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Introducción
En la actualidad las empresas se desarrollan en un escenario en donde la
competencia es cada vez más fuerte, y los estándares de calidad van en aumento
debido a la exigencia de los consumidores por productos de mayor calidad. Todo
lo anterior nos obliga a mejorar la excelencia en el servicio y cubrir las
expectativas de nuestros clientes tanto internos como externos y dado que si
cubrimos los estándares y tiempos de nuestros clientes internos la cadena
productiva de nuestra empresa generara un proceso de calidad en cada área lo
que dará como resultado la satisfacción de los clientes externos.
Clientes internos
El cliente interno es aquel miembro de la organización, que recibe el resultado de
un proceso anterior, llevado a cabo en la misma organización, a la que podemos
concebir como integrada por una red interna de proveedores y clientes. Yo soy
proveedor de quien recibe el producto de mi trabajo, y cliente de quien me hace
llegar el resultado del suyo.
Toda persona interviene en un proceso generador de resultados (productos o
servicios), que son entregados a un cliente. Si éste se encuentra en la misma
organización (cliente interno), utilizará los productos resultantes del proceso
anterior como entrada (recursos) para su propio proceso. A su vez, éste último
elaborará las salidas oportunas (productos) que serán utilizadas por otro cliente
interno, o que llegarán hasta el mercado, dirigidas a clientes externos.
La idea de Calidad, expresada como satisfacción de las necesidades y
expectativas del cliente, es de aplicación en este esquema proveedor – cliente
interno (también llamado cadena de Deming). Por ello, el proveedor interno deberá
satisfacer las necesidades de su cliente interno, de igual modo que la organización
deberá satisfacer a sus clientes externos.
Importancia del cliente interno
Mientras que los clientes internos no necesariamente pueden comprar los
productos o servicios ofrecidos por su empleador, la relación con el cliente interno
también juega un papel clave en el éxito de la empresa. En el ejemplo de ventas,
el vendedor que no funciona bien con el servicio al cliente puede tener mayor
dificultad para realizar pedidos u obtener respuestas a las preguntas de sus
clientes externos, lo que resulta en un bajo nivel de servicio. Las tensas relaciones
internas también pueden afectar negativamente la moral de la empresa.
La identificación de quiénes son proveedores y clientes, qué deben aportar y
recibir (material, información, documentos, instrucciones,…) y cómo,
respectivamente, son elementos básicos para alcanzar la calidad. Es preciso
instrumentar las medidas oportunas que permitan al cliente interno expresar sus
necesidades, de modo que queden bien definidas las características que debe
tener el producto entregado por el proveedor. Requisitos de salida y entrada, de
los procesos proveedor y cliente interno, deben coincidir para que la cadena
funcione adecuadamente. De otro lado, habrá que obtener la retroalimentación
oportuna desde el proceso cliente para efectuar las modificaciones pertinentes.
El cliente interno es el compañero de trabajo de cualquier área que necesita de un
servicio que otro compañero debe entregarle (elaboración de un cheque, emisión
de una factura, realización de una orden de compra, entrega de algún pedido,
manufactura de algún producto, la elaboración de un reporte, etc.). Es natural que
si dentro de una organización existe un mal servicio hacia el cliente interno, con
mucha probabilidad existirá un mal servicio para el cliente externo.
Sin embargo, lo más preocupante no es nada más el hecho de que perjudique la
satisfacción del cliente final (lo cual es importante y crítico), sino que también
perjudica de manera muy representativa la productividad de los empleados y por
consecuencia a las empresas.
Algunas empresas realizan evaluaciones para medir el índice de satisfacción de
los Clientes con sus proveedores internos, tales como: Compras, Informática,
Recursos Humanos, Mantenimiento, Contabilidad, etc., en donde para cada
característica de servicio se mide tanto la importancia para el cliente, como su
nivel de satisfacción. Empresas de avanzada, ligan la entrega de bonificaciones,
con el grado de satisfacción de los Clientes Internos.
Si no hay satisfacción, no hay bonificación; de ésta forma se podría decir que el
servicio interno si paga.
Una pregunta usual es “¿tienen los clientes internos el derecho a exigir y recibir
productos y servicios de calidad?”.
SI, porque “las características de los productos que se entregan al cliente final, NO
se obtienen solo en una única o última etapa del proceso, sino que cada etapa
debe aportar su parte con la certeza de que el producto final, está condicionado
por la calidad de esos aportes”.
Clientes externos
Esta categoría de clientes comprende a los intermediarios que directamente tienen
relación con la empresa y hacia los cuales debe manifestarse un valor agregado
perceptible y una calidad en el servicio que establezca una diferencia. El
tratamiento es obligado porque tiene un efecto directo hacia otros intermediarios y
hacia el consumidor final.
