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¿El agresor de Eyvi Ágreda debe ser

condenado a cadena perpetua?


"Solamente quería desfigurarla" ha manifestado fríamente el criminal, quizás en
un intento por ser exculpado del delito de feminicidio en grado de tentativa
POR
DANTE MORALES TAQUIA
-
ABRIL 27, 2018
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El último martes 24 de abril, fuimos testigos de cómo el caso de agresión contra


la joven Eyvy Ágreda (22) conmocionó a la sociedad peruana en su conjunto.
Ella y otras diez personas resultaron heridas tras un ataque perpetrado por el
acosador Carlos Javier Hualpa Vacas (37), quien antes de infligirle daño
directamente, expresó: “Si no eres mía, no eres de nadie”, según una testigo. El
bus en el que viajaba, de la ruta Chorrillos – San Juan de Lurigancho, transitaba
normalmente hasta que el agresor, completamente encapuchado, roció con
gasolina a Eyvi y le prendió fuego. Ella terminó con el 60% de su cuerpo
calcinado.

Lea también: Fiscalía formaliza denuncia por intento de feminicidio a


agresor de Eyvi Ágreda

Los médicos han manifestado que la agraviada necesitaría unas 10 cirugías para
restablecerse, en un lapso de tres meses. El Ministerio de la Mujer de
Perú (MIMP) ha calificado el hecho como un “intento de feminicidio” y ha
garantizado el apoyo psicológico, social y jurídico para la familia de Eyvi. La
policía no tardo mucho en capturar al principal sospechoso, quien negó en un
primer momento ser el responsable de tan atroz crimen. Al verse acorralado
por las pruebas, confesó la tarde del jueves haber planificado con un mes de
anticipación el delito.

Ver imagen en Twitter


Policía Peruana
✔@PoliciaPeru

Capturamos a presunto autor por el delito Contra la Vida, el Cuerpo y la Salud -


Tentativa de Feminicidio en agravio de Eyvi Agreda Marchena quien sería el
responsable de haber prendido fuego en un ómnibus de transporte público.
#CallesSeguras #SeguimosTrabajando
13:20 - 25 abr. 2018 · Peru

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“Solamente quería desfigurarla” ha manifestado fríamente el criminal, quizás en


un intento por ser exculpado del delito de feminicidio en grado de tentativa. Lo
cierto es que el sujeto venía siguiendo a Eyvi Ágreda desde hace varios meses, y
se enardeció ante la negativa de la muchacha de iniciar una relación sentimental
con él. Trasciende en los medios que ellos fueron compañeros de trabajo en el
restaurante de una universidad y que su amistad se habría cortado por el acoso
que venía sufriendo la joven estudiante de negocios internacionales.

Lea también: Publican informe «Feminicidio: determinantes y evaluación del


riesgo» (febrero, 2018)

El acoso es un problema profundo en el Perú, donde 7 de cada 10 mujeres han


sido víctimas de agresiones psicológicas, físicas o sexuales en el país según el
INEI. En lo que va del año, la Defensoría del Pueblo ha registrado 32
feminicidios y 82 intentos, más que el total del año pasado. Lo que muchos
señalan como un problema de salud mental generalizado, parece tener raíces más
profundas. A la nula orientación psicológica que reciben los ciudadanos
peruanos, se suma el escaso esfuerzo que se hace desde el gobierno para erradicar
el machismo del sentido común de la sociedad, tal como expone la Asociación
Psiquiátrica del Perú en su último pronunciamiento.
Pronunciamiento de la Asociación Psiquiátrica del Perú
En el lamentable caso que nos convoca a esta reflexión, el perfil psicológico del
agresor “no evidencia deterioro cognitivo ni alteración psicopatológica que le
impidan percibir y evaluar la realidad. Además, denota un nivel de
intelectualidad de Normal Promedio”. La excusa de la inimputabilidad parece
desvanecerse con los resultados de la mencionada pericia.

¿A qué podría apelar el agresor de Eyvi para librarse de una condena


alta? Su abogado, Mario Javier Arribas Chimpen, ha señalado que convenció a
su patrocinado de acogerse a la confesión sincera, que lo podría favorecer con
una pena de hasta una tercera parte por debajo del mínimo legal. Ya expertos
como César Nakazaki y la propia Fiscalía, han descartado que esto sea posible
en un supuesto de flagrancia.

César Nakazaki@CesarNakazaki

La confesión sincera sólo opera cuando puede brindar información que aún no
tiene el fiscal, pues una exigencia es la utilidad. Razón por la que no aplica al
agresor de mujer quemada.
6:39 - 27 abr. 2018

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Lea también: No procedería acumulación de la terminación anticipada y


confesión sincera a procesados por feminicidio

También mencionó la defensa la posibilidad de acogerse a la terminación


anticipada. Al admitir su culpabilidad en el caso, podría recibir este
beneficio, reduciéndose la pena en una sexta parte del total, como establece el
artículo 471 del Código Procesal Penal del 2004. La Segunda Fiscalía Provincial
Penal de Lima ha actuado con firmeza al realizar la denuncia penal contra Carlos
Javier Hualpa Vacas por el delito de feminicidio agravado en grado de
tentativa. Asimismo, se indicó que también hay una denuncia penal contra
Hualpa Vacas por los delitos de lesiones graves y peligro común en agravio de
los pasajeros del ómnibus.

César Nakazaki@CesarNakazaki
Eyvi Agreda es víctima de tentativa de feminicidio, no de lesiones; el medio
empleado para ataque, incendiar a la víctima, prueba dolo de matar y no de
lesionar.
6:41 - 27 abr. 2018

391

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Al respecto, veamos lo que señala el Código Penal en el caso del delito de


feminicidio, regulado en el artículo 108-B:

“Artículo 108°-B.- Feminicidio

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años el que
mata a
una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes contextos:

1. Violencia familiar;

2. Coacción, hostigamiento o acoso sexual;

3. Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le


confiera
autoridad al agente;

4. Cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de


que
exista o haya existido una relación conyugal o de convivencia con el agente“.

Lea también: Delito de feminicidio agravado en grado de tentativa [R.N. 174-


2016, Lima]

Eyvi Ágreda era estudiante de negocios internacionales


Asimismo, en cuanto a las agravantes, el mismo artículo remite a las que están
establecidas para el delito de homicidio calificado, regulado en el artículo 108:

“Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años el que
mate a
otro concurriendo cualquiera de las circunstancias siguientes:

1. Por ferocidad, codicia, lucro o por placer.

2. Para facilitar u ocultar otro delito.

3. Con gran crueldad o alevosía.

4. Por fuego, explosión o cualquier otro medio capaz de poner en peligro la


vida o
salud de otras personas“.

Además, el artículo 108-B tiene un penúltimo párrafo tajante al respecto:

“La pena será de cadena perpetua cuando concurran dos o más circunstancias
agravantes”.

El juzgado deberá graduar en razón de lo expuesto, sabiendo de antemano que


ante el supuesto atenuante genérico de la tentativa, hay hasta tres agravantes
que deberían acercar la pena a la cadena perpetua. Esto sin contar el
concurso real de delitos por los otros casos de lesiones graves en contra de los
ciudadanos que se encontraban en bus donde se cometió el ataque. Si hay algo
que estuvo claro desde el primer momento, es que este doloroso caso es solo la
expresión de un profundo problema de violencia de género en el país, que las
autoridades, hasta ahora, no están combatiendo pertinentemente.

Extracto de las declaraciones del agresor





Mark Keny Alata Fernandez ·


Universidad Nacional Federico Villarreal
Opino que hay un error de apreciacion por parte del autor del presente articulo, al
considerar que existiría un "Concurso Real" debido a las demás vícitmas del hecho.
Teniendo en consideración que de acuerdo a los hechos descritos, las lesiones de varias
personas han resultado consecuencia de un solo acto, y no de varias acciones
independientes, por lo que estariamos ante la figura del "Concurso Ideal" pese a la
pluralidad de victimas, y por tanto no se aplicaria sumatoria de penas, sino solo se
aplicaria la pena del delito mas grave, que en el presente caso sería el de Tentativa de
Feminicidio.
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Julian Mariano Ramirez Colonia ·
Contador Publico at Alkapalka Contratistas Generales SAC
No se preucupen, le aplicarán la Ley del Talión.
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Claudia Bazán Guzmán ·
Fashion Modeling at Modelaje Y Pasarela
A la agravante que nos debemos remitir del art. 108 del C.P es a la número 4 referente a
"homcio calificado por FUEGO, explosión o cualquer otro medio capaz de poner en
PELIGRO LA VIDA O SALUD DE OTRAS PERSONAS (pasajeros)". No concurren las
demás agravantes que se han subrayado, ni en cuanto al tipo objetivo ni subjetivo.
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Jose Carlos Mendoza Garcia ·
Abogado at José Mendoza Abogados
Atenuantes privilegiadas es diferente a las agravantes del tipo penal. Hay que revisar
antes de publicar.
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Silvia Fabiola Laguna ·
Gerente Administrador at Studio Silvia Laguna
La niña es una persona muerta en vida....y ..eso es peor que la muerte...
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¿Cómo contar mi teoría del caso en el


alegato de apertura?
POR

LEGIS.PE

MARZO 3, 2018

23159
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El alegato de apertura es un reto esencial del litigante, porque se trata de la más


importante oportunidad para presentar su teoría del caso ante el juzgador. Por
medio del alegato los jueces tomarán por primera vez contacto oral con los
hechos y antecedentes que fundamentan su historia, su teoría del caso, que no es
otra cosa que una perspectiva, un punto de vista, o mejor dicho, un ángulo desde
el cual se mira la prueba, de tal manera que si el juez o tribunal mirasen desde
allí verían lo que el litigante ve.

Lea también: Veinte consejos prácticos para ejercer la abogacía

Así las cosas, el alegato de apertura es fundamental porque es la ocasión perfecta


para ofrecer al juez ese «ángulo visual», y la oportunidad inmejorable para
configurar nada menos que su «disposición mental hacia nuestra versión de los
hechos».
Por esta razón se ha dicho que muchos casos se ganan o se pierden con la
exposición de la teoría del caso. Y es que la naturaleza humana es muy
susceptible a dejarse llevar por la primera impresión y hacer juicios con la
primera información que se recibe. Así, pues, la impresión que genera nuestra
historia al ser contada por vez primera puede ser incluso más importante que la
propia prueba, aunque no lo crea.

Lea también: ¿Qué clase de persona se requiere para ser un abogado


litigante?

Legis.pe comparte con ustedes cinco principios del storytelling o narración


preparado por David Dolkas para The Recorder, que le servirán para contar de
manera efectiva su teoría del caso.

1. Entender, comprometerse y usar el poder de persuasión de la narración

Si hacemos un pequeño ejercicio sobre lo que han sido nuestras vidas podremos
darnos cuenta que crecimos oyendo historias. Podemos recordar más de alguna
historia de nuestros abuelos, de nuestros tíos y hasta de nuestros maestros de
escuela, esas historias que se llegan a contar en casa luego de clases porque
provocaron algo en nosotros. Contamos nuestras experiencias a través de
pequeños relatos y nos emocionamos al oír una canción porque entendemos la
historia que nos trata de mostrar. Chris Anderson, el curador de Ted
Conference está de acuerdo: «Todos sabemos que el ser humano está conectado
para oír historias… Cuando pienso en presentaciones irresistibles, pienso en
llevar a la audiencia a través de un viaje», escribió en un artículo de Harvard
Business Review el año 2013. Una presentación exitosa en Ted Talks, es la que
causa en la audiencia «una transformación en la forma de ver el mundo»,
según Anderson. Las historias resuenan emocionalmente en nosotros porque
«despiertan algo en la audiencia que hace que sientan la historia como propia»,
dice la autora y abogada litigante Stephanie Kane.

