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DESARROLLO DEL TALENTO EMPRENDEDOR: ESTRATEGIAS Y BUENAS PRÁCTICAS Pilar Pineda

Herrero1, Gabriel Carmona Orantes2 Anna Planas3 1 Universidad Autónoma de Barcelona


(Barcelona) 2 Universidad de Granada (Granada) 3Universidad de Girona (Girona) Resumen
Recientemente han proliferado las iniciativas públicas para potenciar el emprendimiento,
tanto en el contexto europeo como en el estatal y en el autonómico. Con ello ha aumentado
también la formación para el talento emprendedor en los diferentes niveles educativos. Esta
ponencia se centra primeramente en identificar las competencias del talento emprendedor
para, en segundo lugar, presentar algunos ejemplos de buenas prácticas en la formación del
desarrollo del talento emprendedor en la educación secundaria, la formación profesional y en
la formación para el empleo. En tercer lugar se presentan algunos programas de
evaluación de la formación para el emprendimiento y se evidencia la dificultad de
evaluación del talento emprendedor. Se concluye que, aunque las metodologías activas,
prácticas y situacionales son las más idóneas para la formación del talento emprendedor y la
evaluación de estos programas es importante para mejorar estos programas, aún son
pocas las experiencias en este sentido. Finalmente se apunta el temor a que se utilice el
emprendimiento como mecanismo para legitimar políticas neoliberales de precarización
laboral, y a que su promoción exacerbada nos lleve a una consagración del individualismo y
derive en una sociedad aún más competitiva. Palabras clave: talento emprendedor,
competencias, metodología docente, buenas prácticas 1. INTRODUCCIÓN Desde hace unos
años se está hablando de la actividad emprendedora como una característica de las
economías basadas en la innovación, y como una posible solución a la crisis económica
que sufrimos y a los altos índices de desempleo que soporta nuestra sociedad. Han
proliferado las iniciativas públicas para potenciar el emprendimiento, tanto en el contexto
europeo como en el estatal y en el autonómico, y tanto a nivel de legislación y oferta
formativa, como de actividades de apoyo al emprendedor, premios y todo tipo de
iniciativas estimuladoras. Los datos muestran que estas iniciativas han dado sus frutos, ya
que la tasa de actividad emprendedora, ha ido en aumento en los últimos años, a pesar de la
crisis, pasando del 6% en 2010 al 7’9% en el 2012 (CETESC, 2014). En los ámbitos académicos
y políticos hay mucha discusión sobre si el emprendimiento se puede enseñar o si,
contrariamente, viene predeterminado por una serie de predisposiciones individuales que
unas personas tienen y otras no. Las investigaciones que conciben el talento
emprendedor integrado por competencias (CETESC, 2014) muestran que, si bien algunas
forman parte de la personalidad del individuo, muchas de estas competencias se pueden
desarrollar desde la acción educativa. El concepto de emprendimiento que se halla bajo
estas prácticas se limita a su acepción económica, centrando el desarrollo de la competencia
emprendedora en los aspectos económicos (Bernal, 2014), de creación de negocio y de
autoempleo. Nos preguntamos si esta concepción de la actividad emprendedora es la
solución, o si no sería necesario un cambio de enfoque que aproveche todo el potencial que la
intervención educativa ofrece en el desarrollo de las personas a nivel integral. Esta ponencia se
centra en identificar las competencias del talento emprendedor, en describir buenas prácticas
de intervenciones educativas que permiten desarrollarlas y en apuntar sistemas para su
posible evaluación, todo ello desde una mirada crítica que cuestiona la subordinación de las
prácticas educativas a los intereses políticos y económicos

