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MITO DEL CARRO ALADO

INTRODUCCION:
En el año 370 a. C. el filósofo griego Platón fue consultado por sus discípulos,
acerca del comportamiento del alma humana. Así nació el célebre trabajo de
Platón denominado Fedro, un diálogo donde él trata de explicar a través de una
alegoría el complejo comportamiento del alma humana asociada al
conocimiento. Así ha transcurrido hasta nuestros días el mito del carro alado,
la figura alegórica que Platón eligió para hablar a sus discípulos sobre el alma
humana.

RESUMEN:
Se trata de una alegoría que utilizó Platón en el diálogo “Fedro” para describir
las partes del alma…

El alma es como una fuerza natural que mantienen unidos al auriga (cochero)
con su carro, el cual es jalado por dos caballos alados: uno es blanco, hermoso
y bueno, mientras que el otro es negro, feo y malo; el rumbo que tomará el
carro dependerá de cuál de los caballos jale más.

El trabajo del caballo hermoso, es elevar al hombre al lugar donde habitan los
dioses por medio de las buenas acciones pero el recorrido es difícil debido a
que el caballo malo resulta ser una carga que inclina y fatiga al auriga; es así
como el alma se topa con una dura y fatigosa prueba.

El mito cuenta que aunque el auriga intenta controla el carro, muy pocos lo
consiguen ya que el caballo negro tira desenfrenadamente hacia el mundo
sensible y los deseos, ocasionando la caída del carro y provocando que el alma
caiga en un cuerpo, en donde permanecerá atrapada hasta que el auriga
controle a los dos caballos y así pueda volver a su naturaleza divina.

En esta alegoría, el auriga representa el intelecto, la razón, la justicia y/o la


parte del alma que debe guiarnos hacia la verdad; el caballo hermoso es el
impulso racional y moral, el caballo feo son las pasiones irracionales, el deseo
y los placeres. El objetico del cochero es dirigir la carroza controlando a los dos
animales para así poder llegar a la iluminación, la sabiduría.
EXPLICACION:

Platón, en su mito del carro alado, nos explica que la única forma de redención
que posee el alma humana, es a través del conocimiento y llevando una vida
libre de pasiones. El auriga que conducía el carro del alma de los dioses no
tenía dificultades para dirigirlo y cuanto más se acercaban al mundo de las
ideas y del conocimiento, sus alas se fortalecían y esa alma se engrandecía
cada vez más.
En cambio, el auriga que tenía como misión conducir el carro alado, tenía que
realizar un gran esfuerzo por la lucha que representaba el intento del caballo
blanco de llevar al alma humana al mundo de la Ideas, mientras que el otro
caballo estaba deseoso por volver al mundo material y de las pasiones.
En el mito del carro alado, el conocimiento era el alimento con el cual las alas
de los carros se fortalecían. Si en la lucha entre el caballo blanco y hermoso de
la nobleza y el conocimiento, y el caballo negro de las pasiones, éste último
lograba dominar al carro, sus alas se debilitaban y el auriga estaba obligado a
descender en la tierra, donde el alma caída deberá encarnarse en un hombre.
Para Platón, el hombre era la materialización de un alma que había sido
derrotada en su batalla por el conocimiento, y ahora, en la tierra, debía
redimirse para volver a alcanzar, nuevamente, el mundo de las ideas.
Al caer en la tierra y encarnar en una persona, el alma olvida todo lo que ha
visto del mundo de las ideas, por eso Platón, señala en el mito del carro alado,
que, si el ser humano cumple exitosamente su labor en la tierra, en cada
encarnación mejorará su posición pera su vuelta al mundo de las ideas .
Así, Platón nos presenta al conocimiento asociado a la belleza y ambos nos
acercan al mundo de las ideas, que es el mundo de los dioses. Por el contrario,
las pasiones y la fealdad van de la mano y atan al alma humana a lo terrenal,
alejado del conocimiento y del mundo de las ideas.
En pocas palabras, Platón dice que hay que lograr que nuestra parte racional y
nuestro conocimiento, controlen nuestros deseos y pasiones, para poder liberar
nuestra alma del cuerpo en el que está atrapada.
En lo que si coincido con Platón, es que hay que cultivar la mente para ser una
persona bella.

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