Sunteți pe pagina 1din 5

Los hábitos alimentarios

Los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que conducen a las personas a
seleccionar, consumir y utilizar determinados alimentos o dietas, en respuesta a unas influencias sociales y culturales.
El proceso de adquisición de los hábitos alimentarios comienza en la familia.
La Infancia es el momento óptimo para adquirir unos buenos hábitos alimentarios. Estos se adquieren por repetición y de
forma casi involuntaria, la familia tiene una gran influencia y esta se va reduciendo a medida que los niños crecen.
En la adolescencia, los cambios psicológicos y emocionales pueden influir en la dieta, dando excesiva importancia a la
imagen corporal, tienen patrones de consumo diferentes a los habituales: comidas rápidas, picoteos… En cambio en los
adultos y en las personas de edad avanzada los hábitos alimentarios son muy difíciles de cambiar. Los alimentos actúan
como unión social, porque se comparten con la familia, amigos… están siempre presentes en las demostraciones de
amistad, cariño, etc. También permiten intercambios de ideas. Casi todos los acontecimientos humanos están ligados a
eventos gastronómicos como las bodas, las ceremonias, las celebraciones, los congresos. También existen factores que
determinan los hábitos alimentarios como son los factores fisiológicos (sexo, edad, herencia genética, estados de salud,
etc.), factores ambientales (disponibilidad de alimentos), factores económicos, o factores socioculturales (tradición
gastronómica, creencias religiosas, estatus social, estilos de vida, etc.)
En España los hábitos alimentarios se caracterizan por un consumo excesivo de alimentos, donde se consume gran
cantidad de proteínas y de grasas. Además de los alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, hortalizas y
legumbres. Y otros como el pescado y el aceite de oliva que son característicos de nuestra dieta.
Los hábitos alimenticios se transmiten de padres a hijos y están influidos por factores como el lugar geográfico, el clima, la vegetación, la
disponibilidad de la región, costumbres y experiencias, pero también tienen que ver la capacidad de adquisición, la forma de selección y
preparación de los alimentos y la manera de consumirlos (horarios, compañía).
Todos necesitamos alimento
Los alimentos son lo único que proporciona energía y diversos nutrimentos necesarios para crecer sanos, fuertes y poder realizar las actividades
diarias. Ninguna persona logra sobrevivir sin alimento y la falta de alguno de los nutrimentos ocasiona problemas graves en la salud.
Sin embargo, no se trata de comer por comer, con el único fin de saciar el hambre, sino de obtener por medio de los alimentos, los nutrimentos
necesarios para poder realizar todas nuestras funciones según la actividad física que se desarrolle, el sexo, la edad y el estado de salud.
Consecuencias de una dieta desequilibrada
Consumir pocos o demasiados alimentos y de forma desbalanceada, tiene consecuencias que pueden ser muy graves: por un lado si faltan algunos
nutrimentos en el organismo, hay desnutrición, que es muy grave y frecuente en niños de todos los ámbitos sociales, y por otro si se comen
cantidades excesivas se puede desarrollar obesidad.
[No te pierdas: Test: ¿Cómo son tus hábitos alimenticios?]
Por ello, la alimentación de los niños y niñas debe ser:
Completa, incluyendo en los tres alimentos principales del día: desayuno, comida y cena, alimentos de los tres grupos:
-Cereales y tubérculos que proporcionan la energía para poder realizar las actividades físicas, mentales, intelectuales y sociales diarias.
-Leguminosas y alimentos de origen animal que brindan proteínas para poder crecer y reparar los tejidos del cuerpo.
-Frutas y verduras, que contienen vitaminas minerales para conservar la salud y que el cuerpo funcione adecuadamente.
-Agua, para ayudar a que todos los procesos del cuerpo se realicen en la forma correcta y porque ella forma parte de nuestro cuerpo en forma
importante.
Errores que debes evitar
Todos los alimentos contienen nutrimentos, pero es importante conocer cuáles contiene cada uno de ellos, para combinarlos en cada comida y
evitar que alguno de ellos falte.
Los alimentos naturales obviamente tienen mayor cantidad y calidad en sus nutrimentos, por lo que la comida chatarra, no debe ocupar el primer
lugar de consumo, aunque facilite las tareas de quienes preparan la comida.
Otro error frecuente es consumir alimentos ricos en azúcares o aperitivos dulces. El exceso de azúcar con frecuencia favorece la aparición de caries
y también puede facilitar la aparición de la obesidad, ya que aumenta el valor calórico de la dieta.
El reparto energético de la comida también suele ser incorrecto. El desayuno debería contener el 25% de las calorías totales. Un desayuno
completo debería incluir lácteos (leche, yogur u otros), cereales, galletas o tostadas, fruta o jugo y opcionalmente complementos (mantequilla o
margarina, mermelada, miel, jamón).
Picar entre comidas es otro gran error. Lo peor es que entre los alimentos que suelen consumirse se encuentran los snacks, papas fritas y similares,
así como repostería con grasas saturadas y trans. ¡Evítalos!
[No te pierdas: El plato del buen comer]
Los buenos hábitos alimenticios
Adoptar las siguientes medidas dentro de tu dieta puede ayudarte a conseguir una mejor calidad de vida. Apunta, tu dieta debe ser:
* Equilibrada, es decir cada comida debe contener en igual cantidad alimentos de los tres grupos. En nuestra cultura, se exagera del consumo de
carne y se dejan a un lado los cereales, verduras y frutas, favoreciendo así la obesidad y muchos problemas por la falta de vitaminas y minerales.
* Higiénica, para prevenir enfermedades infecciosas se debe cuidar mucho la calidad, frescura y forma de preparación de los alimentos. El lavado
de manos antes de prepararlos y comerlos es un hábito que debe fomentarse en los niños desde muy pequeñitos.
* Suficiente, esto con relación a cubrir las necesidades de nutrimentos, más que a comer mucho. Cada persona tiene capacidad diferente para
comer y no se debe imponer la misma cantidad a todos, esto en lugar de beneficiar, ocasiona muchos problemas en las comidas familiares.
*Variada. Es importante que los niños aprendan a comer de todo y si hay algo que no les gusta (que nos sucede a todos) tratar de no darlo y buscar
un alimento sustituto de los nutrimentos que contiene. Lo importante son los nutrimentos, no el tipo de alimento en especial.
Desarrollar buenos hábitos alimenticios es esencial para que las comidas produzcan los beneficios esperados en nuestro
cuerpo. Esto no sólo se relaciona con preparar bien o elegir adecuadamente los alimentos que ingerimos, sino con
darnos el tiempo, el espacio y el gusto de disfrutar las comidas cada día.
El cambiar de hábitos no siempre resulta una tarea fácil, ya que nos hemos acostumbrado a comer comida rápida fuera
de casa o dentro de ella. Pero, cabe destacar que los beneficios de alimentarnos de forma adecuada son muchos y, sin
duda, es posible notarlos en toda nuestra actividad diaria.

