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FACULTAD DE

ESCUELA PROFESIONAL DE

ENSAYO SOBRE EL ABORTO

INTEGRANTES:

DOCENTE:

CHICLAYO – PERÚ

2018
EL ABORTO

Introducción

Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿Cómo podemos
decir a las personas que no se maten entre sí? ¿Crees que un feto tiene vida y
derechos?. Cualquier país que esté aceptando el aborto no solo está
enseñando a su gente a matar, sino que recurren a la violencia para conseguir
lo que quieren.

El aborto es un tema muy preocupante y controversial, que trata de la


interrupción voluntaria del embarazo. Esto divide al mundo en dos. Para
algunos países el aborto es algo legal, por motivos de violación, pobreza y
problemas de salud, pero para otros es ilegal ya que la vida humana comienza
desde la concepción y por ello esta debe ser protegida a toda costa.

El aborto muchas veces es nombrado como debate por su legalización, por


motivos de violación o temas sociales, en este ensayo queremos centrarnos en
el otro lado de la historia –en esa vida que no pudo ser y fue arrebatada –
dándoles a conocer lo que es en verdad la vida y que pasa con los que están
dentro del vientre de una madre y no se pueden defender, no pueden decirnos
que es lo que quieren ellos, y como sufren al ser separados de su madre, ya
que ellos también pueden sentir como todos nosotros.

Asimismo, analizar sus causas originales, consecuencias, como prevenirlo y lo


más importante si estás leyendo esto y quieres tomar una mala decisión como
abortar por miedo, ayudarte a ver otras soluciones y no matar ese ser, ese
corazón que late, quiere vivir y ser feliz, y a la vez salvarte de las secuelas y
traumas que sufren todas las madres después de cometer este acto, y sobre
todo el sentimiento de culpa a causa de esta irresponsabilidad y falta de
conocimiento del tema. Así que te invitamos a conocerlo y prevenir uno de los
tantos actos atroces que puede hacer la persona humana. El aborto no es la
única salida, no mates el milagro que Dios mandó a tu vida para ser feliz.
DESARROLLO

En doctrina, existe consenso en señalar que la expresión aborto deriva del


latín abortus, la cual se entiende como “Ab”, “Mal”; y “Ortus”, “Nacimiento”, es
decir, mal nacimiento o nacimiento malogrado.

Biológica y jurídicamente hablando, el delito de aborto pone en peligro o


lesiona la vida humana en formación. No la vida de la persona natural. Afecta a
la vida en formación o, lo que afirman algunos entendidos, lesiona una
esperanza de vida que puede llegar a ser persona humana.

Según los autores Bramont-Arias y García, (1997), el aborto es el


aniquilamiento del producto de la gestación en el periodo comprendido entre la
anidación hasta antes que comience el parto, ya sea provocando su expulsión
violenta o por su destrucción en el mismo vientre de la gestante.

En Derecho Penal, existe delito de aborto cuando de manera intencional se


provoca la interrupción del embarazo, causando la muerte del embrión o feto
en el seno de la madre o logrando su expulsión prematura.

Como efecto inmediato de la definición del hecho punible de aborto, se colige


que el bien jurídico protegido, o que se pretende proteger, lo constituye la vida
humana en formación o, mejor dicho, la vida humana dependiente, la que,
como hemos señalado con anterioridad, comienza con la anidación del óvulo
fecundado en el útero de la futura madre y concluye con las contracciones
uterinas que avisan el inminente nacimiento.

Cunningham, Macdonald y Gant, definen en forma atinada al aborto como la


interrupción del proceso fisiológico de la gravidez, con la consecuente muerte
del feto, ocurrida con posterioridad a la anidación del óvulo.

El límite mínimo del objeto material del aborto está dado por el momento
histórico de la anidación, antes del cual no puede hablarse propiamente de la
vida en formación. El comienzo del proceso fisiológico de la gestación tan solo
se produce tras la anidación del óvulo fecundado en el útero materno.
Únicamente a partir de esa circunstancia puede afirmarse con cierto grado de
exactitud el comienzo de la vida.
En tanto no se produzca la fijación del huevo fecundado en la matriz, no podría
afirmarse inequívocamente la existencia de un embarazo cuya interrupción sea
abortiva.

Existen indicaciones o circunstancias, para llevar a cabo una interrupción del


estado de gestación, debe legalizarse, solo cuando concurren circunstancias
determinadas que evidencian que el aborto aparece indicado.

