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GUÍA DE

GUÍA DEESTUDIO PARAELLAEXAMEN


ESTUDIO PARA EVALUACIÓN DE RECUPERACIÓN
DE ACREDITACIÓN ESPECIAL
LÓGICA Y ARGUMENTACIÓN
Clave 510

Definición de Lógica
La lógica es la ciencia de las leyes y de las formas del pensamiento. No se trata naturalmente de
las leyes causales ni temporales sino de aquellas que regulan las actividades del sujeto y que son
susceptibles de engendrar relaciones verdaderas o falsas. ¿Qué son pues estas actividades si no se
trata ya de un puro lenguaje? Un sistema de proposiciones contiene dos tipos de estructuras: las
relaciones internas entre los términos contenidos en la proposición y las relaciones externas entre
las proposiciones mismas. Si convenimos en llamar “operaciones” las actividades intelectuales que
componen o descomponen tales relaciones, puede considerarse entonces que las estructuras
lógicas expresan las operaciones del pensamiento. La lógica sería así, en una segunda
aproximación, la teoría formal de las operaciones del pensamiento. [PIAGET: 30]

Principios Lógicos
Principio de Identidad. Este principio, que se expresa con la fórmula A es A, significa que un
concepto o idea es igual a ella misma y no cambia en el momento en que se piensa. Tomada en un
sentido literal, la palabra identidad indica que una cosa es siempre la misma, no obstante los
diferentes nombres que se le aplican, o bien a pesar de las diferentes circunstancias en las que los
consideramos. Si decimos: “Juan es bueno” y en el instante mismo en el que atribuimos la cualidad
de “bueno”, el sujeto “Juan” cambiara, el atributo ya no correspondería al primer sujeto sino al
segundo.

Pero debemos hacer notar que el principio de identidad bajo la fórmula A es A sería
completamente infecundo si los dos términos relacionados del juicio –el sujeto y el predicado–
expresaran la misma cosa, donde el predicado repitiese lo que dice el sujeto. Se trataría, en tal
caso, de un juicio desprovisto de todo sentido, es decir, que sería un juicio tautológico. Así, cuando
decimos “una casa es una casa”, “una planta es una planta”, expresamos un juicio tautológico que,
por serlo, no nos aporta ningún conocimiento nuevo. Sin embargo, existen casos en que se
formulan juicios en los cuales el sujeto y el predicado se expresan por términos absolutamente
idénticos y no son, a pesar de esto, juicios tautológicos. Cuando decimos “la juventud es la
juventud”, con el primer término queremos significar la edad juvenil y con el segundo los
caracteres inherentes a esa edad. Si decimos “la miseria es la miseria”, el sujeto se refiere al hecho
real de la miseria, y con el predicado se alude a todas las consecuencias que derivan de ella.

Principio de No Contradicción. Este principio establece que si hay dos juicios, de los cuales uno
afirma y otro niega la misma cosa, no es posible que ambos sean verdaderos al mismo tiempo. Si
tenemos los juicios A es B y A no es B, es imposible que ambos sean verdaderos a la vez. En
cambio, si uno de ellos es verdadero, el otro es necesariamente falso. Aristóteles ha considerado a
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este principio como el más cierto de todos porque la verdad de los demás principios se refiere
directa o indirectamente al principio de [no] contradicción.

Principio de Tercero Excluido. Establece este principio que cuando tenemos dos juicios
contradictorios, tales como A es B y A no es B, no se da una tercera posibilidad, no existe un tercer
modo de ser, porque uno de estos juicios necesariamente debe ser verdadero, puesto que los dos
no pueden ser falsos al mismo tiempo. Debemos optar entre el sí y el no. Supongamos estos dos
juicios contradictorios: “el oro es un metal”, “el oro no es un metal”. Uno de ellos es
necesariamente verdadero, porque ambos no pueden ser negados al mismo tiempo.

Según este principio, cuando existen dos juicios que se contradicen, uno de ellos es verdadero si
hemos reconocido que el otro es falso, quedando excluida toda posibilidad de un tercer juicio o un
tercer modo de ser. De ahí el nombre de ‘tercero excluido’ dado a este principio. Pero hay que
advertir que este principio no establece cuál de los juicios es el verdadero y cuál el falso, sino que
señala simplemente que dos juicios contradictorios no pueden ser falsos simultáneamente.
[FINGERMANN: 25-28]

Argumento
Un argumento es la expresión un razonamiento, es decir, un trozo del discurso, escrito o hablado,
compuesto por dos o más oraciones que desempeñan una función informativa, o directiva, en el
contexto y que son tales que unas de ellas, las llamadas premisas, pretenden ofrecer fundamentos
de prueba, o al menos elementos de juicio favorables, para aceptar la verdad, o la verosimilitud,
de otra, la llamada conclusión.