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2014) PONENCIA 2ª 114 2. EL TALENTO EMPRENDEDOR: COMPETENCIAS Y ESTRATEGIAS
PARA SU DESARROLLO Poseer talento para emprender implica tener y desarrollar una
serie de competencias que caracterizan a las personas emprendedoras. Estas
competencias pueden estar latentes, pero para que den sus frutos es necesario
desarrollarlas. Las diferentes experiencias de la persona y la formación que reciba a lo
largo de su vida determinará que desarrolle o no su talento emprendedor. En este apartado, se
revisará el marco legal que subyace a las iniciativas de desarrollo del talento emprendedor,
se identificaran las competencias que lo integran, y se mencionaran las principales
estrategias metodológicas que permiten desarrollar el emprendimiento. 2.1 Marco legal sobre
el desarrollo del talento emprendedor La Unión Europea, en sus estrategias para el desarrollo
de los ciudadanos, otorga un rol importante al talento para emprender. En la Estrategia
Europea ET20201 se afirma la necesidad de desarrollar el talento emprendedor en todos los
niveles educativos y formativos, para potenciar así la creatividad y la innovación en Europa. En
España, el marco legal en vigor sobre el talento emprendedor se ubica principalmente en dos
textos: la Reforma Laboral y la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016. La
Reforma Laboral (2012) únicamente hace mención a los emprendedores en el Capítulo II
artículo 4, dónde habla del contrato de trabajo por tiempo indefinido de apoyo a los
emprendedores. El objetivo de este tipo de contrato es el de facilitar el empleo estable
y potenciar la iniciativa empresarial. Es un contrato dirigido a empresas de menos de 50
trabajadores. La reforma laboral no hace mención a la formación específica dirigida al
colectivo de emprendedores, sino que pone especial atención en la creación de los
nuevos Certificados de Profesionalidad basados en la adquisición de competencias. A parte
de la reforma laboral, el Estado ha diseñado una iniciativa dirigida exclusivamente a los
emprendedores, la “Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016”. La
Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016 está integrada por una serie
de medidas para potenciar el empleo juvenil. Concretamente contiene 100 medidas
encaminadas a favorecer la inserción laboral de los jóvenes, ya sea por cuenta ajena o a través
del emprendimiento, que se clasifican en función de su impacto y su desarrollo temporal. Se
pueden encontrar propuestas de todo tipo; algunas están vinculadas con la potenciación
de nuevos tipos de contratos como el de formación para el aprendizaje, entre otros. En el
caso de los emprendedores, se presentan una serie de medidas dirigidas a incentivar el
emprendimiento y la puesta en marcha de una actividad por cuenta propia, a mejorar las
posibilidades de financiación, y a promover la protección de los autónomos y los
emprendedores. También se incluyen propuestas dirigidas a proporcionar una red de
protección y una segunda oportunidad en el caso de que los proyectos no resulten viables.
Las propuestas que aparecen en la Reforma Laboral relacionadas con la formación para
los emprendedores son las siguientes: • Ampliar en los planes de estudios los contenidos
relacionados con el emprendimiento y las oportunidades profesionales, así como con el
conocimiento de las relaciones laborales y el mercado de trabajo. • En el ámbito
universitario fomentar el espíritu emprendedor y la innovación, así como promover las
iniciativas de emprendimiento. • Lograr la adecuación de la formación de los jóvenes a los
requerimientos de quienes ofrecen empleo, e impulsar nuevas iniciativas dirigidas a favorecer
que los jóvenes adquieran o vean reconocida la capacitación y las habilidades necesarias
para encontrar su espacio en el ámbito laboral, ya sea a través de la contratación o del
emprendimiento. • Establecer procedimientos de gestión ágiles y que produzcan resultados
en los plazos más breves posibles para actualizar de forma continua el Catálogo Nacional
de Cualificaciones 1 Europe 2020 A European Strategy for
Smart, Sustainable and Inclusive Growth,
http://ec.europa.eu/eu2020/pdf/COMPLET%20EN%20BARROSO%20%20%20007%20-
%20Europe%202020%20-%20EN%20version.pdf
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2014) PONENCIA 2ª 115 Profesionales. • Avanzar en la implementación de la cuenta-
formación asociada a cada trabajador que gestionarán los Servicios Públicos de Empleo,
de forma que se tenga en cuenta toda la trayectoria formativa del trabajador. • Facilitar
el emprendimiento entre los estudiantes de enseñanza universitaria y Formación
Profesional mediante incentivos que les ayuden a compatibilizar su formación con el trabajo
por cuenta propia. • Estudiar la viabilidad de articular un “Pasaporte al emprendimiento” o
“Pasaporte de talento”, que podría llevar aparejado o no el permiso de residencia. La
Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven ofrece así un marco de iniciativas y propuestas
para potenciar el emprendimiento entre los jóvenes. El desarrollo de las competencias
asociadas al talento emprendedor, y la formación en emprendimiento como principal
herramienta, son el eje clave en dicha estrategia. Veamos cuales son las competencias a
desarrollar y experiencias que se están llevando a cabo en educación secundaria para
potenciar el talento emprendedor entre los jóvenes. 2.2 Las competencias del talento
emprendedor y estrategias metodológicas Existen muchas definiciones del concepto de
competencia y cada autor aporta matices diferenciadores a su definición, aunque se da
bastante acuerdo en los rasgos clave de las competencias. Martínez y Carmona
(2009:86), plantean que las competencias “hacen referencia a características individuales
que puestas en práctica facilitan la adquisición de conocimientos, por medio de
experiencias reales significativas, dando lugar a comportamientos observables que
permiten resolver con éxito las misiones o tareas que requiere un determinado puesto de
trabajo”. Estos autores firman que las competencias se pueden adquirir por medio de la
experiencia real en un puesto de trabajo, y que son educables, es decir, se pueden enseñar,
aprender y desarrollar. Existen diferentes tipos de competencias. En este trabajo nos
centramos en las competencias emprendedoras, concibiéndolas como aquellas que permiten
que las personas desarrollen con éxito una iniciativa empresarial, con la finalidad de generar
mayor bienestar individual y social (Martínez y Carmona (2009:93). Se ha realizado una
revisión bibliográfica en las bases de datos vinculadas a Mendeley y a Refworks, sobre las
competencias que integran el talento emprendedor; el resultado aparece en el siguiente
listado, que ordena las competencias en cinco niveles de importancia, en función del
grado de consenso (1= mayor consenso; 5 = menor consenso) entre los diferentes
autores que han investigado sobre el talento emprendedor2: Tabla 1: Listado de
competencias del talento emprendedor
COMPETENCIA*PRIORIDAD*/*CONSENSO*Creatividad)1)Innovación)2)Persistencia/persevera
ncia)2)Flexibilidad)2)Liderazgo)2)Iniciativa)2)Autoconfianza/autoestima)3)Organización)3)Com
unicación)3)Trabajo)en)equipo)3)Análisis)y)solución)de)problemas)4)Riesgo)4)Capacidad)de)tr
abajo)4) 2 Los principales autores consultados para elaborar
este listado de competencias emprendedoras son CTESC (2014), Cobo (2012), Marina (2010),
Oosterbeek et al (2010), Martínez (2009), Alcázar (2004) y Bilbao-Pachano (2002), entre otros.

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Negociación)4)Convicción)4)Control)interno)4)Tolerancia)a)los)cambios)5)Pasión)5)Competitiv
idad)5)Solidaridad)5)Credibilidad)5)Orientación)a)resultados)5)Networking)5)Como puede
observarse, la creatividad es la principal competencia del talento emprendedor, ya que la
mencionan todos los autores consultados. Una persona emprendedora se caracteriza por
ser creativa e innovadora3, es decir, por plantear soluciones nuevas a los problemas presentes
o futuros. La innovación, la perseverancia, la flexibilidad, el liderazgo y la iniciativa son
también competencias prioritarias para emprender, así como la autoconfianza, la
capacidad de organización, la comunicación y el trabajo en equipo; el grado de acuerdo
entre los autores al respecto a la importancia de estas competencias en el talento
emprendedor es muy elevado. Aparecen otras competencias del emprendedor, que
también son importantes pero en menor grado que las anteriores; destacamos la
tolerancia al riesgo, la negociación, la pasión y la orientación a resultados, como competencias
que pueden ser la clave del éxito de un proyecto de emprendimiento. Además de estas
competencias, para emprender también es necesario poseer determinados conocimientos
en materias como economía, finanzas, mercado de trabajo, gestión y planificación, negocios,
legislación, etc. (CTESC, 2014). En relación a las estrategias metodológicas que permiten
desarrollar el talento emprendedor, se ha detectado una amplia coincidencia en la
literatura. La mayoría de autores y también la legislación proponen el uso de
metodologías activas, prácticas y situacionales, basadas en el aprendizaje en la acción, en el
aprender haciendo, y en el enfoque constructivista del conocimiento, con el desarrollo de
proyectos de emprendimiento reales, que respondan a los intereses y motivaciones de
los participantes (Martínez, 2009; CTESC, 2014; Corduras et al, 2010; Sarri et al, 2010). La
legislación en vigor4 enfatiza la importancia de dar a esta formación un enfoque práctico, y
de contextualizar las actividades realizadas con el mundo laboral a través de visitas,
prácticas, entrevistas, talleres y simulaciones. Vemos a continuación algunos ejemplos de
buenas prácticas en el desarrollo del talento emprendedor y de cómo se utilizan estas
metodologías activas en la educación secundaria y en la formación para el empleo. 3.
EXPERIENCIAS DE DESARROLLO DEL TALENTO EMPRENDEDOR EN ESO, FP Y FORMACIÓN PARA
EL EMPLEO La Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y la Formación Profesional (FP) son
las dos primeras etapas del sistema educativo que preparan a los jóvenes para el mundo
laboral. Algunos de estos jóvenes siguen estudiando, pero muchos de ellos se dirigen al
mercado de trabajo cuando finalizan la ESO o la FP buscando una oportunidad laboral. Por
ello, es importante que desarrollen las competencias del talento emprendedor, ya que
una posibilidad para su inserción en el mercado laboral puede ser mediante el
emprendimiento, es decir, creando su propio puesto de trabajo. En la educación formal se
imparten dos materias para desarrollar el talento emprendedor: “Orientación profesional
e iniciativa emprendedora” (4º de la ESO) y “Empresa e iniciativa emprendedora” (FP)!
3 Pereira (2007) afirma que “lo que realmente diferencia a un emprendedor [de otros es que
realiza] un proceso de desarrollo caracterizado por la innovación constante” (p.15) 4 Las
referencias a la legislación en vigor aparecen en el siguiente apartado y en la bibliografía