Vídeo: Cómo ser abogado penalista, por Alberto Giordano

2. Planificar cómo termina la historia y la transformación que se quiere ver


en la audiencia
La audiencia está ansiosa y expectante por ser conmovida. Por ello, el abogado
litigante debe pensar en el contenido del mensaje. En este sentido, debe pensar
como un director de cine (al visualizar su historia a través de fotografías y
contenido visual el abogado debe hacer este ejercicio). Los guionistas saben muy
bien cómo crear esta sensación, comienzan un guión pensando en el final de la
historia y enfocándose en la incógnita de cómo finalizará. Tres claves
importantes para este proceso:

Lea también: Cosas que debes saber antes de meterte en un juicio

a. ¿Cuál es la conclusión intelectual que quiero que mi audiencia (juez o jurado)


alcance después de presentada la evidencia?

b. ¿Cuál es la transformación emocional que quiero que mi audiencia


experimente? Y

c. ¿Cómo termina la historia? ¿Manteniendo el status quo (las cosas deben


mantenerse como están) o cambiando el status quo (una nueva normalidad)?

Lea también: Cómo mejorar la forma de exponer el alegato

3. Determinar el tema de la historia

Toda buena película tiene una frase o una palabra que controla y determina la
esencia de la historia. En la escena inicial de El Padrino, Michael Corleone (el
personaje principal) comparte una historia sobre su jefe/padre del crimen. Su
padre puso una pistola en la cabeza de un productor de cine donde le dice que
tendría sus sesos o su firma en el documento del contrato. «Esa es mi familia,
Kay, no soy yo». En esta parte del diálogo, Michael define el tema de la historia
y captura la esencia del tema, que es su transformación en un jefe de mafiosos.
Para comenzar, pregúntate: ¿qué línea o frase define o captura la esencia de la
historia? La respuesta definirá tu tema.

Lea también: ¿Es realmente necesario proponer el interrogatorio de la parte


contraria?
4. Considera y aplica uno o más puntos de las claves de la narrativa

Los componente esenciales de una historia son tres: 1. personajes; 2. Conflicto;


3. resolución o cambio. Pensemos en cualquier buena película que hayamos
visto. La obra mantiene nuestra atención porque estamos comprometidos y
entretenidos con un personaje interesante que tiene un conflicto en particular
(puede ser alcanzar una meta o resolver un problema ineludible). La historia se
desarrolla a través de ese tema y de pronto nuestro personaje sufre un cambio que
da un giro en la historia. Este cambio puede ser una transformación positiva o
negativa.

Lea también: 25 excusas que le dicen los abogados a su cliente luego de


perder el juicio

Por ello siempre intentaremos encontrar a los personajes claves dentro de nuestro
caso. Alguien que pueda ser relacionado con los eventos directos del caso. En
muchos casos complejos puede ser difícil hallar a los personajes claves, ya sea
porque ya no están presentes o porque se han distanciado de, por ejemplo, la
empresa y han tomado sus propios caminos. Es difícil tener a un testigo sentado
en la silla que sea uno de los protagonistas del caso. En esta situación
intentaremos hallar una causa a nuestro caso. ¿Queremos que se cumpla la
integridad de una promesa? ¿Queremos que se entienda que el caso es demandar
a una empresa o al gobierno por el incumplimiento de un contrato?

5. Transformar los antecedentes en beneficios

Generalmente se presenta una lucha entre los antecedentes y los beneficios que
estos puedan traer al caso. Los antecedentes los relacionamos con la información
y datos de una compañía, los productos, los eventos o las demandas. Los
beneficios se centran en cómo los antecedentes ayudan a entender a la audiencia.

Lea también: Ocho consejos para hacer un buen interrogatorio

El equipo legal estará enfocado en reunir todos los hechos y antecedentes y


probablemente maneje a la perfección los beneficios de su causa. El grupo puede
haber pasado años recopilando información sobre una causa y se siente
apasionado y comprometido con el tema. Sin embargo, la audiencia se enfrenta
por primera vez al caso y es posible que no esté tan motivada como el equipo por
encontrar los beneficios que proponen los antecedentes, por esto es necesario
hacerle comprender todos los matices de la historia.

Lea también: ¿Cómo ganarse el respeto de los jueces?

Para crear una buena narrativa en el caso es importante que el abogado litigante
comience a cambiar su foco de atención. Debe pensar más como un director de
cine que como un abogado y debe ser capaz de transformar los antecedentes en
beneficios para la audiencia. Siempre hay que tener presente que la audiencia se
estará preguntando: ¿por qué el abogado me está presentando esta perspectiva?,
¿qué tiene esto de valioso o cómo me ayuda esto a entender el contexto?, ¿cómo
este antecedente hace que la historia sea coherente? Es indispensable hacerse
estas preguntas antes de la realizar el guión de nuestra presentación

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Prisión preventiva y prueba, por


César San Martín Castro
POR

SANDRA GUTIERREZ IQUISE

MAYO 2, 2018

3231

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.
Sumario*: I. Introducción; II. Elementos de convicción; III. Valoración y
estándar de decisión; IV. Bibliografía básica.

I. Introducción

1. Puede definirse la prisión preventiva, regulada en Perú en los artículos 268-


285 CPP, en términos propuestos por Gimeno Sendra, como la medida de
coerción personal más gravosa del ordenamiento jurídico que surge como
consecuencia de una resolución jurisdiccional, debidamente motivada, de
carácter provisional y duración limitada, y que se adopta en el seno de un proceso
penal, por la que se priva del derecho a la libertad personal, de ambulatoria más
precisamente -que es un derecho fundamental de carácter preeminente-, fundada
en la comisión de un delito grave y en quien concurre un peligro de fuga
suficiente para presumir racionalmente que se ausentará a las actuaciones del
proceso -que es el paradigma del periculum libertatis-, o un riesgo razonable de
ocultación o destrucción de las fuentes de prueba. Se requiere, como acota
ASENCIO MELLADO, la configuración de un peligro concreto y fundado de
fuga o de obstrucción, explicitado en el auto judicial, de modo tal que sea
instrumental del proceso al cual se preordena.

Lea también: Lea la sentencia que revocó la prisión preventiva de Ollanta


Humala y Nadine Heredia

Su finalidad procesal es asegurar la presencia del imputado durante la


celebración de la causa para asegurar el desarrollo del proceso penal declarativo
de condena y la ejecución de la futura y eventual sanción penal a imponer
[ARAGONESES]. La prisión preventiva no solo requiere un fundamento
razonable (sospecha grave y fundada), sino que no tiene un carácter retributivo,
propio de la pena, y además no puede utilizarse con la finalidad de impulsar la
investigación el delito u obtener pruebas o declaraciones; ya que con tales fines
la privación de libertad excede los límites constitucionales (STCE 128/1995, de
26 de julio).

Lea también: La motivación de la resolución de prisión preventiva según el


TC

2. Entre las notas características más relevantes de la prisión preventiva se tiene:

1°. Su absoluta jurisdiccionalidad.

2°. Su patente excepcionalidad y no obligatoriedad -lo normal es esperar el juicio


en libertad-, por lo que rige el principio del favor libertatis o de in dubio
prolibertate.

3°. La vigencia plena de los principios transversales, todos ellos de jerarquía


constitucional, residenciados en los propios alcances de cada derecho
fundamental afectado, de intervención indiciaria y de proporcionalidad -divido
ambos principios, en la línea fijada por MARTÍN MORALES-. Es de acotar que
la apreciación de los graves indicios -procedimentales- de criminalidad o
sospecha vehemente no constituye una presunción de culpabilidad del imputado,
únicamente implica la existencia de motivos razonables que permiten afirmar la
probable comisión de un delito por el eventual destinatario de la medida (STCE
108/1994, de 11 de abril).
4°. Su provisionalidad y temporalidad, de suerte que (i) los requisitos exigidos en
el momento inicial de su adopción no son necesariamente los mismos a
considerar para su mantenimiento, pues el mero transcurso del tiempo puede
hacer que el riesgo de destrucción del material probatorio, por ejemplo,
desaparezca ulteriormente, o que, también como ejemplo, el riesgo de fuga
disminuya para imponer y prolongar la prisión preventiva (STSCE 37/19967, de
112 de marzo); y, (ii) su duración viene condicionada al cumplimiento de plazos
legales, considerados como máximos, lo que puede significar que, en cada caso
concreto, pueda concebirse un plazo menor, atendiendo, por un lado, a la
duración efectiva de la prisión preventiva y, por otro, a la naturaleza y
complejidad de la causa, la actividad desplegada por la fiscalía y el órgano
judicial, y al comportamiento del imputado (STCE 987/2002, de 29 de abril). Es,
pues, una medida estrictamente necesaria, de aplicación subsidiaria, provisional y
proporcionada a los fines que, constitucionalmente la justifican y delimitan
(STCE 128/1995, de 26 de julio).

3. El primer principio transversal, intervención indiciaria, exige una determinada


carga cuantitativa de sospecha del hecho delictivo (constancia de una infracción
penal) y de la vinculación del imputado con aquel. Está en relación a la
existencia de los hechos delictivos imputados y de la vinculación del imputado
con ellos, que se resuelve en mérito a los denominados “elementos de
convicción” existentes al momento de decidir su procedencia (actos de
investigación inculpatorios necesarios apreciar en clave de un estándar de grave
probabilidad delictiva). Está en función al presupuesto material del fumus delicti
comissi. Requiere, como dice Roxin, de un alto grado de probabilidad de que el
imputado ha cometido el delito y de que están presentes todos los presupuestos
de la punibilidad y de la perseguibilidad: alto grado de probabilidad de una
condena. Opera como conditio sine que non de la adopción y mantenimiento de
tan drástica medida de coerción (STCE 128/1995, de 26 de julio). La STEDH
Stogmuller, de 10 de noviembre de 1969, de igual manera, insistió en la
constatación de sospechas razonables de responsabilidad criminal que como
conditio sine que non de la adopción y del mantenimiento de tan drástica medida.

4. El segundo principio transversal, proporcionalidad, en la línea de GONZÁLEZ


CUELLAR-SERRANO, requiere, de un lado, como presupuestos, (i) el principio
de tipicidad procesal o reserva de ley -seguir escrupulosamente las pautas
normativas, bajo una interpretación restrictiva de sus elementos-;
y, (ii) motivación reforzada en relación a los presupuestos materiales que
justifican la limitación del derecho a la libertad deambulatoria (justificación
teleológica). De otro lado, a tono con las reglas de excepcionalidad y
subsidiaridad, se precisa el cumplimiento de los requisitos de necesidad,
idoneidad, y estricta proporcionalidad o ponderación. La prisión preventiva no es
automática ni indiscriminada. Siempre debe perseguir fines legítimos que se
expresan a través de los riesgos de fuga y de obstaculización –en Perú, se sigue la
teoría de los dos peligros, que descartó rotundamente el denominado “peligro de
reiteración delictiva”–.

