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“LOS ARTEFACTOS DESDE LA FUNCIÓN DE SU CREADOR HACIA SU

PRACTICIDAD SOCIAL”.

Palabras claves: Función- utilidad- practicidad- artefacto-sistema-necesidad.

Diariamente usamos artefactos sin pensar por qué elegimos ese objeto y
no otro, simplemente lo usamos. ¿Nos hemos preguntado alguna vez por las
intenciones del creador de ese artefacto o del porqué de la forma de los objetos
que usamos? La realidad que observamos es que nunca pensamos porque el
artefacto es artefacto, qué hace que un televisor sea televisor, o una silla sea
silla, o un tenedor sea un tenedor, simplemente seleccionamos y utilizamos
objetos tecnológicos de acuerdo a lo práctico que estos artefactos resulten. “Las
intenciones del creador de un artefacto u objeto funcional son importantes para
asignarle su función. Algunos autores entienden este efecto como una instancia
de razonamiento causal (un artefacto fue creado para realizar su función con
máxima eficiencia). Sin embargo, los estudios descritos aquí muestran que las
intenciones del creador afectan nuestro concepto de un artefacto por un
mecanismo distinto al causal”. (Sergio E. Chaigneau Orfanoz
Chile- 2009). Las discusiones acerca de la función de un artefacto (objeto creado
para cumplir con determinados propósitos) por representar “algo que sirve para”
y las utilidades prácticas que el usuario pueda interpretar, dependerá muchas
veces del análisis de los intereses del diseñador y las posibilidades de las
propiedades técnicas. Los usuarios seleccionamos y utilizamos objetos
tecnológicos de acuerdo a lo práctico que estos artefactos resulten y si
responden a los objetivos o intenciones de nuestras necesidades iniciales. ¿El
creador de estos objetos parte del diseño de una propuesta que afecte nuestro
deseo de adquisición o recurre al desarrollo de objetos técnicos que estimulan la
mejoría de un proceso?, ¿las funciones de estos objetos son tales por las
propiedades esenciales de esos objetos o son diseños justificados por la
demanda social? Por el simple hecho de ser humanos somos muchas veces
incoherentes o rebeldes, seleccionamos objetos porque seguimos la propuesta
funcional establecida, pero muchas otras veces identificamos la necesidad y
aplicamos la solución más práctica posible y “al alcance de la mano”. ¿Si un
martillo es exclusivo a la función de martillar porque una piedra dura es utilizada
para tal fin? Porque es la solución práctica al objetivo planteado. “Una de las
características centrales de los artefactos es el hecho de estar dotados de
funciones, es decir, ser objetos funcionales”. (PARENTE Diego- CRELIER
Andrés- pág. 29). Ahora bien la eficiencia y la sobre estimulación de las normas
sociales indicarían que como humanos racionales debiéramos implicar en la
acción, la técnica funcional y la herramienta diseñada para tal hecho. “En
palabras de Mahner y Bunge (2000, p. 82): “Puede decirse que los artefactos
tienen un propósito, en el sentido de que fueron diseñados de acuerdo a algún
objetivo de alguna persona”.
“La cultura conlleva de este modo dos actitudes contradictorias con
respecto a los objetos técnicos: por una parte, los trata como puros ensamblajes
de materia, desprovistos de verdadera significación, y que presentan solamente
una utilidad” (Gilbert Simonoon - pág. 32). Si se refiere a los objetos autómatas,
“robots”, la segunda contradicción es aquella que pone a “la máquina al servicio
del hombre”, cosa conveniente que impediría que la inteligencia artificial actúe
con rebeldía.
Siguiendo con la lectura y el análisis, respecto al diseño: “los artefactos
técnicos se describen atendiendo tanto a sus propiedades funcionales así como
a sus propiedades materiales” (pág. 44). Si iniciamos el análisis de algún objeto,
recurriríamos al despiece, a la identificación de los elementos estructurales, al
análisis de sus cualidades funcionales, la determinación de cómo se vinculan y
de acuerdo a ello como se desplazan las fuerzas, las velocidades, las
direcciones, todo aquello que hace a su función y funcionamiento. Recurrimos
muchas veces a este tipo de enfoque cuando quisiéramos comprender también
qué diseño, quien deseo sustituir una necesidad por un objeto técnico de
solución. “Por consiguiente, los ingenieros y diseñadores suscriben la idea de
que el diseño técnico puede ser caracterizado como una técnica para inventar e
implementar las mejores funciones para un artefacto dado”. El deseo de
simplificar una tarea o bien agilizar un trabajo podría responder a una necesidad.
Pese a que este último puede ser un término que aún no hemos podido
comprender tal vez porque resulta inestable hoy, si creemos que ya todo ha sido
creado y las próximas satisfacciones solo se relacionan con la publicidad o el
deseo creado de sustituir un artefacto por otro como necesidad “brutal” y urgente.
¿Justificación del sector económico y el progreso? “Todo artefacto existe para

