Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La esclerosis tuberosa es una enfermedad genética multi-sistémica poco común que causa tumores benignos en
el cerebro y en otros órganos vitales.
Se debe a mutaciones de dos genes, TSC1 y TSC2. Estos genes son supresores de tumores y codifican dos
proteínas, la hamartina (TSC1) y la tuberina (TSC2), que interactúan y forman el complejo hamartina-tuberina.
Este complejo desempeña un papel fundamental en la inhibición de la vía de señalización diana de rapamicina en
célula de mamífero (mTOR). La proteína mTOR es una cinasa que desempeña una función central en la regulación
del proceso de proliferación y crecimiento celular. La desinhibición de esta vía de señalización induce la formación
de tumores en la ETB.
Los genes TSC1 y TSC2 forman parte de la vía mTOR, un complejo sistema de comunicación en las células que es
muy importante en la regulación del desarrollo cerebral y del crecimiento celular. La pérdida de función de
cualquiera de los 2 genes por una mutación provocará un exceso de función de la vía mTOR y por tanto, un
crecimiento descontrolado en ciertos tejidos.
La ET es una enfermedad que se hereda de forma autosómica dominante, es decir, si uno de los progenitores
presenta la alteración genética, cada hijo tiene el 50% de probabilidad de heredar la enfermedad. A pesar que la
enfermedad sea hereditaria, aproximadamente el 60% de los casos son esporádicos, es decir, de aparición
espontanea. Los niños que heredan el ET pueden no tener los mismos síntomas que el padre que se lo transmitió
y presentar una forma más suave o más severa del trastorno.
hamartomas astrocíticos entre 44 a 48%, el cual puede ser la primera manifestación de la entidad, por lo
que suele estar presente en niños.
Entre otros hallazgos oculares se incluyen los angiofibromas palpebrales en 39%
estrabismo no paralítico 5% (4 exotropia y 1 esotropia)
coloboma en iris y coroides en 3% ,hamartomas en iris o cuerpo ciliar .
MANIFESTACIONES ORALES
Los más frecuentes son los fibromas intraorales entre 20 a 70%, localizados más frecuentemente a nivel de encía,
hiperplasia gingival e hipoplasia en el esmalte que se manifiesta en forma de hoyuelos.
ALTERACIONES RENALES
Corresponden la segunda causa de morbi-mortalidad posterior a las neurológicas (29,30).
Los angiomiolipomas son usualmente asintomáticos, pueden estar presentes en aproximadamente 80%, el riesgo
de hemorragia es de 25% (cuando alcanzan > 4 cm o la presencia de un aneurisma >0,5 cm) y puede estar
asociado a fallo renal (30-33). Estos tumores benignos se encuentran compuestos de vasos sanguíneos, células
similares a músculo liso y tejido adiposo .
Los quistes renales ocurren aproximadamente entre 30 a 45% y pueden estar asociados a fallo renal e
hipertensión (33). Por otra parte, el síndrome de deleción de genes contiguos TSC2/PKD1 afecta
aproximadamente a 1 de 20 pacientes con el CET.
ALTERACIONES PULMONARES
La linfagioleiomiomatosis se presenta aproximadamente entre 30 a 80%, afecta exclusivamente a pacientes
adultos del sexo femenino. Se caracteriza por la destrucción de quistes en el pulmón con compromiso linfático y
es causado por la proliferación anormal de células similares al músculo liso. Puede ocurrir esporádicamente o en
asociación al CET (36,37).
MANIFESTACIONES CARDIOVASCULARES
Alrededor de 50% de los pacientes con CET tienen uno o más rabdomiomas cardiacos, se localizan en las paredes
ventriculares y/o septo interventricular y son más frecuentes cuando se presentan mutaciones en el gen TSC2.
Pueden diagnosticarse en vida prenatal y en la mayoría de los casos presentan buen pronóstico porque como ya
se hizo referencia tienden a involucionar espontáneamente. Es infrecuente su aparición o crecimiento durante la
adolescencia por lo que se justifica su seguimiento (11,39). El tratamiento quirúrgico está indicado ante
obstrucción intraventricular grave. Por su parte, las arritmias cardiacas son casi siempre benignas, pero pueden
requerir de fármacos antiarrítmicos. En casos graves puede recurrirse a la ablación con radiofrecuencia o la
inserción de marcapasos (11).
Abordaje y el rol del t.o (15 puntos)
Algunos niños afectados por la ET tienen discapacidad intelectual y/o problemas psicopatológicos asociados. Para
ayudar al desarrollo óptimo de los niños, debe ponerse en marcha un abordaje especializado y multidisciplinar,
lo más temprano posible. Este abordaje se efectúa en tres etapas:
1- Caracterización fina y precisa de los puntos fuertes y de las dificultades, con una revisión neuropsicológica,
psicomotora, logopédica, psiquiátrica, de terapia ocupacional y ortóptica si es necesario, para evaluar las
competencias cognitivas, especialmente el lenguaje, la comunicación, la motricidad global, la motricidad fina,
las funciones que regulan la ejecución de las acciones diarias a un nivel adecuado (práctica), y otras
dificultades específicas (problemas de interacción social, particularidades sensoriales, problemas de
aprendizaje…).
Aproximadamente entre la mitad y dos tercios de las personas que padecen de CET sufren de discapacidad
intelectual que varía desde dificultades de aprendizaje leves hasta retraso mental severo. Además de problemas
de conducta, incluyendo agresión, rabia repentina, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno
obsesivo-compulsivo, y conductas repetitivas, destructivas o auto dañinas pueden ocurrir en niños que padecen
de CET.
Las expectativas de futuro de las personas con manifestaciones mínimas suelen ser positivas, por el contrario, los
niños con discapacidad intelectual severa y convulsiones incontrolables, poseen un mal pronóstico. En general la
evolución de ésta dependerá del grado de severidad en el niño.
A través de esta revisión se espera dar a conocer el abordaje desde la Terapia Ocupacional, amparándose desde
la heterogeneidad de los niños que la padecen centrándose en sus Necesidades Educativas Especiales, el trabajo
con la familia, y en espacial el apoyo que estos reciban desde su familia. Llevándolos a lograr un mejor desempeño
ocupacional.