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Christian Varela1
Resumen
La visitación pastoral tiene características propias que la diferencian de una
visita social, promocional, administrativa o casual fuera de la iglesia. Esta tiene
el propósito intencional de animar y fortalecer la fe de los creyentes a través del
diálogo, el estudio de la Palabra y la oración en un significativo un momento
espiritual. Por lo tanto, en el presente estudio primero se describe el fundamento
bíblico, luego se destaca la importancia de la visitación y el apoyo laico en esta
obra según Elena G. de White. Finalmente, se propone un plan de ejecución
para llevar a los líderes al compromiso de discipular a su feligresía.
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Palabras clave: Iglesia Adventista, obra evangélica, visitación, discipulado
Abstract
Pastoral visiting has its own characteristics that differentiate it from a social,
promotional, administrative or casual visit outside the church. It has the inten-
tional purpose of encouraging and strengthening the faith of believers through
dialogue, the study of the Bible and prayer in a meaningful spiritual moment.
Therefore, in the present study, first the biblical foundation of pastoral visiting
is described, then the importance of visitation and lay support in this work is
highlighted according to Ellen G. White. Finally, a plan of visitation to lead the
leaders to the commitment to disciple their parishioners, is proposed.
1
Magister en Teología Sistemática. Pastor distrital en Córdova, Argentina. Email: chrav2009@
gmail.com
Introducción
168
2
Sobre la importancia de la visita pastoral en la tarea ministerial véase Jonas Arrais, Se busca
un buen pastor (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2011), 73-83. Michael
W. Campbell, “The Art of the Pastoral Visiting”, Ministry (Julio de 2013), 18-20. Chor-Kiat Sim,
“Why pastoral visitation? An evaluation of the base aspects and objectives of visitation”, Ministry
(Mayo de 1999): 22-23. Wagner Aragão, “Pastoral visiting: An irreplaceable task An”, Ministry
(Diciembre de 2014): 9-11. Cristian Gonzales Yupanqui, “La visitación pastoral como método
eficaz de crecimiento integral de los miembros de iglesia”, Estrategias para el cumplimiento de la
misión, 13/1 (2015): 145-155. Ibid., “El verdadero significado de la visitación-Episkopes”, Estrate-
gias para el cumplimiento de la misión, 12/2 (2014): 64-77. Rubén Rivero, “Las visitas pastorales”,
Ministerio Adventista (Enero- Febrero de 1980): 9-11. Valentín Pitino, “El arte de visitar”, Minis-
terio Adventista (Enero- Febrero de 1980): 12-14.
3
Asociación Ministerial de la Asociación Ministerial de los Adventistas del Séptimo Día, Guía
para ancianos de iglesias (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2014), 124-126.
Chor-Kiat Sim, “Nine B.L.E.S.S.I.N.G.S. of pastoral visitation”, Elder’s Digest (Abril- Junio
2014): 6-8. Lyndon S. Uttley, “Home Visitation: Necessary for a Healthy Church”, Elder’s Digest
(Invierno de 1994): 12-13.
4
Asociación ministerial y Depto. De los ministerios de la mujer de la División Sudamericana
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Guía para diáconos y diaconisas (Buenos Aires: Asociación
Casa Editora Sudamericana, 2014), 61-69.
5
Wagner Aragão, 10.
6
Campbell, “The Art of the Pastoral Visiting”, 18. Cristian Gonzales, “El propósito de la
visitación pastoral: Una mirada en las Escrituras”, Berit Olam 12/2 (2015): 137-150. Paul Miller,
“The pastor and visitation: Richard Baxter’s model”, Ministry (Noviembre de 2003): 23. Howard
A. Kuhnle, Bible Reading and Prayer in Visitation, Ministry (Noviembre de 1973): 17. James A.
Cress, “Visitation revisited”, Ministry (Marzo de 2003): 27. Wagner Aragão, 10-11.
7
Por cuestiones de tiempo e instrumentación no podrá realizarse para la presente investiga-
ción un estudio de campo para evaluar los resultados de un ministerio de visitación activo en el
distrito.
8
Robert A. Wilson, “The Pastor and Personal Visitation”, Ministry (Marzo de 1962): 32
presentan a Jehová recorriendo su creación (Job 7:17-18; Sal 8:4; 17:3; 65:9;
106:4). En estas ocasiones Dios se reúne con el propósito de salvar, cuidar,
animar, brindar oportunidades, suplir necesidades físicas y espirituales.
Finalizada la revelación divina durante un largo “periodo de silencio
profético”, se acaban las visitas de Dios hasta la mayor manifestación de
la divinad en Cristo (Lc 1:68, 78; Jn 1:14). Así, en el Nuevo Testamento
complementa otra faceta de la visitación en el ministerio de Jesús y los
apóstoles desde una nueva perspectiva de enseñanza, predicación y sani-
dad y a través de la ministración personal. Otro aspecto a destacar es la
estrecha relación entre la visitación y el cuidado según lo evidencia en el
grupo de vocablos formados con la raíz skep más el prefijo epi presentando
la idea de cuidar, vigilar y visitar.9
Durante la vida terrenal de Jesús, este ministerio fue importante para
establecer relaciones con hombres y mujeres en un proceso de discipulado.
