Sunteți pe pagina 1din 1

Biografía de Héctor Lavoe

Héctor Juan Pérez, nacido en el pueblo de Ponce, el 30 de septiembre de 1946, se trasladó a la


ciudad de Nueva York a mediados de la década del 60 en busca de fama y fortuna como cantante.
Trabajó por algunos meses con la orquesta del percusionista Francisco "Kako" Bastar, logrando grabar
como primera voz del coro en el año 1967. El disco saldría al mercado al año siguiente. Pero durante el
mismo 67, se produce su unión con el trombonista y arreglista Willie Colón, que redundaría en su
primer disco como cantante principal, "El malo". Héctor, con su estilo callejero y desafiante, resultaría
el complemento perfecto para la música de Colón, estridente y atrevida para los puristas en la fusión de
ritmos.

Del 1967 al 1973 el binomio produce discos como "La Gran Fuga", "Cosa Nostra", "Lo mato", " El
Juicio" y los dos volúmenes de "Asalto Navideño". Los mismos son de vital importancia para la
solidificación de la salsa como género. Canciones como "Juana Peña", "Barrunto", "Calle Luna, Calle
Sol", y "La murga", son sólo algunos de sus éxitos. Luego de casi una década juntos, Willie, incapaz de
seguir el ritmo de vida de Héctor, dado a la juerga y el exceso, decide que es mejor que siga cada cual
por su lado. Esto coincide con, o tal vez propicia, la estrategia a seguir por el sello Fania, de lanzar a
los cantantes de más éxito como solistas, apartados de las orquestas que le dieran fama. La separación
es amistosa y no definitiva, pues Colón fue el productor de varios de los álbumes más exitosos de la
carrera solista de Lavoe, que comienza en el 1975 con el disco "La Voz". Le siguen los elepés "De ti
depende" y "Comedia", que producen éxitos como "Periódico de ayer", de la autoría de Tite Curet
Alonso, y la canción que por siempre le definiría: "El cantante", escrita por Rubén Blades. También fue
uno de los intérpretes estelares de la Fania All Stars, dando la vuelta al mundo con ellos.

Durante los primeros años de la década del 80 el género sufrió la pérdida de popularidad. Lavoe
continuó grabando, pero su adicción a las drogas y las tragedias personales, minaron su estámina y su
claridad mental.

La muerte de su suegra y su hijo, la fractura de sus piernas al saltar por la ventana de su apartamento
que se quemaba, abonaba al tormento que intentaba apaciguar a través de las drogas. Todo esto culmina
en el 1988. Tras la suspensión de un concierto en Bayamón que marcaría el reinicio de su carrera en la
Isla, Héctor se lanza del décimo piso de un hotel de El Condado. No logra suicidarse, quedando
malherido e incapacitado de volver a cantar. Transcurre sus últimos años en Nueva York, donde
promotores se lucran presentándolo en conciertos cuando apenas podía hablar. A pesar de las ventas
generadas por sus discos, Lavoe se vio en condición económica precaria. Murió el 29 de junio de 1993.

Héctor Lavoe es considerado el mejor sonero, después de Ismael Rivera "El Sonero Mayor". Su
carisma en tarima y su don de gente fuera de ella, le ganaron la idolatría de su fanaticada, que casi le
venera como un mártir de la rumba y la calle. "Héctor le podía mentar la madre a todo el mundo y el
público se reía. Lo malcriaron", señaló Willie en una ocasión. Famoso por llegar tarde a sus
compromisos, Héctor solía decir que "yo no llego tarde, el público llega muy temprano", en su canción
"El Rey de la Puntualidad". En el escrito citado al principio de esta breve biografía, Willie le describe
como "graduado de la Universidad del Refraneo con altos honores, miembro del Gran Círculo de los
Soneros, poeta de la calle, maleante honorario, héroe y mártir....por eso lo bautizaron como 'El
Cantante de los Cantantes".

De http://salsaclasica.com/hectorlavoe/bio.asp?l=sp.

S-ar putea să vă placă și