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Módulo 5

Marco Conceptual de la Gestión de Riesgo

Curso 1:
Introducción a la “Gestión de Riesgos y Desastres

Curso 2:
Riesgo y Gestión del Riesgo

Curso 3:
Principales Conceptos

Curso 4:
Exposición de Casos

Expositores:

Cnl. Ing. Ma. Néstor Hugo Blanco Bacarreza

Eleodoro Baldiviezo
MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Módulo 5:
Marco Conceptual de la Gestión de Riesgo
Curso 1:

Introducción a la “Gestión de Riesgos y Desastres

Objetivo

• Promover procesos de sensibilización y conocimientos básicos sobre riesgos, amenazas, vulnerabi-


lidades y otros aspectos relacionados con la gestión de riesgos y desastres, articulada a contextos
definidos a partir del análisis y reflexión de su naturaleza y la importancia de generar una cultura de
prevención de desastres.

Coronel Ingeniero Néstor Hugo Blanco Vacarezza

• Nacionalidad: Boliviana

• Lugar de Nacimiento: Ciudad de La Paz

• Profesión: Militar

• Grado: Coronel

• Estudios: Licenciado en Ingeniería en Medio Ambiente y Recursos Naturales

• Técnico Electrónico

Cargos Importantes:

• Jefe de la Unidad de Capacitación del VIDECI (Gestiones 2011, 2012, 2013, 2014)

• Administrador, Coordinador y Docente del Diplomado en Gestión de Riesgos y Desastres (Versión 1,


2, 3 - Gestiones 2012, 2013 Y 2014)

Bienvenida:

Bienvenidos al Diplomado en Gestión de Riesgos y Desastres. Soy el coronel Néstor Blanco Vacarezza,
ingeniero en medio ambiente y recursos naturales; en esta oportunidad vamos a empezar el Módulo I,
que trata sobre el marco conceptual de la Gestión de Riesgos.

El objetivo principal es promover un proceso de sensibilización y conocimientos básicos de la Gestión de


Riesgos, y para ello vamos a ver los conceptos de amenaza, vulnerabilidad y algunos otros que apoyen la
Gestión de Riesgos, la relación de lo que son los desastres o el contexto definido a partir del análisis de
reflexión de su naturaleza y su importancia en una cultura de prevención de desastres. Estos conceptos
son básicos y fundamentales con respecto a lo que tenemos que conocer sobre la Gestión de Riesgos;
para ello tenemos que empezar a analizar.

Introducción

Vamos a decir que la amenaza natural no afecta por igual, sus consecuencias desastrosas son proporcio-
nales a la vulnerabilidad de las comunidades o territorios donde se van a dar estos eventos. El 90% de las
víctimas por desastres vive en países desarrollados, en condiciones de pobreza, lo que les obliga a vivir
en áreas y viviendas de alto riesgo, propensas a ser afectadas por maremotos, terremotos, inundaciones,
erupciones volcánicas, etc.

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Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Los riesgos aumentan dependiendo de las prácticas ambientales, tecnológicas y urbanísticas, que son
aspectos que pueden exacerbar el problema. Dentro de esta introducción hemos tomado en cuenta todo
lo que vamos a ir viendo con respeto a lo que es un desastre.

El crecimiento de la población es un elemento que participa de gran manera en lo que respecta a la


vulnerabilidad, así como la desigualdad humana. Estos dos factores aumentan la intensidad de algunas
amenazas, incrementan sensiblemente la vulnerabilidad social. Estos crecimientos de las poblaciones
nos hacen más vulnerables con respecto a los eventos adversos, ya sean naturales o artificiales. Es im-
portante poner atención a lo que es un desastre, porque este afecta a las familias, a las comunidades,
las viviendas, las infraestructuras públicas, cultivos y a los animales; puede causar dolor y luto, pérdida
económica importante para un país y aumentar los niveles de pobreza y de inseguridad alimentaria.

En este sentido, vamos a ir buscando prácticamente lo que es un desastre. Un desastre puede ser algo
que afecte en forma individual o en forma comunitaria, pero en la Gestión de Riesgos se considera el
desastre dentro de la comunidad, porque esto viene respaldado por un gobierno y cuenta con un manejo
de recursos de acuerdo con lo que se haya designado a la Gestión de Riesgos.

Entonces, en el aspecto conceptual, un desastre es un fenómeno de la naturaleza o de origen humano


con efectos nocivos sobre una comunidad. Hablamos de comunidad porque para que sea considerado un
desastre tiene que afectar a un conjunto de personas, a una población donde rija y exista una autoridad
y un presupuesto para estos casos.

Hay muchas instituciones que han empezado a estudiar la Gestión de Riesgos justamente para su aten-
ción, para su mitigación o para su rehabilitación; es por eso que vamos a encontrar diferentes conceptos
en varios libros, pero todos se concentran prácticamente en el daño y la pérdida que sufre una familia,
una comunidad, un municipio, gobernación o un país como resultado de una ocurrencia de eventos peli-
grosos de origen natural o provocados por la acción del desarrollo, y no se tiene capacidad de resolverlo
o de recuperarse por sí solos.

También influye la naturaleza en el sentido de los cambios climáticos que actualmente estamos viviendo.
Las características de las estaciones que vivimos en nuestro país, por ejemplo, ya van variando debido a
los cambios climáticos: el invierno se va alargando, el verano se va acortando, o viceversa; son agentes o
eventos impredecibles que van ocasionando daños en una población. En este sentido, es importante saber
que un desastre de origen humano es el resultado de un agente productor y una población vulnerable;
vamos a ir analizando cuáles son las vulnerabilidades que vayamos a tener y la capacidad para respon-
der. La Gestión de Riesgos empieza con la capacitación ‒principalmente a los técnicos encargados de la
Gestión de Riesgos‒ para saber determinar cuáles son las amenazas y cuáles son las vulnerabilidades.

Esto no está relacionado solamente con los eventos naturales que nos afectan, como las lluvias, inun-
daciones, terremotos, riadas, sino también tiene relación con la situación de la sobrepoblación, como el
asentamiento de las poblaciones en lugares indebidos. Por consiguiente, vamos a decir que desastre no
es un fenómeno en abstracto, sino que son hechos concretos y reales que producen daños, pérdidas
y disfunciones, que además generan crisis porque se ha sobrepasado la capacidad para hacer frente al
impacto.

Esto se lo ve en ciudades destruidas por terremotos o huracanes, también hay crisis por cosechas arruina-
das por inundaciones y sequías, tenemos pueblos enterrados por deslizamientos, comunidades afectadas
por erupciones volcánicas o por accidentes tecnológicos.

En nuestro territorio tenemos una diversidad de pisos ecológicos y de culturas, pero esto va afectando
mucho nuestro vivir justamente porque no se tiene una regla determinada para afrontar ciertos eventos.

Dentro de las capacidades que debemos tener para responder ante cualquier evento, primero se debe
analizar qué produce un desastre, tenemos que empezar a analizar qué es lo que el desastre causa den-

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Riesgo

tro de nuestra población, municipio, gobernación o nuestro país. Sabemos que produce pérdidas y daños
humanos, económicos, medioambientales; asimismo, genera crisis políticas, económicas y culturales.

Lo que vaya sucediendo como consecuencia de un desastre requiere de diversa atención, no es solamente
que se apoye con vituallas o con techo, sino que hay una diversidad de situaciones en el caso de suceder
un evento cualquiera. Por ejemplo, si es necesario hacer albergues, hay que tomar en cuenta que dentro
de esos albergues hay un montón de población, ya sea de ancianos, niños, mujeres embarazadas, disca-
pacitados, y todos ellos tienen una necesidad particular. Entonces, nosotros como técnicos o autoridades
de las comunidades tenemos que ir viendo estas diferentes y diversas situaciones. Por ejemplo, en el
caso de los discapacitados necesariamente tiene que haber una institución, puede ser de salud, que vaya
apoyándolos, como también de supervivencia o que se encargue de la entrega de vituallas.

Asimismo, en el caso de los niños es muy importante que participe desde una trabajadora social hasta
un profesor y un médico, porque los niños no pueden estar viviendo la situación económica de un daño
provocado por un evento cualquiera de un desastre, a ellos no les interesa la situación económica; les
puede interesar mucho más guardar su material de colegio o su osito de peluche, y en esa situación ne-
cesariamente tiene que haber ese apoyo psicológico o social, lo mismo sucede dentro del grupo de las
mujeres embarazadas.

Un desastre produce una variedad de situaciones particulares en los afectados. Vamos a ver las cuatro
formas de tipificar un desastre, vamos a ver y analizar la velocidad de reacción que podemos tener.

Hay desastres, por ejemplo, que vienen como consecuencia de granizadas, sismos, inundaciones, etc.
Estos eventos no los podemos predecir, y si lo podemos predecir no tenemos el tiempo suficiente para ir
en respuesta porque vienen en magnitudes grandes, como por ejemplo el sismo, que no solamente ataca
una región, sino que puede afectar de una forma masiva e instantánea dentro de un territorio. También
tenemos los desastres que se manifiestan lentamente, como el calentamiento global, las sequías; estos
vienen en un sentido y una velocidad lenta pero de gran magnitud, y es por ello que las autoridades y
los técnicos no pueden reaccionar. El calentamiento global es de todo el mundo y los cambios vienen con
respecto a una modificación, una alteración principalmente, puede ser dentro de la temperatura o dentro
de los procesos de la generación ya sea de la evolución, del crecimiento de plantas, animales, etc.

Estos procesos lentos son bastante predecibles, ajenos a una atención o a un recurso que se pueda de-
signar para su atención. En cuanto a los impactos y las emergencias que nosotros podemos desarrollar,
esto va de acuerdo con la capacidad o capacitación o con el proceso de reacción que tiene que tener cada
municipio para cada evento en particular. Dentro de las fases de regreso a la normalidad, se puede ir en
un proceso de mitigación o de silencio, en el que se tiene que mostrar las capacidades para poder enfren-
tar lo que viven o lo que pueda venir. Por ejemplo, si viene una riada y va afectando los cursos de los ríos,
y si uno no puede predecir qué dirección va a tomar, entonces se tiene que hacer otros defensivos, otros
gaviones para resistir, o ‒en otro caso‒ mover una urbanización para el reencauce de estos ríos.

También existe la frecuencia dentro de los desastres. Por ejemplo, en los desbordes de los ríos de los que
habíamos hablado anteriormente, estos presentan periodos de retorno de varios años. Otro ejemplo es el
ciclón, que se presenta en temporadas específicas; como estos fenómenos son regulares, se puede tomar
medidas en cuanto a la capacidad de reacción de cada municipio.

Además, hay desastres excepcionales, irregulares o únicos, como los deslizamientos, terremotos, tor-
mentas, que no se pueden predecir; se sabe que van a ocurrir, pero no cuándo van a ocurrir o con qué
fuerza van a venir a afectar una zona o municipio.

Asimismo, se puede hablar de evolución, como en el caso de las pandemias, por ejemplo el virus del
H1N1, de la gripe porcina, que van evolucionando en el tiempo y de acuerdo con la estación en la que se
vayan presentando. Estas enfermedades atacan sobre todo a la población vulnerable, que serían los ni-

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Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

ños, ancianos o discapacitados; estas situaciones también son de mucho riesgo y por ello las autoridades,
principalmente las del área de salud, tienen que tomar sus previsiones junto con las unidades de riesgo
de los municipios, gobernaciones o del Estado.

Síntesis

Un desastre afecta a familias, comunidades, viviendas, infraestructura pública, cultivos y animales; pue-
de causar dolor y luto, pérdidas económicas importantes para un país y aumentar los niveles de pobreza
y de inseguridad alimentaria. Los desastres generan ciudades destruidas por huracanes o terremotos,
cosechas arruinadas por inundaciones o sequías, pueblos separados o enterrados por deslizamientos,
comunidades afectadas por erupciones volcánicas o por accidentes tecnológicos.

Se puede hablar de desastres naturales y de desastres de origen humano.

Dentro de los desastres naturales tenemos una diversidad, principalmente hemos hablado de los de gran
magnitud, como el terremoto; esto lo hemos visto en Cochabamba, en la región de Aiquile y Totora, don-
de hubo un movimiento sísmico y como consecuencia varias casas colapsaron por el material con el que
estaban construidas, en su mayoría eran de adobe, por eso la magnitud del desastre fue mayor.

Respecto a los huracanes, nosotros pensábamos que no existían dentro del municipio o departamento de
La Paz; tal vez dentro del municipio de La Paz no se presenta este fenómeno justamente por la topografía
de la ciudad, porque nos encontramos en un cañadón, pero sí ha llegado a suceder en la ciudad de El
Alto, donde hubo vientos huracanados que despojaron de sus techos a las viviendas de un barrio y esto
fue en gran magnitud debido a la precariedad de las casas.

Con relación a las erupciones volcánicas, tenemos evidentemente volcanes que están dormidos o inac-
tivos, pero no podemos desechar la posibilidad de que estas lleguen a ocurrir. Sobre las inundaciones
podemos decir que son un fenómeno bastante común, principalmente en toda la zona del Chapare, donde
existe mayor frecuencia de inundaciones. Debido a la topografía de nuestro territorio, las aguas de las
lluvias que van cayendo en el altiplano van desembocando en todo lo que es el oriente, principalmente
Pando, Beni y el norte de La Paz.

Otro desastre natural son las avalanchas, que se producen principalmente en los picos nevados, como el
Illimani o el Illampu. Pero debido a los cambios climáticos, estos nevados están disminuyendo y el peligro
de avalanchas se da en menor proporción, ya que los picos blancos que tienen son sobre todo hielo, ya
no tenemos la nevada suelta, la que puede ocasionar las avalanchas.

Los deslizamientos son otro ejemplo muy claro de desastre natural. Hubo uno que ocurrió en Chima (po-
blación de los Yungas de La Paz), donde todo un centro minero quedó tapado y donde casi toda la pobla-
ción minera fue sepultada; hubo una gran cantidad de muertos.

En nuestro territorio, la sequía se presenta principalmente en todo el Chaco y el altiplano. Estas sequías
son producto de procesos largos y aún no estamos en la capacidad de dar una respuesta; en algunos lu-
gares están paliando esta situación, pero la realidad económica es el principal obstáculo que tenemos. Sin
embargo, en el Chaco tienen bastantes recursos y están dando una respuesta más eficiente al problema
de la sequía.

Respecto a los desastres de origen humano, podemos mencionar la explosión nuclear; en nuestro con-
texto no tenemos este riesgo, así que lo tomamos solo como ejemplo, y ahí está el caso de la explosión
de Chernóbil, que fue un verdadero desastre.

Nosotros estamos rodeados de fábricas, las cuales todavía no tienen una cultura respecto al manejo de
desechos tóxicos; actualmente están echando esos desechos a nuestros ríos y van contaminando sus
aguas, lo que a su vez afecta nuestra fauna y flora dentro de nuestros ríos.

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Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Otro ejemplo son los derrames de petróleo; podemos mencionar el que sucedió en el altiplano boliviano y
que afectó al río Desaguadero. Esta situación fue en contra incluso de los líquidos que aprovechaban las
poblaciones que vivían alrededor del río.

Después de haber expuesto estas situaciones, ahora podemos empezar a analizar lo que son los desastres
y dentro de estos sabremos lo que es una emergencia.

La emergencia es una situación que se crea ante la presencia real o inminente de un fenómeno que puede
poner en peligro la normalidad de la vida en un territorio determinado.

Ahora vamos a analizar la diferencia entre lo que es un desastre y lo que es una emergencia. Un desastre
es aquella situación en la que la capacidad de respuesta es ajena a los recursos de un diverso territorio,
de un municipio, de una gobernación o del Estado. Cuando ocurre una de estas situaciones en una comu-
nidad, municipio o una gobernación del país, ellos designan un presupuesto para la atención inmediata
de este evento. Ese presupuesto está considerado dentro de los municipios para que estos reaccionen
de forma inmediata ante estos eventos, entonces ese dinero solo se lo debe utilizar para ese propósito
a través de una declaratoria de emergencia; en el caso de que no haya ocurrido ningún evento de esta
naturaleza, este presupuesto se queda intacto. Con la declaratoria de emergencia el municipio tiene la
capacidad de dar respuesta ante el desastre que se presente, y esta capacidad de respuesta tiene relación
con la situación económica o el presupuesto que hayan designado estas autoridades para la atención de
estas necesidades.

Hasta ahora hemos expuesto y desarrollado dentro de la Gestión de Riesgos lo que es un desastre y lo
que es una emergencia. Ahora vamos a ir viendo y resaltando lo que es un desastre, sus orígenes, el
modo de reaccionar con los tiempos y los medios necesarios para evitar principalmente heridos y pérdidas
materiales dentro de nuestro municipio o gobernación.

Con esto acabamos la primera parte y nos vemos el próximo módulo.

Síntesis

Clases de desastres

1. Desastres naturales: terremotos, huracanes, erupciones volcánicas, inundaciones, avalanchas, desli-


zamientos, sequías, etc.

2. Desastres de origen humano: explosiones nucleares, fuga de gases tóxicos, derrames de petróleo,
etc.

Es la situación que se crea ante la presencia real o inminente de un fenómeno que pueda poner en peligro
la normalidad de la vida en un territorio determinado. No es lo mismo desastre que emergencia.

Cuando se tiene capacidad de respuesta es emergencia, cuando no hay capacidad de respuesta se declara
desastre.

Curso 2: Riesgo y Gestión del Riesgo

Objetivo

• Promover procesos de sensibilización y conocimientos básicos sobre riesgos, amenazas, vulnerabi-


lidades y otros aspectos relacionados con la gestión de riesgos y desastres, articulada a contextos
definidos a partir del análisis y reflexión de su naturaleza y la importancia de generar una cultura de
prevención de desastres.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Introducción

Vamos a dar continuidad a lo que es Gestión de Riesgos. Ya habíamos visto en el anterior curso lo que
es desastre y emergencia, ahora vamos a ver lo que es el riesgo. El riesgo es la posibilidad de que algo
negativo suceda; constituye la probabilidad de que ocurran pérdidas humanas, pérdidas de vivienda, de
cultivos y de la infraestructura social y productiva de donde vivimos como consecuencia de la unión entre
las amenazas y las vulnerabilidades.

El riesgo se define como la amenaza multiplicada por la vulnerabilidad y dividida por la capacidad de
afrontamiento (o lo que se conoce como resiliencia). Esto se lo puede resumir en una fórmula matemá-
tica: riesgo es igual a la amenaza por la vulnerabilidad sobre la capacidad de afrontamiento o resiliencia.

Un riesgo no es una amenaza, tampoco es un desastre; entonces, definimos que riesgo es algo que puede
pasar con menos incertidumbre según el caso del evento que se nos presente. Por lo tanto, el riesgo es
el conjunto, es la unión entre una amenaza y una vulnerabilidad; tenemos que tener en cuenta estos dos
conceptos (que los vamos a profundizar en cursos posteriores) para saber lo que es un riesgo.

