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1.

Objetivos de este libro'

Un o de lo s ob je ti vo s qu e no s pl an te amos al in ic ia r es te es tudi o fu e el
de pro por cio nar un lib ro de consu lta que fue ra úti l par a ant rop ólo gos , pero
esperamos que también sea una contribución a la política comparada.Estamos
segur os de que hem os alcanza do el pr ime r obj eti vo, por cua nto las
sociedades que hemo s incl uido so n repr esen tati vas de lo s tipo s más
comun es de sis temas po lít ico s afr ica nos; tom adas en su conju nto , deb en
per mit ir al est udi oso de Africa apr eci ar la gra n var ied ad de dic hos tip os.
Lo s oc ho si st em as de sc ri to s en el pr es en te tr ab aj o pe rt en ec en a ár ea s
bi en di st in ta s de l co nt in en te af ri ca no . La ma yo r pa rt e de la s fo rm as
descrit as son, de hec ho, var iante s de una pauta de organ ización politica
que es común en las sociedades conti guas o vecinas; de ahí se deduce, pues,
que el libr o co mpr ende gran parte de Africa. So mos co nsciente s de qu e
no se ha ll an re pr es en ta do s todo s lo s si stemas po lí ti co s af ri ca no s, pe ro
cree mos qu e dichos en sa yos saca n a la luz todo s los pr inci pios bá sic os de
organización politica africana.
Varios de los col abo rad ores han descrit o los cambi os que han tenid o
lug ar en los sis temas polít ico s por ell os inv est iga dos com o conse cue nci a
de la co nq ui st a y do mina ci ón eu ro pe as . Si no he mo s ac en tu ado es te as -
pecto del tema, es por que la may or ía de los colab orado res está más int e-
res ada en los pro ble mas ant rop oló gicos que en los pro ble mas ad min ist ra-
tivos. Con esto no se quiere de cir que la antro polog ía no esté int eresada
en as un to s pr ác ti co s. En un mo me nt o hi st ór ic o en qu e la po lí ti ca de
gobierno indirecto es generalmente aceptada, nos atreveríamos a sugerir

1. Se trata del libro African Political Systems, compilado por Meyer Fortes y E.
E. Evans-Pritchard, publicado en 1940. El texto incluido en la presente selección
corresponde a la Introduction. (N. del E.)

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que , a lar go pla zo, dic ha pol íti ca sól o puede ser venta jos a si se
compren den los principios de los sistemas política s africano s de que se sus términos funcionales. Es entonces cuando se ponen de manifiesto las semeja nza s
ocupa dicho libro. estruc turales ocultadas por la disparidad cult ural, a la vez que detrás de la pantalla de
la uniformidad cultural aparecen las desemejanzas estruc tur ale s. No hay dud a de que
existe una con exión int rínsec a ent re la. cultura de un pue blo y su org ani zac ión
II. Una muestra representativa de las sociedades africanas soc ial , per o la natura lez a de dic ha conex ió n es uno de lo s pr ob le mas
fu ndamentale s de la soci olog ía, y no pod emos por meno s que ins istir en que no
Cada en sa yo de es te libr o repr es enta la conden sación de un es tudio deb en con fund irs e dic hos componentes de la vida social.
detallado del sistema político de un pueblo concreto. Dicho estudio ha sido Cre emo s que las ocho soc ied ade s aquí descr ita s pro por cio nar án al estudi ante
realizado en fecha reciente por investigadores cualificados en teoría antro- no sólo una perspect iva a vista de pájaro de los principios básicos de organiz aci ón
pol ógi ca, que han utiliz ado los méto dos más mod ern os de trabaj o de pol íti ca afr ica na, sin o que le per mit irá n tambi én ext rae r un cie rto númer o,
campo. La bre veda d de cada ensayo no hace justicia a algunos tema s ele men tal si se qui ere , de concl usi ones de tip o gen era l y teó rico . Sin embargo,
impo rtantes; no obstante, cad a ensayo pr opo rcion a un cri ter io úti l para cab e seña lar que el objetivo princip al de todo s los que han col abo rad o en este lib ro
clasifi car los sistemas pol íticos de otros pue blo s que hab ita n en la ha sid o pro por cio nar un info rme pre ciso y descr ipt ivo , y que han sub ord ina do sus
mis ma áre a. Est e libro no ofrec e un int ent o de clasifi cació n de este esp ecula cio nes teó ric as a dic ho fi n. En ta nto qu e se ha n pe rmit id o ex tr aer
tipo, si bien recon oce mos que, sin dicha cla sifi caci ón, no puede co nclu si on es teór ic as, és ta s vien en de termin ad as en gran pa rt e po r la po si ci ón
emprender se sati sfac tori amen te un estud io com parado de las qu e han to mado co n resp ecto a lo que consti tuye la estruc tura política. No todos
ins tituc iones políticas afr icana s. Ser ía posi ble, pues, es tudiar todo el est án de acue rdo sobr e este punto. Al presentar nues tros punt os de vista, hemos
ca mpo de sociedades ad yac ente s a la luz del sistema ngwato, del preferid o evi tar tod o tip o de re fer encia s a los esc rit os de los fil óso fos pol íti cos; al
sistema tale, del sistema ankole, del sistema bemba, etc. y, median te act uar de esta for ma estamo s seg uro s de con tar con el apo yo de tod os los autores
aná lisis, for mular los ras gos bás ico s de una ser ie de sistema s po lí ti co s que han colaborado en este libro.
qu e se en cu en tr an en gr an de s ár ea s. Es mu y pr ob ab le qu e el aná lisi s
de los res ulta dos obtenid os mediant e dichos estudio s comp arad os, en
campos don de un gra n aba nico de soc iedade s que se car act eri zaran por III. Filosofía política y ciencia política comparada
po seer en com ún numer osos rasgo s de sus sis temas po lític os,
permi tiera llega r a ge ner al izac io nes ci en tí fica s vá lida s; es te Nu es tr a op in ió n es qu e la s te or ía s de lo s fi ló so fo s po lí ti co s no no s han
pr ocedimi ento es más adec uado que el de comparar soci edad es concreta s ayu dado a compr end er las soc ied ade s que hem os inv est iga do; es por ello que los
que pert enezcan a área s y tipos políticos diferentes. co nsi der amo s de escaso val or cient ífi co . La raz ón princ ipal es que las
con clusio nes de dic has teo ría s no aco stu mbran a est ar for mulada s en ba se al
No queremo s con ello sug erir que los sis temas políticos de las
co mpo rtamie nto ob serv ad o, o no son susc ep tibles de ser contrastadas mediante este
sociedades que manifiestan un alto nivel de semejanza cultural general son
criterio. La filosofía política se ha ocupado fundame ntalment e del debe r ser, es decir,
nec esa ria men te del mis mo tip o, si bie n por regla gen era l tie nde n a
de cómo debe rían vivir los hombres y de qué tip o de gob ierno deber ían tener , y no
ser lo. Sin embargo, es importa nte no olvidar que a menu do nos
de cuá les son sus costum bres e instituciones políticas.