Los buenos hábitos alimenticios nos ayudan a:


 Disminuir los niveles de estrés: Nos sentiremos dueños de las decisiones relacionadas con lo que elegimos para
comer, aumentaremos la autoestima y disfrutaremos de los beneficios de los alimentos adecuados.
 Comer con moderación: Comer en exceso lleva a la obesidad y es un hábito autodestructivo. La moderación es el
antídoto para una acción que puede llegar a ser compulsiva.
 Perder peso y mantenerlo en el tiempo: Esto es un logro que muchos quisieran y que vale la pena intentar.
 Evitar los cambios de humor: Ellos se producen cuando se ha comido compulsivamente. Debemos tener especial
cuidado con los alimentos de alto índice glicémico (que aumentan bruscamente la glucosa sanguínea), ya que
producen una descarga de insulina posterior, llevando de la euforia momentánea a una sensación de aletargamiento
posterior.
 Vencer la adicción a la comida: Así controlaremos mejor cuánta comida ingerimos. Se trata de comer con hambre
(necesidad de comida) y no comer con apetito descontrolado, que equivale a deseo de comida por causas
emocionales.
mportancia de los buenos hábitos alimenticios

Una buena dieta diaria


Si comes en casa, en restaurantes o pides comida a domicilio, es posible llevar una dieta balanceada y sana. Sólo es
suficiente un poco de control y cuidado en la elección de los menús. Aprender a consumir alimentos variados y elegir
alimentos más saludables (con poca grasa), no nos demanda más tiempo. Aquí te mostramos cómo:

1. Desayuno:
Es importante comenzar el día con un buen desayuno, pero la calidad del mismo depende de las raciones que
decidamos consumir de cereales, lácteos y frutas para mantener a lo largo de la mañana un mejor perfil nutricional. Un
desayuno con alto contenido graso, pocas proteínas y fibras, se asocia con mayor sensación de hambre y fatiga a las
pocas horas de haberlo consumido.

2. Almuerzo:
En el almuerzo podemos variar más las opciones. Para la entrada o primer plato puedes escoger:

 En verano una abundante ensalada de hojas verdes. Puedes agregarle tomate, zanahoria, pepino, repollo blanco o
morado etc.
 En invierno, una sopa de verduras desgrasada.
 Podemos optar por una porción de 120 gramos de carne roja o blanca, o 200 gramos de pescado.
 Cocínalas a la parrilla o al horno de preferencia.
 Las verduras al vapor también puede ser una buena alternativa para completar el menú.
3. Postre:
El postre más recomendado es la fruta, que puede ser preparada como ensalada o tuti fruti. Evita consumirla cuando
contengan algún componente graso como crema o dulce, aunque no está mal darte un gusto de vez en cuando con tu
postre favorito.
Bibliografía
accounts.google.com
https://www.saludabit.es/biblioteca/nutricion/95/habitos-alimentarios-saludables

http://www.hospitaldeltrabajador.cl/ht/Comunidad/GuiaSalud/Vida/AlimentacionDietas/Paginas/La-importancia-
de-los-buenos-habitos-alimenticios.aspx
hoy.com.do/10-habitos-alimentarios-saludables-que-debes-incluir-en-tu-vida-diaria/

S-ar putea să vă placă și