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Resumen
Abstract
Since the beginning of the history of humanity, women have found it impossible to
access certain functions and jobs that were directed by men, mainly, as is the case of
science and literature. Women have found themselves relegated to jobs such as caring for
children, working at home or those considered more feminine, such as sewing, charity,
caring for the sick, etc.
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The general objectives are to recognize and specify the psychosocial factors that
allow or make it difficult for women survivors of gender violence to become empowered
women and to check and specify the intervention tasks offered in the field of psychology
to achieve empowerment of women who are survivors of gender violence. For this, we
have consulted a series of scientific works that allow us to respond to the objective
presented. According to the results, from the perspective of the survivors how they
achieve empowerment through the different ecological levels. To this end, a series of
psychological interventions have been identified that have proved effective for the
emergence of gender violence and the empowerment of surviving women.
Introducción
Desde un trabajo social se pretende reducir día tras día mediante la conciencia y
con compañas contra la desigualdad que hay todavía entre hombres y mujeres en los
diferentes ámbitos sociales.
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A nivel de conceptualización, el término de violencia de género es considerado
como un problema social. Para esto se aplica la perspectiva ecológica (Kloos, Hill,
Thomas, Wandersman, Elias y Dalton, 2011; Moane, 2003), feminista (de Miguel, 2005;
Sau, 2000) y la Psicología de la Liberación (Martín-Baró, 1994). Bajo una perspectiva
ecológica, donde el contexto social se encuentra organizado en diferentes niveles
ecológicos donde se interactúa e influye de manera mutua (Kloos et al., 2011). El nivel
que se encuentra más alejado de la persona es el macro sistémico, se encuentra formado
por la cultura, instituciones, medios de comunicación o movimientos sociales.
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En primer lugar, hay que tener en cuenta que la ruptura de la relación violenta
con el agresor es entendido como un proceso donde se incluyen una serie de decisiones y
acciones que tienen lugar a lo largo de meses, o incluso años (Anderson y Saunders,
2003). Según algunos estudios (Morillas, Patró y Aguilar, 2011, según citado en Sánchez,
2014) hacen referencia a unos factores que dificultan la ruptura de la relación de maltrato
entre los que se encuentran:
• Los factores que están relacionados con la dinámica de maltrato, como el ciclo de la
violencia mediante el que se explica el hecho de que una mujer le dé una oportunidad
a su pareja durante la fase de luna de miel.
• Las atribuciones acercad de la causa del maltrato, esto se considera que tiene una
mayor probabilidad de que la mujer permanezca en la relación a la que se atribuye la
causa de la violencia como un factor externo al agresor, debido a que asume la
violencia como una cuestión puntual y modificable.
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aceptación de las determinadas formas de violencia dentro de la pareja (Bosch et al.,
2008).
• El miedo a l acoso o represalias del agresor, donde el maltratador emplea una serie
de amenazas contra la mujer que sabe que podría cumplir o que ha cumplido con
anterioridad, las cuales se encuentran relacionadas con dejarla sin recursos
económico, hacerle la vida imposible, etc.
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sus vidas y sobre el medio, adquieren recursos valiosos y derechos básicos, alcanzan
metas importantes en sus vidas y reducen la marginación social”. Consiste en una
definición general donde se contempla el empoderamiento como un proceso y resultado,
el primero se sucede durante un largo tiempo y conlleva un compromiso sostenido y
activo que permite generar un crecimiento de la conciencia y la capacidad (Friere 1993;
Hur 2006; Kieffer 1984; Watts et al., 2003, según citado en Maton, 2008); mientras que
el segundo contempla el empoderamiento político, económico y psicológico.
Metodología
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me ha permitido llegar a diferentes trabajos. No he encontrado gran diversidad de textos
científicos, así como, tampoco una gran diversidad de autores que trabajen dentro de esta
línea de investigación.
La segunda parte consistió en una revisión más detenida sobre los estudios que
previamente habían sido analizados. De esta forma he accedido a determinados artículos
donde los autores de los trabajos habían considerado importantes para el desarrollo de sus
estudios, y que además cumplían con los criterios de inclusión de la revisión. Estos
artículos podían ser tanto en inglés como en castellano y se accedía mediante las bases de
datos que he recogido anteriormente, donde se incluía título y autores en la búsqueda.
Con respecto a los criterios de exclusión han sido publicaciones divulgativas, los
que no tenía acceso a texto completo, temas no específicos de violencia de género o
empoderamiento y estudios relacionados con el maltrato de hombres o prevención.
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• “Factores” AND “empoderamiento” AND “violencia machista” OR
“violencia de género”
Resultados
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contextos culturales. Siendo que todos permitieron dar respuestas a los objetivos
planteados.
Artículos potencialmente
relevantes
n: 139
Filtro: no contiene
información suficiente Excluidos
para valoración n: 16
n: 22
Filtro: no contiene
información suficiente Excluidos
para valoración n: 5
n: 17
Artículos para
valoración
n: 17
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la supervivencia que necesitan las mujeres para alcanzar su empoderamiento. Se trata de
factores que pueden encontrarse subdividas en externos, que son los que proceden de los
sistemas con los que mantiene relación las mujeres, e internos que son propios de las
mujeres como personas.