La función de los argumentos consiste en pretender basar racionalmente lo no dado como hecho
(la conclusión de un argumento) en lo dado como hecho (las premisas del argumento), en un
contexto: “lo no obvio” en “lo obvio”, lo no perceptible –o lo no percibido– en lo percibido, lo no
comprobado en lo comprobado, lo no seguro en lo más seguro, etc. Así, los argumentos suelen ser
aquello que intenta sostener o apoyar racionalmente lo que se toma como no dado (la conclusión)
en lo que se toma como dado (las premisas), en un contexto. [RAMOS: 27-28]

Falacia
Una falacia, dicho de manera sencilla, es un mal argumento porque las ideas que pretenden
justificarse con él, en realidad carecen de sustento (aunque parezca lo contrario). Una falacia es un
argumento incorrecto, con una salvedad: se presenta como psicológicamente persuasivo, y la
“explicación de por qué [es persuasivo], a despecho de su incorrección lógica, debe buscarse en
algunos casos en su función expresiva destinada a provocar actitudes que posiblemente inclinen a
la aceptación, en lugar de brindar razones” (Irving Copi). La persuasión se finca en mover afectos,
deseos insatisfechos, identificaciones inexplicables, ansiedades colectivas, etc., a través del
discurso; consiste, de acuerdo a las palabras de Copi, en provocarnos actitudes de aceptación sin
mediar razones, en emplear “ardides psicológicos”. [HERRERA y TORRES: 9, 17]
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División del razonamiento: deductivo e inductivo


La argumentación se divide esencialmente en dos géneros, correspondientes a las maneras, o vías,
según las cuales manifiesta la verdad. La primera vía es esta: nuestra mente se mueve partiendo
de los primeros principios universales conocidos de manera inmediata por la inteligencia e infiere
una conclusión. Nuestra mente se mueve, entonces en el plano inteligible y manifiesta la verdad
de una proposición, en tanto que ella está contenida en una verdad universal de la que se infiere.

Ejemplo: Todo lo que subsiste inmaterialmente es indestructible,


el alma humana subsiste inmaterialmente;
luego el alma humana es indestructible.

Este razonamiento es una argumentación deductiva.

Otra vía de manifestársenos la verdad es cuando la mente se mueve partiendo de los datos de los
sentidos y de los hechos de la experiencia, fuente primaria del conocimiento, y que constituye en
el orden de lo individual o de lo singular, para llegar al plano de lo inteligible y de lo universal. En
este caso la mente se mueve del plano sensible al plano inteligible y manifiesta la verdad de una
proposición en tanto que ésta es la enunciación universal cuyas partes son los datos o hechos
singulares.

Ejemplo: Esta porción de agua hierve a 100°C


Esta otra porción también…
Esta tercera porción también…
Esta cuarta…
Luego el agua hierve a 100°C

Este razonamiento es una argumentación inductiva o inducción.

La deducción parte de principios universales; la función de la inducción es precisamente lograr la


obtención de tales principios. La deducción desciende del todo a las partes, del género a las
especies; la inducción va de las partes al todo, de la especie al género.

Se puede definir la inducción de la siguiente manera: inducción es una argumentación en la cual


de datos o hechos singulares suficientemente enumerados, la mente infiere una verdad universal.
Explicaremos brevemente esta definición [García: 153, 192]:
a) Se requiere enumeración de los singulares, es decir, observación de los singulares
mediante análisis.
b) Esta observación se hace por experiencia.
c) Hecha la observación, el entendimiento puede alcanzar en los singulares una nota común
a todos ellos: puede predicar esta nota universalmente.
d) La enumeración de los singulares debe ser suficiente (completa o incompleta)
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Ejemplo: El cobre es un conductor de la electricidad,


El oro, la plata, el hierro, el zinc… también.
Luego el metal (todo metal) es conductor de la electricidad.

Silogismo
El silogismo es una argumentación en la cual, de un antecedente que une dos términos
con un tercero, se infiere un consecuente que une esos dos términos entre sí. Aristóteles
lo define: Un discurso en el que dadas ciertas cosas (antecedente) resulta necesariamente
otra (consecuente), por el hecho de ser dadas.

