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LICEO PRIVADO DE CIENCIAS COMERCIALES

CIENCIAS SOCIALES
P.E.M JOSÉ JULIAN FELIX LÓPEZ
BACHILLERATO EN CIENCIAS Y LETRAS
SECCIÓN: B

EL CONFLICTO ARMADO INTERNO

JOSÉ EMANUEL RAMOS FUNES

JUNIO 2018
INDICE

INTRODUCCION 1

CONFLICTO ARMADO INTERNO 2

ANTECEDENTES 2

CRONOLOGÍA DEL CONFLICTO ARMADO 2

ACERCA DEL CONFLICTO ARMADO EN GUATEMALA 4

LAS RESPONSABILIDADES DE LOS EUA 7

LOS MILITARES DEL ESTADO 7

LA IMPUNIDAD 7

CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO ARMADO 7

LOS ACUERDOS DE PAZ 10

EFECTOS 11

ACTUALIDAD 14

CONCLUSIONES 15

RECOMENDACIONES 16

BIBLIOGRAFIA 17

ANALISIS DEL CONFLICTO ARMADO 18


INTRODUCCION

El inicio de la década de los años 80 en Guatemala estuvo caracterizado por la


continuación de una guerra donde únicamente las poblaciones en conflicto y el
ejército gubernamental sabían de eso. El resto del país ignoraba la mayor parte de lo
que estaba aconteciendo. La guerra al principio de abarcaba toda la vida del país.
Pero esto no implicaba que de una forma y otra la vida dentro de la nación estuviera
determinada de alguna manera por la guerra revolucionaria. La ausencia de
información oficial, pero si de mucha desinformación, se debió a una política
concebida con el afán de ocultar las acciones del gobierno, que iban dirigidas hacia
la supresión del movimiento social que se estaba gestando dentro del seno de la
población tradicionalmente explotada y cuyo fin era tomar el poder por la vía armada.
CONFLICTO ARMADO INTERNO

ANTECEDENTES
Este período se refiere al proceso anterior al estallido del conflicto simbolizado en el
levantamiento de un grupo de militares el 13 de noviembre de 1960.
La revolución del 20 de octubre de 1944 marca el inicio de los gobiernos revolucionarios;
una década que se caracterizó por modernizar el Estado de Guatemala desde una política
nacionalista que estableció políticas sociales a favor de las mayorías trabajadoras (obreros
y campesinos). Su factor crítico fue la movilización social de los sectores trabajadores y
campesinos, así como la presencia política de la izquierda. La reforma agraria es el
acontecimiento determinante por la que los grupos conservadores derrocan al gobierno
revolucionario.
La invasión liberacionista de 1954 resulta ser el momento que marca los inicios del conflicto
porque comienzan a cerrarse los espacios de participación política para los sectores
sociales. Además no estaban de acuerdo con los sentimientos nacionalistas de la población
porque lo confundieron con el comunismo. Esto dio como resultado la exclusión política de
la izquierda.
La militarización del país fue un factor de poder importante. Aún antes de surgir la guerrilla
los militares buscaron que no volvieran al poder los dirigentes de la década revolucionaria,
pese a que algunos de ellos aceptaban el anticomunismo como sistema ideológico
fundamental. El poder de los militares se desarrolló como justificación para eliminar a los
revolucionarios y al interés por tener el poder y así dominar las principales decisiones del
país.
CRONOLOGIA DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO EN GUATEMALA

En 1954 el inicio del drama político moderno en Guatemala se puede fechar antes En ese
año, una invasión dirigida por el coronel Carlos Castillo Armas (aunque organizada por la
Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos para defender intereses de empresas
norteamericanas en el país).

En 13-12-1960.
Oficiales descontentos del Ejército, muchos de ellos entrenados en Estados Unidos,
intentaron llevar a cabo un golpe de Estado en contra del
gobierno del general Miguel Idígoras Fuentes.

