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APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

Definición de pobreza

Nada más difícil que definir el concepto de pobreza, pues esta involucra múltiples
factores determinantes, los cuales varían dependiendo las circunstancias de cada
país, región o época. Para entender mejor la naturaleza de la pobreza es necesario
conocer, así sea grosso modo, los diferentes enfoques que existen sobre la misma y
que reflejan, de una u otra manera, determinados intereses que son respaldados
por los respectivos planteamientos teóricos o técnicos. Por eso no siempre
coinciden los enfoques de pobreza manejados por los organismos internacionales
de crédito, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y los
expresados por instituciones como la CEPAL, el PNUD, o por las diferentes ONGs,
organizaciones políticas y sindicales e investigadores independientes.

Según el Banco Mundial la pobreza es hambre; es la carencia de protección; es


estar enfermo y no tener con qué ir al médico; es no poder asistir a la escuela, no
saber leer, no poder hablar correctamente; no tener un trabajo; es tener miedo al
futuro, es vivir al día; la pobreza es perder un hijo debido a enfermedades
provocadas por el uso de agua contaminada; es impotencia, es carecer de
representación y libertad (WORLD BANK, 2000b). En otro documento la entidad
define la pobreza como "un fenómeno multidimensional, que incluye incapacidad
para satisfacer las necesidades básicas, falta de control sobre los recursos, falta de
educación y desarrollo de destrezas, deficiente salud, desnutrición, falta de
vivienda, acceso limitado al agua y a los servicios sanitarios, vulnerabilidad a los
cambios bruscos, violencia y crimen, falta de libertad política y de expresión" (THE
WORLD BANK GROUP,1999: 2).

De acuerdo con la Cepal, "La noción de pobreza expresa situaciones de carencia de


recursos económicos o de condiciones de vida que la sociedad considera básicos de
acuerdo con normas sociales de referencia que reflejan derechos sociales mínimos y
objetivos públicos. Estas normas se expresan en términos tanto absolutos como
relativos, y son variables en el tiempo y los diferentes espacios nacionales" (CEPAL,
2000a: 83).

En términos monetarios la pobreza significa la carencia de ingresos suficientes con


respecto al umbral de ingreso absoluto, o línea de pobreza, "que corresponde al
costo de una canasta de consumo básico". Relacionada con la línea de pobreza está
la línea de indigencia, para la cual el umbral de ingresos apenas alcanza para
satisfacer los requerimientos nutricionales básicos de una familia. La
conceptualización de la pobreza a partir de los niveles de ingreso no permite
explicar el acceso efectivo a los bienes y servicios fundamentales, ni a la capacidad
de elección por parte del consumidor y, por lo tanto, "revela sólo parcialmente el
impacto de la disponibilidad monetaria sobre el bienestar, aunque se supone que el
ingreso permite satisfacer las necesidades fundamentales" (CEPAL, 2000a: 83).

De otra parte, "la disponibilidad de ingresos de la mayor parte de la población está


directamente relacionada con los activos que posee y, en particular, con el capital
humano remunerado, incluso si el ingreso no proviene del pago de salarios como en
el caso de los empleos por cuenta propia". Debido a esto, la carencia de ingresos
suficientes "está asociada a la carencia del capital humano necesario para acceder a
ciertos empleos", o a la falta de "capital financiero, tierra y conocimientos
gerenciales y tecnológicos para desarrollar una actividad empresarial" (CEPAL,
2000a: 83).

En contra del enfoque de la pobreza basada solamente en los niveles de ingreso se


manifestaron los países más desarrollados en la cumbre de los ocho, celebrada en
Okinawa este año. Allí se afirmó que la pobreza "va más allá de la carencia de
ingresos", pues esta es de carácter multidimensional e incluye lo económico, lo
social y lo gubernamental. "Económicamente los pobres están privados no solo de
ingreso y recursos, sino también de oportunidades. Los mercados y los empleos a
menudo son de difícil acceso debido a las bajas capacidades y a la exclusión social y
geográfica. La poca educación afecta las posibilidades de conseguir empleo y de
acceder a información que podría contribuir a mejorar la calidad de sus vidas. La
asistencia sanitaria y los servicios de salud insuficientes, más la inadecuada
nutrición, limitan las posibilidades de trabajar y realizar su potencial físico y
mental" La anterior situación se complica aún más "debido a la estructura de
sociedades e instituciones que tienden a excluir a los pobres de su participación en
la toma de decisiones sobre los direccionamientos del desarrollo económico y
social" (Global Poverty Report, 2000: 3).

Otra definición de la pobreza está relacionada con el grado de satisfacción de las


llamadas necesidades básicas, consideradas universales y que comprenden "una
canasta mínima de consumo individual o familiar (alimentos, vivienda, vestuario,
artículos del hogar), el acceso a los servicios básicos (salud y educación, agua
potable, recolección de basura, alcantarillado, energía y transporte público), o
ambos componentes". A partir de lo anterior "la pobreza y su magnitud dependen
del número y las características de las necesidades básicas consideradas." Por su
carácter generalmente discreto los índices de necesidades básicas "presentan
limitaciones para estimar la dispersión de la pobreza, porque tienden a igualar a
quien está apenas cerca del límite con quien se encuentra mucho más alejado"
(CEPAL, 2000a: 83).

Un enfoque más complejo de pobreza es el que propone el premio Nóbel de


Economía, Amartya Sen, para quien la pobreza es ante todo la privación de las
capacidades y derechos de las personas. Es decir, en palabras de Sen, se trata de
la privación de las libertades fundamentales de que disfruta el individuo "para llevar
el tipo de vida que tiene razones para valorar" (Sen, 2000:114). Desde este punto
de vista, "la pobreza debe concebirse como la privación de capacidades básicas y
no meramente como la falta de ingresos, que es el criterio habitual con el que se
identifica la pobreza" (Sen, 2000:114). Esto no significa un rechazo a la idea de
que la falta de ingreso sea una de las principales causas de la pobreza, pues "la
falta de renta puede ser una importante razón por la que una persona está privada
de capacidades" (Sen, 2000:114). No obstante, como lo enfatiza el autor, "lo que
hace la perspectiva de las capacidades en el análisis de la pobreza es contribuir a
comprender mejor la naturaleza y las causas de la pobreza y la privación,
trasladando la atención principal de los medios (y de determinado medio que suele
ser objeto de una atención exclusiva, a saber, la renta) a los fines que los
individuos tienen razones para perseguir y, por lo tanto, a las libertades necesarias
para poder satisfacer estos fines"(Sen, 2000:117). Según el autor, solo así
"podemos comprender mejor la pobreza de las vidas humanas y las libertades a
partir de una base de información diferente(que implica un tipo de estadísticas que
la perspectiva de la renta tiende a dejar de lado como punto de referencia para
analizar la política económica y social)" (Sen, 2000:37).

El autor trae varios ejemplos que ilustran esta afirmación. Por ejemplo, "ser
relativamente pobre en un país rico puede ser una gran desventaja desde el punto
de vista de las capacidades, incluso cuando la renta es alta según los parámetros
mundiales", pues "se necesita más renta para comprar suficientes bienes que
permitan lograr las mismas funciones sociales" (Sen, 2000: 116). Igualmente, "la
mejora de la educación básica y de la asistencia sanitaria no sólo aumenta la
calidad de vida directamente sino también la capacidad de una persona para ganar
una renta y librarse, asimismo, de la pobreza de renta", por eso, "cuanto mayor
sea la cobertura de la educación básica y de la asistencia sanitaria, más probable es
que incluso las personas potencialmente pobres tengas más oportunidades de
vencer la miseria" (Sen, 2000: 118).

De acuerdo con la CEPAL para Sen importa más la calidad de vida que la cantidad
de bienes y servicios a que puedan acceder las personas. Su análisis se fundamenta
"en las capacidades o potencialidades de que disponen los individuos para
desarrollar una vida digna, e incorpora los vacíos en los procesos de distribución y
de acceso a los recursos privados y colectivos", de ahí que el bienestar no se
identifica con los bienes y servicios, ni con el ingreso, sino con la adecuación de los
medios económicos con respecto a la propensión de las personas a convertirlos en
capacidades para funcionar en ambientes sociales, económicos y culturales
particulares" (CEPAL, 2000a: 83).

