Sunteți pe pagina 1din 21

TOMA DE POTENCIA EN TRACTORES

Es un eje en rotación que transmite energía para el accionamiento de las máquinas


acopladas al tractor, situado normalmente en la parte posterior del mismo. Además de
este eje constituyen los componentes necesarios para dicho accionamiento, un árbol de
transmisión articulado mediante juntas “cardan” para permitir el cambio de dirección y,
un eje telescópico, denominado eje cardánico.

La velocidad de rotación de la toma de fuerza depende del régimen de giro del motor,
en función de la necesaria para que la máquina pueda realizar la tarea requerida. De
forma que a mayor velocidad del motor tiene a su salida mayor velocidad la toma de
fuerza y, viceversa. En un principio la velocidad estaba normalizada solamente a 540
rpm. Con la aparición de los tractores de gran potencia, se aumentó la velocidad
normalizada a 1000 rpm.

CATEGORÍAS

Toma de fuerza del cambio de velocidades: procede del eje intermediario de la caja de
cambios y por tanto, se desconecta cuando se pisa el pedal de embrague.

Toma de fuerza del motor o independiente: recibe movimiento directamente del motor a
través de un embrague propio, mediante un embrague independiente o “doble”. En este
caso el tractor puede detenerse y volver a avanzar sin que la toma de fuerza se detenga
y, por tanto, la máquina que esté accionando.

Toma de fuerza sincronizada acoplada al eje secundario: Utilizada para el


accionamiento de los ejes motores de los remolques de ruedas accionadas. Así la
velocidad del tractor y remolque accionado es la misma con independencia de la
marcha seleccionada.

SISTEMAS DE ACOPLAMIENTO HIDRÁULICO

Un acoplador hidráulico (también llamado acoplamiento hidráulico, cople hidráulico o


turboacoplador) es un elemento de transmisión de potencia que basa su funcionamiento
en el Principio de Föttinger escrito por Hermann Föttinger (1877-1945).

De acuerdo con ese principio, una determinada potencia puede ser transmitida de un
eje rotante (eje de entrada o eje motor) a otro eje (eje de salida) a través de dos ruedas
aladeadas y un fluido de transmisión. Una de las ruedas alabeadas (rueda primaria o
rueda bomba) gira solidariamente al eje motor o a la máquina que genera la potencia a
transmitir. La otra rueda (rueda secundaria o rueda turbina) está mecánicamente unida
a la máquina que va a ser accionada. Ambas ruedas alabeadas se colocan cara a cara,
con una separación mínima entre ellas pero sin contacto mecánico entre ambas y
envueltas en un compartimiento cerrado que contiene una determinada cantidad de
fluido de transmisión (por ejemplo, aceite hidráulico).
En cuanto la rueda bomba, accionada por el eje motor, empieza a girar, la energía
mecánica de rotación se transforma en energía cinética del fluido de transmisión, que
es impulsado por los álabes de dicha rueda bomba. El fluido impulsa a su vez a la rueda
secundaria, transformándose su energía cinética de nuevo en energía mecánica, pero
ya en el eje de salida.

Se obtiene, por tanto, una transmisión hidráulica sujeta a pérdidas (aproximadamente


un 3% de pérdidas en velocidad si la cantidad de fluido de transmisión es la adecuada).
Lo que el principio de Föttinger dice es que el par se mantiene constante en ambos
ejes, de forma que las pérdidas de velocidad equivalen a pérdidas de potencia.

Mediante esta forma de transmisión se consigue:

Poder arrancar progresivamente el eje secundario, venciendo así la inercia que pueda
tener ese eje.

Separar mecánicamente ambas partes, para que un bloqueo o sobrecarga en la


máquina accionada (eje secundario) no impacte directamente sobre la máquina motriz.

Poder variar la velocidad del eje secundario (velocidad de salida), mediante un control
adecuado de la cantidad de fluido de transmisión presente entre las ruedas alabeadas.

La utilización del acoplador hidráulico como elemento de arranque y de variación de


velocidad es habitual en cintas transportadoras, ventiladores, bombas, molinos y
diversa maquinaria industrial.

Debe tenerse en cuenta que las pérdidas de potencia inherentes a la transmisión


hidráulica serán transformadas en calentamiento del fluido de transmisión, por lo que
debe calcularse si el acoplador hidráulico es capaz de disipar ese calentamiento a
través de su superficie o si es necesario un sistema de refrigeración para el mismo.

BARRA DE TIRO

Situada en la parte trasera del tractor por debajo de la línea horizontal del centro de
gravedad. Utilizada para enganche de aperos de tiro.

Barra transversal en la parte posterior de un vehículo, como un tractor, con la cual


son tirados los implementos.

El tractor agrícola se usa principalmente para jalar, empujar y dar mando a


mecanismos de la maquinaria agrícola, empleadas en las labores agrícolas desde la
preparación del suelo, la siembra, el cultivo y la cosecha de productos agrícolas.