Las jornadas de marzo de 1962 crecieron cuando grupos


sindicales y de las clases medias se unieron a la huelga para
exigir la renuncia del presidente Miguel Idígoras Fuentes. El
Frente 20 de Octubre, integrado por estudiantes y ex
oficiales del Ejército, fue aniquilado durante las jornadas de
1962, cuando se enfrentó a una patrulla militar en Concuá,
Baja Verapaz, a unos treinta kilómetros de la ciudad capital.
Para 1963, distintos frentes guerrilleros se unieron a las Fuerzas Armadas Rebeldes. El 6
de marzo de 1966, los guatemaltecos fueron a las urnas y eligieron Presidente al abogado
y profesor universitario Julio César Méndez Montenegro. En 1970, el Ejército presentó
como su candidato oficial al arquitecto del terror contrainsurgente en Zacapa, el coronel
Carlos Arana Osorio.

En 9-01-1983 Nace el Grupo Contadora y presenta su propuesta de paz para C. A.

En9-09-1983

Los presidentes centroamericanos aceptan la propuesta de Contadora. En 11-11-1983 La


ONU apoya al grupo Contadora. En 04-1984 Contadora presenta su primera acta de paz.
En 14-01-1986 Vinicio Cerezo asume la presidencia y anuncia su política exterior de
neutralidad activa y propone la organización del parlamento C. A.

En 6-06-1986

Contadora presenta la última versión de su acata de Paz. En 05-1986 Primera reunión


de presidentes de C.A. Esquipulas, Chiquimula. Esquipulas I. En 7-08-1987 Presidentes
firman el procedimiento para establecer La paz firme y duradera en C. A. Esquipulas II.

En 25-08-1987

Se crea la comisión de verificación y seguimiento del cumplimiento a los compromisos


adquiridos. En 10-1987 Primera reunión entre Gobierno y Comandancia Guerrillera. En 04-
1990 La CNR logra que el Gobierno y URNG firmen el Acuerdo para la búsqueda de una
paz por medios políticos. En 06-1990 Reunión entre la URNG y los sectores políticos En el
Escorial, España. En 08-09-1990 Reunión entre la URNG y el sector empresarial en Ottawa
Canadá.

En 09-1990

Reunión entre la URNG y el sector religioso en Quito Ecuador. En 10-1990 Reunión entre
la URNG y los sectores sindicales y populares en Mentepec, México.

En 10-1990

Reunión entre la URNG y sectores académicos profesionales y de la pequeña empresa en


Atlixto México. En 04-1991 El presidente Jorge Serrano presenta su plan de paz total en la
ONU en Ginebra. En 26-04-1991Gobierno y URNG acuerdan la agenda y el procedimiento
para desarrollar la negociación en México. En 25-06-1990 URNG y Gobierno firman el
acuerdo Marco para la búsqueda de una paz total por medios políticos, en Querétaro
México.
En 25-05-1993

Golpe de estado de Jorge Serrano. Se interrumpen las negociaciones entre el Gobierno y


la guerrilla. En 5-06-1993 Asume la presidencia Ramiro de León Carpio. En 10-01-1994
URNG -Gobierno conviene en México reanudar las pláticas por medio de un acuerdo marco
para la reanulación del proceso.

En 29-04-1994

URNG y Gobierno firman el acuerdo Global sobre DH y el Acuerdo de calendario de las


negociaciones para una paz firme y duradera. En 17-06-1994 URNG y Gobierno firman en
Loso el Acuerdo para reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el
enfrentamiento armado. En 23-06-1994 URNG y Gobierno firman el Acuerdo sobre el
establecimiento de la comisión para el esclarecimiento Histórico de las violaciones a los DH
y los hechos de violencia que han causado sufrimientos a la población guatemalteca.
En 31-03-1995 URNG - Gobierno firma el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los
pueblos Indígenas.

ACERCA DEL CONFLICTO ARMADO EN GUATEMALA

El inicio de la década de los años 80 en Guatemala estuvo caracterizado por la


continuación de una guerra donde únicamente las poblaciones en conflicto y el ejército
gubernamental sabían de eso. El resto del país ignoraba la mayor parte de lo que estaba
aconteciendo. La guerra al principio de abarcaba toda la vida del país como ocurrió en El
Salvador y Nicaragua. Pero esto no implicaba que de una forma y otra la vida dentro de la
nación estuviera determinada de alguna manera por la guerra revolucionaria. La ausencia
de información oficial, pero si de mucha desinformación, se debió a una política concebida
con el afán de ocultar las acciones del gobierno, que iban dirigidas hacia la supresión del
movimiento social que se estaba gestando dentro del seno de la población tradicionalmente
explotada y cuyo fin era tomar el poder por la vía armada.