Al hablar de capacidades Sen se refiere a "las combinaciones alternativas que una


persona puede hacer o ser: los distintos funcionamientos que puede lograr". Se
trata de evaluar a la persona "en términos de su habilidad real para lograr
funcionamientos valiosos como parte de la vida". Cuando la evaluación se refiere a
la totalidad de la sociedad, a la ventaja social, se toma el conjunto de las
capacidades individuales, "como si constituyeran una parte indispensable y central
de la base de información pertinente de tal evaluación" (Sen).

En cuanto a los funcionamientos, el autor considera que estos "representan partes


del estado de una persona: en particular, las cosas que logra hacer o ser al vivir. La
capacidad de una persona refleja combinaciones alternativas de los
funcionamientos que ésta pueda lograr, entre los cuales puede elegir una colección"
(Sen). Estos funcionamientos pueden ser elementales como estar adecuadamente
nutrido, tener buena salud, etc., a los cuales "podemos darles evaluaciones altas,
por razones obvias", o más complejos, aunque "ampliamente apreciados como para
alcanzar la autodignidad o integrarse socialmente", como por ejemplo, "la habilidad
para estar bien nutrido y tener buena vivienda, la posibilidad de escapar de la
morbilidad evitable y de la mortalidad prematura, y así sucesivamente" (CEPAL,
2000a: 83).

La pobreza tiene que ver también con fenómenos como la exclusión social, la cual
involucra aspectos sociales, económicos, políticos y culturales, enmarcados en
"cuatro grandes sistemas de integración social: el sistema democrático y jurídico, el
mercado de trabajo, el sistema de protección social, y la familia y la comunidad."
Como señala el informe de la CEPAL, "la exclusión se plasma en trayectorias
individuales en las que se acumulan y refuerzan privaciones y rupturas,
acompañadas de mecanismos de rechazo, que en muchos casos son comunes a
grupos de personas que comparten cierta característica (de género, étnica,
religiosa)" (CEPAL, 2000a: 83-84). Es el caso de la discriminación a que son
sometidas las minorías étnicas, las mujeres y los trabajadores extranjeros, la cual
se manifiesta en el desempeño de ciertos oficios, la inmovilidad social y la baja
remuneración salarial.

Otro enfoque de la pobreza es el de la llamada pobreza humana, propuesto por el


Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este enfoque se refiere
a la privación en cuanto a tener una vida larga y saludable; poder acceder al
conocimiento; alcanzar un nivel de vida decente y a acceder a la participación. Este
concepto se diferencia de la definición de pobreza de ingreso, que parte de la
privación de un solo factor: el ingreso, "ya sea porque se considera que ese es el
único empobrecimiento que interesa o que toda privación puede reducirse a un
denominador común". De acuerdo con el PNUD, "el concepto de pobreza humana
considera que la falta de ingreso suficiente es un factor importante de privación
humana, pero no el único", y que por lo tanto no todo empobrecimiento puede
reducirse al ingreso. "Si el ingreso no es la suma total de la vida humana, la falta
de ingreso no puede ser la suma total de la privación humana" (PNUD, 2000: p.17).

Para el PNUD esta definición de pobreza está estrechamente ligada al concepto de


desarrollo humano, el cual es entendido como un proceso de ampliación de las
opciones de la gente, a través del aumento de sus funciones y capacidades. "De
esta manera el desarrollo humano refleja además los resultados de esas
funciones y capacidades en cuanto se relacionan con los seres humanos.
Representa un proceso a la vez que un fin. En todos los niveles del desarrollo las
tres capacidades esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y
saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de
vida decente. Pero el ámbito del desarrollo humano va mucho más allá: otras
esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación,
la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas
necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo,
potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el
desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente". Como
se puede observar, la influencia seniana en esta definición es obvia (PNUD, 2000:
p.17).

Igualmente, el concepto de pobreza está relacionado con los derechos humanos, en


la medida en que facultan a los pobres para que reivindiquen sus derechos
económicos y sociales: alimentos, vivienda, educación, atención de salud, un
trabajo digno y adecuadamente remunerado, seguridad social y participación en la
toma de decisiones. "Esos derechos los facultan para exigir que se les rindan
cuentas por la prestación de buenos servicios públicos, por políticas públicas en
favor de los pobres y por un proceso participatorio transparente abierto a que se
escuchen sus opiniones. Esto impulsa una política pública dinámica en favor del
desarrollo equitativo y el desarrollo humano acelerado" (PNUD, 2000:86).

En otros ámbitos la pobreza se plantea como un problema moral, más que


económico. "La teoría económica contempla solamente aquellas interacciones
humanas que involucran el intercambio monetario y de bienes; de hecho ignora
gran parte de la existencia humana. La economía no tiene en cuenta el amor, la
familia, la cultura, la salud, la espiritualidad, el medio ambiente o cualquier otra
cosa que haga la vida rica y significativa" (WORLD FAITHS DEVELOPMENT
COUNCIL,1999). Al respecto Amartya Sen señala que "la economía moderna ha
sido sustancialmente empobrecida por la creciente brecha entre la economía y la
ética" (PANOS, 2000).

Como hemos podido observar, la definición de pobreza no es tarea fácil. No


obstante, todo parece apuntar a que la pobreza es una categoría multidimensional
y por que lo tanto no se la puede abordar desde un solo ángulo, sino que debe ser
planteada como un problema complejo que involucra factores de índole económica,
social, cultural, moral, política e incluso natural, como es el caso de los desastres
naturales, así como también el desplazamiento forzoso de la población debido a las
guerras intestinas, que anualmente empobrecen a millones en el mundo. En este
sentido, las políticas encaminadas a disminuir la pobreza, deben igualmente ser de
carácter integral, centrando su atención no solo en el mejoramiento material de las
personas sino también en el desarrollo real de sus capacidades, así como en el
fortalecimiento de sus derechos.

http://siteresources.worldbank.org/INTPOVERTY/Resources/WDR/Spoverv.pdf

http://www.cepal.org/publicaciones/xml/3/4303/brechaII.pdf
http://eumed.net/cursecon/libreria/arglobal/511.htm

Volver a pensar la pobreza: Definición y mediciones


Udaya Wagle*

http://www.csmc.cl/cm1/MNGCSMC/IMGRECS/recs181.pdf

Investigaciones sobre desarrollo social en Colombia


Cuadernos PNUD • MPS

http://www.fuac.edu.co/download/AREAS/10ipq.pdf

La Pobreza en Venezuela
La

http://fegs.msinfo.info/fegs/archivos/pdf/POB.PDF

Conceptos de Pobreza - Amartya Sen

Enviado por Francisco Umpierrez Sanchez el 1 November, 2006 - 17:57

Temas:

 Distribución del Ingreso


 Pobreza

 Artículos

Reflexión crítica sobre las ideas de Amartya K. Sen

“La economía política anterior partía de la riqueza supuestamente engendrada para las naciones por el
movimiento de la propiedad privada, para llegar a sus consideraciones apologéticas sobre este régimen
de propiedad. Proudhon parte del lado inverso, que la economía política encubre sofísticamente, de la
pobreza engendrada por el movimiento de la propiedad privada, para llegar a sus consideraciones, que
niegan este tipo de propiedad”. Karl Marx. La Sagrada Familia.

