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INTRODUCCIÓN

Estudiar la corteza terrestre, sus estructuras y la relación de las rocas que las
forman. Estudiar la geometría de las rocas y la posición en que aparecen en
superficie. Interpretar y entender la arquitectura de la corteza terrestre y su relación
espacial, determinando las deformaciones que presenta y la geometría
subsuperficial de las estructuras rocosas.
Ya en el siglo pasado se empezaron a reproducir en el laboratorio algunos
fenómenos tectónicos, tales como la formación de pliegues, fallas, diaclasas y
esquistosidad. En una primera etapa, estas experiencias fueron puramente
cualitativas. Paulatinamente, se han intentado realizar modelos respetando las
reglas de similitud y de esta forma se ha llegado a aplicar a los modelos parámetros
precisos que permiten el estudio matemático riguroso de los fenómenos. La finalidad
de estos modelos analógicos en geología es precisar mejor la evolución, las causas
y los mecanismos de los procesos geológicos causantes de las estructuras
observadas en la naturaleza.
La realización de maquetas de sencilla elaboración en el laboratorio es un útil de
primer orden en el proceso de aprendizaje de la geología estructural, puesto que
permite la observación directa de las condiciones necesarias para la formación de
las principales estructuras, su nucleación y desarrollo e incluso de cómo se suceden
unas a otras.
En este trabajo se describen y se dan las pautas necesarias para la realización de
una serie de maquetas que reproducen la formación de las principales estructuras
tectónicas de carácter discontínuo. Se describen los experimentos de simulación de
zonas de desgarre, fallas normales e inversas y cabalgamientos. Para ello será
necesario hacer varias experiencias con diferentes regímenes tectónicos (extensión
y compresión uniaxial y extensión multidireccional), además se tratará los temas de
comportamiento de las rocas en los procesos tectónicos, influencia de la presión
exterior en diferentes tipos de rocas, factura y distorsión de las rocas.

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TECTÓNICA EXPERIMENTAL
En la mayoría de los casos los experimentos tratan de imitar la forma final de las
perturbaciones tectónicas, tales como pliegues, fallas o modelos de diaclasas y
algunas veces se consiguen deducciones sobre la historia del proceso. Su
contribución a nuestro conocimiento tectónico es muy grande, aunque, como
veremos al realizar sus resultados, tienen un campo de aplicación limitado.
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LOS EXPERIMENTOS TECTÓNICOS
Los experimentos tectónicos, como todas las clases de experimentos con modelos
a escala, están limitados por obstáculos y fallos que les impiden parecerse
exactamente a los procesos naturales.

DEFORMACIÓN SUPERFICIAL ASOCIADA A UNA FALLA DE DESGARRE


EN PROFUNDIDAD: EL EXPERIMENTO DE RIEDEL

En la naturaleza, la deformación de las rocas no se produce siempre de una forma


continua (como los pliegues) sino que frecuentemente se realiza mediante
fracturación de una forma discontinua, a través de superficies discretas en las que
se pierde la cohesión original de la roca. Las estructuras resultantes de este
comportamiento frágil (frecuente en la corteza superior) por el cual unos bloques de
roca se diferencian de otros, son las diaclasas y las fallas. Estas últimas son
discontinuidades planas entre bloques de roca que se han desplazado uno respecto
del otro en una dirección paralela a la discontinuidad. Atendiendo al tipo de
movimiento relativo de los bloques respecto al plano de falla, se clasifican en fallas
normales, inversas y direccionales o de desgarre (Fig. 1).
El objetivo de esta reconstrucción es analizar el efecto de la cizalla producida en el
movimiento de una falla direccional en el zócalo de comportamiento frágil sobre una
cobertera de comportamiento más dúctil que la recubre. A pequeña escala, puede
representar las bandas en las que se resuelve la pequeña deformación plástica que
antecede a la rotura de la roca y a la formación de una falla visible.

PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
El experimento de Riedel reconstruye la deformación esperable en tales
condiciones con dos tablas (zócalo frágil), que se hacen deslizar una respecto de la
otra, sobre las cuales se coloca una torta de arcilla (cobertera de comportamiento
más ductil) de unos pocos centímetros de espesor.

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El dispositivo experimental es mostrado en la figura 2A y el procedimiento
experimental se basa en realizar sucesivos desplazamientos entre las tablas.
Para ver como progresa la deformación en la torta de arcilla es recomendable usar
una serie de marcadores débilmente impresos de forma que no controlen
posteriormente la localización de las estructuras. Estos pueden ser una serie de
líneas perpendiculares a la fractura de zócalo y/o circunferencias alineadas sobre
esta última.
En cada uno de esos estadios se deberán observar las estructuras menores que
aparecen en superficie y los efectos que producen sobre los marcadores, así
como las variaciones que sufren las estructuras ya formadas al progresar la
deformación.

Figura 1. Tipos de fallas atendiendo al movimiento relativo de los bloques.


1) falla normal; 2) falla in-versa y 3) falla direccional sinestral.