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2014) PONENCIA 2ª 117 En la legislación sobre la asignatura “Orientación profesional e
iniciativa emprendedora”, que se imparte en 4º de la ESO (BOE 1146/2011), se establece
como objetivo ayudar a los alumnos a potenciar su madurez vocacional y prepararlos para
tomar decisiones para la construcción de un itinerario formativo y profesional propio.
Además se pretende formar a los alumnos para afrontar un trabajo y unas condiciones
laborales en continuo proceso de cambio que obligan a adaptarse y formarse
constantemente. Esta materia está planteada como materia común a todas las opciones
previstas en 4º curso de la ESO, garantizando así que, desde la escolaridad obligatoria, el
alumnado pueda realizar un descubrimiento del mundo laboral y de la realidad de
algunas profesiones, pueda evaluar y desarrollar algunas de sus habilidades personales y
sociales, y tome decisiones sobre su futuro de formación y/o de empleo desde un mejor
conocimiento de la realidad. La organización del currículo de esta materia se estructura en
torno a tres ejes: • Gestión personal y autoconocimiento • Exploración de contextos de
formación y de trabajo. • Toma de decisiones y planificación del proyecto personal y
profesional. En la FP (BOE 1147/2011), la asignatura que trabaja específicamente la iniciativa
emprendedora se denomina “Empresa e iniciativa emprendedora”. La normativa establece
que todos los ciclos formativos incluirán la formación necesaria para conocer los
mecanismos de creación y gestión básica de las empresas, el autoempleo, el desarrollo de
la responsabilidad social de las empresas, así como la innovación y la creatividad en la
actividad laboral, siendo estas últimas dos competencias clave del talento emprendedor. Está
previsto que esta tipología de formación se incorpore excepcionalmente como una
asignatura transversal incluida en diferentes módulos. Además, esta asignatura debe
adaptarse a los contextos profesionales y sectores productivos según el módulo que se
imparta. Los contenidos a impartir se dividen en cuatro bloques: • Iniciativa emprendedora •
La empresa y su entorno • Creación y puesta en marcha de una empresa • Función
administrativa En el ámbito de la Formación para el Empleo, la normativa que regula el
programa de Escuelas Taller, Casas de Oficio y Talleres de Empleo -ET/CO/TE-Orden del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de 14 de noviembre de 2001) establece en su art. 3.8:
“El alumnado trabajador de ET/CO/TE recibirá durante todo el proceso formativo
orientación y asesoramiento para la inserción laboral”
(http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2001-21715). Una de las estrategias para
ello es el módulo obligatorio denominado Fomento del Espíritu Emprendedor/
Empleabilidad, que persigue estos objetivos: • Adquirir capacidades y destrezas relacionadas
con las cualidades emprendedoras. • Consolidar conocimientos relacionados con la
generación de ideas de negocio y la creatividad en general. • Poner en práctica la realización
de un proyecto empresarial. Para el desarrollo del módulo se facilitan a los docentes unas
guías de buenas prácticas con un amplio registro de recursos. Estos programas desarrollan
proyectos de carácter singular que alternan formación y trabajo. Buscan la profesionalización
de los participantes con especiales dificultades de inserción laboral, como jóvenes, parados de
larga duración, mujeres y personas con discapacidad. Las Casas de Oficio, dirigidas a personas
jóvenes desempleadas menores de 25 años, tienen una duración de entre 6 y 12 meses; se
contrata a los participantes durante 6 meses. Las Escuelas Taller, tienen iguales características
pero con una duración de entre 18 y 24 meses, la contratación es de entre 12 y 18 meses.
Mientras que los “Talleres de Empleo”, están dirigidos a mayores de 25 años y la contratación
es de 12 meses Desde 2004 hasta 2011, han participado un total de 43.327 personas, en
1.865 proyectos, que ofrecieron empleo remunerado y formación; se generó un 44% de
inserción laboral, de la cual un 10%

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2014) PONENCIA 2ª 118 se realizó mediante el auto empleo o proyectos de
emprendimiento5. La orientación de los proyectos se determina desde la administración
local solicitante y teniendo en cuenta que estos suponen la remodelación o construcción de
edificios de utilidad pública; a menudo se prioriza este objetivo sobre los de formación o
inserción. En sus orígenes, el programa tuvo como finalidad la recuperación del patrimonio
artístico cultural y la formación especializada en oficios tradicionales o semi-artesanales en
proceso de desaparición. Actualmente, la finalidad, es más de carácter socio-asistencial,
dirigida a la formación para la inclusión de colectivos con riesgo de exclusión social. En un
porcentaje altísimo, constituye la única experiencia laboral normalizada y con cierta
continuidad de los jóvenes de la localidad en que se ubica. A continuación presentamos
varias experiencias exitosas de desarrollo del talento emprendedor en estas etapas
educativas, y describimos la metodología y las técnicas utilizadas, para ilustrar así los diversos
modos de desarrollar las competencias clave del talento emprendedor. 3.1 Fundación Escuela
de Emprendedores Esta fundación nace para promover el espíritu emprendedor en la
sociedad y, especialmente, entre los jóvenes. Con esta finalidad crea el programa “Be an
Entrepreneur” para el colectivo de alumnos de la ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos. «Se
trata de un programa que inicia a los participantes en el mundo del emprendimiento y
en el conocimiento de la empresa. El objetivo es ‘ofrecer a los alumnos una visión real y
estimulante de la aventura de crear un proyecto propio, sea una empresa, un proyecto de
emprendimiento social o un proyecto innovador dentro de una empresa o una entidad
pública»’ (http://escolaemprenedors.org/be-an/). El programa se desarrolla en centros de
secundaria de distintas titularidades, tanto públicos como concertados y privados. Las
personas que imparten el programa son docentes especializados en talento
emprendedor, a la vez que son emprendedores reales, con experiencia en la creación de
empresas. El programa se imparte íntegramente en inglés, lo que permite a los
estudiantes desarrollar sus competencias lingüísticas, tan necesarias en el contexto global
actual. El programa pretende fomentar el talento emprendedor desarrollando las siguientes
competencias: la creatividad, la iniciativa, la autoestima, la confianza, el trabajo en equipo,
la toma de decisiones, el liderazgo y la solidaridad. En paralelo, el programa pretende
potenciar el uso del inglés, especialmente el hablar en público, las capacidades de
informática, acercar el mundo empresarial a los jóvenes, ayudar a descubrir las propias
pasiones e intereses, promover la crítica constructiva; en definitiva, ayudar a crecer, a
madurar y a aprender con el mundo real mediante el desarrollo de un proyecto. El programa
está diseñado en función de los destinatarios y se estructura en 13 sesiones de 1h de
duración a lo largo de un trimestre. Se pretende que el alumno elabore un plan de empresa y
que la idea de empresa esté basada en sus pasiones e intereses, ya que la motivación es
un elemento central para emprender. Al inicio, los estudiantes proponen ideas para los
proyectos, se seleccionan los más originales y motivadores, y se crean equipos de trabajo para
desarrollarlos. En cada sesión, los grupos trabajan en la elaboración del plan de empresa
y comparten con el resto como va evolucionando el proyecto, mediante una exposición
breve en inglés; cada grupo recibe feedback de sus compañeros y del formador para mejorar el
proyecto, que actúa como coach. La misión es hacer estos proyectos realidad. Al final del
programa se realiza una presentación en público de los planes de empresa elaborados, en una
sesión abierta a la comunidad educativa. En la presentación, que se realiza en inglés, los
jóvenes explican los principales aspectos del proyecto como el modelo de negocio, la
necesidad social del proyecto, el plan financiero y de inversión, y el plan de marketing.
Además de este programa, la Fundación Escuela de Emprendedores también ofrece formación
para docentes que ya imparten asignaturas de talento emprendedor o para aquellos
profesores que estén 5
http://www.juntadeandalucia.es/organismos/economiainnovacioncienciayempleo/areas/empl
eo/formacion/paginas/escuelas-taller.html

