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duraderas, si se realizan en el sitio apropiado. ¿Cómo hacer esto? Un punto de
partida será aprender a ver estructuras subyacentes en vez de hechos; otro,
pensar en procesos de cambio y no en instantáneas.
9- Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias: a veces los
dilemas más enredados dejan de ser dilemas cuando se ven desde la
perspectiva sistémica, son productos de un pensamiento por instantáneas y no
por proceso, son producto del pensamiento estático.
10- Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes pequeños: los
sistemas vivientes como un elefante poseen integridad, su carácter depende de
la totalidad: lo mismo vale para las organizaciones, de nada sirve un abordaje
parcializante, se debe tomar la totalidad.
11- No hay culpa: solemos decir que alguien nos perjudicó, solemos culpar a
circunstancias externas por nuestros problemas, el pensamiento sistémico
muestra que nosotros y la causa de nuestros problemas formamos parte de un
mismo sistema.
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complejidad de los detalles; entonces nos orientamos en la complejidad
dinámica, no la del detalle.
La esencia de la disciplina de pensamiento sistémico propone un cambio de
enfoque (doble):
a- ver las interrelaciones en vez de las concantenaciones lineales de
causa – efecto.
b- Ver procesos de cambio en vez de instantáneas.
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Hay dos tipos de procesos de realimentación:
a- DE REFUERZO: proceso de realimentación reforzadora (o
amplificadora), son los motores del crecimiento, son los actos pequeños
que redundan en consecuencias grandes; para mejor o para peor, es la
profecía auto cumplida de R. MERTON o efecto Pigmalión; es el hecho
de que un cambio pequeño se alimenta a sí mismo; para mejor en
círculos virtuosos (por ejemplo, con el ejercicio físico nos sentimos
mejor, hacemos más ejercicio así), para peor en círculos viciosos (por
ejemplo con el rumor de que escasearía combustible todos se
precipitarían a comprarla, con lo que en realidad termina por escasear).
b- DE EQUILIBRIO: realimentación compensadora (o estabilizadora), que
opera cuando hay una conducta orientada hacia las metas, ahora bien, la
meta puede ser explícita o implícita. El proceso compensador mantiene
el statu quo, aunque todos los participantes deseen el cambio: la
resistencia es una reacción del sistema, que procura mantener una meta
implícita, mientras esta meta no se reconozca, el esfuerzo en pos del
cambio está condenado al fracaso. Cuando hay resistencia al cambio,
sin duda hay uno o más procesos compensadores ocultos, la resistencia
al cambio no es caprichosa ni misteriosa, siempre surge de amenazas a
normas y criterios tradicionales, a menudo insertadas en relaciones de
poder: en vez de presionar más para superar la resistencia al cambio, los
dirigentes astutos disciernen el origen de esa resistencia y atacan las
normas implícitas y las relaciones de poder donde están encastradas las
normas.
DEMORAS
Muchos procesos de realimentación pueden contener demoras, interrupciones
en el flujo de influencia que hacen que las consecuencias de los actos emerjan
gradualmente, son las pausas entre nuestros actos y sus consecuencias. Casi
todos los procesos de realimentación contienen alguna forma de demora, pero
a menudo las demoras no se identifican o no se comprenden, esto puede
derivar en excesos, en decisiones que van más lejos de lo necesario para
alcanzar un resultado deseado. Así, debemos decirlo, la perspectiva sistémica
enfatiza el largo plazo, por eso las demoras y los rizos de realimentación son
tan importantes.
Recapitulamos…
Los tres ladrillos básicos del lenguaje sistémico son: realimentación
reforzadora, realimentación compensadora y demoras, y constituyen los
ladrillos de los arquetipos sistémicos; estructuras más complejas que se repiten
una y otra vez en nuestra vida personal y laboral.
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CAP.6: “Configuraciones naturales: patrones que controlan
acontecimientos”
Uno de los conceptos más importantes de la perspectiva sistémica es la idea de
que ciertos patrones estructurales son recurrentes: estos arquetipos sistémicos
o estructuras genéricas constituyen la clave para elucidar las estructuras de
nuestra vida personal y laboral; y así ver las zonas de alto y bajo
apalancamiento para efectuar el cambio; todos los arquetipos están
constituidos por los tres ladrillos sistémicos: realimentación reforzadora,
realimentación compensadora y demoras.
Los dos arquetipos sistémicos son:
ARQUETIPO 1: Límites del crecimiento: un proceso reforzador
(amplificador) se pone en marcha para producir un resultado deseado, un
espiral de éxito pero también genera efectos secundarios inadvertidos
(manifestados en un proceso compensador) que eventualmente atenta contra el
éxito. En los casos de límites del crecimiento, hay un proceso reforzador
(amplificador) de crecimiento o perfeccionamiento que opera por sí mismo
durante un tiempo, luego se topa con un proceso compensador (estabilizador)
que opera para limitar el crecimiento; cuando eso ocurre, la tasa de
perfeccionamiento disminuye e incluso se detiene. ¿Cómo aplicar la palanca
de cambio? La mayoría de la gente reacciona ante las situaciones de límites de
crecimiento presionando más: es una respuesta comprensible, pero hay otro
modo de encarar estas situaciones a saber: en todas ellas, el punto de
apalancamiento se encuentra en el rizo compensador, no en el rizo reforzador.
Para cambiar la conducta del sistema, hay que identificar y no cifrar el factor
limitativo.
ARQUETIPO 2: Desplazamiento de la carga: en general la gente desplaza la
carga del problema a otras soluciones, arreglos bien interrelacionados y
fáciles que parecen muy eficaces, lamentablemente las soluciones fáciles sólo
aplacan los síntomas y dejan intacto el problema subyacente. Entonces se trata
no de solucionar los síntomas, pues dan beneficio sólo a corto plazo.
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¿Cómo aplicar la palanca de cambio? Para afrontar una estructura de
desplazamiento de la carga se requiere fortalecer la respuesta fundamental al
tiempo que se debilita la respuesta sintomática: el fortalecimiento de
respuestas fundamentales casi siempre requiere una orientación de largo plazo
y una versión compartida, el debilitamiento de la respuesta sintomática
requiere voluntad para decir la verdad acerca de los paliativos y las soluciones
cosméticas.
Los límites de crecimiento y el desplazamiento de la carga son sólo dos de los
arquetipos sistémicos básicos.