La potencia del tractor se aprovecha a través de los enganches, de barra de tiro,


enganche integral, polea y toma de fuerza, en los que se acoplan los implementos.
Se han establecido normas de acoplamiento para equipos o maquinarias jaladas o
montadas, para la toma de fuerza, para conexiones hidráulicas y para poleas; han
sido estandarizadas a nivel internacional.- La mayoría de los tractores hoy en día
tienen enganches diseñados de acuerdo a las normas internacionales y para distintas
potencias de los mismos; así como también implementos de distintas marcas y
tamaños pueden ser enganchados en diferentes marcas de tractores.

Sin embargo los distintos diseños y tamaños de tractores y de implementos hacen las
conexiones un poco complicadas.- Cualquiera que sea el sistema de acople o de
conexión es esencial que el acoplamiento se pueda realizar rápido, de una manera
correcta al tractor para un trabajo eficiente y seguro del operador, el tractor y el
implemento.

La fuerza que realiza el tractor en las llantas o en las orugas para desplazarse así
mismo, halar implemento o cargar el implemento acoplado o accionar mecanismos
de máquinas, está dado por la suma de las fuerzas:

F tracción = Fs (suelo) Kg.f + Fp (peso) Kg.f + Fi (implemento)Kg.f

APROVECHAMIENTO DE LA FUERZA EN LA BARRA DEL TIRO

Los implementos o máquinas que se acoplan en la barra de tiro se les conoce con el
nombre de implementos o máquinas de tiro, tales como: rastra de discos, arado de
discos, etc.

La tracción y empuje del tractor depende de la potencia de su motor y de las


pérdidas de potencia con las que cuenta para su propia propulsión, en las
transmisiones, y en el patinaje de sus ruedas u orugas de tracción o motrices.

La tracción en la barra de tiro solo puede ser desarrollada, si la adherencia entre el


terreno y las ruedas ù orugas motrices lo permiten sin patinaje excesivo o nulo.

La barra de tiro como sabemos esta empernada en el chasis del tractor y en la parte
posterior, a una altura que depende del diseño y está normalizada
internacionalmente, y si se coloca muy alta el tractor tiende a voltearse.

La fuerza de tracción en la barra de tiro se puede aprovechar a través de:

 Barra de tiro fija o Standard


 Barra de tiro oscilante
 Barra de tiro de ganchos
 Barra de tiro porta herramientas
ENGANCHE TRIPUNTUAL

Trasera del tractor equipado con un enganche de tres puntos. Brazo de empuje arriba
y por debajo el eje de impulsión con dos brazos.

El enganche tripuntal es un tipo de enganche ampliamente usado para enlazar aperos


y otros útiles a un tractor agrícola o industrial. Los tres puntos se asemejan a un
triángulo, o una letra A. El enganche de tres puntos es la manera más sencilla y la
única manera estáticamente fija de enlazar dos cuerpos en mecánica.

Un enganche tripuntal enlaza el apero al tractor de forma que la orientación del apero
es fijada con respecto al tractor y la posición del brazo del enganche. El tractor
arrastra parte o el total del peso del apero.

El otro tipo de mecanismo para enganchar una carga es con una barra de arrastre,
con un punto único, pivotando el enganche donde el apero o remolque no está en una
posición fija con respecto al tractor.
El beneficio primario del sistema de enganche de tres puntos es transferir el peso y la
resistencia del apero a las ruedas del tractor. Esto permite al tractor una tracción
mejor dada la misma potencia, peso, y consumo de combustible. La utilidad y
simplicidad de este tipo de enganche lo ha convertido en un estandar de la industria.

CATEGORÍAS POR TAMAÑO


Hay cinco categorías diferentes según el tamaño. Cuanto mayor es la categoría del
enganche más robustos son los brazos portantes y más largos los conectores pin.
Las categorías son las siguientes:

Potencia Diámetro PIN enlace Diámetro PIN brazo


Categoría
Tractor HP superior (pulgadas)* portante (pulgadas)

0 Hasta 20 5⁄ 5⁄
8 8

1 20 a 45 3⁄ 7⁄
4 8

2 40 a 100 1 1⅛

3 80 a 225 1¼ 1 7⁄16

4 180 + 1 3⁄4 2

COEFICIENTE DE TRACCIÓN

Recordemos que el coeficiente de tracción depende:

- de la carga vertical aplicada a cada rueda motriz

- de la forma y el tipo de neumático empleado

- de la superficie de contacto con el suelo

- del estado y la naturaleza del suelo

Por definición, el resbalamiento es una fuente de pérdidas ya que, para recorrer una
misma distancia, el número de vueltas de la rueda aumenta proporcionalmente. El
resbalamiento comporta un aumento del consumo de carburante, un desgaste
suplementario de los neumáticos y un deterioro del suelo.
Las pérdidas por rodadura resultan de la energía consumida por la penetración de los
neumáticos en el suelo y por la deformación de su carcasa. Estas pérdidas aumentan
con el peso adherente (porcentaje del peso que recae sobre las ruedas motrices).