Entonces, tenemos que saber determinar lo que es el riesgo con base en una amenaza y una vulnerabili-
dad. Vamos a tomar el ejemplo de lo que sucedió en Chima.

Chima es una población minera asentada en las faldas de un cerro o serranía. Para su actividad, los po-
bladores mineros explotaban el cerro de Chima, hacían o reproducían socavones dentro de esta serranía;
ellos no habían determinado la amenaza, no tomaron en cuenta que Chima estaba asentada en las faldas
de ese cerro, entonces la amenaza constituía la serranía que estaba siendo debilitada, estaba siendo so-
cavada mediante túneles. Por todo ello, llegó el momento en que colapsó este cerro, se deslizó y tapó toda
la población que era vulnerable; no tenían defensivos, no estaban ni siquiera alejados, estaban sobre la
base y eso era un riesgo porque existía una amenaza y existía una vulnerabilidad que era la población que
estaba asentada en las faldas de este cerro. Las autoridades no supieron determinar las amenazas, tam-
poco supieron determinar sus vulnerabilidades. La Gestión de Riesgos como proceso dice: “con Gestión de
Riesgos nos referimos esencialmente a un proceso permanente, un control de los factores de riesgo”. Este
proceso corresponde a varios componentes, entre los cuales vamos a mencionar algunos que van crecien-
do: uno es el dimensionamiento del objetivo del riesgo existente o futuro, el entendimiento de los proce-
sos y actores sociales que contribuyen a su construcción y su relación con los procesos de transformación
social y económica de los grupos sociales, económicos y de las zonas bajo análisis; el otro elemento es
una valoración del riesgo en el contexto de las modalidades desde desarrollo o transformación existente
a la luz de las visiones, imaginarios, intereses y necesidades de los distintos actores sociales en juego.

También está la determinación de niveles de riesgo aceptables, la postulación de políticas y estrate-


gias de intervención y la toma de decisiones sobre las acciones y las secuencias más apropiadas y
factibles vistas desde la perspectiva económica, social, cultural y política. Esto va acompañado de la
negociación de apoyos en el marco de relaciones entre distintos grupos, intereses sociales y territo-
rios; también tenemos la fase de implementación de estrategias y proyectos concretos de revaluación
y retroalimentación.

La Gestión de Riesgos es un proceso con la participación de múltiples actores sociales y con actividades
y procedimientos diversos; debe ser avalada y concluida por la creación de estructuras y formas organi-
zativas que la impulsen y que le den continuidad y consistencia.

La Gestión de Riesgos implica el proceso de identificar, analizar y cuantificar las probabilidades de pérdi-
das y efectos secundarios que se desprenden de los desastres, así como la planificación de acciones pre-
ventivas, correctivas, reductivas que debe emprenderse. Estas fases, que las vamos a ir estudiando, son
principalmente determinantes en el análisis para una respuesta adecuada y oportuna ante los desastres.
La primera fase es la prevención, que es algo principal e importante; comprende el desarrollo de un con-

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junto de actividades que buscan eliminar o reducir la incidencia del evento físico potencialmente dañino
o sus intensidades. Vamos a ver algunos ejemplos:

Sabemos que las actividades de reforestación son importantes para la fijación de nuestros suelos, pero
en el Chapare constantemente están talando los árboles que se encuentran en la ribera del río, y es por
eso que la mayor cantidad de inundaciones en los periodos de lluvia sucede en el Chapare, porque se está
deforestando las laderas de los ríos, se pone en riesgo la estabilización de pendientes y el manejo integral
de cuencas; esto es algo a lo que se tiene que dar mayor atención.

Otro ejemplo se da en las obras de ingeniería, como la construcción de diques, presas, muros de conten-
ción, que tienen la función de limitar las inundaciones, deslizamientos. Este es un trabajo bastante grande
en el que si solo atendemos un sector en el embovedado del río, tendremos que pensar que al concentrar
la masa de agua en un determinado trecho se generará mucho más peligro al finalizar este embovedado,
porque la cantidad de agua que se ha concentrado sale con mayor fuerza; entonces, no es solamente
atender trechos para el embovedado o el encauce de ríos, sino que se tiene que hacer un manejo cons-
tante de todo el curso del río, de lo contrario se puede causar mayores daños y mayores vulnerabilidades
en los lugares donde no existan estos defensivos.

La segunda fase es la mitigación, que hace referencia a un conjunto de actividades que intentan reducir
las vulnerabilidades; es decir, mitigar significa prácticamente fortalecernos, tomar las previsiones princi-
pales para poder tener la capacidad de resistir un evento.

Estas acciones se pueden realizar en diferentes situaciones y con diferentes apoyos legislativos, como
normativas que establezcan el uso del suelo, por ejemplo. Estas normas se las aplicaría en situaciones
en las que la población hace sus construcciones muy cerca de los cursos de agua, lo que la vuelve mucho
más vulnerable. Si nosotros regularizamos y aplicamos las normas para que la construcción de viviendas
o establecimientos se la haga a una determinada distancia de los cursos de agua, eso permitiría dismi-
nuir los eventos negativos que pueden producir un desastre o una emergencia, que pueden ocasionar
la pérdida de esas viviendas. En el campo de la agricultura también se debe considerar, por ejemplo, la
diversificación de cultivos en áreas sujetas a inundaciones y sequías.

La fase de preparativos constituye las últimas acciones que se pueden realizar antes de enfrentar un
evento; estos preparativos tienen que estar basados en una organización de la sociedad para la atención
de desastres, también tiene que ver con las actividades durante y después de un desastre, identificar la
habilitación de posibles albergues y el establecimiento de procedimientos logísticos. Estos preparativos
tienen que basarse en un supuesto evento que pueda ocurrir, tenemos que estar preparados justamente
para eso. La fase de los preparativos debe enmarcarse en la Ley 602, que indica que todos debemos ser
partícipes en la atención de desastres, ya no hay los mirones y los curiosos, todo el mundo debe participar
en esta reacción, es por eso que nosotros debemos organizarnos, debemos organizar nuestra población
con respecto a la atención de desastres.

Por ejemplo, un grupo de esposas o de mujeres puede estar organizado para ofrecer algún alimento ca-
liente a las personas damnificadas o al personal que está atendiendo la emergencia. Otro caso sería el de
los niños; ¿cómo pueden participar ellos en esta situación?, los niños tendrían que reunirse en un lugar
mientras los papás o el personal de la comunidad se encuentra atendiendo un evento; podrían estar en
un colegio o en un alberque jugando o siendo distraídos. Los varones también podrían organizarse. Por
ejemplo, en caso de que haya un accidente de tránsito fuerte, ellos podrían mantener las vías de comu-
nicación, las carreteras en condiciones óptimas para la evacuación de heridos, para que entre y salga el
personal de salud, de las Fuerzas Armadas, de la Policía, etc. Tienen que estar organizados para dar una
respuesta ante un hecho de emergencia.

La cuarta fase es de alerta, que es el estado anterior a la ocurrencia de un posible fenómeno adverso, y
se la declara con el fin de que los organismos operativos se activen. Esta fase de alerta es sumamente

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

importante para empezar a activar los COE (centros de operaciones de emergencia) y las entidades de
salud para que estén alertas y preparados para recibir a cualquier persona que haya sido afectada en un
accidente o haya resultado damnificada con su familia o con su vivienda. Las Fuerzas Armadas también
deben realizar el respectivo acordonamiento del lugar afectado.

Un sistema de alerta temprana sirve principalmente para que en su momento se pueda reaccionar opor-
tunamente; una acción que se debe tomar es la de informar principalmente a la población sobre el grado
de peligro que se avecina. Los estados de alerta se declaran con el objeto de que la población y las insti-
tuciones adopten una acción específica ante una situación adversa que se presente.

Luego viene la respuesta, que implica la movilización social e institucional que se necesita para salvar
vidas principalmente, pero también para rescatar los bienes de una persona. Estos fenómenos ya se han
presentado y para dar los primeros pasos hacia la recuperación de una comunidad después de un desas-
tre, es importante estar preparados en las diferentes fases para una reacción inmediata; para la atención
de cualquier emergencia tenemos que estar preparados en la parte económica, ya sea para el alquiler de
equipos, ambulancias, tractores, etc.

La sexta fase es de rehabilitación; se la debe tomar en cuenta para habilitar principalmente los servicios
básicos, como el agua, la luz, las vías de comunicación, los centros de salud; es decir, la rehabilitación es
principalmente habilitar todos estos servicios para una atención adecuada. Sin embargo, hay que aclarar
que es completamente diferente a una reconstrucción. La rehabilitación es la habilitación momentánea
pero efectiva para la atención de un evento adverso.

Para entender mejor esta parte les doy el siguiente ejemplo: si es que se cae un poste de luz, la habili-
tación sería unir los cables para que la luz se restituya; en cambio, una reconstrucción es plantar nueva-
mente el poste, asegurar el servicio y hacerlo en una forma permanente y constante. La rehabilitación
es completamente diferente, es solamente una habilitación necesaria, una habilitación instantánea y
temporal.

La séptima fase es la reconstrucción. Se supone que es construir nuevamente en un mejor estado de


existencia y promover estructuras ‒tanto físicas como institucionales y sociales‒ menos vulnerables a los
embates de un futuro evento.

Esto tiene relación también con la creación de nuevas fuentes de empleo que beneficien a los afectados y
la recuperación completa y permanente de toda la infraestructura, con todos los medios y con toda la so-
lidez. Antes hablábamos sobre la rehabilitación, que es solamente instantánea y temporal, diferente a la
reconstrucción, que es permanente y es con todos los beneficios y la permanencia con respecto al tiempo.

