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Principios de la educación
La educación peruana tiene a la persona como centro y agente fundamental del proceso
educativo. Se sustenta en los siguientes principios:
a) La ética, que inspira una educación promotora de los valores de paz, solidaridad, justicia,
libertad, honestidad, tolerancia, responsabilidad, trabajo, verdad y pleno respeto a las normas
de convivencia; que fortalece la conciencia moral individual y hace posible una sociedad
basada en el ejercicio permanente de la responsabilidad ciudadana.
c) La inclusión, que incorpora a las personas con discapacidad, grupos sociales excluidos,
marginados y vulnerables, especialmente en el ámbito rural, sin distinción de etnia, religión,
sexo u otra causa de discriminación, contribuyendo así a la eliminación de la pobreza, la
exclusión y las desigualdades.
d) La calidad, que asegura condiciones adecuadas para una educación integral, pertinente,
abierta, flexible y permanente.
“La finalidad de la educación es infundir sabiduría, la cual consiste en saber usar bien nuestros
conocimientos y habilidades. Tener sabiduría es tener cultura y la cultura es la actividad del
pensamiento que nos permite estar abiertos a la belleza y a los sentimientos humanitarios.”
Otro filósofo importante del siglo XX, José Ortega y Gasset, reafirma la importancia de la
cultura (de la sabiduría, en términos de Whitehead) en su obra La misión de la Universidad,
donde afirma:
Whitehead defiende la relevancia de impartir sabiduría, cultura, como uno de los fines de la
educación. Considera que la simple instrucción favorece las ideas inertes, es decir, los
conocimientos muertos, el conjunto de pensamientos que la mente recibe pero no utiliza,
verifica o transforma en nuevas combinaciones. Una sociedad que da lugar a las ideas inertes
debilita los ideales educativos, permitirlo resulta inútil y perjudicial.
Para superar las ideas inertes, el estancamiento mental, el filósofo propone que las
instituciones educativas y el docente deben asumir dos premisas: “no enseñar demasiadas
materias y lo que se enseña, enseñarlo a fondo.”
Sin embargo este modo de pensar que se halla instituido, hoy debido al
correr del tiempo, a las transformaciones sociales y económicas, y a la revolución
tecnológica redobla su apuesta, la escuela no solo debe brindar el aprendizaje
de contenidos, sino también debe enseñarle al niño acerca de sus derechos, del
respeto, del afecto, del juego, de los límites y prohibiciones etc.
Los niños permanecen hoy mucho más tiempo en las escuelas que en sus
casas, el tiempo se desdibuja y la disponibilidad libidinal de los padres se
volatiliza. Se vuelca en todas partes y, a la vez, en ninguna. Aclaremos que lo
que intento decir es que la educación en tanto escolaridad, no es soportable. Si
bien la escuela le ofrece al niño el medio para socializarse en paralelo a la
adquisición de los útiles de la cultura y de los medios lógicos del pensamiento,
la familia es la socialización primaria y necesaria. La institución social por
excelencia. En lo sucesivo y progresivamente el niño ira en cada caso
estableciendo nuevos lazos y liberándose de las ataduras familiares que le
fueron impuestas, lo cual es también necesario para que allí el sujeto advenga
como tal.