5. La proporcionalidad, conforme al artículo 268 del CPP, según la Ley 30076,


de 19-8-2013, está vinculado a los denominados “motivos de prisión” –
el periculum libertatis, concreción de ese principio en sede de medidas de
coerción, nos remite a los riesgos relevantes, y éstos, a las finalidades
constitucionales legítimas de esta medida [Gutiérrez de CABIEDES]–. La prisión
preventiva debe ser adecuada al fin u objetivo que con ella se pretende, debe
recurrirse a la misma cuando no exista otro modo de actuar que, siendo
igualmente operativo para la finalidad que se pretende, resulte menos restrictivo
de los derechos de quien soporta la limitación, y debe concurrir una razonable
correspondencia entre el perjuicio individual vinculado a la medida y el valor
jurídico que de su aplicación se pretende (Auto TSE, Magistrado Llarena Conde,
causa 20907/2017, de 9 de noviembre). Así se tiene que en clave de gravedad del
delito o estricta proporcionalidad: la pena concreta debe ser superior a los cuatro
años de privación de libertad; y, en clave de idoneidad y necesidad, debe
valorarse la presencia de riesgo de fuga o de obstaculización de la actividad de
esclarecimiento. El primer riesgo o peligro tiene que ver con la disposición del
imputado de ocultarse y hacer mal uso de su libertad, es el riesgo de fuga -que es
el paradigma del periculum libertatis-; busca garantizar la presencia o
disponibilidad física del imputado durante la pendencia del proceso penal, para
asegurar su propio y cabal desarrollo, así como la eventual ejecución de la
sentencia [Gutiérrez de CABIEDES]. El segundo riesgo está en función a la
concreción de actividades que importen interponerse a la actividad de
esclarecimiento; busca proteger el proceso jurisdiccional -o sea, la investigación
y las fuentes de prueba- frente a actuaciones ilícitas del imputado dirigidas a
dificultar o imposibilitar su obtención o práctica [Gutiérrez de Cabides].
También, en relación a estos riesgos, se requieren sospechas concretas, aunque
de menor intensidad en el caso del segundo presupuesto material, que permitan
inferir fundadamente los riesgos que buscan superarse. La situación personal,
familiar, laboral del imputado, su digamos “moralidad”, en el caso del primer
riesgo (fuga) son esenciales para sostener esta prognosis de peligrosismo
procesal. Como pauta hermenéutica, pueden citarse la Sentencia Plenaria 1-
2017/CIJ-433, de 11 de octubre de 2017, y las sentencias casatorias 631-2015,
Arequipa, de 21 de diciembre de 2015, y 626-2013, Moquegua, de 30 de junio
de 2015.

II. Elementos de convicción

6. La sede natural -aunque no la única- de las medidas de coerción en el proceso


penal es la etapa o procedimiento de investigación preparatoria. La etapa de
investigación preparatoria, a diferencia de otros procesos, solo existe en el
proceso penal y está regulada por la Ley [Gimeno] -en el proceso penal puede
presentarse una excepción a la existencia previa de actos de investigación
formalizados, que se da en el procedimiento inmediato: artículos 446-448, según
los Decretos Legislativos 1194, de 30-8-2015, y 1307, de 30-12-2016-.

La investigación preparatoria puede definirse como el conjunto de actuaciones,


dirigidas o, en su caso, realizadas por el Ministerio Público tendentes a averiguar
la realidad de un hecho reputado delictivo, sus circunstancias, la persona de su
autor o partícipe, a fin de fundamentar la acusación y las pretensiones de las
demás partes, incluyendo la resistencia del imputado [San Martín]. Si bien su
función genérica es preparar el juicio oral, específicamente en ella se llevan a
cabo: (i) actos de investigación para averiguar la preexistencia y tipicidad del
hecho y su autoría, se disponen (ii) medidas de aseguramiento de fuentes de
investigación o de prueba, y se adoptan (iii) medidas limitativas de derechos para
garantizar los fines del proceso. Es de resaltar, desde su contenido, la realización
en ella de actos de investigación y, en su caso, de prueba preconstituida y, más
avanzado el procedimiento de investigación preparatoria, de prueba anticipada.

7. Lo expuesto determinará que lo que las partes procesales y el juez, desde el


aporte del fiscal, cuenten en esta fase o procedimiento de investigación
preparatoria serán, preponderantemente, actos o medios de investigación, cuyo
régimen jurídico, sin duda, es diferente, menos exigente, que el de actos o medios
de prueba. Ambos se unifican bajo la categoría, acuñada por GIMENO
SENDRA, de actos de aportación de hechos. Solo rige, cuando corresponde, el
principio de posibilidad de contradicción en su ejecución, salvo cuando se
decreta el secreto de la investigación preparatoria -de cuya legitimidad no existe
duda alguna-. En todo caso, siempre se ha de constar en las actuaciones
procesales algunas diligencias a partir de las cuales puede decirse que hay
probabilidad de delito y de que una determinada persona es culpable del mismo
(STSE 241/2009, de 13 de marzo).

Desde luego, la condición de su utilización para determinar la medida de prisión


preventiva es su estricta legalidad –la reciente STC 4780-2017-PHC/TC, de 26
de abril de 2018, destacó esta exigencia, en relación por ejemplo a los audios del
caso Madre Mía que no fueron debidamente incorporados al procedimiento
coercitivo–. La ley fija los requisitos para la actuación o ejecución de los medios
de investigación y, antes, para la obtención de las fuentes de investigación o de
prueba, esencialmente cuando es del caso, en el proceso de conocimiento,
restringir derechos del afectado. El incumplimiento de las reglas esenciales en
alguno de estos niveles hace que el medio de investigación, por ilícito, sea
inutilizable.

Nuestro Código Procesal Penal denomina a estas actuaciones “elementos de


convicción”, sin duda para hacer referencia al resultado de los actos o medios de
investigación, al aporte de conocimiento que brindan, a la información que
incorporan, y, por tanto, a la adquisición -siempre intermedia- del
convencimiento judicial. No se requiere de prueba, en sentido estricto, pues la
verdadera prueba es la actuada en el plenario, con arreglo a los principios de
contradicción plena, oralidad, publicidad y concentración. Solo se necesitan
datos inculpatorios que fluyen de los elementos de convicción que apoyan la
presunta intervención delictiva del imputado, “…pero no suponen una prueba en
extenso sobre ¡os elementos reunidos en ¡a causa, que solo en el momento del
juicio oral han de valorarse” (ATCE 68/2002, de 2 de abril).

III. Valoración y estándar de la decisión


8. Uno de los presupuestos generales de toda medida de coerción personal, en
tanto importa la restricción de un derecho fundamental, es la motivación
reforzada del auto judicial que la acuerda. La motivación debe incidir, primero,
en los dos presupuestos materiales de la prisión preventiva: (i) presencia de
sospecha grave o vehemente -es decir, sospecha racional y considerable o
trascendental, o “elevadísimo índice de certidumbre y verosimilitud acerca de la
intervención del imputado en el hecho delictivo” [JORGE BARREIRO]-, y (ii)
existencia de peligrosismo -que es el elemento teleológico y principal de la
prisión preventiva-; y, segundo, en el examen jurídico de la punibilidad y de la
perseguibilidad del hecho. Es decir, ésta recae sobre los principios de
intervención indiciaria y de proporcionalidad.

Ya se dejó expuesto que el estándar para apreciar los actos de investigación


acopiados hasta ese momento es la sospecha fundada y grave (art. 268.1 CPP).
Esto es, alto grado de probabilidad de que están presentes los elementos de la
punibilidad y de la perseguibilidad [ROXIN], así como de la intervención del
imputado en su comisión. Sin duda, no se requiere certeza -propia de la fase
plenarial, de la actividad probatoria plena-, pero sí algo más que sospecha inicial,
sospecha reveladora y sospecha suficiente, circunscriptas a los supuestos para
decidir las diligencias preliminares, la inculpación formal y la acusación y auto
de enjuiciamiento (artículos 329, 336 y 344 CPP). El criterio, en estos casos, es
meramente cuantitativo: cuando es muy probable que tras el juicio oral se
condene al imputado-. Probabilidad, a diferencia de la certeza, como plantea
MAIER, significa un acercamiento plausible al éxito de la acción emprendida,
esto es el juicio del sujeto cognoscente que estima haberse acercado al resultado
buscado, el resultado de la verdad, aunque reconoce no haber alcanzado
totalmente; en otras palabras, no está convencido de estar en posesión de la
verdad, pero creo que se ha aproximado a ella –certeza, en cambio, expresa el
juicio positivo del sujeto cognoscente acerca del resultado de la actividad
cognoscitiva: quien está convencido de haber alcanzado la finalidad de la acción,
esto es, de conocer la verdad–. Son los medios de investigación los que permiten
formular un juicio de verosimilitud o de probabilidad, provisional e indiciario, es
decir, de probable responsabilidad criminal [BARONA VILAR]. A esto último
se denomina “probabilidad positiva” de la responsabilidad del imputado, es decir,
cuando los elementos afirmativos sobre la comisión del hecho delictivo por parte
del imputado son francamente superiores a los negativos [Llobet]. Ello, en modo
alguno, significa que un análisis más intenso deba hacerse en sede del
procedimiento intermedio –como con justa causa cuestiona, por ejemplo, la
citada STC 4780-2017-PHC/TC– y, menos, que se omita valorar actos de
investigación aportados por la defensa.

9. Empero, este estándar, propio para realizar una prognosis de culpabilidad


procesal desde datos inculpatorios sólidos (elementos de convicción), varía
cuando se trata de apreciar el peligrosismo procesal. Es menos intenso, aunque la
sospecha -presencia de un nivel mínimo, pero razonable, de información acerca
del peligro de fuga o de entorpecimiento- siempre ha de estar presente. Este
doble estándar -según el fumus delicti comissi y según el periculum libertatis– es
explicable no solo porque, formalmente, la ley expresamente menciona un juicio
de verosimilitud más intenso respecto de las circunstancias acreditativas del
hecho delictivo y de la vinculación del imputado en su comisión; sino porque,
materialmente, el juicio sobre la prognosis de fuga o de obstaculización -que son
las denominadas por ORTELLS: situaciones constitutivas del riesgo- es más
complejo y con mayor nivel de arbitrio judicial, aun cuando está anclado en
determinados criterios criminalísticos como datos a tener presente (por ejemplo,
comportamiento en otros procesos, antecedentes penales, arraigo, etcétera) -
ORTELLS las denomina “circunstancias acreditativas del riesgo o peligro”: datos
con base en los cuales puede el juez apreciar y declarar la existencia del peligro,
y que actúan como indicios que denotan el riesgo de huida-, y, como tal,
requieren de un complemento subjetivo de muy difícil concreción. En la
determinación del periculum libertatis se exige al Juez, enseña NIEVA, a
construir una perspectiva de futuro, tratando de averiguar qué es lo que sucederá
si no se adopta la prisión preventiva.

10. Un punto que está adquiriendo notoriedad, en los casos que vienen
tramitándose en la actualidad, y que se relaciona con el estándar de sospecha
grave o vehemente que se requiere para dictar prisión preventiva, está referido a
la utilización de las declaraciones, documentos y demás elementos de convicción
que se obtienen en el curso de los procesos por colaboración eficaz, en fase de
corroboración. Sobre el particular, en el país se cuenta con preceptos precisos.
Rigen los siguientes artículos del Código Procesal Penal reformados por
el Decreto Legislativo 1301, de 30-12-2016: (i) 476-A -cuando el proceso
culminó favorablemente a la colaboración-, (ii) 481 -cuando se rechaza el
acuerdo de colaboración-, y (iii) 481-A -cuando el proceso de colaboración está
en trámite-.
El problema, desde la perspectiva de la licitud de su utilización, se presenta
básicamente con las exigencias de contradicción en la actuación del acto de
aportación de hechos de naturaleza personal. Cabe aclarar que las actuaciones en
el proceso de colaboración eficaz son meramente investigativas o sumariales y,
por tanto, se regulan conforme a los actos de investigación legalmente previstos -
es claro, por lo demás, que los actos de investigación son prácticamente
coincidentes con los actos de prueba [GÓMEZ COLOMER]-. El proceso de
colaboración eficaz, a diferencia del proceso común, es reservado en las
actuaciones de corroboración -en el común se trata de una fase participativa-.
Ahora bien, esta situación sui generis, pero razonable dentro de la lógica de
corroboración, no es que per se hace inutilizables esas declaraciones, sino que tal
déficit debe superarse acudiendo a la doctrina de la Gran Sala del TEDH recaída
en la sentencia Al-Khawawaja y Tahery c. Reino Unido, de 15-12-2011;
reiterada en la sentencia Schatschaschwili c. Alemania, de 15-12-2015.

