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{…}
OBRA POÉTICA
OBRA POÉTICA
{…} (Paul Valery se complacía en repetir que la poesía se hace
tanto pensando y sintiendo que andando, y no sería acaso
por ello mismo por lo que la métrica griega andaba con pies en
lugar de por silabas?), la poesía de Saúl Sánchez se libera de
moldes difíciles, algo desembaraza de posibilidades impuestas
-digámoslo así- por la inexperiencia en el menester poético, y al
encontrar su vía camina con soltura, se desenvuelve con
gracia, se adapta a su ambiente natural y se mueve en él con la
seguridad de quien al fin, después de ensayos y de tanteos ha
POÉTICA
concluido por encontrar su verdadero sendero.
Esta vía en la que camina la poesía de Saúl Sánchez, es la de la
Saúl Sánchez Giraldo
sensibilidad que no se avergüenza de serlo, la de un lirismo que
en tiempos de modas y de modalidades excéntricas tiene el
orgullo y el coraje de su personalidad sin hacerle concesiones a
lo marginal y a lo adjetivo. Hablar del amor en una etapa de
absurdo materialismo significa expresar una personalidad que
a muchos poetas, infelizmente, les da vergüenza exponer {…}
{…}
"…Sus poemas fechados en Lieja, en Venecia, en Sorrento y en
París, para no citar sino algunas referencias geográficas y
temperamentales, son un índice de que estamos frente a un
creador que ya trabaja su materia estética con la seguridad de
que ella le dará la respuesta adecuada a la pregunta que
inicialmente se quedó en vaguedades, en dudas y en insatisfac-
ciones" {…}
{…}
Saúl Sánchez Giraldo
Diseño y Diagramación:
Jairo Sánchez Giraldo
Gabriel Jaime Sánchez J.
Arquitectura U.N.
Digitación:
Jairo Sánchez Giraldo
Colaboración:
Gustavo Sánchez Giraldo
Psiquiatría U. de A.
Oscar Hernando Restrepo G.
Matemáticas U. D.
Rosa Estela Botero Henao
Trabajo Social U. P. B.
Andrés Sánchez Botero
Ingeniería de Sistemas U. A./U.R.
Poliana Sánchez Botero
Derecho U.A./U.C.
Catalina Sánchez Botero
Psicología U.N./U.R.
Email: jairos_22@hotmail.com
Cell: 312 424 2022
La familia Sánchez Giraldo
agradece al discípulo de Saúl,
Juan Javier Vélez Vélez,
su gran aporte a la edición y
difusión de su obra.
"Conocer a un poeta a través de sus versos
es tanto como descubrir un universo
del que hasta entonces
no se tenía noticia de que existiera".
(Rilke)
“Toda la producción completa de Saúl, no se
puede deslindar de un universo poético, al que Él
pertenecía. Fue un conocedor profundo del len-
guaje y más que de las palabras en sí, del sonido
de las palabras......porque así era su sensibilidad.
7
SAÚL SÁNCHEZ GIRALDO
(Aguadas, 1939 - Medellín, 2013)
OBRA POÉTICA 9
PRÓLOGO
Por: María Stella Girón López *
OBRA POÉTICA 11
El prólogo a la segunda versión de El Aprendiz, “Retrato de un her-
mano. (Testimonio acerca de Saúl, por Jairo)”, (pp. 7-80) constituye
un documento de referencia para el acercamiento a Saúl como au-
tor y a su obra; igualmente la respuesta de Saúl de 2006, a una carta
de su sobrino Andrés, incluida en el relato de Jairo.
12 SAÚL SÁNCHEZ
Movido quizás por la cohesión de familia y la ausencia humana que
instaura el tiempo de la vida, Rafael Sánchez Giraldo expresa en
otra honra fúnebre:
[…] “Juntos, pues, los hermanos éramos una unidad integral, mo-
nolítica, indivisible. Una verdadera, una inexpugnable atalaya para
enfrentar el mundo, los azares de la existencia, el tráfago brutal y
en general, absurdo, en que se debate la vida del hombre. Juntos,
hemos sido, éramos como los vasos comunicantes de una probeta.
Eran diez sus salidas. Cada una, una expresión técnica, científica,
humanística, pero ante todo poética en la manera de ver y sentir
las cosas del universo. ¡Sí! Eso éramos; un universo-. Una unidad de
florecidas, de encendidas, de feraces versiones. […] Éramos pues,
una unidad en lo común, que respetaba a cada cual la libertad en
su particularidad. Una unidad en fin en las diversidades.“[…] (Sus
Memorias. Rodrigo Sangiral. 2009, p.7).
OBRA POÉTICA 13
La evidencia de la faceta de autor literario de Saúl sorprende dada
la discreción en la que mantuvo su creación literaria, expresada
en poesía, relato poético y cuento, salvo con obras publicadas,
por diferentes razones y medios, como Desnudo y Poema (1983),
“elación” o “desahogo” como él define los poemas del libro, o las
variaciones sobre un tema de Acuarimántima, poemas dedicados
a Porfirio Barba Jacob, poeta que le mereció esmerada atención. Es
explícita su intención de comunicabilidad literaria, a partir de su
actitud filosófica ante el mundo, como se aprecia en fragmentos de
El Suelo Natal y de la carta a Andrés:
14 SAÚL SÁNCHEZ
prefiere experiencias o pensamientos, a través del mejor medio que
uno tiene para comunicar esto, que es el arte. Lo otro son trabajos.
Pero esto sería tema de otra reflexión.” […] (Idem, p.59).
OBRA POÉTICA 15
Estoy suavemente triste
de haber amado tanto
y que al final de todo
sólo nos queda el llanto
(Saúl, 1956)
De 1956 a 1974
Pero hoy estamos lentos,
hoy somos imposibles a la vida
y vamos como niños al recuerdo
y sufro. Tú no sabes lo que sufro
porque no puedo ser lo que tú eres…
Ya que no hacemos más que separarnos
¡Huyamos!
Y del fondo de aquello que perdamos
demos al desespero nuestras cosas.
Vámonos ¡Ya! No hay más ¡Hoy!
¡Prontamente!
Hagamos algo por salvar de la boca de la muerte
este poco de amor que nos tengamos.
***
¡Te quiero!
Deja que te lo diga que por callarlo tanto
van a opacar mis ansias la fuerza de este amor.
¿Tú no dirás nada?
¿Vas a callar por siempre?
¿Vas a dejarme sólo con tu mirada?
¡NO!
¡Es imposible!
Habla que yo lo sé todo
y dime que me quieres como te quiero yo.
***
OBRA POÉTICA 21
No te pido que me ames
de no poder quererme
no culpo ni al destino
pero te ruego al menos
que agonices conmigo.
***
***
22 SAÚL SÁNCHEZ
FUTBOL
OBRA POÉTICA 23
Hay la ley que detiene
y el balón que va y viene …
todo igual. Pero oye:
Si la luz de sus ojos no estuviera en el campo…
… si la luz de sus ojos no estuviera en el campo
se te haría penoso el jugar la pelota y el árbitro,
pero ella está allí
como en mí el sentimiento y tu alma de hombre
que me importa que vengan las razones dictando,
la sentencia, que te importa tu árbitro…
si tu juegas … ¡eh ! (otro gol), ¡¡¡tres por cero !!!
¡¡¡Colombia!!! Colombia!!! Colombia!!!
Te decía que…¡ hay! Perdón me fatigo …
Jugando comprendes que esta ella en el palco…
que la quieres. ¡Nó! no pienses que si ella te ha amado
y a la noche de vuelta señalándole el cielo le dirás,
que fue suyo ese triunfo que miraron los astros.
Juega bien; por la ¡izquierda!
¡Vamos! ¡Sí! cobra el fowl … una … dos … tres … y
¡¡¡GOOL!!! ¡No te dije ¡que gol!
Te aplauden: Es ella…
¡AH! Señor: El partido termina tres por uno
¡¡¡HAS GANADO!!!
( Medellín, Colombia,1960)
***
24 SAÚL SÁNCHEZ
Sembramos una espiga con la tierra
que entre los dos cavamos
y hacemos de la harina dos pedazos
para el sustento diario.
***
***
INTERMEDIO
OBRA POÉTICA 25
Se servirá la mesa
sonriente de tu hija
se sentaran sus hijos
y sobrara una silla.
***
26 SAÚL SÁNCHEZ
ven, pero más bien has esto:
no cures mis heridas, déjame estar enfermo
para tener el gusto de verte
y continuar muriendo.