El movimiento social tuvo orígenes


mediatos en la llamada Revolución de
Octubre de 1944 y el levantamiento armado
que se llevó a cabo durante la década de
los años setenta que propició la formación
de las primeras guerrillas modernas en
Guatemala. Ambos sentaron el inicio de
muchos cambios sociales que beneficiaron
a los más desposeídos, haciendo que se
incorporaran de una forma más
participativa al acontecer de la vida nacional.
Las cifras de la represión hacia el movimiento social tomaron carismas de genocidio
cuando los militares se dieron cuenta que tenían que golpear las bases campesinas que
sustentaban a la fuerza guerrillera para ganar la
guerra.

La política de tierra arrasada impuesta por Efraín Ríos


Montt en 1982 y 1983, obligó miles de campesinos a
abandonar el país y buscar refugio en México,
Estados Unidos y Belice.

El efecto de la contraofensiva militar, así como la participación de indígenas en la guerra,


originaron cambios sustanciales que modificaron el perfil tradicional de las sociedades
indígenas así como se conocían antes del conflicto.
El doctor Carlos interiano en su tesis “Los medios de Comunicación durante el conflicto
interno dice:

El conflicto armado interno guatemalteco que duro 36 años, dejó una cauda de unos cien
mil muertos, un millón de desplazados, miles de torturados y desaparecidos, el gremio
periodístico no escapó a esa vorágine de sangre, desesperación y dolor.

Por supuesto que la mayor incidencia de muerte en los periodistas se ubica en los
comunicadores obreros de la información, reporteros, redactores, locutores, etc., aunque
también la cúpula de dirección fue golpeada, tal es el caso del asesinato del periodista
Isidoro Zarco, ocurrido el 28 de enero de 1970.

Durante el conflicto armado interno que vivió nuestro país, los medios de comunicación
jugaron un papel que debe ser analizado a la luz de una desapasionada visión que permita
ubicarlos con mayor objetividad en la urdimbre social que se vivía en esa época, donde la
represión del sistema era el común denominador en las instituciones y organizaciones de
diversa índole, incluida por supuesto, la prensa.

Muchas veces la información que llega a los usuarios no es la versión de lo que realmente
sucedió sino el resultado de la interpretación, somatización y tratamiento periodístico que
los medios dan a los hechos

El conflicto armado interno, creador de sentido discursivo: el lenguaje de la guerra


Durante el conflicto armado interno guatemalteco, los medios de comunicación jugaron en
términos generales, un papel muy conservador. Si bien es cierto que a nivel personal los
periodistas, especialmente reporteros, fueron víctimas del sistema violento que se vivió
esos años, a nivel institucional y empresarial, los medios se plegaron a las directrices que
el ejército, actor político-militar preponderante en esa época, impuso a toda la sociedad. De
esta cuenta, el conflicto armado interno fue creando su propio sentido discursivo, impuesto
desde la cúpula militar y algunos sectores conservadores del país.
Al respecto vale la pena destacar dos grandes periodos de esta época. El primero que va
de 1963, con la caída del general Miguel Idígoras Fuentes, hasta 1982, con la asunción al
poder del general Efraín Ríos Montt.

El segundo periodo arranca de 1983, con la caída del general Ríos Montt y la asunción al
poder del general Oscar Humberto Mejía Víctores, hasta diciembre de 1996, cuando se
firma la paz firme y duradera.

La muestra fotográfica fueron tomadas en


circunstancias especiales y de peligro en las
llamadas áreas rojas cuando ningun reporteros
viajaba sólo para captar a la guerrilla en acción.
Hay fotos de los refugiados. Los desplazamientos
internos en la montaña, los kaibiles, organizaciones
sociales, exhumaciones, manifestaciones de
periodistas, intento de golpe de estado, militares,
toma pacifica de Catedral, etc.

