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El olfato, el sentido más emocional

Publicado en 11 noviembre 2011

Los olores estimulan el sistema límbico, que es la parte responsable de


las respuestas emocionales (Ellen y Bone, 1998).
En muchos casos los olores son difíciles de etiquetar de manera general, ya que el olfato es un
sentido que está vinculado con las experiencias pasadas, pudiendo provocar sensaciones
diferentes para cada uno de nosotros.
Los olores pueden generarnos multitud sensaciones:
 Relax
 Estrés
 Alegría
 Tristeza…
Por tanto los olores y aromas tiene la capacidad de influir en nuestro estado de ánimo (Baron,
1990; Ehrlichman y Bastone, 1992; Kanastko, 1993), como veremos más adelante, utilidad
muy interesante para los establecimientos comerciales.
Los buenos olores se posicionan con la vida, con imágenes gratas (Alonso et al. 2005)…
 Jardines
 Flores
 Higiene
 Limpieza…

El Poderoso Sentido del Olfato


por Gloria Rodriguez-Gil, M.Ed., Especialista en Servicios Educativos a los
Sordociegos de California

Reimpreso de reSources, Primavera 2004, Volumen 11, Número 2 con


autorización de California Deaf-Blind Services <http://www.sfsu.edu/~cadbs>

Resumen: Este artículo estudia la forma en que funciona el sentido del olfato y
cómo este poderoso sentido puede tener impacto en la programación en el área
de la sordoceguera.
Palabras Clave: programación, sordociego, olfato, sentidos

Hace varios años, estaba haciendo compras en la tienda Macy’s de Nueva York
cuando de repente olí algo muy familiar, e inmediatamente pensé en la muñeca de
mi niñez, Lucy. La verdad es que no había pensado en Lucy por años, ni mucho
menos en que Lucy había sido mi muñeca favorita cuando era niña y vivía en
España. Cuando di la vuelta me di cuenta que estaba en la sección de juguetería
de la tienda y muy cerca de un mostrador con muñecas. Por curiosidad tomé una
de las muñecas y ¡en la caja decía, “Fabricada en España!”

¡Esta experiencia fue increíble para mí –que algo tan escondido en mi memoria
haya podido venir al presente por algo tan pasajero como un olor!. Años después
recordé este incidente cuando estaba estudiando que la parte del cerebro
responsable de nuestro sentido del olfato – el sistema límbico – está relacionado
con las emociones y con la memoria.

Para entender lo que es el olfato y pensar en las maneras en que lo podemos usar
en nuestro trabajo, primero debemos explorar la manera en la cual el sentido del
olfato está organizado.

Cómo Funciona El Sentido Del Olfato

El sentido del olfato, al igual que el sentido del gusto, es un sentido químico. Se
denominan sentidos químicos porque detectan compuestos químicos en el
ambiente, con la diferencia de que el sentido del olfato funciona a distancias
mucho más largas que el sentido del gusto. El proceso del olfato sigue más o
menos estos pasos:

1. Las moléculas del olor en forma de vapor (compuestos químicos) que están
flotando en el aire llegan a las fosas nasales y se disuelven en las mucosidades
(que se ubican en la parte superior de cada fosa nasal).
2. Debajo de las mucosidades, en el epitelio olfatorio, las células receptoras
especializadas, también llamadas neuronas receptoras del olfato, detectan los
olores. Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes.
3. Las neuronas receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos
olfatorios, que se encuentran en la parte de atrás de la nariz.
4. Los bulbos olfatorios tienen receptores sensoriales que en realidad son parte del
cerebro que envían mensajes directamente a:
o los centros más primitivos del cerebro donde se estimulan las emociones y
memorias (estructuras del sistema límbico) y
o centros “avanzados” donde se modifican los pensamientos concientes
(neocorteza).
5. Estos centros cerebrales perciben olores y tienen acceso a recuerdos que nos
traen a la memoria personas, lugares o situaciones relacionadas con estas
sensaciones olfativas
Es importante agregar que “Nuestro sentido del olfato es 10,000 veces más
sensible que cualquier otro de nuestros sentidos y que el reconocimiento del olor
es inmediato. Otros sentidos similares, como el tacto y el gusto deben viajar por el
cuerpo a través de las neuronas y la espina dorsal antes de llegar al cerebro,
mientras que la respuesta olfatoria es inmediata y se extiende directamente al
cerebro. “Este es el único lugar donde nuestro sistema nervioso central está
directamente expuesto al ambiente.” (von Have, Serene Aromatherapy)

El Sentido Del Olfato Y El Sistema Límbico

El bulbo olfatorio es una de las estructuras del sistema límbico y es una parte muy
antigua del cerebro. Como se mencionó anteriormente en la descripción del
proceso olfativo, la información capturada por el sentido del olfato pasa del bulbo
olfatorio a otras estructuras del sistema límbico.

El sistema límbico es una red de estructuras conectadas entre sí que se encuentra


cerca de la parte media del cerebro y está conectada con el sistema nervioso
central. Estas estructuras “trabajan en conjunto para tener efecto en un amplio
rango de comportamientos que incluyen las emociones, la motivación y la
memoria.” (Athabasca University, Tutoriales Avanzados de Psicología y Biología).
Este sistema maneja las respuestas instintivas o automáticas y tiene muy poco, o
posiblemente nada, que ver con los pensamientos conscientes o la voluntad.

El sistema límbico también está relacionado con la interpretación de los datos


sensoriales obtenidos de la neocorteza (la parte del cerebro donde se elabora el
pensamiento) para convertirla en las motivaciones del comportamiento. El sistema
límbico tiene una función central que es la mediación entre el reconocimiento de
un evento por una persona, su percepción como una situación que provoca
ansiedad y la reacción fisiológica que resulta de la misma, todo mediado a través
del sistema endocrino: Los estímulos son procesados conceptualmente en la
corteza y pasan al sistema límbico donde son evaluados y se elabora una
respuesta motivada.

¿Qué Tiene Que Ver Esto Con Nuestro Campo De Estudio?

En el campo de la sordoceguera, siempre hemos sabido que muchos niños


sordociegos tienen un sentido del olfato muy sensible para compensar su uso
limitado de la visión y audición. En consecuencia, siempre hemos dicho que el
sentido del olfato juega un papel muy importante en esta población de niños para
identificar a personas, lugares, objetos y actividades.

Frecuentemente en este campo de estudio se oyen las siguientes


recomendaciones: evite usar fragancias fuertes, ya que éstas pueden provocar
ataques de epilepsia en algunos niños; use el sentido del olfato para proporcionar
información adicional al niño (claves olfativas) sobre la experiencia que va a tener
el niño, por ejemplo, acercarle una barra de jabón a la nariz del niño antes de que
se bañe para indicarle que muy pronto se va a bañar o usar la misma esencia
suave cada vez que trabaje con un niño en particular para que él pueda reconocer
quien es usted por medio de este olor. Toda esta información es muy valiosa. El
sentido del olfato es un sentido muy poderoso para fines de identificación y puede
tener un fuerte impacto en el cerebro, ya que es una parte íntegra de él (al punto
de que algunos olores químicos muy fuertes definitivamente pueden provocar
ataques de epilepsia).

