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Vincenzo Ferrari, Norberto Bobbio y la Sociologia del
Derecho, 4 Rev. Derecho del Estado 79 (1998)
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de un sistema sino, más bien, como con- do como ejercicio metodológico adaptable
tribución aportada a un proyecto consciente también al estudio de los desequilibrios
de acción social que concierne a ese mis- sociales, al enfrentar el tema del influjo
mo sistema. Esta es una visión que me ha recíproco entre el derecho y otros fenóme-
parecido especialmente en sintonía no sólo nos sociales en la transición del Estado li-
con la tradición weberiana sino también con beral al Estado social. Este es un tema que
las tendencias más recientes de la teoría -es inútil recordarlo- se conecta con la
sociológica, que se inspira en lo que Alain enseñanza de autores clásicos como Maine,
Touraine define eficazmente como «el re- Tünnies, Durkheim y Weber y que, a un
torno del actor» a la escena del análisis so- mismo tiempo, representa un topos recu-
ciológico-. rrente en la reflexión sociológico-jurídica
Si mi tentativa, expuesta en Funciones más reciente.
del derecho (Roma-Bari: Laterza, 1987), La teoría de Bobbio sobre este argumento
ha tenido éxito o no es algo que no se pue- es conocidísima y se funda ante todo en
de decir a ciencia cierta. Y, es superfluo una valerosa actualización de la teoría
decirlo, ciertamente de su fracaso eventual kelseniana, actualización emprendida desde
no podría ser un lejano co-responsable el hace mucho tiempo7 . Como todos recuer-
propio Norberto Bobbio. Lo que es cierto, dan, Kelsen, si bien escéptico frente a la
en cambio, es que Bobbio ha tenido elmérito sociología del derecho, y en especial deci-
de indicar un camino que, probablemente, didamente crítico ante las pretensiones de
se puede recorrer también de una manera quien quería, como Ehrlich, hacer confluir
diferente de la que yo he tratado de mos- en esta disciplina la ciencia jurídica, ex-
trar, es decir, teniendo firme el concepto presa desde la primera edición de la Reine
tradicional, objetivista, de función: pero en Rechtslehre una posición, sumamente cla-
cualquier caso un camino que es acaso el ra que podríamos definir de macro-socio-
.único que puede conducir fuera de esa «selva logía jurídica, en donde define el derecho
intrincadísima» de la cual -son palabras como «una técnica social» que consiste en
de Bobbio- nunca ha logrado «salir con el condicionamiento sicológico de los com-
vida» 6 quien se haya aventurado a hablar portamientos humanos a través del meca-
en términos "funcionales" en las ciencias nismo sancionatorio: para orientar a los
sociales. Me parece haber dicho incluso en ciudadanos hacia la conducta deseada, el
demasía que ni siquiera Luhmann, si bien legislador emana una norma en la cual lo:
éste declara que deriva de Kant un con- contrario.de esta conducta es puesto como
cepto anodino de "función", entendida como condición-ilícito a cuya verificación deberá
contribución teóricamente posible, racio- seguir (y, por tanto, es previsible que siga,
nal si bien no real, para la satisfacción de de hecho) la consecuencia-sanción. Como
necesidades pre-estructurales, y sobre él se sabe, muchos han denunciado lo limita-
construye una teoría altamente sofisticada, do de esta visión, en cuanto ésta identifica
ha salido con vida, o por lo menos incólu- el derecho con un mecanismo fundado de
me (es decir del todo inmune de contra- manera exclusiva.en la amenaza de san-
dicciones, aporías y truismos) de esa sel- ciones aflictivas -ya sean represivas o
va. restitutivas, para recurrir a la terminología
Bobbio, como se sabe, ofrece un ejem- de Durkheim-. Una identificación tan rí-
plo ilustre del análisis funcional, concebi-. gida, como se ha observado a menudo, no
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pionera -- aunque se puede colocar, como esta evolución se expresaría, en las tres di-
ya hemos dicho, en el surco de ilustres pre- ferentes fases, a través del paso de un de-
decesores, en especial Durkheim y recho repressive a un derecho autonomous
Tónnies- se puede demostrar con una sim- y por último a un derecho responsive, que
ple comparación de fechas. En efecto, presenta un estrecho parentesco con el de-
Bobbio trata el tema, por primera vez, si recho de función promocional estudiado por
no me equivoco, en 1969, en un artículo Bobbio 9. .
para la Rivista Trimestrale di Diritto e
procedura Civile 3 . Lo retoma después en Del tema del Estado social que, como
1971, con un artículo dedicado a las san- ya recordamos, se sitúa en el centro de la
ciones positivas 4 y posteriormente, de nue- reflexión sociológico-jurídica desde hace
vo, en un escrito destinado a los estudios a por lo menos veinte años, paso a otro tema,
la memoria de Ambrosio Gioja, que per- el de los derechos -iights- que, por el
maneció inédito por algunos años 5 . Aho- contrario, la reflexión sociológico-jurídi-
ra bien, a la contribución de Bobbio hay ca ha relegado por mucho tiempo a un pa-
que aproximar, en seguida, la de Vilhelm pel marginal, acaso por un prejuicio que
Aubert, el gran sociólogo del derecho no- se remonta a los orígenes del pensamiento
ruego que ha vinculado su nombre, entre sociológico general, a la polémica condu-
otros, a conocidos estudios de inspiración cida por Auguste Comte contra los méta-
funcional ista aparecidos ya en los años 40 physiciens y los hombres de ley educados
y cuyas ideas, también político-sociales (en en el culto de los principios del 89.
