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23 formas de ordenar el

cerebro y tranquilizar la mente.


¡MANOS A LA OBRA!
23 Maneras de poner el cerebro en su lugar

Para todos aquellos que no realizan trabajos mecánicos o para los


estudiantes, es muy importante ordenar el cerebro. Mantener la
mente en su lugar ayuda a la creatividad, la inspiración, mejora los
procesos cognitivos y vuelve a la persona más productiva. Todos en
algún momento de nuestras vidas experimentamos un bloqueo. Logra
desbloquearte con estos ejercicios fáciles.

Bloqueos mentales, falta de concentración y otros


problemas comunes.

Seguramente has pasado alguna vez por un bloqueo mental. Así se le


denomina a un estado donde no podemos seguir una línea de
pensamiento, cuando no se nos ocurren nuevas ideas o cuando
somos completamente incapaces de concentrarnos y enfocarnos
en una tarea.

Los bloqueos mentales pueden dividirse en bloqueos emocionales,


cognoscitivos y hasta culturales. Los primeros hacen referencia a los
bloqueos provenientes de sentimientos encontrados, ira o decepción.
En segundo lugar tenemos a los que afectan a estudiantes y tareas
creativas en general. Finalmente, los terceros son aquellos derivados
de un desprecio hacia cierta cultura o lugar donde nos encontramos.

Los bloqueos cognoscitivos son los más frecuentes y requieren


ordenar el cerebro. Además de ser algo completamente frustrante,
puede llegar a ser desesperante cuando realmente dependemos de
nuestra claridad mental. Ya sea porque necesitamos estudiar algo o
porque debemos realizar un trabajo específico, requerimos de las
ideas que nuestro cerebro crea.

Si estás cansado de este tipo de bloqueos mentales, falta de


concentración, falta de inspiración, nerviosismo, ansiedad y otros
problemas, te contamos 23 formas creativas de ordenar el cerebro
en poco tiempo.

23 formas de ordenar el cerebro fácilmente.

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La terapeuta Victoria Nazarevich asegura que con estos 23 trucos


podrás ordenar el cerebro, organizarlo y dejarlo preparado para
realizar cualquier tarea. No necesitarás muchas herramientas ya que
sólo deberás conectarte con tu lado más artístico. Además, son
actividades que te brindarán serenidad en momentos difíciles.

1. ENOJO: Ante el enojo, dibuja líneas.


2. PREOCUPACIÓN: Si estás preocupado, elabora alguna figura
con la técnica del origami.
3. CANSANCIO: Si te sientes fatigado, dibuja flores.
4. DECEPCIÓN: Si sufriste alguna decepción, realiza una copia de
una pintura famosa.
5. CONCENTRARTE EN UN OBJETIVO: Dibuja un blanco (como
el del juego tiro al blanco).
6. ORDENAR SENTIMIENTOS: Para saber qué te sucede, pinta
un autorretrato.
7. ANGUSTIA: Combate la angustia creando una muñeca de
trapo.
8. DESESPERACIÓN: Si te sientes desesperado, dibuja diferentes
caminos.
9. ABURRIMIENTO: Para combatir el aburrimiento, llena una hoja
de papel con diferentes colores.
10. RECORDAR: Para recordar algo que has olvidado, crea
laberintos en una hoja.
11. TRISTEZA: Si estás triste, pinta un arcoiris.
12. DOLOR: Si sientes algún dolor físico que no te permite
concentrar, haz alguna escultura.
13. ENERGÍAS: Para recuperar las energías, pinta paisajes.
14. CONCENTRACIÓN: Para concentrarte dibuja empleando
puntos (puntillismo).
15. MIEDO: Si sientes temor, teje en macramé o realiza un
bordado.
16. ORDENAR PENSAMIENTOS: Si necesitas sistematizar
tus pensamientos o ideas, dibuja cuadrados y celdas.
17. IRA: Elimina la ira cortando una hoja de papel con la
mano, en pequeños trozos.
18. TENSIÓN: Elimina la tensión realizando un dibujo con
diferentes patrones.
19. ENTENDIMIENTO: Si necesitas comprender algo, pinta
mandalas.
20. RECORDAR SENTIMIENTOS: Si necesitas recordar tu
estado actual, pinta muchas manchas de colores.
21. DESEOS: Para entender tus deseos, crea un collage.
22. SOLUCIÓN: Si necesitas una solución a un problema,
dibuja olas y círculos.
23. SALIR ADELANTE: Si te sientes estancado, dibuja
espirales.
Personalidad

10 características de las personas


genuinas
Estos son los secretos mejor guardados entre la gente que no tiene
nada que esconder.

Los seres humanos somos seres sociales, y tener una vida sociable y activa
mejora nuestro bienestar emocional.

Por desgracia, no todas nuestras relaciones interpersonales son auténticas, pues


algunas son complicadas y nos pueden causar daño emocional. Sin embargo, hay
un tipo de persona que realmente nos facilita el camino hacia una relación sana,
son los individuos genuinos.

 Artículo relacionado: “Personas asertivas: 10 características que tienen en


común”

Personas genuinas: una especie en extinción


No es fácil cruzarse con personas genuinas y auténticas, esas personas que van
de frente y que sabes que no irán por la espalda si tienen algún problema contigo
en algún momento.

Los seres humanos somos poco críticos con nosotros mismos a la hora de
valorarnos, y nos resulta más fácil culpar a los demás cuando algo de nosotros no
nos gusta. Para evitar esto, necesitamos conocernos a nosotros mismos, ser
objetivos y autoreflexionar.

 Artículo relacionado: "Desarrollo personal: 5 razones para la autorreflexión"

Las personas genuinas han reflexionado sobre quien son y, por tanto, saben que
no son perfectas. Tampoco intentan mostrarse como alguien que no son, a
diferencia de algunos individuos que pretenden ser lo que la gente quiere que sea.
Además, la gente genuina suele decir lo que piensa sin intentar ofender, porque
ser falso les supera.

Características de la gente genuina


Rodearse de gente auténtica es bueno, porque es gente que se conoce a sí misma
y se expresa de forma asertiva. Ya sea en el trabajo, en la amistad o en la vida en
general, relacionarse con gente genuina te permitirá conectar con ellos
rápidamente.

Pero, ¿cómo es la gente genuina? ¿Qué hábitos o rasgos tienen los individuos
auténticos? En las próximas líneas encontrarás una lista con 10 claves para
identificar a este tipo de personas.

1. No les importa lo que la gente piense de ellos

La gente genuina no está preocupada por lo que los demás piensen de ellos. Son
lo que son en realidad. Saben que caerán simpáticos a algunos y mal a otros. Es
ley de vida y no les preocupa. Asimismo, este tipo de personas toman decisiones
en base a sus convicciones, incluso sabiendo que no serán del agrado de algunos.
Eso sí, siempre que sea necesario, después de haber analizado la situación y
pensar que su decisión no es perjudicial para otros individuos.

Puesto que a la gente genuina no le importa cómo piensen los demás de ellos no
intentan impresionar a otros, porque se impresionan a ellos mismos, y eso ya les
vale. La gente genuina se ve venir, y eso es de agradecer.

 Quizás te interese: "Consejos para dejar de pensar en lo que los demás


piensen de ti"

2. Son abiertos de mente

La gente genuina es abierta de mente en el sentido de que no juzga a las


personas y no pretende hacer valoraciones de ellos en base a prejuicios y
estereotipos. Las personas genuinas dicen su opinión siempre, pero eso no quiere
decir que no valoren las opiniones de los demás.

3. Te miran a los ojos con sinceridad

Y claro, cuando alguien tiene en cuenta tu opinión pero dice la suya desde el
corazón, se siente cómoda. Las personas genuinas, como no pretenden mostrar lo
que no son ni necesitan agradar a nadie más que a sí mismos, pueden mirarte a
los ojos con sinceridad.

4. Se autodesarrollan

Las personas genuinas luchan por su autodesarrollo personal, porque no solo son
auténticos con los demás, sino que lo son ellos mismos. Se conocen a fondo y, a
pesar de que puedan temer miedo en ocasiones, afrontan sus problemas con
valentía. Son individuos que no les gusta mentir a nadie y menos a ellos mismos.
Además, como no necesitan la aprobación de otros, su fuerza viene desde el
interior y no de lo que los demás piensen de ellos.
5. Son generosos

La gente auténtica tiene buen fondo y, por lo tanto, son generosas y bondadosas.
Cuando no tienes nada que esconder, te abres al mundo, te preocupas por los
demás y muestras tu mejor versión. La gente auténtica suele ser proactiva a nivel
social, y suele interesarse por temas como la política.

 Texto relacionado: "Las personas “de izquierda” son más inteligentes,


según un estudio"

6. No les motiva lo material

Como se ha dicho, las personas auténticas buscan su propio desarrollo personal y,


por tanto, su fuente de motivación es interna, no externa. El capitalismo y el
materialismo no van con sus valores. Su felicidad viene de dentro igual que sus
placeres. En otras palabras, disfrutan con los placeres simples y no les motiva lo
material, por ejemplo, tener un coche de alta gama, el móvil último modelo, etc.

7. Tratan a los demás con respeto

Cuando alguien ha reflexionado intensamente sobre quién es y sobre qué desea


en esta vida, suele ser una persona empática. Porque no quiere su sufrimiento ni
tampoco el de los demás.Sus conductas se rigen por valores como la honestidad,
el respeto, la cooperación… Por eso las personas auténticas, a la larga, mantienen
su dignidad intacta.

8. Puedes confiar en ellos

Si son tú pareja o tu amigo, las personas auténticas son sin duda un regalo del
cielo. Sabes que no serán infieles, ni te mentirán, a no ser que sea para proteger tu
salud emocional. Los valores que rigen su conducta, y de los que he hablado en el
punto anterior, son una base sólida para confiar en ellos. Nunca harán lo que no
quieren que les hagan.

9. Son mentalmente fuertes

Al no necesitar la aprobación de los demás y basar bienestar en su propia


motivación interior,este tipo de individuos son emocionalmente fuertes. Cuando
eres genuino y sigues el camino que tu propio corazón te marca, difícilmente te
sientes ofendido por las críticas de los demás. Esto convierte a las persona
genuinas en individuos emocionalmente fuertes y que gozan de una autoconfianza
alta.

 Contenido relacionado: "12 características de las personas mentalmente


fuertes"
10. No son hipócritas

Son personas con un fuerte arraigo a valores sanos, y por tanto, son fieles a sí
mismos. La confianza que tienen en sí mismos les hace decir lo que tienen que
decir, independientemente de la opinión de los demás. Son personas que hablan
claro y que no prometen. No son hipócritas.

Etiquetas: Personalidad, Comunicación

Psicología clínica

Trastornos del Espectro Autista: 10


síntomas y diagnóstico
Las claves para un diagnóstico preciso de este desorden psicológico.

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Imagen: Pexels

Elisabet Rodríguez CamónPsicología


Infanto-juvenil y adultos





El Trastorno del Espectro Autista (TEA) ha sido tradicionalmente uno de los focos
principales de controversia por la dificultad que supone saber encuadrarla en la
clasificación de las psicopatologías de forma clara y permanente.

Además, con la publicación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos


Mentales (DSM-V) en el año 2013, se ha visto modificada la taxonomía de esta
psicopatología respecto de la versión anterior DSM-IV TR. En concreto, se ha
pasado de incluirla junto con otras etiquetas diagnósticas dentro de los Trastornos
Generalizados de Desarrollo a establecerse todas ellas bajo la denominación de
TEA indistintamente. Aún así, sí se han propuesto distintos niveles de afectación
(I-IV) a especificarse en el diagnóstico realizado.

Trastornos del Espectro Autista: ¿cómo


diagnosticarlos?
La detección temprana del autismo es compleja, ya que en la mayoría de los casos
son los padres quienes dan las primeras señales de alerta. Autores como Wing
(1980), Volkmar (1985), Gillberg (1990) y Frith (1993), afirman que los síntomas
del autismo aparecen antes de los tres años pero añaden que es difícil detectarlos
durante el primer año de vida.

Aún existe cierta dificultad y desconocimiento respecto de la información que se


posee en el servicio de atención primaria que permita una detección temprana. Tal
y como indica uno de los estudios realizados en EEUU (English y Essex, 2001), se
encontró que los primeros en sospechar la presencia de manifestaciones que
podían indicar un funcionamiento autístico fue la familia (60%), seguidos a mucha
distancia de los pediatras (10%) y los servicios educativos (7%). Además son
múltiples las manifestaciones en forma e intensidad en las que aparece dicho
trastorno en las primeras edades. Aun con todas estas dificultades la detección
temprana puede darse en torno a los 18 meses de edad o incluso antes.

Tests y herramientas para la detección de los TEA

En la actualidad, no hay un test o prueba médica que por sí misma indique si una
persona presenta TEA. El diagnóstico los Trastornos del Espectro Autista debe
incluir la observación complementaria de la conducta de la persona, conociendo su
historia del desarrollo y aplicando una batería de pruebas médicas y psicológicas
para detectar la manifestación de los signos y síntomas del autismo.

Algunas de las pruebas que se utilizan para la detección temprana del Autismo son
el CHAT de Baron-Cohen (1992), el M-CHAT de Robins, Fein, Barton y Green
(2001), el IDEA de Rivière y Martos (1997) y el IDTA-18 de F.J Mendizábal (1993).
La edad de aplicación de estas pruebas comprendería entre los 18 y 36 meses.

Además de las pruebas señaladas anteriormente, resulta fundamental recabar


información de las conductas del niño en compañía de diferentes personas y en
diversos contextos integrando las diversas fuentes de datos de manera
comprensiva y clarificando las posibles discrepancias. La detección lo más
temprana posible de cualquier alteración en el desarrollo infantil, posibilita el
establecimiento de un programa de intervención temprana capaz de promover al
máximo las capacidades de desarrollo personal y social del niño y la adecuada
orientación de sus familiares. Para ello es conveniente basarse en las siguientes
fuentes posibles de información:

 Test-escalas en sesiones clínicas.


 Entrevistas e información tanto de profesores como de padres.
 Observación en situaciones naturales (casa, escuela) y/o observaciones
estructuradas de la interacción con padres y evaluados.

Síntomas y criterios para detectar el autismo


Para llevar a cabo una apropiada evaluación a partir de los tres años de edad se
debe tener en cuenta las áreas de evaluación que se describen a continuación,
junto con las pruebas que se emplean para la evaluación del desarrollo infantil
(tanto en población clínica como en el resto).

