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LA FAMILIA Y LOS VALORES EN LA SOCIEDAD

«La familia: esperanza hacia un cambio social»

FAMILY AND VALUES IN SOCIETY


" The family: hope for social change “

Liceth Stefany Villafuerte Candia*


Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología
_________________________________________________________

RESUMEN
El presente estudio se propone concientizar sobre los valores fundamentales que
promueven el mejoramiento de la calidad de vida en los ámbitos familiar y social.
Ésta es una reflexión original de tipo filosófico en torno a la relevancia de la familia ya que
se hace necesario clarificar y rescatar los valores genuinos que se encuentran en ella, así
como buscar alternativas en dirección de una convivencia más sana entre sus miembros,
que permita el desarrollo pleno de todos y cada uno, y contribuya a la vez a una sociedad
más justa, igualitaria y tolerante.
Palabras clave: familia, vida, valores, convivencia, desarrollo, sociedad.

ABSTRACT
The present study aims to raise awareness about the fundamental values that promote the
improvement of the quality of life in the family and social spheres.
This is an original philosophical reflection on the relevance of the family since it is
necessary to clarify and rescue the genuine values found in it, as well as to look for
alternatives in the direction of a healthier coexistence among its members, allowing the full
development of each and every one, and contribute at the same time to a more just,
egalitarian and tolerant society.
Keywords: family, life, values, coexistence, development, society.
Introducción
Descripción del problema
En la actualidad se repite mucho que la familia es una institución en crisis, que han caído
los valores que sustentaban la familia tradicional y que estamos ante una práctica de
antivalores. Nada más lejos de la realidad, ya que ahora vemos en nuestros día a día
divorcios, inestabilidad, nacimientos extramatrimoniales, violencia, feminicidios, etc.
En la actualidad es notoria la existencia de una cultura de antivalores, en la que se proyecta
como normal la libertad de hacer lo que se quiera. Cada vez más las personas son libres,
pero esa es la libertad de adhesión para el compromiso, del que se huye como si fuera una
cárcel.
Cada vez más la persona se cree autónoma, pero ésta es sometida por sus impulsos y
sentimientos, por sus ideas preconcebidas del mercado a través de la publicidad y los
medios de comunicación. Ahora el dinero es sinónimo de felicidad y no importa cómo
conseguirlo ya que eso nos brinda poder y reconocimiento.
Es allí en donde juegan un papel trascendental los valores que inculque la familia, como la
base para comenzar a forjar un esquema cultural sólido y respetuoso para la sociedad.
Pero esta responsabilidad no es exclusiva de la familia. El sistema educativo y el gobierno,
deben ser el puente para que, a través de maestros, profesores, medios de comunicación,
otorguen las herramientas para que en el futuro puedan discernir entre lo moralmente
correcto y lo que no lo es. Pero la familia destaca por su influencia contrastada en el
proceso de construcción de la identidad personal y en el desarrollo de la persona y también
es el ámbito sociocultural donde a lo largo de todo nuestro crecimiento y especialmente
durante la infancia y la adolescencia, se producirá el aprendizaje y la incorporación de
conductas, y también se arraigarán en nosotros valores, creencias y actitudes básicas.
Dice Rafael Gambra que la familia es la primera forma de sociabilidad, ya que el instinto
genético y el de la paternidad son los más fuertes impulsos que unen a los seres humanos y
de esta forma se determina la institución familiar. Esta se constituye en la primera y más
universal de las formas de sociabilidad.
De este razonamiento viene aquella famosa e histórica definición: “la familia es la célula de
la sociedad”. No puede entenderse, por lo tanto, una sociedad sin familias. Es imposible
que esto ocurra. Por eso afirma nuevamente Gambra de una manera categórica y hasta
desafiante: “Lo que puede afirmarse como un hecho constante, no contradicho por ningún
dato histórico ni etnográfico y apoyado en fundamentos psicológicos ciertos, es que la
familia ha existido desde que hubo hombres y mujeres en la tierra, aunque adaptándose a
las condiciones espirituales y económicas de los diversos pueblos y de las diversas épocas.
Objetivos
El presente artículo comprender los valores fundamentales que promueven el mejoramiento
de la calidad de vida en los ámbitos familiar y comunitario para llevarnos hacia un cambio
social.
Propiciar una reflexión sobre las opciones de participación personal y social de todos
nosotros en la solución de los problemas que aquejan a nuestras familia y sociedad.
Justificación
El articulo busca hacer una reflexión sobre lo que estamos haciendo mal y fomentar a una
cultura social de calidad, ¿cómo se lograra? Haciendo un fortalecimiento de los valores,
actitudes, habilidades y conocimientos que permitan contribuir al desarrollo de la sociedad
y al mejoramiento de la calidad de vida de nuestro país, asumiendo responsabilidad y
compromiso con nuestra familia, ámbito laboral, ecológico y social, así se llegará a una
mejor comprensión del mundo y fortalecimiento de los lazos familiares, el desarrollo de
hábitos constructivos y una comunicación asertiva y empática.
Esquema
El presente estudio se desarrolla en cinco partes respectivamente: en la primera parte
presentamos la introducción, en una segunda parte, se presenta la descripción y
conceptualización de la familia y su relación con los valores en la sociedad.
Limitaciones
Definitivamente la falta de tiempo me juega en contra ya que, estudiar y trabajar no resulta
fácil, la falta de experiencia y practica en este tipo de actividades de reflexión, las tareas
constantes y exámenes de otros cursos. Sin embargo, espero poder contribuir con mi
sociedad con esta reflexión y hacer comprender el concepto de calidad de vida en la
familia, a fin de fomentar una toma de conciencia sobre los valores, condiciones de vida y
necesidad de un cambio por el bien de nuestra sociedad.
La crisis de la familia en una sociedad con antivalores.

