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Cap tulo 4

LAS SOCIEDADES ARCAICAS


DEL BAJO ORINOCO

MARIO SANOjA
VARGI'S-A.pH-4/>S
IRAlDA

msanoja@reacciun.ve
Museo de Ciencias, Universidad Central de Venezuela

Introducción
La región del Bajo Caroní, Bajo Orinoco, es importante para entender el
poblamiento temprano del oriente de Venezuela, así como también su relación con las
poblaciones arcaicas del este del Brasil y la cuenca amazónica desde finales del Pleistoceno.
Partiendo de la integración de criterios biogeográficos y ecológicos, podríamos considerar la
existencia de un vasto sistema que incluiría la cuenca del Amazonas y del Orinoco (Rojas &
Castaño 1990). Desde el punto de vista antropológico, la ocupación humana originaria de
dicho territorio indica la existencia de un extenso horizonte de antiguas poblaciones
recolectoras, cazadoras y pescadoras. El río Paragua, el afluente más importante del Caroní
que tiene sus nacientes en la Sierra Pacaraima, divisoria de aguas entre la cuenca del Orinoco
y la cuenca Amazónica, parece haber conformado una importante ruta de paso entre ambas
cuencas fluviales desde finales del Pleistoceno (Figura 1).

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Figura I l----- t- -
La Cuenca del río Caroní-Parguaza L-..lL..L..-..2-_--=:....-:..- --'- !:..----I
64 Mano Sano¡a / Ira Ida Vargas-Arenas

En el Bajo Caroní se ejecutaron entre 1993 y 2003 dos proyectos de arqueología


de rescate como parte del programa de construcción del sistema de presas hidroeléctricas
de CVG-EDELCA (Figura 2). De acuerdo con la extensión del vaso de las respectivas
presas, su curso fue dividido en dos subáreas: presa Macagua I1 (sub área Cachamay),
desde los raudales de Cachamay y la desembocadura en el río Orinoco, hasta los raudales
de Caruachi, y presa Caruachi, (sub área Caruachi), desde los raudales de Caruachi hasta
los raudales de Tocoma (Figura 3). De esta manera se creó un Proyecto de Arqueología
Regional que ha permitido conocer, con bastante detalle, la secuencia arqueológica de la
parte baja de dicha cuenca, desde las sociedades recolectoras cazadoras entre finales del
Pleistoceno, ca. 12.000 AP Y comienzos del Holoceno 9000 años AP pasando por las
arcaicas, 7000 años AP las sociedades agroalfareras, 3000 años AP conocidas en el siglo
XVI de la era, hasta el inicio de la sociedad urbana colonial entre 1600 y 1820 años de la
era (Sanoja et al. 1996, Cauxí 200 I , Ambiental 2002, Sanoja & Vargas-Arenas 2003).
A partir de dicho estudio, fue posible elaborar una primera visión de la ocupación
humanas del Bajo Caroní, apuntalada con las investigaciones previas llevadas a cabo por
otros investigadores en las partes media y alta de la cuenca Caroní-Paragua y en el Alto
Orinoco (Rouse & Cruxent 1963, Barse 1998, 1990, 1995). En el presente trabajo se
analiza la secuencia de períodos precerámicos y acerámicos, el posible origen del arte
parietal y el surgimiento de los grupos ceramistas tempranos en el Bajo Caroní.

Figura 2
El Bajo Caroní antes de la
construcción de las presas
hidroeléctricas, mostrando
algunos de los sitios
arqueológicos más
relevantes
Las sociedades arcaicas del bajo Orinoco 65

Figura 3
Sitios arqueológicos relevados en el vaso de la Presa Caruachi

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Las Tradiciones Arqueológicas

Lasociedad arcaicas del Bajo Caroní podría ser agrupada en tres grandes conjuntos
(Figura 4):

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100.000

Figura 4
Cuadro Cronológico de las
120.000
Tradiciones Precerámicas
del Bajo Caroní. CUADRO CRONOLÓGICO: ARCAICO DEL BAJO CARONf
66 MallO SdnOja / Irdlda Varqa':J-l'>.rL'na.s

I - La Tradición Caroní, caracterizada por un ajuar lítico integrado por rústicos


choppers y lascas unifaciales de cuarcita ferrosa (Figura 5, Figura 6: 1).
2- La Tradición Guayana, cuyo ajuar lítico está integrado por puntas de proyectil
pedunculadas, cuchillos, navajas, perforadores, percutores esféricos y otros artefactos en
cuarzo, jaspe, chert y caledonia (Figura 6:2-7).
3- La Tradición El Espino, cuyo ajuar lítico está conformado por artefactos sobre
lascas de cuarzo lechoso o cristalino, sin puntas de proyectil conocidas hasta el presente
(Figura 7: 1-2). Uno de 105 fragmentos podría corresponder con una posible punta triangular
de cuarzo lechoso con base escotada (Figura 7: 4).

