Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
MARIO SANOjA
VARGI'S-A.pH-4/>S
IRAlDA
msanoja@reacciun.ve
Museo de Ciencias, Universidad Central de Venezuela
Introducción
La región del Bajo Caroní, Bajo Orinoco, es importante para entender el
poblamiento temprano del oriente de Venezuela, así como también su relación con las
poblaciones arcaicas del este del Brasil y la cuenca amazónica desde finales del Pleistoceno.
Partiendo de la integración de criterios biogeográficos y ecológicos, podríamos considerar la
existencia de un vasto sistema que incluiría la cuenca del Amazonas y del Orinoco (Rojas &
Castaño 1990). Desde el punto de vista antropológico, la ocupación humana originaria de
dicho territorio indica la existencia de un extenso horizonte de antiguas poblaciones
recolectoras, cazadoras y pescadoras. El río Paragua, el afluente más importante del Caroní
que tiene sus nacientes en la Sierra Pacaraima, divisoria de aguas entre la cuenca del Orinoco
y la cuenca Amazónica, parece haber conformado una importante ruta de paso entre ambas
cuencas fluviales desde finales del Pleistoceno (Figura 1).
,
Figura I l----- t- -
La Cuenca del río Caroní-Parguaza L-..lL..L..-..2-_--=:....-:..- --'- !:..----I
64 Mano Sano¡a / Ira Ida Vargas-Arenas
Figura 2
El Bajo Caroní antes de la
construcción de las presas
hidroeléctricas, mostrando
algunos de los sitios
arqueológicos más
relevantes
Las sociedades arcaicas del bajo Orinoco 65
Figura 3
Sitios arqueológicos relevados en el vaso de la Presa Caruachi
----
-
--
.•.-~--,-
•
:
-~.
.•
.tNOfI .••••••"4,_ •• 1OOlJr,u.
""""'~<):.o::""
-"''''', •..,,~.~
1 ,"TII
Lasociedad arcaicas del Bajo Caroní podría ser agrupada en tres grandes conjuntos
(Figura 4):
FECHASA.P.
'50 .,..-----------
• .000
• .000
100.000
Figura 4
Cuadro Cronológico de las
120.000
Tradiciones Precerámicas
del Bajo Caroní. CUADRO CRONOLÓGICO: ARCAICO DEL BAJO CARONf
66 MallO SdnOja / Irdlda Varqa':J-l'>.rL'na.s
Figura 5
l. Tradición Caroní: núcleos y lascas de cuarzita
4 G
,U\.il.'rJcJdcs tJdlU ()!lno(o 67
Figura 6
! T,-ad,Clól1Cai'Orll mK!H) P¡'¡S'Tlatlccen cuarcita ,Tr;xllclon Guayana Sitio G2
2-3, Puntas de pl'oyedil pedlJl1Culadilsen chert y cuarzo hialino
4, HOia COIlbOl'de !ateral retocado, chert
56, Peiloradores ü be" ti,," én chen y cuarzo
7. Pe"cl~tol' e! 1 c.hén
2 3
'-------------,--,-----
Figura 7
l. Posible raspador de cuarzo
2. Lasca con borde retocado por presion
3. Núcleo prismático de cuarzita
4. Posible punta de proyectil triangular. de base escotada
5. Abrigo Las Patillas: fragmentos de alfarería incisa, con pintura rOJ3
"--'--->2
O
cm
La tradición Caroní parece ser la de mayor antigüedad, Sus portadores podrían haber
coexistido por lo menos hasta 4000-3000 años antes del presente, como lo indica la distribución
de sitios arqueológicos en el área del Bajo Caroní (Figura 2). Los campamentos y talleres de la
Tradición Guayana se localizan generalmente entre los raudales de Cachamay y Caruachi, aunque
los hallazgos superficiales de puntas pedunculadas se extienden hasta el raudal de Tocoma
(Figura 2 Y 3). Los sitios de la tradición El Espino se localizan entre 105 raudales de Caruachi y
Tocoma (Figura 3). Estas poblaciones persistieron hasta períodos muy tardíos. representadas
quizás por grupos cazadores recolectores que viven todavía en las regiones de la Guayana y el
Amazonas venezolano
asociados con la Tradición Caroní (Sanoja & Vargas 1999a. 1999b, I 999c, 200 1) sobre playas
fósiles del río Caroní cercanas a 105 rápidos de Caruachi. (Figura 2 y 3). El sitio G8-3 estaba
localizado en el área excavada para construir el estribo izquierdo de la presa Caruachi. Los
núcleos y lascas de cuarcita se hallaron incrustados en un suelo poligonal de arcilla caolinítica. muy
endurecido. el cual se hallaba cubierto por un estrato de sedimentos arenosos estériles de 1.20
Clásico. En opinión de los geólogos y geomorfólogos que estudiaron la geología del vaso de las
presas, la característica del suelo donde se hallaron los artefactos líticos parece corresponder con
la posible existencia de un clima seco y cálido hacia finales del Pleistoceno o inicios del Holoceno.