enco ntra mos con que en un áre a cul tur al o lingü íst ica concr eta exi ste n
var ios sis temas po líti cos que pre sent an dife rencia s impo rtantes entr e sí. En ta nt o qu e lo s fi ló so fo s po lítico s ha n tr at ado de en te nd er la s in s tituc iones
Inversamente, socieda de s de cu lt ur a to ta lm en te di fe re nt e ti en en a exist entes, en vez de tra tar de justi fic arlas o de soc avarlas , lo ha n he ch o en
ve ce s el mi sm o ti po de est ructu ras polit ica s. Esto pue de ver se inc lus o fu nc ió n de la ps ic ol og ía po pu la r o de la hi st or ia . Po r lo común han uti lizado
en las oc ho soc ied ade s estudiadas en este libro. También sucede que hip ótesis sob re etapa s pr imi tivas de la soc ied ad humana en las que se sup oní a que
procesos sociales con idénticas fun cio nes pue den manifesta r con tenido s no exi stí an ins tit uci one s pol íti cas , o han desplegado dichas etapas en una forma muy
cultur ale s tot alment e dif ere ntes. Es to puede il ustrarse claramen te en la rudimentaria, tratando de recon str uir el pro ces o mediante el cual las ins titucione s
fu nci ón de la ideología ritual en la organización política africana. Entre pol íticas típ ica s de sus prop ias sociedad es han evol ucio nado a partir de las forma s
los bemba, los banyankole, eleme ntales de organización. Para validar sus teorías, los filósofos políticos de nuestros
ked e y los tal lensi los val ore s mís tic os van uni dos al car go pol íti co,
per o los sí mbolos e in sti tuc io nes en qu e se ex pr es an di ch os valore s 87
son mu y dis tin tos en cad a una de las cuatr o soc ied ade s. Un est udi o
compa rad o de los sistem as pol íticos tie ne que rea liz ars e en un pla no
abs tra cto don de los procesos sociales queden despojados de su idioma
cultural y reducidos a
día s rec urren a menudo a los datos que aporta n las soc ied ades pri miti vas. sta tus de los reyes y de las cla ses, de los roles de los fun cionarios adm i-
Si en oc as io ne s di ch os da to s le s in du ce n a er ro r, no es cu lp a su ya , ya nis tra tiv os de un tip o u otr o, de los pri vil egi os aso cia dos al ra ngo , de las
que se han hecho pocas investigac iones antr opológicas de los sist emas po- di fere ncia s de ri qu ez a y de po de r, de la re gu la ci ón de lo s impu es to s y
litico s primitivos si las comparamos co n la s in ves tigac io nes que se han de lo s tr ib ut os , de la s di vi si on es te rr it or ia le s de l Es ta do y su re la ci ón
rea lizado con respec to a otr as instituciones, cos tumbre s y cre encias pri mi- con la aut orida d centr al, de los der echos de los súb ditos y de las obliga-
ti va s; en el ca mpo co mpar at iv o, lo s es tu di os de lo s si st em as po lí ti co s cio nes de los dir ige nte s, y de los fre nos a la aut orida d. Los que han est u-
primitivos son casi inexistente s? Como no cree mos que puedan desc ubrirse di ad o la s so ci ed ad es de l «Gr up o B» no po dí an di sc ut ir es to s te ma s y,
los orígenes de las instituciones primitivas, su bú sq ueda nos pare ce un po r co ns ig ui en te , se vi eron fo rz ad os a co ns id er ar qu é es lo qu e po dr ía
eje rcicio inútil. Creemos hablar por todos los antrop ólo gos soc iales cuan- co nst ituir la estru ctura po lít ica de un pueblo que carec ier a de forma s ex-
do decimos que un estudio científico de las instituciones políticas debe ser plícitas de gobier no. En tre lo s pu eblos qu e po se en di visiones te rr itor ia-
inductivo y comp arativo, a la vez que debe aspirar únicamente a establecer le s bi en marc ad as , co mo es el ca so de lo s nu er , es te pr ob le ma es se nc i-
y explicar las unifor mid ades que existen en tre dichas instituciones, así llo , pero no es así cuand o, co mo suc ede ent re los log oli y los tal lensi , no
como la interdependencia con otros rasgos de la organización social. existe n unidad es pol íti cas que pue dan def inirse esp aci almente de una for -
ma clara.

IV. Los dos tipos de sistemas políticos estudiados


V. El parentesco en la organización política
Se observará que los sistemas políticos descritos en este libro pueden
englo barse en dos ca tegorías fundamentales. Uno de los grupos, al que
lla mar emo s «Gr upo A», est á compu est o por soc ied ade s en las que exist e Una de las difere ncias más des tac ada s que existe entre los dos grupos
aut orida d centr aliza da, maq uin aria admin ist rativa, e ins tituc iones juríd i- es el pa pe l qu e ju ega el sist ema de li naje s en la es tr uc tura po lítica . Es
cas; en otras pal abr as, un gobie rno. En dicha s soc ied ade s las divis iones import ante dis tingui r aqu í entre el sistema de par entesc o entend ido como
de riqueza , privi legio y sta tus cor res ponden a la distr ibuci ón de poder y el conju nto de rel aci one s que une n al ind ivi duo con otr as perso nas y con
de aut oridad. Este grupo co mpr end e a los zu lu, los ngwato , los be mba, unidad es soc iales con cre tas, todo ello a tra vés de los laz os efí meros de la
lo s ba nyan ko le y lo s kede . El ot ro gr upo, al qu e de no mina re mos «Gr u- familia bi latera l, y el siste ma se gmentario de gr upos perm anente s ba sa-
po B», es tá co mpue st o por soci ed ades qu e care cen de au to ridad ce ntra - dos en la filiac ión unilat era l, que den ominar emo s sistem a de linaje s. Uni-
lizada , de maquinari a admini strati va y de instit uciones jur ídi cas constitui- damen te este últ imo establece uni dad es cor porat iva s con fun ciones polí-
das , en poc as pal abras, que carece n de gob ierno; en dic has soc ied ades no ticas. En amb os grupo s de soc ied ades el parente sco y los laz os domés ti-
exi ste n mar ca das di visio nes de ra ngo, status o riquez a. Este grupo co m- cos desempeñan un papel imp orta nte en la vid a de los indi viduos , pero
prende a los logo li, los nuer y los tallens i. Aque llos que consideran que el su re lación co n el siste ma po líti co es de or de n secu ndario. En la s soci e-
Estado debiera defin irse por la presencia de ins tituc ion es gub ernamen ta- da de s de l «G ru po A» es la or ga ni za ci ón ad mi ni st ra ti va la qu e re gu la
les, consi derarán al prime r grupo como Estad os primi tivos y al segun do pr inc ipa lme nte las rel acion es polític as ent re los segme nto s territo riales,
grupo como sociedades sin Estado. mien tr as qu e en la s soci ed ades de l «Gr up o B» es el si stema de li naje s
segmentarios.
El tip o de info rmació n que maneja n y el tip o de proble mas discut ido s
en la de scripc ión de cada sociedad están en gran med ida en funció n de El ej emp lo más claro lo tene mos en tre los ng wato, cu yo siste ma po -
la ca te go rí a a la qu e pe rt en ez ca la so ci ed ad . Lo s au to re s qu e ha n es tu - li ti co se pa re ce a la pa ut a mo de rn a, qu e no s es fa mi li ar , de la na ci ón -
dia do las soc ied ade s del «Gr upo A» se conce ntr an fun damental men te en Es ta do . La un id ad po lí ti ca es es en ci al me nt e un gr up o te rr it or ia l en el
describir la organización gubernamental. En consecuencia, dan cuenta del qu e el pl exo de lo s la zo s de pa re nt esco sirv e mera ment e pa ra ci ment ar
los ya estable cidos por pertenencia al distr ito , a la regió n y a la nació n.
2. Si bien di sentim os de sus método s y conclusiones, los tr abajos de l profesor En las soc ied ade s de este tip o, el Estado no es nunc a la extens ión gen era l
R. H. Lo wi e, Pr im it iv e So ci et y (1 92 0) y Or ig in of th e St at e (1 92 7) , co ns ti tu ye n un a del sis tema de par ent esco, sin o que está or gan izado en bas e a pr inc ipi os
excepción. Esto por lo qu e se refiere a la antr opología. Es evidente qu e las obras totalmente di fer ente s. En la s soci edades de l «Gr upo B» lo s lazo s de pa-
de los grandes hist oriador es legalistas y constitucionalistas como Main e, Vinogradoff y
E. Me ye r pe rten ec en a ot ra catego rí a; todo s lo s es tu di os os de la s in st itucio ne s ren tes co parec en desempe ñar un pap el más desta cad o en la organ iza ció n
política, debido a la estrecha asociación existente entre el grupo territo-
políticas están en deuda con los trabajos pioneros de dichos investigadores.

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ri al y el gr up o de li na je , bi en qu e di ch o pa pe l se a to da ví a de se gu nd o bemba 3,75 (por milla cuadrada), mientras que la de los nuer es más elevada, y
orden. la de los tallensi y logoli todavía más. Podría suponerse que los denso s y
Nos par ece probabl e que sea posib le disti ngu ir tre s tip os de sis tema permanentes asen tamiento s de los tallensi llevaría n necesariamente a una
pol iti co. En pri mer lugar, existe n aqu ell as soc ied ade s muy peq ueñ as (au nque for ma cen tra liz ada de gob ier no, mie ntr as que la gra n dis persi ón de las aldeas
en est e lib ro no se hal lan rep res ent ada s) en las que inc lus o la uni dad itinerantes de los bemba sería incompatible con un gobierno ce nt ra li za do . De
po lí ti ca más ampl ia en glob a a un gr up o de pe rs on as qu e se hall an re la - he ch o, su ce de to do lo co nt ra ri o. Ap ar te de l ma te ri al recogid o en este
cionada s ent re sí por laz os de pa ren tesco; es por ello que las relac iones
libro, exi ste docum entación sob re otr as socie dad es afr i ca nas qu e po dr ía
po lític as co inc ide n con las rel aciones de par ent esco, y que la estruct ura
po lí ti ca y la or ga ni za ci ón de pa re nt es co so n un a y la mi sm a co sa . En ci ta rs e co mo pr ue ba de qu e un a po bl ac ió n gran de en una unidad política y un
segund o lugar, existe n soc ied ade s en las que la est ruc tur a del linaje con s- grado elevado de centralización política no van necesariamente juntos con una gran
tit uye el marc o del sistema político; en estas soci edades exis te una coordi - densidad de población.
nac ión precisa entr e ambos sist emas , de forma que cada uno está de acu erdo
co n el ot ro , si bi en ca da un o de el lo s si gu e si en do in co nf un di bl e y
aut ónomo en su esfer a prop ia. En ter cer lug ar, exi ste n soc ied ade s en las VII. La influencia del modo de subsistencia
que la organización administrativa es el marco de la estructura política.