Para un neumático determinado, la presión de inflado tiene una influencia directa


sobre las pérdidas por resbalamiento y por rodadura. Es necesario pues, para cada
tipo de neumático, respetar las presiones de inflado recomendadas por el fabricante
en función de la carga y de la velocidad de avance.

En un suelo agrícola es fenómeno es bastante complejo, ya que la adherencia


depende del estado y de la naturaleza del suelo, de la superficie de contacto con el
suelo y del dibujo de los neumáticos. Para suelos agrícolas se utiliza entonces el que
se denomina coeficiente de tracción (Ct). El coeficiente de tracción de un vehículo
corresponde al cociente del esfuerzo aplicado al apero (F) por el peso (T) también
denominado peso dinámico, sobre las ruedas motrices:

F
Ct = ----
T

La adherencia es la capacidad de los elementos de tracción (tractores) para utilizar su


propio peso para moverse y realizar un esfuerzo de tracción, para un valor dado del
resbalamiento. Esta adherencia es la que permite al tractor autopropulsarse y ejercer
un esfuerzo de tracción sobre los aperos que lleva acoplados. Por eso, el trabajar en
buenas condiciones de adherencia permite el transmitir el par de tracción necesario
con un resbalamiento lo más pequeño posible.

EFICIENCIA TRATIVA

La eficiencia tractiva es la relación existente entre la potencia de tiro que puede


transferir una rueda al tirar en la dirección de avance y la potencia que está utilizando
para moverse. Habitualmente cuando se piensa en un tractor se define como la
relación existente entre la potencia que llega a la barra y la que llega al eje motriz.
Obviamente que cuanto más duro esté el suelo o cuando más capacidad portante
tenga la relación será alta y cuando la capacidad portante disminuya la relación
disminuirá.

Asociado a la eficiencia tractiva se encuentra el coeficiente de tracción que no es sino


la relación entre el peso dinámico del eje motriz y la fuerza de tiro que puede
desarrollar dicho eje. Es decir que un tractor, de acuerdo a su diseño, peso, tipo de
rodado, característica y estado del suelo podrá tirar como máximo un porcentaje del
peso que ejerce sobre el suelo su tren o trenes motrices,
A continuación se presenta la relación existente entre la eficiencia tractiva y el
coeficiente dinámico de tracción en función del patinamiento para distintos estados de
suelo.

donde

IC es la resistencia a la penetración de la capa superficial de suelo. b es el


ancho de la pisada del neumático.
d es el diámetro del neumático.
QA es el peso adherente de la rueda.

vale decir que para una condición determinada de tractor con un lastrado fijo, las
mismas gomas y el mismo enganche, la condición de resistencia a la penetración del
suelo es la que define el Cn.

La resistencia a la penetración del suelo no es más que su dureza superficial y se mide


mediante un penetrómetro de cono.
Un suelo agrícola en condiciones de labranza primaria generalmente tiene un Cn entre
20 y 30, lo cual al observar la gráfica indicaría que la máxima eficiencia tractiva
esperable (la óptima estaría en la tangente a la curva) andará en valores cercanos a
0,6 con un patinamiento menor al 10 % y el máximo coeficiente de tracción será
cercano a 0,4 con patinamientos inferiores al 15 %.

Se puede inferir que en el mejor de los casos, de la potencia que llega al eje motriz de
un tractor aproximadamente el 65 % será aprovechable en la barra de tiro del mismo.
Asimismo se puede predecir que un tren motriz podrá tirar hasta aproximadamente el
40 % de su carga dinámica.

En tractores don tracción delantera asistida los modelos de tracción hasta el momento
no permiten predecir con precisión la performance tractiva, no obstante puede decirse
que se logra una mejora del orden del 7 al 14 % en la mayoría de las situaciones.

Para doble tracción puede llegar a hablarse de eficiencias tractivas del orden de
0,72.

Se debe tener en cuenta que cuanto más blando se encuentra el suelo, más se hundirá
el neumático y por lo tanto se deberá destinar potencia para el autotransporte que
dejará de estar disponible para el tiro.

Gráficamente puede pensarse que el neumático permanentemente estará escalando


una pendiente.

giro

avance

sup. terreno

sup. pisada
Es así que cuando más blando esté el suelo para la carga que efectúe el neumático la
pendiente será más empinada por lo que el ángulo será mayor. Técnicamente, la
cantidad de potencia que pierde un neumático en transportarse y que no puede traducir
en esfuerzo de tiro se denomina RESISTENCIA A LA RODADURA.

Habitualmente se habla en términos de COEFICIENTE DE RESISTENCIA A LA


RODADURA (K) y se lo refiere afectando al peso adherente del tren motriz para
obtener

La magnitud de esfuerzo que se resta al tiro y está íntimamente relacionado al ya visto


Cn de la siguiente manera:
1,2
K= + 0,04
Cn
Si un tractor de tracción convencional o simple pesa 5000 kg, por lo visto al referirnos a
distribución de pesos tendrá unos 3500 kg de peso en su tren trasero. Si el Cn del
suelo es 20, K será 0,1, por lo tanto:

Q.K = 3500 . 0,1 = 350 kg

Es decir que el tractor perderá la capacidad de tirar unos 350 kg (en la práctica una reja
o 0,8 disco) en autotransportarse para esa condición de suelo (Cn).

