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La textura indica el contenido relativo de partículas de diferente tamaño, como la arena, el limo y
la arcilla, en el suelo. La textura tiene que ver con la facilidad con que se puede trabajar el suelo, la
cantidad de agua y aire que retiene y la velocidad con que el agua penetra en el suelo y lo
atraviesa. Los suelos son una mezcla de partículas minerales y orgánicas de diferentes tamaños y
formas, su distribución por tamaño, considerándolos esféricas, se denomina textura. Las arcilla es
menor de 0.02 mm, el limo entre 0.002 y 0.0063 mm y la arena entre 0.063 y 2 mm. Grava de 2 a
20 mm y piedra mayor de 20 mm.
La textura influye como factor de fertilidad y en la habilidad del suelo para lograr altos
rendimientos en los cultivos agrícolas. A los suelos por su textura se los puede clasificar en
arcilloso, limoso y arenoso. Los suelos arenosos son menos fértiles que los limosos y estos a su vez
menos que los arcillosos, en términos del contenido de nutrimentos. Sin embargo su contenido de
humedad aprovechable es mayor en los limosos.
Para conocer la textura de una muestra de suelo, separe primero la tierra fina*, todas las
partículas de menos de 2 mm, de las partículas mayores como la grava y las piedras. La tierra fina
es una mezcla de arena, limo y arcilla. Para realizar los ensayos de campo siguientes asegúrese de
utilizar sólo tierra fina.
Estructura molecular del suelo. La estructura del suelo está definida por la forma en la que los
diferentes compuestos terrosos estas dispuestos entre sí. La arcilla por ejemplo, posee una forma
laminar y cuando sus partículas se juntan tienden a colocarse unas sobre otras, en el complejo de
arcilla existen compuestos orgánicos, al juntarse las partículas presenta un distanciamiento entre
sí, producto de las moléculas orgánicas que poseen. Los factores que intervienen para hacer una
buena estructura de grumos, para la utilización agronómica son: Las funciones químicas de
algunos iones como el calcio y el oxido de hierro. El accionar de las raíces de las plantas. Labrar el
terreno para introducir sustancias orgánicas, así produciendo espacios vacios. La diferencia de
climas, variación entre el hielo y el deshielo y entre periodos secos y húmedos Por el contrario, los
factores que intervienen en la destrucción de grumos son los siguientes: El agua se comporta
como elemento separador o diluyente de las sales minerales.
La estructura del suelo depende de la cantidad de materia orgánica, contenido de calcio, sodio,
arcilla, particularmente el contenido de arcilla coloidal y por supuesto de las condiciones de
humedad.
También se entiende como la disposición de las partículas fundamentales del suelo. se conocen
diferentes tipos y subtipos des estructura: granular, laminar, subangular y prismática.
La estructura granular es muy favorecida con altos niveles de materia orgánica, y mantiene buenas
condiciones de aireación y drenaje. La laminar obstaculiza la penetración de las raíces y fomenta la
erosión. Las prismáticas y angulares denotan ciclos constantes de contracción y expansión por
desecación y humedecimiento respectivamente.
POROSIDAD: El volumen del suelo está constituido en general por 50 %materiales sólidos y 50 %
de espacio poroso, el cual en condiciones de capacidad de campo se compone de 25 % aire y 25%
agua. Existen:
Poros Grandes: de 0.01 a 0.05 mm de diámetro. Es la línea de ventilación y conducción para las
raíces de las plantas. Abastecen de oxigeno y evacuan CO2. Favorecen a la aireación e infiltración.
Poros Pequeños: diámetros menores a 0.0002 mm. Se almacena agua que no está realmente
disponible para las raíces de las plantas.
El tamaño de los poros va a depender del tipo de suelo y del grado de compactación de la
estructura.
