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La próstata es un órgano del sistema reproductor del varón. Es una glándula, con forma de
castaña, colocada debajo de la vejiga y por delante del recto. La uretra (conducto por donde
sale la orina) atraviesa la próstata por el centro, de manera que la orina sale de la vejiga
atravesando la próstata.
La función principal de la próstata es producir un líquido que se une al semen para mejorar la
calidad de los espermatozoides y aumentar la fertilidad.
Las tres enfermedades que se desarrollan más frecuentemente a partir de la próstata son:
¿Qué es la prostatitis?
Prostatitis Bacteriana Aguda: cursa con fiebre alta, intensas molestias miccionales
(mucha frecuencia, urgencia y escozor miccional) y a veces dificultad para orinar.
Prostatitis Bacteriana Crónica: suele cursar con episodios repetidos de Infección
Urinaria (frecuencia, urgencia y escozor miccional) y entre los episodios puede no tener
ningún síntoma o presentar una clínica mantenida de Dolor Pelviano Crónico.
Síndrome de Dolor Pelviano Crónico. Existen 2 tipos:
Síndrome de Dolor Pelviano Crónico Inflamatorio
Síndrome de Dolor Pelviano Crónico No Inflamatorio
Prostatitis Inflamatoria Asintomática
Ver apartado: Prostatitis Crónica / Dolor Pelviano Crónico
La glándula prostática tiende a crecer con la edad y a partir de los 40-45 años la próstata
puede crecer rápidamente dando lugar a la hiperplasia benigna de próstata (HBP). La HBP,
puede comprimir la uretra y es la responsable de la aparición de síntomas urinarios (problemas
para orinar) en la mayoría de hombres mayores de cincuenta años.
Entre el 30 y 40% de los varones de 50 a 80 años pueden tener cáncer de próstata sin
síntomas clínicos (latente). En estos casos, sólo una revisión prostática diagnosticará dichos
cánceres.
La frecuencia del cánceres de próstata aumenta con la edad y este cáncer más frecuente en
varones con padres que han tenido cáncer de próstata.
El cáncer de próstata suele crecer lentamente. Los cambios celulares pueden empezar 10 ó 20
años antes de que el tumor sea lo suficientemente grande para dar síntomas. En ocasiones el
cáncer de próstata puede producir una diseminación a distancia (metástasis).
Además, las manifestaciones clínicas del cáncer de próstata son muy parecidas a las de la
HBP y por la clínica no puede diferenciarse entre un cáncer y un crecimiento benigno.
Cuando el cáncer de próstata se ha extendido fuera de la próstata, sobre todo a los huesos,
produce dolores óseos.
La revisión o chequeo prostático es sencilla pero debe de realizarse bien, de una manera
personalizada y en un ambiente confidencial.
Es obligatoria la realización de una buena historia clínica por un urólogo con experiencia,
dedicando el tiempo necesario para que el paciente nos cuente todos sus problemas
prostáticos, sexuales, etc… La historia clínica debe de completarse con una buena exploración
física de los riñones, abdomen, vejiga, testículos y sobre todo de la próstata.
La realización de un tacto rectal permite valorar el tamaño de la próstata y detectar si existen
nódulos duros sugestivos de cáncer. Este tacto rectal no tiene porque ser molesto si el
urólogo lo realiza con cuidado y sin prisas.
Además, la revisión básica de la próstata debe incluir un análisis de sangre, determinando
PSA (Antígeno Prostático Específico) y creatinina, (función del riñón) y un análisis de orina.
En determinados pacientes, puede ser aconsejable la realización de otras pruebas: Resonancia
Magnética Nuclear (RMN) de próstata, 4Kscore en sangre, PCA3 en orina, ecografía,
flujometría, residuo miccional, etc. El urólogo debe decidir qué pacientes necesitan estas
pruebas.
No hay unos niveles “mágicos” de PSA Total que nos permitan asegurar que un varón no tiene
riesgo de presentar cáncer de próstata. En general consideramos normal una cifra de PSA total
inferior a 4 ng/ml, pero los niveles de PSA deben valorarse individualmente y analizar otros
factores (edad, antecedentes familiares, tacto rectal, tamaño de la próstata).
Además del PSA total, disponemos de una fracción que se denomina PSA libre que nos
permite calcular el cociente que resulta de dividir el PSA libre por el PSA total. Cuanto mayor
es el cociente PSA libre / PSA total más posibilidades de que se trate de un crecimiento
benigno (HBP). Por el contrario, cuando el PSA libre es bajo y el PSA total es alto (cociente
PSA libre / PSA total bajo) mayor será la probabilidad de cáncer de próstata.
En casos dudosos podemos valorar la velocidad del PSA (como ha ido aumentando con el
tiempo) y el denominado PSA densidad (consiste en dividir el PSA por el volumen de la
próstata.
También disponemos de pruebas más especializadas: Resonancia Magnética Nuclear (RMN)
de próstata y el test 4Kscore que se realiza en un análisis en sangre. Ver apartado: Evitar
biopsias de Próstata.
Una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) bien realizada (radiólogo experto) permite detectar
la presencia de áreas sospechosas de cáncer de próstata (PIRADS 4, PIRADS 5) y en estos
casos debe plantearse una biopsia por fusión RMN-Ecografía (Ver apartado: Evitar biopsias de
Próstata).