Entonces, vamos a resumir todo lo visto hasta ahora sobre la Gestión de Riesgos: de acuerdo con la fór-
mula, riesgo es igual a la amenaza por la vulnerabilidad sobre resiliencia o la capacidad de respuesta. Para
eliminar el riesgo, tenemos que eliminar la amenaza o la vulnerabilidad con respecto al riesgo.

Síntesis

El riesgo es la posibilidad de que algo negativo suceda, constituye la probabilidad de que haya pérdida
de vidas humanas, de cultivos y de infraestructura social y productiva en los lugares donde vivimos como
consecuencia de la unión entre la amenaza y la vulnerabilidad.

Una vez que hemos concluido el marco conceptual de la Gestión de Riesgos, vamos a ver algunos ejem-
plos para poder asimilar mucho mejor estos conceptos. Vamos a tomar el ejemplo de un niño que va a
clase de matemáticas; al entrar a una clase de matemáticas, el niño se encuentra en riesgo porque existe
una amenaza, ¿cuál sería en este caso la amenaza?, sería el profesor, ¿y cuál sería su vulnerabilidad?,
sería el hecho de que no conoce bien la materia. Así, el niño se encuentra en riesgo de quedar aplazado,

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

de reprobar el curso; entonces, para que desaparezca este riesgo tendría que desaparecer o la amenaza
o la vulnerabilidad, más fácil sería hacer desaparecer al profesor que aprender tal vez las matemáticas,
y en ese caso desaparecería el riesgo, desaparece el profesor, pero como es difícil hacer desaparecer al
profesor, el niño tiene que aprender a trabajar en su vulnerabilidad, que es el conocimiento de la materia;
entonces, él empieza a estudiar, a practicar y llega el momento en el que conoce la materia, y así des-
aparece su vulnerabilidad y en consecuencia desaparece el riesgo de perder el curso o de ser aplazado.

Podemos tomar ahora un ejemplo con el fútbol; vamos a tomar en cuenta a Bolívar y a The Strongest.
Yo soy técnico del Bolívar y estoy en riesgo en un clásico, porque existe una amenaza que es el equipo
de The Strongest, y existe una vulnerabilidad que es mi capacidad en el entrenamiento que he tenido, la
capacidad de manejar el equipo o la capacidad de poner en práctica estrategias para ganar el partido; en
ese aspecto estoy en riesgo, entonces tengo que saber terminar con mi amenaza. Ya hemos determinado
que mi amenaza es el equipo contrario, entonces tengo que trabajar en mis vulnerabilidades, es decir,
tengo que establecer estrategias para confundir al equipo contrario y en el entrenamiento voy trabajando
en mi vulnerabilidad, voy practicando, enseñando a mis jugadores a patear con mayor eficiencia hacia el
arco contrario, así van desapareciendo mis vulnerabilidades y el riesgo de perder va disminuyendo. Por lo
tanto, es importante saber determinar nuestras amenazas y nuestras vulnerabilidades.

Ahora hablaremos sobre los técnicos en Gestión de Riesgos que hay en los municipios, sobre cuál es el
papel de los técnicos que están en esta rama. El técnico tiene que encargarse de conocer sus amenazas,
tiene que pararse en el centro o en el corazón de la población o municipio y ver a su alrededor para de-
terminar cuáles son las amenazas en esta población. Es decir, él tiene que saber que si la población está
en la ladera de un cerro, la amenaza puede ser el cerro con sus deslizamientos; si existe un río que pasa
por el centro de la población, eso también puede ser una amenaza.

Hay diferentes tipos de amenazas que tienen que ver con la población, sobrepoblación, el asentamiento
de familias o barrios enteros que se levantan muy próximos a un río o que están hacinados en una pe-
queña superficie de terreno. En este sentido, el encargado de la Gestión de Riesgos de cada municipio o
gobernación tiene que estar capacitado para saber determinar las amenazas y la vulnerabilidad.

Una vez determinadas las amenazas, este profesional debe empezar a trabajar en las vulnerabilidades,
y aquí es cuando se toman en cuenta esas siete fases de las que habíamos hablado anteriormente con
respecto a la preparación, la mitigación, la reconstrucción. El técnico debe empezar a ver qué cosas van
a fortalecer estas situaciones, incluso los sistemas de alerta que tiene que poner en ejecución.

Este profesional está encargado de ver los riesgos, o sea, cuáles son las cosas que pueden convertirse
en una amenaza. Entonces, considerando esa capacidad, tiene que empezar a analizar qué es lo que nos
amenaza y con qué medios se cuenta para empezar a prepararnos con el fin de evitar mayores daños.
En esta situación, este técnico también tiene que estar bien interiorizado en el tema del presupuesto que
cada autoridad ha asignado a la Gestión de Riesgos, es decir, saber con cuánto dinero se cuenta.

De acuerdo con la ley, esos presupuestos se los debe utilizar solamente para esta reacción inmediata,
para el enfrentamiento de eventos adversos, para mitigar o disminuir los daños que pueda ocasionar.

Es importante llevar un registro histórico de todos los eventos adversos que han afectado a nuestra po-
blación, esa es la Gestión de Riesgos; la autoridad encargada de esta área debe gestionar los recursos
necesarios para una atención de emergencia, es por eso que tiene que tener la capacidad de saber de-
terminar todos estos aspectos.

Con estos ejemplos, tal vez domésticos, se pretende que un empleado público empiece a determinar cuál
es su amenaza y cuál es su vulnerabilidad. Estos ejemplos que se les da pueden ayudar a poner en alerta
a este funcionario para una reacción oportuna ante cualquier evento.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Este conocimiento sobre la legislación, sobre lo que es Gestión de Riesgos es importante dentro de una
población justamente en el sentido de que nosotros tenemos una reseña histórica, un antecedente histó-
rico de los eventos naturales que han ocurrido en una población, como la frecuencia de lluvias, de riadas,
de heladas, de granizadas, etc.; existen incluso los métodos y saberes ancestrales de cómo disipar una
granizada, cómo saber cuándo va a ocurrir una helada, se conocen esas costumbres ancestrales que son
efectivas, pero también tenemos la información del Senamhi, de las unidades de Gestión de Riesgos, de
la población.

Se debe empezar a informar a la población sobre esta situación, sobre las sequías e inundaciones prin-
cipalmente; sabemos que hay personas que viven en esa situación justamente a raíz de la pobreza o el
desconocimiento que arrastran desde sus hogares, por eso caemos en lo que es un desastre, caemos en
vulnerabilidad, y es porque no sabemos reaccionar correctamente frente a estos eventos adversos. Te-
nemos que saber lo que es la prevención, la rehabilitación, etc., y la organización tiene que primar entre
los municipios y el encargado de administrar estos temas. El profesional entendido en Gestión de Riesgos
tiene que saber organizar a la población, porque la ley indica que la reacción inmediata es personal, ya
no es solamente de instituciones como antes, cuando solamente Defensa Civil atendía las emergencias a
nivel nacional, pero llegaba siempre tarde, justamente por la falta de información y la distancia.

Es por esto que ahora, de acuerdo con la ley, la reacción frente al desastre empieza desde la comunidad,
desde la organización, y es por eso que siempre tiene que haber un técnico responsable de la Gestión de
Riesgos y además un presupuesto justamente para esta atención. Aquí recalcamos lo que es emergencia,
que es la capacidad de respuesta, y lo que es desastre, que es cuando ya no se tiene esta capacidad de
respuesta y se pasa a la entidad superior inmediata.

Entonces, saber reconocer las amenazas es importante; siempre y cuando tengamos la información opor-
tuna se podrá evitar muertes, pérdidas económicas, de viviendas, de infraestructura de nuestra población.

Vamos a ir viendo que existen amenazas naturales o de origen humano que pueden provocar eventos
negativos contra nuestra población, que ponen en peligro a ciertas personas, inclusive el medio ambien-
te. Entonces, es importante que sepamos determinar qué es una amenaza y que sepamos enfrentarla,
justamente trabajando en nuestras vulnerabilidades, que vienen en diferentes grados y pueden ser de
carácter cultural, económico, político, social, etc.

Por lo tanto, tenemos que saber atacar estas vulnerabilidades y saber responder oportunamente. En las
próximas clases vamos a profundizar los conceptos sobre lo que son las amenazas, las vulnerabilidades,
lo que es la resiliencia.

Les agradezco por su atención y será hasta otra oportunidad.

Síntesis

Primera fase

- Prevención

Actividades que buscan eliminar o reducir la incidencia de eventos físicos, potencialmente dañinos o sus
intensidades.

Segunda Fase

- Mitigación

Hace referencia al conjunto de actividades que intentan reducir las vulnerabilidades de la sociedad frente
a fenómenos físicos.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Tercera Fase

- Preparativos

Constituyen las últimas acciones que se pueden realizar antes de que se presente un evento físico adverso.

Cuarta fase

- Alerta

Es anterior a la ocurrencia de un posible fenómeno adverso.

Quinta fase

- Respuestas

Implica la movilización social e institucional necesaria para salvar vidas y ocurre una vez que el fenómeno
ya se ha presentado.

Sexta fase

- Rehabilitación

Es temporal y se refiere al proceso de restablecimiento de las condiciones normales de vida a través de


la reparación, adecuación o reactivación.

Séptima fase

- Reconstrucción

Supone construir nuevamente en un mejor estado de existencia y promover estructuras ‒tanto físicas
como institucionales y sociales‒ menos vulnerables.

Curso 3:

Principales Conceptos

Objetivo

• Promover procesos de sensibilización y conocimientos básicos sobre riesgos, amenazas, vulnerabi-


lidades y otros aspectos relacionados con la gestión de riesgos y desastres, articulada a contextos
definidos a partir de análisis y reflexión de su naturaleza y la importancia de generar una cultura de
prevención de desastres.

