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Pues bien, para poder comparar estos flujos de caja futuros con nuestro desembolso
realizado hoy (y hallar la diferencia que nos reportará la ganancia neta o Valor Actual
Neto) es necesario calcular el valor actual, el valor al dia de hoy, de cada uno de
ellos; es lo que se denomina actualizar o descontar. Para ello, debemos dividir cada
uno de estos flujos por el factor de actualización (1+i)n, donde "n" es el número de
años que dista desde el año actual e "i" es el tercer dato básico necesario para
nuestro análisis:
3. La tasa de descuento
La tasa de descuento es el tipo de interés que nos permite "traducir" el dinero del
futuro a dinero del presente. Mucho se ha escrito sobre la elección de esta tasa, con
sistemas más o menos complejos que intentan desprender de su cálculo la
subjetividad y acercarse lo más posible a la realidad. Sin embargo, es una labor que
muchos autores llevan tratando durante años acompañados, la mayoría de las
veces, de severas críticas.
Por este motivo, huyendo de complejos análisis matemáticos, en este artículo nos
vamos a limitar a exponer los métodos más utilizados y a la vez menos sofisticados.
En el cálculo de la rentabilidad de los proyectos de inversión, se suele definir la tasa
de descuento como aquella que corresponde al coste de los recursos financieros
utilizados para ejecutar dicha inversión.
a) Propios: las aportaciones del inversor (capital)b) Ajenos: las aportaciones de los
acreedores (deuda, préstamos bancarios, etc).
Por lo tanto, para calcular el coste de los recursos totales, debemos analizar en qué
proporción intervienen cada uno de estos recursos en el proyecto y cuál es su coste:
A) Proyecto financiado solo con fondos propios. Si cuando decidimos entrar en una
inversión, disponemos de la totalidad de los fondos necesarios y no necesitamos
recursos ajenos (financiamos el proyecto con el 100% de los recursos propios),
debemos tener claro, lógicamente, que a esta nueva inversión debemos exigirle, al
menos, lo mismo que dejaríamos de obtener por no dedicar nuestros fondos a otra
inversión alternativa. Es decir, la rentabilidad de la inversión que estamos evaluando
debe igualar, como mínimo, la más alta rentabilidad que obtendríamos con nuestro
dinero en otra inversión con una duración similar, como puede ser un plazo fijo, un
depósito bancario, bonos del estado, etc.
C) Proyecto financiado con fondos propios y ajenos. Por último, nos podemos
encontrar con el caso intermedio, en el que financiemos la inversión tanto con
recursos propios (nuestros fondos) como con recursos ajenos (préstamo). Aquí lo
que procede es calcular el coste medio ponderado entre los recursos propios y los
recursos ajenos (la media del coste de ambas fuentes de financiación ponderada
por el volumen de cada una de ellas).
Una vez calculado el coste de los recursos financieros debemos analizar otra
cuestión muy importante que puede afectar considerablemente al valor de la tasa
de descuento. Nos referimos al riesgo que puede albergar cada una de las
inversiones (la analizada y la que tomamos de referencia) y que necesitamos
incorporar a la tasa de descuento para que los flujos de caja de estos proyectos de
inversión sean homogeneos.
Si la nueva inversión que estamos analizando presenta más riesgo que la que
estamos tomando de referencia deberíamos exigir más rentabilidad a la nueva
inversión, es decir, deberíamos aumentar la tasa de descuento.
El método más utilizado para introducir este dato consiste en añadir una prima de
riesgo a la tasa de descuento, de tal forma que, la prima será mayor cuanto más
riesgo represente el proyecto de inversión respecto a la inversión comparable:
- Rentabilidad mínima exigida = Coste de los recursos que trata de exigir a los
beneficios futuros, al menos, la misma rentabilidad que el coste de los recursos
utilizados; es decir, el coste de capital, entendido como la media ponderada entre
los recursos propios (coste de oportunidad) y los recursos ajenos (coste de la
deuda).
Por lo tanto, para calcular el coste de los recursos totales, debemos analizar en qué
proporción intervienen cada uno de estos recursos en el proyecto y cuál es su coste
(ver "Selección de la tasa de descuento").
Una vez que tenemos el coste de los recursos necesarios para realizar la inversión,
estaremos en disposición de saber qué rentabilidad mínima debemos exigirle a la
inversión que estamos evaluando. Efectivamente, nunca invertiremos en algo cuya
rentabilidad sea inferior al coste de nuestra aportación. Por eso, se dice también
que la tasa de descuento es la tasa de rentabilidad mínima que debemos exigirle a
una inversión.