No me hables no me hagas ningún verso:
Déjame ver tu sombra al lado de mi lecho
para sentirme triste mirándote en silencio.
Quiero que estés presente como se está de lejos.
Quiero quererte a solas amándote en silencio.
Quiero que estés conmigo como si hubieras muerto:
Para vivir más solo, más triste, más enfermo.
***
***
***
OBRA POÉTICA 27
Todo será de noche con la muerte.
todos meditaremos cada instante
nuestra propia tristeza
sin que alcancemos nunca la frontera
de esta soledad.
Dios estará en la muerte.
o Dios será eso mismo
a no ser que haya otra muerte
que no escape de Él.
Con todo lo mejor de la muerte
será tu ausencia,
porque si en la vida
lo mejor eras tú. No te tenía
y tú eras mi muerte:
¡Que desastre!
Lo mejor de la vida
es escapar de esta muerte
y esta es nuestra muerte. Amén
***
28 SAÚL SÁNCHEZ
***
***
¿Olvidarás hermana,
quizás porque estoy lejos,
que yo fui aquel hermano
que sólo te dio un beso?
Olvidarás que el beso
con que nos despedimos
fue el que anunció a los hombres
que te nacía un hijo.
***
OBRA POÉTICA 29
Siento en esta brisa de la mañana
un aire pasajero de la infancia.
Tengo un feliz retorno hacia las cosas
y algo esclarecido acá en mi alma.
Alguien está conmigo, lo presiento
quizás está escuchando mis palabras.
Mi corazón en paz lanza su sangre
a todos los rincones de su alma.
Siento por fin que es bueno haber nacido
tiene que ser que hoy alguien me ama.
***
30 SAÚL SÁNCHEZ
Sé tu corazón quien cante
tu solo toda canción:
Y entonces cuando de besos
no sepas cual fue el de amor
cuando de tantos recuerdos
olvides quien fue señor,
entonces será mejor,
mucho mejor, corazón.
***
***
OBRA POÉTICA 31
Me lo pidió la carne que te amara
y a ti no te lo pide.
Hemos vivido tiempo tan distintos
que tal vez no es la carne la que ataja
este volcán de amor.
***
El amor es tu carne
adonde tiende un ramo de la mía.
Es el reclamo más de tu presencia
en esta soledad …
… la necesidad de vernos cada día
sin saber que nos pasa.
Tus ojos deslumbrantes.
Mi sonrisa mordida de deseos.
El montón de palabras que no digo
en el momento mismo de ser tuyo.
El plácido dolor de haberte visto …
…si existe el alma
ven a ponerle rosas a mi pecho.
***
32 SAÚL SÁNCHEZ
con que intención te hablo de milagros,
quizá un pensamiento.
Prolongo las palabras:
No sé si te das cuenta
que estoy haciendo voz de cada cosa,
solo por ver qué pasa en tu silencio.
No te descubro nada:
Ni un infinito acto de tristeza,
ni una mirada corta de deseos.
¿No lleno pues el cuerpo de atavíos?
¿No es el amor tan simple como un beso?
Y tú no dices nada.
Y yo con tantas cosas te digo mucho menos.
***
***
OBRA POÉTICA 33
Me hizo gritar, después me quitó el sueño,
me puso más allá de mis casillas
y me entregó a la noche
para que ella fuera testimonio
de mi desbordamiento.
***
Y me darás tu cuerpo
al recibir mi alma,
si no sucede acaso,
no acabará la fiesta ni la noche,
por si sucede, tampoco acabaremos
para que sea fiesta la alborada.
***
Si te tuviera … Si me amaras …
Si estuvieras conmigo …
Si te viera …
Si alguna vez pidieras
que te amara …
Si aceptaras no más
que te quisiera …
Si vivieras
vinieras
o volvieras
conmigo, o me quisieras …
… Si te fueras,
si nunca más,
34 SAÚL SÁNCHEZ
ni siempre tanto te perdieras.
Si cada día te encontrara …
Si me sonrieras …
Si por cada sonrisa
me besaras …
Si en cada beso tuyo
me durmiera …
Si hubiere un tren
que siempre te llevara …
y un puerto hubiere siempre
en que me esperas …
Si un cielo azul te posara
en mis brazos, y te viera
a mi lado, y no me vieras …
Si no tuvieras miedo
y me abrazaras …
y no sintieras pena
ni sintiera …
Si nada nos pasara …
… o todo, juntos.
Si fueras lo que espero
que tú seas…
Si lo que soy quisieras
que tú fueras …
Si vivieras … al menos
¡Si vivieras ……!
***
OBRA POÉTICA 35
Todo no pudo ser la misma cosa,
ni el hombre puede más que ser sí mismo.
No puede uno solo con las ganas
abastecer el mundo de los signos.
Se quedaron los mares en deshielo
y el marinero a solas con el rito.
La calle se pobló de gente nueva
y se quedó el poeta sin abrigo.
Ya no pudimos ser ni comediantes,
ni alcaldes, ni galán, ni policía,
nada pudimos ser ni parodiantes,
nada, sino lo mismo que hemos sido.
¿Y el corazón? La llama transitoria
nunca localizó su desatino,
pudo cansarse mucho, querer.
¡Ah! la terrible instancia de ser hombres
pero la desazón de no ser niños.
***
36 SAÚL SÁNCHEZ
Después fue primero el barco
y él, y al fin nosotros.
Y ya después de todo: Él.
Después las manos…
Después los besos, los abrazos y el
Llanto.
Primero el barco y luego…
El mar sin barco, sin nosotros sin ¡él!
Ahora…
Solo yo, primero; después y al fin,
ahora yo.
Sólo yo primero, yo sólo después, y,
Al fin yo… al fin.
***
OBRA POÉTICA 37
con un temblor ingenuo.
Se despierta
vuelve a sonar el eco de sus cantos
la risa de sus nervios
me mira nuevamente:
Dice algo que no entiendo
yo digo sí y entonces se aproxima
otra vez a mi cuerpo
pero no entiendo nada
un rictus en la boca que escapa a cualquier verso
y el canto y la palabra…………………………………….
…………………………………………………………….
La fiesta terminaba
era la hora de devolver al sueño los deseos
que yo meditabundo desterraba
le sonreía a veces por si acaso
pero sin decir nada
aún palpaba a golpes sus mejillas
perdía sus miradas
aún tenía besos que pedirle
en una u otra pausa
pero era inútil ya
caía el velo con el alba
el hechizo tras ella
y poco a poco el vino se acababa………………………….
………………………………………………………………
Esperaré otra noche
aquella noche mágica
me sentaré a tu lado
hasta tocar sus muslos con mi cara
recorreré sus senos
pero no habrá canciones ni palabras………………
***
38 SAÚL SÁNCHEZ
Esta muerte, este viaje, esta partida.
Este adiós, esta distancia y esta suerte.
Y esta soledad, y esta vida.
Y lo que yo he perdido por quererte.
***
OBRA POÉTICA 39
yo sé que el ritmo
ardiente de otras voces
una armonía de odio
un son de angustia
una canción violenta
de silencio
un ritmo de alas negras
y otras rimas
y otras canciones
y otros desconciertos.
(Sin fecha)
***
(Medellín, 1974)
***
40 SAÚL SÁNCHEZ
De 1974 a 1980
“Una flor
tan bonita margarita
Tan bonita como tú”
(Victo Hugo)
Y un ramito
tan sencillo muchachita
tan sencillo como yo
Y un dolor
tan intenso, chiquitita
tan intenso como el mar
Pero tú
tan sencilla margarita
tan bonita, tan inmensa
con tu amor.
***
***
OBRA POÉTICA 43
Tu cuerpo
es lo que a mí me gusta
como cuerpo
Tu vida
es lo que yo prefiero
como vida
Tus besos
es lo que a mí me importa
como riesgo.
***
1. LIEJA
¿Quién era?
¿Cómo era?
¿Cómo será mañana?
¿Qué pasará la noche
que ya no me recuerde?
Yo he visto sus ojos
alguna vez soñando
he tenido su cuerpo
lo mismo que sus brazos.
He sentido en mis manos
el sudor de su frente.
Y he mirado su rostro
que parece un milagro.
¡Qué cosas no he sabido
de las cosas que he amado!
¿Qué mar no he recorrido
44 SAÚL SÁNCHEZ
ciñendo su cintura?
¿A dónde no he llegado?
De toda parte vengo
cuando cojo sus manos
por toda parte trazan
mis caricias un puerto.