Italia diríamos: de signo liberal-socialis- La producción de Bobbio sobre este tema.
ta), aparecen en singular sintonía con las es muy amplia y, hay que subrayar, no se
de Bobbio. Pues bien, Aubert enfrenta el reduce a los ensayos reunidos en el cele-
tema de las sanciones positivas, ligado al bérrimo librito La edad de los derechos.
del Estado del bienestar, a partir de 1973, (Turín: Einaudi, 1990). No se puede olvi-
con su contribución al Congreso interna- dar que la esencia de la defensa del libera-
cional de filosofía del derecho de Madrid, lismo, conducida por el autor en los años
inspirándose en el historiador norteameri- 50 en polémica directa con figuras de la
cano James Willard Hurst 6, para después estatura de Galvano della Volpe y, ante todo,
perfeccionarlo en especial en un libro apa- con el mismo Palmiro Togliatti, fue la rei-
recido en 1983, en el que el tema del dere- vindicación del valor civil, universal, de
cho promocional y de las sanciones positi- aquellas libertades que los marxistas orto-
vas viene a conectarse con el de los derechos doxos, reafirmando la posición de Lenin,
humanos 7 , y posteriormente en contribu- se obstinaban en descalificar y despreciar
ciones más breves'8 . Más allá de Aubert, como "libertades burguesas". Para traer tan
el mismo tema reaparece en 1978, con una sólo una cita: «... la doctrina de la separa-
formulación diferente pero con cierto re- ción de los poderes -escribía Bobbio en
lieve, del otro lado del Atlántico, con el 1954 en NuoviArgomenti, N' 6, pp. 3 ss.-
célebre librito de Philippe Nonet y Philip es, históricamente, una doctrina de origen
Selznick, dedicado específicamente al tema burgués; pero la exigencia que ella expre-
de la evolución del derecho del Estado sa, la defensa contra el absolutismo del
absolutista al Estado liberal y de éste al poder, y las técnicas constitucionales que
Estado social, y centrado en la idea de que ella ha inspirado (independencia relativa
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y recíproca de los órganos titulares de las creto, en la especificidad de los estatus que
tres funciones fundamentales del Estado), éste representa en la sociedad -3 . Hoy esta-
no son más burguesas que proletarias: son mos ante todo -anota Bobbio- frente a
conquistas civiles»O° . Sin embargo, limi- un proceso de especificación que, de ma-
tando la atención a los escritos más recientes, nera gradual, ha hecho que el movimiento
debo recordar que Bobbio ha ofrecido su- de los derechos en su conjunto adquiera
gerencias importantes, de las que por lo con el correr del tiempo unadirección muy
menos una, a mi modo de ver, es de gran- diferente de la de los orígenes: mientras
dísima importancia para orientar, se pue- en las fases originarias del movimiento los
de decir en su nacimiento mismo, el sector derechos se reclamaban en nombre de la
de la sociología de los derechos humanos. igualdad y del rechazo de las discrimina-
Me refiero en especial al artículo titula- ciones, en las fases más recientes los dere-
do Derechos del hombre y sociedad, que chos se reclaman, progresiva y cada vez
debía constituir el key-note speech de más frecuentemente, en nombre de las di-
Bobbio en el Congreso internacional de ferencias, de las diversidades. En esencia,
sociología del derecho de Bolonia en 1988, se ha pasado de la reivindicación de los
durante las celebraciones del ix Centena- derechos iguales pese a las diferencias ori-
rio y que, a causa de una improvisa enfer- ginarias, a la reivindicación de derechos
medad que le impidió asistir a su autor, diferenciados en virtud de diferencias ori-
apareció sólo en las actas de la manifesta- ginarias.