Figura 5
l. Tradición Caroní: núcleos y lascas de cuarzita

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Figura 6
! T,-ad,Clól1Cai'Orll mK!H) P¡'¡S'Tlatlccen cuarcita ,Tr;xllclon Guayana Sitio G2
2-3, Puntas de pl'oyedil pedlJl1Culadilsen chert y cuarzo hialino
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56, Peiloradores ü be" ti,," én chen y cuarzo
7. Pe"cl~tol' e! 1 c.hén

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Figura 7
l. Posible raspador de cuarzo
2. Lasca con borde retocado por presion
3. Núcleo prismático de cuarzita
4. Posible punta de proyectil triangular. de base escotada
5. Abrigo Las Patillas: fragmentos de alfarería incisa, con pintura rOJ3

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La tradición Caroní parece ser la de mayor antigüedad, Sus portadores podrían haber
coexistido por lo menos hasta 4000-3000 años antes del presente, como lo indica la distribución
de sitios arqueológicos en el área del Bajo Caroní (Figura 2). Los campamentos y talleres de la
Tradición Guayana se localizan generalmente entre los raudales de Cachamay y Caruachi, aunque
los hallazgos superficiales de puntas pedunculadas se extienden hasta el raudal de Tocoma
(Figura 2 Y 3). Los sitios de la tradición El Espino se localizan entre 105 raudales de Caruachi y

Tocoma (Figura 3). Estas poblaciones persistieron hasta períodos muy tardíos. representadas

quizás por grupos cazadores recolectores que viven todavía en las regiones de la Guayana y el

Amazonas venezolano

la Tradición Caroní: ca. 12000-9000 AP

Tanto en la subárea Cachamay como en la Caruachi. se localizaron sitios arqueológicos

asociados con la Tradición Caroní (Sanoja & Vargas 1999a. 1999b, I 999c, 200 1) sobre playas

fósiles del río Caroní cercanas a 105 rápidos de Caruachi. (Figura 2 y 3). El sitio G8-3 estaba

localizado en el área excavada para construir el estribo izquierdo de la presa Caruachi. Los

núcleos y lascas de cuarcita se hallaron incrustados en un suelo poligonal de arcilla caolinítica. muy

endurecido. el cual se hallaba cubierto por un estrato de sedimentos arenosos estériles de 1.20

m de espesor. En la capa superficial de humus se hallaron fragmentos de la alfarería Barrancas

Clásico. En opinión de los geólogos y geomorfólogos que estudiaron la geología del vaso de las

presas, la característica del suelo donde se hallaron los artefactos líticos parece corresponder con

la posible existencia de un clima seco y cálido hacia finales del Pleistoceno o inicios del Holoceno.

Autores como Steyermark (1982: 182-183). señalan que entre finales del Pleistoceno e inicios

del HoIoceno hubo en Guayana variados cambios de clima 105cuales fluctuaban entre más frío

y más caliente así como también más seco o más húmedo. incidiendo en la ampliación o

reducción alternada de las formaciones de sabana y de los refugios forestales. Eventos similares

están atestiguados también en los llanos del noreste de Colombia, I 8000- 10700 años AP en el

Bajo Magdalena, 100 I 0-9370 añosAPy en la cuenca del lago de Valencia, 12930-9540 añosAP

(Berrío et al. 2002: 165-166, 108, Salgado-Laboriou 1982: 74-77).

Otros sitios arqueológicos localizados también sobre playas fósiles del río, tales

corno G42, G26, G29 A Y G95, revelan la distribución de este conjunto de tipos de

artefactos en cuarcita ferruginosa, particularmente lascas, choppers y núcleos unifaciales

en torno al raudal de Caruachi (Figura 3), evidenciando que la gente de la Tradición

Caroní acampaba alrededor de los grandes raudales del río. Ello sugiere igualmente la

existencia de un modo de trabajo orientado hacia la apropiación de recursos naturales de

subsistencia. Se trataba posiblemente de pequeñas bandas de individuos que habitaban

campamentos semi-permanentes a lo largo del río, especializados en la captura de peces

que vivían y/o venían a desovar en áreas puntuales como los rápidos, donde se produce

una combinación de aguas turbulentas yaguas arremansadas. La concentración de

campamentos semi permanente en torno a estas áreas del río permitía la apropiación de

recursos estables de subsistencia tales como peces, roedores terrestres o anfibios, venados,

morrocoyes (Testudo sp.) etc. que vivían o eran atraídos por los bosques rebalseros (Várzea) o

de galería y los morichales que se hallan en ambas márgenes del río Caroní, utilizando quizás

trampas de cestería, jabalinas y garrotes de madera.


70

la Tradicion Guayana: 9200 Años AP-70 IOAP

En el sitio arqueológico G2-3 (Figura 3), ubicado sobre una antigua terraza del río
Caroní, subárea Macagua 11,se observa la presencia de una industria lítica manufacturada
sobre lascas de chert, cuarzo lechoso o cristalino, Jaspe y calcedonia, compuesta por
puntas de proyectil bifaciales pedunculadas con aletas, raspadores laterales, navajas,
perforadores, buriles, percutores de forma esférica, litas esféricos y desechos de talla
(Figura 6: 2-7). Los artefactos se hallaron incrustados en la superficie de un estrato de
arcilla caolinítica de color gris, bajo un estrato de arena estéril de 1.20 m. La parte superior
de dicho estrato estaba recubierta por una capa de humus, en la cual se hallaron tiestos
decorados pertenecientes a la Tradición Barrancas Clásico.
En la subárea Caruachi se hizo el hallazgo superficial de puntas bifacialespedunculadas
trianguloides con aletas, reminiscentes de lasde la Tradición Guayana. La distribución azarosa
de dichas puntas, podría indicar que los sitios donde se recolectaron las puntas de proyectil
no correspondiesen con· paraderos o campamentos temporales, sino que se tratase de
fiechas o armas arrojadizas extraviadas durante el curso de las Jamadas de caza.
Puntas bifaciales pedunculadas con aletas del mismo tipo se encuentran en posibles
campamentos de cazadores recolectores ubicados en el Medio y Alto Caroní, sitios San
Pedro de las Bocas (Martín como pers. 1996), Tupukén (Cruxent 1971, Rouse & Cruxent
1963), Kukenán e Icabarú, Bajo Paragua (Dupuy 1956, 1960) asociadas con choppers,
cuchillos bifaciales, raspadores plano-convexos y martillos. La materia prima utilizada es
predominantemente el jaspe, material muy abundante en la región del Caroní-Parguaza.
Complejos líticos similares han sido reportados también en las tierras altas de Guyana, en
las sabanas del norte de Brasil, en las sabanas de Rupununi, en las cuencas de los ríos
Mazaruni y Barama, en el sitio Biche, Trinidad (Boomert 2000), en los raudales de Atures,
Alto Orinoco (Barse 1989, 1990, 1995) y en el Orinoco Medio (Vargas-Arenas 1981,