Cuando leí por primera vez el trabajo de Amartya Sen sobre los conceptos y las medidas de la pobreza,
me quedé sorprendido de saber que hubiera dudas acerca de la definición de la pobreza. De hecho el
propio Sen declara que coincide con la siguiente afirmación de Martín Rein: “casi todos los
procedimientos utilizados en la definición de la pobreza como nivel de subsistencia se pueden cuestionar
razonablemente”. Aquí la razón parece tener carácter impersonal y ser ajena a los intereses de clase.
Seguro que si Rein y Sen vivieran con unos ingresos inferiores al salario mínimo, carecerían de cualquier
duda acerca de la definición de la pobreza. Sabrían establecer con mucha holgura el nivel de subsistencia
digno para un ser humano.
En la definición de la pobreza hay que tener en cuenta los intereses de clase y no engañar a la gente con
un falso objetivismo abstractamente humano. Cuando se discute sobre el salario mínimo, los trabajadores
quieren que sea lo más alto posible y los capitalistas que sea lo más bajo posible. No es un problema de
abstracta objetividad el determinar el salario mínimo, sino un problema de intereses. Igual ocurre con la
determinación del concepto de pobreza.
Después, cuando estudié más detalladamente el trabajo de Sen, observé dos claros errores: uno, en ningún
momento expuso la génesis de la pobreza, y dos, elaboró el concepto de pobreza sin incluir una crítica a
la riqueza. En un mundo como el de hoy, donde mueren cada día 20.000 personas de hambre, resulta
inadmisible que un economista de la talla de Amartya Sen sea tan poco revolucionario en su concepción
sobre la pobreza. No entiendo cómo se puede ser tan metafísico: hablar de la pobreza sin vincularla con
su contrario: la riqueza. Como tampoco entiendo que se pueda ser tan superficial: hablar de la pobreza sin
vincularla con su fondo oculto: la propiedad privada sobre los medios de producción.

No nos dejemos engañar ni confundir


Juan Morales Ordóñez, en su trabajo titulado Dimensión Ética en el Discurso Económico. Reflexiones
sobre el pensamiento de Amartya Sen, se expresa en los siguientes términos: “Amartya Sen comprende
la problemática mundial en los términos mencionados y se remite al pensamiento de Adam Smith,
considerado el padre de la teoría económica contemporánea, para fundamentar sus propias reflexiones.
Smith, en su obra maestra Investigaciones sobre la naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones,
plantea que en economía de deben respetar principios y valores. Afirma que dondequiera que haya una
gran riqueza habrá una gran desigualdad. “Todo para nosotros y nada para los demás parece haber sido
la ruin máxima de cuantos han gobernado a la Humanidad”, es otra de las afirmaciones del gran
pensador escocés. Hoy la situación parece ser la misma que en la época en la cual escribió Smith, el siglo
XVIII. Es que esta manera de actuar forma parte de la naturaleza de los seres humanos. Así como
también forma parte de la condición humana la búsqueda de la justicia, la igualdad y la felicidad para
todos”.

Si hoy, en los inicios del siglo XXI, se da la misma situación que en el siglo XVIII, todo para unos pocos y
nada para los muchos, queda probado que en la economía capitalista no se respetan los principios y los
valores de la igualdad y de la humanidad. Así que proclamar con Amartya Sen que la economía
capitalista se debería conducir por principios éticos, es una proclama idealista que en nada ayuda a la
liberación de los pobres. Si ya en el siglo XVIII el principal representante teórico de la burguesía, Adam
Smith, veía con malos ojos que unos pocos tuvieran mucha riqueza y los muchos poca, no puede
pretender Amartya Sen hacerse pasar por progresista y representante de los pobres defendiendo la
misma consigna. Primero, porque es una idea vieja, y segundo, porque es la idea de un burgués.

Cuando Smith dice “todo para nosotros y nada para los demás”, “nosotros” son los capitalistas y “los
demás” son los trabajadores. Y cuando dice “donde hay una gran riqueza”, hay que precisar que la gran
riqueza sólo se da en manos de los capitalistas. Y esta contradicción, que unos pocos tengan riqueza en
exceso y la mayoría tengan poca, ha estado presente en todos los modos de producción de riqueza que
han precedido al capitalista: los esclavistas y los señores feudales han tenido riqueza en exceso, mientras
que los esclavos y los siervos han vivido en la escasez. Así que no entiendo por qué Morales Ordóñez
afirma que esta desigualdad forma parte de la naturaleza humana, cuando más preciso sería decir que
hasta ahora la sociedad se ha dividido en clases, donde una de ellas explota a la otra. De manera que la
solución a las diferencias de clases, esto es a las desigualdades, estriba, no en introducir principios
éticos, sino en no permitir que una clase se apropie del trabajo de la otra. Y para ello, para evitar que nos
hombres exploten a los otros, la propiedad sobre los medios de producción debe ser mayoritariamente
pública.

Esconder que la causa de la desigualdad entre las personas es la propiedad privada sobre los medios
para producir la riqueza, por medio de frases como “los que han gobernado hasta ahora a la Humanidad
se han guiado por el principio ético de todo para nosotros y nada para los demás”, es puro idealismo. Se
quiere dar a entender que se puede seguir manteniendo el modo de producción capitalista, donde rige
el principio de la explotación del hombre por el hombre, y, sin embargo, tener unos gobernantes que
eviten que los pocos tengan mucha riqueza y los muchos poca. Pero es un engaño, un engaño que dura
más de doscientos años. Y Amartya Sen, con esa apariencia de neutralidad y de bonachón que tiene, es
el continuador de ese engaño.

Deseo y dinero

En el discurso de apertura del lanzamiento del nuevo informe La infraestructura al servicio de los pobres
elaborado por el PNUD y el gobierno de Japón, Amartya Sen se lució con estas palabras: “Una
perspectiva de la pobreza exclusivamente centrada en los ingresos pasa inevitablemente por alto
muchos aspectos importantes de la causalidad de la pobreza. La pobreza puede considerarse la privación
de la verdadera libertad de la persona para vivir de la forma en que con toda razón desea vivir”. Es
inadmisible que Amartya Sen se permita estos idealismos con lo dura y terrible que es la realidad para
miles de millones de personas. Nos habla de que cada persona con toda razón desea vivir de una
determinada forma. Y llama pobre a quien se le prive de esa libertad. De manera que hasta una persona
millonaria que no pueda vivir como desea o no pueda vivir enteramente como desea, sería pobre.
Puesto que puede haber una persona que tenga mucho dinero pero no el suficiente para ser propietario
de una isla, que es su deseo. Y como no vive como desea, es pobre.

El poder social fundamental en el mundo de hoy es el dinero. Esto es una verdad que Amartya Sen en
calidad de economista debería saber muy bien. Todo el mundo lo sabe; y si él lo ignora o hace como si
no lo supiera, sus razones de clase tendrá. La única manera en que los seres humanos puedan vivir como
desean, es teniendo el dinero necesario para vivir como desean. Pero si los pobres no tienen dinero o
tienen muy poco, no podrán vivir como desean. Mientras que los ricos al tener mucho dinero, más
incluso del que necesitan, podrán vivir como desean o se podrán aproximar a vivir como desean. Así que
hablar del modo en que se desea vivir sin hablar del medio que hace realidad los deseos, esto es, la
cantidad de dinero que se posee, es un engaño.

Hacer extenso los conceptos para borrar las diferencias de clase

En su trabajo Las distintas caras de la pobreza, publicado en El País el 30 de agosto del 2000, Amartya
Sen se expresa en los siguientes términos: “Aquellos a quienes les gusta el camino recto tienden a
resistirse a ampliar la definición de pobreza. ¿Por qué no mirar simplemente los ingresos y plantear
preguntas como “cuántas personas viven con menos, digamos, de uno o dos dólares diarios”? Este
análisis restringido toma entonces la forma sencilla de predecir tendencias y contar a los pobres. Pero las
vidas humanas se pueden empobrecer de muchas maneras. Los ciudadanos sin libertad política –ya sean
ricos o pobres- están privados de un componente básico del buen vivir. Lo mismo se puede decir de las
privaciones sociales como el analfabetismo, la falta de sanidad, la atención desigual a los intereses de las
mujeres y las niñas, etcétera”.

¡Que forma de confundir y engañar! Si yo elaboro el concepto de mesa y después el concepto de silla,
podremos distinguir la mesa de la silla. Pero si yo elaboro el concepto de mueble, por medio de dicho
concepto no se puede diferenciar la silla de la mesa, puesto que el concepto de mueble supone hacer
abstracción de los rasgos que diferencian las sillas de las mesas. Del mismo modo procede Amartya Sen:
primero, determina la privación como el contenido principal del concepto de pobreza, y segundo,
declara que un rico en un régimen autoritario al estar privado de libertad política es también un pobre.