ción 2' y, con adelanto, en un número espe- Por supuesto, los fenómenos observa-
cial de Sociologia del Diritto(año xvi, 1989, dos por Bobbio no son en sí mismos una
N' 1) que reunía algunos de los más signi- novedad absoluta. Ya en la segunda mitad
ficativos aportes a aquel sector del Con- del siglo pasado el utilitarismo liberal, por
greso dedicado al tema de los derechos 2. lo menos en su versión más desarrollada,
En este ensayo, que desarrolla según una de John Stuart Mill en adelante, reclama-
perspectiva sustancialmente sociológica ba la intervención activa del Estado para
consideraciones ya hechas con anteriori- "obstaculizar los obstáculos" (to hinder
dad desde perspectivas filosóficas, Bobbio hindrances) con el fin de reequilibrar las
observa ante todo que el movimiento de posiciones sociales desequilibradas en el
los derechos humanos se ha desarrollado origen de las desigualdades sociales, con
recientemente siguiendo dos directrices, la lo que se manifestaban en favor del reco-
de la "universalización" y la de la "multi- nocimiento de diferencias de estatus. UT
plicación", y acto seguido señala que el siglo después, en 1971, John Rawls enun-
proceso de multiplicación de los derechos cia en A Theory ofJusticesus famosos prin-
se ha producido de tres formas: por medio cipios de justicia, el segundo de los cua-
del aumento de la cantidad de bienes que les, articulado en detalle, implica la regla
se consideran merecedores de tutela, por del así llamado maximin, porel que las des-
medio de la extensión de la titularidad de igualdades se justifican en el plano ético-
algunos derechos a sujetos diferentes de los político si revierten en favor de los menos
seres humanos y, por último, por medio de favorecidos. Sin embargo la observación
la transición de una consideración del hom- de Bobbio, si bien en la misma línea de
bre como ser genérico, o abstracto, a una esta tradición, me pareció entonces, y me
consideración del hombre como ser con- parece aún hoy, extraordinariamente sig-
Ferrari Norberto Bobbio y la sociología del derecho
plemente sugiere que hay que mirar a esta en Italia sino también en el exterior, en
política de manera menos romántica y, en especial en España. Del inmenso panora-
una perspectiva política, identificar los ma que presentan estas obras se extraen mil
términos de un pacto social renovado, orien- argumentos válidos para comprender y ex-
tado a establecer fronteras razonables en- plicar sociológicamente los fenómenos ju-
tre derechos y derechos, así como a identi- rídicos. No siempre los conceptos elabo-
ficar las instituciones a las que se puede rados por Bobbio, como por otros filósofos
demandar legítimamente la tarea de vigi- del derecho, pueden trasponerse pura y sim-
lar estas fronteras: un pacto que, en la so- plemente a una concepción sociológica, que
ciedad transnacional, no puede no tener implica -- como decía Treves- una pers-
dimensiones a su vez transnacionales, aun- pectiva diferente desde la cual observar el
que debe encontrar un punto de equilibrio derecho. Sin embargo, ellos siempre des-
entre diferentes culturas y diferentes tra- empeñan esa función clarificadora y críti-
diciones. ca que se debería situar en la base de toda
Como decía en un comienzo, con esta construcción sociológica y que, por el con-
intervención he querido describir el apor- trario, los sociólogos del derecho a veces
te de Bobbio a la sociología del derecho a descuidan con el resultado de vulnerar en
través de algunos ejemplos significativos. su raíz, por falta de rigor, la solidez de sus
Y por supuesto, he escogido aquéllos que teorías y el alcance explicativo de sus in-
me son más familiares, en cuanto tocan vestigaciones.
temas respecto de los que yo mismo he
te-
nido ocasión de reflexionar y, por tanto, VINCENZO FERRARI
de apreciar hasta el fondo la gran calidad Director del Instituto de Filosofía y Sociología
Jurídicas
de esa contribución. De haber seguido otro Universidad de Milán
método y haber recorrido el camino de
Bobbio desde el principio hasta hoy, obra Traducción
tras obra, habría llegado al mismo resulta- CARLOS PEREA LATORRE
21. N. Boi3Bo. "Diritti dell'uomo e societ.", en: Bobbio se encuentra en las páginas 15 y siguientes).
V. FERRARI (Ed.), Laws and Rights. Proceedingsof 23. N. BOBIIO, "Diritti dell'uomo e societá", ahora
the InternationalCongress of Sociology of La wfor en L'etñ dei diritti,Cit., p. 68.
the Ninth Centenary of the University of Bologna 24. N. Bonato, "Presente e avvenire del diritti
(May 30-June 3, 1988), Vol. 1,Panelsand Sessions. dell'uomo", Conmunitá Internazionale, Año xxiii,
Milán: Giuffré, 1991, pp. 35 ss. 1968, pp. 3-18, ahora en L'et dei diritti, Cit., pp.
22. Este número de Sociologia del Diritio [Año xvi, 17 ss. (la cita se encuentra en las páginas 39-40).
1989, N' I1 apareció también como volumen al cui- 25. Me refiero a la investigación expuesta en la se-
dado de Renato Treves y mío, con el título Sociologia gunda parte de Giustizia ediritti mani. Ossenazioni
dei diritti uniani. Milán: Angeli, 1989 (el ensayo de sociologico-giuridiche. Milán: Angeli, 1995.