¿ A qué lugar no arribo
del cuerpo que he tocado
para hallar el secreto
de este amor que no alcanzo?
¿Qué soledad no siento?
¿Qué tristezas no palpo?
¿Qué infinitas pupilas
no miro cada día
con infinitas ansias?
¿Qué cosas no pregunto?
¿Qué dolores no amasó?
¿No levanto mi cuerpo
contra el cuerpo que amo
como si fuera el mundo
que perdiera un pedazo?
¿No me lleno de angustia
para atarme en sus besos?
¿No es cada vez que amo
el fervor de un milagro?
Y no sé cómo era
(nunca supe que ha sido)
No vino nunca amando
como aman los pájaros.
Su voz no tuvo nombre
para hacerme un hermano.
No tuvo pan su tierra.
No hubo vino en su vaso.
No alcanzó el agua fresca.
OBRA POÉTICA 45
No hubo leño.
No, fiesta.
No hubo amor
cuando amamos.
***
2. EN LIEJA NO LEJOS
Te quedaste en Lieja
¡Tan lejos! ¡Tan lejos!
y me vine sólo
¡Tan luego! ¡Tan luego!
Te quedaste en Lieja
¡Tan luego Tan lejos!
y me vine lejos
¡Tan sólo y Tan viejo!
y te fuiste, sólo
de lejos creciendo
y me vine luego
¡Tan sólo muriendo!
Te quedaste lejos
en Lieja tan luego,
me quedé soñando
que Lieja no es lejos,
que creciendo un poco
(de lejos no Lieja)
iba a verte luego,
de Lieja no lejos.
Qué iba a estar en Lieja
no lejos; no luego.
Que iba a verte entonces,
46 SAÚL SÁNCHEZ
(no luego) no lejos.
Que no iba a estar solo,
(tan solo no luego)
Que tan solo iba,
sólo, a estar de lejos.
Que Lieja no era
tan sólo tan lejos
sino que aún sólo
Lieja no era luego.
Que nunca sería
tan luego tan lejos
como era Lieja
ya sólo o ya viejo.
Te quedaste en Lieja
¡Tan luego! ¡Tan luego!
que me vine sólo
¡Tan lejos, Tan lejos!
***
3.
Posiblemente yo te espere
en este bosque nada más,
oscura senda que conduzca
a toda la verdad.
OBRA POÉTICA 47
En este parque en que te espero
el viento pasa sin cesar,
el agua cruza por la acequia
y va hasta el mar.
Posiblemente tú no sepas
que existe un bosque de verdad,
donde te espere todo el día
por una eternidad.
***
4.
48 SAÚL SÁNCHEZ
El silencio infinito
con que una gaviota
traza su desventura
no toca tu silencio.
¿En dónde estás? ¿En dónde?
¿Hacía que mar huiste?
Me hundo en este barco
de amor, todos los días.
Naufrago en este día
en que aún te recuerdo.
Me sumerjo en la onda
más honda de mi herida:
¡Oh tierra! ¡Oh tierra! ¡Oh tierra!
Que yo diga tu nombre.
Que yo te llame un día
con un grito de fiesta.
Que yo abra mis brazos
como velas gigantes
para arrastrarte entera
hasta el puerto de mi alma.
Ese puerto que un día
te estrechara en sus brazos…
El día que atracaste
como nave perdida
no te esperaba menos
que te espero esta tarde.
No sé cómo me amabas
la vez en que me amaste.
Pero sé que aún tengo
el sudor de esa tarde.
De puerto en puerto busco
la sed con que saciaste
mis primeros deseos.
Y tú de cuerpo en cuerpo
OBRA POÉTICA 49
te me fuiste esa tarde.
Si no existe el amor
¿cómo existen tus besos
si no tengo otra tarde?
Y te amo, te amo
tierra de desventura,
cuerpo en el que me he hundido
más que en todos mis besos,
más que en mis mismas ansias,
mis propios pensamientos.
Por eso yo te busco
ebrio de mil preguntas
y por eso te llamo
lleno de mil deseos:
La playa que te acoja,
el mar que no te hunda,
el cuerpo que te sirva,
como el mío, de cuerpo
no han de tener más fuerza
que mis propios deseos.
Voy hacia ti. Navego.
La deriva me lleva
directo hasta tu cuerpo.
***
5.
50 SAÚL SÁNCHEZ
Yo te cubro de fiestas y de lágrimas
lo mismo hoy que ayer o que mañana.
Lo que importa es que seas mi silencio,
mi camino de angustia, o mi desgracia.
Yo te cubro de risas y de versos
y me entrego del todo a tus miradas.
No te detengas. Ámame este día,
que este día lo hice para tu alma.
Yo me entrego a tu cuerpo sin medida,
pues sin medida quiero mi desgracia.
***
6.
OBRA POÉTICA 51
¿Quién tiene más que tú un cuerpo entero,
con el talle que espera mi medida?
¿Qué amo si no te amo cada día?
Y cada día te amo sin remedio,
y cada día espero cada día,
hasta el día en que esperes algo nuevo.
Tu soledad ayer, tu voz mañana.
Tu talle otra vez entre la gente
y entre la gente nunca nada nuevo:
¿A dónde alcanza entonces tu medida?
¿Hacia qué mundo huye tu deseo?
¿Qué tierra está ocultando tu esperanza
cuando soy yo el que te digo que te espero?
Me entrego a ti. Me rindo cada día.
Yo soy el que te amo entre la gente,
y entre la gente a nadie esperas menos.
***
7.
52 SAÚL SÁNCHEZ
allí donde tú sientas cada día
que la vida es la vida
por ser vida.
Donde despiertes cada madrugada
harto de amor
hasta sentir de nuevo el hambre
por las noches
porque de vida no te queda nada.
En el lecho que duermas solitario
temiendo los linderos de la muerte,
en la casa que sientas que no hay nadie
o en el hambre de pan de cada día,
en las horas de amor que nunca tengas
o en todo lo que vivas
y mañana en tu muerte o en la mía,
allí donde tú estés,
en cada acto
del que yo estoy distante cada día,
en todos los deseos
o en el acto de amor,
y en fin, en el más puro de los actos
el mero acto de ser toda la vida,
allí te acompaño.
Simplemente.
En silencio.
Sin voz y sin medida.
Sin reproche.
Sin tener que temer
como se teme al prójimo o al hombre
(sin tener que dar cuenta de tus actos)
Sin que nada te alcance de mi cuerpo,
ni que nada te toque de mi vida.
OBRA POÉTICA 53
Allí te acompaño sin mis ojos
que es todo lo que un día
(cuando nos vimos solos lentamente)
supiste de mi vida,
de allí, de mi silencio te acompaño,
para que en tu silencio tengas vida.
***
8.
54 SAÚL SÁNCHEZ
puedo escanciar mi copa
también si está vacía tu mirada
o no hay vino en mi copa,
o después de cada acto
en que se esparza o se derrame,
puedo llenar mi copa,
sino por otro gesto
y en otro acto
puedo sorber la copa
como se sorben horas cada día.
Puedo catar mi copa si es tu copa,
o tu vino
si es el que brota
por todos sus sentidos.
Pero contigo,
contigo únicamente,
al menos una vez, al menos juntos
por las veces
que he botado mi copa,
por las otras que la he desparramado
sobre cuerpos infecundos.
Por la más mala de las veces
y sin embargo, más frecuente,
la de inclinar la copa
de mi lado
o de mi estopa.
Por las veces que he brindado
tantas veces
y tan inútilmente,
por la copa que apuro
como cáliz amargo
si te espero
y es más amargo a veces no esperarte.
Por los sorbos
OBRA POÉTICA 55
(los poco que he tenido)
de tener el placer de no tenerte.
Por las pocas veces
que he escanciado tu vino,
tan escasas,
que han sido más los sueños
que la dicha.
Y porque equivocadamente
yo he catado
lo que no hay que catar:
Cuerpos extraños,
ideas vanas
o desilusiones.
Contigo, por ser tú,
por no ser nadie más
por ser no dios,
queriendo consagrarte,
quiero verter mi copa
¡VERTERLA!
Tú lo entiendes,
como se vierte sangre
de los toros,
como los sacrificios
de los cristos
en sacrificio puro,
no para redimir
no por salvarte
sino por el placer
más infinito
de amar muriendo
o de morir amando.
Quiero verter tu copa o la mía
Si tú eres dios,
yo soy el que te espera
56 SAÚL SÁNCHEZ
para morir amando.
Yo soy el pan,
y el vino.