Sanoja & Vargas-Arenas I 999a).


Las puntas bifaciales pedunculadas podrían haber sido enmangadas en jabalinas o
lanzas, utilizando propulsores (Boomert 2000: 49-51). Esta asociación se comprueba en
el Orinoco Medio, donde se halló una punta pedunculada triangular de cuarzo cristalino
asociada con un talón de propulsor, un martillo esférico en chert y discos de azabache
(Vargas-Arenas 1981 :520-523). Este contexto cazador-recolector llanero fue excavado
en el nivel basal de la duna fósil de origen eólico del sitio La Gruta, Edo. Guárico. La fase
inicial de formación de esta duna eólica del Orinoco Medio, fechada en 821 O± 190 años
antes del presente, podría corresponder con la serie de períodos fríos y secos y la gran
actividad eólica que afectó al Orinoco entre el Holoceno Medio y el Tardío, como
consecuencia de procesos glaciares ocurridos en la serranía andina (Vargas-Arenas 1981:

481-486, Sanoja & Vargas-Arenas 1999a, C1apperton 1983).


Correlativamente con el evento anterior observamos entre 10700 Y 9700 años AP.
tanto en los Llanos Orientales de Colombia como en la cuenca del lago de Valencia. Venezuela,
una expansión de las sabanas y las selvas de galería. indicando un cambio hacia condiciones
climáticas más secas. Posteriormente. entre 9700 y 5800 años AP se expandió la vegetación
sabanera indicando una fase climática seca. ocurriendo luego una serie de oscilaciones climáticas
secas y lluviosas que determinaron la expansión de formaciones de palma tales como Mouritio
y Mouritiello (Berrío et al. 2002: 134- 135). de cuyo tronco se obtiene una fécula alimenticia
muy nutritiva la cual, al ser exprimida, produce una savia que puede ser fermentada para producir
una bebida alcohólica, Ello evidencia que desde inicios del Pleistoceno y previamente a la
domesticación de la Monihot sp .. los antiguos recolectores cazadores ya tenían a su disposición
una importante fuente predecible de carbohidratos. Extrapolando hacia las sabanas guayan esas,
ello podría ser indicador del marco en el cual podría haberse desarrollado la sociedad de cazadores
recolectores arcaicos del Medio y Bajo Orinoco,

Tradición El Espino: ca - SOOOAños AP - 5290±60 Años AP - 3750±SO AP

La tradición El Espino engloba una serie de sitios arqueológicos localizados en torno al


antiguo raudal de Caruachi: aleros, abrigos rocosos y campamentos al aire libre en la vecindad de
lagunas, ciénagas y pantanos ubicados en las micro cuencas de los afiuentes del Caroní. El
depósito basal del sitio El Espino parece haber constituido un piso de habitación, La presencia de
micro lascasde cuarzo lechoso, posibles desechos de talla. indica que se podría tratar de un área
de taller para manufacturar artefactos líticos, El instrumental lítico está caracterizado en general
por un ajuar de diversos artefactos unifaciales sobre lascas y percutores de cuarzo lechoso o
cristalino, chert o cuarcita (Figura 7: 1-2). En algunos casos. se trata de lascas unifaciales en chert
de forma triangular, que conservan parte del cortex original (Figura 7: 1). uno de cuyos extremos
fue desbastado por percusión para despejar una punta activa. En otros casos, una lasca de chert
triangular presenta retoques marginales sobre el filo activo (Figura 7: 2), Otras lascastriangulares
en cuarzo cristalino parecen presentar una especie de escotadura basal (Figura 7: 4)). Se observa
igualmente la presencia de núcleos prismáticos de cuarcita (Figura 7: 3). Aunque no existen hasta
el presente en la Tradición El Espino puntas de proyectil pedunculadas o de otro tipo. no se
descarta que hubiesen sido utilizadas armas arrojadizas de madera y trampas de cestería para la
pesca fiuvial y la caza terrestre. Los individuos de la Tradición El Espino habitaron tanto
campamentos a cielo abierto como aleros y abrigos rocosos. En varios de estos últimos.
ubicados sobre la margen izquierda del Caroní, sobre en todo en la micro cuenca del río Espíritu.
se encuentran muestras de pintura rupestre, creaciones que podrían haberse iniciado por lo
menos hacia 3500 años AP (Sanoja & Vargas-Arenas 2003), Desde 3000 años AP comienzan
a hacerse presentes las manos de moler. percutores y hachas, alcanzando su máxima frecuencia
hacia 281 O años AP cuando se inicia el ocaso de los grupos arcaicos. propiamente dichos. y
comienza a producirse el contacto con los grupos alfareros que llegan al Bajo Orinoco.
72 Mario Sanoja / Ira ida Vargas-Arenas