Amartya Sen habla como si la política no tuviera nada que ver con la economía, como si no hubiera un
estrecho parentesco entre los intereses económicos de la clase dominante y la superestructura política.
Nos quiere hacer creer que un rico de un sistema capitalista bajo un régimen fascista es pobre porque
carece de libertad política. Cuando justamente gracias a ese régimen fascista el capitalista tiene la manos
más libres para explotar a los trabajadores mucho más aún que en un régimen democrático. Por otra
parte, nos quiere hacer creer que en la democracia capitalista el poder del Estado es ajeno al mayor de
los poderes sociales: el dinero. Para ejercer la libertad política, muy especialmente en EEUU, hay que
tener dinero. Así que es un engaño poner el nivel de ingreso como algo distinto del poder político. El
poder político de una persona es directamente proporcional a su poder económico. Así que en política
los pobres siguen siendo pobres y los ricos siguen siendo ricos.

Amartya Sen habla del nivel de ingreso como algo distinto de la atención sanitaria, de la educación y de
la cultura. Cuando lo cierto es que las personas que tienen mucho dinero pueden pagar el colegio de sus
hijos, comprar los servicios sanitarios que necesiten, y viajar, conocer a otros pueblos y visitar museos.
Mientras que las personas que tienen un bajo nivel de ingreso, se ven en muchas dificultadas para darles
una oportunidad de estudio a sus hijos y atenderlos sanitariamente como necesitan. Y viajar, conocer
otros pueblos y visitar museos en el extranjero, a todo esto tienen que renunciar. Así que es un engaño
plantear que la pobreza en el ámbito de los ingresos es distinto a la pobreza en el ámbito educativo,
sanitario y cultural. Así que no otra cosa pretende Amartya Sen al hacer tan extenso el concepto de
pobreza: borrar las abismales diferencias que hay entre los capitalistas y los trabajadores.

La privación como esencia principal en el concepto de pobreza

Un concepto podemos entenderlo como una caja vacía donde por fuera ponemos un nombre y dentro
diversos contenidos. Según parece la gran aportación de Amartya Sen al concepto de pobreza está en
haberle proporcionado “un nuevo y trascendental contenido”, el de privación. Se trata de no darle
prioridad al contenido de nivel de ingreso, sino al de privación. Y dentro de las privaciones la mente
aguda de Sen destaca estar privado de libertad política, de educación y de asistencia sanitaria. Qué
curioso que al enumerar las privaciones como contenido esencial del concepto de pobreza, Amartya Sen
no enumere el esencial: estar privado de los medios para producir riqueza. Qué curioso que hable de la
pobreza sin mencionar para nada la propiedad. Yo creo que Amartya Sen es un burgués de tomo y lomo
que habla de los pobres para defender el estatus de los ricos, que habla de los pobres sin cuestionar de
raíz el estilo de vida de los ricos.

¿La pobreza es una cosa extraña?

A partir de aquí todas las citas de Amartya Sen están contenidas en su trabajo Sobre Conceptos y
medidas de Pobreza, accesible en la red a través de EMVI. Escuchemos a Amartya Sen: “En su lecho de
muerte, en Calcuta, J.B.S. Haldane escribió un poema llamado El cáncer es una cosa extraña. La pobreza
no es menos extraña. Considérese la siguiente visión sobre ella:”. Dicha visión es la de M. Rein, quien
plantea que el problema de la pobreza no está tanto en los propios pobres como en la sociedad que lo
sufre.

Afirmar que la pobreza es una cosa extraña en virtud de una concepción reaccionaria de la misma, como
la de M. Rein, sólo puede significar que Amartya Sen cede ante los reaccionarios. De todos modos el
economista indio debió precisar más su concepción de que la pobreza es una cosa extraña. Una de las
labores básicas de los filósofos es someter a crítica los conceptos circulantes y no tomarlos tal y como los
emplea la sociedad.

Yo creo que la pobreza no tiene nada de extraña, todo lo contrario: es habitual, regular, casi cotidiana.
Tampoco son extrañas las causas que la producen: carecer de trabajo, la sobreexplotación, el
enriquecimiento de unos pocos, la propiedad privada sobre los medios de producción, las desgracias
naturales, etcétera. Así que ni bajo el punto de vista de su historia ni de sus causas la pobreza es una
cosa extraña. Mantener lo contrario es ceder ante el pensamiento reaccionario.

Los pobres y el dolor causado a la sociedad

Amartya Sen da la palabra a M. Rein: “A las personas no se les debe permitir llegar a ser tan pobres como
para ofender o causar dolor a la sociedad. No es tanto la miseria o los sufrimientos de los pobres sino la
incomodidad y el costo para la comunidad lo que resulta crucial para esta concepción de la pobreza. La
pobreza es un problema en la medida en que los bajos ingresos crean problemas para quienes no son
pobres”. La única critica que le formula Amartya Sen a M. Rein es la siguiente: “Es difícil reducir más a los
seres humanos a la categoría de medios”. No deja de ser una crítica débil, cauta, nada arriesgada. M.
Rein es un reaccionario y un vocero del sector más inhumano de la clase explotadora. El solo hecho de
darle cabida en su discurso, nos da una idea de la verdadera catadura moral de Sen. Bueno sería
preguntarse por qué Amartya Sen en vez de prestar atención al reaccionario de Rein no le presta
atención al revolucionario de Proudhon. La respuesta es sencilla: Sen está más cómodo cerca de los
reaccionarios que de los revolucionarios. Así se ve con claridad a qué clase social sirve con su
pensamiento. Después se verán con más detalles los límites de la concepción reaccionaria de Rein.

La visión de clase

Hablar en términos de clases es muy distinto que hablar en términos de ciudadanos o de seres humanos.
La representación que nos hacemos del mundo es distinta. En la concepción de Amartya Sen los pobres
están en un lado y los no pobres en otro lado, y la relación que existe entre ellos es puramente externa.
Y lo que busca Amartya Sen es que los ricos se apiaden de los pobres y permita que el Estado los socorra.
Y para ello les hace creer que hasta los ricos que carecen de libertades políticas o los ricos con pocos
estudios también son pobres. Mientras que con la visión de clase las cosas cambian notablemente. La
sociedad se divide en dos clases bien diferenciadas: los que son propietarios de los medios de
producción y los que no lo son. Y dentro de los que no son los propietarios están los que trabajan y los
que están en el paro. Y dentro de los que están en el paro están los pobres. Así que los pobres forman
parte de la clase trabajadora. De manera que cuando se mide el grado de explotación de la clase
trabajadora, debe incluirse a los pobres.

Requisitos de un concepto de pobreza

Escuchemos a Amartya Sen: “El primer requisito para conceptuar la pobreza es tener un criterio que
permita definir quién debe estar en el centro de nuestro interés. Especificar algunas “normas de
consumo” o una “línea de pobreza” puede abrir parte de la tarea: los pobres son aquellos cuyos niveles
de consumo caen por debajo de estas normas, o cuyos ingresos están por debajo de esa línea. Pero esto
lleva a otra pregunta: ¿El concepto de pobreza debe relacionarse con los intereses de: 1) sólo los pobres:
2) sólo los que no son pobres, o 3) tanto unos como otros?”

No ve usted, atento lector, cómo Amartya Sen al formular esta segunda pregunta cae en el juego del
pensamiento reaccionario de M. Rein, hasta el punto, cómo tendrá oportunidad de ver después, de darle
en parte la razón. ¿No es evidente que es el colmo del pensamiento escolástico y formal transformar en
un problema la pregunta sobre quién debe recaer el concepto de pobre? ¿No es un exceso de
formalismo y superficialidad atreverse a preguntar si el concepto de pobre debería abarcar a los no
pobres o tanto a los pobres como a los ricos? Yo creo que sí. Amartya Sen es odiosamente formalista en
algo tan grave y tan duro.