Pero ¿qué papel juega el sentido del olfato en relación con los estados de ánimo,
niveles de excitación, emociones, memorias y reacciones físicas? Ahora sabemos
que todo esto está relacionado.

Muchas veces estamos con un niño y no podemos entender que está pasando con
él y él no nos puede decir en una forma concreta lo que le pasa. Posiblemente
está fastidiado o llora o sonríe y no sabemos por qué lo hace. ¿Por qué tiene estos
comportamientos? ¿Podría estar relacionado con algo que está oliendo? No lo
sabemos, pero definitivamente ya sabemos que debemos poner más atención a
este factor ambiental para ver si esto le está afectando al niño y cómo le afecta.

Todavía tengo dudas respecto al impacto del sentido del olfato en un niño sordo-
ciego, y si podemos usar este sentido a nuestro favor, por ejemplo: el uso
consistente de claves olfativas que podrían proporcionar información a un niño
para mejorar su comprensión sobre lo que está sucediendo, o el uso de una
esencia especifica para provocar una respuesta especifica al niño.

 ¿Tiene el sentido del olfato más impacto en los niños sordociegos que en los niños
que tienen una visión y audición normal?
 ¿Tiene el sentido del olfato un impacto mayor en los niños sordociegos con lesión
en la neocorteza porque posiblemente ellos dependen más de la información
procesada por el sistema límbico?
 ¿Podemos ayudar a que los niños estén más alerta o menos agitados usando una
esencia en particular?
 ¿Podemos calmar a un niño usando aceites que tienen un olor calmante o
tranquilizante?

Conclusiones

Aun cuando no sabemos exactamente el impacto que tiene el sentido del olfato en
los niños sordociegos, sí sabemos que este sentido es muy poderoso y básico.
Cuando interactuamos con un niño sordociego, debemos estar conscientes de los
olores del ambiente que pudieran tener efecto en el comportamiento del niño.
Idealmente debemos asociar un olor con el origen del mismo para que el niño
pueda hacer la relación entre lo que está experimentando y su referente concreto.

Como especialista de educación en el área de la sordoceguera, me interesaría


trabajar con un equipo de profesionales que incluyera a un neurocientífico y a un
especialista en aroma-terapia para encontrar la mejor forma de usar el sentido del
olfato en beneficio de los niños sordociegos.
Las asociaciones emocionales y los recuerdos relacionados con los olores
parecen ser muy personales; parecen estar ligados intrínsicamente con la
experiencia individual. Estoy segura de que si otra persona hubiera estado
caminando conmigo aquel día en Macy’s, esta persona no hubiera notado el olor
de la muñeca, y si hubiera percibido el olor, no habría pensado en mi muñeca
Lucy, ni hubiera tenido las mismas emociones que yo tuve con esta experiencia.
Pero los recuerdos importantes pueden ser codificados y tener acceso a ellos a
través de la función natural del sentido del olfato. Posiblemente se puedan crear
estos enlaces para ayudar a abrir otra forma de comunicación con los niños
sordociegos

Su Majestad: La Nariz
Nuestro sentido del olfato es 10,000 veces más sensible que cualquier otro de nuestros
sentidos y que el reconocimiento del olor es inmediato. Otros sentidos similares, como el tacto
y el gusto deben viajar por el cuerpo a través de las neuronas y la espina dorsal antes de llegar
al cerebro, mientras que la respuesta olfatoria es inmediata y se extiende directamente al
cerebro. “Este es el único lugar donde nuestro sistema nervioso central está directamente
expuesto al ambiente.” (Von Have, Serene Aromatherapy)

Desde el punto de vista químico, el olor es una sensación, una noción de estímulo y
percepción producida en el olfato por la interacción de una sustancia orgánica con los
receptores olfativos de los seres vivientes.

Dicha interacción depende en gran medida de la volatilidad de la sustancia, ya que es


necesario que las moléculas de la sustancia olorosa pasen a una fase gaseosa para que
puedan llegar a la nariz y así ser percibidos; de igual forma, se requiere que puedan
atravesar las membranas de las células epiteliales de la nariz y llegar a los receptores
que enviarán la señal al cerebro, indicando la sensación del olor.

El olfato u olfacción es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Al igual


que el sentido del gusto, es un sentido químico. Se denominan sentidos químicos
porque detectan compuestos químicos en el ambiente, con la diferencia de que el
sentido del olfato funciona a distancias mucho más largas que el sentido del gusto.

El sentido del olfato es una de las ventanas más sofisticadas a través de la cual un
individuo capta información del ambiente externo y por la cual los seres vivos de
cualquier especie son capaces de modificar su comportamiento y establecer su gusto
por determinados ambientes y alimentos.
Paradójicamente, el sentido del olfato de todos los mamíferos conserva ciertas
similitudes en la cavidad nasal, tales como su localización y asociación con las vías
respiratorias superiores, puesto que los compuestos olorosos se hallan dispersos en el
aire, y es así como logran llegar a la nariz para alcanzar las células olfatorias y
estimularlas.
Algunos científicos consideran que el olor es una percepción que no puede ser medida,
en la que el sistema límbico (emocional) es el que afecta la apreciación para clasificar el
agrado o desagrado por los aromas, además de que es inf luido por algunos aspectos de
orden fisiológico. (Por ej. cuando se está cocinando o con hambre, el olor tiene una
percepción grata; sin embargo, puede variar e incluso volverse desagradable cuando ya
se ha comido).

Las células olfatorias son células nerviosas receptoras de estímulos químicos


provocados por los vapores. En la pituitaria amarilla se encuentran las glándulas
mucosas de Bowman, que libera un líquido que mantiene húmedo y limpio el epitelio
olfatorio. Para estimular éstas es necesario que las sustancias sean volátiles, es decir,
han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas nasales, y que sean
solubles en agua para que se disuelvan en el moco y lleguen a las células olfatorias.

Éstas transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros


olfatorios de la corteza cerebral, que es donde se aprecia e interpreta la sensación de
olor.

Se cree que existen 7 tipos de células olfatorias, cada una de las


cuales sólo es capaz de detectar un tipo de moléculas, éstas son:
• Alacanforado: olor a naftalina • Almizclado: olor a almizcle
• Floral • Mentolado • Etéreo: olor a fluidos de limpieza en seco
• Picante • Pútrido: olor a podrido

Nadie conoce exactamente cómo es que muchas sustancias pueden estimular al


sistema olfativo, pero sí es claro que el número de éstas es grande. Un simple
compuesto puede provocar una sensación diferente de una persona a otra, y tampoco
es raro que un individuo experimente cualidades distintivas para un olor cuando el
mismo compuesto se le presenta en diferentes concentraciones.