El Modelo Predictivo de base en este caso es la Tabla con los flujos de costos y
beneficios del Proyecto de Inversión, en el cual se identifican las variables
relevantes y sus principales relaciones. En este caso, las Variables están
representadas por cada “celda” de la planilla correspondiente al Costo de Inversión
en el año 0, al Volumen de las Ventas (año 1 al 7), Precios de Venta (año 1 al 7). El
resto del Modelo está definido por las fórmulas correspondientes al cálculo del Costo
de O&M de los años 1 al 7, y de los Beneficios Directos y Beneficios Netos del año
0 al 7.
VARIABLES DE RIESGO
Distribución de Probabilidades
Una alternativa para abordar las posibles correlaciones entre variables de riesgo es
el empleo del coeficiente de correlación entre las dos variables analizadas. Es
razonable asumir una relación lineal del tipo: Y = a + b X + e
Donde
Y: es la variable dependiente
X: es la variable independiente
“e”: error aleatorio del modelo que sigue una distribución de probabilidad normal e
independientemente distribuidos.
La función de regresión es parte de los supuestos que condicionan el proceso de
simulación de escenarios en la metodología de Monte Carlo.
Una manera de calcular el valor de dicha información es a partir del valor esperado
de las ganancias perdidas como consecuencia de haber decidido rechazar el
Proyecto, o alternativamente a partir del valor esperado de las pérdidas en caso de
aceptar la realización del Proyecto.
- Punto de equilibrio.
La Tasa Interna de Retorno es aquella tasa que está ganando un interés sobre el
saldo no recuperado de la inversión en cualquier momento de la duración del
proyecto.
Sosa (2007) afirma que la TIR es una medida de rentabilidad que depende de la
cuantía y duración de los flujos de efectivo del proyecto.
Es importante señalar que debido a que los proyectos de inversión presentan dos
tipos de flujos de efectivo (constantes o desiguales por cada año de duración de la
inversión) y de acuerdo con el tipo de flujos de efectivo, la tasa interna de
rendimiento se obtiene mediante las siguientes fórmulas:
En el caso en que los flujos de efectivo son desiguales se utiliza la siguiente:
Entre las ventajas de la TIR frente a otras metodologías es que elimina el cálculo de
la Tasa de Interés de Oportunidad (TIO), esto le da una característica favorable en
su utilización por parte de los administradores financieros; es una herramienta de
gran utilidad nacional e internacional para la toma de decisiones financiera dentro
de las organizaciones;
Este indicador representa el valor actual de los flujos de efectivo divididos entre la
inversión inicial neta. En esencia, es una derivación del VPN, ya que también se
utilizan los flujos netos de efectivo y la inversión inicial neta a valor presente.
Sin embargo, en este caso se divide la sumatoria de los flujos netos de efectivo
descontados con la tasa mínima de rendimiento entre la inversión inicial neta
disminuida por el valor de salvamento a valor presente.
En el cálculo de este indicador hay que tener en cuenta los diferentes resultados:
Índice de rentabilidad mayor a 1 igual a VAN positivo, se puede invertir (Sosa, 2007).
Este indicador mide la cantidad de los flujos netos de efectivo que se obtienen
después de recuperar la tasa de interés exigida en el proyecto de inversión. Cuando
los flujos de efectivo exceden el monto de la inversión, representan la ganancia
adicional en porcentaje de la inversión actualizada; en cambio, si los flujos de
efectivo actualizados son menores que el monto de la inversión, muestran en
porcentaje el faltante de inversión por recuperar (BMI; Morales y Morales, 2009). En
caso de que exista un excedente de flujos de efectivo relacionado con la inversión,
se lee como la contribución porcentual con respecto a la inversión, o también como
el beneficio porcentual adicional logrado con la inversión. En la medida que este
indicador es mayor refleja más el beneficio. Su fórmula es la siguiente:
Cuando la fórmula costo-beneficio proporciona un valor negativo se interpreta como
el porcentaje de inversión faltante que no generaron los flujos netos de efectivo.
El 1 indica que por cada peso de costo en el proyecto se obtiene más de un peso
de beneficio; la 2 que por cada peso de costo se obtiene un peso de beneficio y la
3, que por cada peso de costo se obtiene menos de un peso de beneficio. Es
necesario observar que el valor absoluto de la relación beneficio / costo variará
según la tasa de actualización elegida.
Cuanto más elevada sea dicha tasa, menor será la relación beneficio - costo
resultante y, si se elige una tasa lo bastante elevada, se forzará a descender a
menos de uno la relación beneficio-costo. El criterio formal para la selección de la
relación beneficio-costo del valor de un proyecto es aceptar todos los proyectos
independientes con una relación de beneficio – costo de uno o mayor, siempre y
cuando la corriente de los costos y beneficios netos haya sido actualizada a una
tasa igual al costo de oportunidad del capital. El análisis de sensibilidad aplicado al
indicador de Costo-Beneficio, se real