Si yo soy dios,
tu eres el que tienes
tu cuerpo y sangre
para amar muriendo.
Quiero verte mi copa o la tuya
¡VERTELA!
¿Entiendes?
Todo depende
de que por fin bebamos como dioses
en un día infinito
en el eterno día del amar sin ley
en Jovis, no en Domingo.
***
9.
Pensar en ti.
Amarte,
amarte locamente,
tal vez besarte.
Tener tu cuerpo entero
tus caricias
una mañana o una tarde.
Quizás dormir
contando las estrellas
o contando tus venas;
o no dormir tal vez
velar tu sueño
OBRA POÉTICA 57
sentir tus miembros,
cada uno
hasta encontrar la forma
de tus besos.
Dejarme hundir
en tu presencia
como en un naufragio.
Vivir contigo
como si no existiera
nadie más,
como si no tuviera
que dar cuenta
de un alba cotidiana,
como si el mundo no viviera.
Atar tus ojos solitarios
a mi alma centinela,
o tu mirada diaria
a mis trabajos.
Tenerte en adelante
todo el tiempo
que antes me faltaste.
Llamarte
Amarte nuevamente
besarte un poco más
o un poco menos.
Perderte luego,
sentir como si el mundo
se acabara
para empezar de nuevo.
¡Gritar!
¡Vivir!
Tenerte o no tenerte.
Amarte, odiarte
58 SAÚL SÁNCHEZ
y otra vez amarte.
Pensar en ti
no más que en ti.
Vivir en todo caso.
Pero no hablar,
no discurrir.
No pensar mucho menos.
No separarnos por razón.
No más razones.
¡Un pensamiento!
¡Sólo un pensamiento!
¡Y en ese pensamiento
el cuerpo entero!
***
10. TE VÍ COMO …
OBRA POÉTICA 59
Te tuvo como se tiene el sol a mediodía
un instante no más
para perderte luego
en la sombra más larga de mi vida.
***
¡Adiós!
Ya no te veré nunca.
Ya te tuve una tarde
entre mis brazos
y no tendré más tarde
ni más vida.
¡Adiós!
Que el cielo entero
te proteja.
Que te lleven los ángeles
del viento
hasta la ronda última
de tu alma.
Que tu vida la conduzcan
los cielos a otros cielo.
Que no haya nunca vino
que no pruebes
ni pan que no fermente
tu mirada.
Que tengas todas las delicias
y gracias infinitas.
Muchas gracias.
60 SAÚL SÁNCHEZ
Que el hombre te bendiga.
Que la mujer te colme
de esperanza.
Que encuentres más sorpresas
en la vida
que las que tú me diste
con un beso.
Que nadie te desprecie
que te amen,
porque es amor no más
lo que sorprende.
Que este sea tu camino
y tu azar.
Que el cuerpo te conserve
en el ala del tiempo
ebrio de vida.
Que todo el mundo te depare
alegría
no más que alegría.
Que no haya fuente
que no beban,
si tienen sed,
los labios que calmaron
la sed que yo tenía.
Que no haya cuerpo
que no toquen
los brazos que me dieron
sus caricias.
Que el mundo entero
se arrodille
para mirar muy hondo
tus pupilas.
Y mañana,
OBRA POÉTICA 61
si ha de ser mañana
si hoy ya es tarde,
cuando otra vez la suerte
te conduzca
por un camino como el mío.
Mañana que te lleve
la vida de la mano
a otra vida.
Que otro como yo
vuelva a mirarte
y exija sus caricias.
Mañana, si soy yo,
si no mañana,
vuelve a brindar
la copa de tu vida.
Que tú a quien nunca tuve
antes de amarte
y a quien no volví a ver
más en la vida.
Tú que no exiges compromisos
para entregar caricias.
Tú tiene el secreto
de amar no más
amando sin medida.
¡Adiós!
Que el cuerpo te proteja
de amar no más
amando con medida.
***
62 SAÚL SÁNCHEZ
“DEPRECACIÓN”
OBRA POÉTICA 63
Manos de pan:
Palabras de deseo.
Manos no más, sin par.
Manos de mármol:
Manos vacías para tanto miedo.
Hoy con mi mano
reclama mi figura,
una mano de amor y otra de sexo:
Una izquierda que apoye sus caricias
en todos mis deseos,
y otra
que no pregunte dónde vivo,
ni sepa con quien duermo.
Una mano no más,
otra, no menos.
Una mano, otra mano.
¡Muchas manos!
Manos que batan
“Palmas” contra el viento.
¡Antorchas de milagro!
¡El sol entonces!
Manos que me acaricien
y que exalten.
Manos no más:
Manos tendidas para el mismo miedo.
No manos de bastón.
Manos crucificadas mucho menos.
Manos de más, no más.
Manos de menos,
pero manos:
Una diestra de amor
y otra de sexo.
64 SAÚL SÁNCHEZ
***
La misma
noche,
si aún estás ahí,
si aún el cielo vigila las estrellas,
si el cuerpo es diana
y la noche no pasa sus fronteras,
si no corren
como velas nocturnas
las sombras de mi alma.
Mi río como un cuerpo
desciende en paz
a tus entrañas
y en lugar de espumas
en la noche,
en una tibia noche
de amor
como remanso
se contempla el agua.
OBRA POÉTICA 65
y mire como luz tu misma pena,
mi río de aguas grises
irá surcando el día de tu ausencia.
66 SAÚL SÁNCHEZ
porque mi cuerpo
no tiene tus fronteras
y el alma que no es nada
lo mismo que los ríos de este mundo,
coma caudal,
apenas lleva tierra.
***
ZARATUSTRA Y YO
OBRA POÉTICA 67
todas las esperanzas,
todo el cielo,
lo he regalado yo con mi ternura.
Posiblemente
no quiera Zaratustra nada de esto.
No soy un cosechero
porque no hay campo libre
en mi comarca
donde yo pueda arar
mi desespero.
Posiblemente Zaratustra
no cuente con la tierra que yo tengo.
Posiblemente
ni vea el arco iris,
ni alcance al superhombre.
Estoy de acuerdo.
Pero para vivir
me basta una conquista:
PROMETEO
El fuego que destruya
los dioses extranjeros.
Yo sé que Zaratustra
está temblando.
Aún sé, que el superhombre
es menos que esto,
solitario, potente, compañero:
Para vivir
a mí me basta el rayo.
Para morir
aún no tengo sueño.
Tan solo para amar
quiero una espada
que para destruir
ya tengo el dedo.
68 SAÚL SÁNCHEZ
***
SOLUS-LOQUOR (Soliloquio)
¡Tan lejos!
Tan lejos sí.
Tan lejos y distantes.
Tan solos.
Tan humanos.
¡Tan amantes!
Amantes y tan solos.
Solos y tan amantes.
Más solo tan amantes.
No hay nadie que nos mire
como nos mira el día,
nadie que nos recuerde,
ni nadie que nos ame…
Nadie que nos pregunte
qué nos pasó a esta hora…
Tan solos pero nunca tan tristes.
Tan tristes más siempre tan amantes.
¿Quién va a venir ahora?
¿Qué va a pasar entonces?
¿Qué me llevó a la puerta
si nadie la ha golpeado?
¿Qué me puso al teléfono
si aún no está sonando?
¿Quién llega?
¿A quién espero?
¿Por qué más bien no llega
lo que nunca he esperado?
¿Para qué espero tanto
lo que nunca ha llegado?
¿Por qué más bien no amo
OBRA POÉTICA 69
lo que nunca está distante?
¿Lo solo? ¿Lo humano?
Tan lejos sí.
Tan lejos de todo lo que amo,
más siempre tan humano.
***
¿Quién era?
¿Cómo era?
¿Cómo será mañana?
¿Qué pasará la noche
qué ya no me recuerde?
Yo he visto sus ojos ,
alguna vez, soñando.
He tenido su cuerpo
lo mismo que sus brazos.
He sentido en mis manos
el sudor de su frente.
Y he mirado su rostro
que parece un milagro.
¡Qué cosas no he sabido
de las cosas que he amado!
¡Qué mar no he recorrido
ciñendo su cintura?
¿A dónde no he llegado?
De toda parte vengo
cuando cojo sus manos.
Por toda parte trazan
mis caricias un puerto.
¿A qué lugar no arribo
del cuerpo que he tocado
para hallar el secreto
70 SAÚL SÁNCHEZ
de este amor que no alcanzo?
¿Qué soledad no siento?
¿Qué tristeza no palpo?
¿Qué infinitas pupilas
no miro cada día
con infinitas ansias?
