Detección precoz de la hipoacusia

infantil
El desarrollo del lenguaje es una característica propia del ser humano, el cual
se adquiere por medio del sentido de la audición. La audición permite el
correcto aprendizaje del lenguaje oral y con el, la adquisición del
conocimiento.

El oído humano madura antes del nacimiento, pero sólo se desarrolla por
completo si es sometido a la influencia de la estimulación sonora en un
periodo determinado.

La adquisición del lenguaje esta condicionado por un “periodo crítico” durante

los 3 primeros años de vida. En consecuencia, si el niño no está bajo algún
tipo de estimulación sonora en este periodo; no va a lograr una competencia
lingüística acorde a su edad.

Audiología Infantil

La audiología infantil desarrolla un estudio auditivo a los niños desde el

nacimiento hasta la edad en la que ya pueden contestar confiablemente en la
audiometría tonal liminar. Los objetivos de la audiología infantil son detectar,
localizar, cuantificar y prevenir las dificultades auditivas.

A diferencia de la exploración audiológica en el adulto, el niño no comprende

los tests ni pruebas a las que está sometido, por ende no puede
colaborar; razón por la cual las técnicas de evaluación audiológicas se deben
adaptar a la edad mental y cronológica, las características conductuales, al
estado de visión y audición, a los niveles de comunicación, a la capacidad de
atención y alerta, y al estado neuromuscular.

Existen dos tipos de pruebas audiológicas infantiles en general:

Pruebas audiológicas subjetivas

En estos tipos de pruebas se necesita la colaboración del niño, en la cual el
profesional realiza una acción esperando una respuesta o reacción por parte
del niño. El profesional debe poseer buenas estrategias para lograr atraer la
atención del bebé o el niño(a) y condicionarlo para que responda ante
estímulos auditivos.
 Pruebas audiológicas objetivas
En estos tipos de pruebas no se necesita la colaboración del niño, solo la
expertíz y los conocimientos audiológicos del profesional. Estos tipos de
exámenes son realizadas generalmente al momento de nacer (emisiones
otoacústicas, impedanciometría, potenciales evocados).

Los métodos de detección se deben poner en práctica desde el período

neonatal o desde los primeros meses de vida en todos los infantes con
factores de riesgo de hipoacusia temprana.

Se considera factores de riesgo de hipoacusia temprana:

 Historia familiar de hipoacusia.

 Tratamiento prolongado de ototóxicos en el embarazo.
 Sd. de alcoholismo fetal.
 Peso al nacer menor a 1.500 Kg.
 Apgar 0-4 al min. o 6 a los 5 min.
 Asfixia neonatal.
 Anomalías craneofaciales.
 Sd. malformativos asociados con hipoacusia.
 Infección en el útero: TORCH, HIV, etc.
 Hiperbilirrubinemia por eritoblastosis fetal.
 Meningitis bacteriana neonatal, en la lactancia o en la primera infancia.
 Enfermedades neurodegenerativas.
 Hemorragia intracraneal fetal.
 Septicemia neonatal.
 Hipertensión pulmonar fetal persistente.
 Asistencia del R.N en la UCI para neonatos en un periodo de dos días,
ventilación mecánica por más de 5 días.
 Traumatismo Encéfalo Craneano (TEC).
 Otitis media recurrente durante al menos 3 meses.

Debe realizarse también una exploración auditiva en lactantes que aun no

teniendo antecedentes de riesgo, se sospeche una carencia de
retroalimentación auditiva por hipoacusia, la cual comienza a ser visible en
meses sucesivos en las diferentes etapas del desarrollo.

Como consecuencia de lo anterior, se hace indispensable conocer los

criterios de desarrollo típico, para así detectar la necesidad de la realización
de un estudio auditivo.

El desarrollo audiológico - lingüístico normal sigue la siguiente línea de

evolución:
 Entre los 0 y 3 meses de edad
 Presta atención a los ruidos
 Dirige su mirada hacia la voz de la madre
 Se tranquiliza frente a la voz de la madre
 Cesa momentáneamente su actividad cuando escucha el ruido de una
conversación
 Realiza movimientos corporales tras la presentación de un ruido o "golpe"

Entre los 3 y 6 meses de edad

 Aparición del reflejo palpebral ante los ruidos (se contraen los párpados ante
un sonido de alta intensidad)
 Localiza los sonidos en el plano horizontal y frontal
 Emite sonidos cuando está solo
 Realiza vocalizaciones imitando al adulto
 Se arrulla cuando escucha sonidos
 Se ríe y realiza gestos risueños sin necesidad de hacerle cosquillas

Entre los 6 y 12 meses de edad

 Logra localizar la fuente sonora dirigiendo la mirada en cualquier plano
 Responde al llamando de su nombre
 Emite cierto número de sonidos diferentes con distintos tonos y entonación
 Imita los aplausos y emite sonidos al mismo tiempo
 Comienza a usar jerga
 Reconoce a personas familiares, se muestra tímido extraños y muestra
resistencia cuando se le quiere quitar un juguete

Entre los 12 y 15 meses de edad

 Señala personas u objetos familiares si se le solicitan
 Comienza su etapa lingüística y utiliza algunas palabras reales tales como
papá, mamá, agua, etc.

Entre los 16 y 18 meses de edad

 Sigue instrucciones sencillas sin ayudas gestuales

A partir de los 18 meses, se debe prestar especial atención a las emisiones

vocales, si estas son escasas, monótonas, decrecientes o presenta un retraso
más allá de los 12 meses de edad; debemos sospechar de dificultades.

 A los 2 años debe ser capaz de articular al menos 10 palabras

independientes.
 A los 2 años y medio logra producir al menos 50 palabras y construye frases
de 2 o 3 palabras.
 Entre los 3 y 3 años y medio comienzan a expresarse con mayor claridad y
se les entiende mejor.

Otras situaciones de alerta que indican que existe la posibilidad de estar en

presencia de una hipoacusia importante, son:

 Habla muy fuerte.

 Mira constantemente la boca de quien les habla.
 No responde a situaciones de ruido.
 Se tapa los oídos.
 Dificultades para entender lo que le dicen.
 Con frecuencia preguntan que les han dicho.
 Necesita que se repitan mucho las cosas.
 Volumen alto del televisor o del computador.
 Dificultad para seguir conversaciones.