Curso virtual

Pedagogía Científica de María Montessori

~ Filosofía Montessori ~
Clase 1

Marzo 2017

Prof. y Guía Montessori: Fernández Paula A

www.facebook.com/groups/balavatM
¡Hola a todas!

Bienvenidas una vez más a este curso introductorio y primera clase. Les
agradezco y me da gusto que compartamos estas líneas, que me lean y
sobretodo el entusiasmo por realizar la experiencia.

El tema que nos reúne hoy es La Filosofía Montessori. Seguramente han oído
muchas denominaciones, Educación Montessori, Método Montessori, Filosofía
Montessori. A mí me resuena y me parece importante no quitar mérito y
transmitir la idea que quiso dejar la Dra Montessori con su trabajo. Ella lo
denominó Pedagogía Científica, exactamente: “El método de la Pedagogía
Científica aplicado a la educación de la infancia en la Casa de niños”. Pero,
cuando su trabajo comenzó a recorrer diferentes países y llego a Estados Unidos
la traducción era muy larga y lo mal nombraron “El método Montessori” entre
otras cosas esto quito valor científico al trabajo de la humanista, María
Montessori.

Ahora bien, veamos por qué decimos que es una Filosofía de vida. La Pedagogía
Científica que María Montessori desarrolló y aplicó a la infancia es más que un
método de enseñanza. Es una FILOSOFÍA DE VIDA, un enfoque pedagógico con
una mirada más profunda hacia la infancia y el ser humano y una propuesta de
trabajo diferente. Es, además, una filosofía de vida, porque la educación debe
ser una herramienta para la vida. Los niños no tienen que ir al jardín a
prepararse para la escuela. Los espacios educativos con enfoque en Montessori
dan herramientas y despiertan las potencialidades para la vida según se
correspondan con la edad cronológica de cada individuo. Herramientas que
sirvan al individuo para solucionar conflictos, para superar obstáculos, dentro
y fuera del ámbito escolar, dentro y fuera del hogar. Herramientas que sirvan
para la vida misma, para la sociedad toda.

El trabajo que María Montessori desarrolló para diseñar este enfoque, es un

trabajo científico, en contenido y en objetivo. Si bien puede tener varios quiero
destacar dos;

Paula A Fernández
Prof. del Nivel Inicial y Guía Montessori
 o uno muy específico que es el trabajo interno de adaptación psíquica que
hace el niño desde que nace y que los adultos debemos comprender y
acompañar de manera razonable y favorable, y ayudar únicamente
cuando es necesario, cuando el niño lo solicita. Sabemos que el período
de los 0 a los 6 años de vida de un ser humano es el más importante de
todos, hay necesidades especiales del período formativo de la vida.

Por este motivo es que la Dra Montessori invita a la escuela y a los educadores
a brindar herramientas para la vida. Ha organizar y atender las necesidades del
presente antes que las del futuro. El jardín no puede proponerse preparar para
la escuela primaria cuando los niños tienen necesidades de movimiento, de
desarrollos de los sentidos, de ser independientes del adulto, de vestirse y
desvestirse solos, de estar en contacto con la naturaleza.

o El otro objetivo importante es la educación para la paz. Generando

entornos de armonía, amor, justicia, respeto, empatía, ayuda
desinteresada, verdad, coherencia. En cambio, se educa para la
competencia, hay mejores compañeros, mejores notas, no se respeta al
niño. Pero, no debemos confundir, que los niños no peleen, que no haya
conflictos, no significa que haya paz. La paz se vive, crece, y
fundamentalmente se cuida. Con todos los valores que nombre antes y
más.

En educación Montessori se habla del principio de “seguir al niño” el trabajo

que María Montessori realizó fue a través de observaciones científicas de
diversos grupos de niños y de encontrar patrones que se repetían. Así pudo
saber que al nacer el niño tiene una naturaleza propia de sí mismo que no
tenemos los adultos, pero que si nos detenemos a observarlo descubrimos lo
que necesita, qué debemos ofrecerle y cuándo intervenir. Por lo tanto, si
seguimos al niño y educamos para la paz, tendremos dos trabajos importantes,
observar y detener el mal, esto es detener las conductas inapropiadas para el
niño mismo, aquellas que no promueven la paz.

