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Preeclampsia

Es más que una hipertensión arterial durante el embarazo que daña a los riñones
provocando la pérdida de proteínas por la orina. Si no se controla, sus
complicaciones pondrán en peligro a la madre y al feto.

Factores de riesgo de preeclampia relacionados con la genética

 Tener familiares (madre o abuela) que hayan padecido preeclampsia en alguno de


sus embarazos.

 Haber padecido preeclampsia en algún embarazo previo.

Factores de riesgo de preeclampia relacionados con el sistema inmunitario

 Poco tiempo de exposición al semen de la pareja. Esto ocurre cuando el padre del
bebé es una pareja nueva, o cuando se utilizan métodos contraceptivos de barrera.

Factores de riesgo de preeclampia relacionados con la madre

 Edad avanzada o adolescentes.

 Primer embarazo.

 Obesidad y diabetes.
 Tabaquismo.
 Sufrir estrés o realizar trabajos pesados.

 Padecer enfermedades renales, inmunológicas, o alteraciones de la coagulación.

Factores de riesgo de preeclampia relacionados con el propio embarazo

 Embarazo múltiple.

 Mola vesicular.

 Anomalías fetales congénitas.


 Padecer una infección urinaria durante el embarazo.

Por supuesto, todos estos factores no son determinantes, es decir, ninguno por sí
solo o combinados pueden causar preeclampsia de forma inexorable, sino que
simplemente están relacionados con su aparición. Gracias a la identificación de
estos factores y a diferentes estudios biológicos, se puede dar una explicación
sencilla de por qué se desarrolla esta enfermedad.
Cuando se produce la fecundación del ovocito por el espermatozoide del hombre se
forma un óvulo que tiene mezclada la información genética del padre y de la madre.
Este óvulo muy pronto comienza a dividirse, llega a las paredes del útero, y las
invade para poder implantarse en su interior. La invasión depende de la futura
placenta, que se llama trofoblasto y que, en condiciones normales, es capaz de
integrarse completamente en el espesor de la pared uterina hasta que alcanza los
vasos sanguíneos que aportarán sangre a la futura placenta.
Sin embargo, en las mujeres que desarrollan preeclampsia, la invasión no se
produce correctamente, y no se alcanzan completamente los vasos sanguíneos;
esto sucede porque el sistema inmunitario de la madre rechaza al trofoblasto, cuya
genética depende directamente del espermatozoide paterno. Al no conseguir
alcanzar correctamente los vasos sanguíneos, se produce una situación de
isquemia a lo largo del embarazo; es decir, no hay sangre suficiente para toda la
placenta y algunas células mueren soltando toxinas y productos de desecho que
pasan a la circulación, alterando a arterias y arteriolas. Esto provoca una
contracción difusa del aparato circulatorio y aparece la hipertensión arterial.
La eclampsia
Esta motivada por la hipertensión durante el embarazo y es la fase grave de la
preeclampsia. Se caracteriza por la presencia de convulsiones y estados de coma,
que son los síntomas que la diferencian la eclampsia de la preeclampsia.
Generalmente, suele aparecer en el último trimestre del embarazo, durante
primeras 24 horas desde el comienzo del parto o durante el desarrollo del mismo.
Aunque sólo el 5 por ciento de los casos de preeclampsia evolucionan a eclampsia,
cuando no está controlada es una causa importante de muerte materna.

¿Qué es la eclampsia en el embarazo?

Consiste en el agravamiento de la hipertensión arterial del embarazo, cuando afecta


la vascularización cerebral. En este punto, la paciente sufre convulsiones y la
enfermedad deriva en una eclampsia, que es una complicación muy grave para la
vida de la madre y del feto. Actualmente, es poco habitual llegar a esta fase de la
enfermedad, gracias a que los controles prenatales que se realizan la mayoría de
las embarazadas pueden detectarla en sus inicios. Su aparición provoca espasmos
en los vasos sanguíneos del útero, cortando el riego sanguíneo al feto y, por lo tanto,
ocasionando una falta de oxígeno que puede dar lugar a sufrimiento fetal. En este
caso extremo, también la madre corre peligro, debido a una posible complicación
renal y a una disminución de oxígeno en el cerebro.