La ex te ns ió n nu mé ri ca y te rr it or ia l de un si st em a po lí ti co va rí a de La densi dad y la distr ibu ción de la poblaci ón en una socieda d afr icana
acu erd o con el tip o a que per ten ece . Un sis tem a de par ent esc o no par ece est án rel aci ona das cla rament e con las con dic ion es eco lóg ica s, que tambié n
ca pa z de un ir a un gr an nú mero de pe rs on as en un a or ga niza ci ón ún ic a afe cta n tod o el mod o de sub sis ten cia . Sin emb argo, es evi de nte que
pa ra la de fe nsa y pa ra la re so lu ci ón de co nf li ct os medi an te el arbi tr aj e difer enci as en los modo s de subsiste ncia no determ inan, po r sí mismas,
como un sistem a de linaje s, mientr as que ést e no par ece cap az de unir un dif ere nci as en las est ructu ras polít ica s. Los tal len si y los be mba son pueblos
número tan grande de personas como un sistema administrativo. agricultores; los pr ime ro s tie nen agricultura fij a, los segun do s agricul tur a
itine rante ; sus sis temas po lític os son muy difer ent es. Los nue r y lo s lo go li ,
de l «G ru po B», y lo s zu lú es y lo s ng wa to , de l «G ru po A» , pra ctican todos
VI. La influencia de la demografía ellos una mezc la de agricultur a y ganader ía. En un sent ido gen eral, puede
decir se que los mod os de sub sis tenci a, junto con las condic iones del med io
Es di gno de notars e qu e la un idad po lí tica en la s soci edades co n or - amb iente , que sie mpr e imp onen límit es efe ctivo s sobre los mod os de
gan iza ció n est ata l es num éri camen te may or que la exi ste nte en las soc ie- sub sis tenci a, det erm ina n los val ore s domin ant es de los pue blo s e inf luy en
dad es sin una org anizac ión estata l. Los grupos pol íticos más gra nde s que fue rte men te en sus organ iza cio nes soc ial es, con inc lusió n de sus sis temas
exi ste n ent re los tal len si, los log oli y los nue r no puede n compe tir numé- po lític os. Esto se pone de man ifi esto en las divis io nes pol íti cas de los nuer,
ricamen te con el cua rto de mil lón de per sonas del Estado zul ú (datos de en la dis tri buc ión de los ase ntamiento s ked e, así como en su organiz aci ón
1870), con las 101.0 00 del Estad o ngwat o, y con las 14 0.0 00 del Estad o admin istra tiv a que los englo ba, y en el siste ma de clases de los banyankole.
be mba . Es cier to que los ked e, y la po blac ión qu e tienen suby ug ada, no La mayo r par te de las soc iedade s afr ica nas per tenece n a un ord en eco -
son tan num ero sos , pero hay que rec ord ar que for man par te del vas to Es- nó mi co mu y di fe re nt e de l nu es tr o; se tr at a fu nd am en ta lm en te de un a
ta do nu pe . Co n es to no qu eremos su ge ri r qu e la s un id ad es po lí ti ca s de la s economí a de sub sis tenci a, con una difer enc iació n muy rudi men taria del
so ci ed ad es si n Es ta do te ng an qu e se r ne ce sa ri amen te pequ eñ as , ya que tra baj o pro duc tivo y sin nin gún meca nis mo par a la acumula ció n de riq ueza
las uni dades pol íti cas de los nue r lle gan a alc anz ar hasta 45. 000 person as, o en la forma de ca pi ta l co merc ia l o indu st ri al . Si ex is te ac umul ac ió n de
tam poc o que una uni dad pol íti ca con organ iza ció n est ata l ten ga po r qué ser ri qu ez a, es en fo rm a de bi en es de co ns um o o co mo di da de s, o bi en se usa
muy grand e numér icame nte ; lo que sí es probablemen te cierto, es que para man tener a un númer o cre cie nte de fam iliares o perso nas de-
existe un limit e de pob lación que, una vez sup erado , requier e la existencia pendie nte s. Es po r eso qu e dicha riqu eza tiende a di sip ar se pr on to y no da
de algún tipo de gobierno centralizado. lugar a div isione s de cla ses per mane ntes. Las dif ere ncias de sta tus, de ra ng o
La mag nit ud de la pobla ció n no deb ier a con fun dirse con la densi dad de o de oc up ac ió n ac tú an in de pe nd ie ntemen te de la s di fe re nc ia s de riqueza.
pob lac ión . Es posib le que hay a algun a rel aci ón ent re el gra do de desarr ollo
po lític o y la mag nit ud de la poblaci ón, per o ser ía inc or rec to sup oner que las 91
instituciones gubernamentales aparecen en las sociedades con

90may or den sid ad. A juz gar por nue str a mue str a, lo opues to es igu alm ent e
pos ible . La den sida d de los zulú es es del 3,5, la de los ngwa tos 2,5 , la de los
En los sistemas polít icos del «Grupo A» los privil egios económicos ,
tales como los derechos a recaudar impue stos , obten er tributos y reca bar cultura homogénea y con poca diferenciación económica, como es el caso de
trab ajo, son a la vez la recomp ensa principal del pode r polí tico y un los zulúes . Es posib le que sea más fácil soldar pueblos de cultura di versa
medio esencial para mantenerlo. Pero existe también el contrapeso de en un sistema político unitario sin la aparici ón de clases cuando di chas
obli gaci ones econ ómic as que, como en el caso ante rior, vien en fuer te- diferencias culturales no son muy marcadas. No se precisa una forma
mente respaldadas por sanciones institucionalizadas. Tampoco debe olvidarse centralizada de gobierno para permitir que grupos diferentes de culturas
que aquellos que obtienen un máximo benefic io económi co de su cargo estrechamente relacionadas, y que tienen el mismo modo de subsistencia, se
político tienen también un máximo de respons abilidad en los cam pos amalgamen, ni tampoco es necesario que dicha centralización surja como
administrativo, jurídico y religioso. resulta do de la unió n. Los nuer han absorbid o, medi ante conq uist a, a_
Si las comp aram os con las del «Gru po A», las dife renc ias de rang o y de gran número de dinka; ambos son pueblos pastores y tienen una cultura
status que existen en las asociaciones del «Grupo B» son de poca importancia. muy similar. El sist ema de incor pora ción a los linajes nuer ha sido me-
El cargo politica no conlleva privilegios económicos, si bien puede suceder que diante adopción y otros medios; sin embargo, esto no ha producido como
el poseer más riquezas de lo normal sea un criterio de las cualida des o status resultado una estructura de clases o de castas, ni tampoco una forma
requeridos para el liderazgo polític o, ya que en estas sociedades centralizada de gobierno. Diferencias culturales y económicas muy marcadas
económicamente homogéneas, igualitarias y segmentarias, la obten ción de son probablemente incompatibles con un sistema político segmentario como
riqueza depende ya sea de las cualid ades excepc ionales de la persona o de el de los nuer o de los tallensi, pero carecemos de los datos para confirmar
sus logros, ya sea de su status superior en el sistema de linajes. dicha hipótesis. Sin embargo, no cabe duda de que, si queremos explicar el
Estado primitivo mediante una teoría de la conquista, y suponiendo que
VIII. Los sistemas políticos compuestos y la teoría de la conquista
dispongamos de suficientes datos históricos, debemos tener en cuenta no sólo
el tipo de conquista y las condiciones del encuentro, sino - también las
semejanzas o divergencias en cultura y en modo de subsistencia, tanto en los
conquistadores como en los conquistados, así como las instituciones políticas
Puede aducirse que sociedades sin gobierno central o sin maquinaria que aportan a la nueva combinación.
administrativa como los logoli, los tallensi y los nuer evolucionan hacia Estados
como los ngwato, los zulúes y los banyankole como resultado de conquista; se
sugiere dicho tipo de evolución de los zulues y los banyan-kole. Sin embargo, la IX. El aspecto territorial
historia de la mayo de los pueblos tratados en este libro no nos es lo
El aspecto territorial de las formas primitivas de organización política
suficientemente conocida para permitirnos afirmar con certeza cuál haya sido el fue ya jus tam ent e señ ala do por Mai ne en su An ci ent La w; otr os est u-
curso de su desarrollo politico. El problema debe, pues, plantearse de forma diosos le han concedido también gran atenció n. En todas las socied ades
distinta. Todas las sociedades del «Grupo A» parecen ser una amalgama de
que se descr iben en este libro el siste ma polít ico tiene un marco territo-
diferentes pueblos, cada cual cons cien te de su origen e hist oria únic os. Con rial , pero su func ión es dife rent e en cada uno de los tipo s de orga niza -
exce pció n de los zulú es y de los bemba, son hoy todavía culturalmente ción polít ica. La difer encia se debe a que, en un siste ma, lo que domin a
heterogéneos. Podemos prez-' guntarnos, por consiguiente, hasta qué punto es el aparat o adm inis tra tivo y judi cial , mientras que en el otro no. En
puede establecerse una correlación entre la heterogeneidad cultural de una las soc iedades del «Gr upo A» la uni dad adm inis tra tiva es la uni dad te-
sociedad y su sistema \ admi nist rati vo y auto rida d cent ral. Los dato s
rritorial; los derechos y las obligaciones políticas están delimitadas terri-
apor tado s por este libr o sugieren que la heterogeneidad económica y cultural torial mente. El jefe es la cabeza administrativ a y judicia l de una determi -
va asociada con una estructura polít ica de tipo estat al. La autor idad nada división territorial; sucede a menudo que dicho cargo lleva implícito,
centralizada y la organ i zación administrativa parecen ser necesarias para
en última instancia, el control económi co y legal sobre toda la tierra que
acomodar a grupos culturalmen te distint os en un sistema político único, exis te dent ro de las fron tera s del terr itor io. Toda s las pers onas que vi-
especi almente cuando estos grupos poseen modos de subsistencia diferentes. ven dentr o de dichas front eras son sus súbdi tos, y el derech o a vivir en
Si existen grandes diferencias culturales, y especialmente si existen divergencias esta área sólo puede ser adquirido aceptando las obligaciones del súbdito.