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Resultados

La cizalla inducida por el desplazamiento de las tablas (basamento) se puede


manifestar en la torta de arcilla (cobertera) por la aparición de los siguientes tipos
de estructuras menores (Fig. 2B y C):
(1) una familia de pequeñas fracturas, con igual sentido que el accidente de
“zócalo”, que se forman a un ángulo de 15° respecto a ésta (fracturas R de Riedel,
1929); (2) otra familia de sentido contrario, a unos 75° del mismo (fracturas R’);
(3) grietas de extensión (fracturas T) a 45° de la banda de cizalla;
(4) una familia de microfallas (P), con igual sentido de desplazamiento que la
cizalla principal y con disposición simétrica respecto a las R; (5) pliegues
(p) a -45° de la fractura principal; (6) planos de esquistosidad (S) con la misma
orientación que los pliegues. No obstante, en la mayoría de las experiencias, y
dependiendo de las condiciones impuestas (esencialmente espesor y humedad
de la torta de arcilla, diferenciación o no de capas en ella y velocidad de la
deformación), sólo aparecerán algunas de las estructuras anteriores.

Tabla que asegura el desplazamiento paralelo


Torta de fracturas
pasivos de arcillas

A Caja confeccionada con tablas

B

R
P T

S, T

Figura 2. A- Dispositivo experimental utilizado en la reproducción del experimento de Riedel.


B- Estructuras más frecuentes y detalle de las mismas. C- Conjunto de estructuras que
pueden aparecer en una zona de cizalla.

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En el experimento se va aumentando progresiva-mente el desplazamiento relativo
de las dos tablas que sustentan la torta de arcilla (Fig. 3). En el estadio 1 de
evolución, no aparecen estructuras apreciables en la superficie de la torta de arcilla
y la deformación se resuelve internamente en ella. En el estadio 2, aparecen la
familia de fracturas de cizalla R bien desarrollada y, a continuación, la familia de
fracturas R’, normalmente menos desarrollada, que desplazarán los marcadores.
Más tarde, estadio 3, se empiezan a desarrollar las microfallas P y las grietas
tensionales (fracturas T). Así mismo, se podrán generar pliegues, reflejados en el
experimento como crestas y valles de la torta de arcilla, y en situaciones especiales
esquistosidad. A la vez que progresa el desplazamiento, y asociada a la cizalla
inducida, las estructuras anteriores deberían sufrir una rotación ganando ángulo
respecto del plano principal. Sin embargo, durante el procedimiento experimental
este giro se realiza en sentido contrario. En el estadio final, aparece la fractura
principal, por rotura de los puentes de arcilla entre distintas fracturas, con la misma
orientación que la fractura del zócalo.

Figura 3. Experimento de deformación progresiva en una banda de cizalla. A- Gráfico


esfuerzo (T)-desplaza-miento (D). B- Cuatro estadios en el desarrollo de la cizalla:
estadio I, deformación interna “pre-pico”; esta-dio II, estructura “de pico”; estadio III,
estructura “post-pico” y estadio final, estructura residual.

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Resulta interesante comparar nuestros resultados con los obtenidos por Fabre y
Robert (1975) que rehicieron el experimento discriminando entre dos situaciones
diferentes: (a) el caso de una “cobertera” delgada y bien adherida al “zócalo” y (b)
el de una “cobertera” de gran espesor y baja adherencia. Los resulta-dos más
destacados obtenidos por estos autores son: En el caso (a) la falla del zócalo acaba
apareciendo en la cobertera al progresar la deformación y romperse los puentes de
arcilla entre las fracturas R; en este caso la familia R’ alcanza un desarrollo mínimo
y puede no llegar a aparecer. En el caso (b) se produce un despliegue más
homogéneo tanto de las fracturas R como de las R’. Otro aspecto incluiría la
comparación de los resultados obtenidos para condiciones similares y distintas
velocidades de deformación, así como la comparación del conjunto de resultados
con los obtenidos por Tchalenko (1970) que separa tres estadios de evolución de
acuerdo con las estructuras que aparecen y con el gráfico de esfuerzo-
desplazamiento obtenido en la propia experiencia de laboratorio (Fig. 3).

RECONSTRUCCIÓN EXPERIMENTAL DE FALLAS NORMALES E INVERSAS:


LA CAJA DE ARENA

Cuando las rocas son frágiles la deformación no puede manifestarse más que por
planos de rotura, es decir fallas. Los diferentes tipos de fallas corresponden a
distintos tipos de movimientos relativos de los bloques (ver Fig. 1). Las fallas
normales se suelen originar por efectos de descompresión después de un
engrosamiento cortical o asociadas a fosas tectónicas o grábenes. El
desplazamiento que se produce corresponde a un estiramiento. Las fallas inversas
están relacionadas con etapas compresivas y acompañan al plegamiento. Cuando
el plano de falla está muy poco inclinado se denomina cabalgamiento. El
desplazamiento corresponde a un acortamiento.
Las experiencias realizadas con arena proporcionan buenos modelos de fallas,
siendo Hubbert (1961) uno de los precursores en la realización de este tipo de
modelos. En estas experiencias se utiliza la arena como material frágil
representativo de la corteza superior. Con el experimento que a continuación se
detalla se podrán observar:
- las condiciones necesarias para la formación de fallas inversas y
cabalgamientos, así como de fallas normales y grábenes.
- la nucleación y el desarrollo progresivo de dichas estructuras.
El alumno podrá observar un proceso continuo en el que, aplicando unas
condiciones determinadas a los límites de la maqueta, contexto compresivo, se
forman fallas inversas y cabalgamientos. Cambiando las condiciones en los límites,
contexto distensivo, podrá observar la formación de fallas normales y grábenes.
Procedimiento experimental

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Procedimiento experimental

El dispositivo experimental consta de una caja de madera de dimensiones


recomendadas 55x35x20 cm, cuyas paredes laterales son de cristal, lo que permite
observar la deformación en corte durante la experiencia. Dentro de la caja se
dispone un pistón o pared móvil unida a una placa basal (Fig. 4A). En el extremo de
la placa basal será donde se inicie el acortamiento o estiramiento y donde se
nucleen las estructuras. El pistón se mueve con una manivela acoplada a una varilla
roscada en un sentido o en otro en función del tipo de régimen tectónico (compresivo
o extensivo) que se quiera reproducir.

Paredes de transparentes
de (vidrio o plástico)
Varía roscada

Mesa

CABANGAMIENTO LEVANTAMIENTO INICIAL DE


ARENA

Figura 4. A- Dispositivo experimental de la caja de arena. B- Estadio inicial de la deformación


en contexto compresivo.

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A lo largo de las paredes laterales se produce un frotamiento que da lugar a
esfuerzos tangenciales, este efecto puede ser reducido lubrificando las paredes con
un producto limpiacristales. La arena reposa directamente bien sobre la base de la
caja bien sobre la placa basal móvil. De esta forma, en el contacto arena-caja
existirá rozamiento, mientras que la parte de modelo que reposa sobre la placa se-
rá transportada pasivamente a lo largo del proceso.

Resultados
Con el desarrollo del presente experimento se podrá observar en superficie la
aparición y evolución de la traza de las distintas estructuras, así como la ge-neración
de relieve. Así mismo, podrá observarse en corte cómo continuan en profundidad
dichas estructuras y qué buzamientos presentan, obteniendo así una visión
tridimensional de las estructuras.
En contexto compresivo, la tasa de acortamiento final recomendada será del 20%,
lo que supone empujar el pistón 10 cm si el modelo tiene una longitud inicial de 50
cm. Desde el inicio de la deformación aparecen dos fallas inversas en la superficie
de los modelos. Estas fallas presentan vergencias opuestas y se enraizan en la
base del modelo, en el límite de la placa basal, dando lugar a un levantamiento
inicial (pop up) (Fig. 4B). Los buzamientos iniciales de estas dos fallas están en
torno a 30°. Éstas dividen el modelo en tres dominios: 1) un dominio no deformado
encima de la placa basal y limitado por delante por la falla inversa vergente hacia el
pistón que dará lugar al cabalgamiento principal permanente, 2) un dominio
deformado que engloba los dos accidentes, y 3) una zona externa, o dominio frontal,
que se irá deformando progresivamente.
La deformación se continúa hacia el dominio frontal mediante el emplazamiento de
cabalgamientos que se van sucediendo, siendo más reciente el más externo. Por
otro lado, el dominio no deforma-do es cabalgado por el accidente principal.
Al final de la experiencia, las trazas de los accidentes en superficie son
relativamente rectilíneas, a veces se unen unas con otras mediante segmentos con
componente direccional y cabalgante que constituyen rampas oblicuas. En la serie
frontal, el espaciamiento entre los cabalgamientos crece sensiblemente hacia la
zona externa (Fig. 5). La evolución del sistema frontal corresponde a un transporte
pasivo de los primeros accidentes ya inactivos a lo largo de la rampa principal. Estos
accidentes sufren una rotación pasiva que aumenta su buzamiento.

minar la experiencia, el accidente más reciente presenta un buzamiento de sólo


20° (Fig. 5). La zona deformada cabalga progresivamente sobre el dominio no
deformado. El cabalgamiento principal suele presentar una traza única en
superficie. En corte, este cabalgamiento atraviesa todo el espesor del modelo
variando su buzamiento.