Patrones de Asentamiento en la Sub Área Caruachi

Como lo muestra el registro arqueológico y se evidencia en los gráficos de seriación


(Figura 8), las tradiciones líticas que caracterizan estas poblaciones arcaicas de la subárea
Caruachi parecen corresponder con una forma cultural similar a la denominada Arcaica (Willey &
Phillips 1962), esto es, grupos de recolectores cazadores donde comienza a cobrar importancia,
dentro de las actividades de subsistencia, la recolección y el procesamiento de recursos natu«lles de
origen vegetal. Es muy probable que laasociación de sus campamentos con lavecindad de áreas de
captura de recursos de subsistencia tales como ríos, bosques de galería, raudales, lagunas, zonas
pantanosas y bosques de galería, indique la importancia que tenía para la reproducción de la vida
cotidiana la práctica de la caza y pesca, así como la posible apropiación complementaria de palmas
(Mauritia) y de especies de bivalvos riparios como la Dosinia sp., o de gasterópodos que habitan
charcas o pantanos como el Bulimulidae sp.

Figura 8
Gráfico de Seriación de sitios arcaicos.: subárea Caruachi

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La localización y permanencia de los asentamientos de los grupos recolectores cazadores


estaba influida. primordialmente. por la existencia de aquellos recursos de subsistencia predecibles
y agregados. Algunos de los recursos recolectados pueden presentar una permanencia regular en
determinadas zonas ecológicas durante todo el año. estimulando asíun cierto grado de sedentarismo.
en tanto que la presencia discontinua de otros induciría un cierto grado de nomadismo cíclico
relacionado con la movilidad estacional de las especies cazadas o la maduración anual de ciertos
frutos, palmas, semillas o raíces.
Otro factor determinante del patrón de asentamiento parece haber sido la posibilidad de
conseguir sitios abrigados para establecer campamentos estacionales, particularmente durante la
estación de lluvias, tener acceso a lasfuentes de agua y al combustible. Los mejores campamentos
semi permanentes son los que permiten tener una buena visual sobre los alrededores, si posible
de 360°, que le permitiese a los miembros de la banda observar el movimiento de las posibles
presas. interpretar las señales de humo en el horizonte y prevenirse de la intrusión de otras
bandas de cazadores recolectores en sus territorios Qoachim 1976: 49-50).
La mayor parte de afloramientos rocosos, aleros, cuevas y similares habitados por la
gente de El Espino alrededor del Raudal Caruachi yen la sub-cuenca del río Espíritu, tales como
el sitio G8-3, la cueva de Las Patillas (G81) Y la Cueva del Elefante, se hallan ubicados sobre la
margen izquierda del Caroni donde concurrían diferentes soluciones a los problemas del cobijo
adecuado: la visibilidad, la seguridad, el acceso al agua y al combustible. En el presente caso, como
se puede apreciar en la localización de recursos tales como lavivienda, el acceso al agua y posiblemente
a otros recursos vegetales se asociaron con otros recursos predecibles y agregados que existían en
las áreas mencionadas. La elevación de los sitios de vivienda sobre el paisaje circundante,
particularmente en sitios como la piedra de El Elefante (Sanoja & Vargas-Arenas 1970), (Figura I y
3), cuya altura domina buena parte de lassabanas y bosques de ambas márgenes del río y el cauce
del río mismo. contribuyeron a estimular la concentración de determinadas bandas de recolectores
cazadores alrededor de aquel sitio ubicado en la subcuenca del río Espíritu, Otros factores de
naturaleza no directamente económica, vinculados a los medios imaginarios de producción, como
explicaremos luego, influyeron también en la toma de decisiones.

El Espacio Doméstico de los Recolectores Cazadores Arcaicos

Las comunidades recolectoras cazadoras del BaJo Caroní, según el registro arqueológico
de los sitios vinculados a las tradiciones Caroní y Guayana, ca. 10000 y 8000 años antes del
presente, vivían al parecer en sitios al aire libre, campamentos para la caza y pesca y talleres para
la fabricación de artefactos líticos, los cuales se hallaban ubicados en playas del río o sobre
terrazas fluviales. La gente de la Tradición El Espino, por su parte, habitó tanto en campamentos
al aire libre como en aleros y viviendas cavernarias tal como evidencia los sitios G8- 3 y Las Patillas
(GD8-1). Como muestra el sitio Las Tres Colinas (GD68), poseían igualmente talleres vecinos
a las fuentes de materia prima como el chert par-a fabricar artefactos líticos. La Fase A de la
74
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secuencia senada de la subreglón Caruachl (Figura 8), parece represerltarlitransiciüñde una
posible fase climática seca y cálida, representada en el estrato basal de arenas blancas del sitio El
Espino. hacia una posiblemente más húmeda caracterizada por ciclos de periódica acumulación de
sedimentos aluviales. la cual culminaría hacia el año 4000 AP característica que también parece estar
indicada aguas abajo por la secuencia de horizontes existente en la desembocadura de la quebrada
Toro Muerto (Figura 4) la cual, como se observa, comenzando desde el horizonte más antiguo, es
de arena blanca, turba, arena blanca y arcilla limonítica. (Sanoja & Vargas-Arenas 1999a: I 18).