Finalmente, en pacientes con sospecha de cáncer de próstata (PSA elevado, tacto rectal
sospechoso, RMN con áreas sospechosas de cáncer de próstata, la prueba definitiva que
permite confirmar la presencia de cáncer de próstata es la biopsia de próstata.
¿Qué es la biopsia de próstata?
Consiste en obtener pequeñas muestras de la próstata (puncionando con una aguja fina) y
analizarlas al microscopio (patólogo) para saber con precisión si el crecimiento prostático es
benigno o existen células malignas (cáncer de próstata).
La Biopsia perineal guiada mediante Fusión RMN-ECO nos ofrece una información mucho más
precisa sobre las zonas sospechosas de cáncer de próstata que debemos biopsiar. El 59% de
los hombres en los que se habían realizado previamente 2 o más biopsias y habían resultado
negativas (Biopsias con la técnica clásica), al realizar una Biopsia perineal guiada mediante
Fusión fueron diagnosticados de cáncer.
Para más información ver apartado: Biopsia de próstata por fusión RMN-Ecografía.
Por otra parte si el crecimiento es benigno, podemos indicarle un tratamiento para mejorar sus
síntomas miccionales.
Todo varón mayor de 45 años debería consultar con su urólogo una vez al año.
Los pacientes con síntomas moderados pueden mejorar significativamente con un tratamiento
médico. Existen cuatro tipos de medicamentos para tratar la HBP:
Cuando la próstata crece, los síntomas empeoran y no responden a los medicamentos, en este
momento debe plantearse la cirugía prostática para eliminar el tejido hiperplásico y evitar que la
vejiga y el riñón quedan dañados de manera irreversible.
La solución definitiva de la HBP es la intervención quirúrgica que puede realizarse a través del
conducto de la orina (endoscopia) o mediante cirugía abierta
Ver apartado Laser verde (Green Light XPS) en próstata en Cartera de Servicios
b) Vaporizacion de Próstata
La energía plasmoquinética es un gran avance tecnológico que permite vaporizar y eliminar el
tejido prostático benigno que obstruye el conducto de la orina. Se realiza con un cistoscopio a
través de la uretra y mediante un aplicador se produce vaporización de la próstata. Esta
novedosa técnica produce un alivio de los síntomas inmediato. Se recomienda para próstatas
menores de 90 gramos.
El sangrado es mínimo
Estancia en el Hospital 24-45 horas
Sonda vesical de 24 a 48 horas, según el tamaño de la próstata
Buena micción nada más quitar la sonda
c) R.T.U. de Próstata
Se denomina resección transuretral de próstata porque se introduce un aparato a través de la
uretra (conducto por donde sale la orina). Sin necesidad de ninguna incisión, a través de este
aparato se extirpan múltiples fragmentos del crecimiento benigno de la próstata.
La RTU de próstata es una técnica muy empleada, con buenos resultados, pero con algunas
complicaciones. La RTU de próstata presenta algunas desventajas con respecto al Láser
verde y a la vaporización de próstata con energía plasmoquinética:
La RTU suele producir sangrado durante y tras la cirugía. Por este motivo es necesario
dejar un sistema lavador y aproximadamente un 15 – 20% de los pacientes necesitan
transfusión de sangre.
Es preciso dejar una sonda vesical durante unos 5 días.
En pacientes que toman antiagregantes (aspirina y otros) o anticoagulantes (sintrom)
existe mayor riesgo de sangrado.
Puede presentar complicaciones como incontinencia de orina (1 – 4%) o impotencia (10 –
15%).
La gran ventaja del laser verde y de la vaporización de próstata frente a la RTU clásica es que
ofrecen los mismos buenos resultados que la RTU de próstata pero con menos complicaciones
(mínimo sangrado, sonda vesical 24 horas, menor estancia hospitalaria).
d) Enucleación de la HBP mediante Laser Holmiun
Esta técnica permite operar a través de la uretra (sin necesidad de abrir) próstatas muy
grandes, mayores de 100 gramos. Estas próstatas muy grandes habitualmente se operan
mediante cirugía abierta que es mucho más agresiva y presenta un postoperatorio muy
molesto.
Este tratamiento con Láser Holmiun es un gran avance: permite tratar próstatas mayores de
100 gramos, el sangrado es mínimo, la estancia en el Hospital es de 24-48 horas, la sonda se
mantiene de 2 a 3 días, las molestias postoperatorias son mínimas.
e) Cirugía Abierta
Se realiza una incisión por debajo del ombligo, y se extirpa el tejido hiperplásico (adenoma de
próstata). La cirugía abierta (Adenomectomía) se reserva para próstatas de gran tamaño.
La cirugía abierta esta siendo desplazada por la enucleación mediante Laser Holmiun.
La Biopsia transrectal guiada por ecografía (técnica clásica) nos informa de la presencia de
cáncer y del grado de malignidad. La Biopsia perineal guiada mediante Fusión además nos
indica la localización exacta del cáncer y nos dice si existe cáncer en una o varias zonas.
Posteriormente debe realizarse un estudio sencillo para determinar si está dentro de la próstata
(cáncer localizado) o se ha extendido por fuera (cáncer diseminado). En el cáncer de próstata
localizado existen cinco tipos de tratamientos: