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UNA FANTASÍA PERENNE

ÉDISON DUVÁN ÁVALOS FLÓREZ1


duvanflo@yahoo.com

C
laudio Reina era el único que en las noches seguía sentado frente a su
computador escribiendo sin parar. Los demás, apenas terminábamos de
cerrar la edición y de enviar el material a la planta de impresión, nos
reuníamos en una pequeña sala a fumar, a tomar café y a conversar de los problemas
afrontados durante el día en nuestras coberturas periodísticas. Siempre creímos que
Claudio no nos acompañaba porque estaba adelantando las crónicas y los reportajes que
publicaba los fines de semana, para así quedar libre y poder viajar desde Tulcán hasta San
Isidro, Cantón Espejo, a pasar al menos dos días a la semana con su esposa y sus tres
hijos.

Una de aquellas noches de conversación, la de un viernes en que habíamos


reemplazado el café por el vino, fui hasta el cubículo de Claudio a pedirle que ya dejara
en paz a su computador y nos acompañara en la tertulia de la pequeña sala. Él me miró
con una sonrisa complaciente y me dijo que primero debía terminar lo que acababa de
empezar a escribir. Yo, sin reparar en que podría ser una imprudencia, me acerqué a la
pantalla y me puse a leer para calcular cuánto le faltaba, pero lo que encontré me dejó
completamente sorprendido. Era un texto donde se amalgamaba, de una forma
excepcional, la palidez del lenguaje noticioso con el colorido destello de la imaginación.
En otras palabras, era un texto que con el estilo directo y escueto de la noticia, con la
precisión en la ubicación de tiempos y espacios que exige el periodismo, relataba la
historia de un hombre que se subió en el lomo de un buitre gigantesco y voló desde el
Cantón Espejo hasta la República de México, alimentándose con los huevos que extraía
del culo del animal, y viviendo una serie de fabulosas aventuras.

Le comenté a Claudio que todos creíamos que él siempre estaba adelantando


trabajo para el fin de semana, nunca escribiendo ese tipo de historias. Él nuevamente
sonrió y me explicó que los textos para publicar los domingos y los lunes los realizaba
cada noche antes de acostarse a dormir en el hotel donde residía. “Lo que hago aquí
siempre a estas horas”, complementó, “es escribir las historias que me ha contado mi
padre y las que he escuchado de otras personas en mi pueblo”.

Hoy, tres años después de aquella conversación, cuando la vida ha llevado a


Claudio por nuevos caminos, me complace saber que ha cumplido con su propósito: ha

1Magíster en Literatura Infantil y Juvenil, de la Universidad Técnica Particular de Loja.


Licenciado en Literatura, de la Universidad del Valle, en Cali, Colombia.
Asesor de tesis de la Universidad Técnica Particular de Loja.
Estudiante del Doctorado en Literatura Latinoamericana, en la Universidad Andina Simón Bolívar.
exprimido todos los recuerdos de su infancia para convertirlos en un zumo de
conocimientos escritos que pone al servicio de su comunidad por medio de este libro.
Pero más allá de eso, me satisface saber que todas las historias que su padre conoció,
todas las experiencias que adquirió, todo el poder persuasivo de sus relatos, toda la
riqueza social de sus anécdotas, no se perderán en las llamas implacables del tiempo, sino
que permanecerán eternamente en esta obra.

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