Seriación del Arcaico de la Sub Área Caruachi

A los fines de graficar la secuencia arqueológica de los sitios arcaicos de la su área


Caruachi. (Figura 8). creímos conveniente, dado el tipo de dato primario que poseemos,
combinar la seriación cuantitativa con la cualitativa. utilizando los sitios que poseen estratigrafía
como marco general de referencia para seriar los sitios superficiales. Debido a la diversidad
de criterios en la recolección original de las muestras, existen colecciones que no poseen
un número de objetos igualo mayor a 100 ejemplares, aunque cualitativamente ilustran
sobre la distribución territorial de diversos tipos de artefactos. Con base a dichas muestras
fue posible establecer un ordenamiento temporal, que representa alrededor de 8000
años de existencia de la Sociedad Arcaica del Bajo Carona. El ordenamiento de los distintos
sitios así como de la práctica de actividades sociales y productivas representadas en el
registro arqueológico, está estructurado en tres Fases sucesivas. Tanto la circunstancia de
la diversidad de las muestras como la dilatada temporalidad que ellas cubren. aunque no
permiten en todos los casos graficar con total exactitud todas las fases de dicho proceso
histórico. hacen posible presentar un ordenamiento cronológico relativo y tentativo,
apuntalado con fechas de C 14.

La Fase A

La FaseA. cuya fecha final es de 5290± 60 años AP obtenida para la Cueva de Las Patillas,
fue posible definirla utilizando lastendencias indicadas por la popularidad de las lascasprimarias. las
lascas secundarias. las lascas de rebaje bifacial, las microlascas y las raederas y raspadores, los
fragmentos indeterminados. láminas y guijarros recuperadas en los niveles inferiores de diversas
excavaciones de sítio El Espino y Cueva Las Patillas. Essignificativo, a este respecto, que el gráfico
de seriación cualítativa-cuantítativa de los sitios arqueológicos de lasubregión Caruachi y los fechados
de C 14 indiquen que la habítación en aleros o cuevas podría haber comenzado antes de 5290± 60
AP (3340± 60 años AC) (Figura 8).
flr( 75

La Fase B

En la FaseS fue posible seriar los niveles arqueológicos de la parte media y superior de
la excavación de El Espino utilizando lastendencias indicadas por laslascasde rebaje bifacial, las
microlascas. raspadores. láminas. fragmentos líticos indeterminados, posiblemente desechos
de talla y guijarros. La duración de este fase S, puede estimarse con base a fechas de C 14 que
van desde 5290 ± 60 años antes del presente hasta4400 y 3760 años AP.lascuales cubren un
período aproximado de 890 años. Estafase parece indicar un período de transición marcado
por el empobrecimiento del ajuar original de instrumentos líticosde laTradición El Espino, en un
escenario de posibles cambios climáticos.

La Fase C

La Fase C del gráfico de seriación cualitativa-cuantitativa, la mejor sustentada con


fechas de C 14, cubre un período aproximado de 1760 años, entre 3760 y 2320 años AP
Se utilizaron las tendencias marcadas por las lascas primarias, las lascas secundarias con
una popularidad muy importante y lascas de rebaje bifacial y las microlascas ya casi
inexistentes y los fragmentos indeterminados que indican la intensidad del proceso de
talla o fractura de núcleos de cuarzo. La popularidad de instrumentos de producción tales
como raederas y raspadores, prácticamente inexistentes en las fases anteriores,
conjuntamente con otros especializados tales como laminas, cuchillos, hachas, manos de
moler, percutores, choppers y azadas, y la presencia circunstancial de fragmentos de
alfarería, revela la existencia de un proceso de cambio orientado hacia formas de vida
más sedentarias, abiertos hacia la interacción con sociedades sedentarias, con base a la
utilización de recursos vegetales de subsistencia.
Corresponde también estafasecon laCueva de ElElefante(Sanoja& Vargas-Arenas1970),
fechadaentre 2445 ± 85 añosAP y 2320 ± I00 añosAP y otros sitioscavernarios de lasubcuenca
del río Espíritu,donde se observan muestrasde pinturasrupestres.

La Tradición El Espino y los Eventos Paleo Climáticos del Oriente de Venezuela

Paracalibrar el gráfico de seriación cualitativa-cuantitativa de los sitios de una sub-región


como Caruachi, el cual abarca un tiempo que se puede estimar en ocho mil años, intentamos
ubicar la sociedad arcaica tanto del Caroní como de la región de Pariay el Delta del Orinoco,
dentro del marco de referencia de eventos climáticos ocurridos en el oriente de Venezuela entre
los inicios y la parte media del Holoceno. Los mismos se relacionan también temporalmente,
con la aparición de grupos recolectores, cazadores y pescadores denominados por los
arqueólogos brasileños como Arcaico del Litoral (Schmitz et al. 1978, 1979, 1980).
76