Dependiendo del enganche y del tipo de implemento se puede lograr un mayor o menor
lastrado dinámico, el cual se produce cuando se “cuelga” una herramienta de la barra
de tiro del tractor.

En la mejor de las condiciones de campo y enganche es esperable una transferencia


de peso del tren delantero al trasero del tractor del 25 % en equipos de arrastre.

Es decir que si el tractor del problema anterior con 5000 kg de peso total y un peso
estático sobre el eje trasero de 3500 kg podrá tener un 25 % más de carga dinámica lo
cual arroja 4375 kg

5000 kg . 0,70 . 1,25 = 4375 kg

Este peso deja un total de 5000 kg - 4375 kg = 625 kg sobre el eje delantero, lo cual en
porcentaje es el 12,5 del peso total.

Ese porcentaje a menudo es suficiente para lograr dirección. En caso que el tractor no
doble en las cabeceras debido a que está liviano adelante se deberá lastrar. Es común
ver tractores con todos los valijines delanteros como vinieron de fábrica realizando
labores para las que no se requieren adelante y el grado de patinamiento del tren
trasero es alto. Sería más eficiente cargar los valijines en la cabina del tractor si es que
el suelo sugiere la posibilidad del lastrado.

CURVAS DE TRACCIÓN

Las curvas características del motor (potencia, par, consumo específico, etc.) y los
datos de la transmisión del tractor son la base técnica para definir con solvencia, el
régimen y cambio que permita optimizar el consumo de combustible. Según Renius
(1994) la estrategia de un cambio adelante y el acelerador atrás para ahorrar
combustible, es útil desde el punto de vista del motor y de la transmisión.

Las curvas presentan una tortuosidad que no las hacen comparables con las que se
observan en la bibliografía actualizada. Las causas seguramente se originan en el tipo
de instrumental empleado en el laboratorio (accionamiento mecánico) que no posee la
precisión del instrumental de medición moderno. En razón de ello y a los efectos de
ofrecer una graficación mas clara, sobre la base del gráfico 1 se construyó el Gráfico 2.
Para el análisis de las prestaciones del tractor durante las labores se emplearon como
parametros del suelo valores de IC del suelo sin arar: 1000 kPa, IC de la cama de
siembra: 455 kPa, y CL: 48.4 kN/m2 .

Las curvas características del motor, los datos de la transmisión del tractor y el modelo
teórico empleado, son útiles para predecir las prestaciones del tractor, en las
operaciones de labranza y siembra. Las combinaciones predichas para estas
operaciones de: cambio, régimen, par motor y consumo específico, contribuyen a
utilizar el conjunto tractor-apero, con el mínimo consumo de combustible por unidad de
energía demandada. Las curvas de isoconsumo e isopotencia constituyen una
herramienta sólida y confiable, para optimizar el uso del tractor agrícola.

LABRANZA VERTICAL

Todos los agricultores se preocupan por tener la mejor estructura posible en sus
terrenos, pues saben que de ello depende en gran parte el resultado de su
cosecha.

El concepto de Labranza Vertical se basa en métodos para evitar la creación de


capas de compactación, mismas que inhiben los procesos naturales de
alimentación de los cultivos; la acción de capilaridad que permite al agua filtrarse y
drenar a través del suelo, el desarrollo de un sistema sano de raíces que permita a
las plantas acceder eficientemente a los nutrientes y humedad presentes en la
tierra, y el movimiento de organismos benéficos, como gusanos.
La “Labranza Horizontal”, o Labranza Convencional, crea normalmente capas de
compactación debajo de la superficie del terreno, mismas que restringen el
crecimiento de las raíces y la filtración natural de la humedad a través del suelo,
reduciendo así el potencial de producción de la cosecha. Cuando las raíces de la
planta alcanzan la parte superior de la capa de compactación, empiezan a crecer
horizontalmente. Las capas de compactación también pueden producir charcos
superficiales, siendo esto un indicativo más de la falta de filtración del agua.

El concepto de Labranza Vertical de tiene como objetivo el romper las distintas


capas de compactación SIN perturbar la estructura del terreno, esto es, sin
“voltear” la tierra. Al romper dichas capas de compactación, se logra una mejor
filtración del agua a través del suelo, lo que evita el encharcamiento superficial,
facilitando el que la humedad se quede en el interior del terreno, donde los cultivos
la necesitan. De esta manera, la práctica de la Labranza Vertical resulta en una
estructura uniforme del terreno, donde las plantas pueden desarrollarse
sanamente, con raíces profundas, lo que las ayudará a alcanzar las reservas de
humedad y nutrientes en el terreno.

Al mismo tiempo que mantiene una buena y uniforme estructura del subsuelo, la
Labranza Vertical también ayuda al manejo eficiente del residuo o rastrojo,
consolidando el terreno y su cama de siembra.

