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Biografía
Es conocida principalmente por su obra basada en la fotografía, que combina su formación
como diseñadora gráfica con su interés por la poesía y la influencia de los medios de
comunicación de masas. Después de haber estado en la Syracuse University, la escuela
de Artes Visuales, y de estudiar arte y diseño con Diane Arbus en la escuela de diseño
Parson’s en Nueva York, Barbara Kruger obtuvo un trabajo en Condé Nast Publications.
También trabajaría para la revista Mademoiselle, y ocuparía pronto el lugar de cabeza del
área de diseño antes de trasladarse a California en 1976 para dedicarse al arte y a la
poesía. Barbara Kruger trabajó como diseñadora gráfica, directora artística y como editora
de imágenes en el departamento de arte de las revistas House and
Garden y Aperture entre otras. El trabajo artístico que hoy conocemos de Barbara Kruger
se vio muy influenciado por sus experiencias creativas en el campo del diseño. La artista
interpreta y trabaja sobre documentos fotográficos ya existentes con textos sucintos y
agresivos que envuelven al espectador en la lucha de valores cotidianos predeterminados
por el ámbito socio-cultural. Barbara Kruger además de ser artista y diseñadora, estuvo
enseñando en diferentes lugares de prestigio como el Instituto de Arte de California, el
Instituto de Arte de Chicago y en la Universidad de California, en Berkeley. Vive entre
Nueva York y Los Angeles. Habiendo diseñado ya varias cubiertas para libros de tema
político, Kruger siguió lidiando con cuestiones sociales, en particular la misoginia y el
abuso de poder. Empleando el lenguaje visual de la publicidad y los medios de
comunicación -en carteles, vallas e incluso camisetas, además de las galerías-, subvierte
la iconografía de la sociedad de consumo usándola como vehículo de sus mensajes.
Metodología de trabajo
La obra de Kruger, desde su madurez, es interdisciplinar y comprende tanto la escritura y
la imagen, como el diseño y la edición. Sobre ella tuvo mucha influencia el trabajo
periodístico de Alexander Wolcatt, por su crítica focalizada en películas, televisión, música
y cultura pop. Barbara Kruger en su obra propone preguntas sobre algunos temas de
nuestro entorno socio-cultural como los estereotipos, algunas situaciones que se crean en
la sociedad, realidades políticas, y cuestiona el poder, la sexualidad y la representación.
No obstante el registro de los temas, Kruger en su obra no llega a tener connotaciones de
pesado moralismo.
Imagen y género
Según Bárbara Kruger la fotografía puede ser un medio de difusión importante y lo define
como “difusor de convenciones, mercancía cultural y hobby globalizador”.2
A través de la representación las imágenes consiguen decretar lo que en apariencia es
real, y por consecuente pueden plantear cuestiones o debates. Kruger se plantea la
pregunta de que si es posible “construir un modo de mirar que acoja la presencia del
placer y escape a las decepciones del deseo”.3 Además plantea cómo las mujeres artistas
se sitúan en el mercado que “las construye y (…) engulle”.3
La artista con su obra intenta ir en contra de prototipos y determinadas representaciones
para acoger a un público femenino dentro del mundo patriarcal, como también lo es el
mundo del arte. Pretende hacer pensar en quiénes guían la imagen femenina, los placeres
de las mujeres, sus carencias y sus relatos. Barbara Kruger se posiciona del lado de lo que
no se ve, de aquello que está excluido por lo evidente y afirma “pretendo alterar las
austeras certezas de las imágenes, la propiedad y el poder”.4
De todas formas, el arte de esta artista está fuera del movimiento feminista de los ´70 y de
los sucesos que en esos años dieron visibilidad al trabajo de mujeres artistas. En los 80 el
trabajo de Kruger se sometió a un profundo cambio respecto a los movimientos feministas.
En la generación creadora de Kruger el género se empieza a entender como una
“construcción producida a través de la representación”5 más que como una condición
natural.
Siendo una construcción se podía deconstruir y cuestionar. En este sentido, el trabajo de
Kruger empezó a tener mucha contundencia. Referentes importantes de la idea de
construcción de género fueron escritores/as
como Foucault, Baudrillard, Kristeva, Lacan y Derrida.