El inicio del Período Arcaico en el BaJoCaroní, representado por los sitios G8, GD3,
GD9, GD3, El Espino (GD3 1)Y la cueva Las Patillas,entre otros (Figura 2), podría estimarse
entre ca. I 2000 Y 8000 años AP Estefechado tentativo sería consistente con la antigüedad de
9200± 100, 921 O± 120 y 70 I O± 190 años antes del presente (7070, 7260 Y 5060 AC)
para la industria de lascasunifacialesy puntas pedunculadasde aspecto rústico en cuarzo cristalino
halladasen un paleosuelo del estrato franco-arenoso del sitio Atures, EstadoAmazonas, y podría
ser también posible indicador de una formación boscosa más densa que la presente (Barse
1995: 108: 1989, 1990, 1999). Podríamos mencionar también, como ya se dilO, la fecha de
821 O± 190 años AP relacionada con el contexto recolector cazador del sitio La Gruta, Medio
Orinoco, donde aparecen puntas triangulares pedunculadas en cuarzo cristalino en asociación
con talones de propulsor tallados en el mismo material (Vargas 1981).
Esimportante señalar también que, como ya dijimos, tanto la seriación arqueológica
como las fechas de C 14, parecieran indicar que la tradición de arte parietal presente en la
cueva de Las Patillas, área de Caruachi, Bajo Caroní, podría haber comenzado en períodos
tempranos, relacionada quizás con la aparición misma de poblaciones arcaicas en la cuenca
del río. Como explicamos anteriormente, la ocupación humana del sitio El Espino parece
haber comenzado en una fase climática seca y cálida, con una antigüedad que se podría
estimar en ca. 8000 años AP como testimonia el estrato basal de arenas blancas sobre el
cual se asienta el depósito arqueológico (Ab'Saber 1982). Posteriormente, se habrían
producido otros eventos climáticos posiblemente vinculados con períodos húmedos y
lluviosos que ocasionaron un gran arrastre de sedimentos coluviales, fases de inestabilidad
climática que se situaría alrededor de 6000-5000 años antes del presente.
Un indicador local de estos probables eventos climáticos podría ser el piso de guijarros
localizado en el estrato superior del sitio El Espino, donde predominan los conglomerados.
Dicho piso aparece en el corte transversal de la estratigrafía como una línea de piedras en
pendiente, la cual prefigura una especie de paleocauce o cañada de regular amplitud. El lecho
de conglomerados marcaría, posiblemente, una fase de deposición de sedimentos pesados
durante un proceso de arrastre de sedimentos coluviales. En el caso presente, la existencia de
los núcleos y guijarros no está circunscrita exclusivamente a la líneade piedras que se encuentra
entre 63 y 90 cm de profundidad, sino que se hallan igualmente dispersos a lo largo de los
estratos subyacentes hasta el nivel VIII de la cuadrícula 0/2 de la secuencia seriada. En tales
circunstancias se podría considerar que el proceso de arrastre de material coluvial se produjo
estacionalmente antes de la formación del piso de la línea de piedras del estrato 63-90 cm, y
que esta última indicaría una fase de intensificación de dicho proceso ocurrida entre 4400
años AP (2450±60 AC y 3750 años AP (1800±50 AC), correspondientes al final la Fase
B de la secuencia del Bajo Caroní y al final de la ocupación del sitio El Espino.
Episodios como el descrito solo pueden ser comprendidos dentro de la matriz de
cambios paleoclimáticos post pleistocénicos que afectaron al oriente de Venezuela,
particularmente los cambios de nivel del mar que incidieron en laformación del delta del Orinoco
77