Los tres términos de las proposiciones se denominan: Mayor (T), menor (t) y medio (M). El
cuadro siguiente nos mostrará claramente la estructura del silogismo. [García: 159-162]

M T
Todo hombre es mortal (Premisa mayor)
ANTECEDENTE
t M
Pedro es hombre (Premisa menor)

t T
CONSECUENTE Luego Pedro es mortal (Conclusión)

Proposición
Se llama proposición al significado de una oración declarativa, entendido como una entidad
abstracta. También se dice que una oración expresa la proposición que constituye su significado.
Así, la oración española «Está lloviendo» expresa la misma proposición que la oración inglesa «It is raining»;
similarmente, se dice a veces que las dos oraciones españolas «Juan ama a María» y «María es
amada por Juan» expresan la misma proposición. Las proposiciones han sido consideradas más
estables que las oraciones en materia de valores de verdad. Cuando una oración cambia de verdad
según el contexto, no ocurre que alguna proposición se altere de la misma manera, sino más bien
que la oración en cuestión expresa proposiciones diferentes en contextos diferentes. [ORAYEN: 28]

Tabla de verdad
Una tabla de verdad es un procedimiento de decisión para la validez de las fórmulas de la lógica
proposicional. Una fórmula es válida si y sólo si es satisfecha o verificada por todas las
asignaciones posibles de valores de verdad (V o F) a sus proposiciones. [MOSTERÍN y TORRETI, 535]

Una proposición es una oración que es verdadera (V) o falsa (F), pero no ambas. Las proposiciones
serán denotadas por P, Q, R,… Los conectivos lógicos son operaciones por medio de las cuales las
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proposiciones son combinadas (o modificadas) para formar nuevas proposiciones. Los cinco
conectivos se definen como sigue [PRESTON Y LOVAGLIA: 1-2]:

La conjunción de P con Q, escrita “P y Q”, es verdadera sólo cuando ambas P y Q son verdaderas;
en cualquier otro caso es falsa. Se simboliza “PQ”.

La disyunción de P con Q, escrita “P o Q”, es verdadera siempre que al menos una de ellas P o Q
sea verdadera. Se simboliza “PQ”.

La negación de P es verdadera cuando P es falsa, y falsa cuando P es verdadera. Se simboliza “¬P”.

El condicional PQ (se lee “si P entonces Q”) se define por ser verdadero en todos los casos
excepto cuando P es verdadera y Q es falsa. De acuerdo con lo anterior, afirmar que PQ es
verdadero meramente significa que no es el caso de que P sea verdadera y Q falsa. Llamamos a P
el antecedente y a Q el consecuente del condicional.

El bicondicional PQ (se lee P si y sólo si Q) se define por ser verdadero siempre que P y Q sean
ambos verdaderos o ambos falsos; es decir, cuando P y Q tengan el mismo valor de verdad.

Con auxilio de las tablas de verdad podemos exhibir las condiciones de verdad de los conectivos:

P ¬P P Q PQ PQ PQ PQ


V F V V V V V V
F V V F F V F F
F V F V V F
F F F F V V

Podemos ahora determinar las condiciones en que son verdaderos enunciados complejos
formados a partir de otros más sencillos por medio de los esquemas definidos. Por ejemplo, la
proposición «Si la especie no ha caminado hacia adelante, entonces no importa lo rápido que haya
andado», es falsa únicamente en el caso en que su antecedente sea verdadero y su consecuente
falso, y esto a su vez ocurrirá cuando «La especie ha caminado hacia adelante» sea falsa e
«Importa lo rápido que la especie haya andado», verdadera. Todo ello puede observarse mejor a
través de la construcción de la siguiente tabla de verdad en que el primero de los dos enunciados
anteriormente mencionados está representado con P y el segundo con Q.

P Q ¬P ¬Q ¬P¬Q
V V F F V
V F F V V
F V V F F
F F V V V

Adviértase que la simple forma ¬P¬Q es susceptible de malinterpretarse si se la considera la


negación de P¬Q. Estos problemas podrían evitarse a través de la escritura de paréntesis. Para
ello estableceremos, desde ahora, una convención que tiene la virtud de evitar las confusiones a
que da lugar un empleo descuidado de los paréntesis. Así, en [(PQ)(RS)], el orden de los
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paréntesis nos revela que se trata de una disyunción, uno de cuyos miembros es (PQ) y el
otro, (RS). Es decir, la disyunción es aquí el conectivo principal. Si alguien pretendiera que el
conectivo principal es la conjunción, para saber que estaba equivocado le bastaría reescribir la
fórmula de acuerdo con su idea, es decir, colocando como último conectivo la conjunción.
Entonces resultaría una fórmula diferente, pues empezaría ligando P y Q por medio del
condicional, después a esto anexaría R a través de la disyunción, obteniendo (PQ)R; y,
finalmente, al agregar la conjunción con S, obtendría [(PQ)R]S, que no es lo que teníamos
originalmente. Es importante el saber localizar el conectivo principal de una forma proposicional
para las técnicas de análisis de argumentos que veremos en lo sucesivo.

