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Cristo
Isaías 61:1-3; Juan 4
La mujer samaritana ganó una cuidad entera porque pudo cambiar 5 cualidades de gran
valor. ¿Cuántas veces nuestras vidas las encontramos sin un propósito espiritual?, ¿cuántas veces
solo nos sentimos como las olas del mar, vamos y venimos sin realizar ningún cambio?, ¿cuantas
veces solo esperamos?
La mujer samaritana es un ejemplo de lo que nosotros podemos hacer para que el reino de Dios se
extienda, no necesitamos tener renombre de evangelista, tener tal vez un púlpito, o estar delante de
una gran congregación, si podemos dar las buenas nuevas de salvación a las personas con las
cuales convivimos, con las cuales nos topamos en neutro camino.
La mujer que llevo el evangelio a una ciudad completa a pesar de sus defectos. La mujer samaritana
de Juan 4:9 tenía muchos problemas, pero el que tú no seas perfecto no es impedimento para que
Dios te use. Aquí identificamos 5 de las excusas que muchos usan como excusa para dudar de que
pueden hacer una diferencia en su generación.
No importa lo que tú o otros opinan de ti, lo que realmente importa es lo que Dios dice de ti, llénate
de las promesas y palabras en la Biblia que declaran quien tú eres en Cristo Jesús.
La manera en que vivía nos muestra que aunque tenía algún conocimiento no vivía por los principios
y valores que debía, en pocas palabras: era una pecadora ¿no lo somos todos?
La mujer samaritana gano una cuidad entera porque pudo cambiar 5 cualidades que la
ayudaron a pasar a la historia como una mujer de gran valor.
#1 Disposición para creer
Ella creyó lo que Jesús le dijo a pesar de todo lo que había vivido. Pudo renovar su mente “cambiar”
lo que ella pensaba de sí misma y de lo que podía hacer con su futuro; se atrevió a beber de la fuente
que la saciaría para siempre…
A veces es más fácil predicarle a un extraño que no nos conoce que a las personas que saben
realmente quienes somos, aún a Jesús le pasó, como dice en Mateo 13:57 “no hay profeta con honra
en su propia tierra” pero a cada uno de nosotros nos llega el tiempo y la oportunidad de compartir
nuestro encuentro con Jesús, y nuestro testimonio tiene poder para convencer a otros de que si Dios
pudo hacerlo con nosotros, lo puede hacer con ellos.
# 5 Disposición a traer la ciudad entera a Jesús
No solo ella creyó, y tuvo fe para cambiar sino que ella se iba a dejar usar, lo que ella había
encontrado era demasiado maravilloso para no compartirlo, ella tuvo que contarles a todos, y de esta
manera ella se ganó su ciudad. Una evangelista, o en simples palabras una que lleva buenas
noticias.
¿Por qué no te conviertes en un evangelista?, atrévete a llevar las buenas noticias a todos los que
conoces de que Jesús es real, que murió por todos nosotros, que resucitó, y que quiere saciar
nuestra sed de una vez y por todas.