Valores extremos en las escalas de medición, tanto por defecto como por exceso
dependiendo de la prueba, pueden ser muy útiles para complementar el
diagnóstico del autismo o TEA.

1. Evaluación social

Consiste en recopilar información sobre el interés social, la cantidad y calidad de


iniciativas sociales, el contacto ocular, atención conjunta, imitación corporal, vocal
y motora, apego, expresión y reconocimiento de emociones. Para ello se utilizan
Entrevistas estructuradas a padres como ADI-R de M. Rutter, A. Le Couteur y C.
Lord (1994);

Observación estructurada en el contexto clínico tanto de las interacciones


planificadas (CARS de DiLalla y Rogers, 1994) como de las no planificadas con el
padre y con la madre; videos cedidos por la familia e instrumentos clínicos diversos
(Test Normativos como el Vinelandde Sparrow, Balla y Cicchetti (1984), Test
Criteriales como el Uzgiris-Hunt, revisado por Dunts (1980) o Inventarios del
desarrollo como el Battelle, adaptación española de De la Cruz y González (1996).

Algunos síntomas que se pueden detectar

 Carencia en la expresión de emociones.


 Aislamiento con sus pares.

2. Evaluación comunicativa

Se recoge información sobre intencionalidad, herramientas comunicativas,


funciones, contenidos, contextos y comprensión. Se utilizan Entrevistas
estructuradas (ADI-R 1994), Observaciones estructuradas (ACACIA de Tamarit
1994, PL-ADOS de DiLavore, Lord & Rutter 1995), videos familiares e
instrumentos clínicos diversos (como la Escala de Desarrollo del Lenguaje de
Reynell de Edwards, Fletcher, Garman, Hughes, Letts y Sinka 1997; y el ITPAde
Samuel A. Kirk, James J. McCarthy, Winifred D. Kirk, edición revisada en 2004,
Madrid: TEA), entre otros.

Algunos síntomas que se pueden detectar

 Interpretación literal de las oraciones.


 Retraso en la aparición de la comunicación verbal.

3. Juego

Se recoge información sobre la exploración, el juego funcional, el juego simbólico,


role-playing y el juego cooperativo. Se utilizan Entrevistas Estructuradas (ADI-R
1994), Observaciones Semi-estructuradas (juego libre), videos familiares e
instrumentos clínicos diversos (Test del Juego Simbólico de Lowe&Costello 1988).

Algunos síntomas que se pueden detectar

 Dificultades a la hora de entender la naturaleza del roleplaying.


 Rechazo del juego social.

4. Evaluación cognitiva

Se recoge información para hacer una valoración del nivel sensoriomotriz, del nivel
de desarrollo, evaluación de preferencias estimulares y sensoriales, del estilo y
potencial de aprendizaje, de habilidades ejecutivas y metacognitivas y de
habilidades académicas.

Se pueden utilizar las siguientes escalas: Escala Internacional de Ejecución de


Leiter, adaptada por Arthur en 1980, las Escalas de Inteligencia de Weschler
(WPPSI-III 2009 y WISC-V 2015), las Escalas Bayley de desarrollo Infantil de
Bayley 1993, la Escala de Desarrollo Infantil de Uzgiris-Hunt, revisada por Dunts
en 1980 y el PEP-R (Perfil Psicoeducacional) de Mesibov, Schopler y Caison 1989.

Algunos síntomas que se pueden detectar

 Aparición de una habilidad cognitiva inusualmente desarrolladas.


 Dificultades cognitivas generales.

5. Evaluación motora

Medición de la motricidad fina y gruesa mediante la observación, información y


aplicación de la Escala Brunet Lezine de O. Brunet y L. Lezine 1951 y /o el PEP-R
de Mesibov, Schopler y Caison 1989.
Algunos síntomas que se pueden detectar

 Alteraciones en la marcha y la postura.


 Alteraciones en la anticipación motora.

6. Evaluación familiar-ambiental

Conocimiento mediante la entrevista familiar del impacto del diagnóstico, sus


recursos para superarlo y establecer vías adecuadas de colaboración en la
intervención, la interacción familiares-niño y la estructura del entorno doméstico.

7. Evaluación médica

Utilización de pruebas neurológicas y de neuroimagen (Electroencefalograma


EEG, Tomografía Axial Computerizada TAC, Tomografía por Emisión de Fotón
Único SPECT, Resonancia Magnética RM, análisis de sangre y orina, potenciales
evocados). Debe darse una ausencia de lesiones localizadas que puedan explicar
los síntomas.

8. Evaluación de autonomía personal

Fundamentalmente mediante entrevistas y aplicación de cuestionarios a los padres


sobrealimentación, control de esfínteres, vestido y aseo. Una de las escalas más
utilizadas es la Escala Lawton y Brody, traducida al español en 1993.

9. Evaluación de problemas de conducta

Valoración de la presencia o ausencia de problemas conductuales (conductas


disruptivas, agresiones, autolesiones, estereotipias, pica, regurgitación, fobias…)
su intensidad y su frecuencia mediante cuestionarios o entrevistas estructuradas
como el ADI-R 1994, o el ICAP (Inventario de planificación de servicios y
programación individual) adaptación española por la Universidad de Deusto, Bilbao
en 1993.

10. Evaluación de preferencias

Conocimiento de los objetos, juguetes, estímulos, modalidades sensoriales,


actividades, alimentos, etc. preferidos de cara a utilizarlos como refuerzos o
motivadores de otras actividades u objetivos relevantes de comunicación.

A modo de conclusión
Como hemos visto, el diagnóstico de autismo debe realizarse sobre la base de una
evaluación clínica completa, y debe de basarse estrictamente en los criterios
consensuados internacionalmente, por tres objetivos principales:
 Asegurar el acceso a los servicios apropiados de apoyo e intervención
adecuados a la particularidad del caso.

 Para que las investigaciones científicas puedan ser comparables, tanto en


sus aspectos clínicos como especialmente en la valoración de la eficacia de
los diferentes servicios y tratamientos propuestos.

 Garantizar una educación adecuada a las necesidades particulares del


caso del niño en cuestión, dado que los procedimientos diagnósticos poco
rigurosos podrían provocar la exclusión de niños y niñas con autismo de
servicios especiales previstos para ellos, así como propiciar la inclusión de
personas que presentan otras casuísticas psicológicas.

Referencias bibliográficas:

 Asociación Internacional Autismo-Europa (2000): Descripción del autismo.

 Jané, M. C. y Doménech-Llaberi, E.(1998): El autismo infantil. En González


Barrón, R. (coord.) . Psicopatología del niño y del adolescente. Madrid:
Pirámide, pp. 295-318.

 Martos-Pérez, J. Revista Neurol; 42 (Supl 2) S99-S101 (2006): Autismo,


neurodesarrollo y detección temprana.

 Mendizábal, F. J. (1993): Un intento de aproximación al tema de la


detección temprana en autismo. Actas del VII Congreso de Autismo.
Editorial Amarú.

 Pedreira, M. J. (2003): Evaluación, diagnóstico, neurobiología y tratamiento


del autismo. Madrid: Edición Laertes.

 Rivière, A. El autismo y los trastornos generalizados del desarrollo. En A.


Marchesi, C. Coll y J. Palacios Eds. (1999): Desarrollo Psicológico y
Educación III. Madrid: Alianza Psicología, pp. 329-360.

Etiquetas: Autismo, Trastorno

“No te aferres a un amor que


duele más de lo que vale”, carta
de una mujer con experiencia
 Carta
 Amor
 desamor
 Pareja
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26/09/2016 | 4:08pm

El amor no es sacrificio ni es sufrimiento. Darlo todo para tener una relación


llena de amor no vale la pena si se sufre. Por eso, la escritora Karla
Galleta cuenta su experiencia en una carta para dejar de aferrarse a
una relación que duele más de lo que vale.

TAMBIÉN LEE: “No lo mereces, pero se enamoró verdaderamente de ti”,


carta a la chica que dejó ir al hombre bueno

“El amor es algo tan simple, pero también muy complejo. Es algo que nos puede
hacer muy felices, pero indudablemente, también nos puede hacer sufrir.

Y es que hay relaciones tan poco saludables que nos causan más tristeza,
decepciones y dolor que alegría y satisfacción. Sin embargo, por alguna razón
que ni nosotros sabemos, nos aferramos en mantenerla. Nos empeñamos una y
otra vez en volver a intentarlo, nos agarramos de palabras y actitudes que no
tienen nada que ver con la realidad, mucho menos, con la persona que amamos.
Terminamos tan confundidos y perdidos en la irrealidad, en esa sensación entre
el amor que desearíamos tener y el que realmente estamos viviendo que no
sabemos ni qué hacer.

No, no está mal querer a alguien con todo tu corazón, ni luchar por ese amor y
empeñarse en que las cosas funcionen. Lo que no está bien, es no que no exista
reciprocidad, sentirte mal al no ser correspondido, y sobre todo, quedarte ahí para
ver si esa persona, en algún momento, decide cambiar de opinión y de la nada,
como por arte de magia, decide amarte tanto como tú la amas.

Es verdad que quien no arriesga, no gana, pero a veces apostar todo por
una relación complicada, definitivamente, no vale la pena. Eso de dar todo sin
esperar nada a cambio, me parece una teoría un tanto conformista, porque aunque
luches por ese amor que sientes y la otra parte no contribuye,
terminará enfriándose. Además, si esa persona te amara de verdad, no dudaría
en demostrártelo, por lo tanto, no tendrías porque luchar.

Quizá hubo un momento en que esa persona sí te amaba, pero algo pasó en el
camino, en algún punto ese hilo que los unía se rompió, se escapó la magia. Y
eso no lo hace mala persona, ni culpable. Simplemente el amor se terminó.

Por otro lado, hay personas que definitivamente, no valen la pena, mucho menos
tu amor y tu tiempo, como esos que en los que uno de los dos vive desilusionado
porque la otra persona no llena sus expectativas, o los que viven más en el
pasado que en el presente llenos de resentimientos por asuntos no resueltos.
También hay personas tan inseguras que necesitan afirmación constante para
que les demuestren que los aman y comienzan a tratar de manipularte
para sentirse seguros. Y están las personas frustradas que, al sentirse
insatisfechas con su vida, intentan controlar la felicidad de su pareja al punto de
que se pierda la libertad. Y sin dejar de mencionar a las personas infieles, esas
que no saben apreciar el cariño y la confianza aunque los amen de verdad.

Amar de verdad nos llena de fuerza y ánimo para luchar, pero es decepcionante
darnos cuenta que no hay reciprocidad, que esa persona no está dispuesta a
intentarlo verdaderamente, que no cambiará sus actitudes y no cumplirá lo que
promete. Entonces, inevitablemente, surge esa pregunta a la que tanto tememos,
pero es necesaria porque proviene desde el fondo de nuestra alma y exige
respuesta: ¿Merece la pena continuar? ¿De verdad, vale la pena insistir?
Es una respuesta en la que sin duda, tendrás que mirar dentro de ti, y tendrás que
primeramente aprender a respetarte, valorarte, y sobre todo, amarte, porque de
no ser así, nadie más lo hará. Si logras ver todo lo bueno que hay en ti y
decides reconquistarte y luchar antes que nada por ti mismo, indudablemente,
encontrarás una salida que te llevará a la respuesta correcta.

Si esa persona merece el intento, estarás listo para exigir lo que quieres de
esa relación, haciéndole ver a esa persona que mereces ser amada y valorada. Y
sí esa persona de verdad te ama, sin duda estará dispuesta a darte lo que
mereces.

Y si ese amor no merece intentar salvar la relación, estarás lista para abrir las
manos y soltar esa relación que hasta el momento no te ha traído nada bueno,
sólo angustia y desesperación por
tanta indecisión, incertidumbre e incoherencia.

Sé que es muy difícil dejar ir a quien se ama demasiado, sobre todo, cuando se
construyenilusiones sobre algo que nunca fue. Pero debes aceptarlo, ser fuerte y
comprender que a veces, es mejor retirarse oportunamente que seguir perdiendo
el tiempo donde no te quieren ni te necesitan. Vales mucho como para quedarte
esperando a ver a qué horas te llaman, o ver que si te busca o está contigo es sólo
por no sentirse solo o porque necesita con quien pasar el rato, no porque te
ame de verdad.

Nadie merece migajas amor, mucho menos sufrir por alguien que no te valora.
Lamentablemente se tiene que pasar por esto para darte cuenta de ello, pero no
es en vano, es una lección más de vida y una oportunidad para fortalecer el amor
hacia ti misma. Es hora de dejar atrás todas las lágrimas que has derramado y
aunque nadie asegura que el camino será fácil, que ya no habrá más piedras con
las que tropezar una vez más, nunca olvides que mereces la felicidad.

No malgastes tu tiempo y tu vida insistiendo en una relación que no te hace


crecer, que no te hace una persona más entera y más consciente. No permitas que
nadie borre la sonrisa de tu cara, porque ahora es el momento de vivir la
vida, segundo a segundo, sin detenerte a pensar qué pasará después.

Nunca olvides que más que la pena, mereces la felicidad y que la única forma
de amar sanamente, es desde la libertad”.

Para superar esta etapa no es fácil porque se tendrá muchos sentimientos


encontrados. Para aliviar ese dolor, es necesario seguir estos consejos:

NO TE PIERDAS: “Los hombres que atraes son el reflejo de lo que eres”,


carta para nosotras

1. Habla con esa persona y aclara que todo se termino

Se explicito por las razones de por qué no quieres tener a tu lado a esa persona y
que dudas del amor que te tiene. Mayormente, las parejas que terminan y
regresan es porque desean revivir los mejores momentos de la relación, pero solo
encuentran sufrimiento al ver que nada es igual y un gran engaño a sí mismos al
reconocer que desean sentirse de nuevo enamorados.
2. Devolverle sus cosas

Es un importante paso para continuar con la vida de soltero. No mantengas las


cosas de él en tu cuarto. Crea espacios que sean solo para ti y no sobre
tu pasado. Incluso, debes de eliminar todas sus fotos y cartas.

3. Recordar porqué sufrias tanto

Se debe reflexionar sobre lo que no te gustó de la relación y de esa persona.


Piensa qué errores tuviste para elegir a la persona menos adecuada para ti. Con
ese saber, di lo que en verdad necesitas para mantener una vida feliz sin importar
encontrar a alguien nuevo a quien amar o estando sola.

Wapa, si has pasado por esta situación, ¿cómo lo has solucionado?