económicas muy marcadas, el resultado puede ser un sist ema de clases o de El cabeza o jefe de Estado es un dirigente o gobernante territorial.
cast as. Pero también existen formas centralizadas de gobierno en pueblos de
En el otro grupo de sociedades no existen unidades territoriales que
puedan definir por un sistema administrativo; las unidades territoriales

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son comu nidades loca les cuya exte nsió n corr espo nde al alca nce de un con-
poco más que un puro recurso administrativo. Estos ordenamientos con-tie nen, de
junto part icula r de unos lazos de linaj e y de unos lazos de cooperación
hecho, un princip io gene ral de gran impo rtancia , cuyo efec to es da r a ca da
direc ta. El car go político no conll eva derec hos juríd ico s que se refie ran a
se cc ió n y a cada gr up o de in te ré s de ci er ta magn it ud de ntro de la soc iedad
una fra nja defin ida y concr eta de ter rit ori o y sus hab ita nte s. La cal ida d de
la rep resentaci ón dir ect a o ind ire cta en la direcc ión del gobier no. Dent ro de las
mie mbr o de una comunidad loc al y los der echos y deber es a ella aso ciados,
reg ione s, los jefes loca les representa n a la auto ridad ce nt ra l, pe ro a la ve z
se adquiere n normalme nte a través de lazos genealógicos, bien sean reales o
ta mbié n re pr es en ta n al pu eb lo bajo su mand o en relaci ón con la autoridad
fic ticios. El princ ipio del linaj e sus tituy e a la lea ltad política y las
centra l. Los con sej ero s y los funcio nar ios a car - • go de los rit ual es
int errelaciones entre los segmento s territor iales so n coordi nad as di -
rep res ent an los int ere ses de la comun ida d en lo que se re fie re a pr eser var la
rectamente con las interrelaciones existentes entre los segmentos de linaje.
le y y la costumbr e, as í como en la ob serv ancia de las med ida s rit ual es que se
Las relacio nes polític as no son un sim ple refle jo de las relacio nes te- est ime n nec esa ria s par a el bie nes tar de dic ha co mun idad. La voz de dic hos
rri tor ial es. El sis tema polít ico , por derec ho propi o, inc orp ora las rel aci o nes fun cionarios y delegad os es efe ctiva en la dir ecc ión del gob ier no a cau sa del
ter rit orial es y les confi ere el tip o parti cular de signi fic ación pol íti ca que pri ncipio gen era l de que el pod er y la autoridad está n dis trib uido s. El poder y
tienen. la auto ridad del rey con stan de diversos elem ento s. Esto s componentes está n
vinc ulados a cargos dife rent es. Sin la coo per ación de los que ocu pan estos
car gos, es extremada mente difí ci l, po r no de ci r impo si ble, qu e el re y pu ed a
X. El equilibrio de fuerzas en el sistema político ob te ner la s re nt as pú bl icas, pueda hac er val er su sup remac ía judic ial y
legis lativa, o pueda conser var su pre sti gio sec ula r y rit ual. Los fun cio nar ios a
Un siste ma po lí tico afri ca no que sea re lati va mente es tabl e pr esenta un los que se les han conferido poderes y privilegios subsidiarios pero esenciales,
equ ili bri o ent re tende nci as confl ict iva s y ent re int ere ses diver gente s. En el pueden, si los desaprueban, sabotear los actos del dirigente.
«G ru po A» ex is te un eq ui li br io en tr e la s di fe re nt es pa rt es de la
Desde otr o áng ulo , el gob ierno de un Estad o afr ica no se nos apare ce co mo
or gani za ci ón ad mini st ra ti va. La s fuer za s qu e mant ie ne n la he ge moní a del
un eq ui li br io en tr e po de r y au to ri da d po r un la do , y ob li ga ci on es y
dirigente supr emo se op onen a la s fuerza s qu e actúan co mo fre no a sus
responsabi lida des por el otro. Toda per sona que ocup a un cargo político tiene
pode res. Insti tuciones tale s como la orga nización milit ar de los zulúes., las
respon sabilidades de ca ra al bi en co mún, qu e correspo nd en a sus dere chos y
restricciones genealógicas de sucesión a la realeza o a la jefatura, elno mb ra mi en to
privilegios. La dist ribución de la auto rida d política prop orci ona un mecani smo
po r el re y de su s pa ri en te s a la s je fa tu ra s re gi on al es , y la s sa nc io nes
med iante el cual los divers os agentes del gob ier no pue den ver se ob ligad os a
míst ic as de l ca rgo, todo el lo re fuer za el po de r de la au to rid ad cen tral. Pero
asumi r sus responsab ilida des. Un jefe, o un rey , tiene el der echo a rec aud ar
exi ste n otras ins tituc iones que act úan de con trape so, tales com o el con sej o
impuestos , obt ener tri butos y rec aba r trabaj o de sus súbditos, pero tiene la
real, la jerarquía sac erd otal en tanto en cua nto tiene voz decis iva en la
correspondiente obligación de administrar justicia, pro tege rlos de sus enemigo s y
inv est idu ra del rey, las cor tes de las rei nas mad res , y as í sucesi vamente .
salvaguard ar su bienest ar gene ral mediant e actos y prá cti cas rit uales. La
To das estas instit uci on es actúan co n el fin de pr o teg er la ley y la costu mbr e,
estructura de un Estado africa no supone qué l los rey es y jefes gob ier nan con
así como controla r el pod er centrali zad o. La dele gación re gio nal de po dere s
el conse nti mie nto de sus súb dit os. Estos '> so n ta n co nsciente s de lo s
y pr ivil egios, qu e es nec es aria debido a las dificultades de comunicación y
deberes que tienen co n re specto al re y co mo de lo s de be re s qu e el re y ti en e
transporte así como a otras deficiencias, im po ne severa s re stri cc io ne s a la
co n re sp ec to a el lo s, pu di en do ad emás ejercer presión para que los cumpla.
au to ri da d de l re y. El eq ui libr io en tr e aut or idad ce ntr al y auto no mía
regio nal es un elemen to muy imp or tante de la es tr uc tu ra po lí ti ca . Si el re y Deb erí amos hacer notar aqu í que nos referi mos al ord enamiento con s-
ab us a de su po de r, es muy pr ob ab le que los je fes subo rd inados se rebe len ti tu ci on al y no a su fu nc io na mi en to en la pr ác ti ca . Lo s af ri ca no s re co -
contr a él o traten de co nseguir la secesión. Si un jefe sub ordinad o se hac e no ce n de fo rm a ta n cl ar a co mo no so tr os qu e el po de r co rr ompe y qu e lo s
demas iado poder oso e ind epe ndie nte, la autoridad centra l rec abará la ayud a ho mb re s ti en de n a ab us ar de él . El ti po de co ns ti tu ci ón qu e ha ll a mos en
de otros jef es subord inados par a apl astar lo. Una forma de afi anz ar la la s so cied ad es de l «Gr up o A» es , por di versos moti vos, di fí cil de man ej ar
aut or ida d rea l es exp lot ar la rivalidad que pueda existir entre los jefes y co n de mas iado s cabo s suel tos para evitar ab usos. La pr ác tic a
subordinados. gubernamental contrad ice a menu do la teor ía nati va de gobi erno. Tanto los
dirigen tes como los súb ditos , mov idos por sus int ereses pr iva do s, in fr in ge n
Sería un err or con sid era r el esquema const ituci onal de freno s y equilib rio s y la s no rm as de la co ns ti tu ci ón . Si bi en la ma yor pa rt e de la s constituciones
la deleg aci ón de pod ere s y de aut orida d a jefes reg ion ale s como están concebidas con ciertos frenos para evitar la tenden-
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ci a ha ci a el de sp ot is mo ab so lu to , ni ng un a co ns ti tu ci ón af ri ca na for mas cen tra liz ada s, pir ami dales y estat ale s de gob ier no de los ngw ato ,
pu ed e pr ev en ir qu e en oc as io ne s un di ri ge nt e se tr an sf or me en be mba , et c., de los siste mas po lí tico s se gmen tarios de lo s tallen si y de lo s
ti ra no . La hi storia de Sha ka es un ca so extremo, pero ta nto en és te nuer so n el peso y la fu nci ón de la fuerza or ganizada de ntr o del sis te ma.