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2014) PONENCIA 2ª 119 interesados en la enseñanza de esta temática. Así, ofrece el curso
“Como poner en práctica con éxito la asignatura de emprendimiento y el proyecto final de
empresa” destinado a los docentes de ESO, bachillerato y FP; se trata de un curso a medida,
adaptable a las necesidades de los profesores y de los centros educativos. El programa se está
aplicando hoy en más de 50 centros educativos, cada año se elaboran más de 800 proyectos
de emprendimiento y más de 2000 jóvenes participan en el programa, aprendiendo a creer
en sus propias capacidades para emprender (http://escolaemprenedors.org/) El programa
“Be an Entrepreneur” consigue desarrollar las competencias clave del talento
emprendedor en los estudiantes mediante la elaboración de un plan de empresa viable
y que responde a sus intereses y motivaciones. Varios de estos planes de empresa han
obtenido premios regionales y se han implementado con éxito, generando empleo entre los
jóvenes. 3.2 Andalucía Emprende Andalucía Emprende es una fundación colaboradora de la
Junta de Andalucía cuya finalidad es promover el desarrollo de la cultura emprendedora y
la actividad económica andaluza. Sus ejes de acción se dirigen a la: educación en
capacidades emprendedoras, orientación de la iniciativa emprendedora y promoción
mediante planes de difusión y sensibilización de la iniciativa local. La aportación más
novedosa de esta intervención es el carácter globalizador, interinstitucional, multimétodo
que sumerge al alumnado en un tejido de acciones diferentes, provocando la
movilización de distintas capacidades, actitudes, valores, habilidades, motivaciones,
conocimientos y otros aspectos de la persona, conducentes al desarrollo de las competencias
para emprender. La fundación tiene diferentes programas destinados a Educación Primaria,
Educación Secundaria y F.P. entre ellos destacamos los siguientes: 3.2.1. Mini empresas
educativas El objetivo principal es desarrollar las competencias para emprender del
alumnado, integrando la actividad transversalmente en el curriculum. Durante el curso
aprenderán a crear y gestionar sus propias empresas, así como a comercializar sus
productos. Para ello, constituirán su propia sociedad, aprobarán estatutos y asignaran cargos
funciones y tareas a los/as participantes. Esta iniciativa consigue que el alumnado viva la
iniciativa y mejore su valoración sobre la imagen social del emprendedor, la
autosuficiencia económica y el aprovechamiento de los recursos endógenos de su entorno.
Por otra parte, el programa prevé y promueve el contacto con las instituciones y
emprendedores de la localidad. Durante el curso escolar los centros pueden solicitar
talleres emprendedores y visitas a empresas y/o CADES. Para ello se están elaborando
nuevos materiales didácticos adaptados a la realidad social emprendedora andaluza. El
programa promueve el desarrollo de competencias como: trabajo en equipo, toma de
decisiones, liderazgo, solidaridad, iniciativa. Todo ello se complementa con el siguiente
programa. 3.2.2. Ferias de Emprendimiento provinciales En el último trimestre del curso se
organiza la actividad “Ferias de Emprendimiento” provinciales cuya finalidad es que las
“miniempresas” muestren a la sociedad sus trabajos. Tienen claramente, el objetivo de
desarrollo de la autoestima Las Ferias provinciales de Emprendimiento consisten en
lugares de encuentro, ventas e intercambio, donde las miniempresas exponen y venden los
productos desarrollados durante el curso. En esta fase el alumnado recibe la retroalimentación
que le ayuda a poner en valor su actividad y esfuerzo. A lo largo de las 5 ediciones que
llevan en funcionamiento las Ferias de Emprendimiento, han asistido 19.925 estudiantes
de Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP de todas las provincias andaluzas, que han
expuesto 907 miniempresas. (www.miniempresaeducativa.es) 3.2.3. Iniciativa Cicerone Este
programa se planifica desde los municipios. Consiste en la realización de acciones para
el fomento y la difusión del espíritu emprendedor utilizando los medios y recursos del entorno
próximo. Con estas acciones se favorece el conocimiento de la realidad socioeconómica y sus
agentes. Se