Paula A Fernández
Prof. del Nivel Inicial y Guía Montessori
Este enfoque pedagógico tiene en cuenta necesidades, potencial, interés y el
ritmo natural de desarrollo de cada ser. Da respuesta al origen del niño, su
psicología. El niño es el autoconstructor del hombre que será luego. Un enfoque
pedagógico que lo considere, un adulto y ambiente preparado ayuda a que el
infante defina su carácter, y personalidad. Este modelo invita a los adultos,
padres, familia, educadores, cuidadores a guiar y acompañar al niño en su
desarrollo sin ser un obstáculo. Invita a reflexionar sobre la mirada hacía el niño
y nuestras prácticas. El niño es el protagonista de sus propios aprendizajes, él
dictamina lo que va a aprender, se autoeduca. Cada individuo ha de ir en busca,
interior y exterior, de lo que consideramos importante, necesario, interesante.
Al nacer se nos manifiesta un impulso natural a través de un maestro interno,
el ser se dirige hacia todo lo que necesita aprender para así satisfacer su
naturaleza humana. Si el medio y los adultos lo permiten el niño nos va a
mostrar su espíritu. De esta manera podremos observar qué necesita cada
individualidad y generar el mejor entorno o ambiente para ese niño o niña.

Sabemos que cada uno aprende de un modo distinto, en diferentes momentos,

y diversos conocimientos que seleccionamos. Si ahora están leyendo esto,
decidieron hacer este curso no es por imposición, es porque algo los motiva
internamente a aprender y nutrirse en determinado saber, con los niños sucede
igual. Invitarlos a investigar, permitirles cuestionar, elegir en qué profundizar
y qué destacarse; pero sobre todo permitirles seguir el desarrollo natural de sus
potencialidades. ¿De qué manera? Guiando y acompañando al niño en su
necesidad y no en la nuestra. Ayudarlos cuando lo requieran y permitirles hacer
por sí mismos. Esto es SEGUIR AL NIÑO. Ustedes podrán preguntarse entonces,
¿los niños hacen lo que quieren? La respuesta es no, los niños aprenden a querer
lo que hacen. Desde que el infante comienza a independizarse del adulto
tenemos que establecer límites y pautas muy claras, no solo en el jardín,
también en casa. Estos límites tienen que ver con el cuidado del propio cuerpo,
con el cuidado del cuerpo del otro, sea otro niño, adulto, planta o animal, y
con el cuidado de los objetos, materiales, y el entorno.

Estableciendo esos tres límites claros, deteniendo el mal cuando no se respeten

estaremos en el camino correcto para poder seguir al niño y su naturaleza, pero
también cuidándolo. El límite es un mensaje de cuidado, no debemos temer a

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Prof. del Nivel Inicial y Guía Montessori
poner límites, siempre desde el respeto y el amor, pero con seguridad y
confianza. El adulto debe dar pautas y reglas claras, democráticas, respetuosas.
Reconocer el deseo del niño, pero a la vez tener consecuencias directas con el
hecho en cuestión. Deben ser firmes pero amables, deben tener en cuenta al
niño, ser reglas conscientes, con sentido. Así, podremos movernos en lo que
llamamos desde este enfoque libertad con límites.

Veamos ahora algunos PRINCIPIOS GENERALES DE LA EDUCACIÓN MONTESSORI,

respaldados por la investigación científica (Montessori. The Science Behind de
Genius, Angeline Stoll Lillard, 2005, Oxford University Press)

o PENSAMIENTO Y MOVIMIENTO: el pensamiento y el movimiento están

estrechamente ligados. El movimiento potencia el pensamiento y el
aprendizaje.
o LIBRE ELECCIÓN: el aprendizaje y el bienestar mejoran cuando las
personas sienten que tienen control sobre sus vidas. Se desarrollan la
independencia, la voluntad y la responsabilidad.
o INTERÉS: el niño aprende mejor cuando está interesado en lo que está
aprendiendo. Ayuda a la comprensión y la concentración.
o LA RECOMPENSA ES INTERNA: la realización del error y la sensación de
logro son internas. Contribuye a la autoestima, al sentido de
responsabilidad y al pensamiento crítico.
o APRENDIENDO DE Y CON LOS PARES: el aprendizaje se potencia con el
ejercicio de enseñarle a otros. Promueve el respeto, la tolerancia y la
solidaridad.
o APRENDIENDO DENTRO DEL CONTEXTO: el aprendizaje situado en
contexto significativo es más profundo y rico que el aprendizaje en un
contexto abstracto.
o INTERACCIÓN MAESTRO / ALUMNO: el maestro o adulto, observa y
acompaña, posibilita al niño actuar, querer y pensar por sí mismo,
ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior.
o ORDEN EN EL AMBIENTE Y EN LA MENTE: el orden externo y la secuencia
en el uso de materiales son beneficiosos para el orden interno del niño.
Promueve la claridad de pensamiento y la concentración.