co mo en otro s casos , donde la contr adicc ión entre la teo ría y la En el pr ime r grupo de soc ied ade s la sanci ón princ ipa l de los der e cho s y
prá cti ca es demas iad o mani fies ta y la vio laci ón de las no rm as pre rro gat iva s de un gob ern ant e, y de la aut orida d eje rci da por sus jefes
constituci on ales es de masia do grave, es segur o que irá segui da por sub ord ina dos , es el man do de la fue rza or gan iza da. Est o puede permi ti r a
de sapro bación popular e, inc lus o, puede desembo car en un un re y af ri ca no go be rn ar de fo rm a op re si va po r un pe rí od o de tie mpo si
mov imiento de sec esión o de revue lta dir igi do por mie mb ro s de la así lo desea, pero un buen gob ern ante usa las fue rza s armad as bajo su
familia real o po r je fes subo rd inados. Es to es lo que le pasó a Shaka. contr ol en el int eré s de tod os, com o un ins trume nto aceptad o de go bi er no ,
De bi er a re cord ar se qu e en es to s Es tado s no ex iste más qu e un a es de ci r, pa ra la de fe ns a de la so ci ed ad en su co nj un to o de una secc ión
te oría de gob ier no. En el caso de una rebelión, el obj etivo y, en su de ella, para atacar a un enemigo comú n y como sanc ión coactiva par a hac er
caso, el resul tado , es ca mbi ar la pers on a o person as qu e oc upan cumpl ir la ley o respeta r la const ituci ón. El rey , con sus dele gado s y
ciertos ca rgos , pero nu nca su pr imir lo s carg os o introd ucir una nueva con seje ros, usa la fuer za org aniz ada con el con sent imie nto de sus súb dit os
form a de gobierno. Cua ndo los je fes sub ordinados, que son a men udo par a man ten er el fun cio nam iento de un sis tem a pol íti co que estos últimos
parie nte s del rey, se reb ela n con tra él, lo hac en en defen sa de los dan por sentado como la base de su orden social.
val or es vio lad os por sus abuso s de aut oridad. Están más int eresado s En las socieda des del «Gru po B» no existen asociac iones, clases o seg-
que nin gun a otra sec ció n de la po blación en mante ner la monar qu ía. men tos que tenga n un lug ar domin ante en la estructur a polític a a tra vés
El mod el o consti tucion al ideal sigue siendo la norma válida, a pesar de la del contr ol de una fue rza or gan izada mayor de la que está a dis po sic ión de
infracción de sus normas. sus igu ale s. Si en la dis puta ent re seg men tos se hac e uso de la fue rza , la
En la s so ci ed ad es de l «Gr up o B» no s ha llamos co n un tipo de respuesta será de la misma magn it ud. Si un se gmen to derrota a otro , no
eq uilibr io muy di sti nto. Es un eq uil ibrio entre un cierto nú mer o de tratará de es tabl ecer co ntr ol po lí tico, ya qu e al no existir una maq ui na ri a
se gmentos , esp aci alm ente yux tap uesto s y estru ctura lme nte ad mini st ra ti va no es po sibl e hace rl o. Pa ra util iz ar el le ng uaje de la
equ iva len tes, que no se de finen ad minis trativamen te sin o en fu nción filoso fía po lí tica , po dr ía mos decir qu e la sobera nía no re sid e en nin gún
del li naj e y de la loca lidad. Cada segm ento tiene idéntico s interese s a ind ividuo ni en nin gún grupo. En dic ho sistema la est abi lid ad se mantie ne
los segmento s del mismo orden. El conjunto de relaciones que existen entre med ian te un equil ibr io en cad a línea divis oria y en cad a punto donde
los segmentos, es decir, la estr uct ura , po lí tica , es un eq uil ibrio de existen int ere ses div erg ent es en la estruc tur a soc ial . Est e equ ilibri o se
lealtade s loca le s op uesta s y de laz os rit ual es y de linaj es div ergen tes . mant ie ne medi an te un a di stri bu ci ón de l mand o de la fuer za qu e co rr es -
En las soc ied ades del «Gr upo A» el co nflict o en tr e lo s in te re se s de po nd e a una di st ri bu ci ón de in te re se s ig ua le s pe ro co mpet it iv os en tr e
la s di vi sion es ad mini st ra ti va s es moned a cor rie nte . Los jef es los segme nto s ho mól ogos de la soc ied ad. Si en las socieda des del «Gr upo
sub ord ina dos y otr os fun cio nario s polít ico s, cuyas rival idade s son a A» no sól o es pos ibl e, sin o-q ue exi ste sie mpr e, una organ iza ció n jud icia l
men udo per sonal es o deb ida s a sus relac ion es con el rey o con la con stituida (ya que está res pal dad a por la fuerza org anizad a), las ins-
ari sto cra cia gobern ante, exp lot an con fre cue ncia estas lea ltad es loc ale s titucione s, las ins tit ucione s jur ídi cas de los logoli , tal lensi y nue r res ide n en
div erg entes par a sus pro pio s fin es. Per o la organiz aci ón administrat iva el derecho de defensa propia.
can aliz a y fre na a este tipo de disensi ones interregio nale s. En_ las
socieda des sin organiz ación admi nistrativa , la div erge ncia de interes es
en tr e lo s se gmen to s co mp on en te s es in tr ín se ca a la es tr uc tura XII. Distintos tipos de respuesta al dominio europeo
po lí tica . Los con flicto s entre los seg mentos loc ale s sig nifica n
nec esa ria mente confli cto s ent re los seg men tos del linaj e, ya que Las diferen cias que hemo s seña lado entr e las dos categor ías básicas en
ambos est án est rec hament e enl azados; el fac tor estab iliza nte no es que pu eden clas ific arse es ta s oc ho soci edades, especi al mente en lo qu e se
una or gan ización juríd ica o mil itar po r enc ima de lo s se gmentos, sino refie re al tipo de equil ibr io carac ter íst ico de cad a una de ellas, se ma-
simple mente la su ma tota l de la s relaciones intersegmentales. nif ies tan de for ma not able en lo que respe cta a su ajust e a la imp osi ció n
del gob ier no colon ial . La mayor par te de dic has soc ied ade s han sid o con-
qu is ta da s po r lo s eu ro pe os o se ha n so me ti do a su do mi ni o po r mied o a
XI. El peso y la función de la fuerza organizada ser invadidas. Sin la amenaza de la fuerza, dichas sociedades no se so-
A nues tro juic io, la cara cterísti ca más impo rtante qu e
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disti ng uel as 96 7. - ANTROPOLOGÍA POLÍTICA
XIII. Los valores místicos asociados con el cargo político
mete rían ; este hech o dete rmin a el pape l que ahor a dese mpeñ an en
su vida política las administraciones europeas. La sanción de la fuerza no es una novedad en las formas africanas de
En las sociedades del «Grupo A», y debido a la coacción ejercida gob ier no. Ya hemos sub ray ado el hec ho de que es uno de los pil are s fun -
por el gobi erno colon ial, el dirigente supr emo no puede ya utili zar, damen tales del tip o de Estado nat ivo . Pero la sanci ón de la fue rza, de la que
bajo su propia responsabilidad, la fuerza organizada que está bajo su depende la administració n europea, está fuera del alca nce del sist ema" pol ítico
mando. El resul tado ha sido que en todas partes su autor idad se ha nat ivo ; no se usa par a man ten er los valor es int rínse cos del sis te ma. Los
visto dismi nui da, al tiem po que, por lo comú n, aume ntab a el pode r gobiernos europeos pueden imponer su autoridad tanto en las.- sociedades del
y la inde pend encia de sus subord inad os. El dir igente supremo no «Grupo A» como en las del «Grupo B», pero no pueden esta blec er lazo s
gobi ern a ya por derecho propi o; de hecho, se ha conver tido en un morales con los súbd itos en ning una de ella s. Ya que, como hemos visto, en
agente del gobierno colonial. La estructura piramidal del Estado se el sistema nativo original el uso de la fuerza por el dirigen te se basa en el
mantiene, pero la posición suprema la ocupa ahora el gobierno colonial. consentimiento de sus súbdito s y se hace en inte rés del orden social.
