YUPANQUI ARONE COLEGIO: JOSE MARIA ARGUEDAS GRADO: 1º AII TEMA: CUENTO INVENTADO PROFESORA: CARMEN LA MOTA MAGICA Érase una vez una motita mágica paseaba muy triste por el salón de su colegio. Estaba apenada porque había perdido su varita mágica y no sabía cómo encontrarlo. Sus amiguitos de la escuela querían ayudarle, pero ella no quiso decirles que pasaba. Estaba avergonzado y tenía miedo de que los amiguitos se burlasen de ella porque no saber dónde había dejado su varita mágica. Cuando sonó la campana y terminaron las clases, mota no tenía ganas de quedarse en el salón. Empezó a caminar muy despacito. Sus amigos, la pizarra, plumones en seguida supieron que le pasaba algo, porque todos los días cuando llegaban los niños se iba corriendo a esconder, pero sin embargo se preocuparon mucho y le hacían cosquillas para que sonría pero nada…. Al final, después de mucho insistir camilo hermano de mota consiguió que le ocurría a mota mágica. Esta mañana cuando estaba en la mesa, me di cuenta de que aún era muy temprano y me quede jugando en las sillas deje la varita, en el piso cerca de mí. Paso el tiempo, se hizo ya tarde entonces corría dando vueltas en el colegio, cuando estuve allí me di cuenta que había dejado la varita mágica volví busque y busque pero no la encontré. -no te preocupes, dijo la pluma nosotros te ayudaremos. Salieron muchos plumones, buscaron y buscaron pero no encontraban nada. -ahora buscaremos nosotros dijo la silla, y todos los objetos caminaban y buscaban la varita. Pero no lo encontraron. -ya verás cómo te la traemos le dijo un papel se metieron bajo de las mesas, sillas si se había caído en una de ellas pero no encontraban nada. Mota estaba muy triste y sus amiguitos los objetos de salón también. -¿y si alguien lo ha cogido? Le dijo la silla ¿pero quién? – respondió mota yo no vi a nadie ¿vamos a tu lugar? Dijo lápiz – creo que yo sé quien la tiene, fueron a su lugar corriendo. Pero en querer ocupar su sitio, el lapicero les hizo mirar a la ventana. -yo no veo nada extraño –dijo el cuaderno -¿no vez algo que brilla debajo de la ventana? Los libros ¡¡¡sí!!!! Dijeron todos a coro, mota fue a la ventana y cogió la varita mágica estaba muy molesta quería convertirse en una mota voladora, pero pensó que la caminata era suficiente que desde ese día tuvo cuidado al dejar su varita y no volvió hacer ninguna travesura y termino siendo la mota mágica caminante.