
presunciones más estrechamente vinculadas o relacionadas con nuestras
propias creencias acerca de quiénes somos y del tipo de capacidades y
habilidades que nos atribuimos de una forma sistemática, coherente y
constante”(2).

Referente superior (Espiritualidad y propósito).

Resumido en “Quien más por encima de mi” me inspira. También lo


podemos entender como Símbolo o metáfora que me trasciende. Es una
convicción de que hay algo o alguien que me sirve de referente. Puede
ser un ideal, como una “deidad”, la misión y la visión de una empresa,
cuando esta incorporada por sus propietarios y funcionarios.

Podemos expresar espiritualidad, como aquello que da sentido de lo


esencial en la vida y el ser, puede ser lo divino, la naturaleza o el
universo para algunos. Bateson lo expresa como, "El patrón que conecta
todas las cosas juntas como un tipo de mente mayor de la que los
individuos somos un subsistema"(3).

El propósito podemos expresarlo en este contexto como lo que


representa e inspira una Visión e intención positiva de futuro. El ideal
del bien común para un altruista, por ejemplo, la creencia en un Mesías.

A mi manera de ver existen ámbitos del nivel superior que no son


espirituales, incluso podrían ser nocivos, por ejemplo, darle el sentido
de lo esencial en la vida en el “poder” o el “tener”, descuidando su ser
y sus relaciones. Este tipo de distorsiones del nivel superior el ser
humano las crea, posiblemente las necesita y busca satisfactores no
acordes a su necesidad de sentido trascendental o espiritual. Algunos
referentes superiores pueden llevar al fanatismo y el sometimiento. En
casos de líderes autoritarios y carismáticos, que en el caso de la
Alemania Nazi posibilito que incluso muchos individuos sacrificaron sus
propios principios éticos y morales. Esta es la razón del porque a este
nivel le doy el nombre de Referente superior, que incluye además de
espiritualidad y propósito, la autoridad, entendido este ultimo como un
modelo humano a seguir, padres, maestros y héroes.

Desde el análisis transaccional, para un niño pequeño sus padres son sus
referentes, ellos dan la pauta de cómo “ser” y comportarse. Una madre
que se identifica a si misma “nerviosa” y por ende se comporta como si
lo fuera, es posible que transmita esta identidad a sus hijos.

Al referirnos a héroes incluimos, personajes históricos, santos de la


iglesia, personajes populares de las artes, los deportes, la política etc.
Siendo el carácter de héroe más que un atributo propio del referente,
un calificativo o declaración que quienes interpretan el personaje tiene
los meritos para serlo.

El tipo de cambio:

Habíamos mencionada más adelante como los cambios si bien se pueden


generar con acciones alineadas en todos los niveles, era importante
hacer mayor énfasis en los niveles superiores ya que ellos generan un
efecto cascada sobre los demás. También habíamos mencionado que los
cambios exclusivamente en los niveles inferiores no garantizaban un
efecto perdurable o en todo el sistema.

La integración de experiencia en diferentes niveles genera un efecto


impactante en el individuo. Los efectos de la cultura sobre el individuo
son evidentes y ampliamente tratados por la sociología, ya que en el
circulan toda clase de comportamientos, valores, creencias, identidades
y referentes superiores que influyen al individuo, sin embargo, se dan
casos de personas con fuerte afianzamiento en sus niveles superiores,
logran trascender culturas adversas.

La teoría de los niveles neurológicos menciona tres tipos de cambios


básicos en el individuo o en grupo social:

Cambio remediativo: Aquel que se da en los niveles de entorno y


comportamiento.

Cambio generativo: Se da en los niveles de Capacidad, Creencias y


valores.

Cambio evolutivo: Cuando el cambio se da en la identidad y el


proposito.

Dilts y DeLozier dicen: “El Nivel de Cambio Remediativo es como


arrancar las malas hierbas que crecen en un campo. El Nivel de Cambio
Generativo es similar a plantar nuevas semillas con la intención de que
broten nuevas hierbas. El Nivel de Cambio Evolutivo implica transformar
profundamente la naturaleza del propio terreno en el que crecen y se
desarrollan tanto las hierbas como las semillas.” (4)

Ver diagrama 2. Niveles del Cambio

Dos conclusiones básicas.

Si bien considero que le nivel superior incluye aspectos de autoridad


que no siempre son sanos, quiero resaltar que lo hago como una manera
de dar explicación a ciertos fenómenos sociales y psicológicos, y no
como un mecanismo de manipulación, e invito a que sean la
espiritualidad y los propósitos de bienestar los que fomentemos en
nosotros y en las perdonas que orientemos.

Considero importante evaluar como me identifico con cada uno de los


niveles. Mirar sus especificidades y develar cuales son mis
identificaciones principales, Podría ayudar hacer una lista de
completación a la afirmación, “Yo soy____” Esta reflexión me permite
entender el porque de muchas conductas, incluso los invito a que
pongan en duda las identificaciones positivas como “Yo soy ordenado”,
estas afirmaciones si bien generan resultados positivos desde cierto
punto de vista, podrían también extralimitar el comportamiento,
generando por ejemplo manías. La justa medida es lo sano, “ni
ordenado”,”ni desordenado” estremmo. Desde la PNL se podría hablar
de forma más sana de “Me gusta el orden”, o “Me es conveniente
mantener las cosas ordenadas” estas afirmaciones fomentan la virtud,
pero no hace una carga de ella.

Bibliografía:

(1) Roben B Dilts y Todd A. Epstein, Aprendizaje dinámico con PNL,


Urano, 1995
(2) David Puchol. Nivel de cambio psicoterapéutico evolutivo: 50
recursos para la intervención clínica.
http://www.pnlnet.com/chasq/s.php3?i=8&c=Salud&p=30
(3) Gregory Bateson. Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos
Aires: ed. Planeta Argentina, 1991.
(4) Dilts y DeLozier Análisis del concepto de visión y de sus
implicaciones prácticas, 2000
Artículos de David Puchol.
http://www.pnlnet.com/colaboradores/a/7821
Harry Alldes y Beryl Heather, PNL en 21 días, Circulo de lectores, 2001

Publicado por José Fernando Arias en 8:52

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