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satisfacer los propósitos previos del diseñador, los cuales están supeditados a
regularidades humanas, sean cognitivas o culturales” (SANDRONE D. Pág. 27).
El ser creador de productos tecnológicos, trae consigo implícitamente, la
responsabilidad y además la imprevisibilidad de las cosas que muchas veces
pueden o no, salir mal, aunque las intenciones de su creación no fueran esas.
De acuerdo al orden biológico las características que hacen que la función de un
sistema sea esa porque está ahí, no será un tema a desarrollar aquí para explicar
el término función, sin embargo, seguramente servirá para comprender aquello
que está dado sin más. Pero sí hablaremos de sistema como un conjunto de
elementos que unidos cumplen una función, cuyo propósito de estar allí fue
diseñado por alguien y atribuido a la utilidad social, utilidad del usuario.
“Pero ¿en qué sentido cabe hablar aquí de una teoría intencionalista de los
artefactos Técnicos? Una primera interpretación podría ser la siguiente: los
planteos intencionalistas en esta área específica de indagación serían aquellos
que sostienen que los agentes involucrados en el diseño y construcción de
artefactos están dotados de estados intencionales.” (Parente G., Crelier A. pag.
20) Los artefactos responden a los objetivos o intenciones de nuestras
necesidades o porque nos resuelve problemas y facilita las tareas o por la
sociedad demandante, justificada en su diseño y funcionalidad construida. “Una
segunda modalidad de teoría intencionalista podría referir a aquella serie de
explicaciones que postulan la existencia de un tipo de relación particular entre
las intenciones humanas y los artefactos técnicos.” (Parente G., Crelier A. pag.
20) Los artefactos son creados para cumplir una función o varias funciones
según la intención de la persona, si tomamos como ejemplo el cuchillo como
utensilio de cocina, podemos notar claramente que la intención de creación, está
conectada a su función. “Las funciones están efectivamente conectadas con
estados intencionales de los agentes involucrados en la producción y uso de
objetos técnicos, tanto diseñadores, productores como usuarios.” (Parente G.,
Crelier A. pag. 22) Según el usuario y sus intenciones puede tomar el artefacto
y cambiar el sentido de giro por la cual fue creada, utilizando este artefacto para
matar, allí entra en tela de juicio si ¿fue la intención de sus creadores? o pasa
por la ética de valores de respeto y responsabilidad, del usuario del artefacto
técnico. “En resumen, en este sentido intencionalista genérico, aquello que hace
artefacto a un elemento del mundo no es una serie de cualidades materiales que

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se hallan presentes en la cosa, sino más bien un tipo de historia causal por la
que ha atravesado el objeto.” (Parente G., Crelier A. pag. 33) Cada artefacto no
surge por la nada, tiene una serie de progreso evolutivo o involutivo, según el
momento histórico y lugar que se gesta desde su creación, atraviesa por
diferentes sucesos, influenciados por factores sociales, tecnológicos, políticos,
económicos, biológicos, que repercuten en sus materiales de conformación para
la intencionalidad por la que fue hecha o no.
“Las funciones sistémicas constituyen aquellas capacidades que tiene un
ítem particular en relación a los fines propuestos por un usuario,
independientemente de su historia en cuanto linaje técnico. Una silla, por
ejemplo, tiene la función propia de servir como objeto para sentarse, pero tiene
funciones sistémicas típicas como la de funcionar como escalera para alcanzar
objetos que se hallan muy alejados, o funciones menos típicas -pero
legítimamente incluibles en la categoría sistémica- como la de trabar una puerta”.
(PARENTE, D. – CRELIER A. pág. 36). Por el simple hecho de ser humanos
somos muchas veces incoherentes o rebeldes, seleccionamos objetos porque
seguimos la propuesta funcional establecida pero muchas otras veces
identificamos la necesidad y aplicamos la solución más práctica posible al
objetivo planteado, las normas sociales indicarían que como humanos racionales
debiéramos implicar en la acción la técnica funcional. ¿El uso del objeto está
impulsado por quien tiene un propósito de acuerdo a las propiedades del objeto
o bien por las capacidades potenciales del mismo asociadas a las necesidades?
“El contenido argumental de esta razón podría formularse así: dado que la
atribución de los roles funcionales tiene en cuenta solamente las capacidades o
disposiciones actuales de las partes del sistema, no hay posibilidad conceptual
ni empírica de atribuir a esas partes una función que no se encuentre presente
en el momento mismo en que el investigador realiza la correspondiente
asignación” (Lawler,D. España - pág. 41). Estamos de acuerdo en que aquello
que ha sido diseñado para un fin puede no ser el mismo más tarde por un
determinado usuario en un determinado momento y en determinadas
circunstancias, por atribuir al objeto otras cualidades; el modelo mental de ese
objeto puede representar distintas cualidades funcionales para distintos sujetos.
Un destornillador que pueda usarse como tope en una puerta, ejemplo dado por
el mismo artículo. Estas decisiones que tomamos nos agrupa entre los animales