Estos cuatro supuestos son: la indicación terapéutica o médica, la indicación


ética, indicación eugenésica y la indicación social.

a. La indicación terapéutica consiste en legalizar el aborto cuando el


continuar con el embarazo pone en peligro la vida de la gestante o para
evitar en su salud un mal grave o permanente. Circunstancias que solo
pueden determinarse por los profesionales de la medicina. Para efectuarse
necesariamente se requiere el consentimiento de la gestante y ser
practicado por un titulado en medicina.

b. La indicación ética, sentimental, jurídica o humanitaria consiste en


permitir el aborto cuando la gestación es producto del delito de violación
sexual y, ahora con el avance del derecho genético, también es lícito el
aborto cuando el embarazo es producto de una inseminación artificial no
consentida. En este tipo de indicación, se valora en su real sentido la
libertad de la mujer de decidir o no tener el hijo procreado por medio de un
abuso sexual violento o por inseminación no querida.

c. La indicación eugenésica consiste en autorizar el aborto cuando se


determina que el producto de la gestación nacerá con graves taras físicas o
psíquicas de continuarse con él. No hay duda de que la finalidad de esta
indicación es prevenir el nacimiento de seres con graves taras
degenerativas.

d. La indicación social consiste en legalizar la interrupción del embarazo


cuando por las mismas circunstancias económicas apremiantes en que
vive la gestante, se concluye que de continuarse con la gestación se
producirá una situación de angustiosa necesidad económica para la madre
y el infausto niño.

El aborto es un tema muy polémico de debate en muchos países, hay distintas


formas de practicar este acto, poniendo en grave peligro la vida y salud de la
madre y por consiguiente el sufrimiento del feto.

Desde esta perspectiva, el Dr. Julio César D´ Escrivan, conocido médico


venezolano, sostiene que desde el punto de vista profesional y científico, se
puede decir que se siente dolor cuando existen las estructuras anatómicas
necesarias para que se produzca esa sensación.

Asimismo, afirma que estas estructuras se encuentran en el feto a las ocho


semanas de gestación y alcanzan su pleno desarrollo a los tres meses de
embarazo aproximadamente. Los nervios sensitivos, incluyendo los
nociceptores, aparecen en la piel del feto antes de la novena semana. La
primera actividad nerviosa del cerebro fetal ocurre en el tálamo a los dos
meses de embarazo.

Hacia el final de la quinta semana, un ligero golpe en la boca del feto hace que
los labios se retraigan, y a los dos meses y medio de la gestación, se puede
decir con toda certeza que su respuesta a los estímulos no es reflejo. Se han
observado los movimientos de los fetos de tres meses y hasta de cuatro y ello
implica que son capaces de sentir dolor agudo.

En ese sentido, podemos decir que el feto siente todo lo que pasa a su
alrededor, no olvidemos que al bebé se le estimula mucho antes de nacer,
porque siente, escucha y percibe todo.

Hoy en día, la tecnología moderna ha enriquecido la ciencia de la fetología con


unos instrumentos de investigación maravillosos: la fibra óptica, el ultrasonido,
los EKG fetales (Electrocardiogramas), los EEG fetales
(Electroencefalogramas) y otras sofisticadas herramientas de investigación,
todas las cuales hacen posible observaciones muy exactas y claras del medio y
el comportamiento del feto.

Gracias a la tecnología, hoy en día se puede observar el comportamiento del


feto en sus diferentes etapas, por ejemplo:
Antes de finalizar el segundo mes, hay una clara respuesta del feto a los
estímulos. Para ese entonces el electroencefalograma revela que el cerebro del
niño por nacer está funcionando.

Entre la octava y la décima semana, ya se puede detectar actividad del tálamo


(sitio donde está el cerebro, centro del dolor). Los nociceptores (nervios
sensoriales para la recepción del dolor) están en la piel antes de la novena
semana de gestación.

Para el día 77 de vida en el vientre materno, el niño ya puede tragar (tragando


a una velocidad que varía según el nivel de dulce de la inyección).

El Dr. Thomas Verny, autor del libro "La vida secreta del niño no nacido", afirma
que durante la mitad del embarazo (hacia la mitad del quinto mes), si se coloca
una luz muy luminosa sobre el abdomen de la madre, el resplandor inducirá al
niño o niña a mover sus manos para protegerse los ojos. La música a alto
volumen estimulará una respuesta similar de las manos hacia las orejas.

Se ha registrado el movimiento rápido de los ojos con el que los investigadores


miden los estados de alerta desde la décimo novena semana de gestación.
Inclusive, las sensaciones desagradables leves no son bien toleradas. El
pequeño valiente responde con movimientos defensivos asombrosos.

Cuando se está practicando un aborto de succión uno de los métodos más


comunes para estas prácticas, se puede imaginar el sufrimiento del bebé.