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2014) PONENCIA 2ª 120 muestran las distintas iniciativas emprendedoras y se
intercambian experiencias, con el fin de provocar sinergias entre la economía local y la
institución educativa. Intervienen diferentes instituciones como Ayuntamientos, Andalucía
Emprende, Cámaras de Comercio, Asociaciones de empresarios, entre otros y crean una
“Mesa técnica de promoción del emprendimiento” junto con los centros educativos
adscritos. Actualmente, se está llevando a cabo en 20 municipios de toda Andalucía y en
proceso de ampliar a 24 municipios más durante 2014.
(http://www.andaluciaemprende.es/) Una de las claves de éxito de estos programas es
que provocan el acercamiento entre el mundo educativo y el emprendedor. Contribuyendo a
la creación de un sistema de innovación apoyado en la educación emprendedora. 3.2.4.
"Music Hero, emprende tu reto" Este es un programa destinado al alumnado de Educación
Primaria, ESO y Bachillerato. Consiste en un juego de simulación estratégica multiusuario
online, desarrollado por Andalucía Emprende, el objetivo es experimentar y reflexionar
sobre el conjunto de conocimientos y habilidades necesarias para emprender, crear y
gestionar un grupo musical. Esto se consigue a través de un juego, el rol play game (RPG).
En cada partida, con duración mínima de dos meses, se gestionan distintas situaciones y
recursos para alcanzar el objetivo final. Desde el inicio del proyecto en 2007, hasta
diciembre de 2013, se han realizado 839 partidas en las que han participado 15.688 jugadores
de más de 300 municipios andaluces. (www.music-hero.com) 3.2.5. Emprendejoven Es un
programa de Andalucía emprende dirigido al alumnado de F P (ciclo medio y superior)
de centros públicos y concertados Se muestra el emprendimiento como una opción real de
futuro por lo que se pretenden materializar proyectos empresariales propios. Para ello,
cuentan con asesoramiento de la Red Territorial de Apoyo a Emprendedores. Consta de dos
fases: • Sensibilización. Se trata de informar, motivar y detectar el potencial personal para
emprender, del alumnado, mediante el contacto directo con los/as protagonistas de
proyectos emprendedores. Estas actividades se realizan en los centros educativos a lo largo del
curso mediante sesiones de trabajo de 2 horas de duración. Cada sesión se divide en dos
partes: la primera, se destina a exhibir experiencias emprendedoras de éxito, mediante charla-
coloquio con los/as asistentes, a cargo de protagonistas reconocidos o en su defecto, se
muestran videos de emprendedores andaluces de éxito. En la segunda parte, de esta primera
fase, se anima al alumnado a reconocer su potencial emprendedor respondiendo un test
diseñado para tal efecto. Según los resultados obtenidos y contando con el
asesoramiento del profesorado se proponen alumnos/as para la siguiente fase. • Experiencias
Emprendedoras. En esta fase, se oferta al alumnado la posibilidad de realizar durante un día
diversos talleres y dinámicas formativas relacionadas con el mundo del emprendimiento.
Destacamos por su interés para el desarrollo de talento emprendedor, los talleres de
Autonomía, Liderazgo, Creatividad e Innovación, a los que se suman las visitas a empresas
incubadas y la información sobre ayudas y trámites para la constitución de empresas.
Todas estas actividades son impartidas por técnicos de los Centros de Apoyo al
Desarrollo Empresarial (CADE), que Andalucía Emprende tiene en sus capitales de
provincia. Igualmente, el alumnado puede participar en el “Concurso de Planes de empresa”
que premiará al mejor proyecto de cada provincia con un curso de idiomas en el Reino Unido
(www.emprendejoven.es) 3.3 Buenas prácticas para el desarrollo del talento
emprendedor en la Formación para el Empleo El programa de Escuelas Taller, Casas de Oficios
y Talleres de empleo -ET, CO y TE- cuenta desde 2011 con un manual para el desarrollo del
módulo de Fomento del Espíritu Emprendedor/ Empleabilidad, Se presenta como guía de
apoyo a la docencia y recoge los criterios de intervención