Humedad: Se denomina humedad del suelo a la cantidad de agua por volumen de tierra que hay
en un terreno. Establecer el índice de humedad del suelo es de vital importancia para las
actividades agrícolas. Es importante recordar que:
La falta de agua también es perjudicial para los cultivos, por lo que se debe controlar regularmente
el nivel de humedad del suelo para determinar cuándo regar y qué cantidad de agua se debe
aplicar.
Peso Específico: E l peso específico relativo o gravedad específica de un suelo se toma como el
valor promedio para los granos del suelo. Este valor es necesario para calcular la relación de vacíos
de un suelo, se utiliza también en el análisis de hidrómetro y es útil para predecir el peso unitario
de un suelo. Generalmente este valor se utiliza para clasificar los minerales del suelo.
Se determina un valor adimensional denominado, “Peso especifico relativo”, definido como el
cociente entre el peso específico del suelo y el peso específico del agua a una temperatura
determinada. Los valores típicos de gravedades específicas para los sólidos del suelo son entre
2.65 y 2.72, destacando el mercurio con 13.6, el oro con 19.3, es decir 19.3 veces más pesado que
el agua.
LIMITES DE CONSISTENCIA
Los límites de Atterberg o límites de consistencia se basan en el concepto de que los suelos finos,
presentes en la naturaleza, pueden encontrarse en diferentes estados, dependiendo del contenido
de agua. Así un suelo se puede encontrar en un estado sólido, semisólido, plástico, semilíquido y
líquido. La arcilla, por ejemplo al agregarle agua, pasa gradualmente del estado sólido al estado
plástico y finalmente al estado líquido.
El contenido de agua con que se produce el cambio de estado varía de un suelo a otro y en
mecánica de suelos interesa fundamentalmente conocer el rango de humedades, para el cual el
suelo presenta un comportamiento plástico, es decir, acepta deformaciones sin romperse
(plasticidad), es decir, la propiedad que presenta los suelos hasta cierto límite sin romperse.
El método usado para medir estos límites de humedad fue ideado por Atterberg a principios de
siglo a través de dos ensayos que definen los límites del estado plástico.
Los límites de Atterberg son propiedades índices de los suelos, con que se definen la plasticidad y
se utilizan en la identificación y clasificación de un suelo.
Plasticidad es la propiedad que tienen algunos suelos de deformarse sin agrietarse, ni producir
rebote elástico.
Los suelos plásticos cambian su consistencia al variar su contenido de agua. De ahí que se puedan
determinar sus estados de consistencia al variar si se conoce las fronteras entre ellas. Los estados
de consistencia de una masa de suelo plástico en función del cambio de humedad son sólidos,
semisólido, líquido y plástico. Estos cambios se dan cuando la humedad en las masas de suelo
varía. Para definir las fronteras en esos estados se han realizado muchas investigaciones, siendo
las más conocidas las de Terzaghi y Attergerg.
Para calcular los limites de Atterberg el suelo se tamiza por la malla Nº40 y la poción retenida es
descartada.
La frontera convencional entre los estados semisólido y plástico se llama límite plástico, que se
determina alternativamente presionando y enrollando una pequeña porción de suelo plástico
hasta un diámetro al cual el pequeño cilindro se desmorona, y no puede continuar siendo
presionado ni enrollado. El contenido de agua a que se encuentra se anota como límite plástico.
La frontera entre el estado sólido y semisólido se llama límite de contracción y a la frontera entre
el límite plástico y líquido se llama límite líquido y es el contenido de agua que se requiere
adicionar a una pequeña cantidad de suelo que se colocará en una copa estándar, y ranurará con
un dispositivo de dimensiones también estándar, sometido a 25 golpes por caída de 10 mm de la
copa a razón de 2 golpes/s, en un aparato estándar para limite líquido; la ranura efectuada deberá
cerrarse en el fondo de la copa a lo largo de 13 mm.
En los granos gruesos de los suelos, las fuerzas de gravitación predomina fuertemente sobre
cualquiera otra fuerza; por ello, todas las partículas gruesas tienen un comportamiento similar.