Amartya Sen descarta sin más la opción 2), la que afirma que el concepto de pobreza debe alcanzar a los
no pobres. No obstante, simpatiza un poco con la opción 3), aquella que dice que el concepto de
pobreza debe alcanzar tanto a los pobres como a los ricos, hasta el punto de que llega a afirmar: “Sin
duda, la penuria de los pobres afecta al bienestar de los ricos. La verdadera pregunta es si estas
consecuencias se deberían incorporar como tales en el concepto de pobreza, o figurar como posibles
efectos de la pobreza”. Aquí Amartya Sen muestra a todas luces que bajo su piel de cordero hay un lobo
capitalista. Lo cierto es que la desmesurada riqueza es causa de la extrema pobreza, de manera que en
este sentido en el concepto de pobreza si debemos incluir a los ricos. Los ricos son ricos gracias a que los
pobres son pobres, gracias a que los primeros se apropian del trabajo de los segundos. Pero Amartya Sen
ha invertido la relación de causa y efecto que hay en los hechos: presenta a los pobres causando efectos
en el bienestar de los ricos, mermando el bienestar de los ricos. Y esto lo convierte en un lobo
capitalista.

La tasa de incidencia

A pesar de que descarta la primera opción y coquetea con la tercera, Amartya Sen termina afirmando
que “el foco del concepto de pobreza tiene que ser el bienestar de los pobres como tales, sin importar
los factores que lo afectan”. Después de esta “gran conclusión” Amartya Sen dice lo siguiente: “La
pobreza se expresa como la relación entre el número de pobres y la población total de la comunidad.
Esta tasa de incidencia (H) tiene por lo menos dos serias limitaciones. En primer lugar, no da cuenta de la
magnitud de la brecha de los ingresos de los pobres con respecto a la línea de pobreza. En segundo
lugar, es insensible a la distribución del ingreso entre los pobres”. No niego la importancia económica
que tiene estas dos limitaciones, pero no deja de ser sospechoso que no hable de la brecha que hay de
los ricos respecto de la línea de pobreza y de la diferencia de ingresos entre los no pobres. Así la visión
sería enteramente global.

El enfoque biológico

Escuchemos a Amartya Sen: “En su famoso estudio de principios de siglo sobre la pobreza en York,
Seebonm Rowntree definió las familias en situación de pobreza primaria como aquellas cuyos ingresos
totales resultan insuficientes para cubrir las necesidades básicas relacionadas con el mantenimiento de
la simple eficiencia física”. A esta concepción Amartya Sen le plantea tres objeciones: una, en virtud de
las diferencias climáticas y hábitos de trabajo los requerimientos nutricionales básicos son difíciles de
establecer con precisión, dos, la conversión de los requerimientos nutricionales mínimos en
requerimientos mínimos de alimentos tan bien es difícil de precisar, puesto que dependen de los hábitos
de consumo de las personas, y tres, resulta difícil definir los requerimientos mínimos para los rubros no
alimentarios. Así que Amartya Sen concluye: “En vista de estos problemas, bien se puede coincidir con
Martín Rein, cuando afirma que casi todos los procedimientos utilizados en la definición de la pobreza
como nivel de subsistencia se pueden cuestionar razonablemente”.

Yo creo que estos problemas no se dan cuando se estudian los requerimientos nutricionales de los
animales que hay en un zoológico. No creo que se deba buscar una estricta precisión matemática y que
los pobres merecerían un trato más humano que la que se les confiere a los animales. Amartya Sen suele
hablar mucho de la libertad en relación con la pobreza; pues bien, que se le de la libertad a los pobres
para que ellos digan cuáles y cuántos son los medios de subsistencia que necesitan para vivir con
dignidad. Seguro que si a una persona con mucho dinero le preguntáramos con cuánto dinero debería
vivir su hijo para llevar una vida digna, esa cuantía sería muchísima más grande que si se lo
preguntáramos a un pobre. Así que no hay nada de difícil en la precisión de los requerimientos
nutricionales básicos como tampoco lo hay en los alimentos en que habría que convertir esos
requerimientos. No es un problema de precisión, es un problema de intereses.

El enfoque de la desigualdad

Después de que Millar y Roby afirmaran que “enunciar los problemas de la pobreza en términos de
estratificación supone concebir la primera como un problema de desigualdad”, Amartya Sen hace la
siguiente valoración: “Es claro que hay mucho que decir a favor de este enfoque. No obstante, cabe
argüir que la desigualdad es fundamentalmente un problema distinto de la pobreza. Analizar la pobreza
como un problema de desigualdad o viceversa no le haría justicia a ninguno de los dos conceptos.
Obviamente, la desigualdad y la pobreza están relacionadas. Pero ninguno de los conceptos subsume al
otro”. Es obvio que Amartya Sen no cesa de pensar de forma escolástica, con los rudimentos de la lógica
formal, quedando muy lejos del materialismo histórico y dialéctico.

Escuchemos a Aristóteles en tres ocasiones en su obra La Política. Primero en el capítulo VI, titulado Idea
general de la República, donde dice: “Tres elementos se disputan en el Estado la igualdad: la libertad, la
riqueza y el mérito”. Escuchémoslo por segunda vez en el capítulo IV titulado Examen de la constitución
propuesta por Fáleas de Calcedonia: “Para muchos el punto capital parece ser la organización de la
propiedad, origen único, a su parecer, de las revoluciones. Fáleas de Calcedonia es el que, guiado por
este pensamiento, ha sido el primero que ha sentado el principio de que la igualdad de fortuna entre los
ciudadanos era indispensable”. Y tercero, en este mismo capítulo, dice esto otro: “Ya he dicho que
Platón, en el tratado de las leyes, permitía la acumulación de la riqueza hasta cierto límite, que no podía
pasar en ningún caso del quíntuplo de un minimun determinado”.

Resulta asombroso que Fáleas de Calcedonia y Platón, dos esclavistas, tengan un pensamiento más
revolucionario que el de Amartya Sen. Esto nos da una idea de hasta que punto se han vuelto
conservadores e incluso reaccionarios los representantes teóricos de la burguesía actual. También nos da
una idea de lo formal y poco profundo que es el pensamiento filosófico moderno, en especial el
empirismo y el positivismo, al que está fuertemente abrazado Amartya Sen.

Las grandes diferencias económicas entre los hombres generan luchas sociales. Que estas luchas sociales
se transformen en revoluciones dependen de más aspectos que sólo las diferencias económicas. De
todos modos, es sabio el pensamiento de Fáleas de Calcedonia cuando afirma que la igualdad de fortuna
evitaría las revoluciones o luchas sociales. También es sabio el pensamiento de Platón cuando plantea
que para evitar las grandes diferencias económicas entre los hombres hay que establecer un tope
máximo de riqueza. E igualmente es sabio el pensamiento de Aristóteles cuando afirma que la riqueza es
uno de los tres aspectos que se disputan la igualdad en el Estado. Afirmar, como hacer Amartya Sen, que
la desigualdad es un problema fundamentalmente distinto de la pobreza es un puro formalismo, hacerle
el juego a la burguesía y situarse más atrás que los grandes filósofos de la época de la Grecia clásica.

La revolución burguesa y con ella el Estado de derecho estableció la igualdad política entre los hombres.
Todos los hombres son iguales ante la ley independientemente de su fortuna, sexo y creencia religiosa.
Es una igualdad que se basa en la abstracción de las diferencias de riqueza. Esa es su grandeza y esa es
su limitación. Es grande si comparamos la revolución burguesa con la sociedad feudal, pero su limitación
se muestra en su comparación con el socialismo, una sociedad donde no sólo se pretende que los
hombres sean políticamente iguales, sino también económicamente iguales. No hablo ni planteo la
igualdad absoluta, pero si una igualdad relativa. Es lógico y razonable que una persona en función de su
trabajo gane cinco veces más que el trabajador que vive del salario base, ahí nos mantenemos dentro de
los parámetros de la igualdad relativa, lo que no es lógico es que gane cincuenta, cien y mil veces más.

Privación relativa

Escuchemos a Amartya Sen: “El concepto de privación relativa se ha utilizado con buen fruto para
analizar la pobreza, sobre todo en la literatura sociológica. Ser pobre tiene mucho que ver con tener
privaciones y es natural que, para un animal social, el concepto de privación sea relativo. Si embargo, en
el término privación relativa están contenidas, al parecer, nociones distintivas y diversas.