Neurociencias

¿Por qué la depresión hace el cerebro


más pequeño?
Un extraño efecto que se ha demostrado mediante pruebas de
escáner encefálico.

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La presencia de un trastorno mental produce una gran dificultad en la vida


cotidiana de quien lo padece. Esquizofrenia, bipolaridad, ansiedad, depresión…
todas ellas generan un elevado nivel de sufrimiento y inducen modificaciones a
nivel cognitivo y conductual.

Sin embargo, los efectos de algunas de las psicopatologías no se limitan a estos


aspectos, sino que producen grandes modificaciones a nivel fisiológico y cerebral.
En el caso de la depresión, recientes investigaciones sugieren que el padecimiento
de esta patología podría estar asociado a un encogimiento de algunas áreas
cerebrales.

Los resultados de estas investigaciones se han obtenido mediante el análisis de


técnicas de neuroimagen aplicadas a un elevado número de voluntarios con y sin
depresión. así como mediante el análisis de tejidos cerebrales donados.

¿Causa o consecuencia?
En muchos trastornos mentales se producen modificaciones a nivel cerebral.
Dichas modificaciones en la estructura y funcionalidad cerebral explican la
sintomatología presente en los trastornos. Pero es necesario tener en cuenta una
consideración fundamental: el hecho de que exista una correlación entre
modificaciones cerebrales y trastornos mentales no indica en qué dirección se da
dicha relación. En un gran número de trastornos la investigación refleja que las
alteraciones cerebrales causan o facilitan la aparición del trastorno y su
sintomatología.

En el caso de la depresión, sin embargo, las últimas investigaciones indican que


las reducciones observadas se producen después de la aparición de
sintomatología, siendo un efecto derivado de la persistencia de la sintomatología.

Es decir, en el cerebro de las personas deprimidas se observan unas medidas y


modificaciones de la estructura que no están presentes en sujetos sin este
trastorno. Por este motivo, la investigación realizada refuerza la idea de la
importancia de una intervención temprana, con el fin de evitar no solo la
persistencia de los síntomas sino la degradación de estructuras cerebrales.

Modificaciones cerebrales producidas durante la


depresión
Estos estudios indican que las principales afectaciones se dan en
el hipocampo que es una estructura cerebral muy importante a la hora de hacer
que ciertos recuerdos sean almacenados en la memoria a largo plazo. La
depresión está asociada a una reducción de la densidad neuronal de esta parte del
cerebro, causando a su vez déficits de memoria, de atención y de retención de la
información (cosa que también puede observarse en el propio proceso depresivo).
Dicha atrofia hipocampal, según los estudios, va aumentando según se repiten los
episodios depresivos y a medida que se prolonga su duración.

Por otro lado, las investigaciones realizadas hasta el momento indican que el
cerebro se comprime, perdiendo conexiones neuronales internas y no únicamente
en el hipocampo.

Otros cambios en el cerebro durante la depresión

Además de en las propias neuronas durante la depresión se ven afectadas las


células gliales, especialmente en la corteza frontal. El riego sanguíneo en el
encéfalo se ve ligeramente alterado, cosa que junto a un enlentecimiento en el
metabolismo de la glucosa en la corteza prefrontal hacen que éste vea reducido el
aporte de oxígeno y nutrientes, produciendo a largo plazo una reducción también
de esta zona. Del mismo modo también se empequeñece la amígdala cerebelosa.

Por último, al igual que ocurre con otros trastornos como en la esquizofrenia, los
ventrículos laterales sufren una dilatación, ocupando el espacio dejado por la
pérdida neuronal.

Motivos de la reducción cerebral en la depresión


El motivo de dicha reducción del cerebro se debe a la activación de un factor de
transcripción conocido como GATA1 el cual impide que se expresen una serie de
genes imprescindibles para la creación de conexiones sinápticas. Dicho factor de
transcripción interrumpe las funciones cognitivas y las emociones.

Asimismo, otros datos reflejan que los estados depresivos recurrentes, así como el
estrés, provocan hipercortisolemia, la cual si se mantiene produce una
neurotoxicidad que termina afectando a las neuronas del hipocampo, reduciendo
su número y su interconexión. Con ello, el hipocampo se ve reducido, viéndose
asimismo afectadas sus funciones. Por este motivo resulta imprescindible tratar
estados depresivos de manera temprana, especialmente en el caso de
depresiones en adolescentes, cuyo encéfalo aún no está totalmente desarrollado.

A la larga, esta reducción del encéfalo provoca una bajada de la velocidad de


procesamiento y de la capacidad de organizar y trabajar con la información
obtenida del entorno, con lo que se dificulta la búsqueda de una respuesta
adaptativa a situaciones vitales. Del mismo modo, se empeoran los síntomas
depresivos, tanto debido al efecto directo de la reducción de capacidades como
debido al conocimiento del descenso de habilidad.

Motivos para la esperanza: las alteraciones son en parte reversibles

Sin embargo, que las investigaciones hayan reflejado este fenómeno no implica
que las personas deprimidas tengan un deterioro permanente, pudiendo motivar el
tratamiento (tanto a nivel psicológico como farmacológico) y la mejoría de los
síntomas depresivos la neurogénesis y fortalecimiento neuronal. Así pues, tratar la
depresión puede motivar la creación de nuevas neuronas, recuperando la
funcionalidad perdida durante el transcurso del trastorno depresivo.

A nivel clínico, las alteraciones descubiertas pueden contribuir a esclarecer el


porqué del retraso entre el inicio del consumo de antidepresivos y sus efectos
terapéuticos, precisando de cambios lentos no solo en la disponibilidad de
neurotransmisores sino también a nivel estructural. Esta investigación puede
contribuir a elaborar nuevos fármacos antidepresivos, que podrían dedicarse a
inhibir el factor GATA1, así como favorecer la búsqueda de ayuda profesional
antes de que el problema se consolide.
Referencias bibliográficas:

 Kang, H.J.; Voleti, B.; Hajszan, T.; Rajkowska, G.; Stockmeier, C.A.;
Licznerski, P.; Lepack, A.; Majik, M.S.; Jeong, L.S.; Banasr, M.; Son, H. &
Duman, R.S. (2012). Decreased expression of synapse-related genes and
loss of synapses in major depressive disorder. Nat. Med; 18 (9): 1413-7.

 Miguel-Hidalgo, J.J. & Rajkowska, G. (2002). Morphological Brain Changes


Depression. Can Antidepressants Reverse Them?. Sociedad
Iberoamericana de Información Científica.

Etiquetas: Depresión, Trastorno, Cerebro, Neurociencia


Psicología social y relaciones personales

10 tipos de argumentos para usar en


debates y discusiones
¿Cómo convencer a tus interlocutores de que tú llevas la razón?

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Imagen: Pixabay

Durante mucho tiempo, los científicos de la mente han creído que el ser humano
es un animal fundamentalmente racional, que piensa a través de la lógica.

Sin embargo, esta idea puede ser puesta en duda , por ejemplo, cada vez que nos
ponemos a analizar los tipos de argumentos que utilizamos usualmente para
defender nuestros puntos de vista en debates y discusiones. Las falacias
argumentativas hacen apariciones constantes, y muchas veces ni nosotros ni el
interlocutor nos damos cuenta de ello.

Sin embargo, eso no significa que no existan tipos de argumentos válidos a través
de los cuales se podamos contribuir a debates de manera solvente. Esta es una
selección de los principales tipos de argumentos clasificados según varios criterios.

Tipos de argumentos según su contenido


En primer lugar, veremos las clases de argumentos clasificados según el tipo de
contenido en el que se basan.

1. Argumentos basados en valores

Son argumentos que se fundamentan en resaltar los valores éticos que tiene una
opción, sean buenos o malos. Este tipo de argumento es útil si el tema del que se
está hablando es fundamentalmente filosófico y moral, es decir, si se habla acerca
de lo que debe hacerse y qué acciones deben ser priorizadas.

Sin embargo, no sirven para describir la realidad objetiva, y en caso de ser


utilizados para esto se puede caer en un tipo de falacia lógica llamado argumento
ad consecuentiam.

2. Argumentos basados en descripciones

Una descripción general es una manera de reunir varios argumentos en uno para
defender una idea. Por ejemplo, para argumentar a favor de la posición de que las
aves son dinosaurios, se puede hablar sobre las plumas encontradas en muchos
fósiles de terópodos, acerca de las semejanzas anatómicas que muchos de ellos
tenían con los pájaros actuales, etc.

3. Argumentos basados en datos

Son una clase de argumentos basados en porciones de información muy concretas


y específicas, normalmente extraídas de investigaciones científicas o de bases de
datos.

4. Argumentos basados en la autoridad

En este tipo de argumento se señala la posición que defiende una autoridad en el


tema señalando que tiene más valor que otras. En muchos casos, puede derivar
en una falacia lógica: a fin de cuentas, el hecho de que una idea sea defendida por
un especialista no hace que sea verdadera.

Sin embargo, resulta un argumento consistente cuando lo que se trata de


contrarrestar una falacia de autoridad. Por ejemplo, si alguien defiende la idea de
que la Tierra es plana porque lo ha dicho un vecino que lee mucho, se puede
replicar que los verdaderos especialistas sobre el tema defienden que es más bien
esférica, implicando esto que es necesario aportar muchas pruebas para refutar
esta idea ya que ambas posiciones no se encuentran en igualdad de condiciones.

5. Argumentos basados en definiciones

Estos tipos de argumentos no se basan en el funcionamiento del mundo, sino en el


uso que se hace de los conceptos y las definiciones. Sin embargo, en muchas
ocasiones estos argumentos no resultan eficaces, porque el significado de las
palabras puede cambiar dependiendo del momento y el contexto en el que hayan
sido utilizadas.

6. Argumentos basados en experimentos

En este caso, el argumento se apoya en una experiencia realizada en el mismo


lugar en el que se dialoga y que sirve para apoyar la idea defendida por uno
mismo.

7. Argumentos basados en experimentos mentales

Este tipo de argumento es una mezcla entre los dos anteriores, ya que se apoya
en una experiencia en la que ha de participar el interlocutor pero no se realiza en el
mundo real. Se trata de imaginar una situación que va progresando hasta un punto
en el que la única conclusión razonable es que se cumpla la idea que defendemos.
Por ejemplo, si alguien dice que jamás podría ser amigo de un extranjero, es
relativamente fácil hacerle ver lo contrario a través de este tipo de argumentación.

Tipos de argumentos según el modo en el que se


usan
Si antes hemos clasificado los tipos de argumentos según su contenido, ahora
veremos de qué manera pueden ser utilizados para mostrar relaciones entre ideas

8. Indicación de la falacia

Son tipos de argumentos en los que se señala por qué el razonamiento que ha
usado alguien no es válido, al fundamentarse en una falacia. Es decir, se analiza el
discurso del otro y se resaltan las partes que en sí mismas resulten infundadas y
engañosas.

9. Argumentos de comparación

En esta clase de argumentos se comparan dos ideas entre sí, para mostrar de qué
manera una de ellas es mejor que la otra.
10. Argumentos de interpelación

En estos argumentos se realizan una serie de preguntas al interlocutor para


demostrar en tiempo real hasta qué punto está equivocado en un tema. Es un
ejercicio que recuerda al diálogo socrático.

Etiquetas: Comunicación

COMPRENDO LO QUE
LEO
Si tienes dificultades para concentrarte al leer un libro, o para estudiar en época de parciales y

finales, a continuación te dejamos unas técnicas que de hecho te funcionarán.

Tener un lugar cómodo y tranquilo. Buscar un espacio dónde no haya distracciones, como la

televisión o personas conversando. Necesitas un lugar donde estés sentado cómodamente, no

echado, pues si estás cansado te quedarás dormido fácilmente.

Descansar es válido. Te puede encantar el libro o tema que estés estudiando, pero no se

debe leer más de una hora seguida. Cansa la vista. Lo recomendable luego de leer de 40 a 60

minutos es tomar un descanso de 15 minutos, ya sea para tomar agua, o hacer otra actividad

distinta, y luego volver a la lectura.

Tener el diccionario a la mano. En el transcurso de la lectura encontrarás palabras que nunca

viste o escuchaste, es indispensable tener el diccionario al lado para comprender lo que estás

leyendo. Recuerda resaltar esa palabra descubierta y utilizarla en tu léxico diario.

Asociar lo leído con imágenes. Desde pequeño, mientras leías o te leían un cuento

imaginabas los personajes en la mente, cada vez que sucede eso, quiere decir que estás

comprendiendo lo leído. Entonces, nunca olvides personificar mientras lees, es así como nunca

olvidarás de qué trató.

Evitar leer en voz alta. Si lo haces, la lectura se volverá más lenta, y será más difícil de

comprender. Usualmente cuando haces esto, vuelves a leer el párrafo anterior, ya que la mente

se distrajo.
Esconder el celular. Sabes que es la máxima distracción. Durante el tiempo que planees leer,

pon el celular en modo silencio, o desprograma el internet para evitar ver las conversaciones de

tus amistades.

Lugar iluminado. En donde estemos, la luz es primordial, ya sea natural o artificial. Para no

cansar nuestra vista utilicemos mucha luz, ahora, si te gusta estudiar con luz tenue, no hay

problema, está científicamente comprobado que no le hará daño a tus ojos.

Utilizar un separador de libros. Esta recomendación es importante cuando lees un libro, ya

que te guiará donde te quedaste y la próxima vez que reanudes tu lectura será más fácil de

comprenderla.

Resaltar las palabras claves. Si tienes un examen pronto, resalta los conceptos más

importantes. Esto te servirá para el momento de tu repaso, porque solo leerás las palabras

resaltadas.

Psicología clínica

Anamnesis: definición y 8 aspectos


clínicos básicos
El proceso mediante el cual el terapeuta recoge información clínica del
paciente.

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Ejercer como psicólogo exige la presencia de un cuerpo de conocimientos


consistente, tanto respecto al funcionamiento habitual de la mente humana como
de procesos no típicos o incluso patológicos.

Exige también conocer y saber cómo y en qué casos aplicar las distintas técnicas y
procedimientos disponibles. Sin embargo, la presencia de conocimientos no es lo
único imprescindible para ejercer como un buen profesional, precisándose
capacidad de observación, empatía e iniciativa, entre otras características. Todo
ello es necesario para poder ofrecer un buen servicio al cliente o paciente, siendo
la mejora de éste y las problemáticas y demandas que pueda presentar el objetivo
principal del profesional. Conocer porqué ha decidido acudir a consulta, la historia
detrás del problema que pueda tener y que espera de la interacción con el
psicólogo es fundamental.