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2014) PONENCIA 2ª 121 que han conducido a prácticas de éxito en el desarrollo de las
competencias emprendedoras del alumnado. El programa destina a la formación en esta
materia un total de 30 h. distribuidas a lo largo de 24 meses. La docencia promueve el
aprendizaje por descubrimiento, por lo cual la enseñanza se basa en la reflexión sobre la
práctica real. Cada proyecto del programa (ET, CO y TE) supone la materialización de una
iniciativa empresarial por lo que se utiliza como marco de referencia para esta formación. Se
aborda de manera sistematizada y secuenciada, de tal manera que la primera parte se
compone de actuaciones dirigidas al reconocimiento de las habilidades y competencias
personales para emprender. Se trata de identificar aspectos relevantes del perfil
emprendedor, como la autoestima o reforzar potencialidades detectadas y hacer
consciente al alumnado de sus posibilidades para el desarrollo de proyectos
emprendedores. El siguiente paso en la formación de la competencia emprendedora del
alumnado, será, mediante el método de simulación de empresa: desarrollar habilidades y
conocimientos para el trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, organización, iniciativa,
análisis y resolución de problemas, negociación, etc. Para ello, el alumnado ejerce los distintos
roles, de las funciones y tareas propias de una empresa: gestión, producción,
comercialización, administración. La propia escuela taller ofrece esta posibilidad en la medida
en que es empresa en sí misma. Esta actividad resulta especialmente enriquecedora para la
comprensión del emprendimiento. El aprendizaje por descubrimiento se da mediante la
práctica “real” y la repetición de ejercicios en los que el alumnado ve la utilidad de conocer
conceptos técnicos sobre gestión. El auto análisis personal permite al estudiante ser
consciente de sus fortalezas y debilidades respecto de las competencias clave para
emprender: habilidades sociales, profesionales, manuales, etc. Este proceso permite vivir la
experiencia del emprendedor/a, lo que está destinado a facilitar la decisión de emprender;
este es el valor fundamental que aporta la buena práctica que describimos. Las estrategias de
enseñanza-aprendizaje que habitualmente se emplean para el desarrollo del talento
emprendedor en los programas ET, CO y TE se caracterizan por utilizar metodologías
activas, opuestas a las tradicionales. Huyen de las metodologías expositivas, destinadas a
transmitir información conceptual, cuyo principal efecto es la pasividad y la falta de
implicación de las distintas dimensiones intelectuales del alumnado. 6 Destacan estas
estrategias: • Enseñanza - Aprendizaje Cooperativo. • Enseñanza – Aprendizaje por Proyectos.
• Enseñanza – Aprendizaje mediante Estudio de Casos. • Enseñanza – Aprendizaje Basado en
Problemas. • Simulación de empresas. 4. EL TALENTO PARA EMPRENDER Y EL
EMPODERAMIENTO 4.1 El empoderamiento: sus paradigmas y su vinculación con el
emprender El empoderamiento es un constructo multinivel que consiste en enfoques
prácticos y aplicativos, procesos de acción social y resultados individuales y colectivos
(Jennings, Parra-Medina, Hilfinger y McLoughlin, 2006: 32). Desde esta consideración de
complejidad apostamos, siguiendo a Rappapport (1981, 1987) y Zimmerman (2000), por el
empoderamiento como un proceso de crecimiento, fortalecimiento, habilitación y
desarrollo en la confianza de los individuos, las organizaciones y las comunidades para
impulsar cambios positivos en el contexto, ganar poder, autoridad, capacidad de decisión y
cambio tanto individualmente como de forma colectiva (social o política). Todo ello implica la
autorrealización y emancipación de los individuos y comunidades, su reconocimiento y la
transformación social (Bacqué y Biewener, 2013). La configuración del concepto de
empoderamiento en la sociedad civil tiene lugar a partir de los años 60 y con su uso y difusión
se configuran distintas orientaciones según el discurso o perspectiva de
6 Para la confección de este apartado, la información se ha obtenido mediante consulta a
expertos
XXXIII Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación (Sevilla, 25-26 de Noviembre,
2014) PONENCIA 2ª 122 análisis (pedagógica, psicológica, sociológica, económica, etc.).
Entre las distintas nociones de empoderamiento se pueden distinguir como mínimo tres
grandes enfoques a partir del cuestionamiento o no de las estructuras existentes y del poder
establecido. Un primer enfoque estaría formado por las nociones de empoderamiento
vinculadas tanto a la corriente pedagógica de la educación popular y las propuestas de
Paulo Freire (1987), como al movimiento feminista (Sen y Grown, 1988). Éstas apuestan
por la toma de conciencia que invita a revisar las estructuras y el sistema establecido.
Este enfoque sugiere un incremento de poder, el acceso al uso y control de los recursos
materiales y simbólicos y la participación en el cambio social. El segundo enfoque, el social-
liberal segun Bacqué y Biewener (2013), defiende una forma de liberalismo social donde se
legitima al Estado y a las políticas públicas para la promoción de los derechos cívicos y para la
reducción de las desigualdades sociales y económicas. No hay, por tanto, un
cuestionamiento de las estructuras establecidas. Defiende las libertades individuales
atendiendo, también, a la cohesión social y a la dimensión comunitaria. El tercer enfoque,
el neoliberal, apuesta por un empoderamiento vinculado a un incremento de la capacidad
individual para ser más autónomos y autosuficientes, depender menos de la provisión estatal
de servicios o empleo y tener un espíritu más emprendedor para crear microempresas y
empujarse uno mismo en la escala social. Estas posiciones no cuestionan las estructuras
existentes y son en la actualidad los planteamientos más extendidos a partir de los
programas para el desarrollo que promueven las administraciones públicas o los grandes
organismos internacionales. Desde este enfoque empoderar implica ser emprendedor y
dominar los recursos y medios que el sistema pone a nuestro alcance. Vemos pues, que el
emprendimiento se vincularía a una aproximación concreta de empoderamiento: la del
neoliberalismo. Desde una perspectiva neoliberal el poder es ante todo individual y se reduce
a la capacidad de elección para aprovechar las oportunidades y aumentar el propio bienestar
material en una economía de mercado competitiva. En esta aproximación los proyectos de
empoderamiento son evaluados a la luz de su eficacia en términos de asignación de
recursos y de crecimiento económico (Bacqué y Biewener, 2013, 96). Es en esta línea en la
que el concepto de emprendimiento se ha extendido también en los últimos años, sobretodo
en su vertiente laboral y en el desarrollo de la competencia emprendedora en términos
básicamente económicos (Bernal, 2014). En el campo del emprendimiento el concepto de
empoderamiento se halla sobretodo en la literatura referente a grupos minoritarios o
desaventajados (O’Connor y Ramos, 2006). Así algunos programas empresariales, más allá de
estimular la actividad económica, quieren incidir en la igualdad y en los derechos de las
personas y dotar de habilidades a las personas para que puedan controlar su propio destino, o
sea favorecer e incrementar el aumento de control y de oportunidades para la toma de
decisiones7. En esta línea de emprendimiento hallamos también el emprendimiento social.
Éste ha sido definido también desde diferentes puntos de vista, pero estaría asociado a
un tipo de emprendedores que persiguen fines sociales (Pareja, 2013; Curto, 2012) (por
ejemplo la provisión de necesidades básicas como sanidad, acceso al agua o apoyo a
actividades agrícolas en países menos desarrollados, o apoyo a la cultura, provisión de
servicios sociales o protección del medioambiente en países con economías más
desarrolladas). Los y las emprendedoras sociales reconocen oportunidades para innovar y
provocar un cambio social positivo desarrollando una forma de acción para producirlo, (Fisac-
García et al, 2012). Mair y Martí (2006) proponen tres tipos de emprendimiento social; a) las
iniciativas sin ánimo de lucro que persiguen nuevas estrategias para crear valor social, b) las
iniciativas que ayudan a solucionar problemas sociales y son catalizadores de transformación, y
c) la acción social de las empresas dentro de su responsabilidad social corporativa. En el
campo social las iniciativas de emprendimiento sin ánimo de lucro y las que ayudan a
solucionar problemas sociales ha ido en claro aumento. Buena parte de ellas quedan recogida
en instituciones y recursos web de emprendimiento social como: Ashoka (red internacional
de emprededores sociales innovadores), Red de Emprendedores Sociales, Socialnest
(incubadora de empresas sociales), TejeRedes (promoción del emprendimiento social y
cultural a través del trabajo en red de diferentes actores). 4.2 Variables e indicadores de
empoderamiento para la formación y evaluación del talento emprendedor
7 Hay muchas experiencias entre ellas son numerosas las vinculadas al empoderamiento de
las mujeres (ver por ejemplo: Onay y Özer, 2011)

XXXIII Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación (Sevilla, 25-26 de Noviembre,