Si capitula completam ente, el dirigen te supremo se conv iert e en una Para sus súbditos, un diri gente africano no es sólo una persona que;
mari onet a del gobi erno col onial y pierde el apoyo de su pueblo, ya que puede impon er sus deseos a voluntad. Es el eje de sus relac iones polít icas, el
quedan destruidos los lazos recípro cos de derecho s y deberes que los símbolo de su unidad y exclusi vidad, y la encarnación de sus valores esenciales.
unen. También puede suceder que sea capaz de salvaguardar, por lo Es algo más que un dirigente secular; en todo caso, es preci same nte en esta
menos en cierta medida, su status origina l si, ya de una forma abierta ya cali dad de diri gente secular que el gobi erno europeo puede reemplazarle en
disimul ada, encabez a la oposic ión de su pueb lo contra el domi nio gran medida. Sus credenciales son místicas y provienen del pasado. Donde no
extr anjero . Y qué duda cabe que esta opos ició n es inev itab le. A existen jefes, los segmentos equilibrados que compo nen la estructur a polí tica
menu do se hall a en la posi ción equí voca de tener que reconciliar roles están garantizados por la tradi ción y el mito, y en sus interrelaciones se guían
contradictorios; por una parte, como representante de su pueblo contra por los valores que se expresan en los símbolos místicos. Los dirigentes europeos
el poder colonial, y, por otra, como repre sen tant e de este últ imo no están autorizados a entrar en estos recintos sagrados, ya que carece n de las
cont ra su pueblo ; en est e caso se convier te en el pivo te en el que el creden ciales míticas o rituales para su autoridad.
nuevo sistema osci la prec ariam ente. El gobi erno in directo es una ¿Cuál es el significado de este aspecto de la organización política africana? Las
polí tica concebida par a esta bil izar el nuevo ord en pol í tico, y en la sociedades africanas no son modelos de armonía interna continuada. En la historia
que el dirigente supremo desempeña este doble rol, pero eliminando la de cada Estado africano hay actos de violencia, opresión, revuelta, guerras civiles,
fricción a que esto puede dar origen. etc. En las sociedades como los logoli, tallensi y nuer la naturaleza segmentaria de
En las 'socied ades del «Grupo B», el dominio europeo ha la estructura social se pone a menudo de manifiesto de forma brutal por el
producido los efec tos opue stos . El gobi erno colo nial no pued e conflicto armado entre los segm entos . Pero si el sist ema ha alcan zado un
admi nist rar a tra vés de los agregados de individuos que componen los grado sufi cient e de estabilidad, estas convulsiones internas no tienen porqué
segmentos políticos y, por consiguiente, tiene que utilizar agentes necesariamente destruirlo . De hecho, es posible que sean medios para
administrativos. A este fin usa cualquier persona que dentro del reforz arlo, como hemos visto, contra los abusos e infracciones de aquellos
contexto africano pueda ser considera da como un jefe . Esto s agen tes, dirigentes que se mueven por sus intereses privados. En las sociedades
que por prim era vez tien en el res paldo de la fuerza detrás de su segmentarias, la guerra no se hace con el fin de que un segmento impon ga su
autoridad, ven además extendidas sus atribuciones a esferas para las que voluntad sobre el otro, sino que es el medio que tien en los segm entos de
no existen preced entes. En estas nue vas circu nstancias se prohíbe el prot eger sus intereses particulares dentro de un campo de intereses y valores
recurso dire cto a la fuerza en la form a de defensa propia de los comunes.
intereses de los individuos o de los grupos. Esto sucede porque ahora En todas las sociedades african as existen innumerables lazos destinados a
existe, por primera vez, una autoridad suprema que impo ne obed iencia contrarrestar las tendencias hacia la fisión polític a como resulta do de las
en virtud de una fuer za supe rior, que le perm ite estab lec er tensiones y divisiones en la estructura social. Una organización administrativa
tri bun ale s de jus tic ia que sus tit uye n a la def ens a pro pia . El efecto respaldada por sanciones coactivas , los lazos que derivan de la pertenencia al
de esto es que todo el sistema de segmentos que se equilibran clan, al linaje y a los grupos de edad y una red de pa-
mutuamente tiende a derrumbarse y, en su lugar, aparece un sistema
burocrático europeo, con una organización parecida a la de un Estado
centralizado.

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rente sco sutilmen te entrel azada, son el emento s qu e unen a la gente qu e la le al ta d y la de vo ci ón de su s miembr os co n re sp ec to a lo s di ri ge nt es ,
tie ne intere ses sec cio nales o pri vad os difere ntes o aun opu estos. Por otra es to s ri tu al es e id ea s no pu ed en se r de cual qu ie r ti po . Po r ej empl o, en
par te, a men udo exist en int ere ses comun es como la nec esida d de compa r- las sociedad es del «Grup o A» los valores místicos asociado s con la realeza
tir los pasto s o la de comer cia r en un mer cad o co mún u ocupa cio nes eco - se re fie ren a la fer til ida d, la sal ud, la pro spe rid ad, la paz y la jus tic ia; en
nómica s compleme ntaria s que ata n una s sec cio nes con las otr as. Sie mpre ot ra s pa la br as , a to do aq ue ll o qu e da vi da y fe li ci da d a un pu eb lo . El
exist en valores ritua les comun es, es decir, la sup ere str uctur a ide oló gic a afr ica no con sid era est as prá cti cas rit uales como la sal vag uar dia de las ne-
de la organización politica. ces ida des bás ica s de su existe ncia y de las rel aci one s bás ica s que for man
Los mie mbr os de una soc ied ad afr ica na sie nte n su uni dad y perci ben su or den socia l: tie rra, ganado, lluvi a, salud corporal, fam ilia, clan y Es-
sus int ere ses comun es en los símbo los ; y es pre cis ame nte su vinculac ión tado. Los val ores mís tico s refle jan la imp ortanci a gen era l de los eleme n-
a estos sím bo los lo que con tribu ye en may or med ida a dar a la soc ied ad tos bá sic os de la exist enc ia: la tie rra como la fue nte del sus ten to de tod o
su coh esión y per sisten cia . Est os símbol os, que toman la for ma de mito s, el pueb lo, la sa lud físi ca co mo al go de se ad o un iversa lme nte, la fa mil ia
cue nto s, do gmas , ri tuales y lugares y pers on as sa gradas, repr es enta n la como la uni dad de pro cre aci ón fund amental, y así sucesi vam ente. Los na-
uni dad y la exclu sivid ad de los grupo s que los respe tan. No obs tan te, no ti vo s ve n en el lo in te re se s co mu ne s de to da la so ci ed ad ; és to s so n lo s
so n me ro s sí mb ol os , si no qu e so n co ns id er ad os va lo re s fi na le s en sí temas de tabúes, de prácticas y ceremon ias en las que en las socie dad es
mismos. de l «Gr up o A» to do el pu eb lo co mp ar te a tr av és de su s re pr es en ta ntes ,
Para exp licar los soc iológ icame nte , estos sím bo los tiene n que ser tra - mie ntras qu e en la s socied ad es de l «Gr upo B» todo s los se gmen tos pa r-
duc ido s al lengu aje de la fun ció n soc ial y de la est ructu ra soc ial que ayu - ticipan, ya que se trata de cuestiones que a todos afectan.
dan a mant ener . Los africanos carecen de un conocimien to objetivo de las Hemos subray ado el hec ho de que el asp ecto univer sal de cos as como
fuerza s que det erm ina n su organ iza ció n soc ial y que mot iva n su compo r- la tie rra o la fer til ida d son temas de int eré s común a tod as las soc ied ades
tamie nto social. Y, sin emb argo, no podr ían conti nua r su vid a colec tiva af ri ca na s, pe ro es ta s cues ti on es of re ce n ot ro as pe ct o qu e ti en e qu e ve r
si no pu di er an pe ns ar y se nt ir so br e lo s in te re se s qu e lo s mo ti va n, la s co n el he cho de qu e so n ta mb ié n in te re se s pr iv ados de indi vidu os y de
in st it uc io ne s medi an te la s cual es or ga ni za n la ac ci ón co le ct iv a y la es - seg mentos de una soc ied ad. La pre ocupac ión cot idi ana y prá cti ca de cad a
tr uc tura de lo s grup os en lo s qu e es tá n or ga niza do s. So n pr ec isamen te af ri ca no ti en e qu e ve r co n la pr od uc ti vi da d de su pr op ia ti er ra y la se -
los mit os, los dogma s y las activ ida des y cre encia s rit ual es que per mit en gu ri da d de su pr op ia fa mili a y de su pr op io cl an . Y es en torn o a es ta s
al africa no ver a su siste ma soci al de una form a intele ct ual mente ta ngi- cue sti on es do nde surg en los co nfli ctos que en fren ta n a se ccio ne s y fac-
bl e y co he re nt e, a la ve z qu e le pe rm it en pe ns ar lo y se nt ir lo . Ad em ás , ci on es de la so ci ed ad. En su s as pe ct os pr ag máti co s y ut il it ar io s, co mo
los símbolos sagra dos, que refl ejan el sistema social, conf iere n a éste unos fue nte s inm edi ata s de sat isf acc ion es y esfue rzo s, las nec esi dad es bás ica s
va lo re s mí st ic os qu e ev oc an la ac ep ta ci ón de l or de n so ci al y qu e va n de la existenc ia y las rela ciones soci ales bási cas son objeto de inter eses pri-
mu ch o más le jo s qu e la ob ed ie nc ia qu e pu ed a impo ne r la sanc ió n secu - va do s; pe ro en su s as pe ct os co mu ne s no so n ut il it ar ia s y pr ag má ti ca s,
lar de la fue rza . De esta for ma, el sis tema social es, por así decir lo, tras- sin o que est án dot ada s de valor mor al y sig nif ica do ide oló gic o. Los int e-
la dado a un pl ano míst ic o en el qu e vien e a ser co mo un si stema de va- reses comu nes eman an de aquellos mismos interes es pri vado s a los que se
lores sagrado s que no puede criti car se o mod ifi carse. De ahí que el pue- oponen.
