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LANZAMIENTO DE UN SATÉLITE GEOSTACIONARIO

Los lanzamientos espaciales requieren largos y minuciosos preparativos y, en primer lugar, el


cálculo de la trayectoria que ha de seguir el cohete lanzador. De ella depende, en efecto, el
programa detallado de los equipos electrónicos que a bordo regulan de forma automática el
funcionamiento de los motores, provocan la separación de las etapas ya utilizadas, desvían el
chorro de los gases con objeto de que el lanzador, que despega verticalmente, vaya incurvando
su trayectoria, en la dirección prevista, etc.

Por lo general, el ingenio no puede ser lanzado indistintamente a cualquier hora del día (satélites,
circunterrestres), en cualquier día del mes (exploración de la Luna) o en cualquier época del año
(sondas espaciales). Para cada tipo de misión existe un periodo propicio, cuya duración se cifra
en minutos, horas o días, según el caso, y al cual se da el nombre de ventana de lanzamiento. Si,
a causa de dificultades técnicas, se incurriera en un retraso, el lanzamiento es posible a condición
de adoptar una nueva trayectoria que aumenta el consumo en propergol. De ahí se deduce que,
si el retraso es importante, será necesario esperar que se abra una nueva ventana cósmica que
permita la mejor utilización de los insumos con que afronta la maquinaria.

Plataformas de lanzamiento de cohetes

El que los polígonos espaciales se encuentren situados cerca del ecuador no es casual: es una
opción casi obligada para reducir el peso y los costes de los vectores dado que se pueda
aprovechar la rotación de la Tierra para obtener de un modo totalmente gratuito una parte de la
velocidad que debe imprimirse al vehículo para ponerlo en órbita. Nuestro planeta efectúa una
rotación en 24 horas de oeste a este y adquiere una velocidad periférica en la superficie que desde
el valor cero en los polos, aumenta más cerca del ecuador. Cuando se lanza un cohete en dirección
este, su velocidad se suma a la de la rotación de la propia Tierra. Recordemos que las órbitas
ecuatoriales se conocen también como geoestacionarias (GEO), de excentricidad nula, ya que son
las más útiles para el posicionamiento de satélites.

Existen 14 polígonos de lanzamiento de cohetes repartidos por numerosos rincones del planeta y
gestionados por las agencias espaciales de los respectivos países. Japón cuenta con dos centros
espaciales y China con cuatro muy activos. En el club asiático se apunta también la India con un
centro de lanzamientos en pleno desarrollo.

Rusia cuenta con cuatro bases espaciales más una en construcción en Siberia oriental. Desde
Baikonur se lanzan la mayor parte de los vuelos a la Estación Espacial Internacional (ISS).

Por su parte, América cuenta con varios emplazamientos muy activos, especialmente Cabo
Cañaveral, pero también Europa y Brasil cuentan con polígonos espaciales. Incluso existe una
base de lanzamiento en África con gestión italiana, en la costa de Kenia (Centro Espacial Broglio-
San Marcos) y sobre plataformas petrolíferas, aunque ahora inactiva para lanzamientos.

Las condiciones para su construcción los ubica en lugares despoblados, o escasamente poblados
y con circunstancias óptimas de infraestructuras y lanzamiento: cerca de la costa, en islas a ser
posible, con buena visibilidad este, aunque inevitablemente sujeto a la corrosión.
Fases para la puesta en órbita de un satélite geoestacionario

La colocación en una órbita geo sincrónica consiste básicamente en situar al satélite en una órbita
de transferencia, inclinada y elíptica. Generalmente se efectúa mediante vehículos de lanzamiento
de varias etapas. La inclinación vine determinada por las coordenadas de la base de lanzamientos
y la elipticidad por la distancia de su apogeo; debiendo coincidir este, con el radio de la órbita. Es
sumamente importante optimizar la órbita de transferencia para evitar el consumo de combustible
que permitirá mantenerlo más tiempo con vida.
Cuatro son las fases que suelen ser necesarias para colocar a un satélite geoestacionario en su
órbita preestablecida:

1. Lanzamiento y puesta en órbita de aparcamiento

Se sitúa el satélite en una órbita terrestre de baja altura. Su altura y el tiempo de


aparcamiento en ella, depende del vehículo propulsor empleado: Arianne, Delta, Atlas-
Centauro, Space Shuttle. El momento del lanzamiento esta condicionado a unos
determinados días pendientes de la posición del sol y la tierra. Constituyen la ventana de
lanzamiento.