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que toman lo que está allí y lo aplican para modificar su entorno, los animales
están entregados a la naturaleza para sobrevivir, se encuentran con algo externo
y no saben cómo manejarlo, es decir cómo usarlo para resolver un problema, es
allí donde hacemos la diferencia acerca de la inteligencia animal y las múltiples
inteligencias humanas. “Los modelos mentales guían nuestros actos. Nos
aportan estabilidad, algo en que basarnos. Nuestros modelos mentales están
muy arraigados en nosotros y nos predisponen ante la experiencia de una
manera en concreto. Nos servimos de ellos para discriminar y decidir lo que es
importante y lo que no” (Art. Los modelos mentales como sistema. 2010). Como
una creencia, se vuelve social, como que en los procesos mentales nos
comunican que cumplen funciones, ¿será que a las cosas les encontramos
utilidad?.
“Las tecnologías parecen desconectadas de su pasado. Generalmente, no
tenemos idea de dónde provienen, cómo se desarrollaron, las condiciones en las
que se tomaron las decisiones que determinaron sus características. Parecen
autosuficientes en su funcionamiento racional. Una explicación adecuada de
cualquier dispositivo dado parece consistir en rastrear la conexión causal entre
sus partes.” (Sandrone, pag.7) Nosotros como profesores de Educación
tecnológica jugamos un rol importante, tenemos la posibilidad de darle a nuestros
alumnos los recursos, los medios, el incentivo, para desaparecer esta ignorancia.
Enseñarles a ver más allá del simple uso de la tecnología, el porqué de las cosas.
Tres cuestiones a tener en cuenta, al tratar de educar tecnológicamente a los
alumnos, primeramente, podríamos situarnos en la postura de formar meros
usuarios o consumidores de tecnologías, para que lleguen a ser buenos
consumidores y usuarios de la tecnología. Otra sería educar para formar
tecnólogos, que les interese producir, creaciones de productos utilizando
métodos de resolución de problemas en proyectos tecnológicos. Por último, pero
no menos importante, educar a través de la tecnología, trabajando en
resoluciones de problemas desde miradas críticas constructivas. Las miradas
variaran de acuerdo a las intenciones pedagógicas de los en las prácticas de
enseñanza y aprendizaje. Ahora bien, si “la función práctica de un artefacto es
una mediación entre el ser humano y su medio”, entonces formamos parte de
ese sistema complejo que interviene en el medio. Cuando pensamos en la
herramienta como una prolongación de nuestro cuerpo sabemos que el

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diseñador ha pensado en las características anatómicas. Las limitaciones del
hombre ante determinadas circunstancias requieren que intervengan recursos
externos que faciliten la tarea; es aquí cuando las innovaciones tecnológicas
surgen y el desarrollo artefactual, las máquinas hacen del “sueños de volar” una
realidad. “(…) la relación entre el artefacto y el humano está mediada por el
cuerpo, y que esa mediación es un requisito fundamental para entender qué tipo
de objeto físico es un artefacto” (pág.37).
Para concluir; “los artefactos, argumenta Thomasson, no son sólo
causalmente sino existencialmente dependientes de intención en este segundo
sentido, ya que para que algo sea un artefacto es metafísicamente necesario
que haya actividades intencionales humanas”. Las intencionalidades de un
diseñador parten de una necesidad, requieren de la existencia de una sociedad
que espera ver satisfechos sus deseos de mejorar las prácticas. La evocación
de diferentes pensamientos acerca de la función de los artefactos y si estos
poseen esa funcionalidad por el simple hecho de ser y las intenciones de su
diseñador o si estos adquieren propiedades de acuerdo a las representaciones
mentales que poseemos, de los requerimientos de quienes realizan actividades
para cumplir con determinados propósitos. Un término que tal vez hemos
olvidado es la adaptación de eficiencia tanto en el desarrollo como en su
aplicación, es así que tal vez podamos responder a algunas preguntas.

REFERENCIA:
- LAWLER Diego “Las funciones técnicas de los artefactos y su
encuentro con el constructivismo social en tecnología” - Universidad

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de Salamanca, España - Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo
y Educación Superior (REDES), Argentina.
- SOLÓRZANO, NELSON – (2010) “El pensamiento del Proyecto” –
Ideas y reflexiones para la formulación y Gestión de Proyectos” - Art.
Los modelos mentales como sistema).
- PARENTE Diego- CRELIER Andrés. (2015) “La naturaleza de los
artefactos: intenciones y funciones en la cultura material” –Ed.
Prometeo Libros- Bs.As.
- SIMONDON, G. ([1958] 2007) El modo de existencia de los objetos
técnicos. Buenos Aires: Prometeo. (Introducción)

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