Encuentre a continuación más información acerca de cómo el concepto de


Labranza Vertical de Great Plains le puede ayudar a incrementar su cosecha.

RASTRAS

La rastra es un elemento típico de


la indumentaria del gaucho argentino, uruguayo y riograndense. Consiste en un escudo
metálico, que puede llevar las iniciales de su dueño o la marca del estanciero, como así
también el cincelado de una flor, caballou otro motivo criollo. Casi siempre de forma
circular, acorazonada u ovalada, macizo o calado, ubicado en la parte delantera
central, sujeta por medio de cadenas que surgen del centro un cinturón ancho
de cuero, adornado con apliques de metal, o también con monedas de la época, como
por ejemplo los patacones, hechos de oro, plata u otros materiales, según el poder
económico de su dueño. En el Río Grande (Brasil) también se usa una pieza semejante
llamada guayaca.

ROLOS

• Los rodillos son aperos que se emplean para lograr una mejor preparación del suelo
antes de la siembra.
Existen diferentes clases de rodillos, tales como:

• Rodillo en U.
• Desterronadorcombinado en forma de T.
• Ruedas dentadas.
• Rodillo flexible de ruedas dentadas.

El rodillo es cada vez más utilizado debido a las múltiples aplicaciones, siendo la más
importante la de desterronar.

Cualidades:
 Conserva más humedad.
 Compacta sin planchar.
 Desterrona mejor.
 No se empacha.
 Evita la erosión.
Características:
 Diseñado especialmente para usarlo como complemento de los implementos de
labranza vertical y/o reducida.
 Es apto para colocarlo detrás de los cinceles, rastras de disco, vibrocultivadores,
etcétera y delante de sembradoras.
Utilidades:
 Desterrona.
 Compacta dejando de 2 a 4 centímetros de tierra suelta en la superficie que
regula la humedad y temperatura.
 Deja una rugosidad suficiente para cortar las corrientes de aire superficiales que
combinadas con la capilaridad, secan el terreno y son origen de la erosión
eólica.
 Cada tramo compactador se bifurca en ambos extremos cada 14 centímetros, lo
cual, en caso de lluvia, retarda el escurrimiento del agua logrando una mayor
penetración de la misma y evita el planchado del campo reduciendo por ello la
erosión hídrica.
 Por el peso y tamaño de malla de este reticulado, el diámetro de 60 centímetros
carga la cantidad de tierra suficiente para sellar las aberturas que quedan debido
al laboreo, o para lograr una buena cobertura si se usa en la siembra de
pasturas y no produce atoramientos.
 La construcción de tambores por elementos de 7 centímetros superpuestos,
permite combinar los anchos de trabajo de cada máquina, conforme a cada
necesidad.
OTRAS MÁQUINAS PARA LABRANZA

Arados, cinceles y subsoladores

El arado en sus diferentes formas, ya sea como arado de discos o como arado de rejas
es probablemente la herramienta más conocida para la preparación de la tierra, usado
tanto en países desarrollados como en países en desarrollo. No existe otra herramienta
que simbolice el desarrollo agrícola como el arado. Sin embargo, bajo la Agricultura de
Conservación pueden ser necesarias algunas herramientas especiales. Pero es
necesario remarcar que estas herramientas en la Agricultura de Conservación pueden
desaparecer como implementos comúnmente usados.

El arado es usado principalmente para la labranza primaria o sea, para abrir el suelo
con el objetivo de aflojarlo para facilitar una buena penetración de las raíces y cortar y
enterrar las malezas. Las desventajas del arado incluyen:

• La arada repetida a la misma profundidad puede crear un piso de arado o capa


compactada
• Dar vuelta totalmente el suelo puede resultar en pérdida de humedad por evaporación
• Trae las semillas de maleza de las capas profundas del suelo a la superficie dando
lugar a una mayor infestación de malezas en el campo.

El diseño del arado de reja, o sea su tamaño y forma, determinan la cantidad de


residuos de cultivos que quedan sobre la superficie y la parte que es mezclada con el
suelo. Cuanto más grande y más curvada es la reja mayor será la cantidad de residuos
que es enterrada en el suelo y, por lo tanto, los residuos que quedan en la superficie.
Los arados de discos a menudo son considerados como herramientas para la labranza
reducida o mínima. Sin embargo, al igual que los arados de rejas parcialmente
invierten, mezclan y pulverizan el suelo y con el paso del tiempo contribuyen
substancialmente a compactar el suelo. Su acción más bien fuerte sobre el suelo los
hacen inadecuados para la labranza de conservación. Los agricultores durante el
período de transición a la agricultura de conservación y si fuera necesaria para alguna
operación de labranza antes de adoptar un régimen permanente de labranza cero,
deberían optar por implementos con dientes verticales como los arados de cincel o los
cultivadores, dejando un máximo de residuos sobre el suelo.

