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Podemos definir la música como un medio de entretenimiento y/o expresión artística que usamos

para distraernos, relajarnos y en muchos casos empleamos profesionalmente como medio laboral.
Sin embargo, aunque podríamos pensar que la música solo se usa para transmitir sentimientos o
entretener realmente no es así. Por extraño que parezca existe música que se ha destinado a no
ser escuchada, este tipo de música no es nueva, puesto que Muzak, empresa fundada en EE. UU.,
empezó a producirla en 1934. En un principio Muzak Comporation ofrecía música pensada
básicamente en aumentar el índice de productividad de las empresas hoy en día este concepto se
ha convertido en el denominado como música ambiental. La música ambiental esta creada para
ser oída pero no escuchada y está orientada principalmente al sector empresarial y la forma en la
que este tipo de música interactúa con los clientes. La música es una herramienta de marketing
para vender más, la música diferencia el negocio, incentiva a la venta actuando sobre el
comportamiento de compra, alarga o acorta el tiempo de permanencia del cliente, en otras
palabras, la música cumple un papel de herramienta psicológica sobre las personas.

Las “armas acústicas” han sido creadas por contratistas que trabajan para el departamento de
Defensa desde la creación en 1997 de la agrupación común de armas no letales. Aunque este tipo
de armas no se usan actualmente resulta interesante ver como la música y el sonido en este caso
se han utilizado como herramientas estratégicas y de tortura. Las principales armas no letales se
basaban en disparar ondas de sonido de altos decibelios, generando aturdimiento y dolor hacia el
objetivo al cual eran dirigidas estas ondas. Si bien el sonido se puede usar como una herramienta
estratégica en la guerra, a su vez, la música puede ser usada como una herramienta de tortura. En
mayo de 2003 la BBC informó que el ejército estadounidense utilizó “Enter Sandman” de Metallica
y “I Love You” de Barney el Dinosaurio Morado en las interrogaciones de detenidos iraquíes,
repitiendo las canciones una y otra vez a alto volumen dentro de contenedores de transporte.
Aunque principalmente en los interrogatorios predomina el maltrato físico para la obtención de
información, usar la música como forma de tortura supone un paradigma de como la música que
inicialmente se creó como una expresión emocional pueda usarse ahora como una forma de
manipulación mental.

Podemos entonces entender que la música es usada como un elemento para el cambio de la
conducta humana esto se ve principalmente en disciplinas como la musicoterapia la cual produce
efectos beneficiosos en el sistema sensorial, cognitivo y motor. De igual manera al poder ser
relacionada estrechamente con procesos cerebrales se presta para usarse con otros fines que
pueden ser cuestionados desde el punto de vista ético y moral. Observamos entonces como la
música ha podido ser empleada como una herramienta de tortura psicológica utilizada para
obtener información y crear una inestabilidad mental. A su vez la música mediante la utilización de
patrones específicos logra crear conductas en las personas que benefician a diversos negocios y
sectores empresariales. Aunque en el caso de la música como tortura se utilizan sonidos
específicos la música como tal se usa de forma que mediante patrones repetitivos creen en el
oyente cierto tipo de inestabilidad e incluso intente hacerlo llegar al estado de locura. Por otra
parte, la música ambiental intenta más que todo no ser escuchada sino crear un estado de
conformidad para el oyente y que esta conformidad se relacione estrechamente con los sitios que
visita o frecuenta.
He realizado un análisis de como en varias ocasiones he sido afectado de manera psicología por la
música en diversos lugares, situaciones y con distintos tipos de música. La mas clara de estas
situaciones ha sido que al usar una canción colmo despertador, “Nemesis de Stratovarius más
específicamente, con el paso de los días el inicio de la canción se volvió tan irritante que decidí no
escucharla de nuevo. Aunque no le tenia como tal recelo a la totalidad de la canción, al escucharla
siquiera, la asociaba directamente con una situación desagradable, en este caso, despertar muy
temprano. Otra situación bastante notoria ha sido que al escuchar repetidamente la música que
acompaña al logo de una empresa que se dedica a la venta de salchichas esta música se haya
asociado muy estrechamente con el producto. Bien podría estar efectuando cualquier tipo de
actividad, pero al escuchar la música de ese producto la asociaba directamente con las salchichas y
a la vez con la imagen que querían instaurar en sus clientes.

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