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Determinación de densidad, aparente punto marchites permanente, porosidad, en el laboratorio

de suelos de la escuela profesional de agronomía

Objetivos

 Conocer el método que se utiliza en el laboratorio de escuelas de agronomía


 De densida Parente
 De punto de marchites permanente}
 Porosidad del suelo

Carco teorico

Factores que la afectan


Son la composición y la estructura. Por ejemplo, suelos arenosos tienden a tener
densidades mayores que suelos muy finos, al mismo tiempo en suelos bien
estructurados los valores son menores. La densidad aparente del suelo es un buen
indicador de importantes características del suelo, tales como porosidad, grado de
aireación y capacidad de drenaje. En un tipo de suelo los valores bajos de densidad
aparente implican suelos porosos, bien aireados y con buen drenaje. Por otro lado,
si los valores son altos, quiere decir que el suelo es compacto o poco poroso, que
tiene poca porosidad en su composición, que la infiltración del agua es lenta, lo cual
puede provocar anegamientos.

Densidad aparente y densidad real del suelo


La densidad aparente es una magnitud aplicada en materiales porosos como el
suelo, los cuales forman cuerpos heterogéneos con intersticios de aire u otra
sustancia normalmente más ligera, de forma que la densidad total del cuerpo es
menor que la densidad del material poroso si se compactase.

Cálculo
En el caso de un material mezclado con aire se tiene:
Pap=Map / Vap = (Mr + Maire) / (Vr + Vaire)

La densidad aparente de un material no es una propiedad intrínseca del material y


depende de su compactación.
La Densidad aparente del suelo (Da) se obtiene secando una muestra de suelo de
un volumen conocido a 105°C hasta peso constante.
Da = WSS / VS
Donde:
Wss: Peso de suelo secado a 105°C hasta peso constante.
Vs: Volumen original de la muestra de suslo.
La densidad aparente del suelo se expresa en g/cm3

Se debe considerar que para muestras de suelo que varíen su volumen al momento
del secado, como suelos con alta concentración de arcillas 2:1, se debe expresar el
contenido de agua que poseía la muestra al momento de tomar el volumen.
La porosidad

del suelo viene representada por el porcentaje de huecos existentes en el mismo frente al
volumen total.

La porosidad depende de la textura, de la estructura y de la actividad biológica del suelo. Cuanto


más gruesos son los elementos de la textura mayores son los huecos entre ellos, salvo si las
partículas más finas se colocan dentro de esos huecos o sí los cementos coloidales los obturan. No
obstante lo más corriente es que los suelos con elementos gruesos presenten poros también
gruesos y los suelos limosos y arcillosos, huecos muy numerosos pero de pequeño tamaño. La
materia orgánica contribuye a aumentar sensiblemente la porosidad. Son por tanto los suelos
coloidales los que tienen la mayor porosidad.

La influencia de la estructura es tan evidente que a menudo se utiliza el valor de la porosidad para
dar una idea de la estructura del suelo; además los agentes que destruyen la estructura
disminuyen la porosidad, como por ejemplo el apisonado.

El tercer factor que tiende a desarrollar la porosidad es la actividad biológica del suelo,
especialmente la de la microfauna. En los suelos cuya actividad biológica es intensa se observa con
frecuencia, al lado de las huellas del recorrido de las lombrices, un gran número de canalículos
finos que resultan del trabajo de pequeños insectos. Cuando este tipo de poros resulta
predominante se dice que el suelo tiene una porosidad tubular.

La porosidad constituye el dominio natural de las fases líquida y gaseosa del suelo, siendo la
primera la que por su variabilidad límita el espacio ocupado por la segunda.
El calculo de la porosidad total puede
hacerse mediante los valores de los tipos
de densidad que acabamos de
considerar, de forma que la masa de la
fase sólida de un volumen unitario
vendria expresado por el valor de la
densidad aparente, y el volumen
ocupado por esa fase solida lo definiria el
cociente entre su masa y la densidad real
de dicha fase sólida:

Masa de suelo en un metro cúbico


= da Mg

Volumen ocupado por la masa anterior


= da/dr m³

Volumen de poros en un metro cúbico de suelo = ( 1 - da/dr ) m³

El porcentaje de porosidad vendrá expresado por:

P = 100 ( 1 - da/dr ) %

Siendo da y dr los valores de densidad aparente y real respectivamente y P el porcentaje de


huecos del suelo u horizonte considerado.