Una distinción tiene que ver con el contraste entre sentimientos de privación y condiciones de privación.
Peter Townsend ha sostenido que la última sería una mejor acepción. Hay mucho que decir a favor de un
conjunto de condiciones concretas que permitieran usar el término privación relativa en un sentido
objetivo para describir situaciones en las cuales las personas poseen cierto atributo deseable, menos
que otras, sea ingreso, buenas condiciones de empleo o poder.

Por otra parte, la elección de las condiciones de privación no puede ser independiente de los
sentimientos de privación. Los bienes materiales no se pueden evaluar, en este contexto, sin una
referencia a la visión que la gente tiene de ellos; incluso si los sentimientos no se incorporan de manera
explícita deben desempeñar un papel implícito en la selección de los atributos.

Estos diferentes aspectos relacionados con la idea general de privación relativa influyen de modo
considerable en el análisis social de la pobreza. Sin embargo, vale la pena señalar que tal enfoque no
puede ser, en realidad, la única base del concepto de pobreza. Una hambruna, por ejemplo, se
considerará de inmediato como un caso de pobreza aguda, sin importar cuál sea el patrón relativo
dentro de la sociedad. Por lo tanto, el enfoque de privación relativa s complementario, y no sustitutivo,
del análisis de la pobreza en términos de desposesión absoluta”.

Enumeremos las genialidades aportadas por Sen en la elaboración del concepto de privación. Una, el
concepto de privación ha dado muchos frutos en sociología, dos, para un animal social el concepto de
privación tiene que ser relativo, tres, en el concepto de privación hay dos aspectos que distinguir:
condiciones de privación y sentimientos de privación. Cuatro, el término de privación relativa puede ser
usado para describir que las personas poseen ciertos atributos, como ingreso, empleo o poder. Quinto, la
elección de las condiciones de privación no puede ser independiente de los sentimientos de privación. Y
sexto, el enfoque de la privación relativa es complementario del enfoque de la desposesión absoluta.

Es obvio que este pensamiento es extremadamente formal, exageradamente vago, no ahonda para nada
en el análisis de la pobreza; y las distinciones que establece para el concepto de privación son muy
banales. ¿Qué sabemos de nuevo acerca de la pobreza con esta aportación de Amartya Sen? Nada. Es
más, es una forma de distraer a los intelectuales, engatusarlos con palabras generales, rehuyendo lo
concreto. La economía, incluso cargándola de ética, trata de la riqueza. Y si trata de la riqueza, trata de
los medios para producir la riqueza. Y si trata de los medios para producir la riqueza, debe tratar de la
propiedad sobre dichos medios. ¿Por qué afirmo que el pensamiento de Amartya Sen es
extremadamente formal? Porque hablando de privación no habla de la principal privación que habría
que hablar en economía: la privación de medios para producir riqueza. Escamotear esta cuestión
fundamental y decisiva, esquivarla continua y regularmente, es una manifestación de que Amartya Sen
sirve a los intereses de los capitalistas.

El concepto de pobreza como fruto de una convención


Escuchemos a Amartya Sen: “Como ha dicho Eric Hobsbawm, la pobreza se define siempre de acuerdo
con las convenciones de la sociedad donde ella se presente. Hace más de doscientos años Adam Smith
expuso el punto con gran claridad: “Por mercancías necesarias entiendo no sólo las indispensables para
el sustento de la vida, sino todas aquellas cuya carencia es, según las costumbres de un país, algo
indecoroso entre las personas de buena reputación, aún entre las de clase inferior”. En el mismo
espíritu, Karl Marx sostenía que si bien es cierto que hay un elemento histórico y moral en el concepto
de la subsistencia, aún así, en un país determinado y en un periodo determinado, está dado el monto
promedio de los medios de subsistencia necesarios. Es posible que Smith y Marx hayan sobrestimado el
grado de uniformidad de opiniones en una comunidad en torno al contenido de la subsistencia o la
pobreza. Acaso la descripción de necesidades diste mucho de ser ambigua. Pero la ambigüedad de una
descripción no la convierte en un acto descriptivo sino sólo en uno de descripción ambigua”.

Vuelve aquí a repetirse el exacerbado formalismo de Amartya Sen. Cree que el nivel de subsistencia
alcanzado por los trabajadores, el salario mínimo, es fruto de una convención o de un acto descriptivo
llevado a cabo por un despierto intelectual, cuando en realidad es fruto de luchas históricas. E incluso
tiene la desfachatez de catalogar de ambiguo el nivel mínimo de subsistencia, esto es, el salario mínimo.
Amartya Sen es descaradamente burgués por todos los costados.

El planteamiento de Marx en torno al nivel de subsistencia o valor de la fuerza de trabajo

Escuchemos a Marx en El Capital, en la sección Compra y venta de la fuerza de trabajo: “Si el propietario
de la fuerza de trabajo ha trabajado hoy, tiene que poder repetir mañana el mismo proceso en las
mismas condiciones de fuerza y salud. Así, pues, la suma de medios de subsistencia tiene que ser
suficiente para mantener al individuo trabajador como individuo trabajador en su estado normal de vida.
Las necesidades naturales, como la alimentación, el vestido, la calefacción, la vivienda, etcétera, varían
según el clima y otras condiciones naturales de cada país. Por otro lado, el volumen de las llamadas
necesidades naturales, así como el modo de satisfacerlas, son un producto histórico y, por lo tanto,
depende en su mayor parte del nivel cultural de un país, y entre otras cosas, también y esencialmente,
de las condiciones, los hábitos y las exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres. En
contraste con las otras mercancías, la determinación del valor de la fuerza de trabajo contiene, pues, un
elemento histórico y moral. Sin embargo, en un país y en un periodo determinado viene dado el
promedio de los medios de subsistencia necesarios”.

Enumeremos las ideas principales de Marx. Una: el volumen de las necesidades naturales y su modo de
satisfacerla son un producto histórico y no el resultado de una convención. Dos: el volumen de las
necesidades naturales depende del nivel cultural de cada país y de los hábitos, condiciones y exigencias
con que se haya formado la clase de los obreros libres. Tres: la determinación del valor de la fuerza de
trabajo, a diferencia del resto de las mercancías, contiene un elemento histórico y moral. Y cuatro: en un
país y en un periodo determinado viene dado el promedio de los medios de subsistencia necesarios. Y
esta cuarta determinación no tiene nada de ambigua: lo expresa el salario base. Y el salario base es un
fruto histórico, un fruto de la lucha de la clase obrera, un fruto de sus exigencias. También es un fruto de
la resistencia y de la lucha de la clase capitalista. Todo menos una convención o un acto de descripción
intelectual.

Los pobres y la libertad

Alejandro Schtulmann, autor de un comentario sobre el libro de Amartya Sen titulado Desarrollo y
libertad, dice lo siguiente: “Sen da comienzo a su libro exponiendo que a pesar de los incrementos sin
precedente en riqueza global, el mundo contemporáneo niega las libertades más básicas a un gran
número –si no es que la mayoría- de sus habitantes. En algunos casos, señala el autor, la falta de estas
libertades puede ser directamente relacionada con la pobreza económica, que priva a la gente de la
libertad para satisfacer el hambre, lograr un nivel adecuado de nutrición, obtener las medicinas y los
medios necesarios para tratar enfermedades, o la oportunidad de disfrutar agua o instalaciones
sanitarias”.
Amartya Sen pone aquí en práctica algunos trucos conceptuales que bien merecen ser puestos al
descubierto. Cuando Sen se pregunta ¿quién es el que niega a la mayoría de los habitantes del mundo
sus libertades básicas? Responde de un modo extremadamente genérico y escurridizo: el mundo
contemporáneo. Es tan cobarde o tan burgués que es incapaz de nombrar de forma concreta a los
responsables de la falta de libertades básicas en el mundo. No hay que ser muy sabio para saber que son
los grandes capitalistas, los grandes financieros, las grandes oligarquías.