Autores como Steyermark (1982: 182-183). señalan que entre finales del Pleistoceno e inicios
del HoIoceno hubo en Guayana variados cambios de clima 105cuales fluctuaban entre más frío
y más caliente así como también más seco o más húmedo. incidiendo en la ampliación o
reducción alternada de las formaciones de sabana y de los refugios forestales. Eventos similares
están atestiguados también en los llanos del noreste de Colombia, I 8000- 10700 años AP en el
Bajo Magdalena, 100 I 0-9370 añosAPy en la cuenca del lago de Valencia, 12930-9540 añosAP
Otros sitios arqueológicos localizados también sobre playas fósiles del río, tales
corno G42, G26, G29 A Y G95, revelan la distribución de este conjunto de tipos de
Caroní acampaba alrededor de los grandes raudales del río. Ello sugiere igualmente la
que vivían y/o venían a desovar en áreas puntuales como los rápidos, donde se produce
campamentos semi permanente en torno a estas áreas del río permitía la apropiación de
recursos estables de subsistencia tales como peces, roedores terrestres o anfibios, venados,
morrocoyes (Testudo sp.) etc. que vivían o eran atraídos por los bosques rebalseros (Várzea) o
de galería y los morichales que se hallan en ambas márgenes del río Caroní, utilizando quizás
En el sitio arqueológico G2-3 (Figura 3), ubicado sobre una antigua terraza del río
Caroní, subárea Macagua 11,se observa la presencia de una industria lítica manufacturada
sobre lascas de chert, cuarzo lechoso o cristalino, Jaspe y calcedonia, compuesta por
puntas de proyectil bifaciales pedunculadas con aletas, raspadores laterales, navajas,
perforadores, buriles, percutores de forma esférica, litas esféricos y desechos de talla
(Figura 6: 2-7). Los artefactos se hallaron incrustados en la superficie de un estrato de
arcilla caolinítica de color gris, bajo un estrato de arena estéril de 1.20 m. La parte superior
de dicho estrato estaba recubierta por una capa de humus, en la cual se hallaron tiestos
decorados pertenecientes a la Tradición Barrancas Clásico.
En la subárea Caruachi se hizo el hallazgo superficial de puntas bifacialespedunculadas
trianguloides con aletas, reminiscentes de lasde la Tradición Guayana. La distribución azarosa
de dichas puntas, podría indicar que los sitios donde se recolectaron las puntas de proyectil
no correspondiesen con· paraderos o campamentos temporales, sino que se tratase de
fiechas o armas arrojadizas extraviadas durante el curso de las Jamadas de caza.
Puntas bifaciales pedunculadas con aletas del mismo tipo se encuentran en posibles
campamentos de cazadores recolectores ubicados en el Medio y Alto Caroní, sitios San
Pedro de las Bocas (Martín como pers. 1996), Tupukén (Cruxent 1971, Rouse & Cruxent
1963), Kukenán e Icabarú, Bajo Paragua (Dupuy 1956, 1960) asociadas con choppers,
cuchillos bifaciales, raspadores plano-convexos y martillos. La materia prima utilizada es
predominantemente el jaspe, material muy abundante en la región del Caroní-Parguaza.
Complejos líticos similares han sido reportados también en las tierras altas de Guyana, en
las sabanas del norte de Brasil, en las sabanas de Rupununi, en las cuencas de los ríos
Mazaruni y Barama, en el sitio Biche, Trinidad (Boomert 2000), en los raudales de Atures,
Alto Orinoco (Barse 1989, 1990, 1995) y en el Orinoco Medio (Vargas-Arenas 1981,
Figura 8
Gráfico de Seriación de sitios arcaicos.: subárea Caruachi
·· ..
·..
~: ····
--
--
-~-
- ·-t·
- .=-
·-.
1-
=_. ,
.:.