Con este fin el psicólogo debe ser capaz de recabar todos los datos que puede
necesitar para empezar a trabajar en el caso, es decir a realizar la anamnesis.

Definiendo anamnesis
Se denomina anamnesis el proceso mediante el cual el profesional obtiene
información por parte del paciente del paciente a través de un diálogo en que el
profesional ha de obtener la información básica del trastorno o problema del
paciente, sus hábitos de vida y la presencia de antecedentes familiares para poder
establecer un diagnóstico del problema a tratar o trabajar.

Se trata de la primera etapa del proceso diagnóstico, imprescindible para que el


psicólogo sea capaz de comprender la situación vital del individuo, su problema y
la forma en que este afecta o es afectado por los acontecimientos y la historia
personal.

El desarrollo posterior de la anamnesis permite al profesional detectar síntomas y


signos, observándose no sólo qué se dice sino lo que se evita mencionar, la
reticencia o facilidad para expresarse y elaborar determinadas temáticas. No se
trata de observar solo lo que se dice, sino también el cómo se expresa y la
comunicación no verbal que realiza.

En general la anamnesis se realiza al sujeto a tratar o usuario final, mas en


ocasiones resulta recomendable hacérsela también a familiares, personas
allegadas o incluso profesores, como en el caso de diferentes patologías infantiles.

La anamnesis no se circunscribe únicamente al ámbito de la psicología clínica,


sino que también se utiliza para el diagnóstico de problemas tanto en otras ramas
de la psicología (es extrapolable a nivel de psicología educativa, por ejemplo)
como en otras disciplinas como la medicina. Sin embargo el uso de este término
suele aplicarse especialmente en el ámbito clínico.

Principales elementos a tener en cuenta en una


anamnesis
El diálogo establecido durante la anamnesis ha de reunir información diversa,
siendo fundamental que aparezcan reflejadas en ella determinados aspectos
fundamentales, concretamente las siguientes.

1. Identificación

Se trata de los datos básicos de la persona, tal como nombre, sexo, edad o
dirección. Asimismo resulta imprescindible establecer un mecanismo de
comunicación, como un número de contacto.

2. Motivo de consulta

Aunque puede resultar obvio, el motivo por el cual el sujeto acude a consulta, que
le produce una problemática o la demanda que quiere realizar es una de las
informaciones principales a obtener en la anamnesis.

3. Historia de la problemática actual


El motivo de consulta es un conocimiento primordial, mas para comprender
enteramente la situación el psicólogo o profesional que realiza la anamnesis
precisa conocer cómo y cuándo ha aparecido en la vida del paciente, en que
situación o situaciones aparece, qué causas considera el sujeto que lo han
provocado, qué síntomas padece y cuáles le parecen más relevantes.

4. Afectación en la vida habitual

Las problemáticas presentadas por los sujetos tienen un efecto en su vida


cotidiana, generalmente produciendo una disminución en su calidad de vida en
ámbitos como las relaciones sociales, laborales o familiares. Conocer esta
información puede ayudar a encaminar el tipo de estrategias a emplear, dirigiendo
los objetivos terapéuticos tanto a la resolución del problema en sí como a los
efectos de estos sobre la vida cotidiana.

5. Historia psicosocial

La historia vital del individuo que acude a consulta suele estar muy vinculada a la
aparición de determinados fenómenos y problemáticas. El tipo de educación
recibida, el proceso de socialización del sujeto, los eventos que han marcado o
configurado su personalidad y los elementos que el propio individuo asocia con el
inicio o mantenimiento de un problema pueden ser gran utilidad.

6. Antecedentes personales

En ocasiones las personas que acuden a consulta lo hacen por problemas


derivados de fenómenos, sucesos o enfermedades anteriores o cuyos efectos han
producido un cambio en la propia vida. En este sentido resulta de utilidad conocer
la existencia de problemas previos.

7. Antecedentes familiares y situación familiar

Conocer la presencia o ausencia de antecedentes familiares de un problema o


como la familia está estructurada puede permitir afinar el diagnóstico y centrarse
en unas estrategias de intervención o en otras. Puede ser relevante de cara a
observar factores de riesgo, efectos o causas de determinadas problemáticas.

8. Expectativas respecto a los resultados de la intervención

Este apartado resulta relevante en el sentido de explicitar qué espera el paciente


que suceda, la presencia de motivación para seguir un tratamiento y que considera
que puede o no lograr con ayuda profesional. Al margen de conocer sus
expectativas con respecto al funcionamiento de la terapia y sus resultados,
también permite ver la visión del usuario con respecto a su propio futuro y la
existencia de sesgos cognitivos que infra o sobrevaloren lo que el tratamiento
puede lograr (pueden tener expectativas poco realistas o provocar una profecía
autocumplida), pudiéndose trabajar en la propia terapia estas cuestiones.

Consideraciones
La realización de la anamnesis es, como hemos mencionado, de gran importancia
para el ejercicio de la profesión. Sin embargo, esta no puede realizarse sin tener
en cuenta una serie de consideraciones.

Valoración de la extensión y exhaustividad de la anamnesis

Puede ser tentador considerar la idea de obtener la máxima información posible


por parte del paciente desde el inicio con el fin de establecer una estrategia firme a
seguir a partir de esta. Sin embargo, aunque es evidente de que la adquisición de
información respecto al caso es imprescindible.

Una anamnesis demasiado exhaustiva puede resultar aversiva en extremo para el


paciente, pudiendo éste sentirse incómodo y reducir la emisión de información e
incluso abandonar la búsqueda de ayuda. No hemos de olvidar que estamos ante
un primer paso en el proceso diagnóstico, necesitándose del establecimiento de
una buena relación terapéutica con el fin de maximizar la adquisición de
información. Los datos recabados en la anamnesis deben ser suficientes para
hacerse una idea de la situación del paciente, su problema y su estado vital, pero
no se debe realizar esta recopilación como un interrogatorio.

En determinados casos puede además ser necesario abreviar o incluso postergar


su realización, como en el caso de pacientes con ideación suicida.

Inmodificabilidad de la información recibida

También se ha de considerar que la información obtenida durante la anamnesis no


tiene porque ser inmodificable. El paciente puede no saber exactamente qué le
pasa, necesitar más tiempo para reflexionar sobre cómo afecta a su vida o incluso
precisar de sentirse más cómodo con el terapeuta como para confiarle
determinada información.

Respetando límites éticos

La recolección de datos e información por parte del profesional es un punto


fundamental e imprescindible del proceso terapéutico. Sin embargo, la anamnesis
o recolección de información no puede hacerse de forma indiscriminada.

Se ha de tener en cuenta que el paciente debe tener derecho a conservar la


intimidad, intentado circunscribirse al fenómeno causante de malestar o al motivo
de consulta o, en su defecto, a aspectos de la vida del paciente que se considere
afectan a éste y al cumplimiento de la terapia.
Referencias bibliográficas:

 Borreli, C.F. & Boschi, F.J.M. (1994). Entrevista clínica. En: Martín ZA, Cano
JF, eds. Atención primaria: conceptos, organización y práctica clínica. 3 ed.
Barcelona: Doyma:158-69.

 Rodríguez, G.P.L.; Rodríguez, P.L.R. y Puente, M.J.A. (1998). Método


práctico para confeccionar la historia clínica. Rev Electrón Innov Tecnol,
Las Tunas;4(2). 6 .

 Rodríguez, P.L. y Rodríguez, L.R. (1999). Principios técnicos para realizar


la anamnesis en el paciente adulto. Rev. Cubana. Med. Gen. Integr.; 15(4);
409-14

Etiquetas: Terapia, Profesión

Bienestar mental: importante para


los estudios
Para un estudiante es muy importante no caer en la rutina, esto le permitirá tener una vida más

agradable y así se enfocará de la manera adecuada a la universidad, ya que en ella se viven

muchos momentos tensos y es mejor estar preparado para esa clase de situaciones.

Cuando se cae en la rutina es muy probable que aparezca el estrés, este mal afectará el

rendimiento del alumno e incluso puede generar diferentes enfermedades.

Es por ello que para obtener resultados positivos, no solo en la universidad sino también en

diferentes aspectos de la vida, se debe comenzar cambiando algunos pensamientos y/o

acciones.

Primero, el pesimismo es un comportamiento que se debe dejar de lado para poder darle

vuelta a los malos momentos y empezar a seguir adelante.

Esta negatividad no solo puede afectar el rendimiento académico, sino que puede deteriorar la

salud mental y concluir en una depresión o ansiedad.


Otro problema es el facilismo estudiantil, pues una buena educación siempre va acompañada

de esfuerzo, por lo que es mejor convertir el “haré rápido el trabajo” a “contrastaré toda la

información conseguida”. De ese modo, se obtendrá una mejor nota.

Al final, recuerde que todo trabajo pasará y que no es bueno ofuscarse a causa del poco

tiempo que se tiene para la entrega de una monografía. Los momentos pasan y enfermarse a

causa del estrés solo puede retrasar tus objetivos.

¿Cómo no ofuscarse en los problemas académicos?

1. Planea: Desde el primer momento que te dejen una tarea, planea cuántos días vas a

emplear en ella para que puedas manejar tus labores en los otros cursos.

2. Concentración: Si es tiempo de entregar trabajos o exámenes evite las distracciones y

enfóquese en lo que en verdad importa, dejando de lado fiestas o reuniones.

3. Organización con tiempo: Si ya pasaste un mal momento a causa de un trabajo con poco

tiempo de entrega, entonces es hora de organizar tus áreas y realizar una agenda con metas a

largo plazo para que veas los cambios que producirá tu nueva organización.

4. Ser positivo: Mantén una sonrisa siempre. No olvides que los malos momentos pasan. Lo

importante es mantener un buen record académico para el mundo laboral.

HIJOS
MAMÁ ¡DEJAME!

No debemos forzar a nuestros


hijos a dar besos y abrazos si no
quieren
“Dale un beso a la tía” y frases como esta ponen a los chicos en situación de obedecer a
toda a costa a un mandato de educación, aunque esto tenga como consecuencia
desobedecer sus propios impulsos. Los niños son niños, pero tienen derecho a la libertad
y a desarrollar su propio instinto de supervivencia.

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Niños que ponen límites. Foto: iStock Photos.


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 Crianza,
 Hijos y educación

S.O.S. Chicos de vacaciones... ¡Y en casa!

Las alergias más frecuentes en la infancia

Dar la teta hasta los cuatro años, ¿una costumbre en alza?

Tener un marido implica 7 horas de trabajo extra para una mujer

Los 6 tips de la crianza con apego

Del juego en la plaza al videojuego: claves para entender el heroísmo y la aventura de los
chicos gamers

Crianza tradicional vs. crianza anárquica, ¿y en el medio?

El hecho de que los niños sean –simplemente- niños (o por más simple que suene), para muchos significa
que tienen menos derecho que cualquier adulto. ¿De qué estoy hablando? Muchas veces nuestros hijos
son forzados a dar un beso (o un abrazo) cuando no quieren hacerlo. Parece una pavada, pero ¿acaso
nosotros somos obligados a dar besos o a abrazar a personas que no queremos? Todos sabemos la
respuesta. Entonces, ¿por qué los más pequeños sí están inducidos a hacerlo?

Un niño no es un maleducado por no querer besar. Más bien, está haciendo uso de su derecho de no
querer hacerlo. Los chicos, aunque sean chicos, tienen la libertad de decidir cómo relacionarse, cómo
crear vínculos, deben tener siempre el control de las elecciones en lo que a su cuerpo se refiere. De esta
manera, ellos aprenden a cuidarse, a hacerse respetar. Demostrar afecto, ya sea con un beso o un abrazo,
no debe ser nunca una obligación.

Mirá: Mamás canguros: 10 beneficios de llevar a tu bebé cuerpo a cuerpo

Como padres, debemos enseñarles a nuestros hijos a ser correctos y saludar gentilmente para adquirir
habilidades sociales, pero no necesariamente tiene que haber contacto. Si no quieren besar (ya sea a
extraños o conocidos) cuando saludan, es su decisión y es adecuada. No es recomendable que los
presionemos, menos que menos por contentar o dejar conforme a una persona (ni los deseos ni las
frustraciones de los padres deben ser heredadas por sus hijos): “Dale un beso a Doña Chola que si no se
va a poner triste”. Jamás.

Si no lo sienten de manera natural, lo único que logramos es volverlos vulnerables al abuso y a otras
conductas de complacencia sin darnos cuenta.

Explica Irene van der Zande, cofundadora y directora ejecutiva de Kidpower Teenpower Fullpower
International: “Cuando forzamos a los niños a someterse al afecto no deseado para evitar ofender a un
familiar o lastimar los sentimientos de un amigo, les enseñamos que sus cuerpos en realidad no les
pertenecen porque tienen que dejar a un lado sus propios sentimientos sobre lo que se siente bien para
ellos. Esto lleva a que los niños sean abusados sexualmente, a que las adolescentes se sometan a
comportamientos sexuales para ‘que yo le guste’ y a que los niños soporten el bullying porque todos están
‘divirtiéndose’”.

Mirá: Los 6 tips de la crianza con apego

Para los niños es fundamental aprender sobre sus preferencias y límites, ya que es la base para forjar su
identidad, una vez adulto. Merecen respeto. No confundamos educación y modales con sumisión y
acatamiento. Si nuestro hijo saluda a un tercero (familiar, amigo, etc.), por deseo o por educación, no
implica que se convierta en una futura víctima de acoso. Pero si con nuestra insistencia obligamos al niño
a acceder a tener contacto con alguien con quién no quiere, podemos llegar a adormecer ciertas conductas
relacionadas con formas de defenderse en situaciones de riesgo, creando miedos e inseguridades.

Mirá: Las 10 mejores técnicas para calmar a un bebé

Para enseñarle que un horno está caliente, no los exponemos al calor; para enseñarles a cruzar bien la
calle, les enseñamos los colores del semáforo, no los largamos a la deriva del tráfico.

Del mismo modo tenemos que actuar cuando deseamos que nuestros hijos sean seres cordiales y
educados. Enseñar sin exponer, así colaboramos a formar seres genuinos y seguros de sí mismos.

No anulemos la espontaneidad ni lo genuino de nuestros hijos. No hay nada más lindo que ver como
nuestros hijos comienzan a manifestar sus sentimientos, a través de besos o abrazos, cuando ellos lo
deseen.