bl o pu ed a de rr oc ar a un ma l re y, pe ro la mo na rq uí a nu nc a se po ne en No bas ta con exp lic ar el asp ecto rit ual de la org anizac ión pol iti ca afr i-
te la de ju ic io ; de ah í qu e la s gu er ra s o ve nd et ta s (f eu ds ) en tr e lo s se g- can a en fun ció n de la men tal ida d mág ica ; no nos lle va muy lej os el dec ir
me nt os de un a so ci ed ad , co mo la de lo s nu er o de lo s ta ll en si , se ma n- que el car áct er sag rad o de la tie rra, de la lluvi a o de la fer til ida d se debe
tie nen dentr o de cie rto s limit es debid o a las sanciones mís tic as. Est os va- a que son las nec esida de s más vit ales de la co mun idad . Dicho s arg ume n-
lor es son comune s a la soc ied ad en su conjunto, a gob ern antes y gob ern a- tos no exp lic an por qué las gra nde s cer emonia s en las que se eje cuta el ri-
dos por igual, y a todos los segmentos y secciones de una sociedad. tua l po r el bien co mún so n po r lo co mún a esca la pú blica. Ta mpo co ex -
El afr ica no no ve más allá de los sím bo los . Ser ía posib le adu cir que, plican por qué las func iones rituale s que hemo s descrit o está n siempre uni-
si compr end ier a su sig nif icado objetivo, estos sím bo los per der ían su po - da s a ca rg os po lí ti co s cl av e y fo rman pa rt e de la te or ía po lí ti ca de un a
der sobr e él. Es te po der resid e en el co nte nid o simbólico y en la asoc ia- sociedad organizada.
ció n de éste con las institucione s cla ve de la estruc tura soc ial , tal es como
la mon arquía. Los ritua les y las ideas mís ticas que exp res an los val or es Más aún; no bas ta con rec haz ar est as funcio nes rit uales aso cia das a la
que unen a los miembros de la sociedad unos con otros y que concentran je fa tu ra , a la re al ez a, et c. , co n el ex pe di en te de ll amar la s sa nc io ne s de
la autoridad política. ¿Por qué, entonces, son consideradas como una
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de las más ri guro sa s re spon sabili dades de l carg o? ¿P or qué son a menudo el or de n co n qu e se mant en ga es te cu erpo en tr et ej id o de no rmas . Lo nor mal
di stri bu id as en tr e un ci er to nú mero de fu nc io nari os in de pe nd ie nt es qu e, es que , si no se res pet an los der echos, se eje cutan las obl igacio nes y se
de es ta for ma, pu ed en ej er ce r un co ntra pe so eq ui libr ad or un os so br e sosti ene n los senti mie nto s que une n a los mie mbr os de la soc ied ad, el ord en
ot ro s? Es ev id en te qu e ta mb ié n sirv en co mo un a sa nc ió n co nt ra el abu so soc ial res ultará tan insegu ro que las necesidad es mate ria les de la existe ncia no
de pod er polít ico y como un med io par a obl iga r a los fun cio nar ios po liti cos pueden ser ya satisfec has. El trabaj o pr od uct ivo se dete ndría y la soc ied ad se
a ej ecuta r ta nto su s ob li gacion es ad ministra ti va s co mo sus deberes des int egr arí a. Este es el int eré s com ún fun dam ent a que exi ste en cua lqu ier
religiosos de forma que el bien común no sufra menoscabo. soc ied ad afr ica na; el sis tema polit ico en su con - _ ju nt o ti en e co mo fu nc ió n
Cu an do , fi nalmen te , se af ir ma co mo un hech o empí ri co qu e no s ha - se rv ir es te in te ré s. Es te es el úl ti mo , y po dr ía mos ta mb ié n de ci r
llamos an te instit uciones cu yo fin es afir mar y pr omov er la soli daridad ax io máti co , co nj unto de pr emis as de l or de n so cial. Si fue ran vio lad as
po lític a, deb emo s pr egu nta rnos por qué. ¿No es acaso suf iciente par a al- conti nua y arbitra ria men te, el sis tema social de jaría de funcionar.
canza r este fin la ex ist encia de una maq uinar ia ad minis trat iva de vasto Po demos resu mir es te anál isi s dici endo que los inte rese s material es qu e
alcance o de un sistema de linajes que engloba toda la sociedad? mot iva n a los ind ivi duos o a los grupo s en las soc ied ades afr ica nas act úan en
No po de mo s tr at ar es ta s cu es ti on es co n gr an de te ni mi en to . Si le s el marco de nor mas morale s y legale s int erc one cta das , cuyo orden y estab ili dad
hemos concedido ya gran espacio, es porque las consideramos de la mayor es man tenid o por la or gan iza ció n pol íti ca. Com o ya hemos dic ho, los afr ica nos
im po rt an ci a, ta nt o de sd e el pu nt o de vi st a te ór ic o co mo pr ác ti co . Lo s no ana liz an sus sis tem as soc ial es; sim ple men te, vi ve n en el lo s. Pi en sa n y
as pe ct os «so br en at ural es » de lo s gobi er no s af ri ca no s in tr ig an y, a me- si en te n sobr e el lo s en fu nc ió n de lo s va lore s que ref lej an, en las doc tri nas y
nud o, exa spe ran al admin ist rador eur opeo. Para ent end erl os ple nam ent e se en los símbol os, per o que no exp lic an, las fue rz as qu e co ntr olan real mente su
req uie re muc ha más inv est iga ció n. Pensa mos que las hipóte sis que hemo s co mpo rtamie nto soci al. En tre es to s valor es, los más des tac ado s son los
form ulado puedan ser un punto de part ida es ti mula nte para la ulterior val ore s mís tic os esc eni fic ado s en las grand es ceremonias públi cas y que están
inv estigación sobre estos temas . La pa rte que hemos ya pr esentado tal vez enlazados con sus insti tucio nes política s cla ve. Cre emos que estos valore s
sea la menos controvertible, pero es incompleta. rep res entan el interé s com ún de- ` la comun idad política más amp lia a la que
perte nec e el mie mbr o de una soc ied ad afr ica na, es decir , rep res ent a el
Cualqu ier el emento del comp or ta miento soci al y, po r consig uiente,
con junto int erc onect ado de de - "' re ch os , de be re s y se nt imie nt os , ya qu e es to
cua lqu ier rel aci ón pol íti ca tie ne un con tenido utilit ari o o pra gmát ico . Sig- es lo qu e co nv ie rt e a la so cied ad en una comu nid ad pol ític a única. Es por ello
nif ica que los biene s mat eriales cambi an de man os, son ent regad os o ad- que esto s valores místicos van sie mpre asoc iado s con carg os pol ític os cla ve y se
quirido s y que, de esta forma , se cub ren los objetivos de los ind ivi duos. expresan tant o en los privilegios como en las obligaciones de los cargos políticos.