En los suelos de granos muy finos, sin embargo fuerzas de otros tipos ejercen acción
importantísima; ello es debido a que en estos granos, la relación de área a volumen alcanza
valores de consideración y fuerzas electromagnéticas desarrolladas en la superficie de los
compuestos minerales cobran significación. En general, se estima que esta actividad en la
superficie de la partícula individual es fundamental para tamaños menores que dos micras (0,002
mm)
Durante mucho tiempo se creyó que los minerales de las arcillas eran de naturaleza amorfa, pero
todas las investigaciones de detalle realizadas hasta ahora han demostrado, que son cristalinos y
altamente estructurados.
Existen suelos que al ser remoldeados, cambiando su contenido de agua, si es necesario, adoptan
una consistencia característica que se ha denominado plástica. Estos suelos han sido llamados
arcillas originalmente por los hombres dedicados a la cerámica; la palabra pasó a la mecánica de
suelos, en épocas más recientes, con idénticos significados. la plasticidad es en este sentido, una
propiedad tan evidente que ha servido de antaño para clasificar suelos en forma puramente
descriptiva. Pronto se reconoció que existía una relación específica entre la plasticidad y las
propiedades fisico - químicas determinantes del comportamiento mecánico de las arcillas. Las
investigaciones han probado que la plasticidad de un suelo es debida a su contenido de partículas
más finas de forma laminar ya que esta ejerce una influencia importante en la compresibilidad del
suelo, mientras que el pequeño tamaño propio de esas partículas hace que la permeabilidad del
conjunto sea muy baja.
Otras ramas de la ingeniería han desarrollado otra interpretación del concepto de plasticidad,
como es el caso del esfuerzo-deformación de los materiales.
Al tratar de definir en términos simples la plasticidad de un suelo, no resulta suficiente decir que
un suelo plástico puede deformarse y remoldearse sin agrietamiento, pues una arena fina y
húmeda tiene esas características cuando la deformación se produce lentamente y, sin embargo,
no es plástica en un sentido más amplio de la palabra; hay entre el comportamiento de la arcilla y
el de la arena en cuestión una importante diferencia: el volumen de la arcilla permanece
constante durante la deformación, mientras que el de la arena varía; además, la arena se
desmorona en deformación rápida.
Para medir la plasticidad de las arcillas se han desarrollado varios criterios de los cuales se
menciona el desarrollado por Atterberg, el cual dijo en primer lugar que la plasticidad no es una
propiedad permanente de las arcillas, sino circunstancial y dependiente de su contenido de agua.
Una arcilla muy seca puede tener la consistencia de un ladrillo, con plasticidad nula, y esa misma,
con gran contenido de agua, puede presentar las propiedades de un lodo semilíquido o, inclusive,
las de una suspensión líquida. Entre ambos extremos, existe un intervalo del contenido de agua en
que la arcilla se comporta plásticamente. En segundo lugar, Atterberg hizo ver que la plasticidad
de un suelo exige, para ser expresada en forma conveniente, la utilización de dos parámetros en
lugar de uno.
Según su contenido de agua en forma decreciente, un suelo susceptible de ser plástico puede
estar en cualquiera de los siguientes estados de consistencia, definido por Atterberg.
4.-Estado semi sólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido, pero aún disminuye de
volumen al estar sujeto a secado.
Las Características Geotécnicas del Terreno describen la morfología de los suelos, identificándolos
y clasificándolos para que, mediante una serie de estudios de laboratorio y de campo - In Situ-
tales como pozos, catas, sondeos, etc., se tengan los datos necesarios para realizar los cálculos de
las cimentaciones.
Suelos Granulares
Según el tamaño de los materiales componentes del suelo (granulometría), éstos se clasifican en:
Grava
Arena
Limo
Arcilla
Suelos de Grano Grueso: Son aquellos con mayor composición de gravas y arenas.