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La estructuración del modelo dependerá del es-pesor del mismo. Cuanto más
potente sea el modelo, menor será el número de fallas, mayor el espaciado entre
ellas y mayor la anchura del dominio deformado.
En contexto distensivo, la tasa de estiramiento final recomendada será de un 2,5
%, lo que supone estirar del pistón 1 cm si el modelo tiene una longitud inicial de
40 cm. Desde el inicio de la deformación aparecen dos fallas normales en la
superficie del modelo. Estas fallas presentan vergencias opuestas y se enraizan
en la base del modelo, en el límite de la placa basal, dando lugar a un graben.
Los buzamientos iniciales de estas dos fallas se aproximan a 60∞. Al igual que
en el caso anterior la maqueta queda dividida desde el principio en tres dominios,
separados en este caso por fallas norma-les que constituirán dos accidentes
principales permanentes.
La deformación continúa dentro el dominio de-formado mediante la aparición de
nuevas fallas normales que se suceden paralelas a la falla que limita la zona
externa (Fig. 6), siendo más reciente la más interna. De esta manera el dominio
deformado se ensancha progresivamente.
Al final de la experiencia, las trazas de los accidentes en superficie son rectilíneas.
Los dos dominios no deformados, el situado encima de la placa móvil y el externo,
quedan intactos, limitados por las dos fallas iniciales. En corte, las fallas
atraviesan todo el espesor del modelo (Fig. 6). La estructura final es un graben
asimétrico, con mayor desarrollo de fallas hacia el dominio externo.

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Figura 6. Estado de la deformación al final de la experiencia en contexto distensivo. Vista en
corte. Estira-miento del 2,5 %. El pistón está situado a la derecha.

COMPORTAMIENTO DE LAS ROCAS EN LOS PROCESOS TECTONICOS


ROCAS COMPACTAS Y NO COMPATAS

Los términos rigidez y fragilidad se usan mucho como antítesis de plasticidad,


para designar ciertas propiedades físicas de las rocas y el estudio de su
deformación. Las rígidas o compactas se convierten en plásticas si están sometidas
a presiones exteriores y a esfuerzos relativamente bajos.

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Dureza y blandura son términos que indican su resistencia al desgastarse por
erosión. Goguel (1943) ha demostrado que una caliza margosa tiene mayor
resistencia a la deformación que la caliza pura, mientras que se disgrega con más
facilidad por los agentes atmosféricos.
Hay además gran diferencia de comportamiento en los procesos tectónicos entre el
tipo de roca compacta y el tipo no compacta, diferencia que se hace notar sobre
todo en los pliegues disarmonicos.
Al distorsionarse las rocas hasta alcanzar nuevas formas, se comprimen en una
dirección y se dilatan en una o dos direcciones perpendiculares a la primera. La
distorsión puede dar lugar a grandes pliegues, anticlinales, sinclinales,
micropliegues, cruceros y otras estructuras.
En todas ellas hay engrosamiento vertical y adelgazamiento o acortamiento en
dirección horizontal. Entra del buen sentido suponer que la secuencia de
estratificación de la roca o la orientación de las láminas arcillosas o micáceas
provoque un cizallamiento preferentemente en ciertas direcciones.
Por consiguiente, la distorsión de la roca sometida a un esfuerzo de deformación
está regida por dos factores:
 Su anisotropía
 Su estado elástico o plástico
Pueden ser dominante cualquiera de los dos factores o estar combinados en una
cierta proporción.
Todas las rocas sedimentarias se constituyen de capas de propiedades físicas
diversas. El tipo de roca rígido alterna con el plástico. Cuando crece el esfuerzo
tectónico, alcanza cierta intensidad, que aunque menor que el limite elástico de las
rocas rígidas, es ya mayor que el de las plásticas. Al llegar a este grado las rocas
rígidas pueden ceder un poco bajo la fuerza y las rocas plásticas permanecen en
su sitio mantenidos por lechos adyacentes, más sólido. Si todavía aumenta más el
esfuerzo de deformación, alcanza por fin el límite elástico de las rocas. Desde luego,
en este punto se habría ya sobrepasado el límite de elasticidad de capas plásticas.
Cuando comienza la deformación de las rocas rígidas, va dirigida por completo por
las tensiones elásticas que existen aún en la capa plegada. Las rocas más débiles
adoptan la forma de las capas encajantes más duras y sus propias tensiones
elásticas no tienen efecto apreciable.
En general el comportamiento de las rocas es diferente en función del tipo de roca
de que se trate, del esfuerzo al que está sometido y del tiempo que ha durado el
esfuerzo mecánico.

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Cuando un conjunto de rocas estratificadas está sometido a un esfuerzo de
deformación (compresión) a lo largo de un periodo de tiempo considerable se
produce un plegamiento y si el esfuerzo es de estiramiento (tensión) la roca se
rompe produciendo fallas a partir de las que se individualizan bloques rocosos que
se hunden unos respecto de otros.

FUERZAS Y MECANISMOS DE DEFORMACIÓN DE LAS ROCAS.


Puede hablarse de fuerzas dirigidas y no dirigidas; las dirigidas o de superficie, son
más importantes en ingeniería que en geología; estas pueden ser de tensión,
compresión y cizalladura. La torsión es un caso particular de la cizalladura en tres
dimensiones.