:-~~
n
:::~""IOSl""'''
! - --
-·.•...•..
-.
¡¡
'='
..
e· ·· .... I
---o
5S;
';' · '" -
.-
.- :.
\ J' 73
Las comunidades recolectoras cazadoras del BaJo Caroní, según el registro arqueológico
de los sitios vinculados a las tradiciones Caroní y Guayana, ca. 10000 y 8000 años antes del
presente, vivían al parecer en sitios al aire libre, campamentos para la caza y pesca y talleres para
la fabricación de artefactos líticos, los cuales se hallaban ubicados en playas del río o sobre
terrazas fluviales. La gente de la Tradición El Espino, por su parte, habitó tanto en campamentos
al aire libre como en aleros y viviendas cavernarias tal como evidencia los sitios G8- 3 y Las Patillas
(GD8-1). Como muestra el sitio Las Tres Colinas (GD68), poseían igualmente talleres vecinos
a las fuentes de materia prima como el chert par-a fabricar artefactos líticos. La Fase A de la
74
t~ N~t\5~~.'~1
,.l.j",~~J..:., ~ eo ~
I
1 ~:::.:..t_':-.•• _
I
t~~ Eíe:'L~oTECA·J
secuencia senada de la subreglón Caruachl (Figura 8), parece represerltarlitransiciüñde una
posible fase climática seca y cálida, representada en el estrato basal de arenas blancas del sitio El
Espino. hacia una posiblemente más húmeda caracterizada por ciclos de periódica acumulación de
sedimentos aluviales. la cual culminaría hacia el año 4000 AP característica que también parece estar
indicada aguas abajo por la secuencia de horizontes existente en la desembocadura de la quebrada
Toro Muerto (Figura 4) la cual, como se observa, comenzando desde el horizonte más antiguo, es
de arena blanca, turba, arena blanca y arcilla limonítica. (Sanoja & Vargas-Arenas 1999a: I 18).
La Fase A
La FaseA. cuya fecha final es de 5290± 60 años AP obtenida para la Cueva de Las Patillas,
fue posible definirla utilizando lastendencias indicadas por la popularidad de las lascasprimarias. las
lascas secundarias. las lascas de rebaje bifacial, las microlascas y las raederas y raspadores, los
fragmentos indeterminados. láminas y guijarros recuperadas en los niveles inferiores de diversas
excavaciones de sítio El Espino y Cueva Las Patillas. Essignificativo, a este respecto, que el gráfico
de seriación cualítativa-cuantítativa de los sitios arqueológicos de lasubregión Caruachi y los fechados
de C 14 indiquen que la habítación en aleros o cuevas podría haber comenzado antes de 5290± 60
AP (3340± 60 años AC) (Figura 8).
flr( 75
La Fase B
En la FaseS fue posible seriar los niveles arqueológicos de la parte media y superior de
la excavación de El Espino utilizando lastendencias indicadas por laslascasde rebaje bifacial, las
microlascas. raspadores. láminas. fragmentos líticos indeterminados, posiblemente desechos
de talla y guijarros. La duración de este fase S, puede estimarse con base a fechas de C 14 que
van desde 5290 ± 60 años antes del presente hasta4400 y 3760 años AP.lascuales cubren un
período aproximado de 890 años. Estafase parece indicar un período de transición marcado
por el empobrecimiento del ajuar original de instrumentos líticosde laTradición El Espino, en un
escenario de posibles cambios climáticos.
La Fase C
El inicio del Período Arcaico en el BaJoCaroní, representado por los sitios G8, GD3,
GD9, GD3, El Espino (GD3 1)Y la cueva Las Patillas,entre otros (Figura 2), podría estimarse
entre ca. I 2000 Y 8000 años AP Estefechado tentativo sería consistente con la antigüedad de
9200± 100, 921 O± 120 y 70 I O± 190 años antes del presente (7070, 7260 Y 5060 AC)
para la industria de lascasunifacialesy puntas pedunculadasde aspecto rústico en cuarzo cristalino
halladasen un paleosuelo del estrato franco-arenoso del sitio Atures, EstadoAmazonas, y podría
ser también posible indicador de una formación boscosa más densa que la presente (Barse
1995: 108: 1989, 1990, 1999). Podríamos mencionar también, como ya se dilO, la fecha de
821 O± 190 años AP relacionada con el contexto recolector cazador del sitio La Gruta, Medio
Orinoco, donde aparecen puntas triangulares pedunculadas en cuarzo cristalino en asociación
con talones de propulsor tallados en el mismo material (Vargas 1981).