El aborto de succión es uno de los métodos que se explican en los manuales


sobre el aborto. El siguiente caso de muerte por este método ha sido tomado
de la vida real.

En 1984, durante la convención del Comité Nacional pro vida en Kansas City,
Missouri, el Dr. Bernard Nathanson, un ex abortista que ahora es un
conferencista pro vida, mostró una película extraordinaria, un sonograma de un
aborto por succión. Lo que sigue es el relato de una de las delegadas, la Sra.
Sandy Ressel:

"El doctor decía: ´La pequeña niña tiene 10 semanas de vida y es muy activa.
Podíamos verla en sus juegos moviéndose, volviéndose y chupándose el dedo
pulgar. Podíamos ver su pulso normal de 120 pulsaciones por minuto. Cuando
el primer instrumento tocó la pared uterina, la niña se replegó inmediatamente y
su pulso aumentó considerablemente. El cuerpo de la niña no había sido
tocado por ningún instrumento, pero ya ella sabía que algo estaba tratando de
invadir su santuario.

"Nosotros vimos con horror cómo maltrataban y descuartizaban a este pequeño


e inocente ser humano. Primero la espina dorsal, luego la pierna, pieza por
pieza. En medio de violentas convulsiones la niña vivió todo este trágico
proceso tratando de esquivar el instrumento cortante. Con mis propios ojos le vi
echar su cabeza hacia atrás y abrir su boca en lo que el Dr. Nathanson llamó
´un grito silencioso´. En una parte de estas escenas sus pulsaciones habían
llegado a más de 200, porque tenía miedo."

Es muy escalofriante la narración de este caso en particular, lo que nos lleva a


pensar que el feto siente un dolor inimaginable, en cualquier etapa en la que se
decida terminar con su desarrollo.

Así es, el sufrimiento del bebé durante un aborto en las últimas etapas del
embarazo, es decir, después de las 14 semanas de gestación, es un episodio
horroroso, y existe un método que consiste en inyectar una solución salina
hipertónica (alta concentración) dentro del saco amniótico.

Según el manual de obstetricia los describe así: "Esta solución altera la


placenta, logrando la expulsión fetal 48 horas después de la inyección de la
solución."

La siguiente declaración forense explica con más detalle el método de aborto


por solución salina:

"La acción corrosiva de la solución salina quema las capas superiores de la piel
del feto. Cuando el feto es expulsado hay edema extensivo y degeneración de
las submembranas. Al dañar de esta forma la superficie del feto, la salinidad
excita los receptores del dolor y estimula los conductos neurales del sistema
nervioso central en funcionamiento, durante el curso del aborto y hasta el
momento de la muerte del feto."

Finalmente, toda duda sobre la existencia de dolor intenso producido por el


método de aborto por solución salina, desaparece, cuando vemos cómo en los
manuales sobre aborto se advierte a los médicos no dejar que ni siquiera unas
gotas de la solución salina entren en contacto con los tejidos maternos, ya que
le producirían un "intenso y severo dolor". Esta es la misma solución en la cual
el bebé debe nadar y tragar durante dos horas, hasta que le produzca la
muerte.

Otro procedimiento que se utiliza para hacer abortos tardíos, es la inyección de


prostaglandinas. Estas son unas sustancias químicas poderosas, que
comprimen los vasos sanguíneos e impiden el funcionamiento normal del
corazón. ¿Sentirá dolor el feto durante este procedimiento? No tenemos forma
directa de saberlo; sin embargo, podemos preguntarle a un paciente con
angina de pecho. Nos responderá que sufre espasmos agudos en el pecho.
Esto se debe a que algunos de sus vasos sanguíneos están comprimidos.
Parece razonable suponer que igualmente dolorosa es la contracción de los
diminutos vasos sanguíneos del bebé no nacido.

Cualquiera que sea el método utilizado para este fin, es muy doloroso para la
madre y pero sobre todo para el feto, una vida que siente, escucha y quiere
venir a este mundo, a pesar de que no pidió ser concebido.
CONCLUSIONES

La maternidad debe ser asumida con responsabilidad, de no ser así el acto


sexual debería consumarse bajo protección de ambas partes evitando
embarazos no deseados trayendo consigo el asesinato de un ser que
inocentemente no pidió nacer.

Cualquiera que sea el motivo o las circunstancias que se den para practicar un
aborto, no hay ninguna duda que el feto sufre y mucho, se está poniendo fin a
una vida, un ser indefenso que no puede emplear la fuerza, aunque si “grita”
pero es inútil porque no se le escucha.

No debemos olvidar que ese ser que se pretende matar a través de la práctica
del aborto, tiene derechos al igual que todos nosotros, y el primero y primordial
es el derecho a la vida.
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