2014) PONENCIA 2ª 123 Como hemos apuntado anteriormente, el empoderamiento es
un proceso de crecimiento, fortalecimiento, habilitación y desarrollo en la confianza de
los individuos, las organizaciones y las comunidades para impulsar cambios positivos en el
contexto, ganar poder, autoridad, capacidad de decisión y cambio. Por su parte, el
emprendimiento, según la Real Academia Española de la Lengua, es la acción y efecto de
emprender, o sea de acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño,
especialmente si encierran dificultad o peligro. Una persona emprendedora, y sobre todo los y
las emprendedoras sociales, se proponen proyectos para impulsar cambios, y para
impulsarlos deben estar capacitados para hacerlo. Desde nuestra perspectiva, que
coincide con O’Connor y Ramos8 (2006), para emprender debes estar empoderado. El
empoderamiento es más que una habilidad. El resultado del empoderamiento puede ser
una sensación de logro que se traduce en confianza y en una mejor predisposición hacia
la iniciativa y la toma de responsabilidad, competencias indispensables para el
emprendimiento. Bajo este supuesto, a continuación presentamos las variables de
empoderamiento que sería interesante tener en cuenta en la formación para el
emprendimiento y que aparecen en los estudios sobre empoderamiento. En los últimos años
se ha avanzado en delimitar los dominios o variables que constituyen el
empoderamiento y se han formulado diversas propuestas para evaluarlo (Bowers, 2004;
INTRAC, 1999; Díaz-Puente et.al., 2009; Laberack, 2005; Morton y Montgomery, 2013;
Paxton, Valois, y Drane, 2005; Pick et al, 2007; Soler, Planas, Ciraso y Ribot, 2014). Con
ellas se busca hacer evidente, y por tanto medible, el progreso conseguido con
determinadas acciones y programas de empoderamiento. Teniendo en cuenta la
dificultad de determinar medidas universales del empoderamiento, ya que los atributos
que muestran empoderamiento pueden tener significados diferentes en cada contexto,
investigaciones comparativas acreditan que algunas variables e indicadores de
empoderamiento son más universales que otras (Malhotra, Shuler y Boender, 2002). En este
sentido, entre las variables e indicadores de empoderamiento individual más presentes en los
estudios realizados, un proyecto de un equipo de investigación español9 ha delimitado las
siguientes variables10 (tabla 2) (Soler, Planas, Ciraso y Ribot, 2014): Tabla 2: Relación de
variables e indicadores de empoderamiento Variables Indicadores Autoestima Progreso en la
satisfacción con uno mismo Coraje (Afrontar con seguridad determinadas acciones y
compromisos) Timidez (Capacidad de mostrarse en público sin temor) Seguridad (Creer en
uno mismo) Responsabilidad Asumir tareas y compromisos de forma consciente voluntaria y
realista Asumir un rol propio Eficacia Capacidad de tomar decisiones apropiadas en los
momentos oportunos Mantener un sistematismo y continuidad en la realización de tareas
(Disciplina) Capacidad crítica Capacidad de análisis Tener un criterio propio Autonomía
Iniciativa Autogestión Reconocimiento Considerarse como interlocutor válido y actor
Considerar a los demás como interlocutores válidos y actores Trabajo en equipo Mostrar
implicación en el trabajo en equipo Contribuir con un rol proactivo en el trabajo en equipo
Capacidad de comunicación Aprendizajes Consciencia de haber adquirido o mejorado los
propios conocimientos o capacidades 8 O’Connor y Ramos
(2006) consideran que el emprendedor debe estar empoderado socialmente. 9 Proyecto de
investigación “La evaluación participativa de acciones comunitarias como metodología de
aprendizaje para el empoderamiento individual y comunitario”. EDU2010-15122
(Subprograma EDUC). Ministerio de Ciencia e Innovación, Gobierno de España. IP: Xavier
Úcar. Equipo de investigación: Anna Ciraso, Estefanía Crespo, Héctor Núñez y Pilar Pineda
(Universitat Autònoma de Barcelona); Anna Planas y Pere Soler (Universitat de Girona); Esther
Gil, Pilar Heras y Asun Llena (Universitat de Barcelona); Laia Sánchez (Citilab). Con
colaboración de: Jordi Colobrans, Arantxa Ribot y Jordi Rieradevall. 10 Lo que en esta tabla se
consideran variables, en estudios de emprendimiento se consideran competencias.

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2014) PONENCIA 2ª 124 Mejora de las capacidades de los demás Estamos convencidos que
todas estas variables e indicadores son fundamentales para el emprendimiento de nuevos
proyectos y se deben tener en cuenta en los programas de formación del talento
emprendedor; de hecho, casi todas ellas ya aparecen vinculadas a las competencias del
talento emprendedor- ver tabla 1. Las propuestas formativas que quieran incidir en el
talento emprendedor deberían también tener como objetivo fomentar el fortalecimiento, la
capacitación y la autonomía de las personas. Para ello es necesario contar con una
autoestima saludable, tener un cierto grado de autonomía, ser responsable y eficaz, saber
trabajar en equipo, reconocer a los otros, y tener capacidad para aprender. Es decir, para
emprender es necesario estar empoderado, tener desarrolladas las competencias propias
del empoderamiento. A esta lista de competencias vinculadas al empoderamiento deberíamos
añadirle otras propias del emprendimiento como; creatividad, riesgo, innovación, o resiliencia.
La relación de variables e indicadores que proponemos también puede ayudar a reforzar el
discurso y el valor de las acciones formativas del talento emprendedor. Por otro lado, la
evaluación de estas variables e indicadores sería de gran ayuda para orientar los
programas formativos del talento emprendedor y para orientar mejor las labores formativas
en este ámbito. 4.3 Experiencias de evaluación del talento emprendedor Aún existen pocos
estudios sobre los resultados de la formación del talento emprendedor; especialmente
escasean evaluaciones longitudinales (CTESC, 2014). Pese a esa escasez se han realizado
algunas experiencias de evaluación. Estos estudios tienen como objetivo analizar el éxito de los
programas de formación para el emprendimiento en diferentes niveles y contextos
educativos y desvelar las características del perfil del emprendedor. Conocer los
resultados de estos estudios puede favorecer la comprensión de las dimensiones del
talento emprendedor y contribuir a una implementación más adecuada de la formación de
este talento. Veamos algunos ejemplos. Alcaraz (2004) analiza las características específicas
que favorecen el desempeño de las personas emprendedoras, e identifica y desarrolla un
instrumento de medición de características emprendedoras para analizar la efectividad
de un curso de formación sobre desarrollo del emprendimiento con estudiantes
universitarios del Tecnológico de Monterey. El instrumento se aplicó en dos momentos: al
inicio y al final del proceso de formación emprendedora. Los resultados indican que el
instrumento diseñado permite cuantificar algunas características del emprendimiento, como la
creatividad, auto-confianza, perseverancia, capacidad para afrontar el riesgo, manejo de
problemas, pero no la totalidad de ellas. Los resultados muestran posibles tendencias, pero no
se dan diferencias estadísticamente significativas. También Oosterbeek, van Praag y
Ijsselstein (2010) evalúan la efectividad de un curso de formación sobre emprendimiento a
partir de la aplicación del test de autoevaluación Escan con 114 ítems para medir las
competencias emprendedoras de los estudiantes. y se complementó con un pequeño
cuestionario para obtener información de los antecedentes de los estudiantes y de su
percepción sobre su propio emprendimiento en los próximos 15 años. El test se pasó en
modalidad pretest-postest a los estudiantes que participaron en el programa “Junior
Achievement Young Enterprise student mini-company” y a un grupo control. En este caso, los
resultados del programa no tuvieron el efecto esperado. Entre las explicaciones está el hecho
de que con el programa los jóvenes adquieren una perspectiva más realista tanto de ellos
mismos, como de lo que comporta ser emprendedor, por lo que los resultados del postest
no son significativamente diferentes de los del pretest y no hay diferencias significativas
en relación al aumento de habilidades de emprendimiento entre los estudiante que han
realizado el programa y los del grupo control. Este estudio nos indica la dificultad de evaluar
estos procesos formativos y apunta que es necesario seguir investigando en esta línea. A nivel
de educación secundaria una investigación a destacar es la de Bernal (2014) donde analiza la
percepción de los estudiantes que finalizan la ESO sobre la competencia emprendedora. Para
ello se aplicaron dos instrumentos; el EOMEIS-2 para identificar el estatus de identidad de los
jóvenes y un cuestionario sobre la competencia para la autonomía y la iniciativa personal.
Este estudio muestra que los estudiantes con una identidad personal más lograda (aquellos
estudiantes con identidad más madura, que presentan compromisos fuertes tras haber
pasado un período de crisis) presentan mejores características emprendedoras. Para el
autor esto puede significar que el trabajo y cultivo de la madurez personal sea la mejor
manera de conseguir un impacto de la acción educativa para el emprendimiento.