Por Mamá Pulpo (Cecilia Favier), creadora de Mamá Pulpo, comunidad de Facebook que apoya y
fomenta la crianza con apego, el colecho, el porteo, la lactancia materna y los partos respetados.

Psicología social y relaciones personales

Las 10 técnicas de persuasión más


eficaces
Todo lo que tienes que saber para convencer de cualquier cosa a
alguien.

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Imagen: Pixabay

Oscar Castillero MimenzaPsicólogo





La persuasión es la capacidad que tenemos los seres humanos de convencer a


otras personas para que realicen algo que no tenían pensado realizar.

Te recomiendo que leas este artículo para entrar en materia: "Persuasión:


definición y elementos del arte de convencer"

¿Cómo convencer a alguien? Las mejores técnicas


de persuasión
A la hora de persuadir también resultan muy importantes las técnicas que se
empleen para ello.

Estas técnicas de persuasión se pueden agrupar de muy diversas maneras, pero


destacan especialmente aquellas identificadas según los seis principios de la
influencia de Cialdini:

 Principio de coherencia. Tenemos la necesidad de ser consistentes en


nuestros motivos y en los discursos que acompañan nuestros actos.

 Principio de reciprocidad. Está referido a la necesidad de devolver a los


demás los favores que nos hacen.

 Principio de escasez. Algo resulta más atractivo si tiene una disponibilidad


limitada.

 Principio de aprobación social. Buscamos el apoyo de la mayoría, con lo


que disponer de algo con lo que concuerda la mayoría nos resultará una
mejor opción.

 Principio de autoridad. Como hemos visto, alguien experto en una materia


nos puede hacer creer algo referente a ésta con mayor facilidad.

 Principio de simpatía. Alguien que nos resulte agradable tendrá más


probabilidad de persuadirnos.

Puedes leer más sobre las 6 leyes de la influencia social de Robert Cialdini en este
artículo

Las principales técnicas de persuasión


A continuación vamos a ver algunas técnicas de persuasión, las más estudiadas y
eficaces.

Vamos a empezar por las técnicas de persuasión basadas en la reciprocidad, las


técnicas basadas en el compromiso o la coherencia y acabaremos con las técnicas
basadas en la escasez. Luego repasaremos elementos y técnicas empleadas que
tienen que ver con los principios de autoridad, simpatía y aprobación social, si bien
estos suelen estar integrados en los otros tipos de técnicas.

1. Técnicas basadas en la reciprocidad

Las técnicas basadas en la reciprocidad son aquellas en las que la interacción


entre fuente y receptor provocan en éste último la idea de que se le está realizando
una concesión, lo cual hace que sea más propenso a devolver el favor.

Estas técnicas son utilizadas, por supuesto, por comerciales, pero en ocasiones
también por organizaciones políticas en negociaciones o incluso en las estrategias
publicitarias de ayuntamientos y gobiernos que instan la población a cuidar los
recursos y equipamientos públicos, aunque si se usan mal también pueden tener
un papel más siniestro en el mantenimiento de redes clientelares y tramas de
corrupción.

Dentro de estas técnicas destacan:

 Técnica de la puerta/el portazo en la cara

Esta técnica se basa en que la fuente hace una oferta inicial muy exagerada y
costosa para el receptor que sabe que éste va a rechazar. Una vez el receptor la
rechaza la fuente va a ir rebajando progresivamente el nivel de costo, para
finalmente llegar al punto que era el objetivo desde el primer momento. Así, el
receptor considera que se le ha hecho una gran rebaja, con lo que se facilita que
acabe accediendo a la oferta.

Un ejemplo claro y fácil de entender que emplea esta técnica es el regateo propio
de comerciantes en diferentes mercados del mundo.

 Técnica “esto no es todo”

Se basa en ofrecer, además de la oferta inicial, un pequeño obsequio extra. El


obsequio se ve como una concesión, de modo que de nuevo se facilita que el
receptor se sienta favorecido y quiera aceptar la oferta. Un ejemplo lo encontramos
en las promociones televisivas de algunos productos, en que frecuentemente
regalan un pequeño obsequio (la funda del cuchillo que hemos comprado, un
segundo par de gafas, etc.).

 Técnica de la palmada en el hombro

Esta técnica se basa en establecer una vinculación informal y en parte emocional


entre fuente y receptor, haciendo que el receptor sienta la necesidad de
corresponder a la relación que tiene con la fuente. Esta técnica puede
ejemplificarse con el procedimiento llevado a cabo por entidades bancarias con
sus clientes.

2. Técnicas basadas en el compromiso


Las técnicas basadas en el compromiso y la coherencia se fundamentan en el
deseo del receptor de ser coherente con sus actitudes y acciones previas.

También son las que plantean más dilemas morales en sus versiones más
extremas, ya que algunas rompen con la idea de que emisor y receptor deben
partir desde la igualdad de condiciones al ser el primero quien sabe toda la
información necesaria y juega con ventaja. Es por eso, también, que saber
reconocer estas técnicas nos ayudará a no dejarnos atrapar por ellas.

Las principales y las más utilizadas son las siguientes:

 Técnica del amago o “low-ball”

En esta técnica el receptor acepta una oferta de la fuente, pero una vez aceptada
la fuente pone énfasis en informaciones que vuelven el trato algo menos atractivo.
Por supuesto, esta información no puede ir en contra de los datos proporcionados
al principio por el emisor, pero suelen formar parte de "la letra pequeña" de lo que
se ha negociado. El receptor siempre puede rechazarla, pero el deseo de ser
consistente puede provocar que decida aceptar la oferta igualmente.

 Técnica del pie en la puerta

Esta técnica se basa en hacer una oferta inicial pequeña, fácilmente aceptable por
el receptor. Una vez aceptada, se puede proceder a hacer ofertas cada vez
mayores. Un símil válido podría darse en el juego, donde se empieza por hacer
apuestas pequeñas para luego ir aumentando la cantidad de dinero apostada.

 Técnica del cebo y el interruptor

Se basa en que cuando el receptor accede a la oferta, el producto en cuestión que


le atraía se ha agotado, si bien se ofrecen otras opciones semejantes.

3. Técnicas basadas en la escasez

En lo que respecta a las técnicas basadas en la escasez, pretenden aumentar el


valor de lo ofrecido a ojos del receptor por tal de que éste lo acepte. Destacan dos
técnicas:

 Técnica de “jugar fuerte para conseguir algo”

En esta técnica se insinúa que el producto es escaso y difícil de obtener con el fin
de que el receptor se vea motivado a adquirirlo. Es muy visible en productos
electrónicos o alimenticios (smartphones, caviar…).

 Técnica de la fecha límite

En esta técnica se indica que la oferta es solo temporal, con lo que se invita a
adquirirla rápidamente antes de que se acabe. Una variante utiliza el número de
unidades en vez del tiempo. El ejemplo más claro son las promociones televisivas
de algunos productos, que junto con la estrategia del “esto no es todo” suelen
indicar la disponibilidad temporal de la oferta.

4. Técnicas basadas en la aprobación social

Las técnicas basadas en la aprobación social pretenden utilizar la necesidad de los


receptores de sentirse parte del grupo y la sociedad, utilizando como argumento
que una amplia proporción de la población acepta o aceptaría la oferta que se le
ofrece.

En este caso destaca el uso de estadísticas o técnicas de inclusión en el grupo.

Este recurso se emplea frecuentemente con el fin de hacer ver la popularidad de la


oferta, mostrando que en caso de aceptarla entrará dentro del grupo. Se suele
emplear conjuntamente con los elementos y técnicas basadas en la autoridad.

Se puede observar en muchos anuncios publicitarios, en los que muestran las


estadísticas de clientes satisfechos o con comentarios del tipo ”9 de cada 10 lo
recomiendan”, ”somos muchos los socios de…”, “Únete a nosotros”.

5. Técnicas basadas en la autoridad

Las técnicas basadas en la autoridad actúan bajo la consideración de que un


experto en un tema va a tener un mejor criterio sobre éste que otros, incluyéndose
el receptor. Respecto a este hecho destaca principalmente el uso de testimonios
expertos. En esta técnica se emplea la experticia de uno o varios individuos con el
fin de hacer ver al receptor que la oferta que se le aplica es más valiosa, eficiente o
aprovechable que otras.

Un ejemplo claro es el uso de profesionales de un sector para vender un producto


determinado, como el uso de odontólogos para promocionar dentífricos o de
profesionales del deporte para promocionar ropa deportiva.

6. Técnicas basadas en la simpatía

En lo referente a las técnicas basadas en la simpatía, se basan en crear una


sensación de semejanza y cercanía entre la fuente de persuasión y el receptor.
Destacan estas:

 Uso de elementos que propicien la sensación de familiaridad

Si bien no es una técnica en sí, es común emplear el entorno, la forma de vestir e


incluso la conducta y formar de expresarse de manera que el receptor se sienta lo
suficientemente cómodo como para aceptar la oferta. Un ejemplo lo hallamos en
gran cantidad de marcas y tiendas, que hacen a sus empleados vestir ropa y
comportarse de manera informal.

 Atractivo físico
El uso del propio atractivo físico y personal de la fuente facilita que el receptor se
vea atraído por aquello que provenga de él/ella, con lo que es frecuente que
acepte la oferta. Se ve frecuentemente en anuncios publicitarios de moda y
complementos, si bien se acostumbra aplicar a una gran mayoría de elementos
publicitarios.

 Uso de celebridades

Se emplea el reconocimiento público de un personaje famoso e influyente con el


fin de modificar la percepción del o de los receptores sobre una oferta concreta.
Son muy frecuentes en el mundo del marketing y se emplean continuamente en
publicidad.

Algunas conclusiones y reflexiones


Todas estas características y técnicas son elementos importantes y frecuentes en
los intentos de persuasión que nos encontramos en nuestra vida cotidiana, no solo
en las estrategias utilizadas por organizaciones y grandes empresas. Hay que
tener en cuenta que la mayor parte de las personas intenta persuadir a otras de
cambiar actitudes, valores o actos.

Con todo, se ha valorar que persuadir no implica necesariamente manipular, pues


en un gran porcentaje de las ocasiones somos conscientes de que se está
intentando modificar nuestro punto de vista con un propósito claro.
Referencias bibliográficas:

 Cialdini, R. B., Cacioppo, J. T., Bassett, R., & Miller, J. A. (1978). Low-ball
procedure for producing compliance: commitment then cost. Journal of
personality and Social Psychology, 36(5), 463.

 Cialdini, R. B., Vincent, J. E., Lewis, S. K., Catalan, J., Wheeler, D., &
Darby, B. L. (1975). Reciprocal concessions procedure for inducing
compliance: The door-in-the-face technique. Journal of personality and
Social Psychology, 31(2), 206.

 McGuire, W.J. (1969). An information-processing model of advertising


effectiveness. In H.L. Davis & A.J. Silk (Eds.), Behavioral and Management
Sciences in Marketing. New York: Ronald.

 Rogers, R.W. (1985). Attitude change and information integration in fear


appeals. Psychological Reports, 56, 179-182.
El impacto de la vida personal
del terapeuta en la alianza
terapéutica
Fabian Maero 06/11/2016 Reseñas de investigación

Hace un tiempo Paula publicó un artículo en el que se enumeraban una larga serie de
factores que hacen que el juicio clínico del terapeuta sea poco fiable a la hora de evaluar la
eficacia de las psicoterapias. Si no lo han leído, se los recomiendo calurosamente. En
resumidas cuentas, lo que dice es lo siguiente: los terapeutas estamos en la peor posición
posible para juzgar la eficacia de lo que hacemos en la terapia.
Ahora bien, hace poco me encontré con un artículo que sugiere que no sólo juzgamos mal la
eficacia de lo que hacemos, sino que nuestra evaluación sobre la calidad de la relación
terapéutica puede estar afectada por cómo nos está yendo fuera de la terapia.

Calidad de vida (del terapeuta), y la


alianza
El estudio en cuestión es de Nissen-Lie, Havik, Høglend, Monsen, y Rønnestad (2013).
Como notarán por los apellidos, es un estudio hecho en Noruega. Las preguntas de
investigación que se plantearon fueron en esta línea: ¿de qué manera la calidad de vida de
los terapeutas impacta en la alianza terapéutica? ¿Mejora la alianza terapéutica cuando el
terapeuta está satisfecho con su vida personal? ¿Empeora cuando no?
Ahora bien, lo más interesante de este estudio es que evaluaron la alianza tanto desde el
punto de vista de los terapeutas como desde el punto de vista de sus pacientes.

Para esto tomaron datos un estudio naturalista de psicoterapia, el Norwegian Multisite


Study of the Process and Outcome of Psychotherapy(NMSPOP), un proyecto longitudinal
de investigación en Noruega sobre los procesos y resultados de la psicoterapia, que evalúa
muchos aspectos del procesos psicoterapéutico y del cual hasta hoy han salido 22 tesis e
investigaciones (incluyendo esta que estamos glosando). Para este estudio tomaron una sub-
muestra de 227 pacientes, con diagnósticos variados, y los 70 terapeutas que los atendieron
durante una media de 74 sesiones.
Los investigadores evaluaron la calidad de vida de los terapeutas utilizando la subescala de
calidad de vida de una herramienta comprehensiva llamada Development of
Psychotherapists Common Core Questionnaire (DPCCQ; Orlinsky, Schroder, Rennestad, &
Parks, 1999), y evaluaron la calidad de la alianza terapéutica utilizando el Working Alliance
Inventory (WAI; Horvath & Greenberg, 1989), un inventario sobre la alianza terapéutica
que tiene una versión para el paciente (WAI-P), y una versión para el terapeuta (WAI-T).
Las evaluaciones se hicieron de manera periódica: la primera en la sesión 3, luego en la
sesión 12, luego en la 20, y siguieron evaluando cada 20 sesiones.
Lo que permitió este diseño es seguir la calidad de vida de los terapeutas y ver qué impacto
tendría la misma en la fortaleza de la alianza terapéutica, ya sea puntuada por los terapeutas
o por los pacientes.

Resultados
Los resultados fueron interesantes: la alianza terapéutica fue afectada negativamente por la
mala calidad de vida del terapeuta, pero sólo desde el punto de vista de los pacientes. Desde
el punto de vista de los terapeutas, su mala calidad de vida no tuvo impacto en la alianza
terapéutica. Es decir, los terapeutas no registraron que su mala calidad de vida deteriorase
la relación terapéutica, pero sus pacientes sí.
Por el otro lado, cuando la calidad de vida de los terapeutas fue buena, éstos tendieron a
puntuar mejor la alianza terapéutica, pero los pacientes en cambio, no lo registraron así. Es
decir que para los pacientes, que el terapeuta tenga buena calidad de vida no impactó
positivamente en la alianza terapéutica, pero los terapeutas creyeron erróneamente que sí,
que la alianza terapéutica era más sólida en esos momentos.

