Sunteți pe pagina 1din 2

Los balcones de estilo árabe en la

ciudad del Cusco

El Cusco es una muestra viviente de la yuxtaposición de dos culturas en el Perú: la


inca y la española; y los campos de la ciencia y la arquitectura no está al margen.
Para descubrir las huellas peculiares de este proceso es necesario observar
detenidamente las construcciones en calles añejas, solo así podremos ubicar detalles con
historia como los balcones árabes que están ubicados en las esquinas de palacios y
conventos edificados durante la colonia y la época republicana.
Balcón en ajimez es una expresión de origen árabe. Es una ventana dividida en dos
partes verticales con arcos por medio de un pilar, más conocido como un parteluz, que
quiere decir "pilar que divide o parte la luz en dos partes; de esta manera, el balcón o
ventana de dos arcos gemelos servía para ver sin ser vistos.
Los balcones en ajimez, según explica Cayo García Miranda, decano de la facultad de
Arquitectura y Artes Plásticas de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco,
"son una tipología que muestra el carácter cultural árabe, de cerramiento discreto al exterior
y que mantenía a las mujeres escondidas de la vista de los comunes; de este modo, estos
balcones o ventanas en ajimez, servían para que las mujeres pudieran fisgonear sin que
desde la calle pudieran ser vistas”.
Existe una enorme confusión en el Cusco sobre el término ajimez, que se aplica a
todo balcón o ventana ubicada en una esquina y se caracteriza por sus arcos.
Uno de estos balcones peculiares está ubicado actualmente en el Palacio Arzobispal
del Cusco. En esta construcción ubicada en la esquina, de las calles Triunfo con Hatun
Rumiyoq se muestra un balcón en ajimez, maravillosamente trabajado en madera,
complementado con un balcón de cajón.
Este museo religioso durante la colonia perteneció a los marqueses San Juan de
Buenavista. Fue fundado en 1969 por José Orihuela Yábar y expone una colección de
cuadros de arte religioso.
Otro balcón en ajimez se observa en el edificio ubicado entre las calles San Agustín y
Cabracancha, donde está el Consulado de Alemania en Cusco y el Instituto Goethe.
Un tercer balcón de factura árabe –pero no en ajimez- con diferentes diseños, más
horizontal, en el que destaca un pilar con forma de mujer, está situado en el Palacio del
Almirante, mansión colonial que adopta el nombre del almirante español Francisco Aldrete
Maldonado, quien vivió aquí hasta su muerte en 1643.Se dice que el Virrey Francisco
Toledo se alojó en esta casona y desde allí se aprestó a dirigir las acciones destinadas a
derrotar la rebelión de Túpac Amaru I. Hoy en día es propiedad de la Universidad Nacional
de San Antonio Abad del Cusco, alberga al Museo Inca que posee una valiosa colección de
objetos incas bien conservados.
Otros de los balcones árabes con un estilo diferente se localizan entre la Plazoleta
Nazarenas y la calle Siete Culebras. Desde este lugar, las monjas del Convento de
Nazarenas veían pasar la vida en los tiempos coloniales. Actualmente se encuentra un hotel.
Finalmente, existe un quinto balcón que corona la inmensa construcción del
Convento de Santa Teresa, entre las calles Saphy y Siete Cuartones, sobre grandes muros
visibles, tiene arquerías ciegas que debieron pertenecer a la casa del conquistador Diego de
Silva. El convento de Santa Clara es uno de los dos conventos de monjas de clausura
originales que aún subsiste en el Cusco.
Esta es solo una pequeña muestra de algunos balcones de origen árabe que existen en
el Cusco; hay más y con sus celosías, sus parteluces y su magia, todavía muestran al mundo
que la Capital Histórica del Perú tiene en su arquitectura, también, el ensueño de los
pueblos de medio oriente.

S-ar putea să vă placă și