Elena de White afirma: “Nuestro Salvador iba de casa en casa, sanando
a los enfermos, consolando a los que lloraban, calmando a los afligidos,
hablado palabras de paz a los afligidos”.10 Entre las visitas destacadas en la
170 vida de Jesús se encuentra su entrevista con la mujer samaritana, al que Juan
afirmó que “era necesario pasar por Samaria” (Jn 4:4). Esta necesidad por
parte de Cristo se debía al plan divino de salvar y animar la fe sincera de
aquella comunidad, considerando a esta mujer como un instrumento útil
para aquel propósito. Jesús visitó a Simón el leproso (Mat 26:6), Simón y
Andrés (Mc 1:29-31), Mateo (Mat 10:9-10); Jairo (Mc 5:37-42), María,
Marta y Lázaro (Lc 10:38-42), a María y Marta en el sepelio de su hermano
(Jn 11) y Zaqueo (Lc 19:5-7). En el sermón del juicio a las naciones desta-
có las visitaciones de los justos a los enfermos y encarcelados (Mat 25:36,
43). Esta referencia brinda la pauta de que es un ministerio que no solo le
compete al pastor. Antes de su ascensión, Jesús dejó la comisión a Pedro de
apacentar a sus ovejas y corderos (Jn 21:15-23), implicando el cuidado de
9
Lothar Coenen, “Vigilar, cuidar de”, en Diccionario teológico del Nuevo Testamento. Eds. Lo-
thar Coenen y Erich Beyreuther Hans Bietenhard. 4 Vols. (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1994),
4:366. Cf. Cristian Gonzales,
10
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 1926), 196.
11
Ibid., El Deseado de todas las gentes (Buenos Aires: ACES, 1984), 115.
12
Ibid., Obreros evangélicos, 352.
Nuestro trabajo está incompleto si nosotros no educamos a otros para ser obre-
ros juntamente con Dios, visitando y orando con las familias, mostrando al
13
Ibid. Testimonies for the Church, 9: 124. (Ellen G. White Writings. CD-Rom. The Ellen G.
White State, 2008). Ella también observa: “Un ministro puede gozarse en sermonear; porque es 173
la parte placentera del trabajo y es comparativamente fácil; pero ningún ministro debe ser evalua-
do por su habilidad como predicador. La parte más dura viene después que deja el púlpito... el
interés despertado debe ser cultivado por un esfuerzo personal: “Visitando...”. En, El evangelismo,
321. Cf. Ibid., El ministerio pastoral (Silver Spring, MD: Asociación Ministerial de la Asociación
General, 1997) 257-258.
Ibid., El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 1978), 323.
14
Ibid., 256.
16
Ibid., 256-257.
17
Elena G. de White también afirma al respecto: “Con frecuencia un pastor descuida vergon-
18
zosamente los deberes que le incumben, porque carece de fuerza para sacrificar sus inclinaciones
personales al retraimiento y el estudio. El pastor debe visitar a sus feligreses de casa en casa,
enseñando, conversando y orando con cada familia, y atendiendo al bienestar de sus almas”. En,
Obreros evangélicos, 352.
19
Para un estudio sobre el concepto de la obra del pastorado en el adventismo primitivo y en
Elena de White véase Russell Burrill, en Reencendiendo una pasión perdida (Buenos Aires: ACES,
2013), 53-86.
mundo lo que Jesús ha hecho por nosotros. La Palabra de Dios declara, ‘Visitar
a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin macha de este
mundo’. Estas palabras son dichas a cada seguidor de Cristo. No solamente el
ministro, sino cada alma conectada con él, han de trabajar en su viña.20
2006), 121.
29
El manual de iglesia afirma lo siguiente: “(1) Asegurar que haya un plan activo de discipulado
continuo en funcionamiento, que incluya ministerios de alimentación espiritual y de evangeliza-
ción. Este es el punto de agenda más importante para la Junta. (2). Estudiar las listas de miembros
e iniciar planes para rescatar a los miembros que se han separado de la iglesia. (3). Entrenar al
liderazgo de la iglesia local sobre cómo fomentar un crecimiento espiritual intencional en ellos
mismos y en otros”. En, Manual de iglesia 2015, 128.
30
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, 125.
31
Iglesia Adventista del Séptimo Día. Asociación General, Manual de iglesia 2015 (Buenos
Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), 77-78.
32
Asociación ministerial y Depto. De los ministerios de la mujer de la División Sudamericana
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, 61.
33
James Zackrison, Dones espirituales prácticos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Suda-
mericana, 1996), 54-60.
36
Elena G. de White afirma: “Hay algunas personas con cierta experiencia que debieran, en
ocasión de todo esfuerzo público que se realiza en las iglesias moribundas, así como en nuevos
lugares, seleccionar a hombres y mujeres de edad madura para ayudarlos en la obra. Así obtendrán
conocimiento, interesándolos en el esfuerzo personal, y veintenas de ayudantes se están preparan-
do como instructores bíblicos, colportores y visitadores de las familias”. En, El evangelismo, 344.
S. G. Braden, The first year, incorporating new members (Nashville: Discipleship Resources,
37
1987), 41. Cf. A. F. Harre, Close the back door: Ways to create a caring congregation fellowship. St.
Louis: Concordia, 1984), 92-109.
38
Campbell, 18. Kathy McMillan, “Hospital visitation 101”, Ministry (Septiembre de
2006):13-14. George M. MacLean, “Hospital Visitation”, Elder’s Digest (Septiembre- diciembre
de 1997): 8-9.
Véase las recomendaciones de Uttley para este aspecto en, “Home Visitation”, 13.
39
40
Cristian Gonzales, “La visitación pastoral como método eficaz en el crecimiento integral de
los miembros de iglesia”, 164-176. Cf. Wagner Aragão, 10.
41
N. Ashok Kumar, “The pastoral benefits of visiting church members”, Ministry (Octubre
de 2008): 20-21.
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