Retornemos ahora al análisis de las condiciones de verdad de un enunciado compuesto a partir de


otros, mediante conectivos lógicos. Esto se consigue con la construcción de tablas de verdad.
Consideremos el enunciado «Platón escribió Las leyes o escribió El Timeo y estuvo en Siracusa».
Representémoslo primeramente por medio de la forma proposicional [(PQ)R], en donde Q
simboliza la proposición «Platón escribió El Timeo», etc., para hacer ahora su tabla de verdad es
necesario tomar en cuenta todas las posibles asignaciones de valores de verdad a las letras P, Q y
R; es decir, que debemos considerar ocho casos, cada uno de los cuales estará esquematizado por
un renglón de la tabla. Empecemos entonces la elaboración de ésta colocando en su extremo
izquierdo las siguientes columnas:
P Q R
V V V
V V F
V F V
V F F
F V V
F V F
F F V
F F F

Sabemos por la disposición de los paréntesis de la forma anterior que, en su construcción, a partir
de fórmulas atómicas que la componen, se empleó primeramente la disyunción, y más tarde la
conjunción. Ése es el orden en el que debemos llenar la tabla. Por lo tanto, debemos escribir, a
continuación de las anteriores, la siguiente columna:

P Q R PQ
V V V V
V V F V
V F V V
V F F V
F V V V
F V F V
F F V F
F F F F
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para el llenado de la cual sólo deben tomarse en cuenta las columnas correspondientes a P y a Q.
Por último, agreguemos la columna que contiene los valores de la forma completa en función de
los asignados a P, Q y R.
P Q R (PQ)  R
V V V V V V
V V F V F F
V F V V V V
V F F V F F
F V V V V V
F V F V F F
F F V F F V
F F F F F F

Veamos con una forma proposicional sencilla cómo puede abreviarse la escritura de las tablas de
verdad. En lugar de la tabla que ya antes elaboramos correspondiente a la forma ¬P¬Q,
escribamos simplemente:
¬ P  ¬ Q
F V V F V
F V V V F
V F F F V
V F V V F

Ahora los valores correspondientes a la negación de P se encuentran bajo el signo respectivo, y en


la columna bajo el símbolo del condicional tenemos los valores de la forma completa. [FERNÁNDEZ,
et al: 33-37]

Actividades de aprendizaje
Elabore en Word lo siguiente:
1. Un cuadro sinóptico con las definiciones de lógica, argumento, falacia, proposición y silogismo.
2. Un cuadro sinóptico en el que defina y ejemplifique los tres principios lógicos.
3. Un cuadro sinóptico en el que defina y ejemplifique la deducción y la inducción.
4. Un “formulario” con la tabla de verdad y el nombre de los conectivos lógicos. Enmíquelo.
5. La tabla de verdad de las siguientes formas proposicionales. Identifique y resalte el conectivo
lógico principal.
a) ¬P¬Q
b) (PQ)¬P
c) P(Q¬R)
d) ¬[P¬(QR)]
e) [P(QR)][(PQ)(PR)]
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Referencias
1) FERNÁNDEZ, M., et al, Lógica elemental, México: UAM, 1996.
2) FINGERMANN, G., Lógica y teoría del conocimiento, México: El Ateneo, 1983.
3) GARCÍA, F., Lógica formal para principiantes, México: FES-Acatlán, 2008.
4) HERRERA, A., TORRES, J.A., Falacias, 2ª ed., México: Torres Asociados, 2007.
5) MOSTERÍN, J. y TORRETI, R., Diccionario de lógica y filosofía de la ciencia, Madrid: Alianza, 2002.
6) ORAYEN, R., Lógica, significado y ontología, México: UNAM, 1989.
7) PIAGET, J., Ensayo de lógica operatoria, Buenos Aires: Ed. Guadalupe, 1977.
8) PRESTON, G.C. y LOVAGLIA, A.R., Modern analytic geometry, Nueva York: Harper & Row, 1971.
9) RAMOS, P., “Creación de argumentos o razonamientos”, en A. Campirán, La razón comunicada II,
México: Torres Asociados, 2003.

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