A través de nuestras vidas, el sistema olfativo envía una corriente de información casi
constante al cerebro. El cerebro procesa esta información y la organiza en forma
coherente de interpreta .

La percepción del olfato involucra tres aspectos importantes:


la intensidad, la descripción cualitativa y la apreciación del aroma.

En la actualidad se conocen miles de olores; sin embargo, la apreciación de un aroma


es subjetiva, ya que se ve influenciada por aspectos culturales o emocionales
particulares, es decir, de cada sujeto; de hecho, para algunas personas el mismo
perfume puede ser agradable, desagradable o indiferente.
No obstante, los estudios fisiológicos enfocados a esta área, basados en pruebas
psicológicas, sostienen que muchas sensaciones olfatorias dependen de unas cuantas
emociones primarias.
Por ello –independientemente de la forma particular en la que cada individuo percibe
los olores–, se ha propuesto una sencilla clasificación que postula siete aromas
primarios: etéreo, alcanforado, almizcle, floral, mentolado, picante y pútrido.

El proceso del olfato sigue más o menos estos pasos: Las moléculas del olor en forma
de vapor (compuestos químicos) que están flotando en el aire llegan a las fosas nasales
y se disuelven en las mucosidades (que se ubican en la parte superior de cada fosa
nasal). Debajo de las mucosidades, en el epitelio olfatorio, las células receptoras
especializadas, también llamadas neuronas receptoras del olfato, detectan los olores.
Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes. Las neuronas
receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos olfatorios, que se
encuentran en la parte de atrás de la nariz.

Los bulbos olfatorios tienen receptores sensoriales que en realidad son parte del
cerebro que envían mensajes directamente a: los centros más primitivos del cerebro
donde se estimulan las emociones y memorias (estructuras del sistema límbico) y
centros “avanzados” donde se modifican los pensamientos concientes (neocorteza).

Estos centros cerebrales perciben olores y tienen acceso a recuerdos que nos traen a la
memoria personas, lugares o situaciones relacionadas con estas sensaciones olfativas

El sistema límbico tiene una función central que es la mediación entre el


reconocimiento de un evento por una persona, su percepción como una situación que
provoca ansiedad y la reacción fisiológica que resulta de la misma, todo mediado a
través del sistema endocrino: Los estímulos son procesados conceptualmente en la
corteza y pasan al sistema límbico donde son evaluados y se elabora una respuesta
motivada.

Relacionado el olfato y las emociones


La estrecha relación entre el olfato y las emociones estaría dada por la interconexión de
las regiones cerebrales implicadas en el procesamiento de ambas sensaciones, siendo el
sistema límbico -y en especial la amígdala- el centro integrador por excelencia.

* En estudios de imágenes cerebrales se ha evidenciado que la amígdala se activa


inmediatamente ante una percepción olfativa, acción que no se ha observado al
estudiar a los otros cuatro sentidos.

* Según estudios realizados en el Hospital "Santa Maria" de Rumania, las áreas


cerebrales de integración de las sensaciones olfatorias son muy extensas en el ser
humano y se conectan de manera importante con las regiones que procesan a la
memoria , al lenguaje y que desencadenan acciones involuntarias de respuesta
emocional.
* Si bien en los seres humanos, explica Sarafoleanu (Rumania), el olfato no cumple
una función vital y única en el reconocimiento de objetos y semejantes, sí cumpliría un
papel primordial en la modulación de su comportamiento social y afectivo, definiendo
inconscientemente sus relaciones íntimas y su atracción a ciertos grupos de personas.

* La emocionalidad de las personas se asocia fuertemente a aquello que huelen y su


memoria establece la conexión futura a nivel del cerebro, desde aquellos centros que
procesan y/o interconectan a los sistemas de percepción sensorial y de creación de
emociones.

l olfato:
Este sentido permite percibir los olores. La nariz, equipada con nervios olfativos, es el principal
órgano del olfato. Los nervios olfativos son también importantes para diferenciar el gusto de las
sustancias que se encuentran dentro de la boca. Es decir, muchas sensaciones que se perciben como
sensaciones gustativas, tienen su origen, en realidad, en el sentido del olfato.

El olfato (del latín: olfactus) es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Se ha
definido el olfato como un sentido químico en el que actúan como estimulante las partículas
aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que a través del aire inspirado
entran en contacto con el epitelio olfatorio situado en la nariz. El olfato tiene importantes
funciones en los seres vivos, entre ellas evaluar el estado, tipo y calidad nutritiva de los
alimentos, detectar peligros medioambientales como el humo o el nivel de humedad,
reconocer un territorio demarcado odoríficamente y relacionar el olor con el recuerdo de lo que
representa. Se ha calculado que un humano puede detectar más de 10 000 olores diferentes,
aunque esta cifra está sujeta a discusión y para algunos científicos el valor real sería muy
superior.
Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los
objetos olorosos liberan a la atmósfera moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas
alcanzan la mucosa olfativa donde son detectadas por receptores situados en las células
olfativas sensoriales. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su
extremo anterior alrededor de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal
acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; en
los cilios las moléculas ambientales causantes del olor se unen a receptores específicos que
transforman las señales químicas de la moléculas odoríferas en respuestas eléctricas.
Las prolongaciones nerviosas de las células olfativas atraviesan el cráneo mediante micro-
orificios ubicados en la lámina cribosa del etmoides y alcanzan el bulbo olfatorio, situado en la
región anterior del cerebro. Estas prolongaciones nerviosas finalizan en los glomérulos
olfatorios, pequeñas terminaciones de células olfativas de forma esférica donde se procesan
las señales aromáticas que luego son conducidas por células receptoras especiales. La
información llega al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales filogenéticamente
muy antiguas que son fundamentales en el procesamiento de la memoria y la información
emocional. A través de otras conexiones la información olorosa alcanza la corteza
cerebral temporal y frontal, tornándose consciente.1

Índice
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 1Anatomía
 2Receptores olfatorios
 3Fisiología
 4Enfermedades olfativas
 5Véase también
 6Referencias
 7Enlaces externos