Suelos de Grano Fino: Son aquellos con mayor composición de limos y arcillas.
La distribución granulométrica de los suelos de grano fino se determina por lo general, por
sedimentación.
La mayor parte de los suelos naturales están compuestos por una mezcla de dos o más de estos
elementos, también pueden encontrarse en su composición un porcentaje de materia orgánica
(descompuesta o en proceso de descomposición).
Suelos Rocosos
Los terrenos formados mayoritariamente por estratos rocosos son muy resistentes a la
compresión y en caso de no presentar la roca fisuras o estratificación, son los más adecuados para
soportar las cimentaciones.
Muchos elementos en el suelo están potencialmente disponibles para las plantas y el objetivo del
análisis de suelos consiste en estimarlos con la mayor precisión posible.
La fase sólida y la fase liquida del suelo (la solución del suelo) coexisten en equilibrio. Las plantas
absorben los nutrientes de la solución del suelo. Sin embargo, las cantidades de los nutrientes en
la solución del suelo son insuficientes para sostener el crecimiento de las plantas.
Cuando se disminuye la concentración de los nutrientes en la solución del suelo, los nutrientes se
reponen de la fase sólida del suelo. Esto ocurre a través de reacciones como la disolución,
desorción, oxidación, reducción, hidrólisis o reacciones de mineralización.
Un análisis de la solución del suelo subestima la cantidad de nutrientes realmente disponibles para
la planta, mientras que la medición de la cantidad total de los nutrientes presentes en el suelo
dará lugar a una sobreestimación de los nutrientes disponibles. Esto es debido a que una gran
parte de los nutrientes están fuertemente adsorbidos a las partículas del suelo o existen en una
forma que no está disponible para las plantas.
Por lo tanto, para determinar los elementos en el suelo que están disponibles para las plantas, el
análisis de suelo debe cuantificar una relación entre la fase sólida y la solución del suelo.
Los análisis químicos del suelo son en su mayoría empíricos por las siguientes razones:
En los procedimientos de la prueba, el suelo pierde su estructura física, y las partículas del
suelo están en contacto directo con los químicos utilizados para la extracción de los
nutrientes. Este contacto directo optimiza la desorción / reacciones de disolución, y puede
resultar en sobreestimación o subestimación de la cantidad de nutrientes que puede llegar
a las raíces de las plantas.
La accesibilidad física de los nutrientes a las raíces afecta su disponibilidad para las
plantas. Los nutrientes inmóviles, tales como el fósforo y el zinc, son menos disponibles, y
por lo tanto la cantidad extraída por el proceso del análisis difiere de la cantidad que esta
realmente disponible para las plantas.
Las propiedades del suelo, tales como el pH, la composición de los nutrientes minerales y
la capacidad de intercambio catiónico, también afectan a la capacidad del suelo para
liberar los nutrientes a la solución del suelo.
Por lo tanto, diferentes laboratorios pueden tener diferentes resultados para la misma muestra
del suelo. En la mayoría de los casos, incluso cuando los resultados numéricos son diferentes,
debido a la utilización de diferentes métodos de análisis, la interpretación es casi idéntica en
cuanto a niveles de suficiencia de los nutrientes, es decir, deficiente, adecuada alta, etc.
Las diferencias en los procedimientos de laboratorio, tales como la dilución diferente, la velocidad
de agitación, tiempo de extracción, el papel de filtro, etc. también pueden afectar a los resultados
y dar lugar a diferencias en los resultados del análisis de suelo, incluso si los laboratorios utilizan
los mismos métodos de análisis.
En el caso de que un laboratorio utiliza métodos de análisis que no son adecuados al suelo y a las
condiciones concretas, la interpretación misma podría ser diferente. Por ejemplo, a un nivel dado
de nutriente la interpretación puede ser “óptima” en un laboratorio y “baja” o “alta” en otro. Esto
puede ser muy confuso para el agricultor.