Bienvenidos al Diplomado en Gestión de Riesgos, estamos en el Módulo I, que es el marco conceptual.

Soy el coronel Néstor Blanco Vacarezza y a través de estas clases vamos a empezar a afianzar nuestros
conocimientos, nuestros conceptos sobre la Gestión de Riesgos. En el tema de la Gestión de Riesgos tene-
mos elementos como la amenaza; ¿qué es la amenaza?, es un fenómeno natural o acciones de desarrollo
humano que ponen en peligro a un grupo de personas y su medio ambiente.

Este fenómeno en su generalidad, en un 100%, es de influencia externa y pone en peligro nuestra comu-
nidad, nuestro municipio, nuestra gobernación o el país entero.

Dentro de las amenazas hay una variedad de orígenes: están los de origen natural, que abarca el mar-
co geológico y en el marco climático; dentro del marco geológico están los terremotos, los sismos y las
erupciones volcánicas.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Dentro de nuestro territorio nacional tal vez hemos obviado la amenaza del terremoto, pero ha ocurrido,
principalmente en Cochabamba, específicamente en las poblaciones de Mizque, Totora y Aiquile, donde
hubo un terremoto de más o menos 7,5 grados y donde las casas construidas a base de adobes fueron
completamente afectadas.

Por eso no se debe menospreciar este evento acá en la ciudad de La Paz, porque en todo el territorio na-
cional tenemos una cadena sísmica que viene desde el Chaco y cuyo origen prácticamente se da en Villa-
montes y sube hasta el Beni. Hay una cadena sísmica en la que se producen estos movimientos sísmicos
y que se constituye en un peligro de acuerdo con la intensidad que se vaya dando.

Entonces, no hay que pasar por alto estos antecedentes históricos que nosotros tenemos para ir previ-
niendo sobre todo en cuanto a los terremotos se refiere, así como también los sismos, que son temblores
de gran magnitud que van dañando nuestra infraestructura. En La Paz solamente hay dos construcciones
antisísmicas, una de ellas es el Hospital General, pero el resto de la ciudad no cuenta con estas previsio-
nes y además nos encontramos asentados sobre una variedad de ríos subterráneos y esto incrementa la
vulnerabilidad de la ciudad de La Paz por su topografía.

En cuanto a los volcanes, los más propensos están en la ciudad de La Paz: el Illimani y el Illampu, que
están dormidos o inactivos.

En el interior del país tenemos al Irruputuncu, que se encuentra en Potosí, al borde o la frontera con Chile,
que está en actividad periódicamente, pero no de manera significativa; de todas formas tenemos que ir
viendo su actividad y estar preparados para cualquiera de estas situaciones.

Dentro de las amenazas de origen natural están los factores climáticos, como las inundaciones, sequías,
nevadas. Es necesario ir viendo estas situaciones, apoyados en la información que proporciona el Se-
namhi con respecto a las precipitaciones pluviales y sus intensidades. En este caso podemos mencionar
como ejemplo la granizada que cayó en La Paz el año 2002; estaba prevista su llegada, pero no en esa
magnitud, y una de las vulnerabilidades que teníamos ante esa amenaza era que como no estábamos
acostumbrados a las granizadas de esa intensidad no se tomaron ciertas previsiones, como la limpieza de
las alcantarillas o bocas de tormenta, donde se acumuló el granizo y la cantidad de agua fue creciendo y
bajando por las pendientes de las calles. Todo esto ocasionó una gran pérdida tanto en lo material como
en vidas humanas, pues la gran cantidad de agua incluso llegó a arrastrar vehículos hasta meterlos a los
ríos con sus ocupantes dentro.

Otras amenazas en esta clasificación son los desbordamientos y las riadas. En el Chapare, por ejemplo,
que es una zona bastante lluviosa y con muchos ríos o cauces de ríos, es donde se presentan grandes
inundaciones, fenómeno que se ve agravado por el accionar de la población que deforesta ese territorio
para reemplazar los árboles con plantaciones ya sea de cítricos, plátanos o coca. Esto ha ido debilitando
los cauces de los ríos, pues sin los árboles, que son el mejor defensivo, se da lugar a la degradación de
los suelos; y todos sus ríos se desbordan hacia el sur o hacia el oriente de nuestro territorio, donde ya no
existen ríos, y así van creando bofedales y originando grandes inundaciones en plantaciones y afectando
la ganadería del oriente.

Las inundaciones se ven en todo el territorio nacional, principalmente en el oriente, a causa de las riadas;
lo que hace esa gran cantidad de agua es cubrir toda la superficie de la tierra y esto mata la fauna y evita
el crecimiento de las plantaciones, perjudicando a las personas que se dedican a la agricultura. Como se
trata de territorios bajos, la población también queda damnificada, pues sus viviendas quedan completa-
mente inundadas y con ello pierden sus bienes y todas sus pertenencias.

También tenemos otro género dentro de las amenazas naturales, que es lo socionatural, es decir, inter-
viene la naturaleza y la sociedad. Un ejemplo son las siembras extemporáneas, o sea, las siembras en
tiempos que no son permitidos; en este caso las lluvias frecuentes, las sequías, las heladas, las graniza-

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

das van afectando estas siembras. Como consecuencia, los campesinos pierden completamente toda su
plantación y por ende todo el capital invertido en esto porque se quedan sin respaldo.

Sobre los desbordes de los ríos podemos decir que son amenazas principalmente en las ciudades grandes
o en poblaciones por cuya ladera pasa un río, y aunque cuenten con defensivos o muros de protección,
la gran cantidad de agua de estos ríos provoca que estos se desborden y así llegan a entrar en las pobla-
ciones.

En La Paz tenemos el ejemplo de la zona Sur, donde el río de Achumani empieza a crecer y se va des-
bordando, y como consecuencia las casas que se encuentran al costado de ese río se inundan, además
arrastra gran cantidad de desechos y esto perjudica también el tránsito de los vehículos.

En las poblaciones los desbordes de ríos dañan la infraestructura que tienen, pues como las casas están
hechas a base de adobes, en algunos casos estas llegan a remojarse y luego se caen, y esto deja una
gran cantidad de damnificados.

Tenemos también las amenazas tecnológicas, que tienen que ver principalmente con sus desechos, pue-
den ser de las fábricas, de las industrias, de los centros mineros, etc. Todos esos materiales químicos que
van usando son echados en los ríos y sus aguas van contaminando cultivos y matando la fauna dentro de
los ríos. Se ha intentado regular o normar estas actividades a través de la Ley 373 de Medio Ambiente,
pero no en un sentido estricto porque esto todavía no está cimentado, no se está fortaleciendo para su
cumplimiento.

Pero yo creo que con el tiempo irá mejorando; sin embargo, no podemos esperar hasta que esto se per-
feccione, sino que nosotros tenemos que ir viendo nuestras maneras para contrarrestar esta situación e
ir fortaleciendo esas vulnerabilidades con el fin de disminuir los daños que están ocasionando.

Ahora pasamos a las amenazas de origen antrópico, es decir, con la participación del hombre. Una de
esas amenazas son los incendios; imagínense que con un fósforo, que no tiene un precio significativo,
podemos ocasionar daños a toda una población o a nuestro medio ambiente. Esto también está dentro
del marco cultural.

En este tema de los incendios hay que hablar de los chaqueos, que son parte de la cultura de nuestros
campesinos, quienes recurren a esta actividad para limpiar terrenos en gran cantidad para la posterior
siembra o su aprovechamiento.

Pero una vez que el fuego empieza a ganar cuerpo, muchas veces no se lo puede controlar, entonces no
solamente se chaquea el territorio que se necesita, sino mucho más, y eso puede causar muchos daños
a nuestro medio ambiente. Es por ello que la gran cantidad de masa forestal está disminuyendo, porque
un árbol precisa más o menos de 30 a 40 años para desarrollarse, lo que evidentemente no se puede
recuperar.

En este sentido, la ley forestal indica que por cada árbol que se corte tenemos que sembrar otros 10 ár-
boles, para que se vaya recuperando la masa forestal y sea sostenible a través del tiempo.

Otra amenaza de origen antrópico son las convulsiones sociales. Por ejemplo, el pan de cada día de la
ciudad de La Paz son las marchas, los bloqueos. Esto es una amenaza porque por la gran cantidad de
gente que se reúne en estas convulsiones se puede producir daños desde su inicio hasta su conclusión.

En este caso, nuestra vulnerabilidad puede ser el hecho de que dentro de la ciudad de La Paz no tenemos
avenidas o vías de escape por donde se pueda desahogar el tráfico. Además, estas marchas ocasionan
cortes de calles, en donde tanto negocios como empresas no pueden desarrollar con normalidad sus ac-
tividades cotidianas.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Una vez que hemos terminado de ver las amenazas, vamos a empezar a ver cómo solucionar nuestras
vulnerabilidades. Cualquier población cuenta con una estructura social y su infraestructura, que están
expuestas a daños causados por un fenómeno de origen natural o generado por acciones del hombre
llamados amenazas. Así, tenemos amenazas ambientales, amenazas de factor físico, amenazas de factor
económico y amenazas de factor social.

Vamos a empezar a ver cuáles son nuestras vulnerabilidades y nuestras fortalezas. Dentro de nuestras
fortalezas evidentemente no se trabajará mucho, sino más bien vamos a trabajar en nuestras vulnera-
bilidades. En el aspecto ambiental lo único que podemos trabajar es en la precaución respecto a nuestra
salud, porque el aspecto ambiental es grande, es macro y mundial. Entonces, no se puede trabajar sino
a través de políticas de Estado.