Anatomía[editar]
Artículo principal: Fosas nasales

Ubicación del seno frontal y maxilar en el cráneo

El esqueleto de soporte de la nariz se compone de hueso y cartílago hialino. La superficie


inferior de la nariz está atravesada por dos aberturas, las narinas u orificios nasales. La
porción ósea consta de los huesos nasales, las apófisis frontales de los maxilares, la porción
nasal del hueso frontal y su espina nasal, y las porciones óseas del tabique nasal. La parte
cartilaginosa de la nariz está compuesta por cinco cartílagos principales, entre ellos los
cartílagos alares, en forma de U, son libres y móviles; dilatan o contraen las narinas cuando se
contraen los músculos que actúan sobre la nariz.
El tabique nasal divide la nariz en dos cavidades nasales. Posee una parte ósea y otra
cartilaginosa, blanda y móvil. Consta de la lámina perpendicular del hueso etmoides que forma
la parte superior y el hueso vómer que forma la porción posteroinferior. El término cavidad
nasal se refiere a su totalidad, sumando la mitad derecha e izquierda que están separadas por
el tabique nasal. El área olfatoria o pituitaria amarilla corresponde a la mucosa de la porción
superior de la cavidad nasal y contiene el órgano periférico del olfato; la acción de olfatear
transporta el aire a esa zona. El área respiratoria, también llamada pituitaria roja, corresponde
a la mucosa situada en la porción inferior de la cavidad nasal. No tiene función olfatoria, pues
su finalidad es calentar, humedecer y filtrar el aire antes de que pase al resto de la vía aérea
superior y pulmones. Los dos nervios olfatorios se originan en las células del epitelio olfatorio y
se dirigen al bulbo olfatorio del cerebro en un corto trayecto.
Los senos paranasales son extensiones de la porción respiratoria de la cavidad nasal en los
huesos frontal, etmoides, esfenoides y maxilar. Están llenos de aire. Se distinguen los senos
frontales, senos maxilares, senos esfenoidales y seno etmoidal.

Receptores olfatorios[editar]

Esquema del sistema olfatorio.

Los receptores olfatorios se encuentran en las fosas nasales. La mucosa que recubre el
interior de las fosas nasales se llama pituitaria y se divide en dos regiones diferentes:

 La inferior que recibe el nombre de pituitaria roja está muy vascularizada por lo que
adopta un tono rojizo característico. No tiene función olfatoria sino que cumple el cometido
de calentar el aire que penetra por la nariz y limpiarlo de las pequeñas impurezas y
partículas extrañas.
 La parte superior de la mucosa que recubre la nariz se llama pituitaria amarilla. Es la
región responsable del sentido del olfato y cuenta con células especializadas que
contienen receptores olfatorios. Esta región es por lo tanto la única responsable del
sentido del olfato.
Para estimular los receptores olfatorios es necesario que las sustancias sean volátiles, es
decir, han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas nasales, y que sean
solubles en agua para que se disuelvan con la mucosidad y lleguen a las células olfatorias.
Estas transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros olfatorios de la
corteza cerebral, que es donde se aprecia e interpreta la sensación de olor.
El genoma de los animales mamíferos contiene una gran cantidad de genes relacionados con
la olfacción. Cada uno de ellos codifica una proteína que actúa como receptor específico de
una sustancia odorífera. Se cree que un mamífero puede expresar alrededor de 1000
receptores diferentes de este tipo, por lo que la familia de proteínas que actúan como
receptores odoríferos es una de las mayores en el genoma. El reconocimiento de un olor
determinado viene dado por la estimulación simultánea de varios receptores, por lo que el
número de posibles combinaciones es enorme.23 En 1991 se descubrieron los
primeros genes de las proteínas receptoras del olor. Estas moléculas receptoras residen en la
membrana de células sensoriales, que retienen un aroma y envían el mensaje
correspondiente al cerebro a través de una cadena de reacciones químicas. En 1996 fue
caracterizado el primer receptor olfativo humano.
Se han realizado numerosos intentos para clasificar los diferentes olores que el ser humano es
capaz de detectar. En una de las más recientes se establecen 10 categorías básicas:
fragante/floral, leñoso/resinoso, frutal no cítrico, químico, mentolado/refrescante, dulce,
quemado/ahumado, cítrico, podrido y acre/rancio. No obstante probablemente ninguna de las
clasificaciones realizadas sea satisfactoria, dado que en realidad los aromas que percibimos
son la suma de una mezcla de diferentes olores primarios, cada uno de los cuales
corresponde a una sustancia química diferente con una fórmula concreta. El número de olores
primarios es altísimo y está determinado por la existencia de receptores celulares específicos
para cada uno de ellos.4

Fisiología[editar]
Una vez que los odorantes presentes en el aire inspirado contactan con los receptores
olfatorios de la mucosa nasal, se desencadena una señal nerviosa que parte de
las neuronas del epitelio nasal y se transmite a través de axones que parten de dichas células
neuronales. Estos axones forman grupos y atraviesan la lámina cribosa del hueso
etmoides situada en el techo de la nariz hasta alcanzar el bulbo olfatorio. En esta región del
cerebro se forma una estructura sináptica llamada glomérulo olfatorio que permite tanto la
integración como la concentración y amplificación de la señal olfatoria. Posteriormente la señal
nerviosa circulando a través del tracto olfatorio se dirige a la corteza cerebral, principalmente a
la corteza piriforme del lóbulo temporal, próxima al quiasma óptico, y desde allí llega a
al sistema límbico e hipocampo donde se establece la memoria olfativa y los recuerdos
agradables y desagradables que se asocian a determinados olores. Otras áreas importantes
del cerebro relacionadas con el sentido del olfato se localizan en el tálamo y la corteza
frontal. 5
Enfermedades olfativas[editar]

 Anosmia: Es la pérdida del olfato. En ocasiones es congénita (presente desde el momento


del nacimiento) y puede deberse a un trastorno de origen genético.5
 Hiposmia: Es la reducción de la capacidad de detectar los olores. Puede deberse
simplemente a la edad avanzada que provoca pérdida fisiológica en la capacidad para
detectar sustancias odoríferas, pero gran parte de los casos se deben a infecciones
repetitivas de las vías aéreas superiores tanto de la nariz como de los senos
paranasales que dañan a la mucosa. En ocasiones está causada por la existencia
de pólipos nasales o es debida a traumatismos craneales.5
 Hiperosmia. Aumento en la capacidad de detectar olores.
 Parosmia. Percepción distorsionada de un olor presente en el ambiente.
 Fatiga olfativa. Es un proceso normal y no una enfermedad. Consiste en que en presencia
de un fuerte olor, la sensación se atenua si se prolonga la exposición en el tiempo. En
realidad se trata de un proceso fisiológico de adaptación sensorial en el que el sistema
nervioso altera el umbral de sensibilidad a determinados estímulos odoríferos.

Es hora de conocer más nuestros cuerpos. ¿Qué es el sentido del olfato? Aquí te lo
vamos a decir.
MIRA MÁS: El homínido más antiguo: Australopithecus afarensis
SU IMPORTANCIA
Por medio del sentido del olfato percibimos los olores que nos ayudan a identificar
los cuerpos, objetos y sustancias a nuestro alrededor. La nariz es el órgano por el
cual penetran todos los olores que sentimos.
CÓMO PERCIBIMOS EL OLOR
Las moléculas de olor entran por las fosas nasales. Luego las células receptoras al final de
la cavidad nasal transmiten impulsos al bulbo olfatorio. Este bulbo es una zona interior del
cerebro que participa en la percepción de olores y manda señales al cerebro.