Por tanto, según esa doctrina, existen tres criterios de comprobación, que han de
analizarse en conjunto: (i) si había un motivo justificado para la no contradicción
en la actuación del acto de aportación de hechos -sin duda, en el presente caso,
existe una autorización legal y, en la mayoría de los casos, el proceso está en fase
de corroboración-; (ii) si la declaración en cuestión sería el fundamento único o
determinante para la decisión -es de analizar el peso de ese testimonio, pero en
todo caso rige la regla de inutilización prevista en el artículo 158.2 del CPP (para
declaraciones de colaboradores), por lo que deben existir otros actos de
investigación que convergentes con tal declaración-; y, (iii) si había elementos de
compensación, principalmente sólidas garantías procesales suficientes para
contrarrestar las dificultades causadas a la defensa y asegurar la equidad del
procedimiento -a más importancia de las declaraciones sin contradicción más
sólidos los elementos de compensación-. Estos elementos de compensación están
en función no solo a la coherencia, precisión y detalle circunstancial del
testimonio incriminador; sino también, y preponderantemente, la existencia de
otras pruebas que corroboren el testimonio único o preponderante -informes
periciales, testificales, prueba material, actas de incautación o de intervención,
etcétera-. Esta doctrina ha sido correctamente seguida por la STSE 182/2017, de
22 de marzo.

11. ¿Cómo puede determinarse si existe un riesgo de fuga o un riesgo de


obstaculización? La regla es que el peligro siempre debe determinarse con base a
criterios abstractos sino con -el principio de igualdad juega un papel central en
este análisis- [Llobet].

En principio, y preliminarmente a la valoración, debe tenerse presente que se


debe atender individualmente a (i) la naturaleza del hecho y a la gravedad de la
pena esperable -circunstancias del hecho atribuido en sentido estricto, gravedad
del delito y entidad de la conminación penal-, así como a (ii) las circunstancias
concretas y personales del imputado. En este último caso se requiere examinar,
primero, el arraigo patrimonial, laboral o profesional, familiar y social; segundo,
la facilidad de movimientos: estado de salud, conexiones con otros países,
medios económicos); y, tercero, los antecedentes judiciales y/o penales, así como
los comportamientos realizados en otras causas -se trata de datos de carácter
subjetivo que exigen una valoración integral y concreto- [Rivera]. Estos datos o,
mejor dicho, indicadores materiales -que están en condiciones de materializar la
fuga- no se aprecian de modo automático o imperativo; deben evaluarse de
conformidad a la situación que se quiere cautelar [ASCENCIO Mellado].
Además, ha de individualizarse la diferente participación, en caso de pluralidad
de intervinientes, que haya podido tener cada imputado, si es que de ella se puede
desprender, desde la ley, un menor reproche punitivo.

Tratándose de peligro de obstaculización, sin duda de menor posibilidad


expansiva según el tiempo transcurrido, el juez debe evaluar, en cuanto a las
circunstancias acreditativas de ese riesgo, siempre expuestas con carácter
general, las circunstancias y características personales del imputado -que revelan
la real capacidad de materializar la actuación ilegítima que pretende conjurarse-,
la concreta disposición del imputado a obstaculizar las pruebas, esto es, la
averiguación de las fuentes de prueba en curso que podría ser obstaculizada por
el imputado en libertad [NIEVA] -no puede tratarse de un posible riesgo, sino de
uno fundado y concreto-, y la actuación durante el proceso de la destrucción e
impedimento ilícito de la obtención o práctica de pruebas.

Es indudable que, dentro de estos baremos, el juez ha de tener puntos de apoyo


fácticos, que se sustentan, siempre, en medios de investigación, para realizar este
análisis. También es patente que el criterio de las circunstancias concretas y
personales del imputado no puede ser exigible plenamente inicialmente, porque,
en función al escaso tiempo que puede haber tomado una específica investigación
-más aún si se está ante un detenido preliminar en supuestos de flagrancia
delictiva- no será posible disponer de tales datos, y, por ende, se resolverá el
requerimiento de prisión preventiva mayormente en función a criterios objetivos
(gravedad de la pena, tipo de delito, circunstancias que rodearon su comisión y
alguno que otro dato adicional), que luego se necesita que se completen, como
carga para el Ministerio Público, conforme avanzan las investigaciones (STCE
23/2002, de 28 de enero) -el transcurso del tiempo modifica el valor de este dato
y obliga a ponderar las circunstancias personales del sujeto y los datos del caso
concreto (STCE 65/2008, de 29 de mayo)-. Es obvio que si el requerimiento de
prisión preventiva está precedido de un periodo de diligencias preliminares
(artículo 334.2 CPP) de un tiempo razonable de duración sí será necesaria, desde
un inicio cuando se requiere la prisión preventiva el aporte de datos acerca del
peligrosismo invocado; y, a medida que avanzan las investigaciones, las
exigencias para acreditarlo serán mayores.

12. Con relación a la amplitud del control del auto que acuerda la prisión
preventiva, es evidente que corresponde al Juez de la Investigación Preparatoria
y a Sala Penal Superior, la constatación y valoración integral de los antecedentes
fácticos justificativos de la prisión preventiva, ya se refieran a las sospechas
graves de responsabilidad criminal, ya a los riesgos concretos de fuga o de
obstrucción de la investigación (STCE 128/1995, de 26 de julio) -esta última será
plausible como mucho tan solo en los primeros momentos de la investigación
preparatoria, en un plazo breve [SÁNCHEZ-VERA]-.

A los dos Altos Tribunales les corresponde supervisar: 1°. La existencia de


motivación suficiente -en el doble sentido de resolución fundada o razonada, y su
razonabilidad, entendiendo por tal que al adoptar y mantener esta medida se haya
ponderado la concurrencia de todos los extremos que justifican su adopción -que
se haya sustentado en medios de investigación lícitos y debidamente
incorporados al procedimiento coercitivo, y que esta ponderación o, si se quiere,
que esta subsunción, no sea arbitraria, en el sentido de que sea acorde con las
pautas del normal razonamiento lógico y, muy especialmente, con los fines que
justifican la institución de la prisión preventiva (STCE 40/1987, de 3 de abril)-.
2°. La presencia de medios de investigación lícitos de contenido inculpatorio en
orden al fumus delicti comissi y al periculum libertatis invocado en el
requerimiento fiscal. Como la restricción del derecho fundamental a la libertad
deambulatoria es de suyo grave el presupuesto de motivación reforzada es
cardinal, por lo que corresponde examinar que no se esté ante un supuesto de
motivación constitucionalmente defectuosa: motivación omisiva, motivación
incompleta -en aspectos básicos de algún presupuesto material que impone la
prisión preventiva-, motivación genérica, hipotética o vaga o contradictoria, y
motivación ilógica -que vulnere los principios de la lógica, y, por extensión, de
los conocimientos científicos y máximas de experiencia-.

Es evidente que el derecho de defensa exige el examen de todos los elementos


lícitos de convicción presentes en la causa, que han permitido una audiencia
contradictoria para definición de la medida de prisión preventiva -de cargo, de
descargo, aportados por la Fiscalía como por la defensa-, y que se reconozca al
imputado un plazo razonable para ejercer su defensa (conforme: STC 4780-
2017-PHC/TC, párr. 135). Cabe enfatizar, finalmente, que el recurso de
casación, centrado en la questio iuris, impide al Tribunal Supremo el examen
interno de los concretos medios de investigación para determinar la suficiencia
de la conclusión incriminadora -la questio facti no es de su competencia
funcional, por imperio del artículo 432.3 del CPP-. En clave de la questio iuris
solo le corresponde determinar la presencia de infracciones normativas, que están
en función a las exigencias de la motivación y de la razonabilidad del examen de
todos los medios de investigación relevantes para decidir la prisión preventiva.
Esta limitación a la cuestión jurídica, es igualmente exigible al Tribunal
Constitucional (artículos 4 y 9 del Cód. Proc. Const.).

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Relevancia del juicio de admisión de


las pruebas
POR

ROBERTO CARLOS REYNALDI ROMÁN

MAYO 7, 2018

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Uno de los principales juicios del control de acusación, es el de admisión de las
pruebasofrecidas por las partes. Sin embargo, en la práctica judicial no se le
otorga la debida importancia. Tampoco los sujetos procesales ordenan ni exigen
un control riguroso, cuando precisamente el control de admisibilidad guía la
actuación probatoria en juicio. Por ejemplo, si se admitiera un testigo para probar
por la defensa, la ubicación del autor en lugar distinto al de ocurrido el hecho, el
interrogatorio no podrá ir más allá que el admitido. Leamos el siguiente ejemplo
para ilustrar ello:

Lea también: Ya es oficial: Nuevo reglamento de aplicación del principio de


oportunidad y acuerdo reparatorio

Defensor: Señor testigo, ¿dónde se encontraba el acusado el día de los hechos?

Testigo: Estuvo conmigo todo el día, jugamos fútbol y después nos dirigimos a
mi domicilio.

Defensor: ¿Sabe usted quién agredió a la víctima?


Fiscal: ¡Objeción! El testigo ha sido admitido únicamente para referirse a la
ubicación del acusado. Así se ha establecido en el control de admisión de
pruebas.

Juez: Es verdad señor abogado, de la lectura del auto de enjuiciamiento, se


advierte que el control únicamente se superó para referirse al tema de la
ubicación ¡Ha lugar la objeción!

Defensor: De acuerdo. Señor testigo, ¿qué más pasó?

Testigo: Bueno, estuvimos jugando fútbol y escuché que el agraviado había sido
agredido por…

Fiscal: ¡Objeción! El testigo declara sobre materia no admitida. Durante el


control de acusación, la Fiscalía se opuso a la declaración como testimonio de
referencia señor Juez.

Juez: Es cierto, ello se lee del auto de enjuiciamiento. Fundada la objeción. Vaya
con cuidado señor testigo.

Resulta de suma relevancia el control de admisión, pues un medio de prueba


puede ser admitido para acreditar un hecho pero inadmitido para probar otro. Tal
decisión debe estar contenida expresamente en el auto de enjuiciamiento, a fin de
guiar la actividad probatoria en juicio. Pero, ¿qué debe ser admitido?, ¿cómo se
controla la admisión de pruebas?, ¿existen criterios objetivos claros al respecto?

Lea también: Ya es oficial: Nuevo reglamento de aplicación del principio de


oportunidad y acuerdo reparatorio

Para responder estas cuestiones, el punto de partida, está sin duda en la ley. Al
respecto, el artículo 155 apartado 2 del Código Procesal Penal, afirma:

Las pruebas se admiten a solicitud del Ministerio Público o de los demás sujetos
procesales. El Juez decidirá su admisión mediante auto especialmente motivado,
y sólo podrá excluir las que no sean pertinentes y prohibidas por la ley.
Asimismo, podrá limitar los medios de prueba cuando resulten manifiestamente
sobreabundantes o de imposible consecución.

En atención a ello, podemos afirmar que se admiten o se deben admitir todas las
pruebas que sean pertinentes y que no estén prohibidas por la ley. Este es el
punto de partida, que a su vez, nos permite responder las preguntas iniciales. En
efecto, el Fiscal, la Policía y las demás partes pueden ofrecer todas las pruebas
pertinentes y que no estén prohibidas por la ley. Luego, también pueden recoger
u obtener durante la investigación, todas las fuentes de prueba que tengan éstas
características. Ello nos conduce entonces a indagar sobre los conceptos de
pertinencia y reglas de exclusión. Sobre ello gira el procedimiento de admisión
de la prueba.

Lea también: Ya es oficial: Nuevo reglamento de aplicación del principio de


oportunidad y acuerdo reparatorio

Reglas de pertinencia.-

Para responder sobre el concepto de pertinencia, podemos citar la Regla de


Evidencia de Puerto Rico número 18:

Evidencia pertinente es aquella tendente a hacer la existencia de un hecho más


probable o menos probable de lo que sería sin tal evidencia; dicho hecho debe, a
su vez, referirse a una cuestión en controversia o a la credibilidad de un testigo
o declarante.