En nuestro territorio es posible evidenciar las contaminaciones a nuestro territorio y a nuestro medio am-
biente causadas principalmente por las fábricas; tiene que haber un manejo adecuado de este material
tóxico que desechan las fábricas, las minas y los hospitales. Por ejemplo, todo lo que es desecho sólido
de los hospitales, como las jeringas o los medicamentos, se va junto con la basura común y corriente,
con la basura orgánica o domiciliaria, y todo esto va a un botadero; la combinación de estos desechos va
produciendo daños evidentemente no visibles, pero son daños que van afectando la salud de las personas
que viven alrededor de ese botadero.

Además de esto, los botaderos o los basureros no tienen un control, no tienen un vertedero, no tienen un
depósito a nivel zonal; la gente deja su basura donde ve basura y los perros se encargan de esparcirla,
luego el viento distribuye toda esta basura en nuestro entorno y eso ocasiona enfermedades, epidemias.
Como no solamente se bota material orgánico, sino también vidrios, alcohol, etc., todas esas cosas, en
una combinación involuntaria, van produciendo elementos que van en contra de nuestra salud.

Dentro de las vulnerabilidades físicas vamos a ver todo eso que está en nuestro entorno; por ejemplo, en
la ciudad de La Paz estamos acostumbrados a ver grandes construcciones en serranías, al borde de una
meseta, y puede suceder que las filtraciones subterráneas vayan debilitando estas construcciones y como
consecuencia la zona se desliza.

El día de hoy ocurrió algo así en Cotahuma, donde dos viviendas se vinieron abajo justamente porque
no tenían el alcantarillado y echaban sus aguas en pozos sépticos. Y estos líquidos fueron socavando y
debilitando el terreno hasta que ocurrió el deslizamiento. Estas son situaciones que vivimos a diario en
la ciudad de La Paz.

En el resto del territorio nacional podemos encontrar poblaciones que se ubican al borde de ríos, pero
estos prácticamente se encuentra sin defensivos, y en cualquier momento puede ocurrir una riada que
afectaría a esas familias. Nos asentamos en territorios donde el suelo no es muy firme, no es estable o
tiene una constitución arcillosa y se va deslizando. Esa cultura es prácticamente la que hace daño o pro-
duce grandes daños en la vivencia o el buen vivir de las personas.

Dentro del factor económico vamos a tomar en cuenta la gran cantidad de comerciantes que se
asientan sobre las avenidas y calles, lugares no autorizados para esas actividades, o si están autori-
zados no se lo ha hecho con base a una planificación. En La Paz tenemos los ejemplos de la Uyustus
y la Eloy Salmón, donde hay gran cantidad de comerciantes asentados; eso crea una vulnerabilidad
en el caso de que suceda cualquier accidente, porque es imposible el acceso de una ambulancia, es
imposible un auxilio oportuno. Este fue el caso del incendio que ocurrió en la Uyustus, donde empezó
el fuego en un local de comercio, allí no pudieron acceder ni los bomberos ni tampoco la policía, peor
las ambulancias.

Entonces, en este sentido somos completamente vulnerables. Recuerden el caso de la riada en La Paz,
que afectó a muchos comerciantes y una gran cantidad de gente no sabía dónde escapar y prácticamente

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

fueron arrasados. No hay un manejo ya sea con normativas o con leyes para los asentamientos de estos
negocios o para estas personas que ocupan cualquier lugar para vender sus productos.

Esta ha sido una llamada de atención con respecto a la riada; en el momento de la precipitación la gente
no supo dónde huir, adónde escapar y es por eso que la riada de ese febrero cobró muchas víctimas y
tuvo un costo elevado en el aspecto económico, porque hubo pérdidas dentro de los negocios; aunque
evidentemente el capital de estos es poco, era con lo único que contaban. Es necesaria una normativa
que regule estos asentamientos y los negocios ambulantes.

Entonces, esto crea vulnerabilidad en cuanto a la seguridad de las personas, pues en los sitios donde se
aglomera mucha cantidad de gente hay peligro de robos, asaltos, etc.

Tenemos también una amenaza en la situación económica, porque por la necesidad que tienen las perso-
nas de conseguir un trabajo, estas acuden a diferentes llamados, ya sea a través de las redes sociales o
públicas; se van presentando sin un conocimiento previo de adónde están yendo o de qué tipo de persona
las está empleando. El factor cultural interviene también en esta situación, porque las personas no co-
nocen el valor de su fuerza de trabajo, o sea, van regalando prácticamente su trabajo, su esfuerzo. Esto
también es una situación vulnerable.

Tenemos el ejemplo del tráfico de órganos, los secuestros y todas esas situaciones que se dan por falta
de información; vamos perjudicándonos en el asunto del buen vivir, o sea que vamos ofreciendo nuestra
fuerza laboral en una forma muy fácil y esto va ocasionando prácticamente una situación social muy débil.
La seguridad ciudadana en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba se ha convertido en un serio problema como
consecuencia de esta situación.

Con estos factores que hemos visto vamos a acabar el tema de la vulnerabilidad.

Pero hay un aspecto que nos estamos olvidando, que está relacionado con lo cultural. El aspecto cul-
tural es una vulnerabilidad porque el poco conocimiento o el poco acceso a la tecnología también nos
va limitando en nuestro accionar; si nosotros no estamos bien informados, no conocemos ni nuestras
leyes, menos las normas que van fortaleciendo nuestras leyes, ni estamos informados a través de los
medios de comunicación, entonces la vulnerabilidad de las personas, de la sociedad en sí, va creciendo
aún más.

Ahora recapitulemos todos los conceptos que hemos ido viendo en los anteriores cursos; vamos a ir afian-
zando los que necesitamos saber o dominar dentro de la Gestión de Riesgos.

Vamos a empezar definiendo lo que es el desastre:

Desastre es algo externo que viene a dañar vidas, a interrumpir una vida normal y va afectando princi-
palmente la infraestructura, la situación económica y el normal vivir de las personas, de una comunidad,
de un municipio, de la gobernación o del país entero.

Un desastre es aquel evento que nos afecta; es una situación en la que nosotros nos sentimos impotentes
o incapaces de una respuesta adecuada, no nos sentimos capaces en la parte económica, en la atención
inmediata; es decir, un desastre es aquello a lo que nosotros no podemos responder adecuadamente.

Por otro lado, la emergencia es una situación, un evento que va sucediendo y en el que nosotros estamos
en la capacidad de responder con nuestros medios. Habíamos hablado de la ley que nos faculta a asignar
un determinado presupuesto para la atención inmediata de cualquier evento; si nosotros estamos en la
capacidad de responder, entonces eso es una emergencia, y si el hecho ya escapa de nuestra capacidad
de respuesta, pasaría a volverse un desastre. Entonces, lo que rescatamos de esta parte es que tenemos
que saber reconocer las diferencias entre desastre y emergencia.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Sobre el riesgo habíamos puesto el ejemplo a través de una fórmula matemática: riesgo es igual a vulne-
rabilidad más amenaza. Entonces, si nosotros vemos que existe un riesgo, tenemos que saber determinar
la amenaza y saber fortalecer nuestras vulnerabilidades.

Habíamos puesto también el ejemplo doméstico de un niño en el colegio; si es que hubiese una amena-
za, en este caso sería el profesor y su vulnerabilidad serían sus conocimientos limitados; si este niño va
fortaleciendo su vulnerabilidad, o sea, si va aumentando sus conocimientos, entonces podría desaparecer
esa vulnerabilidad; por lo tanto, aunque la amenaza permanezca ahí, si no existe vulnerabilidad tampoco
habrá riesgo.

También se podría trabajar con respecto a la amenaza. Si nosotros en una población vivimos al lado de
un río, ¿cuál sería nuestra amenaza?, pues sería el río, y nuestra vulnerabilidad sería que ese río pasa
por nuestra población y que no tengamos defensivos. Entonces, si nosotros trabajamos en los defensivos,
anulamos la amenaza. Pero si nos asentamos en un lugar donde el río no nos afecte, entonces desaparece
la amenaza.

En ese sentido empezamos a trabajar con respecto al riesgo; habíamos visto que las vulnerabilidades y
las amenazas se las puede reconocer, se puede trabajar en este sentido, se puede ver si nosotros pode-
mos enfrentar una amenaza con nuestros medios.

Dentro de las amenazas naturales evidentemente no, pero se las puede predecir o podemos adelantarnos
a un suceso o un evento; por ejemplo, para que no nos afecten las lluvias, podemos empezar a trabajar
antes de las épocas lluviosas.

En el caso del municipio de La Paz ya se tiene una cultura de prevención; en esta cultura de prevención
las alcaldías antes de las épocas de lluvia empiezan a limpiar las alcantarillas y bocas de tormenta para
que el agua no se detenga y fluya tranquilamente, sin causar daños. Este trabajo relacionado con la iden-
tificación de las vulnerabilidades lo tienen que ver los técnicos, los especialistas en Gestión de Riesgos,
para ir fortaleciéndose. En eso se gasta ese presupuesto que antes andaba dormido en los municipios
y en las gobernaciones, que estaba intacto por la falta de conocimiento. Si bien la ley permite tener un
presupuesto para la atención inmediata, solamente se podía hacer a través de ordenanzas municipales
que declaraban la emergencia o desastre.

Esto evidentemente no lo sabían, no se tenía el conocimiento y es por eso que no se podía usar este
presupuesto. Ahora que ya se tiene mayor conocimiento sobre el manejo de este presupuesto para la
Gestión de Riesgos, ya se puede prevenir, se puede estar atentos o disminuir la cantidad de damnificados
que pueda ocasionar un evento de estos.