LEA ESTO: Anatomía: Conoce el aparato reproductor femenino y sus órganos internos

Las terminaciones nerviosas permiten la percepción de sensaciones que contribuyen a la


experiencia olfativa.

Las moléculas de olor entran por las fosas nasales. Luego las células receptoras al final de
la cavidad nasal transmiten impulsos al bulbo olfatorio. Este bulbo es una zona interior del
cerebro que participa en la percepción de olores y manda señales al cerebro. Las
terminaciones nerviosas permiten la percepción de sensaciones que contribuyen a la
experiencia olfativa.

EL DATO
Una persona puede distinguir entre dos mil y cuatro mil olores distintos. Sin embargo, su
olfato no es tan poderoso como el de otras especies de mamíferos.

El sentido del olfato es el encargado de captar los olores que nos rodean,
convertirlos en impulsos nerviosos y transmitirlos al cerebro para que los
interprete.

Partes que lo componen


a) La nariz: es el órgano receptor de los olores, está compuesta por dos cavidades
llamadas fosas nasales y separadas entre sí por un tabique nasal.
En el interior de las fosas nasales se encuentra una mucosa denominada
membrana pituitaria, donde están las células olfatorias.

b) Ramificaciones nerviosas: nervios que transmiten los impulsos de las células


olfatorias al bulbo olfatorio.
c) Bulbo olfatorio: se localiza en el extremo anterior del Sistema Nervioso Central,
y está formado por una membrana que recoge los impulsos de las células
olfatorias.
d) Nervio olfatorio: transmite los impulsos olfatorios hasta la corteza cerebral. Está
ubicado en la pared opuesta al tabique nasal.
e) Pituitaria amarilla: es la mucosa que recubre la superficie superior de las fosas
nasales y contiene las celulas olfatorias.

¿Cómo funciona?
Los cuerpos que producen olor desprenden una serie de partículas que entran por
la nariz, se pegan en la mucosa del interior y se transforman, mediante una
reacción química, en impulsos eléctricos que a través del nervio olfatorio llegan al
cerebro. Luego el cerebro reconoce la sustancia que olemos.

Cabe resaltar que unos cuerpos desprenden partículas con más olor que otros.
Cuanto más cerca estemos de la fuente de olor, más partículas hay en el aire.
trastornos que pueden
causar pérdida olfativa
febrero 14, 2017 /// MARIO DE VICENTE





¿Qué es el olfato y cómo funciona? Para empezar a definirlo, se puede


decir que el olfato es uno de los cinco sentidos que poseemos. Los
seres humanos tenemos el sentido del olfato mucho menos
desarrollado que la mayoría de los animales. Esto se debe quizás a
que no dependemos de este sentido para sobrevivir, alimentarnos,
buscar pareja etc. No obstante, el olfato sí que es el más sensible de
nuestros sentidos ya que una cantidad ínfima de materia es suficiente
para estimular las células olfativas.
En otras palabras, no tenemos la capacidad de guiarnos mediante el
olfato como hacen algunos animales, pero sí que somos muy
sensibles a los olores.
Qué es el olfato
El órgano del olfato: La nariz
Para empezar a entender qué es el olfato tenemos que hablar del
órgano del olfato: la nariz. La nariz es una protuberancia situada entre
los ojos y la boca y forma parte de nuestro sistema respiratorio,
permitiéndonos respirar. Por otro lado, además de la respiración, la
nariz permite que los distintos olores penetren desde el exterior y,
gracias a los receptores olfativos situados en las fosas nasales, nos
permite percibir, sentir y diferenciar los distintos olores.

Sentido del olfato y cerebro. Imagen: Verofg


El proceso del olfato
A pesar de que el proceso del olfato sea más complejo que cualquier
intento de explicación que se pueda dar del mismo, podríamos explicar
el proceso del olfato mediante los siguientes pasos:
 Las moléculas del olor en forma de compuestos químicos que
flotan en el aire, llegan a las fosas nasales y se disuelven en las
humedades de la pituitaria amarilla.
 Una vez disueltos, los compuestos actúan químicamente sobre los
receptores olfativos que detectan los olores.
 La activación de estos receptores genera unos impulsos nerviosos
que son enviados directamente al bulbo olfatorio y de ahí a la
corteza cerebral (donde se produce “la sensación”).
 En el bulbo olfatorio, los receptores sensoriales encargados de
transmitir los mensajes de los olores, envían la información a dos
áreas:
 El lóbulo frontal.
 El sistema límbico.
 El lóbulo frontal es el encargado de reconocer el olor.
 Por otro lado el sistema límbico está relacionado con la memoria y
las emociones. Al recibir los impulsos nerviosos de los olores,
éstos desencadenan fuertes emociones basadas en experiencias
previas, ya que el sistema límbico tiene acceso a los recuerdos de
situaciones, personas o lugares relacionados con las sensaciones
olfativas percibidas.
¿Por qué es el olfato adaptativo?
Como hemos dicho antes, nuestro sentido del olfato está mucho menos
desarrollado que la mayoría de los animales. No obstante, sigue siendo
muy sensible y lo es, especialmente, al mal olor. Gracias a la
estructura de nuestra nariz, somos capaces de percibir un mal olor en
concentraciones mucho más bajas que los “buenos olores”.
¿Por qué es el olfato sensible a estos malos olores? Básicamente
porque es un rasgo adaptativo, ya que la percepción de un mal olor
está ligada con dos emociones básicas que favorecen nuestra
supervivencia: el asco y el miedo. La percepción de un mal olor
desencadena casi inmediatamente una conducta de evitación hacia el
olor.
La relación del olfato y los recuerdos
Como hemos visto, el olfato accede directamente a nuestra memoria y
nuestras emociones. Seguramente haya muchas situaciones, lugares o
personas a las que asociamos olores determinados y, de la misma
forma, esos olores rápidamente nos llevan al recuerdo de esos mismos
estímulos que lo producen. Más de una vez habrán olido un perfume y
se habrán acordado de una persona que lo utiliza o una tienda que lo
vende.
¿Por qué es el olfato un enlace con nuestros recuerdos? La sensibilidad
que tenemos para percibir los olores, unida a nuestra capacidad de
asociación, hace de nuestro olfato un enlace directo con nuestra
memoria. El olor del pan de una panadería que nos da hambre, el olor
del cloro que nos recuerda al verano, el olor del café que nos recuerda
al desayuno o al trabajo y así una infinidad de asociaciones entre
olores y recuerdos. Los aquí citados son algunas asociaciones
generales, no obstante cada persona crea sus propias asociaciones,
como por ejemplo el olor de un detergente puede recordar a la propia
infancia si es el que la persona usaba entonces.
Lo que queda claro es que existen determinados olores que pueden
desencadenar recuerdos muy específicos que afectan a lo que sentimos
por ese olor. Del mismo modo, la propia experiencia personal puede
cambiar el sentimiento asociado a ese olor en particular. Los olores
tienen un componente emocional.
El sentido del olfato
Algunas curiosidades sobre el sentido del
olfato
El sentido del olfato nos permite también apreciar el olor de los
cuerpos. No obstante, no todos los cuerpos poseen este olor. Así
podemos diferenciar los cuerpos odoríferos (que emiten olor) de los
inodoros (que no emiten olor). Para que un cuerpo emita olor es
necesario que emita pequeñas partículas volátiles que son las que
penetran en nuestro sistema olfatorio. Teniendo en cuenta eso, cuantas
más partículas emita el cuerpo más intenso será el olor.