Las no dirigidas son las fuerzas de gravedad o de volumen más importantes en


geología que en ingeniería. Puede tratarse de la presión confinante, sea ella
litostática o hidrostática y en general de fuerzas asociadas a la gravedad, que
actúan sobre cada partícula elemental de la masa.
La deformación de las rocas. Las deformaciones de las rocas pueden denominarse
según el origen de los esfuerzos o forma de aplicación de las cargas:
- Por su origen. Pueden ser tectónicas o no tectónicas. Las deformaciones
tectónicas están asociadas al movimiento de las placas de la corteza terrestre,
mientras las no tectónicas están asociadas a los efectos gravitacionales de las
masas de tierra y a las cargas que soportan las rocas por esfuerzos dinámicos
externos diferentes a los movimientos tectónicos.
- Por el tiempo de aplicación de las cargas. Las deformaciones pueden ser
permanentes o temporales. Las deformaciones permanentes pueden ser, según el
comportamiento del material, viscosa, plástica, y visco plástico, mientras la
deformación temporal, asociada a esfuerzos que no son permanentes, puede ser
de tipo elástica o inelástica.

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MECANISMOS DE DEFORMACIÓN DE LAS ROCAS
- Movimientos intergranulares. Los desplazamientos entre granos minerales son
función del tamaño de los granos, de su forma cristalina, y de su grado de
consolidación y cementación.
- Movimientos intragranulares. Se asocian a la deformación interna de la red
cristalina, con las que se provocan microfracturas a favor de las cuales se produce
el desplazamiento de las caras contiguas de los minerales.
- Disolución y recristalización. Fenómeno debido a la presión y temperatura
elevadas a las cuales se someten los minerales componentes; el mecanismo es
equivalente al proceso de fusión-solidificación del agua en hielo, por variaciones de
la temperatura arriba y abajo del punto de congelación.
- Deformación elástica. Es la que se da en la profundidad al paso de ondas
sísmicas y de marea, en la cual el suelo recupera la forma después del efecto.
- Deformación plástica. Son los pliegues producidos en las rocas que han sido
sometidas a esfuerzos más allá de la zona elástica y antes del límite plástico.
- Ruptura. Generación de fallas y diaclasas, cuando los esfuerzos en el material
superan el límite plástico.

COMPORTAMIENTO FRÁGIL
Cuando las rocas se encuentran en condiciones de presiones de confinamiento y
temperaturas bajas las mismas se comportan
frágilmente. El comportamiento frágil se manifiesta con la formación de fracturas.

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COMPORTAMIENTO DÚCTIL

El comportamiento dúctil se manifiesta con la formación de pliegues y un tipo de


rocas denominadas milonitas

FALLAS EN PROFUNDIDAD. MILONITAS


Cuando las fallas se desarrollan a mayor profundidad donde las condiciones de
temperatura y presión son más altas, entran a actuar otros procesos que involucran
la generación de nuevos minerales y la disolución de otros. En estas condiciones
las rocas se deforman dúctilmente, generando granos alargados que le dan
comúnmente a la roca un aspecto foliado. Estás rocas se denominan Milonita.

PLIEGUES
Los pliegues son capas o serie de capas dobladas que originalmente eran
horizontales y luego se deformaron.

Los pliegues se encuentran en todas las escalas y tienen una variedad de formas
dependiente de la magnitud de los esfuerzos compresivos existentes, de la
composición de los materiales involucrados, y de las características geométricas de
las capas (espesor, por ejemplo)
Resumiendo podemos decir que los factores que determinan la reacción de las
rocas ante un esfuerzo son los siguientes:
 Su anisotropía
 La compacidad relativa de sus partes componentes
 El limite elástico de la roca más compacta
 Velocidad de crecimiento del esfuerzo deformativo
 Presión exterior

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 Acción intrusiva en profundidad
 Contenido de fluido, inicial o intrusivo

INFLUENCIA DE LA PRESION EXTERIOR EN DIFERENTE TIPOS DE


ROCAS

El hecho de que un aumento de presión tenga una influencia diferente sobre las
distintas clases de rocas, indica que con la profundidad cambia la compacidad
relativa de aquellas.
Es decir que los estratos de cualquier tipo de roca tienden a deformarse, cuando
sobre este recaen toda una carga de estratos superpuestos en la parte superior,
esta deformación se hace más notoria cuando la compacidad de los estratos que
se encuentran en la parte inferior no está bien definida.
Como ya se dijo en el texto anterior Todos los tipos de roca son susceptibles a ser
deformados algunas en mayor proporción que otras, sin embargo tenemos muy
pocos datos comparativos sobre la influencia de un aumento de presión exterior
sobre los diferentes tipos de roca, tales como la caliza, arenisca, pizarra, limo, etc.