Para una correcta aireación del suelo y una buena retención de agua, es conveniente que la
porosidad se sitúe entre el 40 % y el 60 %. Valores menores del límite inferior pueden crear asfixia
en las raíces, contenidos de agua retenida muy bajos, o ambas cosas a la vez. Un valor superior al
límite máximo supone una dificultada para el contacto entre el suelo y las raíces de las plantas.

En el suelo se distinguen de forma tradicional pero empírica y a menudo arbitraria una


macroporosidad y una microporosidad.

La macroporosidad, o porosidad no capilar, esta formada por huecos grandes, que están ocupados
frecuentemente por aire. A menudo se presentan en forma de grietas que separan los agregados e
incluso penetran en los mismos. Su importancia depende sobre todo de la estructura del suelo, de
su grado de fisuración y parcialmente de la textura. Es mas elevada en suelos arenosos.

La microporosidad depende también de la estructura pero sobre todo de la textura y de la


actividad biológica. Es muy grande en los suelos ricos en elementos finos y en los dotados de una
microfauna numerosa y activa.

El límite entre macro y microporosidad esta fijado por algunos autores en 10 mm y por otros en
8 mm, más lógico ya que corresponde al límite superior de la capacidad de retención de agua, en
el cual ésta está retenida con tal fuerza que no es susceptible de desplazamiento vertical por
acción gravitatoria, de modo que esos poros, una vez llenos de agua, permanecerían siempre así si
no se aplica alguna fuerza externa que la desplace. Para darnos una idea del tamaño de poros
diremos que por encima de las 30 mm el agua de gravedad puede circular libremente; por debajo
de 20 mm no pueden penetrar los protozoos, por debajo de 1 mm no pueden hacerlo los pelos
radiculares y por debajo de 0,2 mm no les es posible a las bacterias. En un suelo bien constituido la
porosidad se reparte aproximadamente a partes iguales entre macro y microporosidad.

Una porosidad elevada es extremadamente favorable a la vegetación ya que facilita el


arraigamiento, asegura la conservación del agua y favorece los cambios entre el vegetal y el suelo,
permitiendo la difusión del agua y del aire. Pero el espacio poroso se halla distribuido entre toda la
masa del suelo, existiendo huecos de diferentes formas y tamaños con orientaciones muy
distintas.

Las grietas de retracción pueden tener varios centímetros de anchura y alcanzar hasta un metro de
profundidad pero en el momento en que el suelo se humedece se cierran y desaparecen. Por ellas
puede circular el agua aunque usualmente pertenecen al dominio del aire. Algo similar ocurre con
los espacios existentes entre los agregados del suelo, de menor tamaño que las anteriores pero
pertenecientes también al dominio gaseoso.

Los huecos intrapedales, del interior de los


agregados, suelen pertenecer a la microporosidad aunque también pueden existir algunos de
mayor tamaño.

Naturalmente, la circulación del agua está influida por el volumen ocupado por la macroporosidad,
pero también por la forma y distribución de los poros correspondientes.

En ocasiones se forman una especie de burbujas conocidas como "vesículas", que no están
interconectadas con el resto del sistema poroso por lo que aunque su tamaño es grande no
participan del sistema de circulación del agua y siempre están llenas de gas.

Una correcta distribución de los fluidos del suelo requiere una buena distribución entre macro y
microporosidad, que suele estimarse en volumenes semejantes, de modo que cada una ocupe
entre un 40 % y un 60 % del total. Las desviaciones hacia la microporosidad generan un ambiente
asfixiante y reductor con escaso suministro de oxígeno a las raíces. La contraria supone un buena
aireación pero una retención de agua insuficiente. Es más importante está distribución que el valor
total de porosidad del suelo.
La medida de ambos valores suele hacerse en función del agua retenida con determinada
intensidad, como veremos en el apartado correspondiente, pudiendo calcular a partir de ella el
valor de la microporosidad, mientras que el de la macroporosidad se obtiene por diferencia entre
la anterior y el valor total.

Procedimiento

Porocida

1. En una probeta se toma la muestra


2. Se echa agua destilada
3. Se homogeniza la muestra
4. Con una varita de agita la muestra de suelo
5. Se espera 5 minutos

Conclusiones

 Se conoció los diferentes métodos de análisis para los diferentes tipos de estudios

Bibliografía

repositorio.sena.edu.co/bitstream/11404/2785/1/practicas_campo_laboratorio_suelos.pdf

www.ecured.cu/Densidad_aparente

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