Trastornos del olfato


Podemos encontrar algunas enfermedades que afectan de forma directa
al olfato siendo éste un síntoma propio de la misma. Algunos ejemplos
son los siguientes:
 Anosmia: pérdida total o parcial del sentido del olfato (de forma
permanente o por un tiempo).
 Hiposmia: Sentido del olfato reducido.
 Hiperosmia: Sentido del olfato muy sensible.
 Parosmia: Provoca que las personas interpreten mal un olor,
detectando como algo desagradable olores neutros o agradables.
 Fantosmia: Es una especie de alucinación olfativa por la cual las
personas detectan un olor a pesar de estar ausente. Detectan olores
que no están en ese momento.
El sentido del olfato permite incrementar la capacidad para percibir los
sabores, por lo que muchas personas que pierden el olfato, se quejan
de que también pierden el sentido del gusto. Aunque en la mayor parte
de los casos si que pueden diferenciar sabores como el dulce, salado,
amargo, agrio…
¿Qué causa los trastornos del olfato?
Las causas de los trastornos del olfato pueden ser variadas. La pérdida
del olfato puede suceder debido a afecciones que dificultan la llegada
de aire a los receptores olfativos localizados en la parte alta de la nariz,
o debido a una lesión o pérdida de dichos receptores. La pérdida de
olfato no tiene por qué ser grave, aunque en algunos casos puede ser
un síntoma de otros trastornos en el sistema nervioso.
Alguna de las causas comunes por las que se puede producir un
trastorno del olfato son las siguientes:
 Es bastante frecuente que se presente una pérdida temporal del
sentido del olfato debido a algún resfriado común, pólipos, la
rinitis alérgica, infecciones de las vías respiratorias, sinusitis…
 Puede darse una pérdida normal del olfato a causa del
envejecimiento.
 Fumar también puede afectar a nuestro olfato.
 Traumatismos o lesiones en la cabeza, cirugía sinusual o craneal…
 Alteraciones hormonales.
 La exposición a algunos productos químicos como pueden ser
disolventes o insecticidas puede afectar negativamente a nuestra
capacidad de olfativa.
 Algunos medicamentos cambian o minimizan nuestra capacidad
para percibir olores (antibióticos, antihistamínicos, anfetaminas,
nafazolina, estrógenos, fenotiazinas, uso continuado de
descongestionantes nasales, reserpina, etc…)
 El tratamiento de radioterapia que suele aplicarse en casos de
cáncer de cuello o cabeza.
 Otros trastornos del sistema nervioso como puede ser
la enfermedad de Alzheimer o Parkinson.
PROPUESTA DE ACTIVIDADES PARA
TRABAJAR EL SENTIDO DEL OLFATO.

©2008-2014 rachellcoe
Os dejo una pequeña lista de actividades para realizar con los niños y trabajar el sentido del
olfato:
RUEDA DE OLORES
Espacio: interior/ exterior
Destinatarios: de 4 a 6 años
Material: objetos varios
Objetivos: favorecer la atención respecto a los distintos olores que podemos encontrar,
relacionar olor con agradable- desagradable.
Desarrollo: Nos sentaremos en círculo e iremos oliendo de uno en uno los objetos; para así
poder ir hablando al mismo tiempo de su olor, si les gusta o les disgusta; si huele o no huele,
etc. Finalmente, recogeremos información entre todos sobre la actividad, y posteriormente
saldremos al patio para oler las plantas, las puertas, las pelotas, etc., para comprobar que
existen objetos que sí huelen pero también existen otros que no, que unos huelen mejor que
otros, etc.
NARIZ DETECTIVE
Espacio: interior/ exterior
Destinatarios: de 4 a 6 años
Material: Bolsas papel/ envases con aromas fuertes e identificables, pañuelos para cubrirse la
vista.
Objetivos: resaltar la importancia del olfato mediante la ausencia de la vista, favorecer el
trabajo en equipo, explorar de forma lúdica.
Desarrollo: por parejas se turnarán para investigar el contenido de a bolsa. De este modo, uno
de ellos/ as tendrá que cubrir los ojos al otro/ a. A continuación, elegirá una bolsa con aroma y
le ofrecerá al compañero/ a para que huela su contenido e intente identificar su aroma.
MANUALIDAD: SAQUITOS AROMÁTICOS
Espacio: interior
Destinatarios: de 4 a 6 años
Material: tela de tul, tijeras, lazo de seda finito, gomas elásticas pequeñas, plantas aromáticas.
Objetivos: elaborar productos cotidianos de forma natural, resaltar la importancia de las
plantas, fomentar la cooperación grupal, favorecer el sentido del olfato a través de la distinción
de plantas aromáticas.
Desarrollo: Elaboramos nuestros propios ambientadores (olfato). Utilizaremos hierbas
aromáticas como el romero, lavanda, hierbabuena, tomillo…que moveremos bien con las
manos y echaremos en trozos de tela de tul. Posteriormente ataremos estos trozos de tela con un
lazo o cuerda para que nos quede una bolsita.
Fuente imagen: http://rachellcoe.deviantart.com