Con respecto a los factores facilitadores internos, se pude señalar las estrategias
de afrontamiento (Alencar-Rodrigues y Cantera, 2013) y resiliencia (Ahmad et al., 2013;
López-Fuentes y Calvete, 2015; Salvador, 2015). Para ello, la construcción de esta última
se ha visto facilitada gracias a unos determinados recursos internos como son el
redescubrimiento de una misma, mantenerse activa, altruismo, control de su propia vida,
creatividad, espiritualidad, focalización del presente, sentido del humor, optimismo,
proyectos y metas (López-Fuentes y Calvete, 2015; Salvador, 2015). Las mujeres
supervivientes indican que para llegar a desarrollar una serie de respuestas resilientes les
ha sido de gran ayuda el poder contar con sus creencias religiosas y demostrar una
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conciencia crítica sobre sus capacidades individuales, autonomía y libertad (Ahmad et al.,
2013).
Estos patrones culturales son tradicionalmente marcados para llevar a las mujeres
de color supervivientes de la violencia de género a enfrentarse con las barreras externas
que tienen a nivel sistémico como son el trato de discriminación o el estatus de
inmigrantes, además, a nivel institucional, tienen que combatir la falta de formación de
los profesionales y las técnicas de evaluación que son poco ajustadas, tal como es la
influencia cultural o social (Bent-Goodley, 2007). Trabajos como (Alencar-Rodrigues y
Cantera, 2013; Moriana, 2015), que señalan, a nivel general, una atención institucional
que es poco ajustada y escasa en relación a los recursos materiales y económicos que
suponen obstáculos externos para la recuperación de la mujer. Dentro del campo de la
salud mental, los profesionales deben exponer como factores obstaculizantes externos las
etiquetas y la estigmación que supone el diagnostico, así como los pocos recursos
específicos en relación a la violencia de género y el hecho de que esta clase de violencia
y trastornos mentales sean considerado como un tema tabú (Simmons, Lindsey, Delaney,
Whalley y Beck, 2015). Mientras que las campañas publicitarias acerca de la violencia de
género, se presentan como una barrera para el empoderamiento cuando se visibilizan
concretamente la violencia física y no se contempla la salida de la violencia como es en
la realidad (Fernández, 2008). Por ello, las redes de apoyo informal no siempre actúan de
forma positiva ante los casos de violencia de género que han sufrido las mujeres,
suponiendo ello una barrera externa para su liberación (Trotter y Allen, 2009).
Para los factores obstaculizantes internos, los estudios centran su atención en las
creencias y emociones que experimentan las mujeres (Alencar-Rodrigues y Cantera,
2013; Bent-Goodley, 2007; López-Fuentes y Calvete, 2015; Moriana, 2015; Simmons et
al., 2015). Determinadas creencias se encuentran relacionadas con la normalización de la
violencia y los ideales del amor y de la familia tradicional que se construyen en función
del nivel sociocultural, como sucede en el caso de la sociedad española y que son
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internalizados por las mujeres (López-Fuentes y Calvete, 2015; Moriana, 2015). De entre
las diferentes emociones que actúan como barreras internas, según los trabajos se apunta
hacia unos sentimientos de vergüenza (Bent-Goodley, 2007) y miedo (Simmons et al.,
2015). En otras ocasiones, todas estas creencias y emociones que las mujeres presentan
las empujar a buscar ayuda, en un primer momento, en las redes de apoyo informal, lo
que supone, un retraso en el acceso a las ayudas que se prestan de tipo formal, así como
la necesidad para que las supervivientes puedan llegar a comprender su totalidad ante las
situaciones de violencia de género que han vivido (Bent-Goodley, 2007).
Además, hay que destacar otros dos trabajos (Graham-Bermann y Miller, 2013;
Villaró y Galindo, 2012), que llevaron a cabo una serie de programas de intervención que
se encontraban dirigidos a un colectivo de mujeres supervivientes de la violencia de
género, que, a su vez, presentaban una diversidad funcional de tipo intelectual (Villaró y
Galindo, 2012) o bien se trataba de madres responsables de sus hijos que además
presenciaron maltrato (Graham-Bermann y Miller, 2013). Estos programas centraban su
atención en la formación y orientación de las mujeres. Los resultados a los que se llegó
con el primer trabajo (Villaró y Galindo, 2012) señalaba que, a través de un programa
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integral de intervención, se formaron a un total de 311 mujeres donde se identifica y sabía
cómo actuar ante situaciones de abuso y violencia, además, de contar con una mayor
sensibilización para los colectivos que se encontraban implicados en la atención a las
supervivientes, por tanto se ha dado un apoyo más especializado a un total de 17 madres
con el objetivo de mejorar la calidad de vida dentro del núcleo familiar, así como en el
apoyo para un empleo que contase con las herramientas claves para su autonomía personal
que permitiera la inclusión al mundo laboral de 8 mujeres. Por otro lado, los resultados
obtenidos del segundo trabajo (Graham-Bermann y Miller, 2013), indican que, tras la
aplicación del programa de formación y orientación de las supervivientes, se llegaba a
una disminución de los síntomas de estrés que experimentaban las mujeres, en relación
con las medidas de una línea base mediante la cual se demostraba la eficacia de la
intervención.