Ya lo decía Aristóteles, “educar la mente sin educar el corazón no es educar en

absoluto”

Tenemos que recordar o comenzar a pensar que el corazón también aprende.

Sino enriquecemos las emociones, las atendemos y damos lugar a lo qué nos

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sucede y le sucede al otro, no podemos hablar de crecimiento del intelecto. Y
como dice nuestra referente “una prueba de lo acertado en la práctica
educativa es la felicidad del niño”

Por lo tanto, si nos preparamos y confiamos en los niños, los amamos y

respetamos. Si ponemos a su disposición ejercicios mentales, materiales de
desarrollo con propósito inteligente como los que diseñó María Montessori, los
niños van a florecer, su alma se va a manifestar. Además de poner al niño en
contacto con un ambiente, entorno, materiales, objetos, en definitiva, con el
mundo, tenemos que poner al niño en contacto con un orden. Imaginen que, si
aprendiéramos distintos conocimientos y habilidades, pero no pudiéramos
clasificar y ordenarlas, sin saber para qué son, cuándo utilizarlas y dónde
ubicarlas viviríamos en constante caos. Con los niños es igual. Tenemos que
ayudarles a ordenar el mundo externo para así se genere el orden psíquico. Es
una pauta simple. Al igual que los límites, la libertad y la disciplina.

Como decía antes, mostramos y enseñamos a querer lo que hacemos y no hacer

lo que queremos. Esto permite que los niños construyan una COMUNIDAD VIVA
donde se permiten las buenas acciones y se detienen las malas. De esta manera
estaremos sentando las bases para la disciplina, para la actividad, para el bien.
Los niños crean y funcionan en una pequeña sociedad de pares, para luego salir
a la sociedad toda, es nuestra responsabilidad mostrarles cómo nos manejamos
en ella.

“No somos responsables de lo que hacen los niños, más, si somos responsables
de cómo respondemos a lo que los niños hacen”.

Hannah Levan

Es importante que los adultos seamos coherentes, sinceros, que mostremos la

realidad ofreciendo actividades y experiencias concretas para la mente del
niño. Hasta luego de los cinco o seis años el niño no puede comprender lo que
no ve, lo que no toca, la fantasía y tampoco, las enormes explicaciones de los
adultos. Nuestras niñas y niños necesitan crecer en sitios tranquilos,
armoniosos, aprender sin distracciones. Vincularnos con un tono suave de voz,
pero natural, sin murmurar. Él mismo va a organizar su psique y para ello es
importante el ambiente preparado que logremos (hogar, escuela, jardín,

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espacio terapéutico, otro). Aquí el niño va a formar su carácter y crear al
individuo, hemos de brindar las mejores condiciones que hagan esto posible.
Amar a los niños, estar presentes y conscientes.

Quienes seguimos esta línea de crianza y educación, quienes nos inspiramos en

humanistas y científicos como María Montessori no vemos al niño de igual
manera. Vemos una figura de niño erguida frente a nosotros, con los brazos muy
abiertos, haciendo un llamado a la humanidad entera para que lo sigamos. Esa
es la filosofía de vida de este enfoque, el secreto si se quiere: “seguir al niño
y detener el mal” es una tarea difícil, es una construcción de cada día, necesita
paciencia y perseverancia, si observas al niño él te contagiara, tiene mucho
para darte.

Deseo que hayas llegado hasta aquí y quieras continuar, nos vemos
en el grupo

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“No todos los mundos son iguales” Felipe Gimenez.

Paula A Fernández
Prof. del Nivel Inicial y Guía Montessori