Es causada por el efecto repetitivo y acumulativo producido por la maquinaria agrícola pesada y
por el pastoreo excesivo, en condiciones de humedad elevada del suelo. No es específica de suelos
agrarios sino que también son susceptibles los lugares ocupados por edificios y las áreas
recreativas muy frecuentadas.
Existen dos tipos principales de compactación: la que se produce a poca profundidad o la que se
produce a mayor profundidad, a nivel del subsuelo. La primera tiene lugar preferentemente en las
fases preparatorias de la tierra para la siembra, con la utilización de fertilizantes y pesticidas. La
compactación a nivel del subsuelo es causada por la maquinaria pesada utilizada durante la
cosecha y por la diseminación de restos orgánicos de origen animal con tanques de gran capacidad
que poseen ejes pesados. La compactación del suelo es potencialmente la mayor amenaza para la
productividad agrícola.
La incidencia de la erosión por el viento, propia de climas áridos y semiáridos, es casi siempre
debida a la disminución de la cubierta vegetal del suelo, bien por sobrepastoreo o a causa de la
eliminación de la vegetación para usos domésticos o agrícolas
Existen cálculos estimativos sobre la pérdida de productividad de las cosechas debido a este
fenómeno que en el caso de la compactación de la superficie de suelo alcanza valores de hasta el
13% mientras que la compactación del subsuelo puede ocasionar pérdidas de entre un 5-35%.
Afecta sobre todo a suelos de elevada productividad y suelos agrícolas muy mecanizados o a
prados húmedos con una gran densidad de ganado.
RESISTENCIA
Este es un descriptor del terreno que siempre debe ser determinado y/o justificado por medio de
ensayos e investigaciones a través de diferentes estudios geotécnicos.
Carga de Hundimiento
El criterio de rotura más usado para la caracterización resistente de los suelos es el llamado de
Mohr-Coulomb o lineal, donde se define:
Resistencia al Corte: Tensión tangencial máxima que un suelo puede soportar sin llegar a
la rotura.
Con Drenaje: se refiere a las situaciones en que, ya sea por buena permeabilidad, o por
largo tiempo transcurrido desde la aplicación de la carga, el terreno ha disipado los
excesos de presión intersticial que se podrían haber producido durante el proceso de
carga.
Sin Drenaje: se refiere a las situaciones en que, ya sea por falta de drenaje o por corto
tiempo transcurrido desde la aplicación de la carga, en el terreno existen las mismas
cargas intersticiales que se han producido durante el proceso de carga.
En un medio rocoso es muy superior a la necesaria para las cargas de cimentaciones, por ello no
suele hacerse un cálculo en detalle de la carga de hundimiento, a menos que sean cargas
importantes, o rocas blandas o un terreno fracturado.
Los interiores de los macizos rocosos suelen contener singularidades que pueden modificar la
estabilidad en caso de excavaciones. Por eso es preciso evaluar la resistencia al corte de dichas
irregularidades; ello requiere del análisis geomorfológico y cinemático de las posibles
inestabilidades. Lo habitual es efectuar un estudio cualitativo de la matriz rocosa, a la resistencia a
la compresión simple, el valor del índice RQD, estado de las dicontinuidades, grado de alteración,
etc.
Se puede partir de estas fórmulas para lo cual ha de obtenerse con la mayor exactitud las
características resistentes del terreno, en general, el ángulo de rozamiento interno y cohesión del
terreno.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.funprover.org/formatos/manualTomate/Propiedades%20Fisica%20del%20Su
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Mecánica de Suelos – Juárez Badillo Eulalio .México, D. F.: Limusa, 2013.
http://agro.infoclima.com/?page_id=506
http://www.construmatica.com/construpedia/Caracter%C3%ADsticas_Geot%C3%A9cnica
s_del_Terreno