Los cultivadores con cinceles pueden ser usados en la fase de transición para romper
suelos severamente degradados y sin estructura antes de que la estructura comience a
recuperarse. Para el uso bajo la Agricultura de Conservación los cultivadores
arrancadores o de cinceles deberían ser capaces de manejar los residuos superficiales
ya sea usando discos de corte colocados adelante de los cinceles o proporcionando
suficiente espacio vertical entre los vástagos y el timón para permitir un flujo libre de los
residuos a través del equipo. También se debe evitar que los cinceles levanten terrones
lo cual sería una razón para una segunda operación de labranza al preparar la cama de
semillas. Esto se obtiene eligiendo el momento con la humedad ideal del suelo, cuando
este está migajoso y prefiriendo elementos con los vástagos inclinados hacia los lados.
Si fuera necesario, por ejemplo en suelos altamente degradados o en suelos húmedos
y fríos, el arrancado está a menudo limitado a los surcos de siembra en la siembra en
fajas.

Los subsoladores y los cultivadores profundos son usados para romper capas duras o
compactadas de suelo con el objetivo de mejorar la infiltración del agua y la
penetración de las raíces.
La punta del subsolador se coloca inmediatamente por debajo de la capa compactada,
por lo general a profundidades entre 25 y 60 cm. Sus desventajas incluyen:

• Alto requerimiento de energía


• El suelo debe estar en el punto preciso de volverse en migajas hasta la profundidad
de intervención
• Las puntas se rompen fácilmente cuando se usan incorrectamente y las puntas
gastadas reducen el efecto
• Cuando no se usan correctamente la tasa de infiltración de agua no mejora
significativamente

El subsolado para romper la compactación no debería ser considerado como una


actividad periódica sino como una excepción. Después del subsolado se toman
medidas para estabilizar la estructura que se ha aflojado poniendo atención para no
recompactar el suelo. El paso con maquinaria pesada sobre un suelo apenas
decompactado o hacer una labranza intensiva con rastras de discos podría destruir el
efecto del subsolado y producir compactaciones aún más serias que las anteriores.
Debido al alto requerimiento de energía de la operación de subsolado, la rotura del
suelo mediante la penetración de las raíces de especies que desarrollan raíces fuertes
y profundas puede ser una solución más económica.

ENGANCHE Y DESCOMPOSICIÓN D FUERZAS

Volteo: Esta operación da vuelta el suelo en el horizonte labrado, es decir incorpora


(entierra) las capas superficiales del suelo y lleva las capas inferiores del mismo a la
superficie. La necesidad de llevar materiales de la superficie al interior del suelo y de
llevar horizontes profundos a la superficie son limitadas a casos muy especiales. El
argumento de que el arado controla malezas no es válido, cuando se ara cada año, de
esta forma se lleva la misma cantidad de semilla de malezas a la superficie.
El uso del arado se justificó en situaciones de limitada fuerza de tracción y con equipos
sencillos para la siembra, que necesitaban una superficie limpia del suelo.

Mezcla: Esta operación homogeiniza y mezcla todos los materiales del suelo hasta una
profundidad determinada. En algunas circunstancias puede ser justificada, por ejemplo
para facilitar la descomposición de rastrojos en zonas de clima templado. La
profundidad de la mezcla es generalmente limitada, alrededor de 10 cm.

Roturación: Esta operación rotura suelos compactos abriendo grietas y aflojando los
terrones sin moverlos. En situaciones de suelo compactado por maquinaria o de suelo
con una estructura no estable, esta operación abre suficientes poros en el suelo para
permitir la infiltración de agua. Sin embargo, el efecto residual de la roturación varía
mucho dependiendo de las características del suelo y los tratamientos.

Pulverización: Esta operación se usa para desmenuzar terrones y grumos y para


formar un horizonte de gránulos finos, o sea, es la preparación de la cama de semilla.
Esta operación se lleva a cabo en una capa superficial muy delgada. Por ningún motivo
se justifica la pulverización de horizontes profundos, como se hace con el rotavador o la
rastra de discos. Hoy en día existe maquinaria adecuada para sembrar la mayoría de
los cultivos agrícolas sin necesidad de pulverizar la cama de semilla y sólo en muy
pocos casos, por ejemplo, en horticultura, se requiere todavía una preparación fina de
la cama de semilla.

Compactación: Esta operación es necesaria después de una labranza profunda


realizada poco tiempo antes de la siembra. Se compacta el suelo para garantizar el
contacto capilar con el agua subterránea. En menor escala, se compacta en el proceso
de la siembra después de colocar la semilla en el suelo para asegurar el contacto de la
semilla con el agua.