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Tabla 1. Estudios que analizan los factores internos y externos que favorecen o perjudican el empoderamiento de la mujer víctima de violencia de genero.
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Survivors: A
Qualitative Study.
(Álvarez, La construcción de un Revisión Artículos sobre el No No Autoestima. Cultura El nuevo feminismo
2005) marco feminista bibliográfica patriarcado, machista. avanza ante la
de interpretación: la feminismo y cultura y la tradición.
violencia de género violencia de
genero.
(Expósito, Violencia de genero. Investigación Artículos y No No No Cultura La construcción de
2011) cualitativa. encuestas sobre el machista. un marco feminista
machismo. de interpretación: la
violencia de género.
(Lila, 2010) Investigación e Revisión Estudios y No No No No Existe actualmente
Intervención en bibliográfica. encuestas sobre la una gran
Violencia contra la prevalencia de la preocupación por la
Mujer en las violencia de violencia de genero.
Relaciones de Pareja. genero.
(Valor- ¿Empoderamiento o Investigación 251 participantes No No Auto Cultura de la La cosificación es un
Segura, 2012) Subyugación de la cualitativa. de población cosificación. cosificación. problema cultural.
Mujer? Experiencias general, 153
de Cosificación Sexual mujeres y 98
Interpersonal. hombres de entre
18 – 63 años.
(Valor- Emociones Poderosas Investigación 142 estudiantes No No Culpa, tristeza, No Las emociones
Segura, 2012) y no Poderosas ante cualitativa. universitarios. miedo. negativas afectan las
Conflictos de relaciones
Pareja: Diferencias de interpersonales.
Género
(Labrador, Empoderamiento de Trabajo de grado, Artículos Auto consciencia. Apoyo social Culpa, miedo. Cultura. Para que las mujeres
2015) Mujeres revisión especializados en formal. logren el
Supervivientes de bibliográfica. violencia de empoderamiento,
Violencia de Género genero. deben ser ayudadas
en todos los niveles
ecológicos.
(Cala-Carrillo, Recuperando el Investigación Población general. Auto consciencia, Apoyo social Culpa, miedo. Cultura. Al apoyo de las
2011) control de nuestras descriptiva. buen auto concepto. formal. instituciones formales
vidas: y leyes adecuadas
Reconstrucción de son determinantes
identidades y para el
empoderamiento en empoderamiento de
Mujeres víctimas de la mujer.
violencia de género
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Conclusión
El trabajo permite observar y conocer como las mujeres tras vivir una situación de
violencia de género como personas activas, consiguen la fortaleza que les permite
continuar sobreviviendo ante las diversas adversidades de la vida. Pero, para que las
mujeres alcancen el empoderamiento, esto debe ser facilitado a todos los niveles como es
el ecológico, reconocimiento y posibilidades para todas y cada una de ellas.
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Finalmente, se propone que en un futuro las mujeres que consigan salir de una
situación de violencia de género puedan desarrollar un viaje hacía el empoderamiento
para encontrarse libre de obstáculos. La violencia de género no es más que un producto
de desigualdad estructural en función del género. Por ello, es necesario tener el
compromiso sociocultural e institucional que lleva a reconocer a las mujeres desde la
igualdad y visibilizar sus fortalezas que hicieron posible su supervivencia ante la
violencia. Se plantean diversas medidas entre las que se considera la construcción de
instituciones para los derechos de las mujeres, adaptación de recursos a las necesidades y
dudas, por tanto, la acción colectiva impulsado desde los movimientos sociales como es
el feminismo, son fundamentales para que puedan hacerse viables estas medidas. Es
necesario que las mujeres se sientan libres y seguras, con capacidad de decisión y
responsabilidades, pero que ninguna de las tareas o profesiones sea asignada por el hecho
de pertenecer a un género.
Para alcanzarlo, se hace necesario una concienciación social que permita reconocer
la valentía de las mujeres víctimas de la violencia, porque el conocer la realidad nos
permite hacer responsables y partícipes de la construcción estructural social igualitaria
acerca de la supervivencia que puede definir a las mujeres empoderadas.
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Bibliografía
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and resources among south asian immigrant women as survivors of partner violence.
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18
Graham-Bermann, S. A. y Miller, L. E. (2013). Intervention to Reduce Traumatic
Stress Following Intimate Partner Violence: An Efficacy Trial of the Moms’
Empowerment Program (MEP). Psychodynamic Psychiatry, 41(2), pp. 329–350.
19
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femenina. Universidad de Jaén.
Sau, V. (2000). Diccionario ideológico feminista (vol. 1). (3ª ed.). Barcelona: Icaria.
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España y Cuba: una misma realidad, dos visiones diferentes. Revista de Psicología
Social, 29(1), pp. 150-179.
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