2. Orbita de transferencia

Se consigue una elipse y bastante excéntrica activando la tercera fase del vehículo
lanzador, siendo una órbita intermedia en la que se consigue un apogeo de 36000 Km.

3. Encendido del motor de apogeo y orbita de deriva

El éxito del lanzamiento depende mucho de la adecuada activación del motor de apogeo,
el impulso producido le permite transformar la órbita en ecuatorial y casi circular, las
maniobras que se realizan en la órbita de deriva para ir corrigiendo el satélite, pueden
durar hasta tres semanas.

4. Órbita geoestacionaria

El satélite queda fijo en el espacio, presentando pequeñas derivas en longitud producidas


por la no esfericidad total de la tierra y las derivas en latitud producidas por el efecto
gravitatorio del sol y de la luna, estas fuerzas perturbadoras se deben corregir
periódicamente durante la vida operacional del satélite para mantenerlo anclado.

Etapas del lanzamiento de un cohete

ETAPA 0:

 Puede tomar minutos o incluso días antes del lanzamiento.


 Carga de oxígeno líquido y combustible.
 Comprobación del motor y control de giro.
 Llenado de sistema de presurización de nitrógeno para refrigeración.
 Retiro del brazo y dispositivos de seguridad.
 Orientación de los motores.
 Encendido del motor principal.

ETAPA 1:

 Minuto 0: Velocidad 0, altura 0. En la plataforma de lanzamiento


 1 minuto 4 segundos: Velocidad 2.818 km/h, altura 19,5 kilómetros. Se agotan los
propulsores de lanzamiento.
 1 minuto 22.5 segundos: Velocidad 3.306 km/h, altura 29,3 kilómetros. Se separan los
propulsores de lanzamiento.
 4 minutos 24 segundos: Velocidad 18.095 km/h, altura 112 kilómetros. Se termina el
combustible del tanque principal del cohete y se separa.

ETAPA 2:

 4 minutos 40 segundos: Velocidad 18.077 km/h, altura 112,2 kilómetros. Se enciende el


propulsor de la cabeza del cohete.
 4 minutos 45 segundos: Velocidad 18.116 km/h, altura 125,6 kilómetros. Se separa la
carcasa del cohete para perder masa en kilogramos y ganar rendimiento al necesitar
menos combustible para mover el vehículo ahora más liviano (esto se llama carenaje).
 11 minutos 16 segundos: Velocidad 28.567 km/h, altura 188,5 kilómetros. Comienza a
subir la cabeza del cohete que queda hasta la órbita satelital.
 1 hora 0 minutos 12 segundos: Velocidad 27.039 km/h, altura 690 kilómetros. Se acerca
a la altura de la órbita satelital.
 1 hora 2 minutos 20 segundos: Velocidad 27.042 km/h, altura 689,9 kilómetros. Se suelta
la carga (satélite) que lleva el vehículo vector (cabeza del cohete).
 1 hora 35 minutos 15 segundos: Velocidad 27.037 km/h, altura 695,8 kilómetros. Se aleja
lo que queda del cohete del satélite colocado. A partir de ese momento comienzan los
ajustes del satélite remotamente desde el centro de control terrestre para que comience a
brindar sus servicios. Lo que queda del cohete se convierte en basura espacial.

Cambio de orbita de un satélite

Para pasar de una órbita circular a otra, un satélite primero debe pasar a una órbita elíptica. Hay
muchas órbitas elípticas que funcionan, pero la que toma menos esfuerzo es la llamada órbita de
transferencia de Hohmann. Supón que quieres mover tu satélite de comunicaciones de una órbita
baja a una geosincrónica a 35,800 kilómetros (ver Figura 3). El primer paso es aumentar la
velocidad encendiendo los cohetes. Esto eleva al satélite a una órbita elíptica con un apogeo de
35,800 kilómetros. El segundo paso es prender los cohetes otra vez, justo cuando el satélite llega
al apogeo. Este segundo encendido cambia la órbita elíptica a una circular. Cuando los astronautas
usan las transferencias de Hohmann para encontrarse con otra nave espacial, deben medir el
tiempo de la transferencia con precisión para que lleguen en su nueva órbita al lugar donde estará
la otra nave.
Figura3
El elevar un satélite de comunicaciones de una órbita baja alrededor de la Tierra a una órbita
geosincrónica es un procedimiento de dos pasos. Primero se encienden los cohetes para
aumentar la velocidad del satélite de 28,000 a 36,900 kilómetros por hora ('A'). Esto se conoce
como transferencia de Hohmann y pone al satélite en una órbita elíptica. El perigeo de la órbita
elíptica nueva es la altitud de la órbita baja; el apogeo es la altitud de la órbita geosincrónica. El
satélite se mueve hacia afuera en su nueva órbita, disminuyendo su velocidad en el proceso.
Cuando el satélite llega al apogeo, se está moviendo a 5,800 kilómetros por hora. En este punto
se encienden de nuevo los cohetes para aumentar la velocidad a 11,100 kilómetros por hora ('B').
Esto pone al satélite en una órbita circular a esa altitud.

