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Anatomía
El pulpo común Octopus vulgaris
puede alcanzar los 3 m de largo y 12
kg de peso. Las especies más
grandes llegan a los 6 metros y los
70 kg, como Haliphron atlanticus y
Enteroctopus dofleini, con el sistema
nervioso más complejo de entre los
moluscos.
Como su nombre lo indica, cuentan
con ocho potentes brazos con
ventosas –uno realmente es un
órgano reproductivo-, con cabeza de forma bulbosa donde se alojan los ojos, muy
desarrollados, el cerebro y los corazones, sí, corazones, el pulpo cuenta con 3
corazones: dos de los corazones llevan sangre sin oxígeno a las branquias (que son
los órganos respiratorios mediante los que se realiza el intercambio de gases) y el
tercero transporta la sangre oxigenada al resto del cuerpo, sangre que por cierto es
azul debido a la composición rica en hemocianina que es un pigmento del plasma
sanguíneo que contiene cobre (que es de color azul) en lugar de hierro (que es de
color naranja y es que poseen la mayoría de vertebrados), cuya función consiste en
tomar oxígeno del aire para cederlo a los tejidos, siendo ésta también la razón de
los tres corazones ya que éste compuesto encontrado también en arácnidos,
crustáceos y otros moluscos es más difícil de transportar por el organismo.
Cuenta además con un depósito de tinta que utiliza para huir de las amenazas a las
que se enfrenta en las profundidades del mar. Otra de sus múltiples virtudes es su
capacidad de esconderse a la vista: usando una red de células pigmetarias y
músculos especializados en su piel, el pulpo común puede casi instantáneamente
coincidir con los colores, patrones e incluso texturas de su entorno. Pero si todo esto
falla, un pulpo, además, puede perder alguno de sus brazos para escapar al agarre
del depredador.
Para desplazarse se vele de un mecanismo mediante el cual expulsa agua, lo que
le permite propulsarse a gran velocidad, llamado sifón con el que también cuentan
los calamares.
Reproducción
Como ya se mencionó, uno de sus
brazos es un órgano reproductor,
específicamente el tercer brazo
derecho del pulpo macho es en
realidad un órgano copulador
llamado hectocotylus, el que es
introducido en la cloaca de la
hembra para introducir los
espermatóforos, una especie de
cápsula que contiene espermatozoides. Tras la fecundación el macho abandona a
la hembra y ésta cuelga sus huevos (hasta 150 000) en forma de racimos en el
techo de su cueva.
La hembra cuida sola a sus huevos hasta que eclosionan, un mes
aproximadamente, durante ese tiempo la hembra mantiene a raya los depredadores
y oxigena la cueva, no se alimenta durante este periodo y tras la eclosión muere de
hambre.
Inteligencia y Comportamiento