También desde el primer momento, los bebés manifiestan atracción por unos olores y
rechazo por otros. Entre sus favoritos, además de los olores corporales de sus padres, están
los de las flores, las frutas –plátano, fresa y vainilla–, la canela... Y entre los más
desagradables, el tabaco, los productos de limpieza, el ácido cítrico, la cebolla y la
comida quemada.
El olfato es un sentido muy unido al gusto. Si antes de masticar, olemos el alimento, el sabor
se potencia. Tenlo en cuenta cuando le des sus primeros purés.
Estimula su olfato
Los seres humanos somos capaces de distinguir hasta 4.000 clases de olores diferentes y
evocar recuerdos en nuestra memoria desde la primera infancia. Sentir un olor específico
puede producirnos diferentes efectos emocionales, como felicidad o tristeza. Esto se debe a
que el sentido del olfato se encuentra en nuestro cerebro muy cerca del hipocampo, el área
responsable de los recuerdos, mientras que los demás sentidos tienen que recorrer un
camino más largo para llegar hasta los circuitos de la memoria y las emociones. Aprovecha
esta ventaja que ofrece la geografía cerebral para estimular a tu bebé con olores
agradables que, a buen seguro, le resultarán familiares y le traerán gratos recuerdos
cuando se haga mayor.
 Dale cada día un masaje relajante con aceite para bebés. Se beneficiará del efecto
tranquilizador, al tiempo que estimulas su olfato y su tacto, y tonificas su piel.
 Coloca en su cuna, un pañuelo que hayas llevado en tu sujetador para que esté
impregnado con tu olor. Le tranquilizará.
 Perfuma su ropa con unas gotas de colonia para bebés.
 A partir de los 6 meses, cuando comiences a introducir nuevos alimentos en su dieta, déjale
tocarlos y olerlos mientras esté sentadito en su trona.
 Permítele oler objetos cotidianos como el jabón del baño, una flor, una naranja... Huélelo
tú primero exagerando el gesto para que te imite y pronuncia su nombre para que lo vaya
asociando con el objeto.
 A partir de los 2 años, juega a cerrar los ojos e intentar adivinar el perfume de las cosas.
Primero, elige olores muy contrastados: cebolla, ajo, limón... Luego más sutiles: el de
varias frutas o de varias flores.

ACTIVIDAD 6

 Nombre de la actividad: ¿Qué es qué?


 Objetivo: Estimular el sentido del olfato, desarrollo de la actividad para que los
niños y las niñas fomenten el desarrollo sensorial y aprender a relacionar los olores con
las imágenes.
 Destinatarios: Niños y niñas de 0 a 2 años.
 Materiales: Cartulina, fotos, objetos y alimentos.

 Desarrollo de la actividad: Esta actividad consiste en oler un objeto o alimento


mientras tienen los ojos tapados y al destapar los ojos, relacionar el olor con las fotos
que se encuentran en la cartulina.


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martes, 7 de octubre de 2014

ACTIVIDAD 5

 Nombre de la actividad: Diferenciar olores naturales y artificiales.


 Objetivo: Estimular el sentido del olfato y saber diferenciar entre olores
naturales y artificiales.
 Destinatarios: Niños y niñas de 0 a 2 años.
 Materiales: Cajas y diferentes olores. (Algunos naturales y otros artificiales).

 Desarrollo de la actividad: Los niños y las niñas olerán diferentes objetos o


aromas. Tendra que distinguir si ese olor es natural o artificial.

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ACTIVIDAD 4
 Nombre de la actividad: el juego de la galliníta ciega.
 Objetivo: desarrollar el sentido del olfato a través del juego, manteniendo los
ojos cerrados.
 Destinatarios: Niños y niñas de 0 a 2 años.
 Materiales: un pañuelo y dos esencias (coco y fresa).

 Desarrollo de la actividad: Un niño/a se vendara los ojos. Dos grupos de cuatro


personas mas el niño con los ojos vendados participaran en este juego. Cuatro personas
se rociaran con una esencia y las otras cuatro con otra esencia diferente, todos ellos se
dispersaran. El juego consiste en que el niño que lleva los ojos vendados divida en dos
grupos a los participantes, según el olor de la esencia.

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ACTIVIDAD 3
 Nombre de la actividad: caja con objetos para reconocer el objeto a través del
olor.
 Objetivo: aprender a reconocer los objetos a través de los olores y así trabajar su
memoria olfativa desarrollando una imagen mental.
 Destinatarios: Niños y niñas de 0 a 2 años.
 Materiales: Cajas y diferentes alimentos. (Naranja, queso, chocolate, aspitos)
 Desarrollo de la actividad: Los niños y las niñas olerán los objetos que se
encuentran dentro de las cajas y tendrán que reconocer el objeto del que se trata.
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ACTIVIDAD 2

 Nombre de la actividad: Olores característicos


 Objetivo: Estimular el sentido del olfato, desarrollo de la actividad para que los
niños y las niñas fomenten el desarrollo sensorial y aprender a diferenciar olores
característicos.
 Destinatarios: Niños y niñas de 0 a 2 años.
 Materiales: Bolsitas y diferentes alimentos o cosas(crema,
flores,colonia,toallitas)

 Desarrollo de la actividad: En esta actividad no hará falta vendar los ojos a los
niños y niñas, tendrán también que adivinar el olor pero esta vez estará metido en
distintas bolsitas.
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ACTIVIDAD 1

 Nombre de la actividad: Caja de diferentes olores(agradable o desagradable)


 Objetivo: Estimular el sentido del olfato, desarrollo de la actividad para que los
niños y las niñas fomenten el desarrollo sensorial y aprender a diferenciar los distintos
olores básicos.
 Destinatarios: Niños y niñas de 0 a 2 años.
 Materiales: Cajas y diferentes alimentos. (Desagradables: ajo, cebolla, tabaco;
Agradables: colonia, crema, polvos de talco).
 Desarrollo de la actividad: Los niños y las niñas se taparán los ojos. Esta
actividad consistirá en reconocer si el olor es agradable o desagradable, además de
adivinar cuál es el alimento que se encuentra en la caja.
‘¡Adivina qué es!’ Un juego para
estimular tacto, oído, olfato y gusto
en el aula
Por

Haydee Mesa

19 enero, 2016

Shutterstock_159578486
Si coges una manzana, la miras, la tocas, la hueles, la pruebas y la dejas caer al suelo,
la información que obtendrás de ella será mucho más completa y detallada que si
simplemente la observas visualmente.

Si tienes presente este hecho, y, luego reflexionas sobre nuestro sistema educativo, te darás
cuenta del poco uso que en él se hace de los sentidos.

Pero, ¿por qué obviar estos


canales de información tan importantes a la hora de mejorar la calidad de aprendizaje de tu
alumnado? No olvides que aprendizaje profundo es aquél que integra cuerpo, emoción
y mente y que es a través de estas percepciones corporales que llegamos a los conceptos.

Por eso, te propongo un juego para entrenar tus sentidos y los de tu alumno; para
fortalecerlos y darles más protagonismo. Recuerda, que como todo entrenamiento,
requiere de constancia y disciplina. Por ello, te propongo que lo practiques al menos una
vez por semana. Ideal para pasar una divertida tarde de domingo con la familia…
Materiales:

-Un saquito.
-Objetos de diferentes texturas, formas, olores, sabores, peso…
-Un pañuelo.

Pautas:

Si te apetece y tus alumnos no son muy pequeños, pueden realizar cada uno su “saquito de
las sensaciones” en la clase de plástica.

De 3 a 6, trabaja con un sólo


saco que realices tú y llenes con tus objetos propios. Pero a partir de los 6 años puedes
sugerir a tus alumnos que lo llenen con objetos variados que puedan ser percibidos por
todos los sentidos menos por la vista. Así, los harás más partícipes y responsables.