1.1. ¿Qué se entiende por familia?

Según Martínez (2001) La familia es una institución formada por sistemas individuales que
interactúan y que constituyen a su vez un sistema abierto. Está formada por individuos, es
también parte del sistema social y responde a su cultura, tradiciones, desarrollo económico,
convicciones, concepciones ético-morales, políticas y religiosas.
Juan Pablo II, en innumerables viajes, audiencias, ángelus, conferencias, mensajes, cartas
apostólicas, encíclicas... no se cansa de pedir a gritos por las familias:
“¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!”; “No podemos esperar una sociedad
renovada en sus valores sin una profunda renovación de la familia. Ella es generadora y
trasmisora de la vida”; “Es necesario hacer lo imposible para que la familia no se
suplantada. Lo requiere no sólo el bien privado de toda persona, sino también el bien
común de toda sociedad, nación o Estado de cualquier continente”; “Cualquier violación a
los derechos de la familia, cualquier política que conduzca al debilitamiento de la
institución de la familia, no puede llevar a un progreso verdaderamente humano y cultural”;
“El papel de la familia en la edificación de la cultura es determinante e insustituible” ...
Estas son algunas de las frases del Santo Padre.

1.2. Organización y funciones de la familia

Se habla de la familia nuclear o conyugal cuando nos referimos estrictamente al grupo


formado por una pareja y sus descendientes directos (relaciones entre padres-hijos-
hermanos), mientras que la familia extensa agrupa a todas aquellas personas que tienen
lazos de parentesco consanguíneo (tíos, primos, abuelos, cuñados, suegros, etcétera). La
familia conyugal, vista como una unidad biológica, es similar a las familias que se
encuentran en los mamíferos, particularmente en los primates.
Entre las principales funciones que cubre la familia humana se encuentran:
Satisfacer las necesidades básicas de supervivencia y protección (alimentación, vestido,
habitación, salud).
Socializar a las nuevas generaciones mediante la transmisión de la lengua materna,
costumbres, tradiciones, valores, normas de comportamiento y creencias del grupo familiar
y de la sociedad a que se pertenece.
Estimular y fomentar el desarrollo del intelecto, de la creatividad, del interés por el arte, los
deportes y la ciencia.
Satisfacer las necesidades psicológicas de los individuos que contraen la relación
matrimonial y las de sus descendientes; necesidades tales como afecto, seguridad y
adecuada correspondencia emocional.
Educar para la vida, en el sentido de intervenir constructivamente en el proceso de
desarrollo humano de sus miembros de una manera integral, en las esferas personal, laboral
y comunitaria.

2. Sociedad con antivalores

2.1. ¿Qué se entiende por valores?


Según Angulo (2009) … las teorías universalistas se vinculan con la creencia de que hay
valores objetivos. Hoy, por ejemplo, la mayoría de los países occidentales defienden los
derechos humanos, muchos basados en la tesis de que son valores universales y objetivos.
Tiempo atrás, ya Scheler defendió la idea de que los valores son objetivos, no creados por
la sociedad, ni por el individuo, por lo que éste sólo debe contar con el método adecuado
para conocer esos valores. Como reacción a teorías de este tipo surgieron las llamadas
corrientes subjetivistas, que ubican el pro ceso valorativo en la psique o en la subjetividad
humana, en lo que nos agrada o desagrada, o bien sosteniendo que el fundamento del valor
es el deseo.
2.2 Objetividad y subjetividad de los valores
Por lo general, las teorías universalistas se vinculan con la creencia de que hay
valores objetivos. Hoy, por ejemplo, la mayoría de los países occidentales defienden los
derechos humanos, muchos basados en la tesis de que son valores universales y objetivos.
Tiempo atrás, ya Scheler defendió la idea de que los valores son objetivos, no creados por
la sociedad, ni por el individuo, por lo que éste sólo debe contar con el método adecuado
para conocer esos valores. Como reacción a teorías de este tipo surgieron las llamadas
corrientes subjetivistas, que ubican el pro ceso valorativo en la psique o en la subjetividad
humana, en lo que nos agrada o desagrada, o bien sosteniendo que el fundamento del valor
es el deseo.
Tenemos entonces tres posibilidades para determinar quién pone el valor:
1. Los valores, siendo objetivos y universales, están puestos desde siempre, por
alguna instancia superior.
2. Los grupos sociales, atendiendo a sus necesidades, fines y deseos, van creando
ciertos valores y abandonando otros en el curso de la historia. Los valores son, por tanto,
creaciones histórico-culturales.
3. El individuo mismo, desde su más profunda subjetividad y atendiendo a sus
preferencias o a sus deseos, es quien pone el valor.

