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1 Alfabeto móvil
Introducción:
Función del alfabeto. El desarrollo del lenguaje dura en realidad hasta los cinco años de edad y
la mente se encuentra entonces en una fase de actividad por todo aquello que se relaciona
con la palabra; es cuando el lenguaje escrito puede o suele fructificar. “La fructificación no
depende sólo de las semillas o de la preparación del suelo, sino también de la estación en la
que se siembran las semillas”. La estación favorable para el mecanismo de la escritura, es
aquella en la que el lenguaje hablado se va completando y perfeccionando espontáneamente.
Es el periodo sensitivo psíquico dispuesto por la naturaleza para tal fin en los niños pequeños.
Conectando el alfabeto con los sonidos de las palabras, los dos lenguajes se desarrollan, se
expanden y se enriquecen, como si fueran un tejido orgánico.
La primera fase: Mecanismo, función ágil de los órganos de la palabra. Largos ejercicios de
vocalización.
En esta segunda fase, este periodo intelectual del desarrollo natural del lenguaje, puede ser
ayudado por el alfabeto en orden a su perfeccionamiento; como el adulto, en la perfección de
la inteligencia por medio de la adquisición de la cultura, cuando sabe leer y escribir.
Material:
Caja del alfabeto móvil en donde las vocales están de un color y las consonantes de otro
(Alfabeto mediano).
También hay varios espacios para los signos de puntuación y el acento. El cartelón de
composición donde se acomodan las letras, debe tener marcado los renglones para que el niño
visualice la posición de las letras.
Presentación:
Se trabaja en tapete.
Se les dice que en esta caja hay veintinueve sonidos y que con esos se pueden componer
cualquier palabra que se les ocurra.
Se les muestra un libro y se les dice que ese libro fue escrito con sólo esos veintinueve signos.
La guía les dice que digan una palabra grande. Un niño piensa en una palabra y la pone en su
tabla con las letras del alfabeto.
La guía la lee como la escribió. La guía analiza el sonido de cada letra que el niño compuso y le
ayuda, si puso otra letra o si se comió alguna.
Ejercicio con el alfabeto móvil: El niño compone una palabra con el alfabeto mediano (plástico)
y la pone en el tapete.
La guía le dice que deje sólo las consonantes y que ponga otras vocales para ver si se forma
otra palabra.
Así lo deja que pruebe si puede formar otra palabra con tres vocales.
La guía le escribe cada palabra que compuso en una hoja, y se las da al niño para que las pegue
en su cuaderno; o también pueden ser escritas directamente en su cuaderno de doble raya.
Cuando el niño ya compone palabras, se le pide que componga frases y textos más largos. Se
les da una hoja con un dibujo y subrayado con amarillo los renglones. Compone en su mesa o
en el tapete con el alfabeto y si quiere lo escribe en la hoja.
Observación:
Para esta etapa deben tenerse cartelones con el alfabeto escrito. Los cartelones deben estar
colocados en la pared a una altura conveniente para que el niño las pueda trazar, tocándolas y
además las visualice.
Ejercicios siguientes
Carteles
Se muestra al niño un cartelón con un texto escrito en el que las vocales están escritas en rojo.
Se le pide al niño que mencione las letras que él conoce del texto. Dirá las letras y las palabras
que pueda leer. La guía puede preguntar: ¿quieres saber qué dice aquí? señalando lo que no
ha sabido leer el niño. La guía lo lee en voz alta.
Formación de palabras
Pedimos al niño que sobre un tapete forme la palabra “masa” con el alfabeto móvil (esta
palabra es sólo un ejemplo).
La guía le comenta al niño: -De esta palabra ya conoces dos letras: /a/ y /a/ las otras dos letras
son consonantes.
Se le pide al niño que traiga las mismas letras, pero de las letras de lija, para que el niño las
tace.
De la palabra colocada en el tapete vamos a cambiar la primera vocal por la letra /e/. Y así
sucesivamente se cambia la primera vocal por las letras /i/, /o/ y /u/. Dejando en el tapete las
palabras que se han ido formando.
Al llegar a “mosa” la guía le dice al niño: que como esa palabra no existe, no la colocamos.
Con algunos niños se puede escribir cada palabra en la pizarra, la guía escribe en una tarjeta o
en el cuaderno del niño.
La guía le pide al niño que lea las palabras de las tarjetas o del cuaderno, porque ya puede
leerlas.
En esta presentación nunca se deja al niño trabajando solo. Cuando el niño ya compone
palabras con el alfabeto móvil e solo, es importante pasar a frases.
Cuando el niño ya conoce las vocales y cuatro o cinco consonantes, ya puede trabajar solo.
Para esta etapa puede trabajar con objetos miniatura o tarjetas de imágenes que coloca en el
tapete y enseguida coloca el nombre con el alfabeto móvil.
Como control del trabajo la guía llega y lee las palabras cuando el niño tenga cinco palabras
compuestas con el alfabeto.
Se tienen varias tarjetas de ilustraciones que comiencen con cuatro sonidos iniciales
diferentes y tarjetas con el sonido inicial.
Los sonidos (Fonemas) se colocan horizontalmente sobre la mesa o tapete. Se van sacando las
ilustraciones y éstas se colocan abajo del sonido con que inicia cada ilustración.
Hace tiempo os enseñé cómo hacer un alfabeto móvil DIY, pero se me quedó
pendiente escribir otro post explicando cómo utilizarlo! Así que aquí va, gracias
por recordármelo Paulina!
Antes de presentar el alfabeto móvil a un niño tenemos que asegurarnos de que
se cumplen ciertos requisitos:
Que sea capaz de aislar los sonidos que componen una palabra.
Que conozca todos los sonidos del alfabeto y sus correspondientes
símbolos* (que habremos trabajado con las letras de lija). Si el niño no
conoce todas las letras pero percibimos que tiene interés en formar palabras,
podemos presentarle el alfabeto móvil pero sólo las letras que ya conoce, y
con palabras que habremos seleccionado para que sólo contengan las letras
que conoce. Es mejor si las conoce todas porque así podrá trabajar por sí
mismo con cualquier palabra que se le ocurra.
* No es necesario que conozca el nombre de las letras, en Montessori se aprende
primero el sonido de cada letra y más adelante su nombre.