Luego, el concepto de pertinencia no es sólo aquello que se refiere al hecho


imputado, ello es insuficiente. Tampoco es todo aquello que se refiere a la
controversia, porque sigue siendo insuficiente. Más bien es aquello que ayuda a
solucionar la controversia en mayor o menor medida. Por ello Chiesa [Tratado
de Derecho Probatorio (Reglas de Evidencia de Puerto Rico y Federales), Tomo
I, págs. 15 y ss.], nos explica que tal concepto está conformado por dos
elementos formales: 1) Materialidad y 2) Valor probatorio o Relevancia (ésta
última terminología no es del agrado de Chiesa).
La materialidad, es la relación con los hechos en controversia.
La relevancia o valorprobatorio, consiste más bien en la fuerza probatoria para
decidir la cuestión.

Ejemplifiquemos ello. El acusado por un delito de violación sexual de menor de


14 años, ofrece un video en el que se aprecia que la menor se quita la ropa y ella
provoca al autor. Con ello pretende probar el consentimiento de la víctima. Aquí
puede concurrir el elemento de valor probatorio o relevancia, sin embargo, no
concurre la materialidad, porque el consentimiento es inmaterial para la solución
de la controversia, ya que no resulta parte de la acusación al tornarse en
irrelevante. Sin embargo, si el acusado pretende probar una causa de
inculpabilidad por alteración de la conciencia, al alegar que las provocaciones de
la menor, causaron una afectación psíquica que pese a comprender el carácter
delictuoso del acto, no pudo determinarse según esa comprensión (art. 20.1 CP),
entonces tenemos que si se presenta el elemento de materialidad, pero no así el
de valor probatorio, pues el video no podrá ser competente para decidir la
existencia de la causa de no culpabilidad, siendo la pericia (si se quiere con la
utilización del video) la prueba pertinente para tal efecto. Sin embargo, puede
presentarse un caso de pertinencia condicionada, siempre que el video vaya
acompañado de la respectiva prueba pericial.

Esto entiende la doctrina por pertinencia, que muchas veces se confunde con
relevancia, existiendo actualmente una discusión al respecto. Sin embargo, dicho
medio de prueba tal como ha sido ofrecido, no supera el estándar de admisión por
impertinencia.

Es por ello, que el artículo 349 apartado 1 letra h del Código Procesal Penal,
establece que la acusación deberá contener:

Los medios de prueba que ofrezca para su actuación en la audiencia. En este


caso presentará la lista de testigos y peritos, con indicación del nombre y
domicilio, y de los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones o
exposiciones. Asimismo, hará una reseña de los demás medios de prueba que
ofrezca.

Por su parte, el artículo 350 apartado 1 letra f del mismo Código, establece que
una vez notificad la acusación, los demás sujetos procesales podrán:
Ofrecer pruebas para el juicio, adjuntando la lista de testigos y peritos que
deben ser convocados al debate, con indicación de nombre, profesión y
domicilio, precisando los hechos acerca de los cuales serán examinados en el
curso del debate. Presentar los documentos que no fueron incorporados antes, o
señalar el lugar donde se hallan los que deban ser requeridos.

Las normas citadas tienen como finalidad, comunicar al Juez la pertinencia como
requisito de admisibilidad, debiendo controlar las partes la admisión de los
medios probatorios, atendiendo a su finalidad. Sin embargo, este estadio de
control muchas veces es ignorado por las partes, quienes finalmente permiten el
paso de prueba que no corresponde por impertinente, o permiten la actuación del
medio probatorio sobre aspectos no admitidos. Pongamos algunos ejemplos.

El Juez admite una fotografía ofrecida por el fiscal, con la finalidad de acreditar
las dimensiones cerradas de determinado inmueble donde sucedió un robo. Sin
embargo, durante la actuación probatoria, el fiscal examina y actúa el documento
evidenciando además la oscuridad que produce el lugar, vestigios que muestran
consumo de alcohol y drogas, vehículos que se encuentran desmantelados, etc.

Otro caso, el abogado ofrece un testigo para acreditar la relación cordial pasada
de la víctima con el acusado. Se admite entonces para ello. Sin embargo, después
termina declarando (sin objeción alguna) sobre el conocimiento que tuvo que fue
otra persona el autor del homicidio y no el acusado.

Aquí debemos tomar especial cuidado, ya que la actuación probatoria se realiza


en base al juicio de admisión y no puede trascender a éste. Ello tiene un
fundamento simple. El juicio puede ser una sorpresa para el Juez de juzgamiento
(porque no conoce el proceso), pero jamás puede ser una sorpresa para las
partes. Ello por cuanto la etapa de investigación ha preparado el juicio, mientras
que la etapa intermedia lo ha ordenado (o saneado).

Es responsabilidad de las partes, el actualizar el juicio de admisibilidad durante la


actuación de la prueba. Supuestos típicos donde se pueden presentar algunas
dificultades para establecer la pertinencia del medio de prueba son: a) La
denominada prueba de carácter; b)Los denominados testigos de probidad; c) La
pericia para probar el estado mental del acusado, que presenta la dificultad si
puede ser objeto de prueba el relato de referencia que da el acusado; d) Prueba
del testigo técnico que cuestiona un dictamen pericial como
documento; e) Informe Técnico Policial de Accidentes de Tránsito, donde
inclusive se valoran declaraciones; f) Informes de Contraloría General de la
República, que de acuerdo al art. 201-A del NCPP constituye una pericia
institucional extraprocesal; entre otros.

Sin embargo, la pertinencia es necesaria pero no indispensable para admitir la


prueba. Puede haber prueba pertinente no admisible, pero no puede haber prueba
impertinente admisible. Cuando se pasa el filtro de admisibilidad, debe ahora
verificarse las reglas de exclusión.

Reglas de exclusión.-

Sólo tiene sentido recurrir a las reglas de exclusión, cuando la prueba es


pertinente. Si no sería pertinente la prueba sería declarada inadmisible sin mayor
reflexión. Las reglas de exclusión, no se circunscriben únicamente a la prueba
ilegítima, ésta sólo es una especie. Se presentan caso de exclusión en: a) Prueba
ilegítima (vulneración de derechos fundamentales); b) Prueba de referencia
cuando no se conoce al testigo fuente; c) Secreto profesional; d) Secreto de
confesión; e) Fuentes de información policial no revelables; d)Secreto de
Estado; e) Rumores; entre otros.

El principio de la mayor discusión posible, no permite el paso a cualquier tipo de


pruebas. Constituye un filtro de importancia el control de admisión durante el
control de acusación. Las exclusiones probatorias, son de configuración legal;
esto es, que es la ley la que impide la actuación de determinados medios
probatorios, los cuáles deben ser evaluados durante la audiencia de control y
expresados por el Juez en el auto de enjuiciamiento.

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Problemas en el modelo procesal


penal acusatorio
POR

EDHIN CAMPOS BARRANZUELA

-
MAYO 8, 2018

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El modelo procesal penal de corte acusatorio, garantista y adversarial, cumple


doce años de vigencia, desde que se pusiera en vigencia en el distrito judicial de
Huaura. Una de las principales recomendaciones de los entendidos fue que el
Código Procesal Penal entrara en vigencia cumpliendo tres presupuestos
materiales, a fin de garantizar su eficiencia. El primer requisito fue que entrara a
regir en el distrito judicial más pequeño, el segundo que esa sede judicial esté
muy cerca de la capital de la República para que sea monitoreada, y el tercero,
que se pusiera en vigencia en forma progresiva en todo el Perú.

Lea también: ¿Qué queda del modelo procesal adoptado por el Código
Procesal Penal después de las modificaciones?, por Arsenio Oré Guardia
En efecto, todos estos requisitos se han cumplido a lo largo de estos doce años y
actualmente el Código Procesal Penal se encuentra vigente en 30 de los 35
distritos judiciales que tiene el Perú. Falta en todo caso que entre en vigencia en
la gran Lima y en sus cuatro distritos judiciales: Lima Norte, Lima Sur, Lima
Este, Lima Centro y la Sala Penal Nacional.

Lea también: ¿Cuál es el sistema procesal que ha asumido el Código Procesal


Penal de 2004?, por Arsenio Oré Guardia

Con ocasión de estas reflexiones nos preguntamos si la entrada en vigencia de


este cuerpo procesal penal ha permitido la solución a los problemas de la justicia
en el interior del país, si ha disminuido la delincuencia común y la criminalidad
organizada en las provincias, y si los operadores jurídicos están familiarizados
con su lógica y operatividad en todas sus instituciones procesales.

Indudablemente el Código Procesal Penal, a decir del doctor Alonso Peña


Cabrera, ha pretendido dotar al procedimiento de un máximo de celeridad, para
que las causas penales sean resueltas con toda prontitud, bajo el auspicio del
principio de ser sometido a un proceso en un plazo razonable, esto es, en un
juicio sin dilaciones indebidas.

Lea también: ¿Cuál es el sistema procesal que ha asumido el Código Procesal


Penal de 2004?, por Arsenio Oré Guardia

Tirios y troyanos consideran que este nuevo cuerpo normativo de carácter


adjetivo ha solucionado parte de la grave crisis de la justicia en materia penal,
pues los plazos ahora son más céleres y todas sus actuaciones se rigen bajo los
principios constitucionales de oralidad, inmediación, contradicción y publicidad.

Sin embargo también se han venido detectando una serie de problemas. A decir
del estudioso Víctor Burgos Mariños, los problemas en el modelo procesal
penal acusatorio, están referidos a que no hay un desarrollo de las técnicas de
litigación oral, las audiencias han entrado en crisis y se realizan por partes, hay
pocas salidas tempranas, existe rapidez en el otorgamiento de la prisión
preventiva y los juicios orales son muy lentos, se realizan juicios de papel al
oralizar documentos, en los casos de flagrancia no existe una teoría del caso del
defensor y, en algunos casos, se condena con actos de investigación y no de
prueba.

Lea también: ¿Cuál es el sistema procesal que ha asumido el Código Procesal


Penal de 2004?, por Arsenio Oré Guardia

Por todo ello, urge un proceso de reforma. Para consolidar el sistema de


audiencias, se debe reforzar la teoría del caso y la litigación oral, trasladar la
persecución penal a las víctimas, en los juicios orales se debe sentenciar con
actos de prueba, debe existir mayor celeridad en la solución de los conflictos, se
debe descriminalizar los delitos de omisión a la asistencia familiar, fortalecer las
salidas tempranas y el proceso inmediato debe solucionar parte de la crisis.

De la misma línea es el doctor Pablo Sánchez Velarde, quien precisa que toda
reforma del proceso penal trae consigo cambios substanciales en el sistema de
organización judicial, y también en la estructura orgánica y funcional de los
fiscales y jueces y auxiliares de justicia, como también en el desempeño
profesional de los policías y defensores. En todos los casos se viene observando
que el proceso de implementación del Código Procesal Penal, afronta obstáculos
propios del cambio del modelo básicamente inquisitivo a uno de corte acusatorio,
que tienen que ver con la limitada capacidad de algunos de sus actores.

Lea también: ¿Cuál es el sistema procesal que ha asumido el Código Procesal


Penal de 2004?, por Arsenio Oré Guardia

Urge pues realizar un seguimiento a la reforma procesal penal, a fin de que se


consolide la justicia penal y se obtenga poco a poco legitimidad, pues la justicia
es el pan del pueblo y el pueblo siempre está hambriento de ella. Se corre
traslado…

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Ya es oficial: Nuevo reglamento de


aplicación del principio de
oportunidad y acuerdo reparatorio
POR
SANDRA GUTIERREZ IQUISE
-
MAYO 7, 2018
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Mediante Resolución de la Fiscalía de la Nación 1245-2018-MP-FN, del 20 de


abril de 2018, el Ministerio Público ha aprobado el nuevo Reglamento de
aplicación del principio de oportunidad y acuerdo reparatorio.