Los medios de comunicación son empresas diseñadas para producir lucro. De esta cuenta
la información constituye la principal mercancía que estas venden. También la pauta
publicitaria es un producto comunicacional que las
empresas persiguen a diario. Pero la acción de los
medios no se queda sólo en lo informativo y mercantil.
Por ser instituciones que concentran poder económico
e informativo también se convierten en instituciones
altamente políticas.

En ese sentido, asumen muchas veces el rol de canales de propaganda de los grupos de
poder hegemónico, a veces en detrimento de sectores menos favorecidos o débiles.

Durante el conflicto armado interno, en términos generales, se aplicó la lógica


propagandística, aplicando las conocidas reglas de la propaganda nazi. Estas reglas
obedecían a las directrices que, abierta o en forma encubierta, el ejército aplicaba a sus
enemigos en la lucha armada. Entre estas reglas de la propaganda pueden citarse:

 Reconocer los temas del adversario.


 Atacar los puntos débiles.
 Atacar y desdeñar al adversario.
 Demostrar que la propaganda del adversario está en contradicción con los hechos.
 Ridiculizar al adversario, caricaturizando su estilo y sus argumentaciones o
haciéndolo objeto de bromas y de breves historias cómicas.
 Hacer que predomine el propio “clima de fuerza”.
Las responsabilidades de los EUA

"Hasta mediados de los años ochenta hubo fuertes presiones del Gobierno de los Estados
Unidos de América y de empresas norteamericanas, para mantener la arcaica e injusta
estructura socioeconómica del país. Además, el Gobierno de los Estados Unidos, a través
de diversas dependencias, incluyendo la Agencia Central de Inteligencia (CIA), apoyó
directa e indirectamente algunos operativos ilegales del Estado. (…) El anticomunismo y la
Doctrina de Seguridad fueron parte de la estrategia antisoviética de los Estados Unidos en
América Latina. En Guatemala asumieron primero un sentido antirreformista, luego
antidemocrático y, en último término, contrainsurgente convertido en criminal."

La militarización del Estado

"La militarización del Estado y la sociedad constituyó un objetivo estratégico definido,


planeado y ejecutado institucionalmente por el Ejército de Guatemala, a partir de la
Doctrina de Seguridad Nacional (…) y fue en su momento uno de los factores que alimentó
e incentivó el enfrentamiento armado, al limitar profundamente las posibilidades de ejercicio
de los derechos cívicos, para luego constituir una de las consecuencias más corrosivas del
mismo".

La impunidad

"Los órganos de justicia se volvieron inoperantes en una de sus funciones fundamentales


de protección del individuo frente al Estado y perdieron toda credibilidad como garantes de
la legalidad vigente. Permitieron que la impunidad se convirtiera en uno de los más
importantes mecanismos para generar y mantener el clima de terror".

CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO ARMADO

El número de las víctimas

"Con el estallido del enfrentamiento armado interno en 1962, Guatemala entró en una
etapa sumamente trágica y devastadora de su historia, de enormes costos en términos
humanos, materiales, institucionales y morales. En su labor de documentación de las
violaciones de los derechos humanos y hechos de violencia vinculados al enfrentamiento
armado, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) registró un total de 42.275
víctimas (…). Combinando estos datos con otros estudios realizados sobre la violencia
política en Guatemala, la CEH estima que el saldo de muertos y desaparecidos del
enfrentamiento fratricida llegó a más de doscientas mil personas".
Las masacres

"Con gran consternación, la CEH concluye que, en el marco de las operaciones


contrainsurgentes realizadas entre 1981 y 1983, en ciertas regiones del país, agentes del
Estado de Guatemala cometieron actos de genocidio en contra de grupos del pueblo maya.
(…) La estrategia contrainsurgente no sólo dio lugar a la violación de los derechos
humanos esenciales, sino a que la ejecución de dichos crímenes se realizara mediante
actos crueles cuyo arquetipo son las masacres. En la mayoría de las masacres se han
evidenciado múltiples actos de ferocidad que antecedieron, acompañaron o siguieron a la
muerte de las víctimas".

La represión contra las mujeres

"La investigación de la CEH permitió determinar que aproximadamente una de cada cuatro
víctimas directas de las violaciones de los derechos humanos y hechos de violencia fueron
mujeres. Murieron, fueron desaparecidas, torturadas y violadas sexualmente, a veces por
sus ideales y su participación política y social; otras fueron víctimas de masacres y otras
acciones indiscriminadas".

