Esta capacidad supone que el niño, a partir de la escucha activa, recuerde la información relevante dicha por quien le habla. Por ejemplo, luego de la visita del veterinario que nos informó sobre el cuidado de los animales, conversamos con los niños para recordar la información más importante que nos permita elaborar un mural informativo, y en este contexto preguntamos: ¿Qué hacen algunos perros cuando se sienten mal del estómago? La respuesta que dé un niño dará cuenta de la información que ha recuperado (la rabia). “Los perros comen pasto para que les ayude la digestión” 2. Infiere e interpreta información del texto oral: Esta capacidad supone que el niño deduzca información, a partir de las relaciones que establece entre la información explícita e implícita (entonación, gestos, movimientos, posturas de los interlocutores). De esta manera, el niño va interpretando el sentido del texto a partir de lo que se dice o se pretende decir. Por ejemplo, cuando el veterinario dice: “Los perros muchas veces cuando han comido algún objeto extraño (restos de basura, una piedra, etc.) comen hierba y luego vomitan para limpiar su estómago”. Uno de los niños comenta “mi perro come plantas y también vomita” Si le preguntamos ¿Por qué come plantas? Y responde: “Para que no le duela su estómago”, su respuesta es una inferencia. 3. Adecúa, organiza y desarrolla las ideas de forma coherente y cohesionada: Esta capacidad supone que el niño exprese sus ideas en torno a un tema, aunque en ocasiones puede salirse del mismo. Además implica que el niño organice sus textos orales para que sean progresivamente más comunicables. Por ejemplo, en el marco de la visita al veterinario al preguntarles los niños se expresan con mayor detalle para que su texto gane en coherencia y profundidad. Así, comentarán en que ocasiones el perro se purga con el pasto. Cuando dice: “Sí, mi perro come pasto cuando le sacamos a pasear con mi mamá” 4. Utiliza recursos no verbales y para verbales de forma estratégica: Esta capacidad supone que el niño, en la espontaneidad de su expresión oral, combine una serie de recursos expresivos que enriquecen y hacen más efectiva su comunicación. Los niños hablan con todo su cuerpo. Por ejemplo cuando le preguntamos ¿cómo saben que los perros comen pasto? este se apoya en gestos y movimientos para dar una respuesta. Además, se para y hace que está jalando al perro de su correa para hacerle pasear para que su oyente entienda qué quiere decir con ese movimiento. Lo hace apoyado de gestos y movimientos para asegurarse que le entiendan. Cuando dice: “cuando ve pasto se sienta a comer y no quiere seguir caminando”.