Sunteți pe pagina 1din 3

Antecedentes y construcción del Plan

Se buscó que este Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021 esté alejado de la visión
estática y rígida de la planificación tradicional. En cambio, se intentó convertirlo en un
instrumento comprensible y dinámico, dirigido a la ciudadanía. Es importante recalcar, a
razón de esto, que se contó con la participación tanto de expertos académicos como con
la de varias agencias de la Organización de las Nacionales Unidas, tales como la
Organización Internacional del Trabajo, Organización Internacional para las Migraciones y
ONU Mujeres, mismas que aportaron en los contenidos de las propuestas, así como en el
desarrollo metodológico del mismo.
De esta manera, el presente Plan Nacional ha reconocido la importancia de promover el
desarrollo integral de los individuos durante todo el ciclo de vida, de implementar el
enfoque basado en el ejercicio y garantía de derechos y consolidar el Régimen del Buen
Vivir (plasmado en la Constitución de Montecristi). En este sentido, el Plan ha puesto
como centro a la naturaleza y a las personas –en sus distintas expresiones colectivas y
organizativas–, como sujetos titulares de derecho; en este carácter, son la primera
prioridad para el proceso de desarrollo nacional. Para esto, a su vez, se ha propuesto que
el sistema estatal sea portador de obligaciones y garante de los mismos, bajo los
principios de transparencia, rendición de cuentas, igualdad y no discriminación. El Plan:
• Reconoce y celebra la igualdad en la diversidad que poseen los diferentes sujetos de
derechos. • Incorpora el enfoque de género y el lenguaje inclusivo.
• Visibiliza a las mujeres en su diversidad y atiende a las problemáticas específicas y
acciones afirmativas.
• Plantea acciones para la reafirmación y ejercicio pleno de derechos de los niños, niñas,
adolescentes, jóvenes y adultos mayores, personas con discapacidad y sus familias; así
como de los pueblos y nacionalidades indígenas, del pueblo afroecuatoriano y del pueblo
montubio, de personas lesbianas, gay, bisexuales, transexuales, travestis, transgénero,
intersexuales y queer (LGBTTTIQ), de las personas privadas de su libertad y de las
poblaciones en situación de movilidad humana y sus familias, entre otros.
Con estos antecedentes, el presente documento procura:
1) Generar políticas integrales y metas que permitan monitorear el cierre de brechas y el
ejercicio pleno de los derechos –entendiendo como un reto a superar la incorporación de
la ciudadanía en el seguimiento y evaluación de las políticas públicas.
2) Definir herramientas que permitan la planificación y gestión territorial con una
asignación adecuada de recursos.
3) Definir lineamientos que orienten el gasto público y la inversión de recursos, así como
la coordinación del Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa con el
Sistema Nacional de Finanzas Públicas.
4) Desarrollar un sistema nacional de información que dé cuenta de la diversidad
poblacional y territorial del país, aportando oportuna y pertinentemente con fuentes
estadísticas y registros administrativos para la toma de decisiones.
Para tales fines, el Plan Nacional de Desarrollo 2017–2021 propone el abordaje de los
objetivos y la política pública nacional a partir de tres ejes: 1) la garantía de derechos a lo
largo del ciclo de vida, 2) una economía al servicio de la sociedad, y 3) la participación de
la sociedad y la gestión estatal para el cumplimiento de objetivos nacionales;
considerando como pilares fundamentales la sustentabilidad ambiental y el desarrollo
territorial equitativo.

Las políticas contenidas en este Plan son de carácter nacional y responden a una lógica
integral de gestión estatal y social, la cual reconoce la responsabilidad de las distintas
funciones del Estado, niveles de gobierno, la sociedad y diversos actores económicos en
el cumplimiento de los objetivos y metas para el país.
A causa de esto, una de las características que distinguen al presente Plan Nacional de
Desarrollo de versiones anteriores es que no cuenta con lineamientos para
implementación de políticas, en la medida en que se considera que el Sistema Nacional
Descentralizado de Planificación Participativa se concibe como un ente dinámico y
complementario con las distintas herramientas de planificación nacional y territorial
anteriormente mencionadas.
El Plan Nacional de Desarrollo se complementa con la Estrategia Territorial Nacional, que
representa la oportunidad de concretar un modelo territorial futuro para Ecuador,
considerando su diversidad, tanto cultural como natural. Busca ser un marco que potencie
la unidad y la complementariedad entre la población, sus asentamientos humanos, sus
actividades y relaciones, su identidad y cultura, en función del medio físico que las
sostiene. El enfoque metodológico para la construcción de la Estrategia Territorial
Nacional analiza el territorio desde cinco componentes: biofísico; socio-cultural;
económico-productivo; asentamientos humanos y medio construido; y, político
institucional; para posteriormente tener una interpretación del modelo territorial actual a
partir de tres directrices territoriales que se relacionan de manera directa con los ejes
definidos para el Plan Nacional de Desarrollo.
1) Cohesión territorial con sustentabilidad ambiental y gestión de riesgos.
2) Acceso equitativo a infraestructuras y conocimiento.
3) Gestión territorial y gobernanza multinivel; Finalmente, el Plan cuenta con un esquema
anual y plurianual de inversiones; así como con el establecimiento de intervenciones
emblemáticas concretas, correspondientes con el plan de gobierno. Es a partir de estos
aportes que se medirá el rendimiento de la acción pública en áreas claves para el
desarrollo nacional. Cada una de estas intervenciones emblemáticas debe implementarse
de manera prioritaria e intersectorial, pero, sobre todo, en coordinación con los diferentes
niveles de gobierno y otras funciones del Estado. En ello, es fundamental que se observe
el régimen de competencias, así como su complementariedad hacia inversiones privadas
y hacia la economía popular y solidaria; con lo cual potenciar su efecto y sostenibilidad.
La propuesta de ejes, objetivos, políticas y metas contenidas en este Plan parten de una
evaluación previa de los planes anteriores, tanto en gestión como en resultados. Desde
este punto se reconocen las transformaciones estructurales que han ocurrido durante la
última década. Se ha tomado en cuenta las oportunidades y capacidades generadas para
el desarrollo social y el fortalecimiento del talento humano nacional, así como la
instalación de infraestructura pública –en los ámbitos logístico, operativos y de
telecomunicaciones– y la consolidación de una matriz energética diversificada del país. A
su vez, la evaluación de los anteriores planes permitió proyectar una gestión más eficiente
de la planificación nacional; su resultado, entonces, es un Plan Nacional de Desarrollo
más sintético, accesible y directo, que asume el rol de los instrumentos y entidades
complementarias del Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa.
Todo esto se ha hecho con miras a reconocer la importancia de cumplir con la garantía de
los derechos plasmados en la Constitución, así como con todo lo contenido en el
Programa de Gobierno. En tanto, esto ha permitido dar lugar a una propuesta de objetivos
nacionales, que contienen políticas públicas, metas e indicadores.

S-ar putea să vă placă și