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El Dios Solar en el interior del Sol es el observador, supervisor y el que objetiviza el karma
de nuestro sistema.
El Sol es el Salvador de todas vidas del Sistema Solar. Es dentro de este contexto que para
nuestro Planeta, en cada amanecer y atardecer - fundamentalmente durante el mes de
Capricornio- los rayos rojizos que nos vienen del Sol, “cuan la sangre de Cristo que redime
los pecados”, ostentan la potestad de purificarnos y elevarnos por sobre las limitaciones del
yo personal. Por lo expuesto, es que se nos recomienda enfáticamente exponernos y meditar
en sintonía con la radiación solar -fuente de Vida, Luz y Calor; de alimento espiritual,
mental y físico- en las horas del alba (en especial) y en el crepúsculo.
En el plano planetario el Sol actúa como la consciencia de todos los seres. Dado que su
rayo es séptuple en manifestación, la luz y el sonido existen en registros de siete. La
materia del espacio hasta la Tierra tiene siete densidades. Todo cuerpo planetario existe
también y simultáneamente en siete dimensiones, si bien según sea el ciclo particular, habrá
-por sobre todo- un globo más activo que los demás. Todo planeta aparece físicamente
cuando su consciencia llega al plano más denso, y se retira luego a lo sutil. Este proceso
ocurre siete veces antes que el planeta salga de la existencia y se vaya al plano solar.
Asimismo, el cuerpo humano se compone de siete tejidos. Esta consistencia de naturaleza
séptuple por todo este universo se debe a la actividad del Sol.
Los Principios Cósmicos encuentran analogía en el microcosmos, el Ser humano.
“Cada ser individual tiene una mezcla de muchos principios planetarios y zodiacales en él.
Los números zodiacales ayudan al estudiante de ocultismo en su proceso de meditación, y
lo mismo ocurre con los colores y los rayos de cada signo. El número es una potencia, el
color es una vibración y la forma es una expresión. Estos son los poderes de la naturaleza
interna del hombre.”- Maestro E.K.
El número y los colores por signo son: Aries, 9, rojo; Tauro, 6 ,azul; Géminis, 5, azul
verdoso; Cáncer, 2, verde; Leo, 1,amarillo; Virgo,7 dorado; Libra, 4, espectro; Escorpio, 8,
rojo escarlata; Sagitario, 3, negro; Capricornio 10; Acuario Purnam ( numero sagrado),
índigo; Piscis, 7, azul celeste.
Un Yogui debe pasar a través del centro solar para desarrollarse en los niveles superiores.
Nuestra Tierra posee un centro solar que es Shamballa. El Yogui - estudiante esotérico-
debe entrar en contacto con Shamballa con ayuda de la Jerarquía.
“Las palabras de Cristo: "Vida más abundante" se refieren al vínculo con Shamballa, cuyo
resultado será la expresión del aspecto voluntad. Todo el proceso de invocación y
evocación está ligado a esa idea. El factor invocador constituye siempre el aspecto menor y
es la ley inalterable que se halla detrás de todo el proceso evolutivo. Necesariamente es un
proceso recíproco y podría decirse a grandes rasgos que, en tiempo y espacio, lo menor
siempre invoca lo mayor, siendo evocados los factores superiores que responden de
acuerdo al grado de comprensión y tensión dinámica, desplegados por el elemento
invocador... La tarea del grupo o aspecto menor, es invocadora, y al éxito del rito invocador
se lo denomina evocación. Por lo tanto, cuando la vida sea fundamentalmente invocadora,
entonces se producirá la evocación de la voluntad. Será realmente invocadora sólo cuando
la personalidad y el alma se fusionen y actúen como una unidad conscientemente fusionada
y enfocada.”- Maestro Tibetano
De la interacción invocación y evocación, afluencia y receptividad, de la unión entre el polo
negativo o receptor y el Positivo o Transmisor emerge Luz. Dicho proceso se da en los
diferentes niveles y según corresponda la graduación evolutiva del despliegue de la Vida
Una. El mismo Sol de nuestro sistema solar es sólo un centro emisor de la luz que viene a
través de él. Los planetas también son transmisores de la luz del sol en relación a sus siete
principios. Ellos están en su propio lugar y reciben para dar… para brindarnos des-
interesadamente su Luz, sonido y cualidades.