Ponéos en círculo sentados en el suelo. Cada alumno tiene su saquito al lado con sus
objetos ‘secretos’ dentro. En sentido de las agujas del reloj, un niño se venda los ojos y
el que tiene a su izquierda elije un objeto de su saquito y se lo pone en la
mano. Entonces el niño con el pañuelo puede valerse de tacto, gusto, olfato y oído para
averiguar de qué objeto se trata. Importante que los objetos estén bien limpios para poder
ser chupados.

Si no lo adivina, los demás pueden ayudar dando pistas.

Cuando lo adivine, el que tenía los ojos vendados saca un objeto de su saquito y el niño
siguiente se venda los ojos.

¡Disfrutadlo!

DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR Desarrollo de la Actividad: Se dividira a los niños/as


en dos grupos. A uno de los grupos se le dará a un frasco de colonia, y cada miembro del
grupo se perfumará abundantemente . Inmediatamente, cada miembre del grupo perfumado
con la colonia se esconderán para que no se les vea. El otro grupo, tendrán que buscarlos
mediante su sentido de olfato (antes de empezar la busqueda el grupo habrá olido el olor del
frasco de colonia , para saber que tipo de olor debe buscar) y juntar a todos sus miembros.
Evaluación: Se evaluará el sentido del olfato y recocimiento de un olor concreto ,de cada
niño/a, y la utilización de este , para realizar la busqueda de los participantes del grupo
perfumado.

1. 16. DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR ACTIVIDAD 2 Nombre de la actividad:


¿Cuál de ellos, está en mi bolsillo…? Objetivo: • Estimular el sentido del olfato del
niño/a. • Desarrollar actividades que fomenten un desarrollo multisensorial, teniendo
en cuenta los logros y dificultades de cada uno de los niños y niñas. • Desarrollo
sensorial del niño/a a través del juego. • Aprender a diferenciar y seleccionar diferentes
olores en el ambiente. Destinatarios/as: Niños y niñas a partir de 3 años. Recursos: •
Diferentes alimentos, frutas, verduras… • Espacio/lugar cerrado , para realizar la
actividad. • Un grupos de niños/as y un adulto. 16
2. 17. DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR Desarrollo de la Actividad: Se le dará
varios niños/as un alimento con diferente olor, una cebolla, naranja, limón, ect. Estos,
tendrán que esconder ese alimento, en uno de sus bolsillos. Una persona adulta , o
educador/a nombrará uno de los alimentos, y el resto de los niños/as , tendrán que
buscarlo mediante su olfato, quien esconde en su bolsillo, ese alimento en concreto.
Evaluación: Reconocimiento y búsqueda ,mediante el sentido del olfato , de un
determinado alimento, sin haber previamente olido. DESARROLLO COGNITIVO Y
MOTOR 17
3. 18. ACTIVIDAD 3 Nombre de la actividad: La carrera de olores. Objetivo: • Estimular el
sentido del olfato del niño/a. • Desarrollar actividades que fomenten un desarrollo
multisensorial, teniendo en cuenta los logros y dificultades de cada uno de los niños y
niñas. • Desarrollo sensorial del niño/a a través del juego. • Aprender a diferenciar
diferentes olores en el ambiente. Destinatarios/as: Niños y niñas a partir de 3 años.
Recursos: • Diferentes alimentos, frutas, verduras ( naranja o mandarina, cebolla,
chocolate y vinagre) • Espacio cerrado, para realizar la actividad. 18
4. 19. DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR • Un grupo de niños/as y un adulto. •
Cuatro recipientes opacos sin transparencia. Desarrollo de la Actividad: Se pondrá en
un extremo de la clase una mesa con los diferentes recipientes opacos, para que no
se vean los alimentos y con un agujero en el centro para que el niño o la niña pueda
oler el contenido del recipiente. Una vez olido e identificado tendrán que correr hacia el
otro extremo de la clase para coger el alimento que corresponda. Evaluación: Se
evaluará la rapidez, tanto nivel olfativo como visual del niño/a, a la hora de reconocer y
asimilar el olor con el alimento. 19
5. 20. DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR ACTIVIDAD 4 Nombre de la actividad:
Reflejo de búsqueda. Objetivo: • Estimular el sentido del olfato del bebé. • Desarrollar
actividades que fomenten un desarrollo multisensorial, teniendo en cuenta los logros y
dificultades de cada uno de los niños y niñas. • Desarrollo sensorial del bebé a través
del juego. • Ver las reacciones del bebé mediante los diferentes olores. • Comprobar el
reflejo de búsqueda o rechazo del bebe. Destinatarios/as: Bebés de 0-6 meses.
Recursos: • Diferentes alimentos con olores muy característicos. 20
6. 21. DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR Desarrollo de la Actividad: Se le acercará
al bebé un alimento con un olor muy característico (agradable o molesto), para
observar su reacción tanto con el reflejo de búsqueda o rechazo. Evaluación: Reacción
del bebe, ante los diferentes olores. 21
7. 22. DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR ACTIVIDAD 5 Nombre de la actividad:
Circuito de los sentidos ( Gusto, Tacto, Olfato ) Objetivo: • Estimular el sentido del
olfato, del gusto y del tacto del niño/a. • Desarrollar actividades que fomenten un
desarrollo multisensorial , teniendo en cuenta los logros y dificultades de cada uno de
los niños y niñas. • Desarrollo sensorial del niño/a a través del juego en grupo. •
Diversión • Aprender a diferenciar diferentes gustos , olores y texturas.
Destinatarios/as: Niños y niñas a partir de 3 años. (Se adaptará según la edad)
Recursos: • Diferentes alimentos ( pasas, limón, agua, rosquilleta, pomelo o café) •
Espacio cerrado, para realizar la actividad • Un grupo de niños/as y un adulto.
DESARROLLO COGNITIVO Y MOTOR 22
8. 23. • Varios pañuelos • Realización de circuito dentro de la clase/aula o espacio
cerrado, utilizando mesas, sillas, y recursos de la propia clase/aula . • Necesita previa
preparación, por parte del educador/a o aduto. • Todos los niños/as tendrá que salir
fuera de la clase y tendrán que entrar en grupos. Desarrollo de la Actividad: Antes de
realizar la actividad se preparará un circuito en la clase donde todos los niños/as
tendrán que salir fuera y entraran en grupos de 5 o 6. El circuito constará de seis
pruebas donde los niños/as deberán probar u oler . un determinado alimento y
memorizarlo, así como tocar o pisar diferentes texturas . Al final del circuito deberán
clasificar tanto , los alimentos según sean amargos, dulces, salados o ácidos , como
las diferentes texturas; suave ,duro, rasposo, blando…… . Evaluación: Se evaluará el
conocimiento de los diferentes olores, sabores y texturas de los niños/as
individualmente y en grupo. 23

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