Por añadidura a causa de que el limite elástico es muy diferente para las distintas
clases de rocas, por ejemplo en la caliza. Se puede esperar un alargamiento
puramente elástico, cuando la capa continúa de pizarra está en el campo plástico.
por ejemplo con un esfuerzo de compresión de 600kg/cm 2 a una profundidad de 1
km, se puede esperar fluencia en pizarras y sales, pero solo fluencia elástico-
viscosa en calizas y areniscas

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gouguel(1943) a tratado sistemáticamente de obtener datos comparativos sobre los
diferentes tipos de rocas. El resultado mas importante es que goguel distingue
claramente de 3 tipo de rocas diferentes sedimentarias que pueden evolucionar con
la presión exterior.

1. Yeso y sal, aptos para experimentar una considerable solución –


recristianización, incluso cuando las muestras están secas.

2. Calizas, en las que el movimiento parece deberse principalmente a


cizallamiento intergranulae con recristianización – solución,pero que tiene mayor
limite de elasticidad y menor velocidad que el yeso y la sal.

3. Areniscas, caracterizadas por el hecho de que el angilo interno de


rozamiento y el deslizamiento intergranular son factore importantes. La velocidad
de deformación y el limite de elasticidad están y influenciados por la presión exterior.

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RESISTENCIA DE LAS ROCAS

Escasa profundidad Gran profundiadad por


Hasta dos km debajo de los 2km
Capacidad… Caliza impura Arenisca
Caliza pura Caliza impura
arenisca Margas
margas Caliza pura
Pizarra arcillosa Pizarra arcillosa
No compuesta …… Sal-yeso Sal-yeso
Los datos experimentales pueden no indicar definitivamente si una roca tiene
realmente un límite bajo de resistencia, inferior al cual no es posible otra
deformación que el modo elástico, o si el límite es solo aparente y creado por el
valor creciente de la viscosidad con esfuerzos bajos.

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FRACTURA Y DISTORSIÓN DE LAS ROCAS
Bajo éste encabezado se resumen un número de fenómenos producidos por la
deformación de las rocas visibles a simple vista y se dividen en distorsión de las
rocas y fractura de las rocas.
DISTROSIÓN DE LAS ROCAS
Algunos de sus componentes; cuya formación original se conoce de antemano o
por reconstrucción, se distorsionan por diminutos planos de cizalla sin perder del
todo la relación con su forma original. En esta clase se encuentra las deformaciones
de los fósiles, de oolitos y guijarros.

DISTROSIÓN DE FÓSILES
Su distorsión es mucho más difícil de ver a causa de la forma irregular de los
fósiles. Muchas veces se ha estudiado la distorsión de fósiles, pero casi
exclusivamente en rocas paleozoicas debido a que la mayoría de los plegamientos
terciarios son del tipo concéntrico, en los cuales todo el movimiento es paralelo al
plano de la capa y concentrado principalmente sobre intercalaciones pizarrosas o
margosas.
Aparentemente, los cizallamientos concéntricos evitan tales superficies y se
reúnen en lechos pizarrosos y margosos.
Por otra parte, la escasez de fósiles de muchas rocas paleozoicas se debe a
menudo al intenso crucero. No es el solo hecho que la roca deslice a lo largo de
los planos en los que están depositados los fósiles; los mismos fósiles
normalmente están ya destruidos. Particularmente esto es cierto para los restos
fósiles frágiles, como los graptolites.

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Duna fósil, bandas de arenisca marrón con distorsión,
moldeada por el viento, el agua y erosión.

FRACTURA DE LAS ROCAS


La fractura de las rocas por procesos tectónicos se llama simplemente
milonitización y las rocas quebrantadas se llaman milonitas. Pero si la fractura va
acompañada de espejos (slickensiding) o intenso crucero o recristalización, es
preferible emplear brechamiento y las rocas rotas se llaman brechas tectónicas.
Las milonitas son rocas que han tenido una laminación intensas en las que se han
pulverizados las partículas componentes originales y desaparecido en la rotura
general de la roca. Cuando este proceso de machacado avanza aún más hay
recristalización o una clase de fusión. Las rocas en ese caso se llaman
ultramilonitas.
El tipo particular de brechamiento o milonitización depende mucho de la
naturaleza de la roca, la profundidad por bajo de la superficie y el campo de
esfuerzos. En rocas cristalinas, los planos de fractura tienen inmediatamente
laminación, ya que el movimiento de cizalla prevalece en las láminas de mica y
redondea los cristales de cuarzo y feldespato. Para romper la roca, el esfuerzo de
cizalla debe ser mucho más grande que el esfuerzo que rompería las rocas
sedimentarias. En granitos y otras rocas cristalinas masivas, la fractura toma
siempre la forma de milonitización. Las milonitas superficiales de rocas cristalinas
presentan fuerte laminación y cloritización de todos los minerales oscuros.

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Tipos de rocas y régimen en una zona de falla (arriba) y cizalla (abajo) en función
de la profundidad y por lo tanto, la temperatura, Adaptada por (Sibson), CP: cuasi-
plastico; EF: Elastico - friccionado.