Digámoslo de otra manera: cuando el terapeuta lo está pasando mal, la alianza con sus
pacientes se resiente sin que el terapeuta lo perciba. Cuando el terapeuta la está pasando
bien, en cambio, tiende a pensar que la alianza está mejor, pero para los pacientes esto no es
así. Si me disculpan lo bestia, podemos ponerlo rudimentariamente de manera gráfica:

Buena calidad de vida del terapeuta

Evaluación de los terapeutas “La alianza está muy bien”

Evaluación de los pacientes “La alianza está como siempre”


(no se tomen esta tabla muy en serio, es sólo una representación horriblemente
simplificada de los resultados)
Los autores especulan que probablemente estos resultados se deban a que los pacientes
perciben mejor los efectos de la mala calidad de vida del terapeuta en pequeños signos de
desinterés, rechazo, o desconexión; en cambio, cuando el terapeuta tiene buena calidad de
vida tiende a ser optimista y sobreestimar lo buena que es la alianza terapéutica (viendo la
la vida en rosa, digamos).

Cerrando
El estudio tiene algunas limitaciones metodológicas, entre ellas que la mayoría (78.3%), de
los terapeutas de este estudio fueron de orientación psicodinámica, por lo cual quizá estas
conclusiones no se apliquen a otras orientaciones –aunque vale la pena considerar que la
supervisión en la cual suelen insistir estos modelos no eliminó ni el peso de la vida personal
del terapeuta en la alianza ni el sesgo en la evaluación.

Hay varias sugerencias clínicas que se podrían hacer a partir de este estudio, y de todas las
posibles, me quedo con esta: desconfíen de su intuición clínica.

Les puede parecer que todo va estupendamente con sus pacientes, cuando en realidad lo
sobreestiman porque tienen una buena racha en su vida personal. Así que por un lado, no se
tengan tanta fe cuando estén bien. Por otro lado, sus momentos vitales negativos pueden
impactar negativamente la alianza terapéutica sin que ustedes lo perciban, así que si están
pasando por un momento difícil, estén especialmente atentos a cómo responden en sesión, a
señales sutiles de evitación, de desconexión u hostilidad.
En las próximas semanas vamos a seguir recorriendo algunas de las investigaciones del
NMSPOP sobre la alianza terapéutica, nos leemos la próxima!

Referencias
Horvath, A. O., & Greenberg, L. S. (1989). Development and validation of the Working
Alliance Inventory. Journal of Counseling Psychology, 36(2), 223–233.
http://doi.org/10.1037/0022-0167.36.2.223
Nissen-Lie, H. A., Havik, O. E., Høglend, P. A., Monsen, J. T., & Rønnestad, M. H. (2013).
The contribution of the quality of therapists’ personal lives to the development of the
working alliance. Journal of Counseling Psychology, 60(4), 483–495.
http://doi.org/10.1037/a0033643
Orlinsky, D., Schroder, T., Rennestad, M. H., & Parks, B. (1999). Development of
psychotherapists: Concepts, questions, and methods of a collaborative international
study. Psychotherapy Research, 9(2), 127–153.
http://doi.org/10.1080/10503309912331332651
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asi cualquier cosa es posible (Theodore Roosevelt)

La determinación y la resiliencia hacen que logremos cosas impresionantes.

41. De una pequeña semilla puede crecer un gran árbol (Esquilo)

La potencialidad puede surgir de las fuentes más insignificantes.

42 Si el cielo cae, uno debe aspirar a coger alondras (François


Rabelais)

El las situaciones más catastróficas se puede conservar la capacidad de dar


sentido a nuestras vidas.

43. No hay nada imposible para quien lo intenta (Alejandro Magno)

Una de las frases de esperanza con una interpretación más literal.

44. Tu gran oportunidad puede estar justo donde estás ahora


(Napoleon Hill)

La oportunidad de cambio ni siquiera depende del tiempo: puede aparecer en lo


que estamos haciendo.

45. Si supiera que el mundo se acaba mañana, hoy plantaría un árbol


(Martin Luther King)

En cualquier momento se pueden planear proyectos, ya que nos mantienen activos


y en marcha.
46.Tu corazón está lleno de semillas fértiles esperando germinar
(Morihei Ueshiba)

Todas las personas llevan consigo la posibilidad de crear situaciones vinculadas a


la felicidad.

47. El poder de la imaginación nos hace infinitos (John Muir)

Parte de nuestras vidas se expresa a través de la imaginación y su ausencia de


fronteras.

48. De las dificultades nacen milagros (Jean de la Bruyere)

Una frase similar a la de Einstein, también en esta se pone énfasis a las


potencialidades que aguardan en las situaciones difíciles.

49. Siempre es lo simple lo que produce lo maravilloso (Amelia Barr)

En las condiciones más humildes aparece el cambio a mejor.

50. La esperanza sonríe desde el umbral del año para después


susurrar: “será mejor” (Alfred Lord Tennyson)

Una de las mejores frases para no perder la esperanza.

51. No importa en qué parte de tu camino estés, ahí es donde debes


estar; el final siempre queda adelante (Oprah Winfrey)

No merece la pena lamentarse por el presente si no sirve para mejorar nuestro


bienestar.

52. Hay alquimia en el dolor; puede transformarse en sabiduría (Pearl


S. Buck)

En los momentos de amargura hay posibilidades de aprender cosas que pocas


personas saben.

53. Tu interior está lleno de sueños sin forma y de nuevos comienzos


(Lola Ridge)

Una cita similar a otras en las que se habla de nuestra capacidad de resiliencia y
de desarrollo personal.
54. Los pájaros de la esperanza están por todas partes, párate a
escuchar su canto (Terri Guillemets)

Saber gestionar nuestra atención para que la tristeza no la mantenga bloqueada es


fundamental.

55. Solo en la oscuridad puedes ver las estrellas (Martin Luther King)

En lo malo hay aspectos buenos que solo pueden ser encontrados ahí.

56. Por larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar (Khalil
Gibran)

El tiempo hace que los peores momentos pasen de largo; la cuestión es cómo
aprovechamos el tiempo mientras eso ocurre.

57. El mejor camino de salida es siempre a través (Robert Frost)

Atravesar dificultades es en sí mismo una manera de salir de ellas.

58. La esperanza es el sueño del hombre despierto (Aristóteles)

La esperanza nos permite actuar sobre el mundo real siguiendo nuestros objetivos.

59. En la adversidad una persona es salvada por la esperanza


(Menandro de Atenas)

La esperanza es parte de aquello que nos mantiene con la moral alta y con
capacidad para lidiar con lo malo.

60. Quien no crea en los milagros no es realista (David Ben-Gurion)

Tener presente que todo puede ir a mejor sin que sepamos cómo ha ocurrido nos
vuelve más sensibles al modo en el que funciona la realidad.

Psicología forense y criminalística


Victimología: ¿qué es y cuál es su
objeto de estudio?
Una disciplina que estudia los crímenes desde el punto de vista de las
víctimas.

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Oscar Castillero MimenzaPsicólogo





“Mujer de 28 años hallada muerta en su casa. Su marido llamó poco después a las
fuerzas policiales con el fin de confesar su asesinato, para posteriormente
dispararse en la cabeza con una pistola”

Este tipo de noticias, lamentablemente, son publicadas o emitidas con cierta


frecuencia por los medios de comunicación ante la comisión de un delito. Cuando
ocurren este tipo de actos, los servicios policiales y la justicia actúan, investigando
lo sucedido y teniendo en cuenta una amplia variedad de conocimientos a la hora
de determinar qué ha podido ocurrir y por qué ha ocurrido, en base a las pruebas.

La ciencia que se ocupa de estudiar el delito y sus causas, las maneras de evitarlo
y la manera de actuar con los delincuentes es la criminología. Sin embargo, hay un
elemento imprescindible que no aparece entre los anteriores… ¿Dónde queda la
víctima? Existe una disciplina, actualmente insertada dentro de la criminología, que
se encarga de su estudio: la victimología.

¿Qué es la victimología?
Acuñado por el psiquiatra Fredric Wertham, este término hace referencia a la
disciplina científica derivada de la criminología que estudia a las víctimas de la
delincuencia en las diversas fases de victimización. La creación de esta disciplina
ha permitido tanto el estudio como el tratamiento de víctimas y familiares de todo
tipo de delitos, que la criminología tradicional ignoraba para centrarse en la figura
del delincuente. Se trata de una disciplina científica relativamente joven,
hallándose sus inicios científicos en los años treinta.
Dicha disciplina tiene numerosas variantes que han ido focalizando su atención en
diferentes aspectos y teniendo diversas interpretaciones de la realidad. Sin
embargo, todas las teorías y perspectivas habidas tienen en común su objetivo de
estudio.

Objeto de estudio de la victimología


El principal objeto de estudio de esta disciplina es la víctima y sus características,
así como su relación con el delincuente y su rol dentro de la situación delictiva.

Concretamente se analiza el conjunto de factores que provocan que la persona se


convierta en víctima, tanto si la situación ha sido provocada por una segunda
persona o se debe a la propia actuación o azar (como un accidente laboral por
ejemplo), la relación de los hechos con la ley vigente y la posible reparación de
daños y la relación entre los aspectos que pueden provocar que una persona sea
víctima y la ocurrencia del crimen.

¿Qué es una víctima?

Para comprender mejor este objeto de estudio, cabe definir qué se entiende por
víctima. Según la resolución 40/34 del 1985 de la Asamblea General de la ONU, se
entiende como tal el sujeto/os que hayan sufrido daños físicos, psicológicos o
emocionales, o un ataque y disminución de sus derechos fundamentales como
consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación.

Del mismo modo, sus allegados o personas que hayan sufrido daños por asistir a
la víctima también serán considerados como tales.

Metodología
Como disciplina científica, la victimología se ha situado siempre en una posición
empirista, haciendo hipótesis inductivas a partir de los casos observados. De este
modo, requiere de encuestas y observaciones de casos y víctimas para poder
desarrollar hipótesis válidas que puedan contribuir a explicar los procesos de
victimización.

Elementos biopsicosociales, relación con el sujeto que comete el crimen y el


crimen son pistas fundamentales de cara a elaborar un estudio consistente de la
víctima y su situación en el crimen. Sin embargo, esta ciencia debe tener en
cuenta tanto la necesidad de su uso inmediato como la de asemejarse a otras
ciencias naturales y sociales.

Las técnicas empleadas son la observación de la realidad, el estudio y análisis de


casos y estadísticas, entrevistas y técnicas provenientes de otras ciencias tales
como psicología, medicina, historia, economía o informática, entre otras.

El principal mecanismo por el que la victimología puede actuar es a través de la


denuncia de un crimen, junto a la testificación de los afectados. Incluso la ausencia
de estos elementos resultan una fuente importante de información, habida cuenta
de que se refleja la postura de los diversos grupos sociales e individuos respecto al
sistema.

Tipos de víctimas
Como ciencia que estudia a las víctimas de infracciones penales, numerosos
autores han realizado diversas clasificaciones sobre tipologías de víctimas.

Una de ellas es la de Jiménez de Asúa, quien divide a las víctimas en:

1. Víctima determinada

Se considera como tal aquella que es escogida voluntariamente por el criminal, no


siendo su elección producto del azar. Un ejemplo serían los crímenes pasionales,
venganzas o crímenes llevados a cabo por familiares o allegados.

2. Víctima indiferente

Escogida al azar. El crimen podría realizarse con cualquier otra persona sin que
ello produjera ningún cambio en el criminal. Un ejemplo de ello podrían ser el
fraude o los timos, como los trileros. También se observa en algunos actos
criminales llevados a cabo por psicópatas y asesinos en serie.

3. Víctima resistente

Aquella víctima que es capaz de presentar resistencia y defenderse, o que es


atacada a causa de o a sabiendas de que el sujeto iba a defenderse.

4. Víctima coadyuvante

No siempre que se da una situación en que un sujeto es víctima de un crimen éste


es un sujeto sin vinculación con el hecho criminal. De este modo, existen víctimas
que participan de forma activa en el delito, si bien es posible que actúe bajo
coacción.

Papel en la protección de la víctima


Al margen de estudiar a la víctima y el proceso a través de la cual se ha convertido
en tal, la victimología también tiene un papel muy destacado en la actuación
posterior al crimen.

Concretamente, su ámbito de estudio permite la creación de servicios a las


víctimas, contribuyendo junto a psicólogos y otros profesionales a preparar
programas de asistencia, como la creación de centros de crisis, pisos de
protección oficial, programas de protección de testigos. Asimismo, la información y
el apoyo prestados a las víctimas son en general los servicios más importantes.
Precaución ética
Como ciencia que establece un estrecho contacto con las víctimas de delitos, la
victimología debe tener una muy especial precaución en los procedimientos
empleados a la hora de ejercer su actividad. Hay que tener en cuenta que la
víctima de un delito, además de sufrir el delito per se, se ve sometida al estrés y
tensión que produce el proceso de investigación (reviviendo asimismo el suceso,
muchas veces traumático), y posteriormente lidiar con las consecuencias (físicas,
psicológicas, sociales o laborales) producidas por el delito.

En este sentido, la victimología ha de procurar no causar con su aplicación en la


práctica no causar una victimización secundaria y/o terciaria, es decir ha de
procurar prevenir la realización de daños en la víctima por el mero hecho de
relatar, repetir o revivir experiencias traumáticas, tanto a nivel institucional como
social.
Referencias bibliográficas:

 Fattah, E.A. (2000). Victimology: Past, Present and Future. Criminologie,


vol. 33, 1. p.17-46

 Gulotta, G. (1976). La vittima. Milano, Italia. Editore Guiffré

 Jiménez, L. (1961). La llamada victimología. En Estudios de derecho Penal


y Criminología, I. Buenos Aires, Argentina: Bibliográfica Omeba

 Langton, L. (2014). Socio-emotional impact of violent crime. Washington:


Bureau of Justice Statistics.

 Lauritsen, J.L. (2010). Advances and Challenges in Empirical Studies on


Victimization, Journal of Quantitative Criminology 26: 501-508.
 Márquez, A.E. (2011). La victimología como estudio. Redescubrimiento de
la víctima para el proceso penal. Revista Prolegómenos. Derechos y
Valores. Bogotá. Vol. XIV, 27.