Los clientes externos son esenciales para el éxito de cualquier negocio, ya que
proporcionan el flujo de ingresos a través de sus compras que la empresa necesita
para sobrevivir. Los clientes externos satisfechos suelen hacer compras repetidas,
así como referir a tu negocio a otras personas que conocen.
Los clientes externos y los comentarios que hacen a otras personas sobre los
servicios o productos que adquieren, está altamente determinada por su nivel de
satisfacción con ellos. Por esta razón conocer con precisión sus niveles de
satisfacción le ayuda a la empresa a desarrollar políticas y prácticas que
garantizan la permanencia del cliente y, de esta manera, le asegura beneficios
económicos.
Los clientes externos son la sociedad en general, cada individuo y grupo que se
encuentra o no en situación de ser consumidor. No olvides que los niños y
adolescentes generan consumo aunque no cuenten con ingresos aún.
Tipos de clientes externos:
La sociedad en general que puede ser local, nacional o internacional dependiendo
de la proyección de la empresa.
La empresa privada que como nosotros tiene necesidades que satisfacer,
proveedores y clientes potenciales.
Los medios de comunicación de la localidad que talvez no hemos contratado y no
se encuentra en nuestros planes, deben considerarse también como clientes,
posibles clientes o gente que nos puede recomendar.
Los organismos gubernamentales que consumen de acuerdo a políticas y
presupuestos establecidos, que emplean gran cantidad de personas que son
consumidores y que su recomendación puede generar ganancias a futuro.
Los organismos de la sociedad civil que se encuentran enfocados en actividades
no lucrativas de ayuda comunitaria y similar, deben considerarse también como
clientes, posibles clientes o gente que nos puede recomendar. No por ser
instituciones con presupuestos limitados los descartes como clientes,
seguramente sacrificaras un poco de ganancias en el momento pero a la larga la
recomendación de estas instituciones te traerá grandes beneficios.
¿Quién es más importante: los clientes externos o los clientes internos?
Los clientes externos y clientes internos tienen igual de importancia, por lo tanto
deben ser tratados de igual manera. En primer lugar es cuestión de justicia y de
ética, en segundo lugar porque conviene. ¿Cómo se puede esperar que los
trabajadores traten bien a los clientes si la empresa no es capaz de tratarlos bien a
ellos? El trato a los clientes internos empieza por el lugar de trabajo. Si el entorno
de trabajo es más profesional, más agradable, más eficiente, seguro, bien
alumbrado y está provisto de los mejores equipos y herramientas, entonces se
pueden contratar a los mejores trabajadores. Tratar a los clientes internos con
respeto no debe considerarse una señal de debilidad. Para tener éxito es
necesario tratar a los demás como quisieras que te traten. Si se les facilita la vida
a los clientes internos, estos lo retribuirán con creces.
Conclusión
En este trabajo conocimos los tipos que clientes que existen, tanto el interno como
el externo como se estudio es de gran importancia brindarle productos de calidad
a los dos ya de ello depende el éxito de nuestra empresa, por lo que hay que dar a
conocer a todos los miembros de la organización la importancia que tienen cada
uno de ellos durante todo el proceso.
Los contratos informátios son aquellos celebrados entres dos o más partes en el
que el compromiso se establece fundamentalmente a través de componentes
informáticos.
Contratos Informáticos
El objeto de los contratos informáticos debe recaer, siempre sobre bienes y/o
servicios informáticos.
Los contratos informáticos son aquellos que transmiten derechos de propiedad o
de uso sobre bienes que realizan funciones de tratamiento automático de la
información como el equipo (hardware) o los programas (software); o bien
acuerdan la prestación de diversos servicios sobre dichos bienes de tipo
informático.
Así ha sucedido con la externalización de servicios informáticos de software,
servicios de tratamientos de datos, venta de equipos informáticos y licencias de
uso de software, o actividades como el juego on-line, contratos civiles celebrados
on-line, incluso de trabajo, por ello los contratos informáticos, deben definirse con
carácter negativo, es decir, en contraposición o diferenciándolos de otros tipos
afines, como los llamados contratos electrónicos.
Elemento diferenciador de los contratos informáticos
El elemento diferenciador, se encuentra sobre todo es considerar un contrato
informático como aquél que tenga por objeto bienes o servicios informáticos, o
bien aquél en el que una de las partes presta servicios a otra o pone a disposición
de la otra de un bien o caso informática.
En el sentido anteriormente citado, los bienes informáticos son de dos tipos:
equipos físico o hardware y programas informáticos o software.
Es común entre la doctrina que la contratación informática, en cuanto recae sobre
bienes informáticos o electrónicos puede recaer sobre cualquier bien del tráfico,
civil o mercantil, siendo así que la intervención informática tiene un papel de mero
instrumento al servicio de las partes en relación.
Algunos contratos informáticos, pueden ser los que tienen su finalidad en el
harware y otros en el desarrollo de software.