Lea también: El agraviado en el delito de conducción en estado de ebriedad


está representado por el Ministerio de Transportes y no la fiscalía (doctrina
jurisprudencial) [Casación 103-2017, Junín]

Al final del post se halla el link para descargar íntegramente este importante
instrumento normativo.
Resolución de la Fiscalía de la Nación 1245-2018-MP-FN

Lima, 20 abril de 2018

VISTOS:

El Oficio N° 220-2018-MP-ETI-NCPP, de fecha 11 de abril de 2018, suscrito por


el Secretario Técnico del Equipo Técnico del Ministerio Público para la
Implementación del Código Procesal Penal, mediante el cual adjunta el proyecto
del Reglamento del Principio de Oportunidad y Acuerdo Reparatorio elaborado
por la Comisión Encargada Evaluar el Reglamento de Aplicación del Principio
de Oportunidad;

Lea también: El proceso inmediato en el delito de conducción en estado de


ebriedad

CONSIDERANDO:

Primero: Que, mediante la Resolución de la Fiscalía de la Nación N° 3376-


2016-MP-FN, se conformaron diversas comisiones, entre ellas la encargada de
Evaluar el Reglamento de Aplicación del Principio de Oportunidad;

Segundo: El Artículo 2 del Código Procesal Penal regula el Principio de


Oportunidad, modificado por la Ley N° 28117 – Ley de Celeridad y Eficacia
Procesal Penal, que regula el Acuerdo Reparatorio.

Lea también: Declaración del imputado no puede sustentar condena


(conducción en estado de ebriedad)

Tercero: Mediante la Resolución de la Fiscalía de la Nación N° 1.470-2005-MP-


FN, se aprobó el Reglamento de Aplicación del Principio de Oportunidad, que
regula el procedimiento a seguir para la aplicación del Principio de Oportunidad
dispuesto en el artículo 2 del Código Procesal Penal del año 1991, modificado
por la Resolución de la Fiscalía de la Nación N” 2508-2013-MP-FN, de fecha 26
de agosto de 2013, que incorporó el Anexo 01 denominado “Tabla de
Referencias para la Reparación Civil por Conducción en Estado de Ebriedad”.

Lea también: Sí procede el acuerdo reparatorio en delitos de lesiones leves


por violencia familiar cuando la víctima es mujer

Cuarto: El Principio de Oportunidad es un instrumento legal que faculta al fiscal


que discrecionalmente, en los casos previstos en la norma y con el
consentimiento del imputado, pueda abstenerse de ejercitar la acción penal.

Quinto: Mediante el documento de visto el Secretario Técnico del Equipo


Técnico del Ministerio Público para la Implementación del Código Procesal
Penal, remite el proyecto de “Reglamento de Aplicación del Principio de
Oportunidad y Acuerdo Reparatorio” el cual asegurará la celeridad en los casos
fiscales, reduciendo la carga e incentivando aplicar de manera precisa el
precitado principio.

Sexto: El Fiscal de la Nación, como titular del Ministerio Público, es el


responsable de dirigir, orientar y formular la política institucional y en ese marco
conceptual adoptar las medidas necesarias a efectos de brindar un servicio fiscal
eficiente y oportuno. Contando con los vistos del Secretario Técnico del Equipo
Técnico del Ministerio Público para la Implementación del Código Procesal
Penal y del Gabinete de Asesores de la Fiscalía de la Nación.

En uso de las atribuciones conferidas por el Artículo 64° del Decreto Legislativo
N° 052, Ley Orgánica del Ministerio Público;

SE RESUELVE:

ARTÍCULO PRIMERO.- APROBAR el Reglamento de Aplicación del


Principio de Oportunidad y Acuerdo Reparatorio, que consta de seis páginas, que
forman parte integrante de la presente resolución.

ARTÍCULO SEGUNDO.- Dejar sin efecto todas las disposiciones que


contravengan la presente resolución.
ARTÍCULO TERCERO.- Disponer que la Gerencia General del Ministerio
Público adopte las medidas administrativas pertinentes para una adecuada
aplicación del presente Reglamento.

ARTÍCULO CUARTO.- Disponer que la Oficina Central de Tecnologías de la


Información, proceda a la publicación de la presente resolución y del Reglamento
en la intranet y Pagina Web de la institución, para su respectiva difusión.

ARTICULO QUINTO.- Hacer de conocimiento la presente Resolución a los


Presidentes de las Juntas de Fiscales Superiores de los distritos fiscales a nivel
nacional, Equipo Técnico del Ministerio Público para la Implementación del
Código Procesal Penal, Gerencia General, Gerencia Central de Finanzas, Oficina
Central de Planificación y Presupuesto, Oficina Central de Tecnología de la
Información, Oficina de Racionalización y Estadística, para los fines pertinentes.

Tabla de Contenido

TÍTULO PRIMERO

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1°.- Objetivo

Artículo 2°.- Finalidad

Artículo 3°.- Ámbito de Aplicación

Artículo 4°.- Concepto de Principio de Oportunidad y del Acuerdo Reparatorio

Artículo 5°.- Base legal

TÍTULO SEGUNDO

DE LA PROCEDENCIA
Artículo 6°.- Calificación

Artículo 7°.- Supuestos de procedencia del Principio de Oportunidad

Artículo 8°.- Supuestos de procedencia del Acuerdo Reparatorio

Artículo 9°.- Precisiones sobre el inciso 9 del Artículo 2° del Código Procesal
Penal

TÍTULO TERCERO

DEL PROCEDIMIENTO Y LA AUDIENCIA ÚNICA

Artículo 10°.- Trámite de la Audiencia de Principio de Oportunidad

Artículo 11°.- Trámite de Audiencia de Acuerdo Reparatorio

Artículo 12°.- Convocatoria a la Audiencia Única

TÍTULO CUARTO

DEL CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO

Artículo 13°.- Plazo del Pago

Artículo 14°.- Del Apercibimiento ante el Incumplimiento del Acuerdo

Artículo 15°.- De la Entrega de los Certificados

Artículo 16°.- De la Custodia de los Certificados

TÍTULO QUINTO

DISPOSICIONES FINALES

Artículo 1°- Adecuación


Artículo 2°.- Vigencia

TÍTULO PRIMERO

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1°.- Objetivo

El presente Reglamento constituye una herramienta de gestión para la eficaz


aplicación del Principio de Oportunidad y Acuerdo Reparatorio en la
investigación preliminar o diligencias preliminares, conforme a lo previsto en el
artículo 2° del Código Procesal Penal.

Artículo 2°.- Finalidad

La finalidad del presente documento es asegurar la correcta aplicación del


Principio de Oportunidad y el Acuerdo Reparatorio, de acuerdo a lo establecido
en el Código Procesal Penal, dando las pautas principales para el eficaz accionar
de los Fiscales en el marco de este Principio.

Artículo 3°.- Ámbito de Aplicación

El presente Reglamento será de aplicación obligatoria para las Fiscalías


Provinciales Penales, Mixtas, y de Tránsito y Seguridad Vial en todos los
Distritos Fiscales del país.

Artículo 4°.- Conceptos del Principio de Oportunidad y del Acuerdo


Reparatorio

El Principio de Oportunidad es un instrumento legal que faculta al Fiscal a que


discrecionalmente, en los casos previstos en la norma y con el consentimiento del
imputado, pueda abstenerse de ejercitar la acción penal, ello sin perjuicio de
procurar satisfacer íntegramente los intereses del agraviado, cuando corresponda.
El Acuerdo Reparatorio es una herramienta procesal donde el Fiscal de Oficio, o
a pedido del imputado o de la Víctima propongan un acuerdo y convienen, el
Fiscal se abstendrá de ejercitar la facción penal.

Artículo 5°.- Base legal

Constituye la Base Legal del presente Reglamento las siguientes normas:

 Constitución Política del Perú.


 Decreto Legislativo N° 052, Ley Orgánica del Ministerio Público
 Decreto Legislativo N° 957, Código Procesal Penal y sus modificatorias

TÍTULO SEGUNDO

DE LA PROCEDENCIA

Artículo 6°.- Calificación

Para que el Fiscal considere procedente la aplicación del Principio de


Oportunidad y el Acuerdo Reparatorio, deberá contar con los elementos de
convicción que acrediten la existencia del delito y la vinculación del imputado
con éste.

Artículo 7°.- Supuestos de procedencia del Principio de Oportunidad

El Fiscal podrá abstenerse de ejercitar la acción penal, conforme a los incisos 1 y


8 del artículo 2° del Código Procesal Penal, en los siguientes supuestos:

a) Cuando el agente haya sido afectado gravemente por las consecuencias de su


delito, culposo o doloso, siempre que este último sea reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de cuatro años, y la pena resulte innecesaria.

b) Cuando se trate de delitos que no afecten gravemente el interés público, salvo


cuando el extremo mínimo de la pena sea superior a los dos años de pena
privativa de la libertad, o hubieren sido cometidos por un funcionario público en
ejercicio de su cargo.
c) Cuando conforme a las circunstancias del hecho y a las condiciones personales
del denunciado, el Fiscal puede apreciar que concurren los supuestos atenuantes
de los artículos 14, 15, 16, 21, 22, 25 y 46 del Código Penal, y se advierta que no
existe ningún interés público gravemente comprometido en su persecución. No
será posible cuando se trate de un delito conminado con una sanción superior a
cuatro años de pena privativa de libertad o cometido por un funcionario público
en el ejercicio de su cargo.

d) En los casos en que el agente esté comprendido en la comisión de los delitos


previstos en los artículos 307-A, 307-B, 307-C, 307-D, 307-E del Código Penal.

En los supuestos previstos en los incisos b) y c) del presente artículo, será


necesario que el agente repare los daños y perjuicios ocasionados o exista
acuerdo con el agraviado en ese sentido.

En el supuesto comprendido en el inciso d), el Fiscal podrá abstenerse de ejercer


la acción penal luego de la verificación correspondiente de que el agente haya
suspendido sus actividades ilícitas de modo voluntario, definitivo e indubitable,
comunicando este hecho al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental
mediante instrumento de fecha cierta. Si la acción penal hubiera sido promovida,
se aplican, en lo pertinente, las mismas reglas establecidas en el artículo 2o del
Código Procesal Penal.

Artículo 8°.- Supuestos de procedencia del Acuerdo Reparatorio

En los delitos previstos y sancionados en los artículos 122, 185, 187, 189-A
primer párrafo, 190, 191, 192, 193, 196, 197, 198, 205 y 215 del Código Procesal
Penal, y en los delitos culposos, procederá un Acuerdo Reparatorio. No rige esta
regla cuando haya pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito;
salvo que, en este último caso, sea de menor gravedad o que afecte bienes
jurídicos disponibles.

Artículo 9°.- Precisiones sobre el inciso 9 del Artículo 2° del Código Procesal
Penal

a) No procede la aplicación de Principio de Oportunidad o Acuerdo Reparatorio


cuando el imputado tenga la condición de reincidente o habitual, de conformidad
con los artículos 46-B y 46-C del Código Penal; para lo cual el Fiscal deberá
agenciarse de la documentación pertinente.

b) Cuando el imputado, sin ser reincidente o habitual, se haya acogido y


cumplido el Principio de Oportunidad o Acuerdo Reparatorio en dos ocasiones, y
se trate de delitos de la misma naturaleza o que atente contra el mismo bien
jurídico, no resulta procedente una tercera aplicación dentro de los cinco años
desde la última Disposición o Resolución de abstención de la acción penal; por lo
que, al término de dicho plazo, sí procederá su aplicación.

c) No resulta procedente el Principio de Oportunidad o Acuerdo Reparatorio,


cuando el imputado, sin ser reincidente o habitual, se acogió y cumplió con el
Principio de Oportunidad o Acuerdo Reparatorio y haya cometido nuevo delito
dentro de los cinco años, computándose este plazo desde la Disposición o
Resolución de abstención de la acción penal hasta la comisión del nuevo delito;
por lo que, al término de dicho plazo, sí procederá su aplicación.

d) Cuando el imputado, sin tener la condición de reincidente o habitual, se


hubiera acogido con anterioridad al Principio de Oportunidad o Acuerdo
Reparatorio y no haya cumplido con reparar los daños y perjuicios ocasionados,
no procederá una nueva aplicación.