REGULACIONES

Muchas veces, se habla de aperos de labranza conservacionista pero, más que los
implementos y máquinas involucradas, es el uso y la intensidad que se hace de es ellos
lo que determinará cuán conservacionista son. Por ejemplo, un arado subsolador
cumple los requisitos para ser catalogado conservacionista, al dejar sobre la superficie
más del 30% de los residuos, pero si fue pasado en el sentido de la pendiente, provoca
un alto riesgo de erosión al conducir las aguas. Por consiguiente, la correcta elección
del equipo a utilizar, sus regulaciones más adecuadas y, lo más importante, en las
condiciones adecuadas, permiten realizar una labor sustentable. Aunque todas las
técnicas tendrán algo de riesgo, probablemente la no labranza o cero labranza sea la
única indiscutiblemente conservacionista (Cuadro 1) aunque, si no se respetan ciertas
condiciones especiales, no sería considerada como tal. El propósito final de la
preparación de los suelos es lograr una buena condición física, para realizar una
adecuada siembra o plantación, generando un ambiente que favorezca la germinación
o brotación, y permita una adecuada expansión radicular durante el desarrollo del
vegetal. Esto se realiza frecuentemente mediante una serie de labores con mayor o
menor efecto sobre el suelo, denominándose normalmente laboreo tradicional o
convencional.

MAQUINAS PARA SIEMBRA DIRECTA E INTER-SIEMBRA

Las sembradoras para la siembra directa se caracterizan por los elementos de apertura
y tapado del surco que permiten preparar el lecho de siembra y depositar la semilla en
un suelo en el que abundan los residuos vegetales.

La sembradora para siembra directa solo trabaja la parte de suelo en la que se sitúan
las semillas. La forma del surco debe adaptarse a las características de la semilla para
la especie vegetal que se siembra.

La siembra directa de cultivos como el maíz o la soja exige sembradoras con unas
características diferentes a las que se utilizan con los cereales de invierno (granos
finos). También las separaciones entre líneas son mayores.

Seguidamente se presentan los diferentes elementos que forman el cuerpo de la


sembradora para la siembra directa de granos gruesos.
Dosificadores. La elección dependerá de las especies a sembrar. La alternativa entre
granos finos (siembra a chorrillo) y granos gruesos (siembra semilla por semilla), en
algunos casos se encuentran en una misma máquina, aplicando “kits” específicos para
la transformación de una modalidad de siembra a otra. Si bien la inversión para tener
las dos alternativas será menor, se deberá evaluar la época de uso de cada sistema, la
practicidad de los cambios a efectuar y la disponibilidad de tiempo y mano de obra para
hacerlos.

Con respecto a las especies que se sembrarán se deben considerar los tipos de
semillas disponibles en el mercado, como por ejemplo la desuniformidad en la
calibración que ofrecen los nuevos híbridos simples o semidentados de maíz, que
pueden requerir de dosificadores neumáticos para su mejor manejo. La distancia entre
hileras es también una variable a tener en cuenta, en particular aquellos usuarios que
presten servicios a terceros y puedan encontrarse con demandas de modalidades de
siembra diferentes a las usadas tradicionalmente.

Entre el dosificador y el abresurcos se encontrará el tubo conductor de las semillas que


de acuerdo a su posición y construcción podrá afectar en mayor o menor medida el
descenso de las mismas y la regularidad de su distribución. Verificar el diseño, la
calidad de estos tubos, su posicionamiento y posibilidad de instalación posterior de un
monitor de siembra son aspectos importantes a considerar para evitar inconvenientes.

Sistema de carga y profundidad. La capacidad de penetración del tren de siembra


estará dada fundamentalmente por la carga aplicada sobre el mismo. Esto se logra con
la presión (o tensión) ejercida por medio de resortes, la cual deberá ser regulable
según necesidad (Foto 1). Algunos sistemas requieren de llaves especiales, otros del
agregado de diferentes resortes con distinta capacidad de carga y los más modernos y
prácticos recurren a mecanismos hidráulicos que facilitan la tarea.

Algunos pueden tener un manómetro que suministra un dato referencial sobre la


presión que se está ejerciendo. La regulación de la carga sobre la unidad sembradora
es importante porque es necesario adecuarla a cada condición de trabajo para obtener
el mejor resultado. Una carga excesiva, impedirá la articulación del cuerpo en el sentido
vertical, afectando el copiado de las irregularidades del terreno. Resortes largos, con
amplio recorrido, son necesarios para cumplir estos objetivos.

Tren de siembra. No es factible elaborar una “receta” sobre el particular. La preferencia


de un determinado tipo de tren de siembra, a veces se contrapone con otros aspectos
que pueden ser de interés como por ejemplo el ancho de transporte de la máquina, o la
posibilidad de instalar determinados accesorios necesarios para una forma de trabajo
en particular. En términos generales, se deberá tener en cuenta el tipo y volumen de
los residuos sobre los que se trabajará como así también el tipo de suelo. La habilidad
de los trenes de siembra para un buen desempeño, estará dada por su propio diseño,
la gran separación entre sus órganos activos, la facilidad para modificar la capacidad
de penetración y el peso del equipo.

Aspectos operativos

Convendrá saber acerca del ancho de labor, la autonomía de la máquina, y su


capacidad de trabajo. La posibilidad de variar la distancia entre líneas, la facilidad de la
puesta a punto y la disponibilidad de un manual de instrucciones de uso. Evaluar los
puntos críticos de mantenimiento, las piezas con mayor riesgo de desgaste y las
advertencias dadas por el fabricante será una información que ayudará a la toma de
decisiones.