¿Qué factores desencadenan la eclampsia en el embarazo?

Todavía no han descubierto las causas que desencadenan la eclampsia, pero hay
ciertos factores que influyen en la enfermedad como los antecedentes genéticos,
la dieta, los morfología de los vasos sanguíneos y ciertos factores neurológicos. La
eclampsia se presenta siempre después de una preeclampsia, que es una
complicación grave del embarazo caracterizada por una presión sanguínea
alta, aumento de peso y la presencia de proteínas en la orina.
La tasa de la eclampsia es de aproximadamente 1 por cada 2.000 a 3.000
embarazos y, por tanto, resulta difícil predecir qué mujeres de las que presentan
preeclampsia grave con presión sanguínea alta, dolores de cabeza, cambios en
la visión o exámenes sanguíneos anormales, padecerán las convulsiones y la
pérdida de consciencia. No obstante, diversos estudios han observado que las
siguientes características incrementan las probabilidades de que una mujer
padezca preeclampsia: primer embarazo, embarazos en adolescentes, embarazos
tardíos en mujeres de más de 35 años, ser de raza negra, albergar un embarazo
múltiple o tener antecedentes de diabetes, hipertensión o enfermedad renal.

Prevención con controles médicos

Evitar la eclampsia no es tarea fácil, ya que no existe ningún método preventivo


conocido para esta enfermedad. Sin embargo, es posible mantenerla a raya
mediante controles prenatales tempranos a todas las embarazadas. La periodicidad
de estos exámenes permitirán el diagnóstico y el tratamiento oportunos de la
preeclampsia para evitar que se presente la eclampsia.

Riesgos de la eclampsia en el embarazo y en el parto

La eclampsia incrementa el riesgo de desprendimiento prematuro de la placenta y


la enfermedad puede dar lugar a un parto prematuro. La mortalidad materna en la
eclampsia es gira en torno a un 10-15 por ciento, aunque la mayoría de las pacientes
mejoran notablemente en las siguientes 24 a 48 horas tras iniciar el tratamiento
adecuado. Suele ser necesario interrumpir el embarazo tempranamente y practicar
una cesárea.

Síndrome HELLP
¿Qué es Síndrome HELLP?
El síndrome HELLP es una complicación del embarazo que amenaza la vida, por lo
general considerado como una variante de la preeclampsia. Ambas condiciones ocurren
generalmente durante las últimas etapas del embarazo o, a veces, después del parto.
El síndrome HELLP fue nombrado por el Dr. Luis Weinstein en 1982 después de sus
características:
H (hemólisis, que es la ruptura de los glóbulos rojos)
EL (enzimas hepáticas elevadas)
LP (bajo recuento de plaquetas)
El síndrome HELLP puede ser difícil de diagnosticar, sobre todo cuando la presión arterial
y proteína en la orina no están presentes. Sus síntomas se confunden a veces con
gastritis, gripe, hepatitis aguda, enfermedad de la vesícula biliar, u otras condiciones.
La tasa de mortalidad global del síndrome de HELLP está alrededor del 25%. Es por eso
que es crítico que las mujeres embarazadas estén conscientes de esta condición y sus
síntomas para que puedan recibir un diagnóstico y tratamiento tempranos.
Síntomas del síndrome HELLP
Los síntomas físicos del síndrome HELLP pueden parecer al principio como la
preeclampsia. Las mujeres embarazadas en desarrollo del síndrome HELLP han
informado que experimentan uno o más de estos síntomas:
 Dolor de cabeza
 Náuseas / vómitos / indigestión con dolor después de comer
 Sensibilidad abdominal o en el pecho y dolor superior en la parte derecha superior
lateral (de distensión hepática)
 Dolor de hombro o dolor al respirar profundamente
 Sangrado
 Cambios en la visión
 Hinchazón
 Presión arterial alta
 Proteínas en la orina
 Estar en la buena forma física antes de quedar embarazada
 Tener visitas prenatales regulares durante el embarazo

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