Esimportante señalar también que, como ya dijimos, tanto la seriación arqueológica
como las fechas de C 14, parecieran indicar que la tradición de arte parietal presente en la
cueva de Las Patillas, área de Caruachi, Bajo Caroní, podría haber comenzado en períodos
tempranos, relacionada quizás con la aparición misma de poblaciones arcaicas en la cuenca
del río. Como explicamos anteriormente, la ocupación humana del sitio El Espino parece
haber comenzado en una fase climática seca y cálida, con una antigüedad que se podría
estimar en ca. 8000 años AP como testimonia el estrato basal de arenas blancas sobre el
cual se asienta el depósito arqueológico (Ab'Saber 1982). Posteriormente, se habrían
producido otros eventos climáticos posiblemente vinculados con períodos húmedos y
lluviosos que ocasionaron un gran arrastre de sedimentos coluviales, fases de inestabilidad
climática que se situaría alrededor de 6000-5000 años antes del presente.
Un indicador local de estos probables eventos climáticos podría ser el piso de guijarros
localizado en el estrato superior del sitio El Espino, donde predominan los conglomerados.
Dicho piso aparece en el corte transversal de la estratigrafía como una línea de piedras en
pendiente, la cual prefigura una especie de paleocauce o cañada de regular amplitud. El lecho
de conglomerados marcaría, posiblemente, una fase de deposición de sedimentos pesados
durante un proceso de arrastre de sedimentos coluviales. En el caso presente, la existencia de
los núcleos y guijarros no está circunscrita exclusivamente a la líneade piedras que se encuentra
entre 63 y 90 cm de profundidad, sino que se hallan igualmente dispersos a lo largo de los
estratos subyacentes hasta el nivel VIII de la cuadrícula 0/2 de la secuencia seriada. En tales
circunstancias se podría considerar que el proceso de arrastre de material coluvial se produjo
estacionalmente antes de la formación del piso de la línea de piedras del estrato 63-90 cm, y
que esta última indicaría una fase de intensificación de dicho proceso ocurrida entre 4400
años AP (2450±60 AC y 3750 años AP (1800±50 AC), correspondientes al final la Fase
B de la secuencia del Bajo Caroní y al final de la ocupación del sitio El Espino.
Episodios como el descrito solo pueden ser comprendidos dentro de la matriz de
cambios paleoclimáticos post pleistocénicos que afectaron al oriente de Venezuela,
particularmente los cambios de nivel del mar que incidieron en laformación del delta del Orinoco
77
hace 8000 años AR relacionados con la presencia inicial de grupos arcaicos litorales (Sanoja &
Vargas-Arenas 1995. I 999a. I 999b. 1999c). Eventos relevantes como éste deben a su vez
haber ocasionado fiuctuaciones de nivel del río Orinoco durante el Holoceno Temprano y
Medio. afectando la vida de las comunidades cazadoras recolectoras que habitaban el río Caroní
para ese momento.
Para ilustrar la importancia de dichos eventos. podríamos establecer brevemente una
teleconexión entre los mismos y los procesos transgresivos del océano Atlántico que -según las
conclusiones de la Orinoco ShelfExpedition- comenzaron a afectar el litoral del noroeste de
Venezuela entre 13000 y 1 1000 años antes del presente. produciendo una subida del nivel del
mar sobre la cota baja de finales del Pleistoceno (Nota 1958:6. KoldewiJn 1958: 105. van
Andel & Sachs 1964). la cual alcanzó la curva de nivel de 4 m sobre el nivel del mar en 6500 años
AP o 4550 años AC (van Andel & Postma 1954:27). sumergiendo así la mayor parte del
antiguo litoral atlántico venezolano. Una fecha de C 14 de 9500 años AP data el inicio de una
nueva transgresión marina en el flanco norte del golfo de Paria. mientras que otra. de 8000 años
AP señala el inicio de la formación del delta del Orinoco. relacionada a su vez con el inicio de las
fases transgresivas de la Serie Demerara del litoral de Guyana. Surinam y la Guayana Francesa.
9000-6000 años antes del presente (C1apperton 1995: 569-72, SanaJa & Vargas-Arenas I 999c:
150-151), coincidente a su vez, cronológicamente, con el período seco que marcaría el inicio de
la ocupación de los sitio El Espino y Las Patillas y la fase seca que corresponde con la expansión
del ambiente de sabana en los Llanos Orientales de Colombia (Berrío et al. 2000: 134).