TÍTULO TERCERO

DEL PROCEDIMIENTO Y LA AUDIENCIA ÚNICA

Artículo 10°.- Trámite de la Audiencia de Principio de Oportunidad

La Audiencia Única del Principio de Oportunidad, deberá llevarse a cabo bajo el


siguiente procedimiento:

a) Ante la inconcurrencia de las partes o alguna de ellas, el Fiscal dejará


constancia en el acta respectiva, pudiendo en dicho acto señalar la fecha y hora
para una segunda citación, de ser necesario.
b) Si en la segunda citación no asiste el imputado, el Fiscal procederá conforme a
sus atribuciones; en el caso que no asista el agraviado pero concurra el imputado,
excepcionalmente, si el Fiscal cuenta con los elementos suficientes para
determinar el monto de reparación civil, lo fijará razonablemente.

c) En caso que las partes asistan a la Audiencia Única de Principio de


Oportunidad, el Fiscal procurará que las partes se pongan de acuerdo respecto al
monto de la Reparación Civil, forma de pago, plazo, el o los obligados, y
cualquier tipo de compensación, si correspondiera y así se acordará.

d) En caso que las partes arriben a un acuerdo, el Fiscal dejará constancia en el


acta de los extremos del mismo, detallando el modo y forma en que deberán ser
cumplidos; para llegar al acuerdo bastará con el consentimiento del imputado a
efecto de acogerse al Principio de Oportunidad.

Artículo 11°.- Trámite de Audiencia de Acuerdo Reparatorio

El Trámite de Audiencia Única del Acuerdo Reparatorio, deberá llevarse a cabo


bajo el siguiente procedimiento:

a) Si se ignora el domicilio o paradero del imputado, el Fiscal promoverá la


acción penal.

b) Ante la inconcurrencia de las partes o de alguna de ellas, el Fiscal dejará


constancia en el Acta respectiva debiendo en dicho acto señalar día y hora para
una segunda citación.

c) De no concurrir las partes o alguna de ellas a la segunda citación, se procederá


en ejercitar la acción penal.

d) En caso que las partes asistan a la Audiencia Única, el Fiscal procurará que las
partes se pongan de acuerdo respecto al monto de la Reparación Civil, forma de
pago, plazo, el o los obligados, y cualquier tipo de compensación, si
correspondiera y así se acordará.
e) De concurrir las partes y no se arribase a ningún acuerdo el Fiscal promoverá
la acción penal.

Artículo 12°.- Convocatoria a la Audiencia Única

Si el Fiscal, considera procedente el Principio de Oportunidad, emitirá el


documento pertinente para convocar a las partes involucradas, a fin de llevar a
cabo la audiencia respectiva. Para tales efectos, el Fiscal podrá convocar a las
partes hasta en dos oportunidades, de ser el caso.

En los casos que proceda el Acuerdo Reparatorio, el Fiscal emitirá el documento


pertinente para convocar a las partes involucradas, a fin de llevar a cabo la
audiencia respectiva. Si el imputado no concurre a una segunda citación el Fiscal
procederá de acuerdo a sus atribuciones.

TÍTULO CUARTO

DEL CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO

Artículo 13°.- Plazo del Pago

Cuando las partes acuerden en Audiencia el plazo del pago de la Reparación


Civil, el Fiscal procurará que el mismo sea lo más breve posible y no exceda de
los nueve meses; en el supuesto que dicho plazo sea fijado por el Fiscal, podrá
ser establecido de acuerdo a las circunstancias del caso, el mismo, que no podrá
ser superior a nueve meses conforme a lo dispuesto en el numeral 3 del artículo
2° del Código Procesal Penal. En ambos casos la Disposición o Resolución de
abstención de la acción penal se emitirá una vez cumplido el acuerdo.

En caso que las partes, lleguen a un acuerdo y este conste en documento público
o documento privado legalizado notarialmente, el Fiscal emitirá la Disposición
de la abstención de la acción penal.

Artículo 14°.- Del Apercibimiento ante el Incumplimiento del Acuerdo


El Fiscal, en el acta de aplicación del Principio de Oportunidad o Acuerdo
Reparatorio, deberá fijar el apercibimiento expreso de ejercitar la acción penal,
en caso del incumplimiento de algunos de los extremos del acuerdo arribado.

Artículo 15°.- De la Entrega de los Certificados

Si las partes establecieran que la forma de pago será mediante Depósito Judicial,
la parte agraviada deberá solicitar al Fiscal, la entrega del o los certificados por
concepto de Reparación Civil para cuyo efecto se procederá a endosar el
respectivo certificado a su favor. En el caso de las consignaciones a favor del
Ministerio Público, el Fiscal procederá a endosar el certificado a favor de la
Gerencia de Tesorería de la Gerencia Central de Finanzas del Ministerio Público.

En el caso que se celebrare un Principio de Oportunidad o Acuerdo Reparatorio y


ante la imposibilidad de realizar un depósito bancario inmediato, el Fiscal podrá
mantener en custodia el monto de la reparación civil para efectuar el depósito, en
el más breve plazo.

Artículo 16°.- De la Custodia de los Certificados

Las Fiscalías Provinciales Penales de Lima, remitirán para su custodia de forma


mensual los certificados emitidos por las Consignaciones a la Gerencia de
Tesorería de la Gerencia Central de Finanzas del Ministerio Público. En el caso
de los demás Distritos Fiscales, los certificados serán remitidos en el mismo
plazo al Administrador del Distrito Fiscal.

TÍTULO QUINTO

DISPOSICIONES FINALES

Artículo 1°.- Adecuación

Las normas procedimentales que se hayan dictado con ocasión de la aplicación


del Principio de Oportunidad y del Acuerdo Reparatorio deberán adecuarse al
presente Reglamento.
Artículo 2°.- Vigencia

El presente Reglamento entrará en vigencia a partir del día siguiente de su


publicación.

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Delito de feminicidio agravado en


grado de tentativa [R.N. 174-2016,
Lima]
POR
LEGIS.PE
-
ABRIL 25, 2018
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Sumilla: Delito de feminicidio agravado en grado de tentativa.- La sentencia
conformada, importa el acogimiento del procesado a la conclusión anticipada del
debate, renunciando a la fase probatoria, por tanto, los cuestionamientos
probatorios en dicho sentido, no resultan atendibles. Del mismo modo no
converge a favor del sentenciado confesión sincera, empero sí el grado
imperfecto de ejecución del delito (Tentativa), así como la responsabilidad
restringida, y conformidad procesal como regla de reducción por bonificación
procesal, y en aplicación del principio de proporcionalidad de la penas.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA

RECURSO DE NULIDAD N° 174-2016, LIMA

Lima, quince de junio de dos mil diecisiete.-

VISTOS: El recurso de nulidad interpuesto por el sentenciado Giancarlo


Zevallos Huamán, contra la sentencia conformada, emitida por la Primera Sala
Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de dieciséis de octubre de dos mil quince, de folios doscientos setenta a
doscientos setenta y tres, que lo condenó como autor del delito contra la vida, el
cuerpo y la salud, feminicidio agravado en grado de tentativa, en agravio
de Tamara Haidi Noblecilla Quinte, imponiéndole dieciséis años de pena
privativa de la libertad, y el pago de diez mil soles por concepto de reparación
civil a favor de la agraviada.

De conformidad en parte con lo opinado por el señor Fiscal Supremo en lo Penal.

Interviene como ponente el señor Juez Supremo CEVALLOS VEGAS.

Lea también: Juez dispone que sentencia por feminicidio sea difundida en
colegios

CONSIDERANDO:
IMPUTACIÓN FISCAL.

PRIMERO.- Se atribuye al procesado Giancarlo Zevallos Huamán, que el


veintiocho de diciembre de dos mil catorce, siendo las siete con veinte horas,
haber pretendido dar muerte a su ex conviviente Tamara Haidi Noblecilla
Quinte, atacándola con un arma punzocortante a la altura del abdomen y al no
poder ingresar el cuchillo porque la agraviada tenía una casaca de cuero, la arrojó
al suelo, ocasionándole cortes en los brazos y piernas, no pudiendo concretar su
cometido al ser reducido por el vigilante Félix Osorio Vélez; hechos que se
realizaron cuando salía de la discoteca de la Avenida La Marina, del distrito de
Pueblo Libre con su amiga Xiomara Rebeca Aliano Bruno, previo a ello la
amenazó de muerte el veintitrés de diciembre del mismo año, porque ella no
quería volver con él.

Lea también: Alcances típicos del delito de feminicidio [Acuerdo Plenario 1-


2016/CJ-116]

FUNDAMENTOS DE LA SALA SUPERIOR.

SEGUNDO.- El Tribunal Superior emitió sentencia condenatoria, bajo los


siguientes argumentos:

1. El encausado aceptó los cargos.


2. En la determinación de la pena, se tuvo en cuenta el bien jurídico protegido
vulnerado -vida humana-, la conducta del encausado, al atacar a su ex
conviviente con un objeto punzocortante -cuchillo-, con el que le causó
lesiones en la rodilla, y cara, conforme al Certificado Médico Legal de folios
trece.
3. El sentenciado actuó con alevosía, al obrar sin riesgo y en estado de
indefensión y en el presente caso no sólo actúo con conocimiento y voluntad
sino también con premeditación, el impacto social, grado de intervención
delictiva.
4. Le atenuó la pena por confesión sincera conforme al artículo ciento treinta y
seis del Código de Procedimientos Penales, acumulada a la de conclusión
anticipada del proceso, y ser agente primario.
Lea también: R.N. 1222-2015, Lima Sur: Acusado de feminicidio es absuelto
por ausencia de verosimilitud y persistencia en la incriminación

EXPRESIÓN DE AGRAVIOS.

TERCERO.- El sentenciado Giancarlo Zevallos Huamán, interpone recurso de


nulidad contra la sentencia conformada, a folios doscientos setenta y seis,
fundamentándola a folios doscientos setenta y siete a doscientos setenta y nueve,
señalando como motivos de agravio los siguientes:

Lea también: D.L. 1323: Fortalecen lucha contra el feminicidio, la violencia


familiar y la violencia de género

1. Se sometió a la conclusión anticipada del proceso.


2. No se ha considerado la eximente de responsabilidad del artículo 20, inciso 1,
del Código Penal, por haberse encontrado en estado de ebriedad, lo cual ha
sido corroborado por la agraviada Haidi Noblecilla Quinte a folios noventa
y ocho, así como los testigos Xiomara Rebeca Aliano Bruno de folios
ciento nueve, y el efectivo policial Orlando Raúl Chipana Pozo a folios
ciento trece.
3. No actuó con premeditación, por cuanto el cuchillo no lo llevó de su casa,
pues conforme a lo vertido por la agraviada, señaló que lo cogió del piso-, e
incluso al practicársele el registro personal, no se le encontró arma alguna,
siendo el vigilante Félix Osorio Veliz quien hace entrega del arma.
4. No se tuvo en cuenta la tesis de la víctima provocadora, pues la agraviada
no obstante de tener conocimiento que era consumidor de drogas y alcohol,
sostuvo que llamó vía telefónica al encausado, y si bien no se sabe qué le
dijo, tal llamada provocó que el encausado la fuera a buscar al lugar donde se
encontraba, conforme así lo corroboran los testigos Maicol Joya
Sánchez y Miguel Ángel Castillo Sipión.
5. En el certificado Médico Legal de folios trece, no se aprecia que aparezca
lesiones en el vientre, ni herida mortal, conforme lo sostiene la agraviada, y
el perito suscribiente respectivamente.
6. Finalmente solicita una oportunidad y se le imponga una pena menos
gravosa.
Lea también: PJ impuso 100 condenas por delito de feminicidio

CALIFICACIÓN DEL DELITO MATERIA DE CONDENA.