Los costes del conflicto "El incremento del gasto militar (...) desvió las necesarias
inversiones en salud y educación como destino de los recursos públicos, con el siguiente
abandono de la atención al desarrollo social. (…) El enfrentamiento armado exacerbó
también la tradicional debilidad del Estado al encarar la recaudación tributaria e intensificó
la oposición del sector privado a las necesarias reformas fiscales. (…) Los efectos fueron
decisivos: aumentó la brecha entre ingresos y gastos, encadenando una serie de
desequilibrios macroeconómicos y debilitando aún más la capacidad del Estado para
impulsar el desarrollo".

La instauración de una cultura del terror

"Además de la represión y el exilio, la debilidad y fragmentación de las organizaciones


sociales se deben en buena medida a la conjunción de diversos mecanismos activados por
el Estado para destruirlas. (…) El terror no se redujo a los hechos violentos o a las
operaciones militares; dependía además de otros mecanismos conexos como la impunidad
de los ejecutores, las extensas campañas para criminalizar a las víctimas y la implicación
forzada de la población civil en la cadena casual y la ejecución efectiva de atrocidades".

La represión contra las poblaciones indígenas

"Con las masacres, las operaciones de tierra arrasada, el secuestro y ejecución de


autoridades, líderes mayas y guías espirituales, no sólo se buscaba quebrar las bases
sociales de la guerrilla, sino desestructurar ante todo los valores culturales que aseguraban
la cohesión y acción colectiva de las comunidades".

Las resistencias de la población

"La represión no sólo generó terror, pasividad y silencio. Paralelamente (…) surgieron
respuestas individuales y colectivas ante los efectos deshumanizadores y denigrantes de la
violencia. Contra grandes obstáculos, las entidades que emergieron de este proceso se
dedicaron a la defensa de la vida, aun cuando todavía implicaba convivir con la amenaza
de la muerte. Con una composición mayoritaria de familiares de víctimas y las
comunidades de sobrevivientes, los fundamentos esenciales de estas nuevas agrupaciones
fueron la solidaridad humana, la defensa de los derechos elementales de la persona y las
aspiraciones de respeto a la dignidad y la justicia. (…) Todos estos esfuerzos fomentaron
una nueva conciencia de la necesidad de la justicia, el respeto a las leyes y la plena
vigencia de un Estado de Derecho como requisitos de la democracia".

La militarización del Estado

"La militarización del Estado y la sociedad constituyó un objetivo estratégico definido,


planeado y ejecutado institucionalmente por el Ejército de Guatemala, a partir de la
Doctrina de Seguridad Nacional (…) y fue en su momento uno de los factores que alimentó
e incentivó el enfrentamiento armado, al limitar profundamente las posibilidades de ejercicio
de los derechos cívicos, para luego constituir una de las consecuencias más corrosivas del
mismo".

La impunidad

"Los órganos de justicia se volvieron inoperantes en una de sus funciones fundamentales


de protección del individuo frente al Estado y perdieron toda credibilidad como garantes de
la legalidad vigente. Permitieron que la impunidad se convirtiera en uno de los más
importantes mecanismos para generar y mantener el clima de terror".
ACUERDOS DE PAZ

Los Acuerdos de Paz fueron el resultado formal de las negociaciones que llevaron a
cabo las partes confrontadas para alcanzar una solución al Conflicto Armado Interno.
Estos acuerdos van más allá del cese al fuego, plantean la necesidad de reformas a
favor de la población y una transformación del Estado.

En 1986 el ascenso al gobierno de la Democracia Cristiana cambió el panorama


político a pesar de la desconfianza de la guerrilla hacia los cambios políticos. En ese
año el presidente Vinicio Cerezo insinuó la posibilidad de conversar con la guerrilla.
Afirmación dada en el marco de la reunión de Esquipulas I (mayo de 1986) y II (7 de
agosto de 1987). Reuniones que continuaban los pasos del Grupo de Contadora y
buscaban un acuerdo entre los países centroamericanos para impulsar
negociaciones de paz en El Salvador y Nicaragua.