Respecto al manejo de este presupuesto, de prácticamente toda la parte económica, se tiene que tener
conocimiento de qué autoridades participan, ya sean municipales o nacionales. Debe ser un manejo ade-
cuado, a través de las instancias pertinentes. Por ejemplo, a escala nacional la cabeza es el VIDECI, que es
la secretaría operativa del CONARADE. A escala nacional, el VIDECI va monitoreando todos los eventos que
se vayan suscitando, pero no tiene participación justamente porque la ley le indica, le obliga a una reacción
a partir de la comunidad, municipio o gobernación para llegar a la última instancia que es el Estado.

Con todo este panorama sobre la Gestión de Riesgos, nosotros podremos afianzar nuestros conocimientos
para actuar ante un evento y estar preparados para la respuesta frente a cualquier situación adversa que
pueda ocurrir en nuestro municipio, gobernación o el país.

Esto ha sido todo en cuanto a la situación teórica de la Gestión de Riesgos. Espero que hayan entendido,
que les haya gustado y que lo pongan en práctica en situaciones futuras.

Les agradezco por su atención. Será hasta una próxima clase.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Síntesis

¿Qué es riesgo?

Probabilidad o potencialidad de daños; es la posibilidad de que algo negativo ocurra.

¿Qué es vulnerabilidad?

Condición en virtud de la cual una población con estructura social e infraestructura está expuesta a resul-
tar afectada por un fenómeno de origen natural o generado por la acción del hombre ‒llamado amenaza‒,
y dependerá de su nivel de susceptibilidad.

Curso 4:

Exposición de Casos

Objetivo

• Promover procesos de sensibilización y conocimientos básicos sobre riesgos, amenazas, vulnerabi-


lidades y otros aspectos relacionados con la gestión de riesgos y desastres, articulada a contextos
definidos a partir del análisis y reflexión de su naturaleza y la importancia de generar una cultura de
prevención de desastres.

Eleodoro Valdivieso

• Ingeniero agrónomo de la Facultad de Agronomía de la UMSA.

• Diplomado en Preparación, Gestión y Evaluación de Proyectos de Inversión de SEMLA. Universidad


Autónoma del Beni.

• Diplomado en Gerencia de Proyectos Empresariales de la Universidad de Chile, con experiencia en


desarrollo rural, agroecología, biodiversidad, seguridad alimentaria, Gestión de Riesgos y desarrollo
de medidas de adaptación frente a la variabilidad climática y cambio climático en poblaciones rurales
vulnerables.

Amigas y amigos, bienvenidos a esta teleclase. En esta oportunidad vamos a hablar sobre la Gestión de
Riesgos, básicamente mirando algunos ejemplos de algunos casos para que podamos explicar un poco
más y entender mejor los conceptos básicos de la Gestión de Riesgos.

Mi nombre es Eleodoro Valdivieso y hoy tendremos la oportunidad de compartir este tema.

En esta oportunidad vamos a recordar lo que es un riesgo. Riesgo es la probabilidad de sufrir daños y
pérdidas como consecuencia de eventos externos que se denominan amenazas, que entran y tienen un
papel dañino, y hay aspectos que contribuyen, como la vulnerabilidad.

Por tanto, debemos focalizar un poco más aquellos factores que intervienen en el riesgo y para eso va-
mos a empezar a mirar unos casos. Por ejemplo, vamos a retomar el caso que ocurrió el 26 de febrero
de 2011.

Ese caso es conocido y lo podemos recordar como el deslizamiento de Callapa, que dejó consternada a
toda la población boliviana, porque vimos cómo más de un centenar de familias quedó sin hogar porque
el lugar donde habitaban, todo un barrio, se deslizó y eso hizo que pierdan sus viviendas. En este caso
podemos analizar cuáles fueron los factores de amenaza.

Se trata de un barrio que en las últimas décadas pasó de un asentamiento rural a ser urbano, esto lo
llevó a ser un asentamiento sin mucha planificación en su fase inicial, por eso las personas o las familias

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

que estaban asentadas en las partes altas no tomaron la previsión de controlar el manejo de las aguas
residuales, por ejemplo; esto se constituyó en un factor de amenaza del tipo socionatural. Sabemos que
las aguas tienen que fluir hacia abajo y hay unas familias que están en la parte de arriba usando el agua
y desechándola sin mucho control.

Otro factor que podemos analizar es que como era una zona geológicamente inestable, las precipitaciones
también iban a tener un papel muy importante como factor de amenaza. Podemos pasar a ver cuáles
fueron los factores que hicieron que este barrio se constituya en una zona frágil, en un barrio vulnerable.

Entre ellos podemos mencionar el asentamiento humano: no hubo una planificación adecuada para el asen-
tamiento humano. ¿Las familias tenían conciencia de lo que podía pasar?, ¿tenían información adecuada
acerca de la estabilidad de estos suelos?, ¿había información sobre eventos que ocurrieron en el pasado?

Estas son preguntas que a veces nos pueden ayudar a entender mucho mejor la vulnerabilidad; podemos
analizar también las condiciones geológicas de esta zona. Realmente este barrio tenía unos antecedentes
de tener suelos inestables, pero el problema hace muchísimos años era menor porque no había gente que
habitaba en ese lugar.

Cuando ocurre el asentamiento masivo, cuando se empiezan a consolidar los barrios, cuando se presenta
un crecimiento poblacional en esta área geográfica, entonces las condiciones de suelo inestable tienen
que soportar un mayor peso. Además de esto, hay un mal manejo de las aguas en las partes altas y pro-
bablemente en muchas familias que no tenían un sistema de alcantarillado bien planificado, bien estruc-
turado; entonces, todo esto desencadenó el deslizamiento de este barrio.

Podemos analizar también y profundizar sobre el grado de conciencia que existía en la población sobre
este desastre: ¿cuán conscientes estaban las familias?, ¿cuán informadas estaban? Por otro lado, pode-
mos mirar hacia los sistemas de planificación que el gobierno municipal también debió llevar adelante.

Podemos analizar también las características de este barrio desde un punto de vista del nivel económico de
las familias. Este era un barrio evidentemente pobre, donde las familias de escasos recursos se asentaron;
obviamente, al ser una zona con estas características no muy estables, el nivel y los costos seguramente
eran menores, eso hizo que gente con menores recursos se asentara allí. Por tanto, podemos ver clara-
mente que las condiciones económicas también tienen un papel importante en la construcción del riesgo.

Podríamos profundizar este caso con algunas preguntas, por ejemplo:

¿Hubiera sido posible prevenir este problema?

Probablemente la búsqueda de respuestas nos llevaría a comprender mejor el caso: si hubiese sido po-
sible prevenir, si se hubiera hecho un análisis de riesgo previo al asentamiento, hacer una evaluación de
cuán estable era, cuán apto era este barrio para que se pudieran asentar familias, para que se pudieran
consolidar los barrios.

Eso nos hubiera hecho repensar seguramente acerca de la necesidad de desarrollar algunas medidas, las
que pudieran haber estado ligadas a una mayor concienciación de la población, a una mejor planificación
del barrio, a una mejor dotación de servicios básicos y por tanto también a una mejor cultura de riesgos;
esto no significa que se tendría que haber evitado completamente el asentamiento, que es una medida
también cuando el análisis de riesgo muestra una elevada probabilidad de que puedan ocurrir problemas
o desastres, o cuando la población se pone en riesgo existe la posibilidad también de emitir medidas de
restricción, medidas prohibitivas.

Volvamos a la situación del desastre, agreguemos algunas interrogantes: ¿qué hubiera pasado si hubiera
sido un deslizamiento mucho más abrupto, mucho más violento? Seguramente hubiera dejado un saldo
de personas fallecidas, y este es un factor de riesgo que debemos tratar de evitar al máximo en lo posible.

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MÓDULO 5:
Marco Conceptual de la Gestión de
Riesgo

Analicemos entonces la condición de desastre; este fue un evento que empezó con un deslizamiento
muy lento, es decir, toda la superficie se fue moviendo y esto ocurrió en horas nocturnas, pero como el
movimiento era tan lento y tan suave dio lugar a que las familias puedan reaccionar y salir ilesas de sus
viviendas. En muchos casos, las familias trataron de rescatar algunos bienes personales.

Es por esto que este evento no dejó grandes pérdidas en cuanto a la integridad de las personas; cuando
amaneció los medios de comunicación empezaron a mostrar la gran magnitud de este evento y toda la
población quedó consternada. Las familias damnificadas estaban totalmente confundidas y algunas pa-
saban por una situación de estrés, de sufrimiento por el hecho de ver sus casas destruidas, de ver cómo
el producto de su sacrificio en la construcción de sus viviendas quedaba en nada. Por supuesto que las
familias afectadas van a pasar una situación muy dramática y muy triste al enfrentar situaciones de mu-
cho sufrimiento.

Por otro lado, hubo entidades especializadas ‒como las unidades de Gestión de Riesgo del gobierno
municipal‒ que intervinieron rápidamente y la primera reacción de estas fue precisamente con las per-
sonas para atenderlas, tratar de restablecer servicios básicos, darles algunos albergues transitorios, ver
la parte de alimentación, porque fueron familias que se quedaron prácticamente sin nada; entonces,
fue un momento en el que la primera respuesta tuvo un papel muy importante, en el que las entidades
especializadas ‒como bomberos y la parte de salud‒ trabajaron de forma articulada para la primera
respuesta.

Seguramente, a medida que pasaron las horas surgió la necesidad de organizar todo este trabajo de aten-
ción del desastre. Estos casos requieren un doble esfuerzo cuando no hay un proceso de educación para
enfrentar este tipo de situaciones e interviene como un factor también el manejo del caos; es realmente
una situación compleja cuando no hay un proceso de preparación adecuada.