¿Qué cosas no pregunto?
¿Qué dolores no amasó?
¿No levanto mi cuerpo
contra el cuerpo que amo
como si fuera el mundo
que perdiera un pedazo?
¿No me lleno de angustia
para atarme en sus besos?
¿No es cada vez que amo
el fervor
de un milagro?
Y no sé cómo era
(nunca supe que ha sido)
No vino nunca amando
como aman los pájaros.
Su voz no tuvo nombre
para hacerme un hermano.
No tuvo pan su tierra.
No hubo vino en su vaso.
No alcanzó el agua fresca.
No hubo leño.
No, fiesta.
No hubo paz
para amarnos.
***
OBRA POÉTICA 71
Puedo decir que estuve en tus ojos un día
que eran claros tus ojos y más claro tu cuerpo
que a los dos nos cubría un deseo infinito
de sentir el amor como forma del tiempo
que los dos estuvimos arrullando la tarde
y que ahora nos vamos a buscar otros cuerpos,
puedo decir que estuve en tus besos un día
como un día que no era como todos los días
como tú que no eras como todos los besos.
***
PENSAMIENTOS
SURSUM CORDA
72 SAÚL SÁNCHEZ
de amor por cada día?
Si todo lo que tengo
lo tengo para amarte.
Para decir que te amo
me basta sólo un gesto.
¿No tengo yo los ojos
para mirar tu cuerpo?
¿No basta que si te amo
tan sólo tenga miedo?
Veras que habrá en mi boca
más besos que palabras
y que no habrá en mis manos
más pan que tu deseo.
Son manos alargadas
no menos que tus manos
y un cuerpo que te espera
no menos que tu cuerpo.
Te tengo, pues, mil cosas
pero te tengo miedo …
Si al ver que tu no vienes
saliera yo al encuentro …
Si porque tú no llamas
usará yo algún medio …
Si un día yo te viera
y no tuviera miedo …
Si un día yo te amara
y tu tuvieras cuerpo …
Pero no sé qué pasa:
Te busco y no te encuentro.
Te encuentro y siento hastío.
Te veo y me da miedo.
Te llamo y no respondes.
Te tengo y no te tengo.
No sé porque destino
OBRA POÉTICA 73
de amor, yo me empecino
en que para quererte
te pida sólo cuerpo.
No sé por qué no estás
si piensas lo que pienso.
Ni sé por qué te amo:
Espero que no esperes
que el cielo sea un cuento,
pero si no te tengo
tal vez no tenga cielo;
y espero que me ames;
al menos sé que es esto
lo que yo siempre espero.
Al menos que me ames
si tengo tantas cosas
como las tiene un cuento.
Al menos que me esperes
si esperas lo que espero.
Yo sé que no me amas.
No creo que me esperes
pera pensar que vuelvo.
No tienes tantas cosas,
tal vez, como yo tengo
quizás caricias, cuerpo,
un poco de ternura
y alguna vez, un beso.
Una palabra, un acto …
Si al menos tú tuvieras
el miedo que yo tengo …
Si un día tú te amaras
y fuera yo tu cuerpo …
Si amaras lo que amo
y no tuvieras miedo …
Pero no sé qué pasa:
74 SAÚL SÁNCHEZ
Me alejo y no me buscas.
Te hablo y estas lejos.
Me callo y no preguntas.
Te pierdo y no te pierdo.
No sé por qué me exiges
que te amé con el alma
si para amar tu alma
tan sólo tengo cuerpo.
Ni sé por qué no me amas …
Espero que el infierno
tan sólo sea un cuento
pero si no te tengo
tal vez no tenga cielo.
Y espero que me ames,
al menos sé que es esto
lo que yo siempre espero.
Al menos que me ames
si tienes tantas cosas
como las tiene el cielo.
Al menos que me esperes
si esperas lo que espero.
***
ESTO ES MI CUERPO
OBRA POÉTICA 75
Sólo tu cuerpo es un paisaje
que no mes basta contemplar
yo me contento con el campo
para sufrir la soledad
pero en tu cuerpo encuentra el alma
lo que ella siente al ver el mar.
76 SAÚL SÁNCHEZ
con quien yo debo comulgar.
***
OBRA POÉTICA 77
¡Que sólo estoy Dios mío!
Que tinieblas
¡Por Dios!
A quien le digo …
A quien llamo …
¿A quién le cuento que estoy sólo …?
Esta es mi queja:
Que no estás conmigo.
Que hay noches que no duermo,
que no sueño.
Que hay tardes que no quiero
estar contigo.
Que es como si algo me faltara
y que no fueras tú …
Que hago un ensayo de vivir
que no resulta.
Que lucho con la muerte.
Que algo o alguien me atormenta …
Si estuvieras conmigo …
Si te tuviera y todo lo olvidara …
Pero hay días infinitos,
eternos días,
como los días que no estas
como las noches largas de tu olvido.
Esta es mi pena
la que escribo,
la que siento después
que el sol se hunde
porque te busco como un loco
antes del crepúsculo.
Me acerco a tus miradas.
Tiemblo cada día.
78 SAÚL SÁNCHEZ
Voy en cada acto a cada instante,
vago todo el día.
Te vas como el ocaso
y no conozco el mar en que te hundes.
¿Qué hago?
¡El tiempo que he perdido!
Esta es mi pena
la que escribo
porque no tengo a quien contarla.
¡Dios mío!
Esta es la hora
la amarga hora
de saber que estoy perdido.
Que tu no vienes
que nadie nos detiene.
Que la rueda del tiempo
tiene un sentido de abandono
o es más que un abandono del sentido.
Que crezco en un desierto
de silencio
y que las sombras crecen
más largas que el olvido.
Que Dios no esté en el cielo
y si no digo Dios
¡por dios que digo!
Que estoy sólo esta noche
en la que el cielo atenta
mi esperanza.
Que estoy solo y callado
e in – finito …
OBRA POÉTICA 79
***
YO PECADOR (Arrepentimiento)
No vuelvo más
me pesa haberte visto,
me pesa amarte.
Me duelo y me arrepiento.
No vuelvo más
me pesa confesarte que te quiero
por más que te amé:
Me duelo y me arrepiento.
Me duele y me arrepiente
haberte visto,
me duele y me arrepiente
tu silencio.
Todo me conturba.
Tu amor me pesa,
de todo
me duelo y me arrepiento.
No vuelvo más:
No vuelvo a confesarte que te quiero
me pesa tu mirada
y tu silencio.
80 SAÚL SÁNCHEZ
Me conturba la paz
que tu mantienes.
De tu calma
me duelo y me arrepiento.
***
***
Puedo decir
que estuve en tus ojos un día
como un día
que no era como todos los días,
OBRA POÉTICA 81
con un beso
que no era como todos los besos.
Puedo decir
que estabas …
Y que ahora nos vamos
a buscar otros cuerpos.
***
TROVAS
82 SAÚL SÁNCHEZ
No sé porque te quiero
si nunca me has querido
pero si no te amo
yo mismo me castigo.
***
GLOSAS
OBRA POÉTICA 83
¿Y cómo no contar
que luego te besé
y porque no decir
que entonces te perdí?
¡Y no te besé más
y no te volví a ver
y no volví a sentir
lo que era amar, amar!
¡Y yo no sé decir
lo mucho que te amé
pero no sé callar
lo tanto que sufrí!
84 SAÚL SÁNCHEZ
PATRIA: (A Jairo)
Saúl.
IN – VOCACIÓN
Mar de Cartagena,
Mar de Santa Marta,
Mar del Caribe
MAR:
A ti te invoco.
Mar de la desolación
Y tierra del abandono
Mar inmenso,
ola de hambre,
tierra del desespero,
cielo de tormentas infinito
o sol de los venados,
o tierra colombiana,
ciudades mías
ciudades de pequeñas aventuras
y grandes desconsuelos
oasis de desvelos
en la noche de amor,
tormenta tropical de mis deseos:
A vosotras invoco
en su nombre
OBRA POÉTICA 85
y en nombre de lo que olvidamos
o en nombre del padre que no ha vuelto.
Valle de Medellín
o Tierra del Aburrá
vacío inmenso
suspendido en el aire
de lo que amamos:
A ti también invoco
invoco a todos
he invoco todo:
El viento,
El agua torrencial de mis recuerdos,
Invoco el firmamento
sobre el que no se ha escrito
una plegaria.