La Unidad Revolucionaria Guatemalteca (URNG) aceptó el reto. Más tarde se


acordó realizar conversaciones en España en septiembre de 1987. Dos días antes
de esa reunión el CACIF realizó el foro 27 años de lucha por la libertad, donde el
ejército solicitó apoyo a los empresarios para aceptar impuestos que sirvieran para la
guerra. Además, el gobierno creó la Comisión Nacional de Reconciliación (CNR),
organismo que daría seguimiento a cualquier proceso de paz, pero mantenía la idea
de negociar sólo si la guerrilla dejaba las armas.

Al momento de las conversaciones el ejército lanzó una ofensiva militar, que no


alcanzó sus objetivos de golpear a la guerrilla y capturar a la Población en
Resistencia. La reunión terminó sin acuerdo pero abrió la posibilidad de futuras
negociaciones. Los intentos de ofensivas militares continuadas fueron inefectivos y
un sector militar aceptó la imposibilidad de derrotar a la guerrilla, por lo que se
reabrieron las conversaciones. No sin problemas, porque otro sector buscó dar
golpes de Estado en dos ocasiones para evitar negociar. En 1990 la CRN tras
conversar con diversos sectores aceptó hacer una reunión en Oslo, Noruega entre
gobierno, partidos políticos y URNG, donde se acordó reformar la Constitución.

A partir de ello, se realizaron otros diálogos con empresarios, organizaciones


sociales y populares así como sindicatos. Esto representaba hablar públicamente
sobre temas prohibidos. A pesar de la oposición de algunos militares y del
empresariado, el nuevo gobierno abrió las negociaciones directas con la URNG. Se
firmaron varios acuerdos sobre democratización y derechos humanos, pero el intento
del presidente Jorge Serrano Elías (1990-1993) de superar una crisis política
rompiendo el orden legal frenó nuevamente las conversaciones. Un nuevo gobierno
aliado al sector militar constitucionalista retornó a la imposición del desarme
guerrillero.

Al final se aceptó que participara como moderador la Organización de Naciones


Unidas (ONU). Esta creó la Misión de Verificación de las Naciones Unidas
(Minugua). De nuevo se reanudaron las conversaciones y se firmaron acuerdos para
esclarecer los hechos del conflicto y sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Nuevas elecciones frenaron el proceso. Con la llegada al poder de Álvaro Arzú
(1996-2000) se retomaron las negociaciones tras haber tenido varias reuniones
secretas con los guerrilleros.

En cadena se fueron firmando los acuerdos sobre asuntos socioeconómicos, la


desmilitarización, reformas constitucionales, la incorporación de la URNG y otros
acuerdos operativos. El 29 de diciembre de 1996 se firmaba la paz definitiva.

EFECTOS

Aunque el Conflicto Armado Interno terminó, uno de sus efectos es la disputa entre
quienes plantean la necesidad de la memoria para conocer lo que pasó, lograr que
haya justicia a los crímenes de guerra y obtener reparaciones sociales, frente a los
que claman por el olvido, que plantean que hay que dejar todo atrás para comenzar
de nuevo sin enfrentar las consecuencias de esos hechos.

El debate de la memoria:

Los acuerdos de paz señalaron la necesidad de conocer la verdad de lo sucedido,


reparar los daños ocasionados y juzgar a los autores de los actos que habían
sobrepasado los límites humanitarios. Al mismos tiempo se propuesto que los
resultados obtenidos en esclarecer los hechos no servían como prueba en los
procesos legales. Días antes de la firma, la Comisión de Reconciliación Nacional del
gobierno promovió la Amnistía sobre determinados delitos cometidos durante el
conflicto.

Dos años después, el Proyecto Interdiocesano Recuperación de la Memoria


Histórica (REMHI) presentó los resultados de su investigación sobre los hechos del
conflicto. Esta había surgido por la duda que había en muchos sectores y en la
Iglesia católica sobre la comisión de verdad surgida del acuerdo firmado en 1994.
Además, la Iglesia consideró la investigación como un acto de compromiso de su
parte con las víctimas. Con algunas diferencias de enfoque respecto al documento
de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) que sería conocido un año
después, el informe Guatemala: Nunca más señalaba el proceso de violencia vivido
en el país, apoyado en testimonios de sobrevivientes. Pocos días después de ser
presentado el informe, fue asesinado el obispo Juan Gerardi, responsable del
proyecto. Un largo y confuso juicio siguió contra los acusados de asesinato, ligados
a la estructura militar.