 Marshall, L. E. & Marshall, W.L. (2011). Empathy and Antisocial Behaviour,


Journal of Forensic Psychiatry & Psychology 22, 5: 742-759.

 McDonald, W. (1976). Towards a bicentennial revolution in criminal justice:


the return of the victim, The American Criminal Law Review 13: 649-673.

 Neuman, E. (1994). El rol de la víctima en los delitos convencionales y no


convencionales, 2ª ed: Buenos Aires: Universidad.

 Varona, G.; de la Cuesta, J.L.; Mayordomo, V. y Pérez, A.I. (2015)


Victimología. Un acercamiento a través de sus conceptos fundamentales
como herramientas de comprensión e intervención.
Psicología clínica

El psicólogo ante casos de depresión:


tratamiento cognitivo-conductual
¿Cómo actúan los psicólogos ante un caso de depresión?

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Imagen: Pixabay
Oscar Castillero MimenzaPsicólogo





“El Sr. Rodrigo entra en mi consulta de psicología. Me comenta que hace tiempo
que no tiene ganas de vivir: hace tiempo que está triste, que no lo apetece hacer
nada ni ve nada que le pueda hacer la mínima ilusión. Incluso cosas que antes le
apasionaban ahora solo son un mero estorbo. Además de esto indica que no ve
que la situación vaya a mejorar en ningún momento, habiéndose planteado ser un
estorbo para sus seres queridos. Estos al principio se portaban bien con él, pero
con el tiempo acabaron cansándose, y ahora se encuentra solo. Por lo que refiere,
juntamente con los resultados obtenidos de los diversos test y medidas de
evaluación que le aplico, todo hace pensar que estamos ante un caso de trastorno
depresivo mayor. Sin embargo, llega el momento de plantearme, ¿qué puedo
hacer como profesional para ayudarle a mejorar su situación?”.

Analizando el caso: depresión


Depresión. Esta palabra es usada habitualmente, en el lenguaje cotidiano, para
referirse a un estado de tristeza que permanece durante un intervalo temporal. Sin
embargo, este uso del concepto en el lenguaje habitual pierde gran parte de lo que
el término implica a nivel clínico.

En clínica, se considera la presencia de un trastorno depresivo mayor la presencia


durante al menos dos semanas seguidas de episodios depresivos, los cuales se
definen por la presencia de cinco síntomas, siendo uno de ellos estado de ánimo
triste y/o presencia de apatía (falta de motivación/interés) o anhedonia (ausencia
de placer). Otros síntomas pasan por cambios de apetito/peso, fatiga, agitación o
enlentecimiento, culpabilidad y pensamientos de suicidio. Para considerarse como
tal ha de interferir con la vida cotidiana y no ser debida a otros trastornos, como los
psicóticos. Se trata de uno de los trastornos del estado del ánimo más frecuentes
en la población.

Si bien estos son los síntomas típicos de una depresión, cabe preguntarse: ¿cómo
interpretarla y tratarla?

Tratando la depresión
Existen numerosos modelos que intentan explicar el proceso depresivo y sus
causas. Esta amplia diversidad hace que afortunadamente se disponga una gran
cantidad de técnicas para tratar la depresión. Una de las conocidas, exitosas y
utilizadas en la actualidad procede de la Teoría Cognitiva de Beck.

Modelo cognitivo de Beck

Esta teoría considera que los elementos que tienen mayor importancia en la
depresión son los cognitivos. Según esta teoría, el principal problema de los
sujetos deprimidos es la distorsión cognitiva a la hora de interpretar los fenómenos
de la realidad, centrando la atención en esquemas de conocimiento concordantes
con nuestras cogniciones. Debido a estos esquemas y distorsiones, poseemos
pensamientos negativos respecto al propio yo, el futuro que nos espera y el mundo
que nos rodea (pensamientos conocidos como tríada cognitiva).

En base a esta teoría, el propio Beck diseñó la terapia cognitiva con el fin de tratar
la depresión (si bien posteriormente se ha adaptado a otros trastornos).

Terapia cognitiva de Beck para la depresión


Esta terapia ha sido elaborada con el fin de que los pacientes descubran maneras
más positivas de interpretar la realidad, alejándose de los esquemas
depresógenos y las distorsiones cognitivas propias de la depresión.

Se pretende actuar desde un empirismo colaborativo en el que el paciente


participe activamente creando situaciones que le permiten hacer experimentos
conductuales (es decir, poner a prueba sus creencias), las cuales van a ser
propuestas entre el terapeuta y el propio paciente. Asimismo, el psicólogo no va a
confrontar las creencias disfuncionales directamente, sino que va a favorecer un
espacio de reflexión para el paciente, de manera que en último término sea él
quien vea la inexactitud de sus creencias (esta manera de proceder es conocida
como método socrático).

Para actuar en este ámbito se va a trabajar tanto a partir de técnicas cognitivas


como conductuales y emocionales.

Técnicas conductuales
Este tipo de técnicas pretenden paliar la falta de motivación y eliminar la pasividad
propia de los pacientes deprimidos. Del mismo modo también permiten poner a
prueba las propias creencias de culpabilidad e inutilidad, siendo su funcionamiento
básico la realización de experimentos conductuales.

1. Asignación de tareas graduadas

Se basa en que se negocia la realización de diversas tareas, graduadas en función


de su dificultad, con el fin de que el paciente pueda poner a prueba sus creencias
y aumentar su autoconcepto. Las tareas han de ser sencillas y divisibles, con una
elevada probabilidad de éxito. Antes y después de realizarlas el paciente ha de
registrar sus expectativas y resultados, con el fin de contrastarlos después.

2. Programación de actividades

Se programan las actividades que hará el paciente, incluyendo horario. Se


pretende forzar la eliminación de la pasividad y la apatía.

3. Uso de actividades placenteras

Pensado para eliminar la anhedonia, se trata de hacer realizar actividades que


resulten o resultaran gratificantes, proponiéndolas como un experimento y
procurando vigilar el efecto de profecía autocumplida (es decir, que no haya un
fracaso porque la creencia de que se va a fracasar induzca a ello). Para
considerarse éxito basta con que haya una disminución del nivel de tristeza.

4. Ensayo cognitivo

Esta técnica posee gran relevancia. En ella se pide al paciente que imagine una
acción y todos los pasos que se precisan para culminarla, indicando posibles
dificultades y pensamientos negativos que pudieran interrumpirla. Asimismo, se
busca generar y anticipar soluciones a dichas posibles dificultades.

Técnicas cognitivas
Este tipo de técnicas son utilizadas en el ámbito de la depresión con el objetivo
de detectar las cogniciones disfuncionales y sustituirlas por otras más adaptativas.
Algunas de las técnicas cognitivas más empleadas son las siguientes:

1. Técnica de las tres columnas

Esta técnica se basa en la realización de un autorregistro por parte del paciente,


indicando en un registro diario el pensamiento negativo que ha tenido, la distorsión
cometida y al menos una interpretación alternativa a su pensamiento. Con el
tiempo pueden llegar a hacerse tablas más complejas.
2. Técnica de la flecha descendente

En esta ocasión se pretende ir profundizando cada vez más en las creencias del
paciente, sacando a la luz las creencias cada vez más profundas que provocan los
pensamientos negativos. Es decir se comienza a partir de una
afirmación/pensamiento inicial, para luego ir viendo que hace creer tal cosa,
después por qué se piensa esta segunda idea, y así sucesivamente, buscando un
significado cada vez más personal y profundo.

3. Pruebas de realidad

Se pide al paciente que imagine su perspectiva de la realidad como una hipótesis a


contrastar, para posteriormente diseñar y planificar actividades que puedan
contrastarla. Tras realizar el experimento conductual se evalúan los resultados y se
trabaja la creencia inicial para modificarla.

4. Registro de expectativas

Elemento fundamental en muchas de las técnicas conductuales, tiene el fin de


contrastar las diferencias entre expectativas iniciales y resultados reales de los
experimentos conductuales.

Técnicas emocionales
Estas técnicas buscan reducir el estado emocional negativo del paciente mediante
estrategias de gestión, dramatización o distracción.

Un ejemplo de éste tipo de técnicas es la proyección temporal. En ella se pretende


proyectarse hacia el futuro e imaginar una situación emocional intensa, así como la
manera de hacerle frente y superarla.

Estructuración de la terapia
La terapia cognitiva contra la depresión se planteó como un tratamiento a aplicar
entre 15 y 20 sesiones, si bien se puede acortar o alargar en función de las
necesidades del paciente y su evolución. Una secuenciación de la terapia debería
pasar en primer lugar por una evaluación previa, para posteriormente pasar a la
realización de intervenciones cognitivas y conductuales y finalmente contribuyendo
a modificar los esquemas disfuncionales. Una posible secuenciación por fases
podría asemejarse a la siguiente:

Fase 1: Toma de contacto

Esta sesión está principalmente dedicada a la recogida de información del


paciente y su situación. Asimismo se busca generar una buena relación
terapéutica que permita que el paciente se exprese libremente.
Fase 2: Inicio intervención

Se procede a explicar los procedimientos a emplear a lo largo del tratamiento y se


organizan los problemas de manera que se trabaje en primer lugar el más urgente
(la terapia se estructura diferente, por ejemplo, si existe riesgo de suicidio). Se
trabajan las expectativas respecto a la terapia. El psicólogo intentará visualizar la
presencia de distorsiones en el discurso, así como elementos que contribuyan a
mantener o a resolver la depresión. Se elaboran los autorregistros.

Fase 3: Realización de técnicas

Se plantea la realización de actividades y técnicas conductuales antes descritas.


Se trabajan las distorsiones cognitivas con las técnicas cognitivas, planteándose la
necesidad de hacer experimentos conductuales.

Fase 4: Trabajo cognitivo y conductual

Se trabajan las distorsiones cognitivas a partir de la experiencia obtenida de los


experimentos conductuales y la contrastación de los autorregistros con respecto al
rendimiento real.

Fase 5: Reatribución de responsabilidad

Se empieza a delegar cada vez la responsabilidad de establecer su agenda al


paciente, aumentando su nivel de responsabilidad y autonomía, ejerciendo el
terapeuta de supervisor.

Fase 6: Preparación para finalización de terapia

Se fomenta y fortalece la continuación de las estrategias empleadas en la terapia.


Poco a poco se va preparando al paciente para que por sí mismo pueda identificar
posibles problemas y prevenir recaídas. Se prepara asimismo al paciente para la
finalización de la terapia. Se finaliza la terapia.
Referencias bibliográficas:

 American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico


de los trastornos mentales. Quinta edición. DSM-V. Masson, Barcelona.

 Beck, A.T. (1976). Cognitive therapy and the emotional disorders.


International University Press, New York.

 Belloch, A.; Sandín, y Ramos (2008). Manual de psicopatología. Madrid.


McGraw-Hill (vol. 1 y 2). Edición revisada.

 Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ; Sanz, L.J.; de los Ríos, P.;
Izquierdo, S.; Román, P.; Hernangómez, L.; Navas, E.; Ladrón, A y Álvarez-
Cienfuegos, L. (2012). Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación
PIR, 02. CEDE. Madrid.

Etiquetas: Depresión, Trastorno, Terapia, Profesión

Miscelánea

¿Qué dice la ciencia acerca de la


Ouija?
Uno de los más populares juegos de espiritismo... ¿tiene algún tipo de
aval científico?

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Arturo TorresPsicólogo





La Ouija es uno de los grandes iconos del espiritismo. La idea de que nos
podamos comunicar con seres incorpóreos y sobrenaturales ha seducido a mucha
gente desde que este tablero de madera con letras y opciones de respuesta fuese
creado en el siglo XIX.

La idea es simple: un tablero en el que figuran escritas todas las letras del
abecedario, los números del 0 al 9 y opciones básicas como "sí", "no", "hola" y
"adiós". Para utilizar la Ouija, los participantes colocan sus dedos sobre una placa
o vaso que colocan sobre el tablero, formulan preguntas y ven cómo el objeto se
va deslizando sobre las letras y números ofreciendo respuestas como si cobrase
vida propia.

Pero la Ouija no funciona


Como era de esperar, las sesiones de Ouija no pueden ser explicadas atribuyendo
el movimiento de la ficha o del vaso a fuerzas del más allá. No es solo que no
tenga sentido creerlo, es que se puede demostrar mediante una sencilla
experiencia que el profesor Larry Barrieau se encarga de llevar periódicamente con
sus alumnos.

En estas sesiones, en primer lugar, el profesor pide a sus alumnos que digan en
qué medida creen en el espiritismo. Luego, escoge a las personas más creyentes y
convencidas de que la Ouija funciona y les pide que escojan un tablero que crean
que funciona para contactar con los espíritus. Una vez los estudiantes han elegido,
comienza la sesión de Ouija, y se les promete que si el movimiento de la ficha
señala las respuestas correctas a las preguntas que les serán formuladas, toda la
clase tendrá una nota de excelente. Pero con un pequeño cambio: los alumnos
han de sujetar una cartulina bajo su barbilla, de modo que no puedan ver las letras
ni los números del tablero.

En todas las experiencias que Larry ha conducido, las respuestas nunca tienen
sentido, básicamente porque los estudiantes no pueden ver nada de lo que ocurre
en el tablero. Sin embargo, la ficha de madera sí se mueve sin que los alumnos
tengan sensación de controlarla. ¿A qué se debe esto?

El efecto ideomotor
Por supuesto, hay personas que creen que su funcionamiento se basa en una
capacidad real de contactar con el más allá, pero si descartamos esta posibilidad y
nos centramos en la explicación científica que explica la existencia de personas
que creen en la eficacia de la Ouija después de haber experimentado con ella,
¿qué queda? A continuación veremos el fenómeno psicológico que permite
entender por qué la Ouija parece estar conectada con espíritus. Su nombre
es efecto ideomotor.

Este es un concepto que sirve para describir el fenómeno por el cual ciertas
personas sugestionadas mueven partes de su cuerpo de manera involuntaria,
haciendo que estos movimientos tengan una conexión lógica con creencias,
deseos o ideas que se expresan de manera inconsciente. Por lo tanto, la idea de
los procesos mentales que se encuentran fuera del alcance de nuestra consciencia
juega un papel muy importante para entender cómo puede aparecer este tipo de
sugestión.

Un ejemplo experimental
La teoría del efecto ideomotor ha sido observada en varias experiencias realizadas
en un ambiente de laboratorio.