Es importante que aprendamos la función del servicio tomando el ejemplo que nos muestra
la Naturaleza, y empecemos a darnos cuenta que lo recibido no es para acumularlo, sino
para con generosidad distribuir a la vida circundante. La Energía emanada del centro o
corazón Cósmico (a modo de sucesión apostólica o cadena discipular, es decir, de lo
superior hacia lo inferior), va siendo regulada en su intensidad con el fin de hallar
expresión, según corresponda, en todos los niveles Cósmicos. Dicho proceso tiene su
sustentado en el Principio Universal de Amor y Compasión…
De cada centro de consciencia, y los Planetas y el Sol son expresiones físicas que contienen
grande vidas inteligentes y reinos en evolución, dimana todo tipo de bendiciones.
Bendiciones que en forma de Rayos de colores, melodías y exquisitas formas geométricas
se expanden por el Sistema hasta colmarlo. Todas las buenas cualidades de la Deidad
(mundos, estrellas, constelaciones) están al alcanza para quien aprenda a sintonizarse con
su exquisitas vibraciones…
"Cada hora del día está bajo la influencia de un planeta y de las entidades que lo habitan.
Así pues, cada hora que pasa, trae consigo a entidades que vienen a hacer un trabajo sobre
las plantas, los minerales, los animales, los humanos. Y como a cada planeta corresponden,
no sólo un color, sino también un sonido determinado, la sinfonía de los sonidos varía con
cada hora del día, según la sucesión de los espíritus. Son los planetas los que cantan a
través del espacio, y nosotros estamos sumergidos en esta música que se llama "la música
de las esferas". Gracias a la meditación, a la contemplación, el hombre puede llegar a
percibir esta sinfonía de los planetas con los que están conectadas las jerarquías angélicas...
Animado por el canto de los ángeles, el universo se alimenta y respira."- Omraam Mikhaël
Aïvanhov
Todo ser viviente posee un centro solar en él, que es su propia consciencia “YO SOY”. Este
centro tiene su contrapartida en el centro solar de nuestro sistema solar. La asociación de
múltiples focos Solares o en lenguaje astrológico el vínculo de distintas “entidades
Leoninas”, da como resultado la Red, el aspecto de constelación del signo de Acuario…
Tengamos presente que el progreso en la actual Era tiene como fuente y característica
distintiva el trabajo y la evolución de los grupos. Recordemos que es particular del alma los
correctos vínculos, el intercambio amoroso, y por ende, el servicio…
Somos esencialmente Soles, que al ligarnos con otros construimos grupos y sociedades,
como sistemas más complejos y fractales de lo que ocurre en la dimensión macro-cósmica.
El ser humano incluye en sí mismo muchos atributos que a su vez están presentes en los
distintos niveles de la naturaleza.
Dentro de este contexto, son los tres aspectos -el solar, lunar y terrestres- los elementos
fundamentales del hombre - y del Logos - en actual evolución.
El principio Solar o Conciencia, afín a la polaridad Masculina, transmite, impresiona sobre
el principio Lunar -asociado a lo femenino, la forma, sustancia y el cuerpo- y como
resultado de dicha unión deviene un individuo en encarnación (principio Terrestre).
Debido a que el hombre está hecho a imagen y semejanza del Creador, en él, al igual que en
Dios, se sintetizan ambas polaridades, Masculino y Femenino, Espíritu y Materia... En
realidad en ser humano, el microcosmos, están todos las Inteligencias Divinas, los Planetas,
el Zodíaco y el Universo entero…
En lo que respecta al tema de la gestación de los individuos en el vientre materno, de la
toma de forma por parte del alma a través de la sustancia organizada, se nos dice que en el
caso de una persona de evolución común o promedio, la impresión del principio Solar sobre
el Lunar ocurre alrededor del séptimo mes; es así como el Ego (alma) queda dentro del
útero materno a partir del período mencionado.
Según se nos explica, esta experiencia es similar a la de estar en prisión, y por ello, al resto
del embarazo (hasta el nacimiento), se lo viviría, desde el nivel del alma encarnante, como
un lapso de mucha limitación. El parto para estas individualidades es, asimismo, una
experiencia muy fuerte y traumática.
En aquellos seres muy evolucionados, que han alcanzado por lo menos la Tercera
Iniciación Mayor o Jerárquica, la impresión sobre los vehículos inferiores no ocurre
mientras el cuerpo se forma en la matriz materna, sino que se efectúa en el momento del
alumbramiento. Este suceso es reconocido esotéricamente como la Inmaculada Concepción
y es lo que aconteció hace más de dos mil años con el Maestro Jesús, y ocurre con toda
Alma elevada que viene al mundo.