El trabajo de la CEH presentó sus resultados en 1999 con el informe Guatemala,


memoria del silencio, pero el gobierno argumentó que éste no ayudaba a la
reconciliación. En el fondo estaba la crítica de los militares, sobre todo los de la
Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua), quienes señalaban
que sus consideraciones no habían sido tomadas en cuenta por la CEH y que su
informe era proclive a los guerrilleros, posición que fue acuerpada por algunos
políticos, ex funcionarios y empresarios.
Hasta el presente diversas actividades se han desarrollado en torno a la memoria
del conflicto. Es decir al recuerdo público compartido por la gente sobre ese período.
Muchas se relacionan con la construcción de monumentos o placas conmemorativas
de las víctimas asesinadas, regadas en varios puntos del país. También se han
desarrollado recopilaciones testimoniales y obras que tratan de presentar la memoria
de los hechos en múltiples poblaciones y regiones. Al mismo tiempo ha habido una
variada producción histórica, analítica e informativa sobre el conflicto. Libros, folletos,
videos, murales y obras de arte, se han elaborado para referirse a momentos
concretos, a víctimas masivas, a determinadas figuras importantes o a determinados
lugares que se desean recordar.

Miembros del ejército y aliados también han desarrollado libros y conmemoraciones


al respecto presentando su propia interpretación. Por su parte, el Estado ha tenido
distintas respuestas en torno a la memoria, dependiendo de quién gobierne. Algunos
presidentes han pedido perdón por determinados casos. Pero aún falta mucho.

ACTUALIDAD

En el Conflicto Armado Interno participaron muchos sectores y cada uno de ellos


tiene su propia memoria de lo que pasó. Esas memorias no siempre coinciden y a
veces se oponen. Aún hay muchos que dicen que hay que olvidar el pasado o
presionan para que nadie hable sobre ello. Pero los recuerdos retornan y es
necesario trabajar el tema para entenderlo e integrarlo en la memoria, en la
identidad y en el presente como aprendizaje para el futuro. Para sanar sus duros
efectos hay que hablarlos y así encontrar un sentido a lo sucedido.

El Conflicto Armado Interno terminó en 1996 con los Acuerdos de Paz después de
36 años. En los años anteriores muchas cosas pasaron en el mundo. La caída del
mundo socialista a partir de 1989 hizo que el factor ideológico bajara de tono y la
Guerra Fría dejara de ser necesaria. Estados Unidos comenzó a preocuparse por la
democratización del continente americano. La economía mundial daba giros
novedosos con la globalización. La tecnología comenzaba a cambiar muchas
costumbres, la forma de comunicarse, de trabajar, de negociar y hasta de hacer el
arte. Nuevas generaciones surgían con otras expectativas y ahora existe una mayor
conciencia de los riesgos que surgen con el modelo actual de desarrollo.

La paz representa una oportunidad para la sociedad guatemalteca. Los Acuerdos


propusieron una serie de medidas que se consideraban necesarias para reconciliar y
desarrollar el país. Estas medidas hablaban sobre el papel del Estado, los derechos
de los pueblos indígenas, la desmilitarización del país, ampliar la capacidad
económica de la población, en especial poner atención al desarrollo agrario,
impulsar más la democracia que incluyera a los grupos excluidos y la realización de
cambios constitucionales. Muchos de ellos son responsabilidad del Estado, pero la
economía iba en otro camino y las propuestas de los acuerdos se han ido relegando.

En el presente nuevos problemas se han añadido a algunos de aquellos viejos


problemas que causaron el conflicto. El Conflicto Armado Interno es un buen ejemplo
para sacar lecciones frente a estos nuevos conflictos. Estas lecciones ayudan a
buscar nuevas soluciones y a usar otras formas que eviten recurrir a la violencia y al
autoritarismo desarrollado en el pasado. Leer el pasado es saber usar la experiencia
para entender mejor el presente y proyectar el futuro.
CONCLUSIONES

El conflicto armado interno, creador de sentido discursivo: el lenguaje de la guerra:


durante el conflicto armado interno guatemalteco, los medios de comunicación
jugaron en términos generales, un papel muy conservador.