hace 8000 años AR relacionados con la presencia inicial de grupos arcaicos litorales (Sanoja &
Vargas-Arenas 1995. I 999a. I 999b. 1999c). Eventos relevantes como éste deben a su vez
haber ocasionado fiuctuaciones de nivel del río Orinoco durante el Holoceno Temprano y
Medio. afectando la vida de las comunidades cazadoras recolectoras que habitaban el río Caroní
para ese momento.
Para ilustrar la importancia de dichos eventos. podríamos establecer brevemente una
teleconexión entre los mismos y los procesos transgresivos del océano Atlántico que -según las
conclusiones de la Orinoco ShelfExpedition- comenzaron a afectar el litoral del noroeste de
Venezuela entre 13000 y 1 1000 años antes del presente. produciendo una subida del nivel del
mar sobre la cota baja de finales del Pleistoceno (Nota 1958:6. KoldewiJn 1958: 105. van
Andel & Sachs 1964). la cual alcanzó la curva de nivel de 4 m sobre el nivel del mar en 6500 años
AP o 4550 años AC (van Andel & Postma 1954:27). sumergiendo así la mayor parte del
antiguo litoral atlántico venezolano. Una fecha de C 14 de 9500 años AP data el inicio de una
nueva transgresión marina en el flanco norte del golfo de Paria. mientras que otra. de 8000 años
AP señala el inicio de la formación del delta del Orinoco. relacionada a su vez con el inicio de las
fases transgresivas de la Serie Demerara del litoral de Guyana. Surinam y la Guayana Francesa.
9000-6000 años antes del presente (C1apperton 1995: 569-72, SanaJa & Vargas-Arenas I 999c:
150-151), coincidente a su vez, cronológicamente, con el período seco que marcaría el inicio de
la ocupación de los sitio El Espino y Las Patillas y la fase seca que corresponde con la expansión
del ambiente de sabana en los Llanos Orientales de Colombia (Berrío et al. 2000: 134).
La ocupación humana del Bajo Caroní se relaciona también con la presencia de grupos
de recolectores pescadores marinos en el litoral de Paria, Edo. Sucre, noreste de Venezuela,
antes de 5600 ± 200 AP Otros grupos recolectores se hallaban asentados hacia 7000-6000
AP alrededor de un antiguo estuario que se habría formado para la fecha en el río San Juan,
afluente del delta del Orinoco, como consecuencia de lasfases transgresivas del océano Atlántico
(Sanoja & Vargas-Arenas 1995, 1999a, 1999b, I 999c). Las fechas de 5290±60 AP y 4400
AP, para el sitio El Espino, corresponden también con la de 4600 ± 70 para el sitio Las Varas,
Golfo de Cariaco, Edo. Sucre, asociado con una fase transgresiva del mar, la formación de
lagunas litorales de agua salobre, el origen de la vegecultura y de las aldeas sedentarias sin
cerámica en el noroeste de Venezuela.
Como se observa, la historia de las sociedades arcaicas del Bajo Caroní habría que
entenderla en su asociación con los eventos climáticos que habrían determinado la formación del
delta del Orinoco y con las antiguas poblaciones arcaicas litorales del noreste de Venezuela, las
cuales tienen su correlato en las similares del litoral atlántico brasileño, Guyana y la vecina isla de
Trinidad y las poblaciones arcaicas del Orinoco Medio (Sanoja & Vargas-Arenas 1995, I 999a,
I 999b, I 999c).
Esdado suponer que el aumento del nivel de las mareas en las bocas del Orinoco habría
afectado también el nivel del mismo río y de su afluente más importante en el Bajo Orinoco, el
río Caroní. En los estuarios fósiles formados en el río San Juan y el golfo de Paria durante aquella
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época, al subir el nivel de las aguas del río o del golfo, los ríos que descargaban sus aguas y sus
sedimentos en ambos estuarios desarrollaron en sus desembocaduras especies de formaciones
deltaicas o albardones constituidos por arenas limosas (SanoJa & Vargas-Arenas 1995: 122,
149). En el tope de las mismas se constituyeron, desde 6000-5600 años antes del presente,
aldeas o campamentos semi permanentes de recolectores pescadores marinos. En el sitio Remigio,
el espesor del depósito arqueológico alcanza 2 m de profundidad yen el sitio Guayana, 2.70 m,
evidenciándose en ambos una larga serie de pisos o fases de ocupación que duró 5000 y 3000
años respectivamente (Veloz-Maggiolo 1991, Sanoja& Vargas-Arenas 1995: Figuras 2 y 7).
Partiendo de lo anteriormente expuesto, es importante analizar el contexto geomorfológico
del sitio El Espino, en cuya formación parecen haber influido procesos aluvionales vinculados a
cambios del nivel del río Caroní. Los sectores más altos del albardón donde se formó el sitio
arqueológico indican que el nivel de lasaguas pudo alcanzar, episódicamente, niveles superiores a
3,50 m respecto al cauce actual, alternando con niveles similares a los actuales o más bajos. En la
filmación que se hizo del s~io El Espino durante su excavación, se observa que en ciertas cuadrículas
abiertas en lasáreas de mayor altura hay presencia de un paleosuelo o capa húmica de color negro.
En otras cuadrículas, a mayor profundidad que en las anteriores, aparecen otros paleosuelos
similares a los que recubren el piso de piedras ya aludido. Es posible que ello indique diversos
episodios de estabilidad del nivel de lasaguas del río, los cuales permitieron la formación de suelos
húmicos y vegetación, posiblemente bosques de galería, sobre el albardón que corre paralelo al río.
Fechas de Cl4 de los períodosAy B de El Espino como lasde 5290, 4400 y 3750 añosAP son
coincidentes con lasque marcan la expansión de los bosques de galería y de Mouritio en los Llanos
Orientales de Colombia, indicativo de mayores precipitaciones lluviosas y estaciones secas más
cortas (Berrio et al. 2000 134).

La Presencia de la Alfarería

Las muestras de carbón que permitieron el fechamiento de la capa superior del sitio El
Espino, que indican una antigüedad de 5290,4400 y 3750 años AP fueron recolectadas, la
primera en el sitio Las Patillas, la segunda en el estrato inmediatamente debajo de la línea de
piedras que formaban el piso ya mencionado y, la tercera sobre dicha línea. En el estrato que
se halla sobre la línea de piedras, se recolectaron 5 pequeños fragmentos de alfarería pulida, A
la luz de los conocimientos actuales sobre el Bajo Caroní, podríamos relacionar dichos
fragmentos con la alfarería pulida similar, decorada con pintura roja y modelado, que hallamos
posteriormente en el abrigo Las Patillas (Figura 7: 5) con una antigüedad de 281 O± 160 AP
(860 años antes de Cristo). Es más verosímil que se trate de fragmentos arrastrados desde
sitios arqueológicos que se hallan a mayor altura, en la pendiente que baja hacia el río.
En tal sentido es conveniente resaltar la existencia de la fecha de radiocarbono de
3500±90 AP, para el estrato superior del sitio Guayana, golfo de Paria, que permite datar la
presencia de fragmentos de alfarería rústica en dicho conchero. A la luz de los nuevos datos para el
ur (j 79

Bajo Orinoco. podemos recordar la presencia de fragmentos de alfarería en el abrigo Las Patillasdel
Bajo Caroní (Figura 7) para 281 O::':: 160 años AP conjuntamente con la de la capa superior del
abrigo G8-3. raudales de Caruachi. (Sanoja et al. 1996: Fotografía 8; Sanoja & Vargas-Arenas
2003). En este último caso. la alfarería parece ser reminiscente de la de la Serie Cedeñoide del
Orinoco Medio, para la cual existe una fecha muy cercana de C 14 de 2890::':: 145 años AP la cual
está datando posiblemente una alfarería local relacionada con las poblaciones arcaicas del Medio y
BaJOOrinoco (Zucchi & Tarble 1984).
La representación pictórica de diversos objetos de uso doméstico presentes en las
pinturas rupestres de la cueva del Elefante, tales como abanicos tejidos con hojas de palma, rallos
de yuca, arpones, etc., así como las ilustraciones de una fauna diversa compuesta por reptiles,
lagartos, pájaros, venados, etc., nos remite a la presencia de actividades de caza. Hacia finales de
la Fase C aparece también la alfarería, marcando el ocaso de la vida independiente de las
comunidades arcaicas, subsumidas luego dentro de la esfera de vida de las comunidades
agroalfareras que comienzan a asentarse en el Bajo Caroní desde los primeros siglos de la era
cristiana.(Sanoja & Vargas-Arenas 1970,2003).