Todo,
menos a Dios
en quien no creo,
Para que en esta hora
en la que vuelvo
a todas mis angustias
en este instante mismo
en que recuerdo
todo su amor, que tuve
entre mis labios,
El, a quien no conozco
y que no espero,
esté siempre conmigo
como un nudo eterno.
***
86 SAÚL SÁNCHEZ
CANTO 1
EL MAR Y EL CIELO
Patria,
¿Cuál es tu nombre?
¿Cómo te conquisto?
¿Qué dioses tutelares te protegen?
¿Cómo empezar la historia que te falta?
¿Qué cauce me conduce hasta tu origen?
¿Qué eres?
¿Cómo eres?
¿Te he visto alguna vez?
Conozco el cielo
cuando de niño
yo iba allí
de modo diferente:
Subía hasta la torre de la iglesia
para encontrar un pájaro
y en vuelo eterno,
en ronda interminable,
yo era como un cuervo,
que volaba,
mirando con nostalgia
su destierro.
Algunas veces ascendí, envuelto
en una nube de alegría.
Como tea encendida
convertido en globo de ilusiones
quería ir más lejos.
No era por nostalgia
que ascendía,
en mi vuelo
era una ronda
OBRA POÉTICA 87
de remordimientos.
Yo era niño en aquel día,
brincaba como un ciervo,
e iba en pos del cielo,
que cubrían
las nubes de mi pueblo.
Quería ver a Dios,
tenía la esperanza
de hallar el trueno
de su voz
que retumbara
no más que en mandamientos.
Pensaba hablar con él
y ascendía,
Dios sabe que ascendía,
Como un hilo de luz
hasta perderme casi,
hasta fundirme con el viento.
A veces parecía
que no era el cielo
donde habitara Dios
o que él se retirara con su séquito,
al corazón del monte:
El viento era más fuerte,
la tempestad más honda,
tímido como un niño,
lleno de aspaviento.
descendía.
Yo era un cervatillo
al que espantaba
un dios silvestre,
o a quien la luna
le inspiraba miedo.
Volví a subir al cielo
88 SAÚL SÁNCHEZ
otra mañana
en alas de los cuentos,
fue en la escuela,
en el color azul
de los cuadernos,
en las estampas
de un breviario …
Pero esta vez el cielo
tenía otro aspecto:
Los mapas lo pintaban
horizontal como la tierra
y me dijeron
que llamaba océano.
Un mundo de aventuras empezaba
a partir de aquel día.
¿Y Dios?
Dios, ¿quién sería?
Si irremediablemente
no puede faltar él
¿en ningún cielo?
¡El mar!
El mar que era un ensueño,
que era inmenso más que el mundo,
que era más oscuro que el universo,
sería más que Dios:
en él eterno,
en él viviente.
Yo mismo su habitante.
Yo inmenso.
Yo infinito en él.
Yo en él pudiente.
Yo en él sólo
Yo, Dios …
Aquella noche
OBRA POÉTICA 89
el mar no estaba sólo,
Dios era como yo,
si era Dios:
un poco tierno,
un poco descuidado,
un poco amante
y un aventurero.
En adelante,
el cielo
iría a estar más lejos.
Y el reino de los cielos:
¡El mar!
El mar constante,
el mar que por no visto.
más inmenso,
tendría un primer puerto:
La luz que lo alumbraba
me acercaría
a un reino eterno.
Por más que la pupilas
de este mundo
tengan otro color,
la chispa mágica
que encontré en mis sueños
ha de alumbrarme siempre
en aquel puerto.
Después,
el cielo fue otra cosa:
Fue silencio,
fue nube cada día,
fue una espesa nube
de amor
o desespero.
Después,
90 SAÚL SÁNCHEZ
el cielo no fue cielo.
Aún hoy
no es cielo todavía,
es verdad
que aún alzo los ojos
para mirar las nubes …
que sigue el sol conforme,
pero más bien prefiero
ver la noche
en que cayó mi estrella;
no negaría
que aunque tirite lejos
si es que centellea todavía,
Dios está allí,
azul,
lleno de espumas,
como pensé encontrarlo
el primer día
de mi ascensión.
En cuanto al mar
lo he visto,
lo he mirado
“mis ojos vagabundos”
lo han tenido,
lo he surcado a pedazos …
Hoy lo atravieso diariamente
para encontrar lo que dejé
buscando a quien me deja
río arriba.
Hoy bogo mar adentro,
como el niño
que vuelve cada noche
a ver el puerto.
OBRA POÉTICA 91
En cuanto al mar
yo tengo que decir
que allí he perdido
las veces que he querido inútilmente.
En cuanto al mar,
yo tengo que contar
que tiene espumas
o que está haciendo frío …
¡Patria!
Tú no eres como el cielo,
si soy yo como tú …
o acaso ¿soy tu dios?
yo nunca he visto
que el mar que te circunda
tenga un puerto de amor.
Las luces que allí fulgen
llevan olas de sangre
de la herida del tiempo,
en que hace tiempos,
se espera que un dios nazca.
Los pájaros que cruzan
tus espacios
no se detienen nunca.
Hay un cielo de sombras
en tus llanos
como hay un mar de sombras
en mi vida.
Hay un océano de espumas
que choca con tus ruinas.
Hay un fondo de luz
que nunca flota en un día de fiesta.
Hay una historia
92 SAÚL SÁNCHEZ
que no surge nunca.
El cielo que tu invocas
no tiene dios,
Patria,
¿por dónde empiezo
a ver tu día?
***
CANTO 2
LA TIERRA Y EL SOL
OBRA POÉTICA 93
el paraíso.
Tú eras el mundo, tierra:
Tenías Dios:
Tus calles cantaban la leyenda
de la creación,
sólo que el primer día de tu vida
no empezaba por la luz,
si no por las tinieblas.
Eras un caos adorable
de tempestad, de lluvia y de tormenta.
Yo conocí al principio de tus días
lo que era un cataclismo.
Eran tus cumbres, tus peñascos,
tus abismos,
tu nudo eterno de montañas,
las borrascas que desataba el cielo,
el manto oscuro de la noche
y el rayo que la rasga en su silencio;
cómo querías
que no naciera en mí este deseo
¿de un derrumbamiento?
Yo soy eso.
Cada hijo que alimentas.
Vivimos diariamente
de la ilusión de tus desilusiones.
No era que no hubiera
un pastor que cantara sus endechas,
no era que no sonara una guitarra
con un canto de amor:
Faltaban los ovejas,
pero en tardes de fiesta,
cada mozo
sacaba a su morena,
94 SAÚL SÁNCHEZ
para ir a una playa que inventaban
escarbando la tierra.
Que extraño era, la aldea,
atravesar el tiempo por tus calles.
Yo mismo me sentía forastero
de un país, que al fin he descubierto.
Yo mismo iba silencioso
a rendir culto al cementerio
a un dios que agonizaba
entre las hojas de laurel …
Que extraño me sentía y ¡que extranjero!
Y no es que no hubiera algarabía,
yo oía las campanas tocar a vuelo.
Todo el pueblo miraba la torre
de la iglesia
y el cielo estaba ¡azul!
¿Quién no sabía
que “un enjambre de errantes golondrinas”
se iba a posar al templo?
Pero aquel día de verano
yo era un niño
que no aprendía a amar el campo
más que por los cuentos.
Yo conocí al principio de mis días
lo que era un desierto.
¿Y el roble? ¿el eucalipto?
¿el plátano que hacía
sombra protectora a los cafetos?
¿y la naranja y el banano?
Ellos formaban como un bosque
que no tenía faunos.
No había ninfa alguna en las quebradas.
Ningún arroyo se miraba
OBRA POÉTICA 95
en los ojos de Narciso
para sentirse bello.
Ningún Narciso se acercaba
a las pupilas de un arroyo
para amarse
sin escuchar a Eco.
No era posible
que los campos crecieran desolados
que sólo hubiera azucenas
en el templo.
Yo comprendí muy niño, pueblo mío,
que el dios que te amparaba
estaba muerto.
Desde entonces,
yo busco un dios.
Por eso fui al campo
y fue a la tierra
a quien le di mi primer beso.
Por eso, desde entonces,
aunque crece un desierto
de amargura
en el fondo de mi alma,
aunque he vagado por la tierra
de destierro en destierro
y de alma en alma,
yo, hombre,
espero ver desnudo el mundo entero
en las playas del mundo,
en los campos de mi tierra.
Mujeres como ninfas en los ríos
y jóvenes violentos
acariciando el cuerpo de la tierra
para que con su semen
96 SAÚL SÁNCHEZ
se formen las borrascas
para que los orgasmos
caven los abismos
y nazcan otra vez
el sol y el monte
y un nuevo dios
despierte en los potreros.