Hablemos de otro truco. A nadie se le ocurriría plantear que la necesidad de alimentarse se puede
representar como la libertad para satisfacer el hambre. Todos sabemos que el reino de la libertad
empieza cuando se tienen cubierta las necesidades básicas. Así que es un truco de mal gusto presentar
la necesidad de alimentación como un acto de libertad. Hay más: la verdadera libertad, la superación del
reino de la necesidad, se logra, a juicio de Marx, con la reducción de la jornada laboral. Ahí está la clave
de la verdadera libertad humana y no en esos trucos conceptuales que transforman las necesidades en
libertades.

Hambre, prensa y democracia

Amartya Sen, en un articulo publicado en Clarín Digital y titulado Hambre, prensa y democracia, dice los
siguiente: “La existencia y el ejercicio de las libertades y los derechos políticos, incluida la libertad de
expresión, hacen más fácil evitar desastres económicos como las hambrunas. En la terrible historia de las
hambrunas, se destaca que no se produjo ninguna hambruna significativa en un país con forma de
gobierno democrática y una prensa relativamente libre”. Y más adelante dice esto otro: “Sin embargo,
China no fue capaz de evitar la hambruna. Se calcula que las hambrunas de China de 1958 a 1961
mataron a 30 millones de personas, diez veces más que la gigantesca hambruna de 1943 en la India
británica. El llamado gran salto adelante iniciado a fines de los años 50 fue un fracaso masivo, pero el
gobierno chino se negó a admitirlo y siguió aplicando dogmáticamente las mismas políticas desastrosas
durante otros tres años. Es difícil imaginar que esto hubiera podido pasar en un país que tiene elecciones
regularmente y una prensa independiente”.

Esta es una forma caprichosa de razonar, de enlazar cosas sin fundamentos ni pruebas, sencillamente
para servir a los intereses del capitalismo. Hagamos gala de un juicio caprichoso. Las dos guerras
mundiales fueron obra de los países más avanzados y democráticos del mundo. Y estos países estaban
en posesión de la prensa más “libre” e independiente” del mundo. Pero en la segunda guerra mundial,
sólo en la Unión Soviética, hubo 30 millones de muertos. La pregunta sería: ¿cómo habiendo democracia
y prensa independiente no se evitó esa masacre? Esto sería una pregunta estúpida, puesto que lo cierto
es que se produjo esa masacre, y no sería la presencia o ausencia de democracia la causa que lo
explicara. Todo el mundo sabe que lo hay de fondo en toda guerra son los intereses económicos y no
ninguna clase de intereses humanitarios o democráticos.

Del mismo modo se tendría que dar primero en los países democráticos la posibilidad de una hambruna
para preguntarse después si la democracia sería un medio para evitarla o no. Y mientras esta posibilidad
no se de, la afirmación de Sen carece de fundamento. De todos modos es una asociación caprichosa la
de la democracia con la hambruna, es sencillamente un medio para criticar al socialismo chino. No digo
que el socialismo chino no pueda ser criticado por sus errores, que los tuvo y los tiene, pero hay críticas
y críticas: hay críticas que pretenden mejorar el socialismo y otras que pretenden liquidarlo.

Hablar de que la prensa en los países capitalistas es libre e independiente es una burla, un engaño que
nadie debe tragarse. En primer lugar la prensa está en manos privadas. De manera que la prensa no es
independiente de esos intereses privados. Será supuestamente independiente de los intereses del
gobierno de turno, pero no de sus propietarios. Y en segundo lugar, los creadores de opinión, los
directores de informativos y los periodistas más famosos del mundo ganan mucho dinero, hecho que los
convierten en capitalistas. De manera que no podemos esperar ninguna independencia de los intereses
del capital por parte de aquellos que son capitalistas y se alimentan del sistema capitalista.

En lo que se refiere a que la prensa es libre, sin duda que es libre. Pero la cuestión es saber quién ejerce
esa libertad. Y los que ejercen la libertad de expresión son los grandes periodistas y líderes de opinión
que mencionamos antes. La libertad es directamente proporcional al poder que se ostente. Y los
trabajadores, y en especial sus capas pobres, carecen de poder o el que tienen es muy raquítico. Así que
de poca libertad pueden disfrutar.

Dado que las hambrunas afectan a muchas menos personas que el hambre crónica y son más
ocasionales, cabe preguntarse por qué Sen hace tanta incidencia en las hambrunas. A mi no me cabe la
menor duda: tiene mayor rentabilidad ideológica y política. Los burgueses siempre buscan la manera de
afear el socialismo. Pero contraataquemos. Fian Internacional el 13 de octubre de 2005 hizo público el
siguiente comunicado: “La India es el país con el número más alto de personas en el mundo sufriendo de
hambre. Casi un cuarto del total mundial de los desnutridos vive en la India”. Habría que preguntarle a
Sen cómo es posible que esto suceda si en India hay “democracia” y “prensa independiente”.

Sigamos contraatacando. En Tierramérica, en la sección Noticias, el 28 de octubre de 2006, podemos


leer lo siguiente: “La Corte Suprema de Justicia de India debió intervenir en septiembre para obligar al
gobierno a distribuir el excedente de arroz y trigo entre los famélicos de una población nacional de 1.000
millones de habitantes. “Nuestros graneros están rebosantes porque la gente no tiene con qué
comprarlos”, afirmó el ministro de Agricultura, Ajit Singh. Singh fue el primer político del partido del
gobierno, a nivel federal, en describir una situación en que millones de personas mueren de hambre
mientras las autoridades se quejan del excedente de grano, que llegará a 80 millones de toneladas,
según estimaciones”. A Sen y a todos los empiristas les encanta hablar de la causalidad y de las
relaciones de la causalidad, pero no quieren ver lo que tienen delante de los ojos: el sistema capitalista
genera hambre por un lado y sobreproducción por otro lado. Ya lo dijo Marx hace muchos años: la causa
de todas las crisis está en el bajo poder adquisitivo de los trabajadores.

Realicemos el último contraataque. En el Correo, en junio de 2001, P. Sainath, un periodista indio


independiente, se expresa en los siguientes términos: “A comienzos de mayo de este año, la Suprema
Corte india tuvo que intervenir para que el hambre pudiera regresar a la primera plana de la prensa. Es
un caso sorprendente. ¿Quién habría imaginado que una publicación necesita que la justicia le diga que
el hambre sigue siendo un tema importante en este país y en el resto del sudeste asiático?

India, Pakistan y Bangladesh declararon en los últimos años que poseían un excedente de 50 millones de
toneladas de alimentos. Pese a todo, entre los tres vecinos reúnen la mitad del hambre del mundo. …
Cifras recientes del gobierno demuestran que en Anantapur, uno de los distritos de Andhra, entre 1997 y
2000 se suicidaron 1.826 personas, sobre todo agricultores con pequeñas propiedades inferiores a una
hectárea. Una vez más los medios de comunicación optaron por mirar en otra dirección, permitiendo
que las autoridades manipularan informes sobre las razones de esas muerte. …En el decenio pasado, la
prensa india –obsesionada por los temas triviales- dedicó enorme espacio a explicar que la floreciente
clase media india por fin tenía acceso a las hamburguesas McDonald´s y a las marcas más sofisticadas de
la moda internacional. O a escribir sobre la proliferación de clínicas para adelgazar y concursos de
belleza. Esos son temas que generan rédito publicitario, no las desagradables historias sobre gente
muriendo de hambre o la falta de agua potable aun en el corazón de las grandes ciudades. Las
contradicciones de India se reflejan en la prensa. Por un lado, están los grupos humanos excedidos en
peso que pagan miles de rupias para adelgazar en clínicas especializadas; por el otro, hay miles de
personas que mueren de hambre. Los medios de comunicación prefieren la primera parte de la realidad
e ignoran la segunda”.