En una de estas experiencias, se eligió una serie de voluntarios y se les pidió que
respondiesen a una serie de preguntas a través de un ordenador, seleccionando
las opciones "sí" o "no". Después, se les pidió que hiciesen algo parecido, pero
utilizando un tablero de Ouija en vez de un programa informático. En esta ocasión,
además, un acompañante pondría su dedo en la placa de madera a la vez que
ellos, pero debían contestar con los ojos vendados. Pero esta investigación
contenía una sorpresa: en cuanto los ojos habían sido vendados, la persona que
acompañaba al voluntario en la sesión de Ouija se retiraba de la mesa, haciendo
que solo quedase un dedo reposando sobre la ficha de madera que, sin embargo,
se movía.

Los resultados mostraron que los participantes se quedaban muy sorprendidos al


saber que nadie les había acompañado en la sesión de Ouija, ya que muchas
veces creían que la otra persona estaría compinchada con los investigadores y se
encargaría de mover la ficha. Además, las preguntas cuya respuesta no se sabía
con seguridad eran acertadas en un 65% de las ocasiones. De algún modo, el
hecho de que inconscientemente creyesen más en una respuesta que en la otra y
que no descartasen la posibilidad de que los espíritus se manifestasen a través de
la Ouija para dar una respuesta por ellos hizo que, sin darse cuenta, dieran una
respuesta ellos mismos.
Concluyendo
En ciencia, ante igualdad de condiciones, la hipótesis más simple siempre gana. Y,
en el caso de la Ouija, el efecto ideomotor es una idea mucho más útil que la
existencia de espíritus que se manifiesten a través de un juego de tablero.

Además, la posibilidad de experimentar con el efecto ideomotor es una buena


manera de estudiar mejor el funcionamiento del inconsciente humano, un campo
de investigación muy prometedor en el ámbito de la psicología.

Psicología clínica

El mito del TDAH: ¿qué dijo realmente


Leon Eisenberg antes de morir?
Desmentimos uno de los bulos más virales en la psicología reciente.

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Oscar Castillero MimenzaPsicólogo





El 15 de septiembre del 2009 Leon Eisenberg, psiquiatra estadounidense de gran


fama y prestigio, falleció debido al cáncer que padecía.

Tiempo después, concretamente en el año 2012, el periódico Der


Spiegel desataría una gran polémica al publicar un artículo derivado de la última
entrevista que ofreciera el sr. Eisenberg, identificando al profesional como el
descubridor del TDAH e indicando en el artículo que el famoso psiquiatra había
reconocido que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o TDAH era
una enfermedad inventada.

Antes de centrar la atención en la polémica suscitada por tal supuesta declaración,


recordemos de qué estamos hablando cuando se hace referencia al TDAH.

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad:


¿de qué estamos hablando?
Se entiende por TDAH un conjunto de síntomas diversos que agrupados en torno a
la inatención, la hiperactividad y la impulsividad, presentándose de forma estable
durante un periodo de como mínimo seis meses.

Los síntomas del TDAH

Para el diagnóstico del TDAH se han establecido que deben presentarse al menos
seis o más síntomas de inatención (descuido de detalles, dificultades de
mantenimiento de la atención, mente ocupada que hace no escuchar, no
finalización o seguimiento de tareas o instrucciones por distracción, dificultades de
organización, pérdida de elementos, evitación de tareas sostenidas en el tiempo,
distracción fácil, olvido de actividades cotidianas) y/o seis síntomas de
hiperactividad e impulsividad (jugueteo constante, se levante en circunstancias en
que debería permanecer sentado, inquietud motora, habla excesiva, dificultad para
la espera de turno, interrupción de las actividades de otros, anticipación a la
respuesta del otro en una conversación llegando a terminar las frases de otros,
incapacidad de jugar con tranquilidad, correteo en situaciones inapropiadas).

Algunos de estos síntomas pueden parecer normales a determinadas edades, pero


para el diagnóstico del TDAH se exige que sean mantenidas durante seis meses
en un grado que no corresponda con el nivel de desarrollo del sujeto, teniéndose
en cuenta la edad y el nivel intelectual del sujeto. Es decir, en el diagnóstico se
tiene o debería tener en cuenta que los síntomas se den de forma anómala o
exagerada. También se tiene en cuenta que la sintomatología no se de en un único
ambiente o situación, sino que se dé de una manera generalizada en al menos dos
ambientes diferentes (descartandose pues que únicamente se dieran en la
escuela) y produciéndose un deterioro claro de las actividades del individuo.

Si bien para su diagnóstico es necesario que haya habido algún síntoma antes de
los siete años de edad, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede
diagnosticarse a cualquier edad, incluyéndose en la etapa adulta.
En este último aspecto hay que tener en cuenta que si bien algunos aspectos del
TDAH parecen corregirse con la edad (según se va produciendo la maduración
cerebral del frontal, que en este trastorno suele estar enlentecida), especialmente
en el caso de los síntomas de hiperactividad, en muchos casos no tratados
persisten algunos síntomas, tales como una menor capacidad de atención y una
cierta sensación de inquietud interna.

Leon Eisenberg: ¿por qué se le llama el descubridor


del TDAH?
Numerosas publicaciones parecen indicar que el que el sr. Eisenberg fue el
descubridor del TDAH. Esta consideración no es del todo correcta: si bien el doctor
Eisenberg tuvo gran relevancia en el estudio de este trastorno, el TDAH es un
trastorno conocido desde antiguo, habiendo referencias a síntomas e intentando
ser explicado por autores anteriores, si bien era denominado de diferentes formas.
De hecho, el propio “descubridor del TDAH” indicó en alguna ocasión que el
trastorno ya era bastante conocido antes de que trabajara en él: existen
referencias a niños con los mismos síntomas desde 1902 por George Still (que los
clasificaría como niños con déficit del control moral) e incluso descripciones
anteriores a éste.

Pese a ello, el Sr. Eisenberg sí tuvo un papel de gran relevancia en la


consideración de este trastorno: fue pionero en otorgar la debida importancia a los
factores genéticos en la etiología de este trastorno (antes de que éste y otros
autores avanzaran en su investigación desde una perspectiva más biológica y
neuroanatómica, algunas de las explicaciones etiológicas del trastorno se
centraban en la ausencia de una correcta vinculación socioemocional con los
progenitores, especialmente con la madre, con lo que se culpabilizaba en parte a
los progenitores del trastorno de su hijo), así como en introducir el TDAH en el
manual de referencia de la psiquiatría y psicología americana, el Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders o DSM. Este último hecho es el que
probablemente ha causado que Leon Eisenberg sea en ocasiones llamado
descubridor del TDAH.

El artículo de la discordia
Dicho esto, focalicemos de nuevo la atención en el tema origen de este artículo: la
supuesta confesión de su no existencia. En el artículo aparecido en el
periódico Der Spiegel las palabras del entrevistado parecen claras, pero aparecen
descontextualizadas, siendo sencillo tergiversar el sentido que tenían en su
contexto inicial. De hecho, parte del problema se basa en una interpretación
errónea del sentido de las palabras en su traducción inglés-alemán. La entrevista
en cuestión se centraba además en examinar el aumento de diagnósticos de
trastornos mentales en los últimos tiempos.

Con una revisión más contextualizada de la situación de la entrevista, es posible


observar que la crítica del llamado descubridor del TDAH estaba centrada en el
espectacular aumento en el número de supuestos nuevos casos del problema.
Así, el conocido psiquiatra hacía referencia al sobrediagnóstico de este trastorno,
tratándose en muchas ocasiones farmacológicamente casos en que el trastorno no
existe y en los que de haber síntomas éstos pueden deberse a factores
psicosociales, tales como el divorcio de los progenitores, cambios de localidad o
estilos de vida u otras pérdidas personales (en cuyo caso no debería hablarse de
TDAH a menos que se tratara de un problema no relacionado a los sucesos vitales
en cuestión).

Otro punto crítico es la excesiva tendencia a prescribir medicación, dado que a


pesar de que puede ser una gran ayuda para aquellos que lo padecen, puede
suponer un perjuicio si se administra en individuos sin este trastorno. Además hay
que tener en cuenta el hecho de que normalmente se trata de menores, con lo que
se ha de tener especial cuidado a la hora de administrar psicofármacos. Además,
en la misma entrevista indicaba que aún si existe evidencia de una cierta
predisposición genética a este trastorno, esta se hallaba sobrevalorada,
precisándose de más investigación sobre las causas psicosociales.

Una crítica a la sobrediagnosticación


En conclusión, se puede considerar que el artículo que indicaba que el doctor
Eisenberg había negado la existencia del TDAH es producto de una mala
interpretación de sus palabras, no habiendo indicado el psiquiatra que el trastorno
no exista sino que se diagnostica con excesiva premura, fabricándose el
diagnóstico en casos que no lo padecen.
Referencias bibliográficas:

 American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico


de los trastornos mentales. Quinta edición. DSM-V. Masson, Barcelona.

 Barkley, R. (2006).Attention-Deficit Hyperactivity Disorder, Third Edition: A


Handbook for Diagnosis and Treatment, Guildford Publications. New York.

 Eisenberg, L. (2007). Commentary with a Historical Perspective by a Child


Psychiatrist: When “ADHD” Was the “Brain-Damaged Child”. Journal of
Child and Adolescent Psychopharmacology, 17(3): 279-283.

 Grolle, J. & Samiha S. (2012). "'What About Tutoring Instead of Pills?" Der
Spiegel. 02.10.2012

 Miranda, A., Jarque, S., Soriano, M. (1999) Trastorno de hiperactividad con


déficit de atención: polémicas actuales acerca de su definición,
epidemiología, bases etiológicas y aproximaciones a la intervención. REV
NEUROL 1999; 28 (Supl 2): S 182-8.

 Von Blech, J. (2012). "Schwermut ohne Scham." Der Spiegel. 06.02.2012.


Cómo solventar un dolor
emocional
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Ante la presencia de algún dolor corporal buscamos remediarlo mediante primeros auxilios
o recurriendo al médico u hospital, si es el caso. Esto ocurre debido a que somos
conscientes de lo que nos está sucediendo. No obstante cuando se presenta un dolor
emocional es nuestro inconsciente el que actúa, y lo hace mediante mecanismos de
defensa que conducen a evitar, trasladar, victimizar, disfrazar y según la intensidad, en
oportunidades, a enterrarlo profundamente. El inconsciente tiene como función proteger la
vida y se activa de forma autónoma. El dolor es identificado por el inconsciente como una
amenaza para la supervivencia, sea físico o emocional. La diferencia es que el dolor
emocional se evidencia primero y como consecuencia se produce el dolor físico. De tal
forma que cuando enfermamos es una respuesta de nuestro inconsciente para
solucionar un conflicto. Por ejemplo, cuando nos duele una rodilla es la manera de
resolver un conflicto donde la persona en general le duele emocionalmente algún tipo de
sometimiento. Aunque cabe aclarar que cada respuesta va a depender de la información que
cada persona tenga en su inconsciente.

El dolor emocional se incrementa cuando se continúa sumando el mismo dolor o


se adiciona otro, sin que haya ninguna solución

de ahí que el inconsciente siga respondiendo con una enfermedad física o mental. La insana
emoción crece de adentro hacia afuera hasta llegar a exteriorizarse, en ocasiones se detecta
cuando es demasiado tarde. Dicha información llega a materializarse en un cáncer, un
infarto o quizás en una alteración de comportamiento que puede conducir a una psicosis.

Los mecanismos de defensa del inconsciente se pueden observar en actitudes como las
compulsiones, obsesiones o lo que llamamos vicios. Estos son placebos para distraer el
dolor emocional que la persona desarrolla para evitar sentir un dolor del cual desconoce su
procedencia, al estar oculto en su mente inconsciente. Cuando perdemos a un ser querido
sea por muerte o separación y la persona no realiza el duelo correspondiente o el dolor es
insoportable, se esconde; ya que es posible que produzca incluso la muerte del individuo
(nos protege). Esta analogía equivale con los primeros auxilios aplicados en el suceso de un
grave dolor o herida corporal. Primero se salva la vida de la persona, no obstante, después
de superada la crisis es necesario revisar el origen del dolor y reparar o sanar para curar el
síntoma. Pues bien, de la misma forma se requiere proceder con el dolor emocional, es
necesario un proceso para dejar salir la emoción que se oculta y que es el origen de la
afección física.

Aquello que no se reconoce se duplica y algunas veces se multiplica, causando graves y


diversas consecuencias, dentro de las mismas podemos encontrar: la ira o la histeria, las
adicciones (para solapar), el caos, los accidentes, en resumen, una vida llena de dificultad,
enfermedad corporal, alteraciones múltiples del comportamiento e incluso psicosis. Son la
secuela de esconder las susodichas heridas emocionales.

Sanar un dolor emocional requiere de ciertas dosis de: reconocimiento,


aceptación y perdón;

ingredientes que conducen a adquirir un estado de consciencia tal, que permita mantener
una actitud de observación sobre sí mismo y sus circunstancias. Para aliviar un dolor
emocional se puede proceder de forma análoga a una herida física. Primero, se acude a los
primeros auxilios (mecanismo de defensa del inconsciente), lo cual será suficiente si la
herida no es profunda, de lo contrario es necesario acudir al médico u hospital (o sea al
psicólogo, sanador emocional, o psiquiatra). Dentro de los primeros auxilios aplicamos por
lo general algún antiséptico y limpiamos la herida. En el campo emocional el antiséptico es
el reconocimiento, en otras palabras la asimilación de cada emoción, identificándola con un
nombre (sentimiento), como por ejemplo:

humillación, rechazo,
impotencia, etc. Cuando la herida física empieza a sanar, picará alrededor de la misma, no
obstante, si se roza con algo, todavía dolerá. De forma similar acontece con la herida
emocional mientras la estamos sanando, dolerá cuando algo o alguien nos recuerde
con alguna palabra, gesto o hecho, que ahí continua, pero la actitud de observación
permitirá la aceptación del suceso y continuar el proceso. La herida física estará sana
cuando cicatrice. En el aspecto emocional para que cicatrice es necesario perdonar a
aquellas personas “responsables” o “culpables” de la misma; aunque sin lugar a dudas el
principal perdón es aquel que nos concedemos a nosotros mismos, ya que asimismo
podemos comprender que los demás son solo unos actores en el escenario de nuestra vida y
que nosotros los hemos invitado a participar. La cicatriz quedará para que recordemos
no tropezar de nuevo con la misma piedra.

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