La ocupación humana del Bajo Caroní se relaciona también con la presencia de grupos
de recolectores pescadores marinos en el litoral de Paria, Edo. Sucre, noreste de Venezuela,
antes de 5600 ± 200 AP Otros grupos recolectores se hallaban asentados hacia 7000-6000
AP alrededor de un antiguo estuario que se habría formado para la fecha en el río San Juan,
afluente del delta del Orinoco, como consecuencia de lasfases transgresivas del océano Atlántico
(Sanoja & Vargas-Arenas 1995, 1999a, 1999b, I 999c). Las fechas de 5290±60 AP y 4400
AP, para el sitio El Espino, corresponden también con la de 4600 ± 70 para el sitio Las Varas,
Golfo de Cariaco, Edo. Sucre, asociado con una fase transgresiva del mar, la formación de
lagunas litorales de agua salobre, el origen de la vegecultura y de las aldeas sedentarias sin
cerámica en el noroeste de Venezuela.
Como se observa, la historia de las sociedades arcaicas del Bajo Caroní habría que
entenderla en su asociación con los eventos climáticos que habrían determinado la formación del
delta del Orinoco y con las antiguas poblaciones arcaicas litorales del noreste de Venezuela, las
cuales tienen su correlato en las similares del litoral atlántico brasileño, Guyana y la vecina isla de
Trinidad y las poblaciones arcaicas del Orinoco Medio (Sanoja & Vargas-Arenas 1995, I 999a,
I 999b, I 999c).
Esdado suponer que el aumento del nivel de las mareas en las bocas del Orinoco habría
afectado también el nivel del mismo río y de su afluente más importante en el Bajo Orinoco, el
río Caroní. En los estuarios fósiles formados en el río San Juan y el golfo de Paria durante aquella
78 " "
época, al subir el nivel de las aguas del río o del golfo, los ríos que descargaban sus aguas y sus
sedimentos en ambos estuarios desarrollaron en sus desembocaduras especies de formaciones
deltaicas o albardones constituidos por arenas limosas (SanoJa & Vargas-Arenas 1995: 122,
149). En el tope de las mismas se constituyeron, desde 6000-5600 años antes del presente,
aldeas o campamentos semi permanentes de recolectores pescadores marinos. En el sitio Remigio,
el espesor del depósito arqueológico alcanza 2 m de profundidad yen el sitio Guayana, 2.70 m,
evidenciándose en ambos una larga serie de pisos o fases de ocupación que duró 5000 y 3000
años respectivamente (Veloz-Maggiolo 1991, Sanoja& Vargas-Arenas 1995: Figuras 2 y 7).
Partiendo de lo anteriormente expuesto, es importante analizar el contexto geomorfológico
del sitio El Espino, en cuya formación parecen haber influido procesos aluvionales vinculados a
cambios del nivel del río Caroní. Los sectores más altos del albardón donde se formó el sitio
arqueológico indican que el nivel de lasaguas pudo alcanzar, episódicamente, niveles superiores a
3,50 m respecto al cauce actual, alternando con niveles similares a los actuales o más bajos. En la
filmación que se hizo del s~io El Espino durante su excavación, se observa que en ciertas cuadrículas
abiertas en lasáreas de mayor altura hay presencia de un paleosuelo o capa húmica de color negro.
En otras cuadrículas, a mayor profundidad que en las anteriores, aparecen otros paleosuelos
similares a los que recubren el piso de piedras ya aludido. Es posible que ello indique diversos
episodios de estabilidad del nivel de lasaguas del río, los cuales permitieron la formación de suelos
húmicos y vegetación, posiblemente bosques de galería, sobre el albardón que corre paralelo al río.
Fechas de Cl4 de los períodosAy B de El Espino como lasde 5290, 4400 y 3750 añosAP son
coincidentes con lasque marcan la expansión de los bosques de galería y de Mouritio en los Llanos
Orientales de Colombia, indicativo de mayores precipitaciones lluviosas y estaciones secas más
cortas (Berrio et al. 2000 134).