2.3. ¿Qué se entiende por antivalores?


Según Angulo (2009) En ámbitos extra filosóficos, es frecuente la referencia al término
“antivalores”, para denotar valores “decadentes”, frente a los “buenos” que “se han perdido
y debemos rescatar”. Sin embargo, desde el relativismo cultural resulta difícil hablar de
“antivalores”, pues se trata sólo de valores opuestos a los sustentados por la moralidad de
determinados grupos, culturas o épocas. Cuando los padres o las personas mayores, al
referirse a los jóvenes, dicen que “han perdido los valores”, se inscriben en el marco del
objetivismo. En cambio, la moral relativista afirmaría que sí tienen valores, pero distintos,
que las nuevas generaciones abandonan unos valores y los sustituyen por otros.
2.4 Problema de los antivalores

El problema de antivalores practicado por la gran mayoría de la sociedad, aunque hoy se


aborda con más énfasis en las familias, es cada vez más grave y la verdad es que es “una
ola gigante” que ya no se puede detener, nadie quiere meterse en broncas, las familias viven
con serios problemas derivados principalmente porque la pareja trabaja y antes la madre se
encargaba de la crianza de los hijos.
Los juegos de niños, de grupo, hoy se convirtieron en individuales, con videos, se perdió la
convivencia y socialización; hoy el niño llega a su casa y no encuentra a nadie, enciende la
televisión y lo que ve es el uso de droga, programas donde la promoción es de antivalores,
infidelidad, adulterio, groserías, escenas eróticas, es el proceso de cambio de una
generación.

2.5 Los Medios de comunicación y los antivalores


La televisión es la diversión fundamental de muchas personas, nos presenta el reto enorme
de que sus contenidos no solamente son inmorales, sino que dañan ciertamente la familia y
la cultura. No necesariamente es culpa solo de la televisión, sino que parte de la culpa la
tiene las agencias de publicidad, los patrocinadores y por supuesto el público que se deleita
en telenovelas inmorales y en programas procaces, vulgares y ofensivos al pudor y a la
ética más elemental. Las palabras soeces que en otro tiempo estaban prohibidas en la
televisión y que se ocultaban con un pequeño ruido, indicando que no era licito
transmitirlas, ahora se pronuncian en alta voz a horario infantil.
CONCUSIONES

La sociedad está perdiendo el rumbo como consecuencia de una serie de problemas que
inciden directamente en el desarrollo de las familias por la pérdida de los valores, el no
distinguir entre el bien y el mal, e incluso, todavía más allá, el pervertir las cosas y eso nos
conlleva a la violencia, muertes, corrupción, etc.
Las buenas costumbres nunca dejarán de existir, pero depende de nosotros, de los padres de
familia, la comunidad educativa y resto de la sociedad adulta lograr el cambio, emprender
campañas intensas de valores éticos.
La práctica de valores es vital para la mejor convivencia social, la decencia, el
entretenimiento sano, la voluntad de servir, pero sobre todo el respeto a la persona son
términos prácticamente desconocidos pero que debemos introducir en nuestra generación y
la que está por venir.
El estudio de la familia como grupo social constituye una necesidad para nosotros como
profesionales de la salud, por ser este el grupo que más influye en la formación de la
personalidad, en ella se adquieren las creencias, los temores y criterios de riesgo que
condicionan las actitudes de la persona.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS (1p)
Martínez C. Salud Familiar. La Habana: Editorial Científico – Técnica. 2001
Sherzer A. La Familia, Grupo Familiar e Instituciones. Montevideo: Editorial Banda
Oriental. 1994
Gambra, Rafael (1970). Curso elemental de Filosofía. Salamanca: Ediciones Anaya.
Angulo, Yolanda. (2009). Ética y valores. México. Santillana.

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