Etnogénesis del Poblamiento Arcaico del Bajo Orinoco

Según Wilbert (1961: 238-242), los waica o yanoama, serían relictos de las poblaciones
paleoamericanas que poblaron a Suramérica. Aquellas se habrían separado de los warao, otro
grupo arcaico vinculado a los primeros pobladores de Suramérica. hace más o menos 4500 años.
Kirchoff ( 1948) por su parte, se refiere también a aquellas tribus de recolectores-pescadores,
como una cultura contemporánea. pero anterior a la de los grupos agricultores del Orinoco.
En su reciente obra, Layrisse y Wilbert (1999:40; 152-163) demuestran, mediante el
análisis del antígeno Diego, que los primeros inmigrantes que pusieron pié en el continente
americano antes de 40000 AP eran. posiblemente de una filogenia no mongoloide de poblaciones
del este de Asia. las cuales no presentaban el Factor Diego. Según dichos autores, los primeros
Paleo-mongoloides que eran también Di( -). comenzaron a entrar en A1aska hacia 30000 años
AP llegando al istmo de Panamá alrededor de 25000-23000 AP Para ese momento, el paisaje
continental era el típico de los interglaciares, comenzando a entrar en una fase característica de
los estadías glaciales. Aquellas antiguas poblaciones comenzaron a desarrollar un modo de vida
que explotaba cíclicamente los recursos de subsistencia, tanto litorales como los de lastierras del
interior del continente, transformándose eventualmente en recolectores generalizados dentro
del marco de los profundos cambios paleoclimáticos que afectaron tanto la cuenca amazónica
como la del Orinoco.
Entre 14000 y 10000 años AP encontramos poblaciones de recolectores cazadores
generalizados en la región sureste de Brasil, conocidos como Tradición Itaparica (Schmitz
1987. Dillehay et al. 1992), caracterizada por una industria de lascasunifaciales en cuarcita. arenisca
silíceao chert, así como diversos complejos culturales en el Alto Madeira (Miller 1992) con lascas,
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percutores y raspadores de cuarcitay sílex,microlascasde cuarzo, etc. De lamisma manera, en el


BajoAmazonas están presentes puntas de proyectil bifacialespedunculadas en cuarzo cristalino y
calcedonia en el abrigo rocoso de Pedra Pintada, desde 10600 años AP puntas pedunculadas
bifacialesde forma triangular, en cuarzo cristalino o calcedonia,acompañadas por una industriade
lascasbifacialesretocadas (Roosevelt et al. I 996).
Los Waica-Yanoama, al igual que los Warao son 100% Di(a-), es decir Diego-
negativos, descendientes de la primera ola de pobladores asiáticos que llegó al continente
americano y a Suramérica, los cuales están también relacionados con los Sanema, los
Cuiva y los Yaruro o Puméh (Layrisse & Wilbert 1999). Los actuales Warao, por su parte,
serían descendientes de las antiguas poblaciones de recolectores arcaicos del litoral noreste
de Venezuela, posiblemente relacionados también con los antiguos arcaicos brasileños
litorales o del interior (Sanoja & Vargas-Arenas 1995, I 999c). Otros grupos de recolectores
cazadores guayaneses también denominados como Waica, los Akawayo, son por el
contrario, grupos de filiación lingüística caribe (Migliazza & Campbel 1988, Lizarralde
1993, Layrisse & Wilbert 1999), con 41 , I 1% Di(a +), Diego positivos, los cuales podrían
quizás vincularse con otro horizonte de poblaciones recolectoras cazadoras mongoloides
Di( +) de filiación caribe que habría existido en el noreste de Suramérica.
La larga secuencia cultural precerámica y acerámica del BaJOCaroní y la posible
identificación étnica de los grupos humanos terminales, aparentemente asociados con el
Arcaico Guayanés, parecería indicar que las poblaciones de antiguos cazadores-
recolectores-pescadores, identificadas arqueológicamente con las diferentes tradiciones
precerámicas del Caroní, que habitaron la región del Alto Orinoco y la Cuenca Caroní-
Paraguadesde finales del Pleistoceno hasta el presente, podrían estar vinculadas con aquellas
poblaciones paleoamericanas, cuyos relictos habrían coexistido con las primeras poblaciones
agroalfareras que ingresaron al Bajo Caroní en los primeros siglos de la era cristiana.
La denominación de Waica, para referirse a los actuales Yanoama, ya era utilizada por
Zerries (1964) desde mediados del siglo pasado. Es posible que los grupos Waica o Guaica
mencionados en el siglo XVIII como reducidos en lasmisiones capuchinas catalanasde Guayana
(Sanoja & Vargas-Arenas2003), hubiesen constituido parte de esa red de pueblos recolectores-
pescadores que rodeaba a las comunidades sedentarias tardías del Bajo Caroní, conocidas
arqueológicamente, vinculadasquizás con los pueblos Guayanos del sigloXVI en el Bajo Caroní.

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