Si bien es cierto que a nivel personal los periodistas, especialmente reporteros,


fueron víctimas del sistema violento que se vivió esos años, a nivel institucional y
empresarial, los medios se plegaron a las directrices que el ejército, actor político-
militar obligo en esa época, impuso a toda la sociedad y crecieron cuando grupos
sindicales y de las clases medias se unieron a la huelga para exigir la renuncia del
presidente Miguel Idígoras Fuentes. El Frente 20 de Octubre, integrado por
estudiantes y ex oficiales del Ejército, fue aniquilado durante las jornadas de 1962,
cuando se enfrentó a una patrulla militar en Concuá, Baja Verapaz, a unos treinta
kilómetros de la ciudad capital. Aun en nuestros tiempos se vive en corrupción es
algo que deja cicatrices profundas q difícilmente se pueden borrar.
RECOMENDACIONES

Medidas orientadas a fomentar una cultura de respeto mutuo y de vigilancia de los


derechos humanos entre Estados Unidos y Cuba con el fin de fomentar la paz entre
ambos países.

Talleres para promover la paz y para conocer la historia del país, con el propósito de
no cometer los mismos errores que se acontecieron en la época del conflicto
armado.

Medidas para fortalecer el proceso democrático, como llevar a cabo una reforma
estructural del Ejercito con una nueva doctrina militar y una reforma del sistema de
justicia.

Medidas para preservar la memoria de las víctimas, que sufrieron durante el


enfrentamiento armado.
BIBLIOGRAFIA

Contreras Daniel. “GUATEMALA, AYER Y HOY” cuarta edición. Editorial piedra santa,
Guatemala. 2006

Sabino Carlos. “Guatemala, la historia silenciada (1944 - 1989)”. Tomo I: Revolución y


Liberación. Guatemala: Fondo de Cultura Económica de Guatemala, 2007, 1ª reimpresión.
ANALISIS DEL CONFLICTO
ARMADO INTERNO

Hasta la fecha, ningún alto mando ni autoridad ha comparecido ante la justicia por su papel a la
hora de ordenar, planificar o ejecutar las violaciones de Derechos Humanos generalizadas y
sistemáticas que tuvieron lugar en Guatemala. Las pocas investigaciones que se iniciaron fueron
deplorablemente lentas e inadecuadas.

Las autoridades guatemaltecas tienen el deber legal y moral de garantizar que se investigan los
delitos cometidos durante el conflicto armado interno del país, muchos de los cuales constituyen
crímenes de lesa Humanidad, y que los responsables comparecen ante la justicia. "Sin justicia,
Guatemala no podrá avanzar y dejar atrás su oscuro pasado".

Algunas de las recomendaciones fundamentales incluidas en el informe de la Comisión para el


Esclarecimiento Histórico para garantizar que se otorga reparación a los familiares de las víctimas y
a los supervivientes de los abusos se han puesto en práctica, pero en la mayoría de los ámbitos
todavía no ha habido progresos.

Amnistía Internacional ha manifestado su satisfacción por la noticia de que la Secretaría de la Paz


del Gobierno guatemalteco ha proporcionado al Ministerio Público información sobre más de 3.300
casos de abusos contra los Derechos Humanos perpetrados durante el conflicto armado interno de
Guatemala. La organización confía en que esta información ayude a redoblar los esfuerzos por
investigar y procesar a los responsables de abusos cometidos en el pasado.

El gobierno de Guatemala realizó un acto en el que familiares de las víctimas del conflicto armado
que azotó ese país durante 36 años recibieron compensación económica además de las disculpas
del presidente Álvaro Colom, quien en una carta pidió perdón por el dolor causado.

"La mejor manera de que las autoridades guatemaltecas recuerden y honren a las
víctimas de los abusos cometidos durante el conflicto armado es garantizar que quienes
cometieron, autorizaron o planearon aquellos crímenes no pueden eludir la acción de la
justicia".

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