LA HORA DE LA GRAN MISERICORDIAv
valioso que tenias, es decir, la Sangre y el Agua de
Tu Coraz6n. He aqui la omnipotencia de Tu
Misericordia, de ella toda gracia fluye a nosotros.
‘Oh Jestis, Verdad eterna, Vida nuestra, Te suplico y
mendigo Tu misericordia para fos pobres pecadores.
Dulcisimo Corazén de mi Sefior, lleno de piedad y de
misericordia insondable, te suplico por los pobres
pecadores. Oh Sacratisimo Corazon, Fuente de
Misericordia de donde brotan rayos de gracias.
inconcebibles sobre toda raza humana. Te suplico
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luz para los pobres pecadores. Oh Jesiis, recuerda
Tu amarga Pasi6n, y no permitas que se pierdan las
almas redimidas con tan preciosisima, Santisima
Sangre Tuya.
Oh Jesus, cuando considero el alto precio de Tu
Sangre, me regocijo en Su inmensidad, porque una
sola gota habria bastado para salvar todos los
pecadores. Oh, \qué alegria arde en mi corazén
cuando contemplo Tu bondad inconcebible, oh Jestis
mio! Deseo atraer a todos los pecadores a Tus pies,
para que glorifiquen Tu Misericordia por los siglos
de los siglos. (Diario, 72)En Sus revelaciones a Sor Faustina, nuestro Seftor
pidio una oracidn especial y una meditacién de Su
Pasion cada dia a las tres de la tarde, la hora que
recuerda Su muerte en la Cruz,
“A las tres, ruega por Mi misericordia, en
especial para los pecadores y aunque s6lo
sea por un brevisimo momento, sumérgete
en Mi Pasién, especialmente en Mi
abandono en el momento de Mi agoni
Esta es Ia hora de la gran misericordia para
el mundo entero. Te permitiré penetrar en
Mi tristeza mortal. En esta hora nada le
sera negado al alma que lo pida por los
méritos de Mi Pasién... (Diario, 1320).
Cuantas veces oigas el reloj dando las tres,
sumérgete totalmente en Mi misericordia,
adoréndola y slorificandola; suplica su
ommipotencia para el mundo entero y
especialmente para los pobres pecadores,
ya que en ese momento se abrié de par en
par para cada alma. En esa hora puedes
obtener todo lo que pides para ti y para los
demés. En esa hora se establecié la gracia
para el mundo entero: 1a misericordia
triunf6 sobre la justicia.
En esa hora procura rezar el Via Crucis, en
cuanto te lo permitan los deberes; y sino
puedes rezar el Via Crucis, por lo menos
entra un momento en Ia capilla y adora en
el Santisimo Sacramento a Mi Coraz6n que
esta Heno de misericordia. Y si no puedes
entrar en la capilla, sumérgete en oracién
alli donde estés, aunque sea por un
brevisimo instante...” (Diario, 1572)
Quizé no todos podamos rezar las Estaciones del Via
Crucis o adorar a Jestis en el Santisimo Sacramento,
pero todos si podemos detenernos mentalmente
durante un BREVISIMO INSTANTE, Pensar en Su
abandono total a la hora de la agonia y rezar una
breve oracién, como por ejemplo, “Jestis,
Misericordia” o “Jestis, por Tu dolorosa Pasién,
ten misericordia de nosotros y del mundo
entero”.
Jestis puso tres condiciones necesarias para que las
oraciones elevadas a Dios en la Hora de la
Misericordia sean eficaces:
- la oracién tiene que ir dirigida a Jestis,
~Tiene que ser a las tres de la tarde.
- Tiene que apoyarse en los valores y méritos de la
Pasién del Senor.
Esta meditacion de la Pasién de Cristo, por breve
que sea, nos lleva cara a cara con la Cruz, y como
escribe el Papa Juan Pablo fl en la-enciclica Rico en
Misericordia: “Es en la Cruz que la revelacién
del amor misericordioso alcanza su
culminacién. Dios nos invita, continta el Santo
Padre, a la MISERICORDIA hacia Su Hijo
crucificado”. Por consiguiente, nuestra meditacion
de la Pasion “no solamente es un acto de
solidaridad con en doliente Hijo del Hombre,
sino también un tipo de MISERICORDIA
mostrada por cada uno de nosotros al Hijo del
Padre Eterno”.
ORACIONES EN LA HORA DE LA MISERICORDIA
(Tomadas del Diario de Sor Faustina)
Expiraste, Jesus, pero el manantial de la vida broté
para las almas; y se abti6 el mar de la Misericordia
para el mundo entero. jOh Fuente de vida,
insondable Misericordia de Dios, envuelve el mundo
entero y viértete sobre nosotros! (Diario, 1319).
jOh Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazon
de Jestis, como fuente inagotable de Misericordia
para nosotros, yo confio en Ti! (Diario, 187)
Oh Jestis, Te entregaste por nosotros a tan
asombrosa Pasi6n, tnicamente por amor. La Justicia
de Tu Padre habria sido expiada con un solo suspiro
Tuyo, y todos Tus anonadamientos son actos de Tu
Misericordia y Tu inconcebible amor... Cuando
‘estabas muriendo en la cruz, en aquel momento nos
donaste la vida eterna, al haber permitido abrir Tu
Sacratisimo costado, nos abriste una inagotable
fuente de Tu Misericordia; nos ofreciste lo masPROPAGACION
DE LA DIVINA MISERICORDIA
El Sefior Jestis, vinculé dos promesas a la
Propagacién de la Devocién a la Misericordia de
Dios: la primera se extiende a toda la vida, y
consiste en el amparo paternal de Jestis sobre el que
ropague esta Devocion. La segunda se refiere a la
hhora de la muerte; aqui Jestis asegura, que con el
moribundo se portaré de tal manera, que Su infinita
Misericordia se revelaré por si misma. Los que
propaguen la Devocién a la Misericordia de Dios,
pueden esperar de Jestis un amparo extraordinario
atin en esta vida, y una Misericordia sin medida a la
hora de la muerte.