CANTO 3
EL CAMPO
OBRA POÉTICA 97
Que los dioses que amaban
las orgías,
no llegaron.
Que están sin voz los campos
y que hay que cantar …
Hasta los dioses saben
que el mundo es un poema comenzado.
¿No tiene dios el nuestro?
¿No tienen padre nuestros campos?
Hasta Dios sabe que a él hay que buscarlo
no con la estrella del marino,
los mares tienen hambre de los campos
y una furia infernal …
no por la tarde,
con la estrella del pastor
que está en oriente.
Es verdad que ella
promete un tierno canto
y que en la noche tibia
no hay nada más humano
que dormir bajo el cielo
en que una estrella alumbra …
Pero el hombre que sigue una estrella
o tiene que vivir buscando astros
o siembra olvido
en campos desolados
no tras la estrella entonces
aunque el cielo en que brillen
parezca más inmenso que los campos.
Tampoco tras las nubes:
Es verdad que ellas
caminan con el viento
y que nos sirven
como alas gigantes
98 SAÚL SÁNCHEZ
para alcanzar la altura de los pájaros.
Pero el soplo del céfiro
viene también de oriente y va a occidente;
y Eolo, de los mares.
Más, hay, el soplo que esperamos
¿no tiene a Dios al sur?
¿No sentimos que el hálito es divino
si pasa las fronteras?
¿No esperamos que las Furias
por fin alcancen la justicia?
A Dios hay que buscarlo
y Dios lo sabe, en el campo.
No necesariamente en un pesebre
envuelto en pajas.
En el campo. No más. O bajo un árbol.
Sobre un camino que no conduce al cielo,
en la “senda perdida”
en la vereda
que se hunde en los rastrojos.
Él está allí.
Está sin ton ni son.
Está sin voz el campo:
Escucha su silencio:
“ara y canta”
¿Campos de soledad? ¿mustios callados?
“Estos que vez ahora serán un día
pompa y alegría”.
Canta, canta, todavía.
¿Campos desolados?
¿No tienen primavera cada día?
¿“Campos de paz”?
¿No hay otoño en cada “vespertina”?
Mira lo que existe.
Mira, mira:
OBRA POÉTICA 99
No hay niñas, ni hay trigales,
pero crecen, permanentes,
eternos campos de maíz.
Será el olimpo tan extraño
¿que no haya un dios
que guste la mazorca?
No hay rebaños de corderos,
pero el campo
en que la noche nos sorprende
“tasándonos”,
no necesita un pacto:
Que pase el ángel de exterminio
porque no es tiempo, ya,
de hostias pacíficas,
para un lugar
donde el extraño es amo.
Pero un campo como el nuestro
tan largo como el día …
Un campo que no alcanza a atribularse,
pero con pena y daños sin medida,
si necesita un sacrificio
no será el de la oveja perdida
de un rebaño,
si no una hecatombe,
entre tanto:
Si no hay pastor
existe algún vaquero
que observa con sus vacas
en los charcos,
si no hay cabaña,
hay choza en los barranco
donde espera a su vaquero
pilando
una muchacha.
***
***
CANTO 5
A MEDELLÍN
EL VALLE , EL MONTE, EL RÍO
***
***
“Estos textos fueron escritos hace algún tiempo en París, durante una
estancia de dos años en Europa(1976-1978), movido por ese senti-
miento de la proximidad de lo distante, que era lo que los griegos
llamaban nostalgia”
Saúl.
1. INVOCACION
***
***
3. LA CONQUISTA
***
¡MUERTE!
¡JUICIO!
¡INFIERNO!
¡GLORIA!
***
5. MUNDO
***
7. GRITO DE INDEPENDENCIA
Un grito de Independencia.
No una voz, ni un voto como la libertad.
(o una constitución)
El grito se pega con el alma.
No se escribe. Ni se dice.
***
8. INTERROGACIÓN
***
***
10. DESTINO
***
11. LA FABULA
***
12. “CAM-BUM-BIA”
***
¿Tenemos padre?
Queremos las raíces de un suelo
para no vagar más en las sombras
como parias del mundo.
…Pero ¿hay patria sin fronteras?...
O ¿no es ella el paisaje de una vida interior?
¡El árbol es un símbolo!…
***
…………………………
………………. . . . . . . . . . .
***
15. CIUDAD
¡CIUDAD PERDIDA!
En su desolación la virgen de una muerta primavera
emprendió vuelo tras un manto de sombras
y sin conocer la dirección de los vientos
extiende sus velas y boga hacia alta mar…
***
16. PARODIA
Ahora es montés,
sus ojos disparan dardos de quimera
y su cola arrastra una larga decepción:
Lo acompaña el hambre y la miseria,
lo persigue la muerte.
***
***
Y es aquel un pueblo
rodeado de agua por todas partes,
de agua y de sombras, tierra de amargas raíces,
***
Amo la paz
pero del otro lado de la ventana
soplan vientos de guerra.
***
***
A CATALINA:
¡Catalina la India!
¿Catalina la grande?
¡Catalina la hija!
¿Catalina la madre?
Y nació Catalina
cuando estaba la madre
esperando que el hijo
fuera en busca del padre.
¡Catalina la hija!
¿Catalina la grande?
se educó a Catalina
en las normas del padre…
Cartagena de Indias
empezó a ser cibdade
construyeron los reyes
más murallas que parques.
Catalina la hija
de otra costa distante.
Catalina la hija
¡Cartagena la grande!
Catalina la india
¡tú naciste esa tarde!
Catalina la hija
como india la madre.
***
POEMAS
BARBA JACOB
PALINODIA
IDILIO
Es locura su voz
cuando le habla de amor en la noche
Él fue (S)iervo
"bueno"
y fiel
presa viva de los celos de Cintia
que lo arrastra del pelo
a través de las sombras
Cazador de serpientes
porque su alma
"non cura compagna…"
Amante de la luz en la noche
Cóndor negro para la hora solar
Es noche de amor
cuando habla su voz
Su locura es su voz
en la noche
hablando de amor
El amor es locura
en su voz
cuando habla la noche
DIALOGO
EL POETA:
EL DONCEL:
ODA
PEAN
DITIRAMBO
TRAGEDIA
PRIMER ACTO:
UNA CANCIÓN DE CUNA
Ha nacido de un dios
¿el que ha de morir?
¿Lo ha mecido el viento en lechos de paja?
¡Hombre, no más que hombre!
Pasa su infancia al amparo de una hortelana amiga
Juega con el toro y el buey
Pero la vaca anda lejos del potrero
pariendo gritos maternales…
SEGUNDO ACTO:
LA IMAGEN DE LA DAMA
TERCER ACTO:
CANTO DE LA DAMA
He aquí mi amor:
Ya tengo el pecho henchido
el tiempo es nuestro y
la pasión es nuestra
como lumbre de lámpara votiva
arde en tu soledad mi cabellera.
He aquí mi tierno amor
la copa está en mis labios encendida
ven a beber de mí
dispón un poco
de tu sensualidad
y de mi vida.
He aquí mi solo amor
Mi vientre abierto
te puedo sumergir en el abismo
de un día tras otro de la vida
Rompe el vacío de esta noche inmensa
y penetra
DOLIENDO
mi vagina
He aquí no más mi amor
amor no más
con el que vas a amar
TODA LA VIDA
ACTO QUINTO:
LA MUERTE DEL DONCEL (SACRIFICIO)
1. oblación:
Ha de estar
dispuesto a la sensualidad
como un amante
2. holocausto
Y vivió la muerte del aire
porque nació dé fuego y de pan
Sopló el viento
y alzó con sus cenizas de hambre
pero ellas cayeron como arena
en las playas del mundo
Nada resistió al ardor de su carne
pero nadie se acercó a ella
por temor de abra(S)arse
Solo él se retorcía
al derretirse
como lámpara encendida
de la cabeza al pabilo
hasta consumirse de amor
Pero quien tuvo por destino arder
nació para danzar
y bailó al son de su pasión
como el más solo de los hombres
3. eucaristía
Que quede sólo para el final esta imagen:
Dios estaba allí presente
el día en que el doncel y el poeta
se abra(S)aron
¡NO! pensó El
El doncel y el poeta se abrazaron
el día en que Dios
estaba allí presente
¡NO! dijo la dama:
El día en que se abrasaron
el doncel y el poeta
Dios estaba allí presente.
ELEGÍA
***
A - DIOS.