¿No es evidente que el pensamiento de Sen, que una prensa “independiente” y “libre” sería un freno
para la pobreza, carece de fundamento? ¿No vemos el ejemplo en India? En primer lugar, la prensa
burguesa se ocupa de problemas triviales y oculta los graves problemas de la gente sencilla. La prensa
burguesa como el pensamiento burgués actual es superficial y banal. Y en segundo lugar, los medios de
comunicación son empresas capitalistas y lo que buscan es vender lo más que puedan. No son
independientes de las ventas ni de las ganancias. Así que es un engaño lo que dice Sen. La prensa
“independiente” no es un remedio para evitar el hambre ni la hambruna. Y si en algún caso se ocupa de
los problemas del hambre, lo hará porque así se vende más ejemplares.

La visión de Marx sobre los pobres


El capital produce pobres de diversas maneras. Hablemos de dos de ellas. Una: al avanzar la acumulación
capitalista varía la proporción que se da entre capital constante, dinero invertido en medios de
producción, y capital variable, dinero invertido en fuerza de trabajo. Si originariamente esta proporción
era de 1: 1, después se convierte en 2:1, 3:1, 4:1, etcétera, de modo que se va invirtiendo
progresivamente cada vez menos en fuerza de trabajo y más en medios de producción. Escuchemos a
Marx: “la acumulación capitalista produce constantemente, en proporción a su energía y a su volumen,
una población relativamente adicional, es decir, sobrante para las necesidades medias de valorización
del capital y, por lo tanto, superflua.

Y dos: el gran capital de continuo destruye al pequeño capital y, con ello, destruye los puestos de trabajo
creado por el pequeño capital. Por lo tanto, los pobres son un producto del capital y no algo
independiente del cual es difícil saber sus causas. En una sociedad capitalista los puestos de trabajo los
crea el capital; y si hay pobres, será porque el capital es incapaz de crear los puestos de trabajo que
necesita en la actualidad la humanidad. Hecho que pone de manifiesto que el sistema capitalista se ha
convertido en un obstáculo para el desarrollo libre y armonioso de la humanidad.

Francisco Umpiérrez Sánchez

En Las Palmas de Gran Canaria. 1 de noviembre de 2006.

http://www.zonaeconomica.com/blog/franciscoumpierrezsanchez/conceptosdepobrezaa

Conceptos de Pobreza: Algunas Aproximaciones

A. La Pobreza y las Capacidades: Enfoque de Amartya Sen

Para Amartya Sen: Las “capacidades” comprenden todo aquello que permiten a una persona
estar bien nutrido/a, escribir, leer y comunicarse, tomar parte de la vida comunitaria; forma
parte de estas “capacidades”.

Sen señala que las Necesidades Básicas constituyen una parte de las capacidades, pero que
estas se refieren a algo mucho más amplio. El número de opciones que las personas tienen y
la libertad de elección sobre estas opciones también contribuye al bienestar humano. De esta
forma, desde el enfoque de las capacidades, se postula que más libertad, y más capacidad de
elección tienen un efecto directo sobre el bienestar, incrementándolo.

El Bienestar Humano consiste en desarrollar las capacidades de las personas. Entonces, es


posible hablar de desarrollo cuando, las personas son capaces de hacer más cosas, no cuando
estas son capaces de comprar más bienes o servicios.

En segundo lugar Sen estableció que las cuestiones de género son parte integral de los
procesos de desarrollo. Desmintió que bajos niveles de desarrollo económico afectasen de
igual manera a hombres y a mujeres y que las políticas de desarrollo son neutrales en cuanto al
género.

Para él (y así lo demuestra empíricamente) el hambre no se produce por una insuficiente


producción de alimentos. Las hambrunas pueden ser los resultados de una insuficiente
producción, pero esta es consecuencia de unos pobres o injustos mecanismos de distribución.
Así Sen señala que los problemas de distribución son en mayor medida la causa del hambre,
contradiciendo los principios de la teoría económica tradicional.

“Capital Humano y Capacidad Humana”

Amartya Sen: También centra su análisis en la acumulación de “Capital Humano” y en la


expansión de la “Capacidad Humana”. El primer concepto se encuentra en el carácter de
agentes (agency) de los seres humanos, que por medio de sus habilidades, conocimientos y
esfuerzos, aumentan las posibilidades de producción y el segundo se centra en su habilidad
para llevar el tipo de vida que consideran valiosa e incrementar sus posibilidades reales de
elección. Ambas perspectivas están relacionadas porque se ocupan del papel de los seres
humanos y en particular de las habilidades efectivas que éstos logran y adquieren.

“Las Distintas Caras de la Pobreza”

Sen también señala en la revista el País que: Aquellos a quienes les gusta el camino recto
tienden a resistirse a ampliar la definición de pobreza. ¿Por qué no mirar simplemente los
ingresos y plantear preguntas como: “Cuantas personas viven con menos de digamos uno o
dos dólares diarios”? Este análisis restringido toma entonces la forma sencilla de predecir
tendencias y contar a los pobres. Pero las vidas humanas se pueden empobrecer de muchas
maneras. Los ciudadanos sin libertad política ya sean ricos o pobres están privados de un
componente básico del buen vivir. Lo mismo se puede decir de las privaciones sociales como el
analfabetismo, la falta de sanidad, etc.

De hecho, el poder protector de la democracia para proporcionar seguridad se extiende mucho


más allá de la prevención de las hambrunas. Es posible que la democracia, que es valiosa por
derecho propio no sea siempre especialmente eficaz desde el punto de vista económico, pero
adquiera su importancia cuando la crisis amenaza y los económicamente desposeídos
necesitan la voz que la democracia les da.

Si tengo esperanza en el futuro es porque veo la exigencia cada vez más manifiesta de
democracia en el mundo y la convicción cada vez mayor de que la justicia social es necesaria.
Debemos tener una perspectiva de la pobreza suficientemente amplia como para asegurarnos
de que los pobres tienen una razón para la esperanza.

En Síntesis: Se aludió al concepto de Amartya Sen respecto a que la pobreza es “absoluta en


el plano de las capacidades y relativa en el plano de los productos básicos. En respuesta a la
pregunta de Malasia sobre la redefinición de la línea de pobreza para reflejar un mayor balance
entre características absolutas y relativas al dar mayor peso a las medidas de las capacidades,
se aclaró que la pobreza es el fracaso de un individuo para lograr un conjunto relevante de un
inadecuado empleo de los recursos.

El enfoque que tiene Amartya Sen acerca del problema social de la pobreza es muy
interesante, en la medida que él nos propone una dimensión de la pobreza que los métodos y
definiciones tradicionales no consideran y que es particularmente interesante que un
economista premio Nóbel lo plantee, y esta nueva dimensión es en concreto la ampliación de
las capacidades de los individuos que les permiten hacer y desarrollarse ellos como individuos
y no definirlos por la cantidad de dinero que poseen a nivel individual o familiar; lo cual les
permitiría comprar determinada cantidad de bienes o acceder a ciertos servicios considerados
como básicos; sino que nos permite ahondar en aspectos tales como: la calidad de la
educación, el nivel de desarrollo intelectual de individuo y por que no ir mas allá del simple
concepto burgués de la “Libertad y Democracia”, donde los pobres tengan no solo derecho a
protestar y votar en cada elección de sus autoridades; sino capacidad critica y reflexiva que les
permita participar activamente en las decisiones de estado que afectan su calidad de vida y
expectativas de desarrollo.

Dentro de esta óptica nosotros consideramos que la pobreza va mas allá de los aspectos
materiales y las necesidades inmediatas, y que esta abarca aspectos tan importantes como el
desarrollo de las capacidades sí, pero también de una personalidad definida del individuo que
le permita tener un grado de conciencia que sea el camino para una mayor participación y
desarrollo de sus habilidades, lo cual necesariamente se vera reflejado en un incremento de la
productividad individual, familiar y de la sociedad en su conjunto; cuando ubiquemos a las
personas en el lugar donde ellas logran su máximo desarrollo; pero también no podemos dejar
de lado que para lograr esto se deben de dar condiciones mínimas para el desarrollo de los
individuos como son: educación de calidad, una adecuada nutrición infantil y acceso universal a
la salud de calidad.
http://www.eumed.net/libros/2008c/425/La%20Pobreza%20y%20las%20Capacidades%20Enfoque
%20de%20Amartya%20Sen.htm

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