Supongamos que queremos enviar una nave espacial desde la órbita de un planeta a la de otro o
bien, elevar un satélite de comunicaciones desde una órbita circular ecuatorial de baja altura a otra
órbita coplanar y circular de mayor altura.

Para economizar el combustible, es necesario que la nave espacial siga una trayectoria
semielíptica denominada órbita de transferencia de Hohmann para lo que es necesario
proporcionarle dos impulsos:

 En el punto A cuando la nave espacial pasa de la órbita circular interior a la órbita de


transferencia.
 En la posición B, cuando la nave espacial pasa de la órbita de transferencia a la órbita
circular exterior.
Descripción

Para resolver el problema propuesto, solamente es necesario hacer uso de las propiedades central
y conservativa de la fuerza de atracción y de la dinámica del movimiento circular uniforme.

Órbita circular interior

Cuando la nave espacial describe una órbita


circular de radio rA, el módulo de la velocidad vA se
puede calcular aplicando la dinámica del
movimiento circular uniforme

(1)

Donde M es la masa de la Tierra, G es la constante


de la gravitación universal, y m es la masa de la
nave que se simplifica en las ecuaciones del
movimiento.

La energía E1 de la nave espacial en la órbita circular inicial es

la mitad de la energía potencial

Órbita semielíptica de transferencia

Para calcular la velocidad que debe llevar la nave espacial en el punto A para que alcance la órbita
exterior en B, basta aplicar las propiedades central y conservativa de la fuerza de atracción.
Por la propiedad de la fuerza central, el momento angular es constante y por tanto, tiene el mismo
valor en A que en B

Por la propiedad de fuerza conservativa, la energía es constante en todos los puntos de la


trayectoria, y en particular es la misma en A que en B.

Conocidos rA y rB podemos calcular en este par de ecuaciones las incógnitas v’A y vB.

(2)

La energía de la nave espacial es constante en todos los puntos de la trayectoria e igual a

La energía que hemos de suministrar al satélite en la posición A para que pase de la órbita circular
a la trayectoria de transferencia es la diferencia E2-E1 o bien,

Órbita circular exterior

Una vez que la nave espacial llega al punto B, ha de cambiar su velocidad para seguir la trayectoria
circular de radio rB. De nuevo, aplicando la dinámica del movimiento circular uniforme tenemos.
(3)

La energía E3 de la nave espacial en la órbita circular final es

La energía que hemos de suministrar al satélite para que pase de la órbita de transferencia elíptica
a la órbita circular de radio rB es la diferencia E3-E2 o bien,

El tiempo que tarda la nave espacial en pasar del punto A al punto B principio y fin de la trayectoria
de transferencia, es la mitad del periodo P.

Siendo a, el semieje mayor de la elipse.

Combustible gastado por la nave espacial

Supondremos que la nave espacial cambia de velocidad en los puntos A y B mediante sendos
impulsos, de duración muy corta, por lo que no tendremos en cuenta la acción del peso.

Al estudiar la dinámica de un cohete, calculamos la cantidad de combustible m0-m que ha de gastar


una nave espacial para incrementar su velocidad en v-v0

(4)

donde u es la velocidad de escape de los gases al quemarse el combustible, m0 es la masa inicial


y m es la masa final y Δv=v-v0 es la variación de velocidad.

La variación total de velocidad que experimenta la nave espacial en los puntos A y B es la suma

A partir de la expresión (4), podemos hallar la masa final m conocida la masa inicial m0, y el cambio
de velocidad Δv que experimenta la nave espacial al pasar de la órbita interior a la exterior.

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