Sólo aquel que no supo amar
acostumbra a dejar tumbas eternas.
Si mantuve siempre oculto mi nombre
fue porque no quise abandonar nunca
la intimidad de mi silla;
allí pensaba en él,
allí lo amaba y sobre todo
allí lo esperaba eternamente.
Yo no quiero para mí
la muerte eterna de un epitafio.
***
Lo vi cabizbajo
contra un cielo
que contaba ya
por horas su vida.
Lo vi de pies y solo
con el mar encharcado
en sus ojos
velando su pena.
***
EPICEDIO
***
IN MEMORIAM
Ahora nos constituimos portadores de las lámparas con las velas
encendidas para invitarlo a él solemnemente, como tiene que ser,
para que nos devuelva su presencia. No hacemos otra cosa cuan-
Esa luz del espíritu que trata por salirse de su estatura corporal para
alcanzar la esfera divina, aquella según la cual la tierra no es tierra
si no es tierra del cielo, o el cielo no es cielo sino abriéndose so-
bre la tierra. Hacia allá suben nuestros afectos como la llama de un
candil, de allá vienen las bendiciones como palabra bienhechora.
Una y otra, palabra y fuego y fuego y palabra, iluminan el sagrado
LAMPARA VOTIVA
CATAFALCO
No ante aquel
inesperado fin
más por la ofrenda
en la que siempre se consumía
por amor de los demás
aplaudimos su muerte
batiendo palmas de júbilo
a una vida bien vivida.
DESPEDIDA
ÚLTIMA MORADA
Caminando
por entre un jardín de rosas mustias
hasta tu decisiva estancia
con esta inequívoca dirección:
22 – 10 - 94
ELEGÍA
En un segundo
en que despabilaron sus pupilas
por guiñar un ojo a la luna
la noche lo clavó a sus destino
Cuando vuelva
encontrará que sus hermanos
estarán todavía con la barba larga
esperando que les devuelva
los sueños
LOS RECUERDOS
IPSESTAD
Marca el compás
de su recuerdo
MEA CULPA
Hablando inacabablemente…
tratando de ganar cómo amigo
a quien siempre le respondiera
como extraño
HACIA
TI
SEÑOR
IN MEMORIAM MEDELLÍN 22 – 10 - 94
***
EPICEDIO A RAÚL
Tu atento estabas
con unos ojos hondos,
a través de esos lentes
que agrandaban las preguntas.
¿Qué te atraía,
dormido fauno,
de esa perpetua siesta
en que viviste?
No el dinero,
ni siquiera la gloria,
no diría que la verdad
apenas el recuerdo…
No esperaba tu muerte.
Pero ¿quién espera ahora
tu resurrección?
***
ELEGIA A CAROLA
***
Pujante el suelo,
el hombre como gamo que salta
o libre como el cóndor,
luciría también con los destellos
del mismo rayo.
Ni estaría dios al tope
como padre en el cielo,
ni sería invocado “altísimo”,
porque él mismo,
en mitad de la noche,
vendría a calentar sus manos
en la llama del “hogar”.
II
III
¿Bello el hombre?
¡HERMOSO COMO UN DIOS!
¿No fue quien montó el río
buscando al padre en su origen
para fundar la patria,
hijo de Venus y de amor?
¿No tenía la figura de un caballero
y el alma de un amante?
¿No pensaba en versos sus ratos,
ni contaba en ritos sus gestas
como parte de su herencia?
IV
Como al principio,
ahora no sopla el viento
donde incuba el placer.
La palabra es caos,
el amor es duelo
y el placer tinieblas
Es verdad que no tuvimos nunca
un destino de paz,
pero para “el hijo de hombre”
el augurio de una aurora tranquila
fue siempre “amor” al principio del mundo.
La naturaleza entonces
¡desbordante!
se hizo madre, materia tierna
VI
Sólo un peregrino,
en medio de total abandono,
recita los signos naturales
de una hacienda amorosa.
El no vuelve conquistador a un palacio
para llenar de extravagancias la tierra,
porque ha aprendido a gustar
el secreto de su estancia
El conoce que hay rincones ocultos
en donde entenebrecida el alma
subsiste una luz
tras la que va en su busca
por eso prefiere hundirse
a la sombra del bosque
que vivir del olvido.
El no acepta otra dimensión
que un inmenso horizonte
con el mar y el sol por delante.
Ebrio de pasión,
encuentra como el sabio, todo el placer
en la compañía de un niño
porque sabe que la vida reverdece
en el resplandor de sus ojos
Su palabra no existe más
***
EL CAMPO
***
MORADA:
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DIOTIMA O DE LA POESÍA
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***
***
CONFESIÓN DE BOCA
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OFRENDA
***
OBRA POÉTICA 209
También los discípulos dijeron a su amado Maestro:
“Quédate con nosotros”.
Ellos tenían la misma razón que tenemos
Para suplicártelo:
“Porque se hace tarde”.
Igual que Él.
Sabemos que vas a respondernos:
”Yo estaré con ustedes”.
Y nuestras vidas como las de ellos
se han convertido
en una constante celebración de tu recuerdo,
sólo para seguir clamando al fin da cada solemnidad:
“Ven, Señor, ven”
Es cierto que Él no está ausente,
no has de estarlo de nosotros,
tampoco, tú.
En cada rincón de nuestras almas
se elevan santuarios en tu nombre
y cada uno con distinta evocación:
Niño de los cabellos de oro,
de los ojos azules,
amado hijo,
querido hermano,
“divino ser”.
Con todo, como el más aventajado
de sus amantes,
también sabemos
que esta dolencia no se cura
sino con la presencia y la figura.
Y por eso te estuvimos aguardando,
te estamos esperando,
te estaremos suplicando:
***
(Medellín, Colombia,11-12-2012)
***
No lo voy a olvidar
ha de entrar en la penumbra de mi alma,
lo he de llevar conmigo a través del silencio
como ofrenda suprema.
ni él mismo va a saber
en el ruido de sus fiestas
o en la angustia de sus paisajes vacíos
qué nos pasó.
sólo un niño que llora en su alma
me ha de recordar con el mismo encanto
que a una sonrisa de amante.
no lo voy a olvidar:
aunque no lo vea más
ni palpe por ninguna parte su cuerpo
cuando alce los ojos al cielo
y piense que dios es posible…
sentiré que es a él a quien quiero abrazarme.
no lo voy a olvidar
pues a la sombra de un cristo me enredé en sus labios
para quedar trenzando su ternura en mi amor.
(Pudo ser su último poema que encontró su hermano Jairo y que llegó a sus manos
por azar del destino en medio de infinidad de papeles, libros y documentos que había
en su gran biblioteca y que tomó como presagio de su ausencia por su partida acon-
tecida el día 28 de Octubre de 2013).
213
ADENDA
(A petición de “LA ROSITA”, como llamaba cariñosamente a su cuñada Rosa Estela, la
conyugue de su hermano Jairo, para una historia gráfica que creó ella en los talleres
de artes que hizo en París, durante su convivencia entre los años de 1976 a 1978, SAÚL
le escribió estos versos).
E n una casita
con un caminito
el sol en lo alto
las nubes más lejos
las aves volando
llenas de silencio.
Un árbol, un monte,
y el hombre en el campo
con manos de oro,
con mayor esmero
en una mañana,
día de verano,
en un jardincito
con mis amiguitas
tierra me pusieron.
Y pasé la noche:
(la luna en el cielo)
(el hombre en su casa)
(velando y durmiendo)
Traque que te traque
Triqui que te triqui:
Labrando la tierra
y mirando el cielo:
Trabajaba fuerte
antes que llegara
la estrella más grande
a mirar de lejos,
porque yo quería
que ella me encontrara
llena de atavíos,
como otra estrella
de amor en el suelo.
y mis amiguitas
entre todo esto.
Viendo pues el mundo
elegí mi nombre:
Yo dije me llamo
“LA FILOMENITA”
porque amo al mundo
la casa en que habito
la vida que tengo.
Porque quiero al hombre
a quien acompaño,
porque estoy dichosa
de ver lo que veo.
V
mundo que no entiendo. ino al fin el hombre
Y otro hombre luego.
Vino con un coche:
las de la otra venta
se llevó primero.
Nadie quedo entonces
en aquel vació:
Las casa del pueblo
cerraron las puertas,
las ventanas luego.
Todas nos sentimos
como estremecidas,
y de pronto tuve
este sentimiento:
Quise ser vendida
quise saber presto
si iba a hallar el campo
o a morir al pueblo.