La Presencia de la Alfarería
Las muestras de carbón que permitieron el fechamiento de la capa superior del sitio El
Espino, que indican una antigüedad de 5290,4400 y 3750 años AP fueron recolectadas, la
primera en el sitio Las Patillas, la segunda en el estrato inmediatamente debajo de la línea de
piedras que formaban el piso ya mencionado y, la tercera sobre dicha línea. En el estrato que
se halla sobre la línea de piedras, se recolectaron 5 pequeños fragmentos de alfarería pulida, A
la luz de los conocimientos actuales sobre el Bajo Caroní, podríamos relacionar dichos
fragmentos con la alfarería pulida similar, decorada con pintura roja y modelado, que hallamos
posteriormente en el abrigo Las Patillas (Figura 7: 5) con una antigüedad de 281 O± 160 AP
(860 años antes de Cristo). Es más verosímil que se trate de fragmentos arrastrados desde
sitios arqueológicos que se hallan a mayor altura, en la pendiente que baja hacia el río.
En tal sentido es conveniente resaltar la existencia de la fecha de radiocarbono de
3500±90 AP, para el estrato superior del sitio Guayana, golfo de Paria, que permite datar la
presencia de fragmentos de alfarería rústica en dicho conchero. A la luz de los nuevos datos para el
ur (j 79
Bajo Orinoco. podemos recordar la presencia de fragmentos de alfarería en el abrigo Las Patillasdel
Bajo Caroní (Figura 7) para 281 O::':: 160 años AP conjuntamente con la de la capa superior del
abrigo G8-3. raudales de Caruachi. (Sanoja et al. 1996: Fotografía 8; Sanoja & Vargas-Arenas
2003). En este último caso. la alfarería parece ser reminiscente de la de la Serie Cedeñoide del
Orinoco Medio, para la cual existe una fecha muy cercana de C 14 de 2890::':: 145 años AP la cual
está datando posiblemente una alfarería local relacionada con las poblaciones arcaicas del Medio y
BaJOOrinoco (Zucchi & Tarble 1984).
La representación pictórica de diversos objetos de uso doméstico presentes en las
pinturas rupestres de la cueva del Elefante, tales como abanicos tejidos con hojas de palma, rallos
de yuca, arpones, etc., así como las ilustraciones de una fauna diversa compuesta por reptiles,
lagartos, pájaros, venados, etc., nos remite a la presencia de actividades de caza. Hacia finales de
la Fase C aparece también la alfarería, marcando el ocaso de la vida independiente de las
comunidades arcaicas, subsumidas luego dentro de la esfera de vida de las comunidades
agroalfareras que comienzan a asentarse en el Bajo Caroní desde los primeros siglos de la era
cristiana.(Sanoja & Vargas-Arenas 1970,2003).
Según Wilbert (1961: 238-242), los waica o yanoama, serían relictos de las poblaciones
paleoamericanas que poblaron a Suramérica. Aquellas se habrían separado de los warao, otro
grupo arcaico vinculado a los primeros pobladores de Suramérica. hace más o menos 4500 años.
Kirchoff ( 1948) por su parte, se refiere también a aquellas tribus de recolectores-pescadores,
como una cultura contemporánea. pero anterior a la de los grupos agricultores del Orinoco.
En su reciente obra, Layrisse y Wilbert (1999:40; 152-163) demuestran, mediante el
análisis del antígeno Diego, que los primeros inmigrantes que pusieron pié en el continente
americano antes de 40000 AP eran. posiblemente de una filogenia no mongoloide de poblaciones
del este de Asia. las cuales no presentaban el Factor Diego. Según dichos autores, los primeros
Paleo-mongoloides que eran también Di( -). comenzaron a entrar en A1aska hacia 30000 años
AP llegando al istmo de Panamá alrededor de 25000-23000 AP Para ese momento, el paisaje
continental era el típico de los interglaciares, comenzando a entrar en una fase característica de
los estadías glaciales. Aquellas antiguas poblaciones comenzaron a desarrollar un modo de vida
que explotaba cíclicamente los recursos de subsistencia, tanto litorales como los de lastierras del
interior del continente, transformándose eventualmente en recolectores generalizados dentro
del marco de los profundos cambios paleoclimáticos que afectaron tanto la cuenca amazónica
como la del Orinoco.
Entre 14000 y 10000 años AP encontramos poblaciones de recolectores cazadores
generalizados en la región sureste de Brasil, conocidos como Tradición Itaparica (Schmitz
1987. Dillehay et al. 1992), caracterizada por una industria de lascasunifaciales en cuarcita. arenisca
silíceao chert, así como diversos complejos culturales en el Alto Madeira (Miller 1992) con lascas,
80