Entre los primeros se encuentran por ejemplo el de mantenimiento de ordenadores
o computadoras, el de creación de un ordenador con una configuración
determinada, así como todo aquello que tenga que ver con el desarrollo o puesta
en funcionamiento de ese harware.
En cuanto al software, se encuentran los contratos de hosting o alojamiento de
páginas Web, el de compra de dominios, el de desarrollo de página Web,
contratos de compraventa de dominios, contrato de compraventa on-line, además
de los de protección de datos personales, etc.
Contrato de escrow
Surge como respuesta a los posibles conflictos que pudieran surgir entre el
usuario de un programa y sus creadores o empresas de software, en relación con
la posesión del código fuente (código fuente es el núcleo formal del programa y
constituye la primera expresión independiente del proceso de creación que
alcanza una protección directa del derecho de autor).
La importancia de este concepto es enorme, de tal manera que quien posea el
denominado código fuente, tiene la posibilidad de alterar de cualquier modo,
interconectar y multiplicar el programa. Ésta es la razón por la que las empresas
de software siempre han sido reticentes a la entrega del código fuente al
licenciatario de un programa de ordenador.
El contrato de escrow se nos presenta como elemento imprescindible para
asegurar la viabilidad de un sistema informático con su necesario mantenimiento,
actualización y estabilidad, que deja de estar pendiente así de la actitud de la
empresa de software.
Podemos considerar a este contrato como complejo en cuanto a su naturaleza
puesto que participa en cierto modo de la naturaleza jurídica del depósito y de la
del de mantenimiento, con una intención de garantía de protección y
aseguramiento de derechos previamente adquiridos.
Este contrato de escrow se celebra entre la empresa de software, titular de los
derechos de propiedad intelectual sobre el programa, y el usuario del mismo, pero
a su vez se exige la presencia, por la propia esencia del contrato, de un tercero
depositario por lo que este tercero, o bien interviene en el propio contrato o bien se
vincula a él a través de un contrato conexo.
Contrato de auditoria informática
Consiste en la revisión de la propia informática y de su entorno.
La auditoría informática investiga las instalaciones y los sistemas de tratamiento
de la información del empresario o profesional analizando las posibilidades de
mejora, detectando fallos en los sistemas, corrigiendo duplicidades, etc.
En nuestro derecho no existe regulación alguna sobra la auditoría informática, al
contrario de la auditoría de cuentas, que presenta una normativa específica, por lo
que no está establecido quien puede realizarla o bajo qué condiciones.
La auditoría revisa la seguridad, calidad y eficiencia del sistema de información de
la empresa. El contrato deberá definir las modalidades según las cuales la
empresa consultora realiza, en la sede del cliente, la auditoría general de
seguridad de los equipos informáticos en diferentes campos.
Dicha auditoría general de seguridad informática exige una colaboración activa
entre el auditor y el auditado; el intercambio constante de informaciones tiene por
objeto evitar la generación de incidentes perjudiciales.
Contrato de consultoría y estudio informático
Actualmente resulta fácil para los usuarios acceder a través de Internet a cualquier
contenido que les interese (ya sea música, vídeos, videojuegos), pudiendo
descargarlos o bien simplemente acceder a ellos de forma online.
Éstas actuaciones constituyen, frecuentemente infracciones de copyright –
conocidas comúnmente como piratería– dado que se están realizando copias de
obras sin el consentimiento del titular de los derechos de autor y exceden
habitualmente del concepto de copia privada al tratarse de explotaciones
colectivas y en masa e incluso lucrativas.
En cambio, en el comercio electrónico indirecto, las partes celebran un contrato en
el que las prestaciones deben ejecutarse fuera de la red.
Tratándose de la adquisición o transmisión de bienes muebles o inmuebles, la
entrega no podrá realizarse virtualmente, sino que será necesario que la ejecución
del contrato se realice offline; claro está, no obstante, que parte de las
obligaciones del contrato podrán ejecutarse electrónicamente –por ejemplo, el
pago del precio podrá realizarse a través de una pasarela de pagos o un TPV
virtual.
Tratándose de servicios, éstos pueden prestarse por el obligado tanto virtualmente
como en la vida real.
Por ejemplo, un Bufete Jurídico puede resolver una consulta haciendo
recomendaciones al usuario sobre una actuación adecuada a su interés; la
consulta podrá reflejarse en un documento electrónico y transmitirse
electrónicamente al usuario (en cuyo caso estaríamos de nuevo ante comercio
electrónico directo), o bien puede también imprimirse en papel y enviarse por
correo o telefax (estando, entonces, dentro del ámbito del comercio electrónico
indirecto).
En todos los casos, el contrato se habrá celebrado en la red, ya que no
hablaríamos de contratación electrónica en caso contrario, cuando se trate de
webs meramente informativas que no se utilizan para comerciar o contratar en
línea.