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2014) PONENCIA 2ª 125 Este breve esbozo de las experiencias de evaluación del talento
emprendedor nos muestra que los resultados del éxito de los programas formativos
analizados no son siempre los esperados y que es difícil evaluar la incidencia que han tenido
los programas formativos en las variables que configuran el emprendimiento. Son, por tanto,
necesarios más estudios e investigaciones que incidan en los resultados e impactos de
estos programas formativos. Probablemente algunas de las experiencias en la evaluación del
empoderamiento pueden aportar instrumentos y metodologías para avanzar en la
evaluación del talento emprendedor. 5. CONCLUSIONES En España se está dando mucha
importancia al desarrollo del talento emprendedor como una vía para crear empleo en el
actual contexto de crisis. Hemos visto que se están impulsando programas en todas las
etapas del sistema educativo, especialmente en educación secundaria obligatoria y
postobligatoria, pero también en educación primaria –aunque aquí no se ha abordado- y
en la formación para el empleo. Pero el concepto de emprendimiento que se impulsa en
nuestra sociedad se centra sobre todo en su vertiente laboral limitándose básicamente a los
aspectos económicos (Bernal, 2014). Así, mientras se precarizan las condiciones laborales de
los trabajadores, se realza el papel y la riqueza de los emprendedores, a los que se los
ve como protagonistas y referentes para impulsar procesos de cambio social (Pfeilstetter,
2011) y de crecimiento económico y riqueza. Desde esta perspectiva los logros solo dependen
de nuestro talento y nuestro esfuerzo (Pfeilstetter, 2011) y en consecuencia todos podemos
tener éxito y ser emprendedores. Se deposita en el individuo la responsabilidad de su
destino, un destino que deberá afrontarse en una sociedad fuertemente privatizada,
acelerada y con derechos y libertades ciudadanas recortadas. Esta ideología ha penetrado en
los currículos escolares que cada vez más promueven el emprendimiento y enaltecen su
valor. Aún este empuje hacia el emprendimiento ¿hasta qué punto demos animar
indiscriminadamente al emprendimiento? ¿Todos los jóvenes tienen la formación, las
condiciones sociales y personales para ser emprendedores? Seguramente ni todos podemos
ni todos debemos ser emprendedores. Introducir la formación del talento emprendedor en
colectivos que tienen muchas dificultades para emprender puede parecer muy innovador y
posibilista, pero comporta el riesgo de producir el efecto contrario al esperado: crear falsas
expectativas y generar más frustración en los colectivos con graves dificultades para la
inserción laboral. Los investigadores y la administración educativa recomiendan que para
desarrollar el talento emprendedor se utilicen metodologías activas, prácticas y
situacionales, basadas en el aprendizaje en la acción, y centradas en los intereses y
motivaciones de los participantes. Se han presentado varias experiencias que utilizan estas
metodologías, pero esto no es lo más habitual en los centros educativos que trabajan el
talento emprendedor. Como se indica en el informe del CETSC (2014: 135), se observa un
predominio de las metodologías que se utilizan habitualmente en los centros de FP (lecciones,
simulaciones por ordenador, elaborar un plan de empresa, visitas,…) frente a la ausencia
de otras metodologías más efectivas para desarrollar el talento emprendedor como el
coaching, el mentoring, los juegos de rol y los estudios de caso. Esto se puede atribuir a los
déficits de formación del profesorado, que no siempre está suficientemente preparado
para el uso de métodos de aprendizaje activo, por lo que tiende a utilizar más la
metodología tradicional, restando así eficacia a sus intervenciones. Para mejorar las
metodologías y la formación del talento emprendedor se precisa ampliar y mejorar la
evaluación de los programas existentes. Para ello serian necesarios más estudios
longitudinales y con grupos de control. Evaluar el talento emprendedor no es tarea fácil,
dado que en el intervienen diversidad de características personales, inherentes y/o
aprendidas, pero algunos estudios realizados aportan informaciones útiles para mejorar los
programas formativos. Es necesario crear instrumentos para evaluar los resultados de la
formación sobre talento emprendedor, y medir las competencias que las personas
desarrollan; los avances realizados en el campo del empoderamiento pueden ser de
utilidad en este sentido. Se están dedicando muchos esfuerzos políticos y educativos para
desarrollar el talento emprendedor en todos los colectivos. Pero, la forma como se están
llevando a cabo y la ausencia de evaluación hacen sospechar que se trata de una ‘maniobra
publicitaria’ para maquillar con soluciones utópicas el principal problema de nuestro país: el
desempleo de más de un cuarto de la población activa (EPA, 2014). Consideramos que con
ello se da la apariencia de que la administración está actuando, pero

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2014) PONENCIA 2ª 126 se elude el fondo del problema: no hay empleo porque no hay
inversión de capital para industrializar ni para crear servicios; hoy el capital obtiene mayores
beneficios mediante la especulación financiera que mediante la creación de empresas
(Navarro, 2013).Además, la poca inversión en investigación y desarrollo que se ha dado en
nuestro país ha conducido a la situación actual donde la capacidad de innovación de nuestra
sociedad y nuestras empresas es muy limitada (CEDEFOP, 2012). Tememos que se utilice el
emprendimiento como mecanismo para legitimar políticas neoliberales de precarización
laboral y que su promoción exacerbada nos lleve a una consagración del individualismo y
derive a una sociedad aún más competitiva. Para ello, como profesionales de la
educación comprometidos con la justicia social, tenemos que ser muy cautos con los
objetivos, los planteamientos, los destinatarios y los resultados de los programas de
emprendimiento. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Alcaraz, R. (2004). Efectividad del Curso de
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Desarrollo del talento emprendedor: Estrategias y buenas prácticas (PDF Download Available).
Available from:
https://www.researchgate.net/publication/272376423_Desarrollo_del_talento_emprendedor
_Estrategias_y_buenas_practicas [accessed Jun 21 2018].

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