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Herederos legitimarios
Son aquellos herederos que tienen una porción legítima de la que no pueden ser privados por testamento
ni por actos de disposición entre vivos a título gratuito. Ellos son los descendientes, los ascendientes y el
cónyuge.
La porción legítima de los descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes y la del cónyuge es de
un medio.
Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor líquido de la herencia al tiempo de la muerte del
causante más el de los bienes donados computables para cada legitimario, a la época de la partición
según el estado del bien a la época de la donación.
Cuotas de legítimas: La legítima de los descendientes será de dos tercios y la de los ascendientes como
la del cónyuge será de un medio.
Si concurren sólo descendientes o sólo ascendientes, la porción disponible se calcula según las
respectivas legítimas.
Si concurre el cónyuge con descendientes, la porción disponible se calcula según la legítima mayor”
Cuando se presenta la concurrencia de descendientes que tienen una legitima global de dos tercios y el
cónyuge cuya legitima es de un medio, no es posible adicionar una a la otra porque se superaría la
totalidad de la masa de legitima.
Por ese motivo se ha sostenido que la legítima mayor absorbe a la menor, y en tal caso se tomara en
cuenta para todos los legitimarios que concurren conjuntamente, es decir para los descendientes y el
cónyuge, la legítima de dos tercios.
En el caso de la concurrencia de los ascendientes cónyuge, tienen como legitima la mitad en ambos
órdenes, y será esta la protección de la que gozaran en este caso de concurrencia.
Protección de la legítima
El testador no puede imponer gravamen ni condición alguna a las porciones legitimas, si lo hace, se tienen
por “no escritas”.
La forma típica que se encuadra en este artículo resulta del testamento mismo y no es posible que se le
reconozca validez a ninguna disposición que resulte contraria a la integralidad de la legítima.
Es irrenunciable la porción legitima de una sucesión aún no abierta”.
Luego de ocurrido el fallecimiento el legitimario se encuentra en condiciones de decidir acerca de la
aceptación de la herencia o su renuncia a la misma o de su aceptación, pero renunciando a la legítima
que le pueda corresponder.
b) Presunciones: cuando se reúnen los recaudos que el artículo establece, la ley presume que se trata de
un acto que en apariencia es oneroso, pero que en realidad es gratuito.
Si el acto es gratuito operara la obligación de colacionar aunque se haya reservado el usufructo, uso,
habitación o la renta vitalicia.
El legitimario preterido tiene acción para que se le entregue su porción legítima, a título de heredero de
cuota. También la tiene el legitimario cuando el difunto no deja bienes, pero ha efectuado donaciones.
Habrá preterición cuando el causante ha omitido en su testamento a un legitimario y ha instituido como
heredero a otro.
Especies de preterición:
- voluntaria: cuando el causante conocía la existencia del legitimario y lo omite
- involuntaria: cuando, al tiempo de hacer el testamento, el causante no sabía acerca de la existencia del
legitimario, o bien este nace después de otorgado el testamento.
Situación del heredero instituido: el heredero instituido recibirá un contenido hereditario equivalente a la
porción disponible, por lo que la condición de heredero instituido vendría a ser equivalente a la del
heredero de cuota, y no tendría vocación al todo de la herencia, y por ello, carecería de la posibilidad de
acrecer si el legitimario por cualquier causa no pudiera recibir su porción legitima.
Acción de complemento
El legitimario a quien el testador le ha dejado, por cualquier título, menos de su porción legítima, sólo
puede pedir su complemento.
Mediante la acción de complemento se ataca la institución de herederos realizada en el testamento,
mientras que en la acción de reducción se cuestiona la institución de herederos de cuota o los legados
que afecten la legítima.
Acción de reducción
A fin de recibir o complementar su porción, el legitimario afectado puede pedir la reducción de las
instituciones de herederos de cuota y de los legados, en ese orden.
La acción de reducción es el derecho que tiene un legitimario para atacar las instituciones como herederos
de cuota y los legados hechos por el causante en su testamento o las donaciones hechas en vida por el
mismo, en la medida que excedan la porción disponible.
La acción requiere la actuación judicial del legitimario perjudicado.
En cuanto a la legitimación pasiva, cabe acotar que de ella depende el acto que vulnere la legítima.
Si lo que supera la porción disponible fuesen instituciones de herederos de cuota o legados, la acción
debe dirigirse contra los que se encuentren en esa condición.
En el caso que sea una donación la que afecte la legítima, la acción debe ser entablada contra el donatario
y eventualmente contra las personas que de él han recibido el bien donado.