CUARTO.- El delito de feminicidio agravado en grado de tentativa, previsto en


el primer párrafo, inciso uno del artículo ciento ocho-B del Código Penal,
prescribe: “(…) el que mata a una mujer por su condición de tal, en cualquiera de
los siguientes contextos: 1. Violencia familiar (…)”, concordado con el inciso
siete, del segundo párrafo que prescribe: “La pena privativa de libertad será no
menor de veinticinco años, cuando concurra cualquiera de las siguientes
circunstancias agravantes: (…) 7. Cuando hubiera concurrido cualquiera de las
circunstancias agravantes establecidas en el artículo ciento ocho (…)” -
refiriéndose al inciso tres del artículo ciento ocho, por alevosía al haberse
premunido previamente de un cuchillo para perpetrar dicho ilícito-. Y finalmente
con el artículo dieciséis del citado cuerpo legal que prescribe: “En la tentativa el
agente comienza en la ejecución de un delito, que decidió cometer, sin
consumarlo (…)”.

Lea también: Feminicidio íntimo en el Perú: hablan los expedientes judiciales

FUNDAMENTOS DEL SUPREMO TRIBUNAL.

QUINTO.- El punto de partida para analizar la sentencia de mérito, es el


principio de impugnación limitada que fija los límites de revisión por este
Supremo Tribunal; en cuya virtud, se reduce el ámbito de la resolución,
únicamente a las cuestiones promovidas en el recurso aludido las que configuran,
en estricto, la denominada competencia recursal del órgano de alzada.

5.1. En el presente caso, por una cuestión de buen orden, respecto a los motivos
de agravio invocados por el recurrente, en los numerales ii) iii) iv) señalados en
el considerando tercero de la presente Ejecutoria Suprema se encuentran
vinculados entre sí, por dos razones, la primera, al cuestionar la responsabilidad
penal del encausado, invocando como causal eximente del artículo 20, inciso 1,
del Código Penal, por haberse encontrado en estado de ebriedad; y la segunda, al
cuestionar la materialidad del delito, pues según afirma no actuó con
premeditación -por cuanto el cuchillo lo cogió del piso y no de su casa-.
Asimismo, no se ponderó la tesis de la víctima provocadora -la agraviada llamó
por teléfono al encausado, no obstante a que este consumía alcohol, provocó que
el encausado la buscara al lugar donde se encontraba-, y finalmente que el
certificado médico legal número cero ocho tres uno uno cero-V de folios trece,
no aparecen lesiones en el vientre, ni otra de naturaleza mortal.

Lea también: Feminicidio: Dictan nueve meses de prisión preventiva a sujeto que
habría apuñalado a expareja

5.2. En relación a los motivos de agravio antes citados, aparece que en el plenario
de la sesión de fecha dieciséis de octubre de dos mil quince, de folios doscientos
setenta y cuatro, se le preguntó al imputado Giancarlo Zevallos Huamán -de
conformidad a lo previsto por el numeral cinco de la Ley número veintiocho mil
ciento veintidós-, sí aceptaba ser responsable de los hechos objeto de acusación
fiscal, esto es, el delito de feminicidio agravado en grado de tentativa, en agravio
de Tamara Haidi Noblecilla Quinte, a lo que respondió que se considera
responsable de los hechos imputados por el Ministerio Público. Luego, al ser
preguntada su defensa técnica, mostró su conformidad y solicitó se le imponga
una pena por debajo del mínimo legal, por cuanto es una persona joven,
consciente del delito cometido y está arrepentido, razón por la cual, el Tribunal
Superior en dicha sesión, declaró la conclusión anticipada del debate oral.

5.3. Bajo dicho escenario, la aceptación de cargos del imputado, y


consentimiento de su defensa técnica, cumple con el fundamento once
del Acuerdo Plenario N.° 05-2008/CJ-116de dieciocho de julio de dos mil
ocho, que señala: “La oportunidad procesal en que tiene lugar la conformidad
está claramente estipulada en la Ley Procesal Penal. El emplazamiento al
imputado y su defensa, de cara a la posible conformidad, constituye un paso
necesario del período inicial del procedimiento del juicio oral. Su definición
determinará si se pone fin al acto oral con la inmediata expedición de una
sentencia conformada, evitándose el período probatorio y dentro del período
decisorio, el paso de alegato de las partes respecto a la actividad probatoria
desarrollada en el juicio -obviamente inexistente cuando se produce la
conformidad procesal- (…)”. Por tanto los motivos de agravio en ese sentido,
deben ser desestimados; sin embargo, serán considerados en lo que resulte
pertinente para los efectos de la determinación de la pena, en tanto que su
petición final del recurrente es que se le imponga una pena por debajo del
mínimo legal.
5.4. Asimismo, sin perjuicio de lo antes expuesto, a folios doscientos cincuenta y
nueve aparece que el sentenciado Giancarlo Zevallos Huamán, solicitó la
adecuación al tipo penal, porque en el certificado médico legal no aparecen
heridas de naturaleza mortal, y no concurre la agravante de alevosía; y en ese
sentido el Tribunal Superior, declaró improcedente su pedido, decisión fue
oralizada en plenario y al preguntársele a la defensa del sentenciado, si estaba
conforme con dicha decisión, respondió que sí, conforme al acta de folios
doscientos sesenta y cuatro.

Lea también: El delito de feminicidio. Entrevista a Luis Pacheco Mandujano


[Caso Arlette Contreras]

5.5. Ahora bien, respecto al primer y último motivo de agravio, en el que solicita
se le imponga por debajo del mínimo legal, debemos señalar que el artículo IX
del Título Preliminar del Código Penal, preceptúa que la pena, cumple tres
funciones: preventiva, protectora y resocializadora; y conforme lo ha señalado la
Corte Constitucional de Colombia en la sentencia de 29/11/2015, T-718/15: “En
conclusión, debe entenderse que la pena debe, entre sus varias finalidades,
cumplir una función de prevención especial positiva; esto es, debe buscar la
resocialización del condenado, obviamente dentro del respeto de su autonomía y
dignidad, pues el objeto del derecho penal en un Estado social de derecho no es
excluir al infractor del pacto social, sino buscar su reinserción en el mismo”.

5.6. Los presupuestos para fundamentar y determinar la pena que prevé el


artículo 45° del Código Penal, se encuentran las carencias sociales que hubiere
sufrido el acusado, y costumbres -de ocupación obrero, secundaria completa-. Sin
embargo, aquel sustento no fundamenta una rebaja del mínimo legal. Ocurre lo
propio con la ausencia de antecedentes penales – folios doscientos cincuenta y
dos-. Se trata de circunstancias genéricas de atenuación que sólo permiten aplicar
la sanción dentro de los márgenes de la pena abstracta, esto es, de veinticinco a
treinta y cinco años de acuerdo al artículo veintinueve del Código Sustantivo.

5.7. En equilibrio con ello, se verifica la concurrencia de circunstancias de


agravación específicas reguladas en el numeral 1) del primer párrafo del artículo
ciento ocho – B del Código Penal, concordante con el segundo párrafo, inciso
siete del citado artículo -violencia familiar y alevosía prevista en el inciso 3, del
artículo ciento ocho-, conforme a lo cual, resulta factible ubicar la pena concreta,
en el mejor de los casos, en el mínimo legal. No convergen circunstancias de
agravación cualificada, como la reincidencia o habitualidad, cuyos efectos
alterarían el límite máximo de la penalidad, configurando un nuevo marco de
conminación.

5.8. Sin embargo, es de soslayarse el grado imperfecto de ejecución del delito


materia de condena. El que no llegó a consumarse sino quedó en grado de
tentativa. Tal circunstancia se erige como “causal de disminución de la
punibilidad”, que según el artículo 16° del Código Penal, permite la disminución
prudencial de la sanción por debajo de la pena básica, alcanzando, en el mejor de
los casos para el procesado, a veinte años de pena privativa de libertad.

5.9. Asimismo, concurre la responsabilidad restringida del agente, prescrita en el


artículo veintiuno del Código Penal, que permite la reducción de la pena a límites
inferiores del mínimo legal, al señalar que en los casos del artículo veinte, inciso
1, cuando no concurra alguno de los requisitos necesarios para hacer desaparecer
totalmente la responsabilidad, el Juez podrá disminuir prudencialmente la pena
hasta límites inferiores al mínimo legal, presupuesto de atenuación privilegiada,
en tanto que el alegado estado de ebriedad -aún cuando no se ha logrado acreditar
el grado de alcohol que tenía por cuanto no obra el certificado de dosaje etílico-,
ello ha sido corroborado por la testigo Xiomara Rebeca Aliano Bruno en su
declaración policial y testimonial de folios veintinueve y ciento nueve, así como
por el efectivo policial Orlando Raúl Chipana Pozo en su declaración
testimonial de folios ciento trece, y por la agraviada Tamara Haidi Noblecilla
Quinte, en su declaración preventiva de folios noventa y siete; por lo que, le
corresponde una reducción prudencial a los dieciséis años de pena privativa de la
libertad que se le impuso.

5.10. Además, es de precisarse que si bien en el caso concreto no concurre, la


circunstancia de orden procesal como es la confesión sincera, previsto en el
artículo ciento treinta y seis del Código de Procedimientos Penales, por cuanto el
procesado fue intervenido en flagrancia delictiva. Entonces, por la flagrancia
delictiva y falta de sinceridad al caso, no es aplicable esta circunstancia; sin
embargo, confluye su acogimiento a la conclusión anticipada del juicio oral, lo
cual, conforme a la disposición doctrinal del Acuerdo Plenario N.° 05-2008/CJ-
116, de fecha dieciocho de julio de dos mil ocho [fundamento jurídico vigésimo
tercero], admite una reducción punitiva en el máximo permisible en función a un
sétimo de la pena concreta.

5.11. Esta última en relación al principio de proporcionalidad de las penas es un


valor constitucional implícitamente derivado del principio de legalidad penal,
reconocido en el artículo segundo, inciso veinticuatro, literal d), de la
Constitución Política del Estado. En ese sentido, el Tribunal Constitucional lo
enfoca como una “prohibición de exceso” dirigida a los poderes públicos. En el
caso concreto dadas las circunstancias antes analizadas, es razonable imponer al
sentenciado una pena por debajo del mínimo legal, orientada a los fines de
prevención especial positiva respecto al sentenciado y prevención general
negativa frente a la sociedad en su conjunto, debiendo por ello rebajarse la pena
impuesta al recurrente por debajo del mínimo legal; por lo que, bajo dichos
argumentos deben estimarse en parte el agravio formulado en cuanto a este
motivo se refiere.

DECISIÓN:

Por estos fundamentos, declararon: HABER NULIDAD en la pena de la


sentencia conformada, emitida por la Primera Sala Penal para Procesos con Reos
en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, de dieciséis de octubre de dos
mil quince, de folios doscientos setenta a doscientos setenta y tres, en el extremo
que condenó al sentenciado Giancarlo Zevallos Huamán, como autor del delito
contra la vida, el cuerpo y la salud, feminicidio agravado en grado de tentativa,
en agravio de Tamara Haidi Noblecilla Quinte a dieciséis años de pena privativa
de libertad; y reformándola; le impusieron ocho años de pena privativa de
libertad, la misma que con el descuento de carcelería que viene sufriendo desde
el veintiocho de diciembre de dos mil catorce, vencerá el veintisiete de diciembre
de dos mil veintidós. NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene; y, los
devolvieron. Intervienen los señores Jueces Supremos Jorge Bayardo Calderón
Castillo e Ivan Alberto Sequeiros Vargas por licencia de los señores Jueces
Supremos César José Hinostroza Pariachi e Iris Estela Pacheco Huancas

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