ESTRUCTURAS EN ALMOHADILLADO
Están relacionadas con el Vesiculado, aunque tienen diferente origen
Se distinguen tres tipos de almohadillado

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ESTRUCTURAS PTIGMATICAS
Son venas retorcidas que tienen aspecto de laberinto Se encuentran como venas
pegmatíticas en migmatitas y gneis.

PEGMATITA
Roca ígnea plutónica, ácida, carente de ferromagnesianos o escasos. Se presenta
en filones.
MIGMATITA
Rocas mixtas compuestas por una roca alterada por metamorfismo y
metasomatismo.

ESTRUCTURAS PTIGMATICAS
Los Ptigmas también se presentan plegados debido al proceso de deformación a
lo largo de planos de cizalla lisos.
Estos ptigmas tienen los flancos adelgazados y las charnellas gruesas y su plano
axial es paralelo a la esquistosidad dominante

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DISLOCACIONES COHERENTES
En las rocas sedimentarias se manifiestan en forma de alabeos de las capas
Sus dimensiones pueden ser desde amplias depresiones y alabeos de centenares
de metros hasta miles de kilómetros de diámetro, con formas de pliegues
Deformaciones Continuas
Estructuralmente se clasifican en:
Megaestructuras: decenas hasta centenares de kilómetros
Macroestructuras: desde metros hasta varios kilómetros Microestructuras: muy
reducidas
GEOFORMAS DE DISLOCACIONES COHERENTES
Monoclinal Es un plegamiento, a la manera de escalón, de capas horizontales o
con suave buzamiento. Consiste en un cambio en el buzamiento desde un comienzo
con suave inclinación a otra parte mas inclinada y de nuevo a otra suave

GEOFORMAS DE DISLOCACIONES COHERENTES


Flexura Es una estructura abrupta que eslabona dos tramos de yacimiento
horizontal

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Flexiones Grandes – 1
Son estructuras en amplias depresiones hacia abajo como elevaciones de iguales
o similares dimensiones.
Se miden en dimensiones de varios kilómetros, pudiendo alcanzar 10 a 12
kilómetros y varían según la profundidad.

Flexiones Grandes – 2
Los depósitos en el centro de la depresión es mayor , disminuyendo hacia sus
declives y las partes marginales
Generalmente los buzamientos de las capas en los flancos del grupo de flexiones
grandes son muy pequeños medidos como dos o tres metros por Km.

TIPOS DE DISLOCACIONES COHERENTES


Los esfuerzos corticales producen estructuras plegadas cuya geometría está
referenciada por los anticlinales y sinclinales.

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CORTES VERTICALES DE DIVERSOS TIPOS DE PLIEGUIES

A. SINCLINAL SIMETRICO B. ANTICLINAL SIMETRICO C. HOMOCLINAL D.


SINCLINAL ASIMETRICO E. ANTICLINAL ASIMETRICO F. MONOCLINAL G.
TERRAZA ESTRUCTURAL H. ANTICLINAL Y SINCLINAL ISOCLINALES I.
PLIEGUES ABALCONADOS J. PLIEGUES RECUMBENTES K. PLIEGUES EN
ABANICO En A, B, D, E, st indica la posición de la Superficie

DISLOCACIONES DISYUNTIVAS
Deformaciones Discontinuas
Corresponden a estructuras que presentan desplazamientos reales o
desplazamientos relativamente pequeños.
Se presentan desde aberturas micromilimétricas hasta desplazamientos de cientos
o mas metros.
DISLOCACIONES DISYUNTIVAS – 1
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas La definición de grieta sin
desplazamiento es convencional, ya que no existen fracturas sin desplazamiento.
Siempre existe un pequeño desplazamiento aun en forma de abertura de los bordes
de la grieta o resbalamiento relativo entre ambos.
En razón de la escala de mapeo, las grietas se consideran con desplazamientos
despreciables.

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DISLOCACIONES DISYUNTIVAS - 2
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas Las grietas son de gran difusión
en la corteza en casi todas las rocas, salvo en las que tienen altos contenidos de
humedad.
Por la dimensión de la abertura se denominan : Ocultas, Cerradas y abiertas.

DISLOCACIONES DISYUNTIVAS - 3
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas
Ocultas: En las rocas recientes o frescas no se notan, pero se manifiestan cuando
se rompen siguiendo ciertos planos preponderante.

DISLOCACIONES DISYUNTIVAS - 4
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas
Cerradas: Se ven a simple vista, pero no tienen abertura.
DISLOCACIONES DISYUNTIVAS – 5
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas
Abiertas: Presentan hendiduras o aberturas muy visibles.
DISLOCACIONES DISYUNTIVAS - 6
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas Al estudiar las grietas se fija su
frecuencia, es decir, la cantidad de grietas en una extensión elegida.
Con ello se establece la frecuencia para cada sistema de grietas
DISLOCACIONES DISYUNTIVAS – 7
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas Se debe tener en cuenta que la
frecuencia de las grietas de un mismo sistema varía regularmente al pasar de una
capa de cierta composición y espesor a otra de diferente espesor y composición.
Como regla general se tiene que las grietas resultan ser de mayor frecuencia a
medida que disminuyen el espesor de la capa y su resistencia.
DISLOCACIONES DISYUNTIVAS - 8
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas Los sistemas de grietas que se
cruzan en la roca forman bloques de diferentes dimensiones los cuales se
denominan Disyunciones de la Roca (blocosidad).