“A las almas que propagan Ia devocién a Mi
misericordia, las protejo durante toda su
vida como una madre carifosa [protege] a
su nifio recién nacido y a la hora de la
muerte no seré para ellas el Juez, sino el
Salvador Misericordioso. En esta dltima
hora el alma no tiene nada en su defensa
fuera de Mi Misericordia. Feliz el alma que
durante su vida se ha sumergido en Ia
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Fuente de la Misericordia, por que no la
alcanzaré la Justicia. (Diario, 1075)
“Hija Mia, no te canses de proclamar Mi
Misericordia para aliviar Mi Corazén, que
arde en lamas de compasién por los
pecadores”. (Diario, 520.
Esta necesidad de proclamar la Misericordia de Dios
es un tema que aparece constantemente en el Diario
de Sor Faustina:
“Proclama al mundo entero Mi
misericordia insondable...”" (Diario, 1142)
“Proclama que la misericordia es el
atributo mas grande de Dios. Todas las
obras de Mis manos estan coronadas por la
misericordia”. (Diario, 301)
“Haz lo que esté en tu poder para difundir
Ja devocién a Mi Misericordia. Yo supliré
Jo que te falta. Dile a Ia humanidad
doliente que se abrace a Mi Corazén
misericordioso y Yo la Ilenaré de paz”.
(Diario, 1074).
Jestis enriquecié la predicacién sobre la Misericordia
de Dios, desempenada por los sacerdotes, con el
don de una excepcional eficacia pastoral. Dijo a Sor
Faustina:
“Diles a Mis sacerdotes que los pecadores
més empedernidos se ablandardn bajo sus
palabras cuando ellos hablen de Mi
misericordia insondable, de la compasion
que tengo por ellos en Mi Coraz6n. A los
sacerdotes que proclamen y alaben Mi
misericordia, les daré una fuerza
prodigiosa y ungiré sus palabras y sacudiré
los corazones a los cuales hablen”. (Diario,
1520)De aqui se deduce que los sermones tendrén una
excepcional eficacia en cuanto a la conversion de
los pecadores. Puesto que la conversi6n del hombre
se realiza, sobre todo, en el Sacramento de la
penitencia, los sacerdotes eben aprovechar los
elercicios espirituales, los retiros, y la preparacion a
la confesién, para hablar de la insondable
Misericordia de Dios, y asi podrén conseguir este
objetivo principal de su actividad pastoral: la
conversion de los pecadores.
Predicarén con mayor eficacia, si ellos mismos
profundizan en lo que es la Misericordia de Dios.
Este objetivo no se conseguiré por ningiin otro
camino, sino por la profunda y humilde meditacion-
contemplacién de la Vida, y sobre todo, de la Pasion
de Jesucristo.
La propagacién de la devocién a la Divina
Misericordia no requiere necesariamente muchas
palabras pero sf, siempre, una actitud cristiana de fe,
de confianza en Dios y el propésito de ser cada vez
més misericordioso. Un ejemplo de tal apostolado
lo di6 Sor Faustina durante toda su vida.
NUESTRA OBLIGACION
Si el Cielo nos da una gracia tan admirable, la
debemos apreciar y tenemos que propagar esta
magnifica devocién entre nuestros amigos y por
todas partes; tenemos la honrosa obligacion de
ayudar a la salvacién de la Humanidad propagando
esta devocién.
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Todo el mundo debe conocer la amonestacion de
Nuestro Sefior: “La Humanidad no tendra
tranquilidad ni paz hasta que venga con
confianza a Mi Divina Misericordia.” (Diario,
699). Y nosotros que hemos tenido la dicha de
conocer la Divina Misericordia, debemos implorar al
Cielo, sin cesar, para que Ja Humanidad acoja esta
amonestacién de nuestro Seftor: “Que los mas
grandes pecadores [ponganl su conflanza en
Mi misericordia, Ellos mas que nadie
tienen derecho a confiar en el abismo de
Mi misericordia. No puedo castigar atin al
pecador mds grande si 1 suplica Mi
compasion, sino que lo justifico en Mi
insondable e impenetrable misericordia.”
(Diario, 146). “Feliz el alma que durante la
vida se ha sumergido en la fuente de Mi
misericordia, porque no Ja alcanzaré la
justicia.” (Diario, 1075)
El sentor dijo a Sor Maria Faustina: “Secretaria de
Mi Misericordia, td tienes la obligacién, no
solamente de escribir y proclamar Mi
Misericordia, sino también debes implorar
gracias para los pecadores a fin de que
ellos también adoren Mi Misericordia”.
Diario, 160).
‘Amado lector: Si tii has leido este Devocionario,
trata de ser también un Apéstol de la Misericordia
de Dios, propagéndola donde puedas. Grandes e
inmensas gracias espitituales, eternas y temporales
‘obtendras de Nuestro Amadisimo Salvador.