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Departamento Educativo
Museo Histórico Nacional
Las Primeras Luchas:
Entre aquella elite, mujeres valientes hicieron historia. La chillaneja Cornelia Olivares,
que incitaba a los chilenos a luchar contra el dominio español; la escritora Martina
Barros que tradujo “La esclavitud de la mujer” de J.Stuart Mills publicándolo en el
periódico “la mujer”, fundado hacia 1877; las maestras Antonia Tarragó e Isabel Le
Brun, que abrieron en Copiapó el primer Liceo de Niñas (1877), e impulsaron además la
dictación del histórico Decreto Amunátegui, que les abriría las puertas de la
Universidad de Chile a las estudiantes.
En los años treinta, ya habían madurado por lo menos un par de generaciones herederas
de las primeras oleadas de mujeres profesionales que fortalecen el movimiento de la
emancipación de la mujer.
Una de sus fundadoras fue Elena Caffarena cuya entrevista, realizada por la escritora
Diamela Eltit en 1992 reproducimos al final del texto, fue una de las líderes y
protagonistas indiscutidas del movimiento por la libertad de la mujer chilena y su
emancipación.
Primer paso al voto de la mujer en Chile. Las elecciones municipales.
Desde el año 1934, en que se dictó la Ley sobre Organización y Atribuciones de las
Municipalidades, las mujeres pudieron votar en las elecciones municipales, previa
inscripción en los Registros Electorales, pudiendo elegir y ser elegidas como regidoras.
Cuando se dictó esta ley, se redactó bajo el concepto tradicional, de que el mundo de la
mujer era la casa y que una Municipalidad era como un gran hogar cuyos problemas y
desafíos podían ser equivalentes a la labor realizada por la mujer en su hogar y por tanto
era materia que conocía y que estaba “a su alcance”.
El hito más importante en la lucha por los derechos políticos de la mujer se obtuvo el 8
de Enero de 1949 (Ley Nº 9.292) que habilitó a las chilenas para ejercer este derecho
en las elecciones presidenciales de 1952 en que saldría electo el Presidente Carlos
Ibáñez del Campo. Hasta ese momento sólo podían votar, en estas elecciones, los
varones que tuvieran más de 21 años y que supieran leer y escribir.
El logro del derecho a voto fue una tarea que lideraron un grupo importante de
mujeres, entre las cuales figura, desde el año 1946, la senadora María de la Cruz,
quienes representaron el anhelo latente, de una gran parte de la población femenina,
para iniciar una nueva etapa en la vida institucional de la mujer chilena. Nace con ella
el PARTIDO FEMENINO DE CHILE, cuyos principios reproduce la revista
“Ercilla” en forma de diez mandamientos del partido:
La ley del voto de la mujer fue promulgada durante el mandato del Presidente de la
República Gabriel González Videla, obteniendo con ello, el ejercicio pleno de sus
derechos políticos y alcanzando así la completa igualdad cívica con el hombre. El
derecho a voto recién conquistado por la mujer, incluía ahora todos los niveles de la
vida política del país y significó un paso importante a la integración de las ciudadanas
chilenas a la totalidad de las esferas de acción del país. Habrían de pasar casi 50 años
para que una mujer ocupara el cargo de Presidenta de la República de Chile en la
persona de la Dra. Michelle Bachelet Jeria.