Los eleme nto s del compo rtami ent o soc ial, y por tanto las rel acion es po-
lít icas, tienen tamb ién un aspecto mora l; es decir, expr esan derechos y de- Su forma mís tica se deb e al carác ter últ imo y axi omático del cue rpo de
ber es, pri vil egi os y oblig aci ones, sen timie nto s polít ico s, laz os soc ial es y norma s mor ales y legal es que, com o tal, no podr ía sub sis tir con sólo las
di vi sion es so ci al es . Es to s do s as pe ct os lo s po de mo s ver cl ar amen te en sancione s seculare s. Las cere monias peri ódic as son nece sarias para afirmar y
actos como pagar un tributo a un dirigente o la entrega de ganado como consolidar estos valores ya que, en el curso de los acontecimientosco tidianos, la
compen sac ión por un ase sinato . Por con siguie nte, en las rel aci one s pol íticas gente sólo se pr eocup a de sus intere se s secc io nal es y pr iva do s y se co rr e el
enco ntra mos dos tipo s de interes es que trab ajan conj unta ment e, los inter eses ri es go de qu e pi er da n de vi st a el in te ré s co mú n y su int erd epe nde nci a
mat eriales y los int ereses mor ale s, si bie n en el pensa mie nto nativo no pol íti ca. Fin almen te, su conte nido sim ból ico refleja las necesidad es bás ica s
está n separado s de es ta forma. Lo s nat ivos acentúan los co mponen tes de la existe ncia y las rel aci one s soc ial es bás ica s, ya qu e és to s so n lo s
mat eriales de una relac ión política y, por lo común , la presentan en base a el em en to s má s co nc re to s y ta ng ib le s de to da la s relaciones socia les y
sus funciones utilitarias y pragmáticas. po lític as. La prueb a vis ible de lo bien que se man tie ne y fun cio na un
det erm ina do cue rpo de der ech os, obl iga cio nes y sentimien tos se halla al niv el
Los derec hos o deber es o sen timie nto s pol íti cos parti cul are s ocurr en
de la seguri dad y el éxito con que se sat isface n las nec esi dad es bás ica s de la
como un ele men to de compo rta mie nto de un ind ivi duo o de una peq ueña exi ste nci a y se man tie nen las relac ion es sociales básicas.
sección de la soc ied ad afr ica na y se puede n hac er cum plir med iante san-
ciones secul are s que se puede n imp oner sob re estos ind ivi duos o peq ue ñas Es un hecho digno de mención que bajo el dominio europeo los re-
seccio nes. Pe ro en una comu nidad or ganizada po lí ticame nte, un dere ch o,
de be r o se nt im ie nt o só lo ex is te co mo un el em en to en un to do 103
mutuamente equilibr ado de derechos, debere s y se nti mientos; es de cir,
existe en el cuerpo de normas morales y legales. La estabilidad y la con-

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tin uid ad estru ctu ral es de una soc ied ad afr ica na dep end e de la reg ula rid ad y
yes africanos mant engan sus «func iones rit uale s» hasta much o desp ués de ra rl os un id ad es di st inta s. Entr e lo s nu er la de marc ac ió n po lítica no es
qu e la ma yo r pa rt e de la au to ri da d se cu la r —q ue és ta s se su po ne qu e compli cad a, per o aún en est e cas o existe el mismo tip o de rel aci ón est ructur al
sanci onan— se ha perdido ya. Estos val ores mís ticos asoci ado s al car go entre los segme nto s de una uni dad po lític a que entre esta uni dad y ot ra de l
po lítico no se bo rran del todo aun en lo s ca sos en qu e existe un ca mbio mi sm o or de n. De ah í qu e de si gn ar a un gr up o co mo po lí ti ca ment e
de reli gió n (con ver sió n al cr istianis mo o al isla m). Mientras qu e la rea- au tó no mo es un a cu es ti ón ha st a ci er to pu nt o ar bi tr ar ia . Es to es má s
leza persista como eje de un cuer po de normas lega les y morales que unen a vi si bl e en tr e la s so ci edad es de l «Gr up o B» , pe ro en tr e la s so ci ed ade s de l
la gen te en una comun ida d pol íti ca, es muy pro bable que conti núe sie ndo el «Gru po A» ex is te ta mb ié n un a inte rd ep en de nc ia en tr e el gr up o po lí ti co
centro de los valores místicos. de scri to y lo s gr upos po lí tico s veci no s, así co mo ta mb ié n un a cie rta
En un Es tado con una autoridad al ta mente ce ntr al izada, es fác il ver superp osi ció n entre ell os. Los ngwato pos een una rel aci ón seg menta ri a co n
una conex ión entre la rea lez a y los int ere ses y la sol ida rid ad de la comu- ot ra s tr ib us ts wa na qu e es el de l mi smo or de n, en mu ch os se nt id os ,
ni da d en su co nj un to . En la s so ci ed ad es qu e ca re ce n de go bi er no ce n- co mo la ex is te nte en tr e la s pr op ia s di vi sion es de lo s ng wato . Lo mis mo
tra liz ado , los val ores soc ial es no puede n estar simbo liz ado s por una sol a puede decirs e de la s otra s soci edades con gobier no s centralizados.
per son a, sin o que se dis tri buyen en punto s car dinal es de la est ructu ra so- Est a sup erp osi ció n y engar ce de soc ied ade s se debe, en gra n med ida , al
cial. En este caso nos enc ontra mos con mit os, dogma s, ceremon ias ritua - hec ho de que all í donde aca ban las rel acione s pol íti cas (de fini das ést as en un
les, poderes míst icos, etc. , asociad os con los segmentos, y cuya func ión es sen tid o res tri cti vo que inc luy e úni camen te las acc ion es mil ita res y las
de fi nir y mant en er la s re la ci on es que ex is te n en tr e lo s segme nt os . La s sancio nes leg ale s), las rel aci one s soc ial es siguen . La est ruc tur a soc ial de un
cer emo nia s per iód ica s que sub rayan la sol ida rid ad de los seg men tos (as í pueb lo va muc ho más allá de su sis tema político tal y co mo lo hemos
como la sol ida rid ad entre ell os) contr a los int ere ses sec cio nal es que exis- def inid o, ya que siem pre existen relacio nes sociale s de un tipo u otro entre los
te n en es to s gr up os , ac on te ce n co n re gu la ri da d en tr e lo s ta ll en si y lo s pueblos de los grupos políticos diferentes y autónomos. Pueblosper teneci entes a
logoli, no meno s que entre lo s be mba y los ked e. Entre los nuer, el je fe unidad es pol íti cas dif ere ntes est án uni dos a tra vés de clanes, grup os de edad,
de pi el de le op ardo —u n pe rs on aj e sagrad o que se as oc ia co n la fe rt il i- asociaciones rituale s, rela ciones come rciales y de afinid ad y otros tip os de
dad de la tie rra— es el medio a tra vés del que se sol uciona n las ven det tas relacio nes soc iales. Otr os eleme nto s uni fic adores son el hec ho de hablar la
(fe ud s) y, de ahí, se regul an tambi én las relac iones entre los segme nto s. misma o parecida le ngua, la existe ncia de co stu mb re s y cr ee nc ia s
La difer enc ia ent re esas soc ied ade s del «Gr upo B» y las del «Gr upo A» si mi la re s, et c. De ah í qu e pu ed a ex is ti r un fu er te se nt id o co muni ta ri o
res ide en el hec ho de que no exi ste una per son a que rep resente la uni dad en tr e gr up os qu e no re co no ce n al mismo di ri ge nt e o qu e no se un an co n
po lític a del puebl o, ya que dic ha uni dad no exi ste , y puede suc ede r muy fi ne s po li ti co s es pe cí fico s. Co mo ya he mo s se ña lad o, la co mun idad de
bien que tampo co exista perso na algun a que represente la uni dad de los lengu aj e y de cul tur a no acarr ean nec esari ame nte la uni dad po lít ica, de la
se gmen to s de l pu eb lo. Los po de re s y la re spon sabi lida d ri tu al es se di s- mis ma man era que las difer enc ias lingü íst icas y culturales no la impiden.
tribuyen de acuerdo con la estructura altamente segmentaria de la sociedad. Aq uí no s en co ntra mo s co n un pr ob le ma de al ca nce un iv er sa l: ¿q ué
rel aci ón existe entre la est ruc tur a pol íti ca y la est ruc tur a soc ial tot al? En to da
Af ri ca lo s la zo s so ci al es de un ti po u ot ro ti en de n a un ir pu eb lo s
XIV. El problema de los limites del grupo político pol íti camen te sep ara dos y los laz os polít ico s par ece n ser domin ant es all í
do nd e ex iste un co nf li ct o en tr e el lo s y ot ro s la zo s so ci al es . La so lu ci ón a
est e pro ble ma se halla pos ibl eme nte en una inv est iga ció n más det all ada de la
Que remos concl uir sub rayan do do s punto s de gra n imp or tanci a, que a
nat ural eza de lo s val or es po líti co s y de lo s sí mbolos en qu e és tos se
men udo son pasad os por alt o. No imp orta cuá l sea la def ini ció n que demo s
exp res an. Los laz os de interé s pur ame nte utilit ari o que existe n entre in-
de uni dad o grupo político; dicho s con cepto s no puede n con sid era rse
divid uos y en tre gr upos no so n ta n fuerte s co mo los lazo s qu e di mana n de
aisladamente, ya qu e siempr e form an part e de un sistema soci al más
una vinc ula ci ón co mún a símb olos místicos . Es ju st am en te la ma yor
amp lio. To mem os un ej emp lo ext rem o: los linaj es loc aliza dos de los tiv se
sol ida rid ad gen era da por dic hos laz os lo que per mit e gen era lme nte a los
superp one n como una ser ie de cír culos, que se cor tan de tal for ma que es
grupos políticos la dominación sobre otros grupos politicos de otro tipo.
imp osi ble est abl ece r cla ram ente la divis oria polít ica . Est os cam pos de
rel aci one s pol íti cas que se superp one n se extienden cas i ind efi nid amente,
de tal for ma que existe un cie rto tip o de engarc e, incluso con los pue blo s
vec inos; y si bien es pos ible distinguir un pueblo de otr o, no es fáci l decir
cuándo está uno justificado, en términos culturales o políticos, en conside

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