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La figura siguiente presenta algunos modelos de grietas en una falla tangencial.
DISLOCACIONES DISYUNTIVAS - 9
Fracturas sin Desplazamientos Grietas o Diaclasas.

FRACTURAS LIGADAS A MOVIMIENTOS VERTICALES


Las fracturas de origen tectónico pueden ser el resultado primario de las tensiones
tectónicas.
Los pares verticales de fuerzas tectónicas que actúan durante la formación del
plegamiento en bloques fracturados, conducirían a acortar la corteza terrestre y los
resultados serán fallas verticales, con un labio levantado y el otro hundido.

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Muchas cadenas de montañas y depresiones tienen su origen en los movimientos
verticales y alcanzan decenas de kilómetros de anchura y centenares de kilómetros
de longitud.
Las fracturas o fallamientos se deben considerar como el resultado de la cortadura
bajo el influjo de los pares de fuerzas de dirección vertical.
El corrimiento del bloque elevado es el resultado del escurrimiento de las rocas, es
decir, de su capacidad de deformarse lentamente bajo la acción prolongada de la
fuerza de gravedad; entonces las fallas en superficie se encorvan con tendencia
hacia profundidad a volverse vertical.

Corrimiento de la parte superior del bloque alzado bajo la acción de la fuerza


de gravedad y curvatura de la fractura con la formación de fallas de
corrimiento cobertizo.

Los bloques elevados por los movimientos verticales y abruptos son pilares
tectónicos o horst y las depresiones que se encuentran entre ellos son las fosas
tectónicas o grabens.

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Grabenes - sinclinales y horstes-anticlinales
FRACTURAS DE TENSION
Las fracturas de tensión o tracción, surgen como fenómeno secundario en el
ambiente de flexiones de la corteza terrestre y están provocadas por las fuerzas
tectónicas verticales.
Semejantes flexiones, según las condiciones en que se forman, pertenecen a la
clase de fuerzas transversales, es decir, provocadas por fuerzas aplicadas
perpendicularmente a las capas.

FRACTURAS LIGADAS A COMPRESION HORIZONTAL


La compresión horizontal de las secuencias estratificadas conduce a la formación
de flexiones longitudinales y plegamientos de distorsión general, finalizando con la
formación de fracturas.
Es bastante común la combinación del plegamiento por compresión horizontal con
las fallas de corrimiento.
Existe una relación estrecha entre las condiciones mecánicas de la formación de las
fallas de corrimiento, como resultado de la cortadura por la misma compresión.
Teóricamente los planos de falla de corrimiento deben tener 45° de inclinación.

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Las fallas de corrimiento están ligadas a su origen viscoso, es decir se forman
durante el proceso de concentración del flujo plástico en zonas estrechas.
El primer paso en la formación de fallas de corrimiento es la inclinación de los
pliegues.Segundo, los pliegues inclinados se convierten en pliegues invertidos o
volcados.Al desarrollarse las dislocaciones, en los flancos de los pliegues las capas
se estiran y adelgazan.En éste momento aparecen las primeras fracturas pequeñas
y casi paralelas a las capas
Las fracturas se van uniendo gradualmente y alli comienzan los fallamientos de
corrimientos y aumenta la amplitud de los desplazamientos.
Finalmente se forman las estructuras imbricadas, en las cuales series enteras de
pliegues anticlinales invertidos están empujadas unas sobre otras, mientras que los
sinclinales se encuentran cortados en alto grado.
La amplitud de las fallas de corrimiento imbricadas es máxima en las inmediaciones
de la elevación mayor de la charnella del anticlinal adyacente a dicha falla.
En la dirección de los hundimientos de la charnella la amplitud de la falla de
corrimiento generalmente disminuye y puede extinguirse totalmente,
desintegrándose previamente en una serie de fracturas mas pequeñas.
Los desplazamientos por las fallas de corrimiento imbricadas conducen a un
sucesivo desarrollo de acortamiento horizontal y a la conformación de pliegues.
Una propiedad para todas las fallas de corrimiento, es que su rumbo, aunque es
ondulado, en general es paralelo al rumbo del plegamiento donde actúa.
Durante la compresión horizontal de la corteza, pueden originarse no sólo fallas de
corrimiento, sino también fallas laterales o tangenciales.
Estas fallas producen alargamiento en dirección horizontal con ángulo recto a la
compresión; aún cuando sucede acortamiento longitudinal y aumento vertical.

Ciertas bóvedas diapíricas se formaron sobre terrazas estructurales en el


basamento que yace bajo la masa plástica, dichas terrazas tienen su génesis en
disyunciones abruptas.

pág. 29
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