La seguridad de operación, para evitar riesgos de accidentes debe ser cuidadosamente


evaluada. La posibilidad de la máquina para ser transportada es una característica
valorable. Prestar servicios a terceros implica trasladarse por caminos y rutas con
diferentes dificultades. Se debe observar la practicidad para transformar el equipo de
situación de trabajo a transporte y viceversa, como así también la seguridad que ofrece
con relación a la velocidad y su traslado.

La versatilidad de la máquina no solo se refiere a las diferentes alternativas de uso sino


también a las previsiones que el fabricante ha incluido en el diseño, contemplando
futuras aplicaciones de accesorios y/o actualizaciones tecnológicas. Esta condición
pondrá en evidencia la “visión” que el fabricante tiene hacia el futuro y su vinculación
con el cliente.

Aspectos comerciales

El tema merece un fuerte análisis por parte del comprador. La magnitud de la inversión
exige que el menor precio no necesariamente defina la compra. Se debe distinguir
entre la marca proveedora y el distribuidor zonal.

La imagen de la marca, su prestigio, trayectoria, capacidad innovadora, voluntad de


cambio y predisposición a participar de los avances tecnológicos, deben tenerse en
cuenta. El distribuidor, será el nexo entre el fabricante y el distribuidor, razón por la cual
su ubicación geográfica, los servicios que presta, horarios de atención al cliente,
disponibilidad de repuestos, estructura de personal para asesoramiento técnico y
finalmente, la seriedad comercial, serán los valores que a la hora de decidir una
compra deberán jugar para hacer una elección acertada.
REGULACIONES

Las máquinas de Siembra Directa de precisión o monograno, se caracterizan la


mayoría de ellas por ser de distribución neumática, con depósitos para semilla
individuales por línea de siembra, y para anchuras mayores de 3 metros, con chasis
plegable, bien mediante bisagras o bien telescópicamente. A diferencia de las
sembradoras de chorrillo, el sistema neumático en monograno trabaja por depresión,
fijando las semillas en el dispositivo dosificador. El sistema de apertura de surco en
estos casos suele ser a base de discos, con limpieza de restos anterior. Pueden llevar
asociados depósitos para la distribución de abono localizado. La incorporación de la
electrónica a este tipo de máquina no se ha hecho esperar, instalándose sensores de
distintos tipos a lo largo de la máquina, para aportar la información en el panel de
mandos de la máquina en cabina de tractor y para efectuar distintas regulaciones de la
máquina a través del procesador incorporado. Una de las aplicaciones implantadas en
sembradoras directas de precisión es el corte de siembra individual por líneas de
siembra, de tal forma que en los solapes de las cabeceras de las parcelas, ayudado
siempre por el sistema GPS, anula la siembra de aquellas líneas que pasan por terreno
que ya está sembrado automáticamente. Esta aplicación, en sembradoras directas de
chorrillo no está del todo resuelta, pues el cortar una o varias líneas de siembra,
conlleva que la semilla que desde el distribuidor se envía a la línea cerrada, se
aumente en el resto de líneas. Para evitar esto se debería modificar la regulación del
dosificador directamente al detectar el cierre de cada línea de siembra. Otro sistema
utilizado es derivar la semilla de esa/s línea/s cerrada/s de nuevo al depósito de
semilla.

MONITORES DE SIEMBRA

Monitores de siembra: estos monitores son controladores de siembra, y mediante


alarmas gráficas y sonoras, evitan fallas de siembra. Este sistema informa al tractorista
sobre el funcionamiento de cada hilera de siembra, si la sembradora tiró o no semilla, y
en qué porcentaje menos de semilla dosificó cada uno de los surcos. Estos monitores
brindan información muy valiosa, con la cual, posibilita construir mapas de siembra que
muestran lo sucedido en el campo.

MANEJO DE SITIO ESPECÍFICO EN SIEMBRA

Las prácticas de Manejo Sitio-Específico (MSE) serían recomendables en situaciones


donde, en el potrero, exista una alta variabilidad de los factores de producción
(fertilidad, malezas, agua, etc.) y los rendimientos varíen en función de ellos. Bajo estas
condiciones, idealmente debieran aplicarse manejos diferenciales dentro del sitio en
términos de fertilización, control químico de malezas, etc., en vez del tradicional manejo
promedio utilizado en la actualidad.
El área de mayor desarrollo dentro de la AP es el Manejo de Nutrientes Sitio-Específico
(MNSE), también llamado Tecnologia de Dosis Variables (TDV), que corresponde a la
aplicación variable de dosis de fertilizantes de acuerdo al nivel de fertilidad de cada
sector de manejo homogéneo dentro del potrero, lo cual significa que no se trabaja,
necesariamente con una sola dosis de fertilizante, sino que con tantas dosis como
áreas significativamente homogéneas existan en la explotación.

Existen numerosas prácticas o actividades de manejo consideradas parte de la AP, en


sus diferentes etapas de aplicación. Estas prácticas son realizadas a través de
diferentes tecnologías e incluyen tanto actividades de terreno como de oficina.

S-ar putea să vă placă și