En este caso, el gobierno municipal mostró sus capacidades porque ya habíamos pasado el evento de
febrero negro en La Paz, que nos sorprendió a todos y dejó más de 60 personas fallecidas; creo que esto
fue una buena reflexión para reconstruir la parte institucional. Es fundamental que las instituciones que
están llamadas a responder y atender los desastres puedan tener todas las condiciones y las capacidades
para enfrentar estas situaciones. Esto nos deja una gran lección para atender el resto de los barrios vul-
nerables en la ciudad de La Paz.

En este momento el gobierno municipal de La Paz cuenta con instrumentos para identificar zonas de ries-
go. De hecho, existen mapas de riesgo que nos muestran cuáles son los barrios que están en situación
de riesgo; por tanto, es importante dejar la reflexión y la recomendación también para estos barrios, irse
preparando para situaciones que puedan ocurrir y que puedan dejarnos ‒como en el caso de Callapa‒
algún nivel de daños y pérdidas. El evento de Callapa, una vez más, nos deja una lección muy profunda,
muy fuerte acerca de la necesidad de reducir el riesgo de desastres cuando vemos algo que nos puede
afectar o nos puede dañar; tenemos que empezar a manejar y controlar estos factores de riesgo al máxi-
mo posible, principalmente aquellas que están ligadas a nuestro comportamiento, a nuestro conocimiento
y a nuestra capacidad de organización.

Cuando hablamos de desastres encontramos ejemplos que realmente nos impactan, como el caso de fe-
brero negro, el deslizamiento de Callapa o las inundaciones que ocurren en la ciudad de Trinidad, que son
casos muy evidentes en los que hay grandes pérdidas porque estos eventos son muy dañinos. También
existen otro tipo de desastres que ocurren de manera muy frecuente, pero que tienen una intensidad
muy baja. ¿Qué significa esto?, para entenderlo vamos a acercarnos a unas experiencias que ocurren en
el altiplano.

Por ejemplo, las zonas altiplánicas se enfrentan permanentemente a la sequía, que es la falta de lluvias,
es la falta del líquido elemento que es esencial para la ganadería, para la vida de las familias, pero tam-
bién es muy esencial para la agricultura, ya que esta actividad, al igual que la agropecuaria, es altamente

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Riesgo

dependiente de las condiciones del tiempo, y cuando este elemento empieza a mostrar escasez se genera
una situación de estrés y de riesgo, principalmente para la producción agropecuaria.

Otro factor que afecta las condiciones del altiplano son las bajas temperaturas; entonces, los cultivos en
etapa de floración, por ejemplo, pueden ser afectados por estas bajas temperaturas, eso va a incidir en
una pérdida de producción.

El comportamiento de las lluvias también incide sobre las condiciones de riesgo, ya que pueden ocurrir
altas precipitaciones mal distribuidas; si se genera un exceso de lluvias, esto puede dañar las condiciones
de producción. Ya hemos tenido algunos eventos en este sentido; por ejemplo, el año 1983 hubo una
crecida del lago Titicaca y esto ocasionó grandes pérdidas en la producción.

Mucha lluvia también es un factor que va a influir en las condiciones de riesgo para la producción agrope-
cuaria, al igual que las granizadas, que son un comportamiento meteorológico que en un momento dado
puede tornarse altamente peligroso y dañino para la producción del altiplano.

Por tanto, estas amenazas ‒como las sequías, las bajas temperaturas, lluvias excesivas, granizadas‒ van
a impactar sobre las familias; ¿de qué modo?, pues pueden ser afectadas en su producción, y la produc-
ción es base de la seguridad alimentaria.

Sin embargo, podemos ver también que no solamente van a afectar a las familias productoras de ali-
mentos, sino que también pueden tener un impacto sobre las poblaciones urbanas, porque cuando hay
grandes pérdidas de producción como consecuencia de estos problemas climáticos, aparece la escasez de
ciertos alimentos en las ciudades, y eso genera un impacto sobre la economía de las familias. Entonces,
vemos cómo unas condiciones de riesgo en el altiplano pueden tener impacto también sobre las pobla-
ciones urbanas.

Voy a contarles un poco el caso del municipio de Batallas. Este municipio se encuentra por encima de los
3.800 msnm, está aproximadamente a unos 50 kilómetros de la ciudad de La Paz y su población se dedica
a la agricultura y la ganadería; los cultivos principales son la papa, la quinua, algo de hortalizas, haba,
cebada, avena y los forrajes, que está ligado un poco a la producción lechera. En algunas zonas vamos a
encontrar producción de ganado de engorde y tiene también una zona en las partes más altas dedicada
a la producción de camélidos.

Por tanto, el municipio de Batallas es una zona con una alta actividad productiva, cuya producción depen-
de en gran medida de las condiciones del clima; en este sentido, su gobierno municipal ha empezado a
incorporar en su administración el tema de la Gestión de Riesgos. La gestión municipal brinda su apoyo
incentivando una red de observadores locales, los que comparten sus conocimientos ancestrales en rela-
ción con el uso de indicadores naturales. Los indicadores naturales tienen que ver con el comportamiento
de plantas, de animales, de los astros y en algunos casos también observan algunas festividades, y sobre
la base de ese conocimiento que tienen y del modo en el que pueden interpretar estos comportamien-
tos son capaces de predecir cómo va a ser el comportamiento agroclimático, es decir, cómo va a ser el
comportamiento del clima para la campaña agrícola. Entonces, el gobierno municipal está estimulando,
está reconociendo a este tipo de personas para que presten un servicio a la población y para que esta
pueda contar con esta información; de este modo las familias pueden aplicar y desarrollar medidas de
prevención.

Prosiguiendo con los casos, me gustaría también compartir una experiencia por demás interesante, que
es la experiencia de un grupo de hombres y mujeres denominados yapuchiris, que están teniendo un
papel muy importante en la Gestión de Riesgos en las condiciones del altiplano. Son hombres y mujeres
que han decidido organizarse, que están reflexionando, discutiendo y que han decidido tomar acciones
para no quedarse quietos frente a los desastres.

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Riesgo

Recuperando principalmente aprendizajes, conocimientos, lecciones de sus propios padres, de sus propios
abuelos, han decidido organizarse para recrear el uso de los bioindicadores y emitir pronósticos. De este modo
buscan mejorar las estrategias de producción; por otro lado, son hombres y mujeres que han empezado a
desarrollar diversas medidas para hacer frente a las sequías, granizadas, heladas e incluso al exceso de lluvias.

Una de esas medidas consistió en la recuperación de una técnica muy antigua, que data de la época de
Tiwanaku, que se conoce como los sucakollos. Se trata de una técnica que consiste en construir campos
elevados donde se produce en medio del agua para aprovechar este recurso. Durante el día, el agua, que
está almacenada alrededor de pequeñas parcelas, empieza a acumular energía del sol; durante la noche,
cuando las temperaturas descienden, se comienza a liberar la energía que fue almacenada en el agua y
de esta manera se evita que las bajas temperaturas dañen el cultivo.

Entonces, esta es una interesante forma, es una interesante técnica de hacer frente a la helada. Esta es
una técnica que está siendo recuperada también por los yapuchiris.

Otra de las técnicas sobre las cuales trabajan estos hombres y mujeres denominados yapuchiris es el
desarrollo de medidas vinculadas a la agroecología; están desarrollando diversos productos agroecológi-
cos ‒como los abonos foliares, caldos minerales‒ y han emprendido una serie de tareas de investigación
en sus propias parcelas para después, con base en los resultados, compartir la idea con el resto de la
comunidad.

Estas técnicas han llevado a un nuevo conocimiento, una nueva manera de gestionar los riesgos en las
condiciones del altiplano, ya que les permite fortalecer cultivos con estos productos y aplicar técnicas que
les posibilita recuperar los cultivos cuando han sido dañados por bajas temperaturas, por granizadas o
por condiciones de sequía.

Hoy en día, estos yapuchiris ‒hombres y mujeres‒ se están organizando y están conformando redes de
trabajo orientadas a dar información y están llevando registros de monitoreo del tiempo; con base en esto
pueden tomar mejores decisiones para la campaña agrícola. Creo que son muy importantes el aprendiza-
je y las lecciones que nos dejan cada uno de estos casos; es fundamental también recalcar la importancia
de tener una información lo más completa posible sobre el análisis de riesgo.

Podemos hacer una síntesis: el hecho de analizar un riesgo significa visualizar anticipadamente el nivel
de daños y pérdidas que podríamos sufrir como sociedad o como grupo humano. La idea es identificar los
factores que pueden influir en esto.

Por supuesto, dentro de estos factores debemos incorporar como elementos importantes el comporta-
miento, la actitud y los valores que tienen las personas y la sociedad, porque esto es esencial para cons-
truir una cultura de resiliencia.

La cultura de resiliencia es un modo de vivir en un escenario de riesgos para que la sociedad esté prepa-
rada y pueda no solamente hacer frente a los riesgos de desastres, sino que también tenga la capacidad
de sobreponerse a estas situaciones de riesgo y de desastre.

Amigas y amigos, espero que estos temas que hemos mirado nos sirvan y contribuyan en nuestro apren-
dizaje y que a partir de estos sigamos haciendo el ejercicio permanente de hacer análisis de riesgo desde
nuestra vida personal, desde nuestra convivencia familiar, desde la convivencia en nuestro barrio, nuestra
ciudad, nuestra comunidad.

Mi nombre es Eleodoro Valdivieso y conmigo será hasta la siguiente oportunidad. Muchas gracias por su
atención.

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